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TEMAS CIVIL

TEMA 1: EL DERECHO CIVIL

1. CONCEPTO DE DERECHO CIVIL

El Derecho Civil es una rama del Derecho que podría denominarse derecho privado común y
general ya que incide en la regulación de todos los aspectos relevantes para la persona
como integrante de la sociedad. Al girar en torno a la persona, regula también sus
relaciones familiares y personales, así como todo lo relativo al patrimonio de la persona.

Por ello, el concepto de Derecho Civil gira en torno a tres conceptos: persona, familia y
patrimonio:

En primer lugar, se centra en la persona como ser humano, es decir, los derechos que se
encuentran vinculados a su personalidad y la determinación de la capacidad de ejercer
funciones, derechos y vincularse a otros.

En segundo lugar, el DC tiene por objeto la regulación de aquellas relaciones más íntimas
vinculadas a su personalidad, como las de la familia y los derechos y obligaciones que surgen
de esta integración dentro de un grupo familiar.

Por último, dentro de las relaciones habituales de la vida privada de la persona, el DC se


ocupa de las relaciones de contenido patrimonial y de desenvolvimiento económico de sus
bienes y derechos.

Así, en relación con lo anterior, en el Código Civil se regularán gran variedad de materias
como: el Derecho de la persona y de la familia, el Dº de bienes, el Dº de sucesión mortis
causa, y el Dº de las obligaciones y contratos. Sin embargo, se deben hacer varias
matizaciones al respecto:

1. En el CC existen normas que tienen un alcance general aplicable a la totalidad del OJ,
como por ejemplo los contenidos del Título Preliminar relativos a la interpretación,
aplicación y eficacia de la norma.

2. Hay otras materias que formaban parte del DC y que se han ido desgajando del mismo
para integrarse dentro de otros ámbitos del OJ en donde alcanzan una mayor
incidencia. Prueba de ello lo relativo a las propiedades especiales como la urbana que ha
paso a formar parte del Dº Administrativo.

3. Por otra parte, existen materias reguladas en el CC que por su naturaleza comparten
regulación con otras ramas del OJ, como pueden ser la regulación de los contratos
entre particulares (regulados en el CC y el Código de Comercio).

4. Finalmente, debemos de saber que no todo el DC se encuentra regulado en el CC, sino


que algunas materias civiles se regulan por medio de leyes especiales.

Por último, en cuanto al contenido del DC, podemos determinarlo en función de las materias
que se deben de estudiar para obtener el Grado en Derecho: La parte general y Dº de la
persona, el Dº de obligaciones y contratos, el Dº de bienes y el Dº de familia y sucesiones.

1.1. El Derecho Civil como Derecho Privado

Identificamos al Derecho civil como derecho privado por:

▪ Regular interés particular de las personas.

▪ Los sujetos a los que afecta y su relación de igualdad.


▪ El predominio de normas dispositivas, aquellas de las que se puede prescindir en virtud
del principio de autonomía de la voluntad. Su ámbito normativo se reduce así a los casos
en los que los individuos no establecen una regulación distinta a la dispuesta legalmente.

▪ La posibilidad de producción normativa por particulares.

1.2. El Derecho Civil como Derecho Privado General

Decimos que el Derecho civil actúa como derecho privado generaldebido a que regula
relaciones entre particulares. Por ello decimos que este contiene el contenido general del
derecho privado al igual que otras ramas como el Derecho Mercantil o Laboral. No
obstante, esta consideración merece de una serie de matizaciones:

En primer lugar, debemos establecer la diferenciación entre derecho privado y derecho


público. Sabemos que esta distinción es confusa, imprecisa y oscura, presidida por
determinados matices:

- La dificultad de determinar los criterios de distinción que se deben usar. Que pueden
ser el que alude a la utilidad, la naturaleza de las normas, los sujetos que participan en
las relaciones o la naturaleza de la acción.

- La existencia de materias que venían reguladas por el derecho privado y que con
posterioridad son asumidas por el derecho público, y viceversa (trabajo, consumo o
producción que paso de particulares a la intervención de los poderes públicos).

- En la actualidad se entiende que esta distinción es útil para la aproximación del


fenómeno jurídico, pero ni la distinción puede ser tajante ni los criterios absolutos.

En segundo lugar, en relación con la distinción anterior entre derecho público y privado,
históricamente se ha considerado el DC como derecho privado general. Por ello, se ha
disgregado de éste ciertos ámbitos que formaban parte de él como el Dº Mercantil y
Laboral.

- El Mercantil se disgrega debido a que el DC no contemplaba soluciones adecuadas en


algunas ocasiones.

- El Dº Laboral se disgrega dirigido a regular las relaciones entre los trabajadores


asalariados y patronos de forma más adecuada que las escasas normas que dedicaba el
CC a esta cuestión.

1.3. El Derecho Civil como Derecho común

También es frecuente calificar el DC como derecho común, y con ello se precisan dos
cuestiones distintas:

1. La relación de especialidad entre el DC y el resto de ramas del OJ calificadas como


especiales, siendo considerado por ello el DC como un tronco común.

2. La consideración del DC como conjunto de normas civiles: Código Civil, Leyes Especiales
(LAU ! Ley de Arrendamientos Urbanos) para situaciones excepcionales y el Derecho
Foral, aquel aplicable exclusivamente en determinadas comunidades o regiones
(derechos autonómicos).

Debemos precisar que se suele considerar a las normas del CC como normas de derecho
supletorio, utilizadas en caso de insuficiencia de las normas del derecho foral
anteriormente mencionadas. Ésta característica queda plasmada en:
- El art 4.3 del CC: ‘Las disposiciones de este Código se aplicarán como supletorias en las
materias regidas por otras leyes’

- El art 149.3 de la CE: ‘El CC regirá como derecho supletorio de los derechos forales en
su respectivo territorio’

- El art 13.2 del CC: ‘Respetando a los derechos forales, regirá el CC como derecho
supletorio en defecto de estos’

1.4. Contenido del Derecho Civil

El concepto de Derecho Civil gira en torno a tres conceptos: persona, familia y patrimonio:

En primer lugar, se centra en la persona como ser humano, es decir, los derechos que se
encuentran vinculados a su personalidad y la determinación de la capacidad de ejercer
funciones, derechos y vincularse a otros.

En segundo lugar, el DC tiene por objeto la regulación de aquellas relaciones más íntimas
vinculadas a su personalidad, como las de la familia y los derechos y obligaciones que surgen
de esta integración dentro de un grupo familiar.

Por último, dentro de las relaciones habituales de la vida privada de la persona, el DC se


ocupa de las relaciones de contenido patrimonial y de desenvolvimiento económico de sus
bienes y derechos.

Así, en relación con lo anterior, en el Código Civil se regularán gran variedad de materias
como: el Derecho de la persona y de la familia, el Dº de bienes, el Dº de sucesión mortis
causa, y el Dº de las obligaciones y contratos. Sin embargo, se deben hacer varias
matizaciones al respecto:

1. En el CC existen normas que tienen un alcance general aplicable a la totalidad del OJ,
como por ejemplo los contenidos del Título Preliminar relativos a la interpretación,
aplicación y eficacia de la norma.

2. Hay otras materias que formaban parte del DC y que se han ido desgajando del mismo
para integrarse dentro de otros ámbitos del OJ en donde alcanzan una mayor
incidencia. Prueba de ello lo relativo a las propiedades especiales como la urbana que ha
paso a formar parte del Dº Administrativo.

3. Por otra parte, existen materias reguladas en el CC que por su naturaleza comparten
regulación con otras ramas del OJ, como pueden ser la regulación de los contratos
entre particulares (regulados en el CC y el Código de Comercio).

4. Finalmente, debemos de saber que no todo el DC se encuentra regulado en el CC, sino


que algunas materias civiles se regulan por medio de leyes especiales.

Por último, en cuanto al contenido del DC, podemos determinarlo en función de las materias
que se deben de estudiar para obtener el Grado en Derecho: La parte general y Dº de la
persona, el Dº de obligaciones y contratos, el Dº de bienes y el Dº de familia y sucesiones.

2. LA CODIFICACIÓN DEL DERECHO CIVIL

Desde el punto de vista histórico, ya desde la Ilustración se manifestaba en España la


necesidad de contar con un cuerpo legislativo general que contuviera las leyes civiles.

Este movimiento codificador es causa de las constituciones del siglo XIX, que pretendían la
sistematización del Derecho y, con ello, elaborar un sistema normativo único. Podemos ver
algunos ejemplos como: el Código Civil francés de 1804, el Código civil alemán de 1896 o el
Código de comercio español de 1885.

La codificación de la legislación civil en España se encontró con una serie de problemas:

- El devenir político de la época y que el proceso codificador se uniera a las ideas


reformistas paralizadas en los periodos absolutistas.

- La oposición de los representantes de los territorios en los que regía un derecho civil
propio, al margen de la aprobación de un texto único para todo el país.

Por esta razón, antes del CC vigente de 1889 se derogaron varios proyectos como el
proyecto isabelino español en 1851. Destaca este último por serla base sobre la que se
redacta el vigente.

Este proyecto de 1851 no culminó debido a la promulgación con anterioridad de leyes


especiales para regular ciertas materias que suplen la necesidad de un CC como la Ley
Hipotecaria (1861), la Ley del Notariado (1862) o la Ley del Registro Civil (1870).

En 1880 se retoman las tareas codificadoras ante la necesidad de un CC único para resolver
el modo en que este cuerpo legal incidía en los territorios en que existía derecho foral.
Para esta cuestión se acudió al sistema de Ley de Bases, en el que las Cortes debían de
aprobar un sistema de bases sobre las que tenía que acomodarse el CC.

La elaboración se lleva a cabo por la sección del DC de la Comisión de códigos, bajo las
bases aprobadas por medio de la Ley de 11 de mayo de 1888, que consta de 8 artículos:

- Los 3 primeros con los pasos a seguir para la entrada en vigor del futuro CC.

- El 5º, 6º y 7º referidos a los derechos forales.

- El 8º que contiene 27 bases conforme a las que hay que redactar el CC (En el que la
primera base toma como fundamento el proyecto de 1851).

Se creó pocos meses después la primera edición del Código que fue rechazada por las
Cortes al existir algunas lagunas e imperfecciones, por lo que el Gobierno tuvo que realizar
una nueva edición que se publicaría por Real Decreto de 24 de julio de 1889 de manera
definitiva.

Posteriormente, se han llevado a cabo algunas modificaciones del presente código como
pueden ser:

- Leyes de 1973 y 1974 para una nueva redacción del Título Preliminar.

- Leyes de 1981 sobre filiación, patria potestad, matrimonio (divorcio).

- L. 15/2015, de Jurisdicción voluntaria (modificación de varios artículos del CC).

3. LOS DERECHOS FORALES. RELACIONES ENTRE EL DC GENERAL Y EL DF.

En primer lugar, debemos definir al Derecho foral como un derecho histórico propio de las
provincias o territorios forales como son Navarra, Aragón, Cataluña, etc.

Con la promulgación de la CE de 1978 se establece la distribución legislativa entre el


Estado y las CCAA, por lo que afecta también a la competencia para la regulación del DC.
Se determina en el art 149.1.8:

- Que corresponde al Estado la materia de legislación civil, pero “dejando a las CCAA la
conservación, modificación y desarrollo de los Derechos civiles, forales o especiales,
allí donde existan”. REGLA GENERAL Y DE SALVAGUARDA PARA LAS CCAA
FORALES

- Siendo en todo caso competencia estatal: ‘las reglas relativas a la aplicación y eficacia
de las normas jurídicas, las relaciones de matrimonio, las obligaciones contractuales, las
normas para resolver los conflictos de leyes y determinación de las fuentes del
Derecho’ respetando, en cualquier caso, a las normas de Derecho foral o especial.
RESERVA FINAL AL ESTADO

Junto a esto, en el art 149.3 se establece:

- “El derecho estatal será, en todo caso, supletorio del derecho de las CC. AA”.

Gracias a estos artículos, algunas CCAA han asumido en sus Estatutos competencias
específicas del DC, y competencia de materias que afectan indirectamente a este.

Por otra parte, sobre estos preceptos hay que señalar que el DC del Estado es aplicable en
todo el territorio español, salvo en aquellas CCAA que tengan DC propio, en las que el DC
estatal será aplicable de forma supletoria, en caso de defecto.

Por último, se ha reconocido que algunas CC. AA puedan asumir materias de DC (como
Valencia), y que, las que tengan Derecho Civil propio, extiendan la competencia legislativa a
otras materias que hagan posible un crecimiento orgánico. Este crecimiento de la
competencia legislativa se ha llevado a cabo mediante sentencias en:

- Aragón mediante la STC 88/1993 de 12 de marzo.

- Galicia en la STC 2/2000 de 29 de enero.

- Cataluña en la STC 3/2010 de 28 de junio.

TEMA 2: ORDENAMIENTO JURÍDICO Y FUENTES DEL DERECHO

1. EL ORDENAMIENTO JURÍDICO Y LAS NORMAS JURÍDICAS.

Definimos a la norma jurídica como aquella regla establecida por el órgano competente para
una convivencia social adecuada. El conjunto de estas normas jurídicas es lo que da lugar al
ordenamiento jurídico. Dichas normas se identifican por:

- La abstracción: se desvincula de cualquier hecho concreto, describe una hipótesis


actual o futura con la consecuencia prevista por ella.

- La generalidad: se refiere a cualquier persona que pueda ser afectado por ella, no a
personas concretas.

- La coercibilidad: en referencia a la obligatoriedad e imperatividad de las normas


jurídicas.

Sin embargo, existen normas en las que no son apreciables las características de
abstracción y generalidad, como por ejemplo los casos en los que el Derecho reconoce
autonomía de la voluntad (contratos entre dos partes).

Este es un concepto de norma jurídica amplio que puede enunciar de forma más restrictiva
al considerar una norma jurídica a aquellas proposiciones que contienen un mandato. El
problema es que existen normas que en su contenido no tienen un mandato concreto
integro, sino que hay que acudir a otros enunciados normativos que la complementan.

1.1. Clases de normas jurídicas


Las normas jurídicas pueden ser objeto de muchas clasificaciones, pero destacamos la
llevada a cabo por el Derecho privado entre:

- Normas imperativas o de derecho necesario: se aplican necesariamente y en todo caso,


sin importar la voluntad de aquellos a quienes afectan. No dejan la posibilidad de que
los afectados autorregulen la concreta situación. Por ejemplo, art 110 del CC que:
‘obligan a los padres a velar por los hijos menores…’.

- Normas dispositivas o de derecho voluntario: su mandato puede ser sustituido por la


voluntad de los interesados. Suelen identificarse, no siempre, por ir acompañadas de la
expresión “salvo pacto en contrario”. Por ejemplo, art 1315 del CC que: ‘permite que el
régimen económico del matrimonio sea decidido por los conyugues…’.

En el DC vemos normas de ambos tipos, pero no es fácil distinguir cuando estamos ante una
u otra. Siendo clave para la distinción si el Dº permite la autorregulación de intereses
privados o no.

A esta hay que añadir la distinción que lleva a cabo el CC en el art 6.2 al señalar que: ‘La
exclusión voluntaria de la ley aplicable solo será validas cuando no contraríen el interés o el
orden público ni perjudiquen a terceros’.

*Principio de autonomía de la voluntad (art. 1255).

2. FUENTES DEL DERECHO. CONCEPTO Y SIGNIFICADO.

El concepto de fuente nos remonta a la idea de origen, de dónde surge o emana la norma.

Podemos definir a las fuentes del Derecho como todo lo que contribuye o ha contribuido
para crear el conjunto de reglas jurídicas aplicables dentro de un  Estado  en un momento
dado.

Dentro de este concepto diferenciamos entre:

- Fuente formal: maneras de manifestar de forma externa las normas jurídicas.

- Fuente material: hace referencia al origen de la norma, quién crea la norma, es decir, el
órgano competente.

En el artículo 1 del CC se recogen las fuentes del OJ español señalando que son la ley, la
costumbre y los principios generales del Derecho; de mayor a menor grado de importancia
respectivamente. Deducible en el propio art al decir: ‘La costumbre solo regirá en defecto
de ley aplicable’ y ‘Los principios generales de Derecho en defecto de ley o costumbre…’.

A su vez, cabe precisar que nuestro ordenamiento jurídico es un sistema de fuentes


cerrado, es decir, se trata de un ordenamiento jurídico completo, donde siempre existirá
un principio que se pueda aplicar (omnicomprensividad).

2.1. La Constitución como fuente del Derecho

La Constitución es la norma jurídica suprema de valor jerárquico superior a todas las demás
normas del ordenamiento jurídico. Esta definición responde al principio de jerarquía
normativa (art. 9 CE).

Dicha norma suprema tiene eficacia directa al atribuir por sí misma derechos y deberes a
sus destinatarios (Capítulo II del Título 1 CE 53.1).

2.2. La Ley

Se entiende por ley como fuente del Ordenamiento Jurídico en el CC a las normas que
establecen las reglas expresas emanadas de quien tenga potestad para ello. Estas pueden
ser emanadas tanto de la Cortes Generales o las CCAA, o del Gobierno mediante los
Decretos-Leyes y Decretos Legislativos.

Si una norma emana del Estado y es dictada por las Cortes Generales se dice que es ley en
doble sentido ya que:

- Emanan del poder estatal o autonómico.

- Proceden del órgano encargado de legislar (Parlamento).

Sin embargo, no todas las leyes emanadas de los distintos órganos tienen el mismo rango,
ya que existe una jerarquía (principio de jerarquía) en la que la CE es la norma suprema y
todos los preceptos en contra de esta serán inconstitucionales e inválidos. No obstante, en
el caso de las leyes autonómicas, éstas no responden al anterior principio, sino al principio
de autonomía.

También existen determinadas materias de mayor relevancia que deben ser reguladas por
ley orgánica (art 85 CE) y que exigen mayoría absoluta del Congreso (la mitad +1), a
diferencia de las leyes ordinarias que necesitan mayoría simple (más votos en SÍ con
respecto a los asistentes) y regulan aquellas materias no reservadas a las leyes orgánicas.

Dentro de este apartado es mencionar al principio de reserva de ley, en referencia al


conjunto de materias que deben ser exclusivamente reguladas por ley.

➢ La función legislativa del poder ejecutivo estatal

Dentro de este apartado debemos destacar los Decretos Legislativos y los Decretos-
Leyes.

Por un lado, los Decretos Legislativos son normas con rango de ley creadas a través de la
delegación de forma expresa y concreta en el Gobierno por parte de las Cortes Generales.
Son reguladas en el artículo 82 de la CE.

Dicha delegación legislativa tiene por objeto:

▪ La formación de un texto articulado a través de una ley de bases.

▪ La refundición de varios textos legales en uno solo mediante una ley ordinaria.

Por otro, nos encontramos con los Decretos-Leyes, que surgen por la propia iniciativa del
Gobierno ante casos de urgente necesidad, sin delegación expresa de las Cortes, pero
debiendo ser presentados ante el Congreso para su convalidación o derogación. Reguladas
en el artículo 86 de la CE.

➢ La potestad reglamentaria del Gobierno

Existe la posibilidad de crear normas jurídicas emanadas de los órganos del Gobierno y la
Administración Pública. Éstas reciben el nombre de Reglamentos. Se encuentran
reconocidas por la Constitución, aunque presentan un rango jerárquico inferior a la ley por
lo que no pueden regular materias reservadas a ésta última. A su vez, los Reglamentos se
encuentran jerárquicamente ordenados entre sí, según sea el órgano que los dicte.

Forman parte también de esta potestad los Decretos, las órdenes ministeriales, las
resoluciones, etc.

➢ Los Tratados Internacionales

Por último, son normas con rango de ley las derivadas de los Tratados Internacionales
válidamente celebrados y una vez publicados en el BOE. Todas las leyes deberán de ser
publicadas en éste y entrarán en vigor a los 20 días a no ser que se estime otra cosa. El
período comprendido entre la publicación de una norma y su entrada en vigor se denomina
‘vacatio legis’.

Para finalizar, hemos de aclarar que, si dos normas del mismo rango se contradicen, la
posterior deroga a la anterior (art 2.2 CC), y en caso de estas dos normas sean del mismo
rango, prevalece la de rango superior.

➢ El Derecho comunitario europeo

La Unión Europea cuenta para el cumplimiento de sus fines, con recursos humanos y
materiales, con recursos financieros y con instrumentos normativos. El Derecho
comunitario tiene primacía sobre el derecho nacional para poder garantizar su uniformidad
en todos los Estados miembros. Por otra parte, el Derecho comunitario tiene autonomía con
respecto al Derecho interno de los Estados.
Además, confiere derechos e impone obligaciones directas tanto a las instituciones
comunitarias como a los Estados miembros y a sus ciudadanos, en el marco del denominado
efecto directo del Derecho comunitario.
Podemos dividir al Derecho comunitario en:
▪ Derecho comunitario originario: constituido por los tratados constitutivos de la UE
como es el Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero
(CECA) o el Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea (CE).

▪ Derecho comunitario derivado: formado por los actos adoptados por las Instituciones
para el ejercicio de las competencias que les confieren los Tratados. Se trata de las
"normas europeas". Éstas son:

- Reglamento: de alcance general, obligatorio y directamente aplicable en cada Estado


miembro.

- Directiva: obligatorio en el resultado, pero con libertad en la forma y en los medios.

- Decisión: obligatoria, pero con destinatarios determinados.

- Recomendaciones y dictámenes: carecen de fuerza vinculante.

2.3. La costumbre

Se entiende por costumbre a la norma jurídica creada por una conducta social uniforme que
provenga de la comunidad social o un sector de esta, repetida a lo largo de un período de
tiempo suficiente para considerar su permanencia y valor normativo. Se trata de un
derecho consuetudinario.

Por otra parte, a pesar de que no venga recogido por el CC, se considera que la costumbre
tiene una serie de elementos que determinan su existencia:

1. El uso, un elemento de carácter externo, que viene integrado por conductas humanas
uniformes que deben ser:

a. Externos o públicos, no valen actos clandestinos u ocultos.

b. Libres, no los que se lleven a cabo por la fuerza.

c. Repetidos de forma constante a lo largo del tiempo.

d. Generalizados, es decir, practicados por la mayoría de las personas de un ámbito social


determinado (no es necesario toda la comunidad).
2. El ‘opinio iuris’, un elemento de carácter interno, por el cual el ámbito social considera
que la conducta que desarrolla es debida. Este segundo elemento impide que el uso
nacido de un grupo social minoritario pueda imponerse como norma jurídica a la
comunidad.

Para finalizar, según el art 1.3 del CC: “La costumbre sólo regirá en defecto de ley
aplicable, siempre que no sea contraria a la moral o al orden público y que resulte probada”.
Esto resalta el predominio del derecho legislado frente a la costumbre. Además, esta
afirmación nos indica que:
▪ La costumbre es una fuente de derecho subsidiaria, es decir, se aplica en defecto de
ley.
▪ La costumbre es una fuente de derecho secundaria, puesto que ha de ser probada por
quien la alegue.

2.4. Los principios generales del Derecho

Los principios generales del derecho son principios básicos que inspiran a todo el
ordenamiento jurídico y se basan en el Derecho natural y en la idea de justicia. Su
aplicación puede ser:
▪ Directa: como fuente subsidiaria de segundo grado.
▪ Indirecta: a través de las demás fuentes, por su carácter informador. A la hora de
interpretar una norma, ha de hacerse de la manera que resulte más acorde a estos
principios.

La inclusión de estos en las fuentes permite acabar con las lagunas jurídicas, es decir, si no
existe ley o costumbre aplicable a un caso el Juez debe encontrar una solución acudiendo a
estos principios, tal y como dice el artículo 1.4 del CC.

Por último, los principios generales del Derecho no pueden confundirse con las normas
escritas. Sin embargo, en la actualidad, se considera que estos pueden inducirse de reglas
particulares; no se manifiestan de forma independiente de la ley o la costumbre, sino que
se alcanzan a través de estas fuentes del Derecho.

3. LA JURISPRUDENCIA

Se entiende por jurisprudencia a la doctrina reiterada generada a partir de los


pronunciamientos que emanan del Tribunal Supremo al emitir sus resoluciones o sentencias
en relación a las cuestiones de derecho que suscitan controversias.

Pero dichas sentencias no son vinculantes con el propio TS, sino que este puede modificarla
o cambiarla al darse cuenta de que la norma tiene un significado distinto al que le habían
dado o al cambiar las circunstancias sociales. Y tampoco son vinculantes con el resto de
Tribunales ni Jueces.

Debido a esto existe la posibilidad de que ante supuestos idénticos los jueces resuelvan de
forma diferente, pero dicha arbitrariedad podría ir en contra del principio de igualdad
(art 14 CE). Por lo que la sentencia núm. 105/2009 de 4 de mayo señala que: ‘Un mismo
órgano jurisdiccional no puede cambiar arbitrariamente el sentido de sus decisiones
adoptadas con anterioridad en supuestos iguales…’.

Aunque también recoge que ‘un órgano pueda apartarse conscientemente de sus
resoluciones anteriores al fundamentar de forma suficiente y razonable el cambio de
criterio’.
Por otro lado, la función decisoria de los jueces además de resolver conflictos también
tiene la función de servir de ejemplo a la hora de interpretar y aplicar Derecho sirviendo
de base para la resolución de supuestos posteriores de características similares. Tal y
como vemos en el art 1.6 del CC: ‘La jurisprudencia complementará al OJ con la doctrina
que de modo reiterado establezca el TS al interpretar y aplicar la ley, la costumbre y los
principios generales del derecho’.

Pese al valor que tiene la jurisprudencia en nuestro OJ, esta no es fuente del derecho, a
pesar de tener una trascendencia descomunal ya que al vulnerarse se puede llegar al
recurso de casación. Lo que hace la jurisprudencia es unirse o incorporarse al OJ.

Por lo demás, para que la doctrina del TS sea considerada jurisprudencia debe cumplir:

- Que sea reiterada, es decir que se contenga en dos o más sentencias.

- Que exista una identidad sustancial entre los hechos de la sentencia anterior y la
nueva.

- Solo es jurisprudencia lo que constituye la razón decisiva del fallo (‘ratio decidendi’), y
no las condiciones incidentales (“Inter dicta’).

- Es jurisprudencia civil la contenida en las Sentencias dictadas por la Sala Primera del
TS, que es la Sala de lo Civil.

Las sentencias que no son del Tribunal Supremo no son jurisprudencia, pero si tienen un
valor fáctico.

3.1. Jerarquización del Poder Judicial en relación con la Jurisprudencia


TEMA 3: LA APLICACIÓN Y EFICACIA DE LAS NORMAS JURÍDICAS

1. CALIFICACIÓN, INTERPRETACIÓN E INTEGRACIÓN.

1.1. La aplicación de las normas jurídicas

Es la actividad que ha de llevarse a cabo para otorgar a un determinado caso la solución que
en Derecho le corresponde, respondiendo así al principio de legalidad.

Para ello es necesario:

- Determinar los hechos que han originado la controversia.

- Determinar cuál es la norma que vamos a aplicar al supuesto controvertido.

- Fijar el sentido de la norma previamente seleccionada.

- Asignar al caso las consecuencias jurídicas que determina la norma que ha sido aplicada.

Calificación

Consiste en la búsqueda de la norma jurídica que mejor se adapta para su aplicación al


supuesto controvertido. Esta tarea se ve facilitada por las instituciones jurídicas, es decir,
por un conjunto de normas que regulan un tipo determinado de relaciones jurídicas
(compraventa, matrimonio, etc.).

La labor de búsqueda de la norma aplicable puede complicarse en los casos en que no exista
una disposición legal que prevea el supuesto controvertido. En estos casos decimos que nos
encontramos ante una laguna de derecho. De esta forma, debemos llenar el vacío normativo
a través de la técnica de la analogía. En cambio, cuando se trata de una laguna de la ley, es
decir, una inexistencia de normas jurídicas que permitan resolver vacíos normativos,
podremos resolverla mediante la aplicación del sistema de fuentes: costumbre o principios
generales del Derecho.

Para asegurar la buena la buena aplicación del Derecho, nos encontramos con el principio
iura novit curia, que explica el deber por parte de los jueces de conocer el ordenamiento
jurídico para poder resolver los asuntos que se le plantean. Tal y como establece el artículo
120.3 de la CE, las sentencias serán siempre motivadas.

1.2. La interpretación de las normas jurídicas

La interpretación o hermenéutica es un proceso que tiene por objeto averiguar el


significado, sentido y alcance de una norma jurídica. A la interpretación de las normas hace
referencia el Código Civil cuando dice en su artículo 3.1 que: “Las normas se interpretarán
según el sentido propio de sus palabras, en relación con el contexto, los antecedentes
históricos y legislativos, y la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas,
atendiendo fundamentalmente al espíritu y finalidad de aquéllas”.
Se puede distinguir las siguientes clases de interpretación:

1. Literal o gramatical: ya que las normas jurídicas están escritas por medio del lenguaje,
el intérprete debe de analizar el alcance semántico y la conexión gramatical de estas.
Tal y como dice el art 3.1 del CC ‘Las normas se interpretarán según el sentido propio
de sus palabras…’.

2. Sistemática: permite interpretar la norma atendiendo a las conexiones de la misma con


la totalidad del ordenamiento jurídico del cual forma parte, incluidos los principios
generales del derecho. Se trata de considerar la norma jurídica, no como un enunciado
aislado, sino como una parte de un conjunto más amplio que le proporciona sentido,
fundamento y coherencia.

3. Histórica: las normas jurídicas se han de interpretar teniendo en cuenta el sentido y


significado de la norma según sus antecedentes históricos: Derecho romano, Partidas,
Fueros, Recopilaciones, leyes anteriores, etc., y según sus antecedentes legislativos:
Anteproyectos, y Proyectos de Ley a los trabajos y discusiones parlamentarias. Desde
este punto de vista son importantes las Exposiciones de Motivos o Preámbulos.

4. Ratio legis o teleológica: permite interpretar la norma atendiendo al espíritu y


finalidad de aquella, es decir, los objetivos que buscaba con su establecimiento.

Por eso con este canon se puede solventar las dudas que suscitan una mera interpretación
literal de su contenido. La mayoría de los autores a partir de la ratio se refieren a la
consideración objetiva de esta, es decir, la voluntad de la ley, no la intención del legislador
(teoría subjetiva).

Desde esta perspectiva, la ratio sería el alma de la ley y tiene un rango superior al de las
palabras que esta manifiesta.

Para que pueda ser empleado este criterio de interpretación, la realidad social debe de
cumplir una serie de requisitos:

a. Esta realidad social solo puede referirse a hechos notorios de carácter general.

b. Como se trata de hechos notorios, no es necesario su prueba.

c. Puesto que la realidad social cambia, la interpretación de una norma puede cambiar en
la medida en que cambie esta realidad.

5. Sociológica: señala que las normas han de interpretarse teniendo en cuenta la realidad
social del tiempo al que han de ser aplicadas. Mediante este se habilita al juez a que
considere las circunstancias sociales existentes y aplique las normas a la vista de las
mismas.

Por otra parte, podemos clasificar también la interpretación de la norma en función de su


origen, es decir, teniendo en cuenta quién la realiza:

1. Interpretación judicial: es la que realizan los órganos judiciales y la de mayor


importancia es la del Tribunal Supremo, cuyas resoluciones forman la llamada
jurisprudencia.

2. Interpretación auténtica: el mismo órgano que se encarga de crear la norma jurídica va


a determinar su alcance o sentido.

3. Interpretación doctrinal: la que realizan los autores que estudian el Dº y las normas
jurídicas. No tiene carácter oficial, pero si pueden ser tomados en cuenta en la sede
judicial en función de su prestigio o importancia.

1.3. La integración de las normas jurídicas

El art 1.7 del CC señala: ‘Los jueces y Tribunales tienen el deber inexcusable der
resolver en todo caso los asuntos que conozcan, ateniéndose al sistema de fuentes
establecido’.
Sabemos que el Juez es el elemento decisivo a la hora de llevar a cabo una resolución, sin
embargo, se puede dar el caso en el que no exista una norma jurídica directamente
aplicable al supuesto de hecho. En estos casos debemos optar por aquellos mecanismos que
nos permitan superar el vacío normativo: la analogía, la equidad y la jurisprudencia.

2. LA ANALOGÍA Y LA EQUIDAD

2.1. La analogía

La aplicación de la analogía consiste en la resolución de casos no directamente atendidos


por la norma jurídica pertinente acudiendo a la regulación que atribuye el propio OJ a otros
supuestos de similares características. Para que éste se aplique se exigen los siguientes
requisitos:

1. Un supuesto especifico que no esté regulado por la norma.

2. Que exista una norma que contemple un supuesto semejante.

3. Que entre ambo supuesto exista una identidad de razón.

Dentro de la propia analogía podemos diferenciar entre:

a. Analogía legis: que consistiría en aplicar a un supuesto no regulado por la norma la


consecuencia establecida en otra norma que regula un supuesto similar.

b. Analogía iuris: trata de inducir de un conjunto de normas un principio general del


Derecho que será el que regule el caso no contemplado por la ley.

Sin embargo, no en todas las normas puede ser aplicada la analogía, tal y como dice el art
4.2 del CC excluyendo: ‘Las leyes penales, las excepcionales y de ámbito temporal…’.

Entendiendo por normas penales a las que también son de ‘penalidad civil’, no solo las del
Código Penal. (Supuesto en los que la norma determina la privación de bienes o derechos).

En lo que respecta a las normas excepcionales, serian aquellas que al suponer una
desviación de los principios generales del OJ no tienen ‘una razón de ser’.

Y, por último, respecto a las leyes temporales, nos referimos a aquellas que se dictan para
un determinado periodo de tiempo, transcurrido el cual no están en vigor.

2.2. La equidad

Se entiende por equidad al medio o parámetro que puede ser empleado para la resolución
de casos concretos en la aplicación e interpretación de las normas que hace referencia a la
realización suprema de la justicia en cada caso concreto, según un criterio humano.

Sin embargo, el alcance de esta no puede ser tan alto que deje sin efecto lo dispuesto en la
ley pudiendo considerarse una aplicación injusta. Es una técnica de intermediación entre las
normas y las singularidades que pueden darse en el supuesto que se trata, no de corrección
de lo dispuesto en la norma.

Sobre ésta dice el CC que: “La equidad habrá de ponderarse en la aplicación de las normas,
si bien las resoluciones de los Tribunales sólo podrán descansar de manera exclusiva en ella
cuando la ley expresamente lo permita”.

3. LA VIGENCIA DE LAS NORMAS JURÍDICAS

3.1. Introducción

El procedimiento legislativo a seguir para la entrada en vigor de una norma es el siguiente:


1. En primer lugar, ha de existir una iniciativa legislativa por parte de las Cortes, el
Gobierno o el Pueblo.

2. A continuación, se procederá a la tramitación y discusión de la nueva ley.

3. Su aprobación tendrá lugar según la mayoría que en cada caso distinto se exija por ley.

4. Es esencial la promulgación de la norma por parte del Rey.

5. Finalmente, tendrá lugar su publicación en el B.O.E.

6. Con este punto anterior se producirá la entrada en vigor de la correspondiente norma,


que estará vigente hasta el momento de su derogación.

3.2. La publicación

Sabemos que tras la elaboración de una norma jurídica ésta debe ser publicada en el B.O.E
para que pueda ser aplicada, respondiendo así al principio de publicidad. Además del
anterior, las normas jurídicas también pueden ser publicadas en el Boletín Oficial de la
Comunidad Autónoma, el Diario Oficial de la Unión Europea u otros medios de difusión
nacional, provincial, local o institucional.

Sin embargo, la publicación de la norma no es un requisito suficiente para su entrada en


vigor. Según el art 2.1 del CC: ‘las leyes entraran en vigor a los veinte días de su completa
publicación en el B.O.E si en ellas no se dispone otra cosa’.

3.3. La entrada en vigor

Según el art 2.1 del CC: ‘las leyes entraran en vigor a los veinte días de su completa
publicación en el B.O.E si en ellas no se dispone otra cosa’.

Por esta razón, el legislador deberá determinar el momento temporal en el que la norma
jurídica comenzará a regir, tal y como dice el CC al respecto, después de su publicación. Y
en el caso de que no se haya pronunciado al respecto se aplicará el espacio temporal de
carácter general de 20 días.

Este espacio temporal que hay desde que se publica la norma hasta que entra en vigor es lo
que se conoce como ‘vacatio legis’; y puede ser tanto superior como inferior a los veinte
días de carácter general. Sin embargo, para saber cuándo entra en vigor una norma jurídica
debemos de tener en cuenta el art 5 del CC que dice:

- En el plazo señalado los días empezaran a contar al siguiente de su publicación.

- En el cómputo civil de los plazos no se excluyen los días inhábiles.

Debemos saber que las normas que entran en vigor mantienen su vigencia hasta que se
produzca su derogación, a excepción de las leyes temporales, que tienen un período
determinado de vigencia.

3.4. Perdida de vigencia de la norma

Al margen de las normas establecidas por un periodo de tiempo determinado para regular
una situación transitoria, las normas están en vigor hasta que se produce su derogación.

Entendemos por derogación, a la cesación de la vigencia de una ley en virtud de lo


establecido en otra ley posterior, de igual o superior rango. Ésta puede ser total o parcial,
según afecte a la totalidad de la norma anterior o solo a parte de ella.

Podemos diferenciar dos tipos de derogación:


- Derogación expresa: cuando la propia norma establece su efecto derogante. Dentro de
ésta:

• Concreta o formal: cuando señala y enumera las disposiciones derogadas.

• Genérica o material: cuando contiene una cláusula en la que declara derogadas todas
las disposiciones que se le opongan.

- Derogación tácita: cuando el contenido de la nueva norma es incompatible con el


contenido de otras disposiciones hasta entonces vigentes.

4. TRANSICIÓN DE LAS NORMAS JURÍDICAS

4.1. Principio de irretroactividad de las leyes

Las leyes solo obligan tras su entrada en vigor, por lo que se plantea al respecto un
problema de cómo afecta la nueva ley a las relaciones jurídicas surgidas con anterioridad
(derecho transitorio).

Entendemos por irretroactividad de las leyes a la no incidencia de la nueva ley en


situaciones jurídicas nacidas bajo la vigencia de la Ley anterior, salvo excepciones: ‘Las
leyes no tendrán efecto retroactivo, si no dispusieren lo contrario’ (art. 2.3 del CC).
Nuestra Constitución garantiza la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no
favorables o restrictivas de los derechos individuales, aunque sí será posible la
retroactividad para aquellas disposiciones sancionadoras favorables o no restrictivas de los
derechos individuales.

En el caso de que pudiese ser aplicada, la retroactividad tiene tres grados:

- Grado mínimo: la eficacia de la nueva ley solo alcanza a los efectos que se ocasionen con
posterioridad a su entrada en vigor.

- Grado medio: la eficacia de la nueva ley alcanza a los efectos que se ocasionan con
posterioridad a su entrada en vigor, y a los efectos anteriores, pero no consumados
hasta después de la vigencia de la nueva norma.

- Grado máximo: la nueva ley alcanza a los efectos no solo producidos con anterioridad a
su vigencia, sino también a los ya consumados.

5. EL DEBER GENERAL DE CUMPLIMIENTO DE LAS NORMAS (EFICACIA DE LAS


NORMAS JURÍDICAS)

5.1. La ignorancia de la ley y la exclusión voluntaria de la ley aplicable

Una vez que la norma jurídica está en vigor es directamente aplicable, y produce
consecuentemente dos efectos:

- Eficacia vinculante: cualquier norma conlleva el deber de cumplimiento de lo en ella


establecido.

- Eficacia sancionadora: su incumplimiento determina como consecuencia la sanción


correspondiente.

El art 9.1 de la CE señala que “los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la
Constitución y al resto del ordenamiento jurídico”. Sin embargo, este precepto no alcanza a
todas las normas con la misma intensidad, ya que en las normas dispositivas lo que se
establece puede ser desplazado por la voluntad de los particulares.
Por ello recoge el art 6.2 del CC que ‘permite la exclusión voluntaria de la ley aplicable…
cuando no contraríen el interés o el orden público ni perjudiquen a terceros’; habilitando un
ámbito para la autorregulación de los intereses privados.

Por otro lado, en el art 6.1 del CC referente a la eficacia de las normas jurídicas vemos
también que: ‘La ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento’. Esto no quiere decir
que todos los ciudadanos debamos de conocer la totalidad de las leyes, pero sí el deber de
cumplir lo establecido, según el principio de legalidad.

No obstante, se puede dar el caso en que el desconocimiento de la norma puede ser la causa
de su vulneración, pero dicho error de derecho debe de venir recogido por la norma en
concreto que establece las consecuencias correspondientes.

6. LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS Y SU SANCIÓN

A pesar de ciertas excepciones, toda norma debe ser cumplida, y su incumplimiento lleva
aparejada una sanción establecida por el Derecho. Entendemos como tal a la reacción del
ordenamiento jurídico ante el incumplimiento de una norma. Tipos:

• Punitivas: imponen una pena.

• Reparadoras: conllevan la ejecución forzosa de lo que la norma establece o la


imposición de una indemnización.

• Neutralizantes: persiguen la nulidad de determinados actos jurídicos que contraviene


la norma.

6.1. Actos contrarios a las normas imperativas

Entendemos por nulidad a la sanción pronunciada por el juez, consistente en la desaparición


retroactiva del acto jurídico que no cumple las condiciones requeridas para su formación,
restableciéndose la situación anterior.

Con respecto a ello dice el artículo 6.3 del CC que: ‘Los actos contrarios a las normas
imperativas y a las prohibitivas son nulos de pleno derecho, salvo que en ellas se
establezca un efecto distinto para el caso de contravención’. Este acto debe ser un acto
jurídico, y una vez declarada su nulidad no puede producir ningún efecto, por lo que se
llevara a cabo la reposición de la situación al estado previo del acto nulo.

Además, si se trata de una nulidad definitiva, ésta puede generar una nueva sanción
diferente.

Finalmente, en el caso de que un acto sea nulo, la nulidad se produce ipso iure, sin necesidad
de que nadie la solicite, mientras que la anulabilidad debe ser solicitada por la parte que se
siente perjudicada.

6.2. Fraude de ley

Entendemos por fraude de ley a los actos realizados al amparo del texto de una norma
acorde a lo establecido en esta y de forma plenamente legal, pero que persiguen un
resultado prohibido por el ordenamiento jurídico o va en contra de éste. Se trata de una
infracción indirecta.

Según el art 6.4 del CC, cuando se identificará un caso de fraude de ley, ‘no se
impedirá la debida aplicación de la norma que se hubiere tratado de eludir’. Para que se
pueda apreciar un fraude de ley se tienen que cumplir los siguientes requisitos:

1. Tiene que concurrir un acto que en apariencia se adecua a lo dispuesto en una norma,
que se denomina ‘norma de cobertura’.
2. Mediante la creación de esta apariencia, se vulnera una norma imperativa o prohibitiva,
a la que se llama ‘norma eludida’.

3. De esta forma, el resultado obtenido es un resultado prohibido por el ordenamiento


jurídico.

Un ejemplo de ello puede ser el matrimonio de conveniencia. Se trata de un matrimonio que


toma lugar entre un español y un extranjero no comunitario con la intención de beneficiarse
de las ventajas del matrimonio para regularizar su estancia en el país u obtener más
fácilmente la nacionalidad. Entre los contrayentes existe un acuerdo de no convivencia
marital, no formarán una familia y pasado el tiempo que se estipule, se producirá el
divorcio.

El TS considera que para apreciar el fraude de ley una de las cuestiones necesarias es
apreciar la existencia de una voluntad vulneradora en su realización. Aunque también ha
venido admitiendo que esta no es esencial a la hora de identificar un fraude de ley en
sentido objetivo. El resultado en cualquier caso será la aplicación de la norma eludida.

Por último, en el caso de que el acto llevado a cabo sea contrario a una norma imperativa,
el acto será nulo, salvo que la ley establezca un efecto contrario para su contravención.

Tema 4: La Relación Jurídica y el Derecho Subjetivo

1. LA RELACIÓN JURÍDICA

Entendemos por relación jurídica a la relación social regulada por el Derecho con
consecuencias jurídicas. Ésta surge como consecuencia de la ley.

Estas relaciones interpersonales contempladas por el Derecho son aquellas en las que
existen unos efectos específicos y un interés merecedor de tutela jurídica, es decir un
elemento material que sería la relación en sí, y un elemento normativo que sería la norma
que lo regule.

Podemos identificar las siguientes clases de relaciones jurídicas:

• Relaciones jurídico obligatorias

• Relaciones jurídico reales

• Relaciones jurídico familiares

• Relaciones hereditarias o sucesorias

1.1. Estructura de la relación jurídica

Por ello estaríamos hablando de una relación con dos sujetos, un interés lícito tutelado y
una o varias reglas del Derecho que la organicen:

▪ Elemento subjetivo: relación entre dos sujetos que pueden ser tanto personas físicas
como jurídicas:

• Sujeto activo: titular de derechos, por lo que se encuentra en situación de poder. Ej.:
acreedor.

• Sujeto pasivo: titular de obligaciones, por lo que se encuentra en la situación de deber.


Ej.: deudor.

▪ Objeto de la relación: prestación a cuya realización quedan obligados y tienen la


facultad de exigir el sujeto activo y el pasivo respectivamente.
▪ -Vínculo de la atribución: a pesar de que hay relaciones jurídicas en las que solo hay un
sujeto que tiene un derecho y el otro una obligación, existen relaciones jurídicas en las
que esto es correlativo, es decir, ambos tienen un derecho y una obligación como es el
caso de la compraventa.

1.2. Clases de relaciones jurídicas

Desde la distinción entre Derecho público y Derecho privado podemos decir que existen
relaciones de uno u otro tipo si los intereses que se tutelan son colectivos (público), o si los
intereses tienen un carácter individual o particular (privado).

2. EL DERECHO SUBJETIVO

Entenderíamos por derecho subjetivo como el poder o facultad reconocida a un individuo


por el OJ que le permite exigir a los demás la realización de un determinado
comportamiento para la satisfacción de sus propios intereses.

Respecto al derecho subjetivo hemos de diferenciar las facultades, posibilidades de


actuación, y las potestades, realizadas en beneficio de terceros.

2.1. Clasificación del derecho subjetivo

Un primer criterio de clasificación nos permite diferenciar entre derechos subjetivos


públicos y privados. Siendo los derechos subjetivos públicos aquellas facultades que
dispone el individuo frente a organizaciones públicas, mientras que los privados
representan la posibilidad de exigir un individuo a otro sin que la autoridad pública
intervenga en este.

Un segundo criterio, en función del objeto también podemos diferenciar:

▪ Derechos de la personalidad: que son los que se le atribuyen a la persona por su mera
condición de tal (intimidad, honor, imagen…)

▪ Derechos familiares: se atribuye al sujeto en razón de su integración en un grupo


familiar (padres a hijos)

▪ Derechos de contenido patrimonial: tienen como finalidad la conservación de intereses


económicos.

Respecto al contenido patrimonial, podemos diferenciar de derechos subjetivos reales, que


son aquellos que se atribuyen a su titular sobre una cosa, o derechos subjetivos de crédito,
que son los que se le atribuyen a un titular (acreedor) para exigir a otro el comportamiento
de una prestación (dar, hacer o no hacer).

Un tercer criterio de clasificación nos permite distinguir entre derechos subjetivos


absolutos y derechos subjetivos relativos. Los derechos absolutos son aquellos que se
pueden hacer valer frente a todos los demás miembros de la comunidad jurídica, y
derechos relativos los que el poder solo puede hacerse valer frente a una persona
singularmente determinada. Finalmente, podemos incluir como una categoría más de los
derechos subjetivos a los llamados derechos potestativos. Estos facultan a su titular la
posibilidad mediante la declaración unilateral de voluntad, de la modificación o extinción de
una relación jurídica. Por ejemplo, la posibilidad de aceptar o repudiar una herencia).

2.2. Adquisición del derecho subjetivo

Entendemos por adquisición del derecho subjetivo el momento en el que este entra a
formar parte de la esfera jurídica de una persona. Los medios a través de los cuales se
adquiere un derecho subjetivo son los hechos jurídicos, actos jurídicos y negocios
jurídicos.

Diferenciamos entre:

▪ Adquisición originaria: atribuye un derecho a su titular ex novo, en el que no había


existencia de otro titular anterior.

▪ Adquisición derivativa: el adquiriente recibe el derecho procedente de otro sujeto que


era su anterior titular. Esta persona que transmite un derecho es lo que se denomina
como causante. Dentro de ésta diferenciamos:

o Traslativa: el derecho pasa de un titular a otro con el mismo contenido. Por ejemplo,
Pedro vende su casa a Juan.

o Constitutiva: el derecho pasa de un titular a otro, pero el derecho transmitido no es el


mismo, sino que constituye uno diferente para el adquiriente. Por ejemplo, Juan
propietario de una finca constituye un usufructo a favor de Elena, en el que no le pasa
el derecho de propiedad sino uno de menor rango.

Este acontecimiento de traspaso de un derecho de una persona a otra lo entendemos como


transmisión. En la que hay un transmitente que hace dejación de derecho y un adquiriente
que lo recibe. No obstante, debemos de diferenciar entre adquisición inter vivos y
adquisición mortis causa, así como a título gratuito u oneroso.

2.3. Extinción del derecho subjetivo

La extinción del derecho subjetivo implica la desaparición plena del derecho, es decir, este
deja de existir para su titular y para todos los demás. Las causas que determinan la
extinción del derecho subjetivo son:

▪ La muerte del titular cuando son derechos personalísimos. Como en el caso de uso o la
habitación que no son susceptibles de transmisión.

▪ La pérdida o destrucción del objeto. La destrucción puede ser física o jurídica. La


pérdida jurídica se produce al quedar el objeto fuera del comercio.

▪ El vencimiento del plazo señalado como pérdida de duración del derecho. También
puede extinguirse por prescripción, es decir, el no uso durante los plazos y con las
condiciones que establece la ley.

▪ Por el ejercicio del derecho, cuando se produce la plena satisfacción del interés del
titular. Tanto en derechos reales como de crédito.

▪ Por consolidación o confusión. Los derechos de crédito se extingues cuando se


consolida en un mismo sujeto tanto la posición de acreedor como deudor, y los derechos
reales por consolidación cuando la titularidad del derecho de propiedad y el derecho
real limitado corresponden a un mismo sujeto.

▪ Por renuncia de su titular. Nos podemos encontrar con:

o Renuncia abdicativa: cuando el titular se despoja de un derecho sin atribuírselo


específicamente a nadie. Un caso especial de esta sería la renuncia liberatoria, en la
que uno puede liberarse de una obligación que tiene sobre una cosa.

o Renuncia traslativa, cuando nos encontramos ante un acto de destinación del propio
derecho a favor de otro sujeto, que no es una verdadera renuncia
o Renuncia preventiva, que es una declaración de voluntad del interesado respecto a un
poder jurídico que no tiene. Y que tampoco podemos considerar una renuncia.

Debemos de hacer especial hincapié en que no se puede renunciar a las facultades que
integran un derecho, ya que no tienen vida propia al respecto. Ni tampoco las potestades,
puesto que debes de cumplir una determinada función. Además, la posibilidad de renunciar
a un derecho subjetivo no es ilimitada:

▪ En primer lugar, es necesario plena capacidad de obrar, puesto que la renuncia es un


acto de disposición.

▪ Por otra parte, la renuncia del derecho exige una declaración de voluntad unilateral,
en la que no es necesaria la declaración del sujeto que se beneficie de la misma ni en los
derechos reales ni de crédito.

▪ Debe de ser además clara, precisa y determinante, tal y como señala el Tribunal
Supremo, sin deducirla de expresiones de dudosa significación. Aunque la declaración
de voluntad puede ser expresa o tácita.

De acuerdo con los requisitos anteriores, todo derecho subjetivo es susceptible de


renuncia, sin embargo, está sometida a los límites establecidos en el art 6.2 del CC que
dice que solo es válida cuando no contrarié el interés ni orden público, ni perjudique los
derechos de terceros.

Respecto al interés u orden público, no son susceptibles de renuncia los derechos de la


personalidad, capacidad, ni los relacionados con la familia. En cuanto a la imposibilidad de
renuncia que perjudique a terceros, no se refiere a una renuncia que lesione un interés
cualquiera, sino a la que atente contra derechos adquiridos contra una persona ajena al acto
de renuncia (un deudor renuncia de un derecho para no pagar a sus acreedores).

Finalmente, el efecto inmediato de la renuncia es la extinción del derecho.

3. EJERCICIO Y TUTELA DE LOS DERECHOS

3.1. Ejercicio de los derechos subjetivos

El ejercicio de un derecho subjetivo conlleva su actuación, es decir, el uso del derecho por
parte de su titular. Este es otorgado por el ordenamiento jurídico para que lo desarrolle de
forma voluntaria dentro de un ámbito de inmunidad. Este carácter voluntario hace
referencia a que:

▪ El titular satisface sus intereses.

▪ Su uso es una decisión libre por parte del titular del derecho.

Por otra parte, en función del tipo de derecho subjetivo nos encontramos con distintos
ejercicios:

1. Ejercicio extrajudicial: cuando el titular realiza actos de ejercicio de carácter privado.

2. Ejercicio judicial: cuando el titular acude a los órganos jurisdiccionales en demanda de


su derecho cuando ha visto perturbado su ejercicio.

Además, cualquier tipo de derecho posee la legitimación de su titular para reclamar ante la
justicia el ejercicio o la defensa de este.

3.2. Límites al ejercicio de los derechos


La libertad de ejercicio de los derechos subjetivos no es ilimitada, sino que existen una
serie de límites que les afectan:

En primer lugar, su naturaleza, es decir, su sentido y configuración social debe atender a la


función económica social que está llamado a desempeñar, y, en segundo lugar, no han de
lesionar derechos o intereses ajenos.

Por otra parte, dentro de los límites del derecho podemos diferenciar entre límites
extrínsecos e intrínsecos:

▪ Los límites extrínsecos serían aquellos que provienen de causas externas al derecho y
tienen su origen en la colisión entre derechos que pertenecen a distintos titulares. Para
resolver este problema el Derecho no establece la prevalencia de uno sobre otro, sino
la posibilidad de ordenar su ejercicio concurrente. Sin embargo, existen ocasiones en
las que esto no es posible y debemos de recurrir a una serie de criterios para
solucionarlo, comenzando por distinguir si ambos tienen el mismo rango o no:

1. Si ambos tienen el mismo rango sin jerarquía ni preferencia se usan 2 criterios:

a. Criterio de prioridad temporal: se admite la prevalencia del primero que lo ejercite


(por ejemplo, si un deudor no tiene bienes suficientes para pagar a sus acreedores, el
que primero lo reclame será el primero que cobre).

b. Criterio de limitación de todos los derechos en igual proporción en cuanto a su


ejercicio, de forma que este sea compatible (procedimiento concursal)

2. Cuando la colisión entre derechos es de distinto rango, también se llevan a cabo dos
criterios:

a. Atendiendo a la naturaleza del derecho (por ejemplo, los derechos de ella personalidad
prevalecen sobre los patrimoniales)

b. Según el criterio temporal, esto es, la mayor antigüedad del derecho, aplicando la regla
prior tempore o potior iure.

▪ Los límites intrínsecos son aquellos que son inherentes a cada uno de los derechos con
carácter general, es decir, derivan de su propia finalidad y de la necesidad de observar
en su ejercicio los deberes de lealtad y ética que exigen su naturaleza. Según el art 7
CC se establece:

1. Prohibición del abuso del derecho

2. Necesidad de que en su ejercicio se observe un comportamiento acorde a la buena fe.

La buena fe es por tanto un principio rector del ejercicio de los derechos, por el cual se
debe actuar con lealtad y ética de acuerdo a los cánones sociales que existen. A diferencia
de esta, la prohibición de abuso del derecho no se trata de una exigencia de cumplir
deberes, sino de no sobrepasar los límites del derecho para alcanzar su finalidad.

Por otra parte, la doctrina considera una serie de actos que serían contrarios a la buena fe
en el ejercicio de los derechos:

1. La prohibición de ir contra los actos propios. El ejercicio del derecho no puede ser de
buena fe si su titular va en contra de una conducta propia anterior.
2. Se considera contrario a la buena fe el retraso desleal, esto es el ejercicio del
derecho después de un largo periodo de inactividad, ya que genera la duda en la otra
parte de que no ejercitara el titular dicho derecho.

3. No es atribuido como buena fe la nulidad de un negocio jurídico por un defecto de


forma por parte de quien, con anterioridad y conocimiento de tal defecto cumplió
voluntariamente con el mismo (vicio de forma).

Respecto a la prohibición del abuso del derecho, el art 7.2 del CC recoge este y el
ejercicio antisocial del mismo. Se trata de un acto que el OJ prohíbe y que establece la
correspondiente sanción para proteger el ejercicio normal del derecho. En este mismo
artículo se deducen los elementos del abuso del derecho:

1. Un acto o una omisión, es decir, tanto una conducta negativa como positiva de su titular.

2. Que dicho acto u omisión sobrepase los límites normales del ejercicio de un derecho
determinado por los usos sociales, siendo esta extralimitación clara y con cierta
entidad.

3. Carácter abusivo de la extralimitación. Que quien realiza el acto u omisión tenga


intención de realizar un daño, o sea consciente de que con su conducta lo causa.

4. Ha de resultar un daño para un tercero, ya que si no es así no tiene sentido la


prohibición.

Como resultado de este ejercicio abusivo del derecho se establecen las siguientes
consecuencias:

▪ Indemnización de daños y perjuicios: efecto resarcitorio

▪ Adopción de medidas para evitarlo: efecto inhibitorio

4. EL TIEMPO Y LAS RELACIONES JURÍDICAS: LA PRESCRIPCIÓN Y LA


CADUCIDAD

4.1. La influencia del tiempo en las relaciones jurídicas.

En primer lugar, resulta necesario establecer la diferencia entre término y plazo:

▪ Plazo: periodo de tiempo existente entre el día de inicio del cómputo y el día de
conclusión del mismo.

▪ Término: Momento concreto que indica el final del plazo. 


A cerca de esto, establece el propio CC en el artículo 5 que: “Siempre que no se establezca
otra cosa, en los plazos señalados por días, a contar de uno determinado, quedará éste
excluido del cómputo, el cual deberá empezar en el día siguiente; y si los plazos estuviesen
fijados por meses o años, se computarán de fecha a fecha. Cuando en el mes del
vencimiento no hubiera día equivalente a la inicial del cómputo, se entenderá que el plazo
expira el último del mes.

En el cómputo civil de los plazos no se excluyen los días inhábiles.”

4.2. La prescripción: concepto y clases.

Def: adquisición o extinción de una obligación.

El CC no contiene una definición unitaria de la prescripción, regulada en el Título XVIII del


Libro IV, englobando dos instituciones distintas: prescripción adquisitiva y prescripción
extintiva.
▪ La prescripción adquisitiva constituye un modo originario de adquirir la propiedad y los
demás derechos reales mediante el ejercicio continuado de la posesión, provista de
ciertos requisitos, durante un período de tiempo determinado.

▪ La prescripción extintiva: establece que las acciones prescriben por el mero lapso del
tiempo fijado por la ley, pero, a su vez, es necesario que a ello se una el no ejercicio del
derecho por su titular; así denominamos a la prescripción extintiva como la extinción
de los derechos y de las acciones por el transcurso no interrumpido del tiempo
unido a su no ejercicio.
Para poder hablar de prescripción extintiva es necesario que se den los siguientes
presupuestos:

1. Que exista un derecho prescriptible.


2. Que se dé la inactividad de ese derecho (falta de ejercicio por su titular).
3. Que transcurra el plazo fijado por la ley.
4. Que sea invocada por el interesado

4.3. Plazos de prescripción

Establece la regla general del artículo 1969 del CC que: “el tiempo para la prescripción de
toda clase de acciones, cuando no haya disposición especial que otra cosa determine, se
contará desde el día en que pudieron ejercitarse”.

Para determinar el momento en que la acción puede ejercitarse, cabe atender:

▪ Criterio de la lesión: desde la lesión o violación del derecho, cuando se trata de acción
real.
▪ Criterio de la insatisfacción del derecho, siendo éste exigible, es decir, desde que el
derecho no se satisface, para las acciones personales.
Algunos de los principales plazos de prescripción son:

▪ 30 años en derechos reales sobre bienes inmuebles


▪ 20 años en acción hipotecaria
▪ 15 años en derechos personales o de crédito
▪ 6 años en derechos reales sobre bienes muebles
▪ 5 años en prestaciones periódicas
▪ 3 años en servicios profesionales
▪ 1 año en responsabilidad civil extracontractual

4.5. Interrupción de la prescripción

Establece el artículo 1973 que “la prescripción de las acciones se interrumpe por su
ejercicio ante los Tribunales, por reclamación extrajudicial del acreedor y por cualquier
acto de reconocimiento de la deuda por el deudor.” La interrupción opera automáticamente
y el plazo empieza a contarse de nuevo.

Se tiene por ejercitada la acción con:

▪ Con la presentación de la demanda en un juicio declarativo o la iniciación de cualquier


acción ejecutiva o de apremio (ejercicio judicial).
▪ Con la presentación de cualquier otro medio de prueba: carta certificada,
requerimiento notarias, etc. (ejercicio extrajudicial).
▪ Con el reconocimiento de la deuda por parte del sujeto pasivo (deudor).
Por otro lado, debe establecerse la diferencia que existe entre la suspensión y la
interrupción:
▪ En la interrupción, el tiempo transcurrido se borra y el plazo ha de contarse de nuevo
por entero.

▪ En la suspensión, hay una paralización del plazo, que se reanudará cuando desaparezca
la situación.

4.6. La Caducidad

Podemos definir la caducidad como la causa de extinción de relaciones jurídicas a causa del
mero transcurso del plazo establecido para su ejercicio.

Se trata de una institución íntimamente unida a la prescripción, dado el efecto extintivo


que en ambos casos se produce por el transcurso del tiempo. Sin embargo, presentan las
siguientes diferencias:

▪ Por su funcionamiento:

o No es susceptible de interrupción.

o Opera automáticamente, es irrenunciable y apreciable de oficio por los Tribunales.

o Presenta unos plazos breves.

▪ Por su origen: la prescripción es siempre legal, mientras que la caducidad puede ser
legal o voluntaria.

Algunos de los principales plazos de caducidad son:

▪ 2 años para optar por la nacionalidad española.


▪ Las acciones de rescisión y nulidad de los contratos caducan a los 4 años.
▪ Los testamentos en tiempo de epidemia y peligro inminente de muerte caducan a los 2 ó
3 meses, según los distintos supuestos.
▪ Los testamentos militar y marítimo caducan a los 4 meses desde el cese de la campaña
o desde que el testador desembarque en un punto donde pueda testar de forma
ordinaria.

TEMA 5: EL DERECHO DE LA PERSONA

1. LA CONDICIÓN DE PERSONA

El concepto de persona hace referencia a “todo ser capaz de derechos y obligaciones”, es


decir, aquel sujeto del Derecho Objetivo y titular de derechos subjetivos. Existen dos
clases de personas:

▪ Personas físicas:
▪ Personas jurídicas:
Dicha situación de la persona es regulada por un conjunto de normas que componen el
Derecho de la persona.

Por otro lado, la personalidad jurídica es la aptitud para ser sujeto activo y pasivo de las
relaciones jurídicas, con derechos y obligaciones. Actualmente, la doctrina considera a la
personalidad como un atributo inseparable del ser humano, basándose en la teoría
iusnaturalista.

1.1. Capacidad jurídica y capacidad de obrar

Capacidad es sinónimo de personalidad, pues implica aptitud para ser titular de derechos y
obligaciones, y sujeto activo y pasivo de relaciones jurídicas. Esta aptitud se despliega en
dos manifestaciones:
- Capacidad jurídica: aptitud para ser titular de derechos y obligaciones. Tienen esta
capacidad todos los sujetos.

- Capacidad de obrar: aptitud para ejercitar esos derechos y obligaciones por uno mismo.
En este caso, no existe en todas las personas, entrando en juego la mayoría de edad y la no
incapacitación. Es susceptible de variaciones.

Con respecto a la capacidad de obrar, ha ido surgiendo a lo largo de los años una capacidad
natural de discernimiento de los menores, por el que se les reconoce una cierta capacidad
para ejercer sus propios derechos, que irán adquiriendo gradualmente.

1.2. Nacimiento y extinción de la personalidad

➢ Nacimiento de la persona física


El ordenamiento jurídico desde siempre se ha preocupado por determinar cuál es el
momento que marca el comienzo de la personalidad, y ello ha ido variando con el paso del
tiempo:

▪ Las Partidas, siguiendo el Derecho Romano, exigían únicamente el nacimiento con vida
y figura humana.
▪ Las Leyes de Toro impusieron el triple requisito de nacer vivo, vivir 24 horas después
de nacido y recibir el bautismo.
▪ La Ley del Matrimonio Civil de 1870 suprimió el requisito del bautismo exigiendo nacer
con figura humana y vivir 24 horas enteramente desprendido del seno materno
Con respecto a ello, nuestro CC español establece diversas cosas. Por un lado, el artículo 29
afirma en primer lugar que “El nacimiento determina la personalidad…”. Se añade
posteriormente, en el artículo 30 que “La personalidad se adquiere en el momento del
nacimiento con vida una vez producido el entero desprendimiento del seno materno”, como
consecuencia de la reforma de la Ley 20/2011, de 21 de julio, del Registro Civil,
sustituyéndose la anterior redacción que establecía el requisito de estar veinticuatro horas
enteramente desprendido del seno materno.

Además, se considera que es la certificación de nacimiento del Registro Civil, da fe del


hecho, hora, lugar, sexo y filiación del nacido.

Una consideración aparte recibe el concebido no nacido o nasciturus. La teoría del


nacimiento llevada a extremos, implicaría que los concebidos, pero no nacidos no tienen
derecho alguno. Sin embargo, el artículo 29 establece que “…el concebido se tiene por
nacido para todos los efectos que le sean favorables, siempre que nazca con las condiciones
que expresa el artículo 30”

Finalmente, se dedica el artículo 31 a los partos dobles o múltiples, diciéndose al respecto


que: “La prioridad del nacimiento, en el caso de partos dobles, da al primer nacido los
derechos que la ley reconozca al primogénito”. Esta afirmación resalta la igualdad entre los
hijos.

➢ Extinción de la personalidad
Sólo la muerte natural es la causa de extinción de la capacidad jurídica, tal y como dice el
artículo 32 del CC: “La personalidad civil se extingue por la muerte de las personas.”

En estos casos desaparece la capacidad jurídica y el patrimonio personal se transforma en


herencia. No destruye las relaciones ya constituidas, ni las pendientes de cumplimiento. Los
derechos del difunto se trasmiten a los herederos salvo los personalísimos.
El hecho de la muerte puede ser constatado con bastante certidumbre, pero la fijación del
momento exacto del fallecimiento precisa certificación médica. El RD 30-12-1999 en su
art. 10 establece que “la muerte del individuo podrá certificarse tras la confirmación del
cese irreversible de las funciones cardiorrespiratorias o del cese irreversible de las
funciones encefálicas”.

Como prueba de la muerte nos encontramos con las actas de Registro Civil, las cuales
incluyen el asiento de fallecimiento, que acredita el hecho de la muerte, identidad del
fallecido y momento de la

Cosa distinta es el problema de la conmoriencia. Cuando varias personas llamadas


respectivamente a sucederse perecen con ocasión de un mismo siniestro, conviene
determinar cuál de ellas ha muerto primero, pues el orden de los fallecimientos puede
modificar los derechos sucesorios de los vivos. Y como la prueba de esa prioridad es en la
práctica difícil, las legislaciones adoptan una de estas dos soluciones: presunción de
conmoriencia o muerte simultánea.

El CC español adopta la teoría de la conmoriencia en su Art. 33 “Si se duda, entre dos o más
personas llamadas a sucederse, quién de ellas ha muerto primero, el que sostenga la muerte
anterior de una o de otra, debe probarla; a falta de prueba, se presumen muertas al mismo
tiempo y no tiene lugar la transmisión de derechos de uno a otro.”

2. LOS DERECHOS DE PERSONALIDAD

Los derechos de la personalidad son los derechos subjetivos inherentes a la persona que
tienen por objeto la protección de la misma: una protección tanto física (vida, integridad
física) como moral (honor, intimidad, imagen, identidad). Estos derechos se encuentran
reconocidos en las Declaraciones de Derechos y en las Constituciones, pero no de forma
expresa en el Código Civil español.

Un Estado de Derecho se caracteriza, no sólo por la sumisión formal de la Administración a


la ley, sino también por el reconocimiento a los ciudadanos de unos derechos frente al
Estado, una esfera de autodeterminación individual en la que aquél no puede interferir.
Estos derechos aparecen regulados en el Título I CE “De los derechos y deberes
fundamentales”, requiriendo especial atención los derechos fundamentales, los cuales se
desarrollan entre los artículos 15 y 30.2 del mismo Título. Aún más destacables son el
artículo 15, con respecto al derecho a la vida, integridad física y moral, así como a la
abolición de la pena de muerte, y el 18, que hace alusión al derecho al honor, a la intimidad
personal y familiar y a la propia imagen.

Todos estos derechos fundamentales presentan una especial rigidez para su reforma,
necesitan una Ley Orgánica para su desarrollo, así como una garantía y protección especial:
recurso de amparo ante el TC y tutela especial ante los tribunales ordinarios.

➢ CARACTERÍSTICAS GENERALES:
▪ Inherentes al ser humano, por lo que tienen un carácter personalísimo, es decir, no se
pueden transmitir.
▪ Son irrenunciables, imprescriptibles, inalienables, indisponibles.
▪ Son derechos absolutos o generales: todos deben respetarlos, son oponibles frente a
cualquiera.
▪ Son extrapatrimoniales

➢ CLASIFICACIÓN:
▪ Derechos a la vida y a la integridad física, reconocidos en el art.15 CE.
▪ Derechos a la integridad moral, reconocidos en el art.18.1 CE (honor, intimidad
personal y familiar y propia imagen).
▪ Derecho al nombre, recogido en la Ley del Registro Civil. (NO FUNDAMENTAL)
Además de éstos, también tenemos una serie de libertades públicas que son inherentes a
cada persona y que aparecen reguladas en los artículos 16 – 29 CE.

2.1. El derecho a la vida y la integridad física

Artículo 15 “Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en
ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes.
Queda abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares
para tiempos de guerra.”

Existe una protección de estos derechos tanto penal (CP: delitos contra la vida y de
lesiones) como una repercusión civil de cualquier agresión o lesión de la vida o integridad
física. Dicha responsabilidad civil se trata de una responsabilidad extracontractual (arts.
1902 y ss. CC).

Una mención especial cabe hacer a la extracción y trasplante de órganos con respecto a
la integridad física, regulado en la Ley 30/1979, que requiere que se cumplan las siguientes
características

▪ Finalidad terapéutica.
▪ Gratuito.
▪ El donante puede estar vivo o muerto. En este último caso siempre se requiere que no
haya voluntad contraria a la cesión.
Por último, nos encontramos con la Ley de autonomía del paciente (Ley 41/2002) para la
regulación de las operaciones quirúrgicas, así como las técnicas de reproducción asistida
(Ley 14/2006) que también se suma al control de la integridad física de la persona.

2.2. Los derechos al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.

Art. 18.1 “Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia
imagen.” Por su parte, conforme al art. 20.4 CE estos derechos sirven de límite a las
libertades de expresión e información.

Estos derechos aparecen regulados en distintas normas. Entre éstas podemos destacar la
Ley Orgánica 1/1982, de protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y
familiar y a la propia imagen, así como su regulación por el Código Penal (delitos contra la
intimidad y la propia imagen, calumnias e injurias).

En su conjunto se considera al honor, a la intimidad y a la imagen desde dos puntos de vista


distintos:

▪ Consideración objetiva: dada por las leyes y los usos sociales.


▪ Consideración subjetiva: dada por los propios actos de cada sujeto
A continuación, trataremos cada uno de estos derechos de forma más profunda:

➢ Derecho al honor: Se dice que el derecho al honor protege la buena reputación de la


persona, amparándola frente a expresiones o mensajes que puedan hacerla desmerecer
al ir en su descrédito o menosprecio, como es el caso de la divulgación de hechos falsos.
➢ Derecho a la intimidad: El derecho a la intimidad en su contenido esencial hace
referencia a la obligación, por parte de los poderes públicos y de la sociedad, de
respetar un ámbito de privacidad de la persona. Se trata con referencia a este derecho
la divulgación de hechos, aunque sean ciertos.
➢ Derecho a la imagen: Hace referencia este derecho a la obtención, reproducción o
divulgación de imágenes o incluso audios de voz de un determinado sujeto sin su
consentimiento.
En cualquiera de estos tres casos pueden existir actos atentatorios contra los mismos, lo
que recibe el nombre de intromisiones ilegítimas. Con respecto a estas se ha establecido
en el artículo 2.1 L.O. 1/82 que “La protección civil del honor, de la intimidad y de la propia
imagen quedará delimitada por las leyes y por los usos sociales atendiendo al ámbito que,
por sus propios actos, mantenga cada persona reservado para sí misma o su familia”.

En el artículo siguiente se hace referencia, a su vez, al consentimiento expreso, por el cual


no cabría apreciar intromisión ilegítima cuando el titular del derecho la hubiese consentido
de forma expresa. Sin embargo, si se considera intromisión los supuestos establecidos en
el artículo 7 de la L.O. anteriormente mencionada: escucha, filmación, divulgación,
difamación, etc.

Es preciso mencionar también el derecho a la libertad de expresión e información,


reconocido en el artículo 20 de la CE, pero que aparece limitado posteriormente en el
artículo 20.4.

2.3. Protección de los derechos al honor, la intimidad y la propia imagen

Una vez se ha lesionado alguno de estos derechos, corresponde al titular (legitimación


activa) o al representante del mismo, en el caso de los menores, tomar las medidas que
procedan. Sin embargo, esta actuación del titular está limitada, pues existe un plazo de
caducidad de 4 años desde que el legitimado pudo ejercitarla.

Algunas de estas medidas de protección son: cese de la intromisión, restablecimiento del


derecho lesionado, prevención de ulteriores intromisiones, difusión de la sentencia o el
derecho a la indemnización de los perjuicios causados. Todos ellos se pueden clasificar en
tres grandes grupos:

▪ Acciones de cesación.
▪ Acciones de prevención.
▪ Acciones de indemnización.

2.4. Daño moral

Existe responsabilidad civil contractual cuando se lesiona un derecho, lo que lleva como
consecuencia la indemnización al titular del mismo. La indemnización por daños y perjuicios
se valorará por:

▪ Las circunstancias del caso


▪ La gravedad de la lesión efectivamente producida
▪ La difusión o audiencia del medio en que se ha producido
▪ El beneficio obtenido por el causante de la vulneración

TEMA 6: LA CAPACIDAD DE OBRAR DE LA PERSONA. LA

INCAPACITACIÓN. LA PRODIGALIDAD.

1. LA CAPACIDAD DE OBRAR
1.1. La mayoría de edad y la plena capacidad de obrar

El ordenamiento jurídico estima que cuando una persona alcanza un determinado grado de

madurez intelectual, debe concedérsele plena capacidad de obrar, y fija un límite a partir

del cual se entiende alcanzada dicha madurez. Es la mayoría de edad la que confiere a la

persona independencia y plena capacidad de obrar. Así se recoge en el art. 12 CE y en el

art. 315 CC que “La mayor edad empieza a los dieciocho años cumplidos.” Se adquiere

automáticamente, sin necesidad de acto alguno. Para el cómputo de los años de la mayoría

de edad se incluirá completo el día del nacimiento.” Se computa desde las cero horas del

día de nacimiento hasta las cero horas del día del 18 aniversario.

Además, el Art 322 “El mayor de edad es capaz para todos los actos de la vida civil, salvo

las excepciones establecidas en casos especiales por este Código”. Esto nos indica que el

mayor de edad tendrá plena capacidad de obrar.

1.2. La minoría de edad

El menor de edad tiene restringida su capacidad de obrar debido a una falta de plena

aptitud para comprender. Por ello el ordenamiento jurídico dispensa al menor de edad la

protección que demanda esa minoría, sometiéndole a la patria potestad o tutela. De este

modo se establece en el art 162 CC que “Los padres que ostenten la patria potestad tienen

la representación legal de sus hijos menores no emancipados.

Se exceptúan: Los actos relativos a derechos de la personalidad que el hijo, de acuerdo con

su madurez, pueda ejercitar por sí mismo…”.

Entiende la doctrina que, ante la ausencia de una norma que establezca la incapacidad del

menor de edad, se le debe tener por capaz para los actos que no le estén prohibidos

expresamente. En este sentido, el art. 2.2 de la LO 1/96 establece que “las limitaciones a la

capacidad de obrar de los menores se interpretarán de forma restrictiva”. De esta forma

nos dice el art. 1263 CC que: “No pueden prestar consentimiento: 1º Los menores no

emancipados, salvo en aquellos contratos que las leyes les permitan realizar por sí mismos…

o los propios de su edad de conformidad con los usos sociales…”.

El CC no regula ordenadamente la capacidad de los menores, sino que al regular cada

materia determina qué puede y no puede hacer.

1.3. La emancipación

Def: acto solemne o beneficio de la ley que extingue las protecciones de potestad del

menor confiriéndole una capacidad intermedia entre la mayoría y la minoría de edad,

pasando a ostentar un nuevo estado civil.

De esta forma el menor emancipado dejará de estar sometido a la patria potestad,

alcanzando así independencia jurídica. Sin embargo, sigue manteniendo una capacidad de

obrar limitada. Esto se deriva de lo establecido por el artículo 323.1 del CC: “La
emancipación habilita al menor para regir su persona y bienes como si fuera mayor, pero

hasta que llegue a la mayor edad no podrá el emancipado tomar dinero a préstamo, gravar o

enajenar bienes inmuebles y establecimientos mercantiles o industriales u objetos de

extraordinario valor sin el consentimiento de sus padres y, a falta de ambos, sin el de su

curador.

A) CAUSAS: Art. 314 “La emancipación tiene lugar:

1º) Por la mayor edad.

2º) Por concesión de los que ejerzan la patria potestad.

4º) Por concesión judicial.”

1) Por concesión de los que ejercen la patria potestad. Art. 317 “Para que tenga lugar la

emancipación por concesión de quienes ejerzan la patria potestad se requiere que el menor

tenga dieciséis años cumplidos y que la consienta. Esta emancipación se otorgará por

escritura pública o por comparecencia ante el Juez encargado del Registro.”

La concesión de emancipación habrá de inscribirse en el Registro Civil y una vez concedida

la emancipación no podrá ser revocada.

En este punto debemos hablar de la emancipación por vida independiente: Art. 319 “Se

reputará para todos los efectos como emancipado al hijo mayor de dieciséis años que con el

consentimiento de los padres viviere independientemente de éstos. Los padres podrán

revocar este consentimiento.”

Más que separación física se trata de llevar vida económica independiente.

2) Por concesión judicial. Art. 320 “El Juez podrá conceder la emancipación de los hijos

mayores de 16 años si éstos la pidieren y previa audiencia de los padres.

1º) Cuando quien ejerce la patria potestad contrajere nupcias o conviviere maritalmente

con persona distinta del otro progenitor.

2º) Cuando los padres vivieren separados.

3º) Cuando concurra cualquier causa que entorpezca gravemente el ejercicio de la patria

potestad.”

2. LA INCAPACITACION

La incapacitación es el estado civil de la persona, declarado judicialmente, cuando concurre

alguna de las causas legalmente tipificadas y cuyo efecto principal es la limitación de su

capacidad de obrar y consiguiente sumisión a tutela.

Art 199 “Nadie puede ser declarado incapaz, sino por sentencia judicial en virtud de las

causas establecidas en la ley.”

Art. 200 “Son causas de incapacitación las enfermedades o deficiencias persistentes de

carácter físico o psíquico, que impidan a la persona gobernarse por sí misma.”


El procedimiento judicial que se ha de seguir se encuentra en los artículos 756 y ss. de la

LEC.

2.1. Declaración judicial de incapacitación

Establece el Código Civil que nadie podrá ser declarado incapacitado si no es por sentencia

o resolución de incapacitación. Dicha sentencia tiene carácter graduable y revisable:

▪ Graduable: extensión y límites de la incapacidad.

▪ Revisable: por circunstancias sobrevenidas.

Por otro lado, debemos matizar que la incapacidad no siempre se tiene que identificar con

la discapacidad, que es el grado de minusvalía originado por causa física, psíquica o

sensorial. Para estos casos existe una protección patrimonial de las personas con

discapacidad (Ley 41/2003), al igual que para aquellos sujetos dependientes, Ley de

Dependencia 39/2006, de 14 de diciembre.

A su vez, destacamos dos casos especiales de incapacitación: la incapacidad natural, donde

el sujeto es formalmente capaz, pero carece de capacidad real, en estos casos se procede

a la anulabilidad de sus actos, tutela ex lege o internamiento. Otro caso diferente es el de

la incapacitación de menores de edad, donde la patria potestad se prorroga incluso

después de haber alcanzado la mayoría de edad.

2.2. Instituciones tuitivas de la persona

Conllevan la representación legal para actuar en nombre de menores y personas con la

capacidad modificada judicialmente. Si se habla de patria potestad se hace referencia a los

padres, y si se refiere a tutela nos remitiremos a un tutor.

Existen los siguientes cargos tutelares:

1. La tutela

2. La curatela

3. El defensor judicial

Todos ellos son cargos obligatorios (salvo causas de excusa), cargos familiares, de

inscripción obligatoria en el Registro Civil y conllevan la nulidad o anulabilidad de los

contratos realizados por el incapacitado.

A) LA TUTELA

Conjunto de deberes que la ley impone a una o varias personas en beneficio y para la guarda

y protección de la persona y bienes, o solamente de las personas o de los bienes, de los

menores o incapacitados no sometidos a patria potestad.


PERSONAS SUJETAS A TUTELA

Dice el artículo 222 del CC que: “Estarán sujetos a tutela:

1º) Los menores no emancipados que no estén bajo la patria potestad.

2º) Los incapacitados, cuando la sentencia lo haya establecido.

3º) Los sujetos a la patria potestad prorrogada, al cesar ésta, salvo que proceda la

curatela.

4º) Los menores que se hallen en situación de desamparo.”

En este último caso se habla de tutela ex lege, es decir, corresponde a la entidad pública.

NOMBRAMIENTO

Según el artículo 234 CC: “Para el nombramiento del tutor se referirá:

1. el designado por el propio tutelado (autotutela)

2. el cónyuge que conviva con él

3. los padres

4. los designados por éstos en testamento

5. descendiente, ascendiente o hermano”.

A pesar del orden establecido, el juez puede alterarlo excepcional y motivadamente,

siempre en interés o beneficio del tutelado.

CONTENIDO

Establece el art 269 CC conforme al contenido de la tutela: “El tutor está obligado a velar

por el tutelado y, en particular:

1. Procurar alimentos

2. Darle educación y formación integral

3. Promover su adquisición o recuperación de la capacidad

4. Dar información y rendición de cuentas al juez anualmente”.

El tutor necesita de autorización judicial para determinados actos. Además, el tutor tiene

derecho a una retribución, siempre que el patrimonio del tutelado lo permita.

Por otro lado, puede existir tanto la tutela conjunta como tutores separados (de la

persona y de los bienes).

Sin embargo, existen una serie de causas de inhabilidad para los tutores:
▪ Causas de inhabilidad: personas que por ley no pueden ser tutores

▪ Motivos de excusa: causas para no desempeñar el cargo de tutor

▪ Causas de remoción: cese del tutor (pero no de la tutela)

▪ Causas de extinción: desaparición de las causas

B) LA CURATELA

El curador es aquel que completa la capacidad del sometido a curatela, es decir, sin

representarle ni sustituirle. Existen, doctrinalmente, dos tipos de curatela:

▪ Curatela propia: se nombra para los menores emancipados y los pródigos.

▪ Curatela impropia: la señala el juez en los casos de incapacidad leve.

La curatela tiene la misma regulación que la tutela con respecto al nombramiento,

inhabilidad, excusa y remoción de los tutores, tal y como establece el Código Civil.

C) EL DEFENSOR JUDICIAL

Se trata de un cargo ocasional en defensa del menor o incapacitado, compatible con la

patria potestad, tutela o curatela.

Supuestos:

▪ Conflicto de intereses entre el defendido y sus representantes legales.

▪ No desempeño del cargo de tutor o curador.

También presenta la misma regulación que la tutela y la curatela para el nombramiento, la

inhabilidad, la excusa y la remoción de los tutores y curadores.

3. LA PRODIGALIDAD

Se habla de prodigalidad cuando exista una conducta habitual derrochadora y desordenada

que genera un peligro para la propia subsistencia o la de sus alimentistas.

El pródigo es una persona sometida a curatela, aunque no está incapacitado judicialmente.

Sin embargo, en determinados actos patrimoniales necesitará la asistencia del curador. La

declaración de prodigalidad se realizará por sentencia y se encuentra regulado en la LEC

2000.

TEMA 7. LA LOCALIZACIÓN DE LA PERSONA

1. LA DESAPARICIÓN DE LA PERSONA

Se trata de una desaparición, pero con presunción de vida regulada en el artículo 181 CC.
En estos casos se han establecido los siguientes requisitos:

a) Desaparición sin noticias.


b) Existencia de asuntos de gravedad y urgencia.
c) No previsión de esa ausencia: inexistencia de representación.
d) Procedimiento judicial instado por persona interesada o por Mº Fiscal (auto judicial de
desaparición).
Además, se adoptarán medidas provisionales como el nombramiento de un defensor del
desaparecido para los actos de gestión y administración, pero no para los de disposición.

1.1. La declaración de usencia legal

Def: situación jurídica especial de la persona que no se encuentra en su domicilio o en el


lugar en que es necesaria su presencia y de la que no se tienen noticias durante cierto
tiempo, dudándose de su existencia.

Los requisitos exigidos son:

a) Desaparición de la persona:
▪ pasado un año, si no ha dejado apoderado con facultades de administrar.
▪ pasados tres si tenía apoderado.
b) Judicialmente declarada (auto judicial).
En estos casos, se opta por medidas más definitivas, como es el nombramiento de un
representante legal.

1.2. La declaración de fallecimiento

Es una resolución judicial por la que se declara la muerte de una persona desaparecida. Es
independiente de la declaración de ausencia, pues no es necesario que se haya declarado
previamente. Es una presunción de muerte iuris tantum q admite prueba en contrario.

I. REQUISITOS

a) Desaparición durante determinado período de tiempo


▪ 10 años desde las últimas noticias
▪ 5 años, si es mayor de 75 años
▪ 1 año, si ha habido violencia contra su vida
▪ 2 años, en caso de guerra
▪ 3 meses, en caso de siniestro

b) Declaración judicial del fallecimiento (por auto judicial).


c) Inscripción en el Registro Civil.

II. EFECTOS

A) EFECTOS DE CARÁCTER PATRIMONIAL: Firme la declaración de fallecimiento del


ausente, se abrirá la sucesión en los bienes del mismo.

Los herederos no podrán disponer a título gratuito hasta cinco años después de la
declaración del fallecimiento. Hasta que transcurra este mismo plazo no serán entregados
los legados. Además, será obligación ineludible de los sucesores la de formar notarialmente
un inventario detallado de los bienes muebles y una descripción de los inmuebles.

B) EFECTOS DE CARÁCTER PERSONAL: Disolución del matrimonio y cese de la presunción


de paternidad.

III. REAPARICIÓN DEL DECLARADO FALLECIDO

Si después de la declaración de fallecimiento se presentase el ausente o se probara su


existencia:
▪ En el ámbito patrimonial: recobrará sus bienes en el estado en que se encuentren y
tendrá derecho al precio de los que se hubieran vendido, o a los bienes que con este
precio se hayan adquirido, pero no podrá reclamar de sus sucesores rentas, frutos ni
productos obtenidos con los bienes de su sucesión.
▪ En el ámbito personal: recupera la patria potestad de sus hijos, aunque no su condición
matrimonial.

2. LA NACIONALIDAD

Def: La nacionalidad es el vínculo que une a cada individuo con un Estado determinado. Son
principios fundamentales en materia de nacionalidad:

1) Todo individuo debe tener una nacionalidad.


2) Todo individuo debe tener una nacionalidad desde el nacimiento (es lo que se denomina
nacionalidad de origen).
3) Se puede cambiar de nacionalidad voluntariamente con el asentimiento del Estado
interesado.
La mayoría de los CC han prescindido de la regulación de la nacionalidad por considerarla
una cuestión de derecho público, pero CC español, siempre ha incluido entre sus normas, las
relativas a la nacionalidad: Título I, Libro 1º “De los españoles y de los
extranjeros” (17-28). También regula esta cuestión la propia Constitución española en su
artículo 11.

2.1. Adquisición de la nacionalidad española

Existen dos formas de ser español de nacionalidad: por origen o de forma derivada.

I. NACIONALIDAD DE ORIGEN (desde el nacimiento o por adopción). Por el ius


sanguinis o el ius solis.

2. NACIONALIDAD DERIVATIVA (“naturalizados”). Por opción, carta de naturaleza o


por residencia.

A) Nacionalidad de origen (adquisición originaria o atribución).

- Por el ius sanguinis: serán españoles de origen los hijos nacidos de padre o madre
españoles.

- Por el ius solis: serán españoles de origen:

▪ Los nacidos en España de padres extranjeros si al menos uno hubiera nacido en España.
▪ Los nacidos en España de padres extranjeros si ambos son apátridas o apátrida del
hijo.
▪ Los nacidos en España sin filiación determinada.
Existen situaciones excepcionales como la adopción del menor extranjero por españoles
(art. 19.1 CC), de forma que aquél adquiere la nacionalidad española de origen desde el
momento en el que se produce su adopción.

B) Nacionalidad derivativa (adquisición sobrevenida o naturalización).

- Por opción. Tienen derecho a optar por la nacionalidad española:

▪ Personas que estén o hayan estado sujetas a la patria potestad de un español.


▪ Descendientes de padre o madre originariamente español y nacido en España.
▪ Mayor de 18 años cuya filiación o nacimiento se haya determinado a partir de su
mayoría de edad (art.17.2).
▪ Adoptado mayor de 18 años (art.19.2)
- Por carta de naturaleza.
Se trata de un otorgamiento discrecional de la nacionalidad española por Real Decreto (por
parte del poder ejecutivo) en circunstancias excepcionales. Se ha concedido este tipo de
nacionalidad a deportistas de alta competición o víctimas de los atentados terroristas.

- Por residencia.

Se exige una residencia legal, continuada e inmediatamente anterior durante:

▪ 10 años
▪ 5 años para los refugiados
▪ 2 años para los que se les permite la doble nacionalidad
▪ 1 año (nacidos en España, el que pueda optar, el tutelado o acogido por español, el
casado con español/a, etc.)
La nacionalidad otorgada por residencia es otorgada por el Mº de Justicia, la cual podrá ser
denegada por motivos razonados de orden público o interés nacional. Esta decisión
administrativa es recurrible en vía judicial contencioso-administrativa.

REQUISITOS PARA LA NACIONALIDAD DERIVATIVA

▪ Declaración jurada o promesa de fidelidad al Rey, a la Constitución y a las leyes (si es


mayor de 14 años).
▪ Renuncia a su anterior nacionalidad (salvo doble nacionalidad).
▪ Inscripción en el Registro Civil.
▪ Justificación de buena conducta cívica y suficiente grado de integración en la sociedad
española

2.2. Pérdida de la nacionalidad española

Según establece nuestra Constitución “ningún español de origen podrá ser privado de su
nacionalidad”. Sin embargo, existen excepciones:

Pueden existir casos en los que se produce una pérdida voluntaria de la nacionalidad, y
estos son:

a) Por renuncia expresa: cuando se adquiere voluntariamente otra nacionalidad.

b) Por renuncia tácita: cuando se adquiere otra nacionalidad y no se declara nada al


respecto de mantener la nacionalidad española.

Por otro lado, se puede privar de la nacionalidad española a aquellos que no sean españoles
de origen cuando:

a) Durante un período de tres años utilicen exclusivamente la nacionalidad renunciada para


adquirir la nacionalidad española.

b) Cuando entren voluntariamente al servicio de las armas o ejerzan cargo político en un


Estado extranjero contra la prohibición expresa del Gobierno.

2.3. Recuperación de la nacionalidad española

Quien haya perdido la nacionalidad española podrá recuperarla cumpliendo los siguientes
requisitos:

a) Ser residente legal en España

b) Declaración ante el encargado del Registro Civil

c) Inscripción en el Registro Civil

2.4. La doble nacionalidad


Para que sea posible la doble nacionalidad, existen tratados de doble nacionalidad entre el
Estado español y otros Estados con vínculos con España. De esta forma, aquellos sujetos
que tengan una doble nacionalidad tendrán:

▪ Una nacionalidad latente o primera nacionalidad.


▪ Una nacionalidad efectiva o segunda nacionalidad, siempre que se dé una residencia
efectiva o habitual.

Conviene distinguir entre:

1) Doble nacionalidad de hecho: producida por la distinta preponderancia que las


legislaciones conceden a los sistemas de “ius sanguinis” y de “ius soli”.

2) Doble nacionalidad de derecho: admitida por el ordenamiento jurídico: directamente o


por la vía de Tratados Internacionales.

3. LA VECINDAD CIVIL Y EL DOMICILIO

Def: vínculo de dependencia regional que lleva como consecuencia la sumisión a una u otra
de las legislaciones civiles vigentes en España.

Dice el art. 14 “1. La sujeción al derecho civil común o al especial o foral se determina por
la vecindad civil.”

Debemos mencionar también la vecindad administrativa, que hace referencia al


empadronamiento en el municipio en el que se resida habitualmente.

3.1. Adquisición de la vecindad civil

La adquisición de la vecindad civil, antes de la reforma, venía dada por el principio de


unidad familiar, a diferencia de lo que ocurre actualmente, que se basa en el principio de la
voluntariedad. A partir de esto, diferenciamos:

A) Adquisición de la vecindad civil por la filiación:

- Teniendo padres que tengan la misma vecindad.

- Teniendo padres con distinta vecindad, el hijo adquirirá:

a) La de cualquiera de ellos de común acuerdo dentro de los 6 meses siguientes al


nacimiento o a la adopción.
b) La del que la filiación se haya determinado antes.
c) La del lugar de nacimiento.
d) La vecindad de derecho común.
En el caso de que el hijo sea mayor de 14 años podrá optar por la vecindad civil del lugar de
su nacimiento o por la del lugar de nacimiento.

Art. 14.3 CC:

Si al nacer el hijo, o al ser adoptado, los padres tuvieren distinta vecindad civil, el hijo
tendrá la que corresponda a aquél de los dos respecto del cual la filiación haya sido
determinada antes; en su defecto, tendrá la del lugar del nacimiento y, en último término,
la vecindad de derecho común.

Sin embargo, los padres, …, podrán atribuir al hijo la vecindad civil de cualquiera de ellos en
tanto no transcurran los 6 meses siguientes al nacimiento o a la adopción.

En todo caso el hijo desde que cumpla 14 años y hasta que transcurra un año desde su
emancipación podrá optar bien por la vecindad civil del lugar de su nacimiento, bien por la
última vecindad de cualquiera de sus padres.

B) Adquisición de la vecindad civil por matrimonio:


Según establece el CC, “el matrimonio no altera la vecindad civil. No obstante, cualquiera de
los cónyuges no separados, ya sea legalmente o, de hecho, podrá en todo momento optar
por la vecindad civil del otro”.

C) Adquisición de la vecindad civil por residencia:

Según el CC: “La vecindad civil se adquiere:

1º) Por residencia continuada durante dos años, siempre que el interesado manifieste ser
esa su voluntad.

2º) Por residencia continuada de diez años, sin declaración en contrario durante este plazo.

Ambas declaraciones se harán constar en el Registro Civil. En caso de duda prevalecerá la


vecindad civil que corresponda al lugar del nacimiento.”

3.2. Domicilio

Def: para el ejercicio de los derechos y el cumplimiento de las obligaciones civiles, el


domicilio de las personas naturales es el lugar de su residencia habitual, y, en su caso, el
que determine la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Los cónyuges fijarán de común acuerdo el domicilio conyugal y, en caso de discrepancia,


resolverá el Juez, teniendo en cuenta el interés de la familia.

Además, el domicilio juega un papel muy importante en la determinación de efectos


jurídicos relativos a la nacionalidad, vecindad civil, competencia judicial, etc.

Por otro lado, debemos diferenciar entre:

▪ Domicilio efectivo, el cual es real o voluntario.


▪ Domicilio electivo, a efectos de notificaciones (domicilio procesal).
▪ Domicilio de las personas jurídicas: cuando ni la ley que las haya creado o reconocido
ni los estatutos o las reglas de fundación fijaren el domicilio de las personas jurídicas,
se entenderá que lo tienen en el lugar en que se halle establecida su representación
legal, o donde ejerzan las principales funciones de su instituto.

4. EL REGISTRO CIVIL

4.1. Estados civiles de las personas

Def: son las cualidades estables de la persona que determinan la capacidad de obrar. Estas
situaciones personales son valoradas por el Derecho como relevantes:

▪ Edad
▪ Filiación
▪ Matrimonio
▪ Incapacitación
▪ Nacionalidad y vecindad civil
Todas ellas deben estar expresadas en el Registro Civil.

4.2. Reforma del Registro Civil

Def: se conoce como registro civil a la institución estatal que brinda constancia de
diversos acontecimientos y acciones vinculados al estado civil de los individuos. Los
casamientos, los nacimientos, las muertes, las emancipaciones y hasta los nombres y los
apellidos de los seres humanos son registrados por estas entidades que, por lo general, se
encargan de gestionar diversos documentos personales.
El Registro Civil se ha visto afectado por la reforma generada a partir de la Ley 20/2011,
de 21 de julio, del Registro Civil. Ésta ha de entrar en vigor el 30 de junio de 2017, salvo
algunas partes que ya están vigentes.

Algunas características propias de la reforma del Registro Civil son:

- Es un registro de personas físicas: registro individual para cada persona con un código
personal.
- Está desjudicializado, ya no habrá un órgano judicial al frente del Registro, sino un
órgano administrativo.
- Está informatizado y electrónico: es una base de datos.
Con respecto a los hechos y actos inscribibles en el Registro Civil nos encontramos el
nacimiento, que incluye la fecha, filiación, nombre y apellidos y el sexo; el expediente
matrimonial; la nacionalidad, la modificación judicial de la capacidad, defunción, etc.

Finalmente, debemos hacer mención a los principios de funcionamiento del Registro Civil,

que son: el principio de legalidad, de oficialidad, de publicidad, de exactitud, de eficacia

probatoria, de eficacia constitutiva

TEMA 8: EL OBJETO DE LA RELACIÓN JURÍDICA

1. EL OBJETO DE LOS DERECHOS. LOS BIENES Y LAS COSAS

Un bien o una cosa es cualquier realidad corporal o ideal (no corporal), susceptible de:

a) Ser objeto de transacción (elemento objetivo).


b) Apropiación (atribución a una persona).
c) Valoración (tener valor económico).
Debemos diferenciar los derechos reales de los derechos de crédito. Los primeros son
aquellos derechos que tienen las personas sobre las cosas, mientras que los segundos son
los derechos que tiene una persona a exigir una determinada conducta del deudor.

I. CLASES DE BIENES

1. Bienes inmuebles: son los bienes de situación fija en el espacio. La doctrina clásica
distingue:

a) Por naturaleza: la tierra y todo aquello unido a ella de forma estable y natural.
b) Por incorporación: todo lo que esté unido a un inmueble, de forma que no pueda
separarse sin quebrantamiento.
c) Por destino: bienes muebles convertidos en inmuebles por su fin.
d) Por analogía: concesiones administrativas y derechos reales sobre inmuebles.
Características de los bienes inmuebles:

- Tienen una mayor indentificabilidad.


- Tienen mayor perdurabilidad.
- Presentan mayor valor económico.
Es por ello que los bienes inmuebles presentan medidas legislativas especiales

2. Bienes muebles: son los bienes susceptibles de desplazamiento. Según establece el


artículo 336 del CC, tienen también la consideración de bienes muebles las rentas o
pensiones.

3. También podemos clasificar a los bienes en función de las cualidades de cada uno:

A) COSAS FUNGIBLES Y NO FUNGIBLES: Son fungibles las cosas que pueden ser
sustituidas por otro tanto de la misma especie y calidad. No fungible es la individualizada
por ciertas cualidades propias que la hacen distinta de las demás. X ej., un cuadro de
Picasso.
B) BIENES CONSUMIBLES Y NO CONSUMIBLES: Según se destruyan o no por el uso,
ya inmediatamente, ya gradualmente.

C) COSAS DIVISIBLES E INDIVISIBLES: Las divisibles pueden dividirse en partes


resultantes de igual especie e idéntica función y valor proporcional. Las indivisibles, si se
fraccionan, las partes resultantes no pueden cumplir la misma función que el todo.

7.2.- CLASES

I. CLASES DE COSAS SEGÚN SUS CUALIDADES FISICAS Y JURIDICAS

A) COSAS CORPORALES O INCORPORALES: Tradicionalmente se distinguen atendiendo a


la tangibilidad, según sean perceptibles por los sentidos (corporales) o por el entendimiento
(incorporales), es decir, según tengan existencia física o intelectual. Posteriormente se ha
matizado el criterio clásico y se entienden como cosas corporales aquellas que tienen una
existencia concreta en la naturaleza y cosas incorporales las que sólo tienen una existencia
intelectual.

B) COSAS ESPECIFICAS Y GENERICAS: Según se identifique por sus caracteres propios


que la distinguen de las demás de su especie o género, o se determine por los caracteres
comunes a todas las demás de su especie y género.

F) COSAS PRESENTES O FUTURAS: Según tengan o no existencia actual.

G) COSAS MUEBLES E INMUEBLES: Art. 333 “Todas las cosas que son o pueden ser
objeto de apropiación se consideran como bienes muebles o inmuebles.”

- BIENES INMUEBLES: La doctrina clásica distingue:

a) Inmuebles por naturaleza o por incorporación:

Art. 334 “Son bienes inmuebles:

1º) Las tierras, edificios, caminos y construcciones de todo género adheridas al suelo.

2º) Los árboles y plantas y los frutos pendientes, mientras estuvieren unidos a la tierra o
formaren parte integrante de un inmueble.

3º) Todo lo que esté unido a un inmueble de una manera fija, de suerte que no pueda
separarse de él sin quebrantamiento de la materia o deterioro del objeto.

8º) Las minas, canteras y escoriales, mientras su materia permanece unida al yacimiento, y
las aguas vivas o estancadas.”

b) Inmuebles por destino:

- Destino suntuario: Art. 334 “Son bienes inmuebles: 4º) Las estatuas, relieves, pinturas u
otros objetos de uso u ornamentación, colocados en edificios o heredades por el dueño del
inmueble en tal forma que revele el propósito de unirlos de un modo permanente al fundo.”

- Agrícola, industrial o comercial: Art. 334 “Son bienes inmuebles:

5º) Las máquinas, vasos, instrumentos o utensilios destinados por el propietario de la finca
a la industria o explotación que se realice en un edificio o heredad, y que directamente
concurran a satisfacer las necesidades de la explotación misma.

6º) Los viveros de animales, palomares, colmenas, estanques de peces o criaderos análogos,
cuando el propietario los haya colocado o los conserve con el propósito de mantenerlos
unidos a la finca o formando parte de ella de un modo permanente.

7º) Los abonos destinados al cultivo de una heredad, que estén en las tierras donde hayan
de utilizarse.
9º) Los diques y construcciones que, aun cuando sean flotantes, estén destinados por su
objeto y condiciones a permanecer en un punto fijo de un río, lago o costa.

c) Inmuebles por analogía: Art. 334 “Son bienes inmuebles: 10º) Las concesiones
administrativas de obras públicas y las servidumbres y demás derechos reales sobre bienes
inmuebles.”

- BIENES MUEBLES: Art 335 “Se reputan bienes muebles los susceptibles de apropiación
no comprendidos en el capítulo anterior, y en general todos los que se pueden transportar
de un punto a otro sin menoscabo de la cosa inmueble a que estuvieren unidos.”

Art. 336 “Tienen también la consideración de cosas muebles las rentas o pensiones, sean
vitalicias o hereditarias, afectas a una persona o familia, siempre que no graven con carga
real una cosa inmueble, los oficios enajenados, los contratos sobre servicios públicos y las
cédulas y títulos representativos de préstamos hipotecarios.”

La doctrina critica esta distinción y la aplicación de un régimen jurídico distinto, señalando


que existen bienes muebles, como las aeronaves, buques, etc., cuyo valor económico es
superior al de muchos inmuebles, postulando la creación de un Registro mobiliario al que
puedan tener acceso los bienes muebles susceptibles de identificación y de un valor
relevante, a fin de que los cambios de titularidad puedan gozar de la misma protección de
que disfrutan los inmuebles inscritos en el Registro de la Propiedad.

Ya se han dado algunos pasos en esta línea. Así, los buques se consideran inmuebles a
efectos de hipoteca (L.H. Naval 21-08-1893), determinados bienes muebles pueden ser
objeto de hipoteca mobiliaria (LHMYPSDP 16-12-1954); y la Ley de Venta a Plazos de
Bienes Muebles 13-07-1998 habla del futuro Registro de Bienes Muebles, que ha sido
creado por Disposición Adicional Única del RD 1828/1999, 30 diciembre, por el que se crea
el Reglamento de Condiciones Generales de Contratación.

II. CLASES DE COSAS POR LAS RELACIONES DE CONEXIÓN QUE GUARDAN UNAS
CON OTRAS

A) COSAS SIMPLES Y COMPUESTAS: Según tengan individualidad unitaria, o resultan de


la conjunción de varias cosas simples, pudiendo dividirse y eventualmente separarse las
partes componentes.

B) COSAS PRINCIPALES Y ACCESORIAS: Accesorias son las que se incorporan a otra


principal, sin unidad de destino económico con ella. La regla general es que lo accesorio
sigue a lo principal, aunque hay excepciones. Para determinar cuál es la cosa principal se
atiende a la independencia de la cosa, a su importancia y finalidad, al valor y, en último
término, al volumen (arts. 358 y 375 y ss.)

III. CLASES DE COSAS POR RAZON DE SU TITULARIDAD

Art. 338 “Los bienes son de dominio público o de propiedad privada.”

Titulares de los bienes de dominio público sólo pueden serlo el Estado, las CCAA y los Entes
Locales, que también pueden ser titulares de bienes de propiedad privada. Los particulares
no pueden ser titulares de bienes de dominio público, aunque pueden disponer de la
utilización de determinados bienes públicos a través de las concesiones administrativas

A) BIENES DE TITULARIDAD ESTATAL:

a) Bienes de dominio público: Art. 339 “Son bienes de dominio público:

1º) Los destinados al uso público, como los caminos, canales, ríos, torrentes, puertos y
puentes construidos por el Estado, las riberas, playas, radas y otros análogos.
2º) Los que pertenecen privativamente al Estado, sin ser de uso común, y están destinados
a algún servicio público o al fomento de la riqueza nacional, como las murallas, fortalezas y
demás obras de defensa del territorio, y las minas, mientras que no se otorgue su
concesión.”

Art. 132 CE “1. La Ley regulará el régimen jurídico de los bienes de dominio público y de los
comunales, inspirándose en los principios de inalienabilidad, imprescriptibilidad e
inembargabilidad, así como su desafectación.

2. Son bienes de dominio público estatal los que determine la Ley y, en todo caso, la zona
marítimo-terrestre, las playas, el mar territorial y los recursos naturales de la zona
económica y la plataforma continental.”

b) Bienes patrimoniales o de propiedad privada: Art. 340 “Todos los demás bienes
pertenecientes al Estado, en que no concurran las circunstancias expresadas en el artículo
anterior, tienen el carácter de propiedad privada.”

Art. 341 “Los bienes de dominio público, cuando dejen de estar destinados al uso general o
a las necesidades de la defensa del territorio, pasan a formar parte de los bienes de
propiedad del Estado.”

Estos bienes se rigen por la Ley del Patrimonio Nacional 16-06-1982. La Ley del Patrimonio
de la Administraciones Públicas 3-11-2003, que derogó la Ley del Patrimonio del Estado de
24-12-1964.

B) BIENES DE TITULARIDAD DE LAS COMUNIDADES AUTONOMAS: Pueden ser


titulares de bienes de dominio público y de propiedad privada.

C) BIENES TITULARIDAD DE LOS ENTES LOCALES: Art. 343 “Los bienes de las
provincias y de los pueblos se dividen en bienes de uso público y bienes patrimoniales.”

a) Bienes de dominio público: Art. 344 pfo. 1º “Son bienes de uso público, en las provincias y
los pueblos, los caminos provinciales y los vecinales, las playas, calles, fuentes y aguas
públicas, los paseos y las obras públicas de servicio general, costeadas por los mismos
pueblos o provincias.”

b) Bienes patrimoniales o de propiedad privada: Art. 344 pfo, 2º “Todos los demás bienes
que unos y otras posean, son patrimoniales y se regirán por las disposiciones de este
Código, salvo lo dispuesto en leyes especiales.” TR Ley de Régimen Local 2-4-1986 y
Reglamento de Bienes 13-06-1986.

7.3.- LOS FRUTOS

I. CONCEPTO

Ferrara: Es fruto todo producto o utilidad que constituye el rendimiento de la cosa


conforme a su destino económico y sin alteración de su sustancia.

Art.353 CC: la propiedad de los bienes da derecho por accesión a todo lo que ellos
producen, o se les une o incorpora, natural o artificialmente.

II. CLASES

A) NATURALES, INDUSTRIALES Y CIVILES: Art. 354 “Pertenecen al propietario: 1º) Los


frutos naturales. 2º) Los frutos industriales. 3º) Los frutos civiles.”

Art. 355 “Son frutos naturales las producciones espontáneas de la tierra, y las crías y
demás productos de los animales.
Son frutos industriales los que producen los predios de cualquiera especie a beneficio del
cultivo o del trabajo.

Son frutos civiles el alquiler de los edificios, el precio del arrendamiento de tierras y el
importe de las rentas perpetuas, vitalicias u otras análogas.”

Deben reunir las siguientes características para ser considerados como frutos:

1.- periodicidad: que no implica que los frutos hallan de obtenerse a intervalos regulares y
constantes, sino que debe existir cierta habitualidad en la percepción.

2.- conservación de la sustancia: de manera que la percepción del fruto no acompañe una
disminución sensible de la cosa madre.

3.- el fruto ha de ser producido conforme al destino económico de la cosa.

4.- accesoriedad del fruto respecto de la cosa que lo produce.

5.- separabilidad: el fruto es una cosa que se separa de ella conforme a su destino
económico.

B) APARENTES Y NO APARENTES: Art. 357 “No se reputan frutos naturales, o


industriales, sino los que están manifiestos o nacidos.

Respecto a los animales, basta que estén en el vientre de su madre, aunque no hayan
nacido.”

Los frutos aparentes o manifiestos se subdividen en:

- Pendientes, que están unidos a la cosa.


- Separados, segregados natural o artificialmente.
- Percibidos, tomados con intención de tenerlos como propios.
- Consumidos, desaparecidos por la transformación o el consumo.

III. TRATAMIENTO JURIDICO

A) ATRIBUCION DE LOS FRUTOS: Pertenecen al propietario (art. 354). Pueden


pertenecer a otra persona en virtud de un hecho natural como la posesión de buena fe (art.
451), o de un acto jurídico constitutivo de derecho real como el usufructo, el censo
enfitéutico o la anticresis (arts. 471, 1632 y 1881), o de un acto constitutivo de derechos
personal como el arrendamiento (art. 1554)

B) MOMENTO DE LA ADQUISICION: Los frutos naturales e industriales se


adquieren por el hecho de su separación. Los frutos civiles se consideran percibidos por
días, con independencia de haber hecho efectiva o no su percepción.

C) OBLIGACIONES INHERENTES AL PERCIBO DE FRUTOS: Art. 356 “El que percibe los
frutos tiene la obligación de abonar los gastos hechos por un tercero para su producción,
recolección y conservación.”

7.4.- EL PATRIMONIO

I. CONCEPTO

Castán: “Conjunto de derechos susceptibles de estimación pecuniaria, íntimamente


ligados entre sí por su afectación a los fines generales de una persona, o por su afectación
a un destino especial, y a los que la ley, en algunos casos, otorga la consideración de una
unidad abstracta de la que forman parte también las obligaciones del titular.”

II. NATURALEZA JURIDICA


a) Teoría clásica o subjetivista: El patrimonio es una unidad o universalidad jurídica
derivada de la unidad de la persona a modo de emanación o prolongación de ésta. No se
concibe el patrimonio sin titular personal: cada persona tiene un patrimonio y solo uno.

b) Conjunto de relaciones jurídicas no independiente de las mismas.

c) Suma de todos los derechos patrimoniales de una persona, así las obligaciones
que recaen sobre ellos son una carga que lo gravan.

III. CLASES

a) Patrimonio personal: Se constituye en torno a una persona y le acompaña hasta su


muerte. Constituye una unidad, basada en la personalidad del titular, y cuya principal misión
es servir de garantía a los acreedores (art. 1911 CC)

b) Patrimonios de destino o patrimonios en administración: Patrimonios desligados


de la titularidad personal, cuya unidad se verifica por su afectación a un fin, el cual puede
ser de destino propiamente dicho, o de liquidación. Se les llama también patrimonios en
administración, siendo característica de ellos la provisionalidad. X ej., el del nasciturus, el
del ausente, la herencia yacente, etc.

c) Patrimonio colectivo: que implica una titularidad conjunta. No tienen una


titulariza por cuotas, sino que la tienen por el todo. (Gananciales).

d) Patrimonio en situación interina o sin titular: cuando una masa de bienes y


derechos se unifica en atención a un destino que parece llamado a agotarse en un
determinado plazo. (Herencia yacente).

PATRIMONIOS SEPARADOS

Constituyen excepciones al principio del patrimonio general de la persona.

Se pueden definir como conjuntos patrimoniales que, en interés de un determinado fin y


especialmente con referencia a la responsabilidad por deudas, son tratados en ciertos
aspectos como un todo distinto del resto del patrimonio.

Dicha autonomía patrimonial suele ser de origen legal. Pero hoy es posible la existencia de
patrimonios separados creados por la libre voluntad, como la SA o SL unipersonales.

Pueden considerarse como casos de patrimonio separado la herencia indivisa, la aceptada a


beneficio de inventario, los gananciales, la comunidad de bienes, el buque, o el patrimonio
protegido de las personas con discapacidad.

Cuando la titularidad del patrimonio separado corresponde a varias personas se suele


hablar de patrimonios colectivos.

TEMA 9: LAS PERSONAS JURÍDICAS

9.1. LAS PERSONAS JURIDICAS: CONCEPTO, NATURALEZA Y CLASES

I. CONCEPTO

Podemos definir a las personas jurídicas como aquellas entidades formadas para la
realización de fines colectivos y permanentes a los que el Derecho objetivo reconoce
derechos y obligaciones.

II. CLASES

A) PERSONAS JURIDICAS DE DERECHO PÚBLICO Y DE DERECHO PRIVADO:

a) Personas jurídicas de Derecho Público: Participan, en todo o en parte, de la soberanía


o potestad pública del Estado. Cabe incluir entre ellas: Al Estado y la Iglesia; las
entidades públicas territoriales como la provincia o el municipio; y las entidades
públicas institucionales, como los organismos autónomos y los demás establecimientos
públicos con personalidad y patrimonio propios.

b) Personas jurídicas de Derecho Privado: Pueden ser: De utilidad pública, si persiguen


fines de interés general; o de utilidad privada, si persiguen fines privados.

B) POR SU ESTRUCTURA: Atendiendo al elemento básico que las constituye. Cabe


distinguir entre: Asociaciones, basadas en su conjunto de personas; y las Fundaciones,
basadas en una masa de bienes unificados por su adscripción a un fin.

C) CLASIFICACION DEL CODIGO CIVIL:

Art. 35 “Son personas jurídicas:

1º) Las corporaciones, asociaciones y fundaciones de interés público reconocidas por la ley.

2º) Las asociaciones de interés particular, sean civiles, mercantiles o industriales, a las que
la ley conceda personalidad propia, independiente de la de cada uno de los asociados.”

Este precepto, plantea la cuestión sobre la diferencia entre corporaciones y asociaciones,


según el artículo 37 suele sostenerse que las corporaciones son las personas jurídicas
directamente creadas o reconocidas por una ley que en especial se refiere a cada una de
ellas; y las asociaciones, son producto de la voluntad individual, aunque vengan reconocidas
de un modo general en la ley.

También podemos diferenciar entre asociaciones y fundaciones atendiendo a su


estructura básica. Mientras que las asociaciones son un conjunto de personas unidas para la
consecución de un fin siendo lo relevante el sustrato personal, las fundaciones son un
conjunto de bienes (patrimonio) adscrito a un fin. En este caso lo primordial es el
componente patrimonial.

Finalmente, debemos saber que las asociaciones pueden ser también de interés particular:
sociedades, que tienen por objeto conseguir un lucro repartible entre los socios.

9.2. RÉGIMEN BÁSICO DE LAS PERSONAS JURÍDICAS.

I. CAPACIDAD JURÍDICA

Las personas jurídicas adquieren capacidad jurídica y capacidad de obrar desde el mismo
momento de su constitución tal y como establece el artículo 35 del CC.

Su capacidad civil se regulará:

▪ La de las corporaciones, por las leyes que las hayan creado o reconocido.

▪ La de las asociaciones, por sus estatutos.

▪ La de las fundaciones, por las reglas de su institución.

▪ La de las sociedades, por las disposiciones relativas al contrato de sociedad, según la


naturaleza de éste.

II. CAPACIDAD DE OBRAR

Dice el Código Civil respecto a la capacidad de obrar de las personas jurídicas que éstas
pueden adquirir y poseer bienes de toda clase, así como contraer obligaciones y ejercitar
acciones civiles o criminales, conforme a las leyes y reglas de su constitución.

En principio, es una capacidad de obrar general, que sólo debe verse limitada cuando lo
disponga la ley o cuando se trate de posiciones jurídicas reservadas en exclusiva a las
personas naturales.
III. NACIONALIDAD.

Art. 9.11 CC “La ley personal correspondiente a las personas jurídicas es la determinada por
su nacionalidad, y regirá en todo lo relativo a capacidad, constitución, representación,
funcionamiento, transformación, disolución y extinción.”

Posteriormente, el art. 28 CC nos indica que “Las corporaciones, fundaciones y


asociaciones, reconocidas por la ley y domiciliadas en España, gozarán de la nacionalidad
española”.

IV. DOMICILIO.

El domicilio de las personas jurídicas deberá establecerse en el momento de su


constitución. Sin embargo, cuando ni la ley que las haya creado  o reconocido, ni los
estatutos  o las reglas de fundación fijaren su domicilio, se entenderá que lo tienen en el
lugar en que se halle establecida su representación legal,  o donde ejerzan las principales
funciones de su instituto.

El Real Decreto Legislativo 1/2010 de sociedades de capital establece en art. 9 que las
sociedades de capital fijarán su domicilio en territorio español donde se halle el centro de
su efectiva administración y dirección o donde radique el principal establecimiento. Y
artículo 10, señala que, en caso de discordancia entre domicilio real y registral, los
terceros podrán considerar domicilio cualquiera de ellos. Y el art.11 que las sociedades de
capital podrán abrir sucursales en cualquier lugar del territorio nacional o extranjero.

9.3. ASOCIACIONES

A) CONCEPTO: Conjunto de personas que se unen voluntariamente para alcanzar un fin


común y no lucrativo. Cuando reúnen los requisitos legales el Derecho les reconoce
personalidad jurídica. La existencia de asociaciones hace referencia al derecho de
asociación, recogido en las Constitución democráticas dentro del grupo de los derechos
fundamentales.

Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación

B) LEGISLACIÓN APLICABLE:

El art. 22 CE recoge el reconocimiento expreso del derecho de asociación, declarando


ilegales a todas aquellas que persigan fines o utilicen medios tipificados como delito y
prohibiendo únicamente las asociaciones secretas y las de carácter paramilitar.

También se rigen las asociaciones por el RD 1497/2003, 28 de noviembre, por el que se


aprueba el Reglamento del Registro Nacional de Asociaciones.

A su vez, las asociaciones de interés particular se rigen por las disposiciones relativas al
contrato de sociedad (art. 36 CC), ya sea civil o mercantil; y las de interés público por la
LO 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación.

Por otro lado, existen entidades asociativas con una regulación específica como son:

▪ Art. 6 CE en el caso de los partidos políticos.

▪ Art.7 CE para la regulación de los sindicatos y las asociaciones empresariales.

▪ Art. 16 CE que regula la Iglesia y las Comunidades religiosas.

▪ Arts. 36 y 52 CE para las organizaciones y colegios profesionales.

▪ Art. 127.1 CE donde aparece la regulación de la asociación profesional de Jueces,


Magistrados y Fiscales.
Por su parte, diversas CCAA también han regulado las Asociaciones, entre ellas, la
Comunidad Canaria. Ley 4/2003, de 28 de febrero, de Asociaciones.

C) CONSTITUCIÓN:

Para constituir una asociación de requiere una pluralidad de personas. Resulta el


presupuesto fundamental precisamente la unión o agrupación de un número plural de
personas. Dichas personas pueden ser físicas y jurídicas con un número mínimo de tres
asociados, pudiendo ser públicas o privadas. Además, con carácter general, deben tener
capacidad de obrar a excepción de las asociaciones juveniles y estudiantiles.

Por otro lado, también se requiere el otorgamiento de acta fundacional. Se trata de un


documento público o privado, suscrito por los socios fundadores para dejar constancia de la
voluntad común y concorde de los asistentes de constituir una asociación cuyo contenido
mínimo se determina en la Ley: identificación de los promotores, su voluntad de constituir
una asociación, los Estatutos, lugar y fecha de otorgamiento del acta, y firma de los
promotores, así como la designación de los integrantes de los órganos provisionales de
gobierno

Con respecto al contenido mencionado nos centraremos en los Estatutos, los cuales deben
incluir: la denominación que recibirá la asociación, domicilio y ámbito territorial, fines y
actividades, los requisitos y modalidades de admisión, baja, sanción y separación de los
asociados así como los derechos y obligaciones de los mismos, órganos de gobierno y
representación con un funcionamiento democrático, régimen de administración,
contabilidad, patrimonio inicial y recursos económicos y las causas de disolución y destino
del patrimonio. También podrán incluir cualesquiera otras disposiciones y condiciones lícitas
que estimen conveniente los promotores

Finalmente, deberemos hablar de la adquisición de la personalidad jurídica de las


asociaciones. Ésta se producirá en el momento del otorgamiento del acta fundacional,
adquiriendo personalidad jurídica y plena capacidad de obrar.

Existe la obligatoriedad de la inscripción en el Registro General de Asociaciones y en el


Registro Autonómico, cuando su ámbito de actuación se concrete a la Comunidad Autónoma.
La inscripción lo es únicamente a efectos de publicidad y constituye un deber de los
promotores.

En el caso de no inscripción, los promotores responderán personal y solidariamente, con la


asociación, de las obligaciones contraídas con terceros.

D) LA CONDICIÓN DE SOCIO:

La condición de socio viene determinada por la adscripción o pertenencia de la persona a


cualquier asociación, que dependerá exclusivamente de un acto voluntario y libre de
ejercicio del derecho de asociación. Éste puede ser contemplado desde una doble
perspectiva:

▪ Contenido positivo: derecho a asociarse libremente o a incorporarse a asociaciones


preexistentes

▪ Contenido negativo: nadie puede ser obligado a ingresar en una asociación ni a


permanecer en ella.

La condición de asociado es intransmisible, salvo lo que disponga los Estatutos, por causa de
muerte o a título gratuito.

DERECHOS Y DEBERES DE LOS SOCIOS

I. DERECHOS:
▪ A participar en las actividades de la asociación y en los órganos de gobierno y
representación. Poseen el derecho a votar y a asistir a la Asamblea General.

▪ A ser informado.

▪ A ser oído con carácter previo a la adopción de medidas disciplinarias contra él.

▪ A impugnar acuerdos.

II. DEBERES:

▪ Compartir y colaborar en las finalidades de la asociación.

▪ Pagar las cuotas, derramas y otras aportaciones.

▪ Acatar y cumplir los acuerdos adoptados.

E) ESQUEMA ORGANIZATIVO Y ÓRGANOS DIRECTIVOS

El régimen interno de las asociaciones deberá establecerse conforme a lo dispuesto en los


Estatutos, de manera que no contradiga la Ley Orgánica ni las disposiciones reglamentarias.

Los órganos directivos son:

▪ Asamblea General: Órgano supremo de gobierno de la asociación, integrado por todos


los asociados, que adopta acuerdos por el principio mayoritario y debe reunirse al
menos una vez al año. Se rige por el principio mayoritario o de democracia interna.

▪ La Junta: Órgano de representación y gestión de los intereses de la asociación, según


las disposiciones de la Asamblea, del que sólo pueden formar parte los asociados. Sus
facultades se extenderán a todos los actos propios de las finalidades de la misma.

F) PATRIMONIO SOCIAL Y GESTIÓN ECONÓMICA

Debe mencionarse en los Estatutos:

▪ El patrimonio inicial, es decir, el conjunto de bienes y derechos que los socios aportan a
la asociación en el momento de su constitución y que queda afectado al cumplimiento de
los fines asociativos.

▪ Recursos complementarios: cuotas, donaciones, subvenciones, legados, herencias, etc.

Con respecto a su capacidad patrimonial, tendrá la misma que toda persona jurídica con
derecho a adquirir y poseer toda clase de bienes y derechos.

G) SUSPENCIÓN

La suspensión de las asociaciones hace referencia a la mera inactividad temporal,


pudiéndose llevar a efecto mediante “resolución judicial motivada”. Además, “sólo podrán
ser suspendidas… por resolución motivada de la autoridad judicial competente”.

H) DISOLUCIÓN O EXTINCIÓN

La disolución o extinción de una asociación supone la desaparición de la persona jurídica.


Para ello se han establecido las siguientes causas:

▪ Por las causas previstas en los Estatutos.

▪ Por la voluntad de los socios expresada en la Asamblea general convocada al efecto:

- Acuerdo de disolución adoptado conforme a lo previsto en los Estatutos.

- Por mayoría cualificada de las personas presentes o representadas, que resultará


cuando los votos afirmativos superen la mitad.
▪ Por las causas previstas en el art. 39 CC:

- Expiración del plazo previsto al constituirla.

- Realización del fin social.

- Imposibilidad de acometerlo.

Si se produce la disolución de una asociación, el destino del patrimonio no podrá desvirtuar


el carácter no lucrativo de la entidad y, además, deberá darse al patrimonio el destino
previsto en los Estatutos.

9.4. FUNDACIONES

Según la Ley de Fundaciones 50/2002, de 26 de diciembre, “son fundaciones las


organizaciones constituidas sin fin de lucro que, por voluntad de sus creadores, tienen
afectado de modo duradero su patrimonio a la realización de fines de interés general”.

La fundación es la persona jurídica de sustrato patrimonial por excelencia. En este sentido


se puede describir como «personificación de un patrimonio establemente adscrito a un fin
de carácter general».

Las fundaciones aparecen reguladas en:

▪ Art. 34.1 CE: constitucionaliza el derecho de fundación «para fines de interés general».

▪ Legislación autonómica: Ley 2/1998, de 6 de abril, de Fundaciones canarias.

▪ En 2002, la Ley 50/2002, de 26 de diciembre

▪ Desarrollo reglamentario de la Ley, mediante el RD 1337/2005, de 11 de noviembre,


referido al Registro de fundaciones.

A) CONSTITUCION:

Pueden constituir fundaciones tanto las personas físicas como las jurídicas, ya sean
públicas o privadas con capacidad de disponer gratuitamente, por acto inter vivos
(escritura pública) o mortis causa (en testamento). Una vez inscrito el documento de
constitución en el Registro de Fundaciones adquiere personalidad jurídica.

Se requiere una dotación que puede consistir en bienes o derechos de cualquier clase, y ha
de ser adecuada y suficiente al cumplimiento de los fines fundacionales. Se presume
suficiente cuando su valor económico alcance los 30.000 euros. Si es dineraria, se puede
hacer de forma sucesiva, pero el desembolso inicial debe ser superior al 25 por ciento.

El contenido mínimo de las fundaciones debe incluir: la identificación del fundador o


fundadores, la voluntad de constituir una fundación, la dotación, los Estatutos y la
identificación de las personas que integran el Patronato y su aceptación.

B) LA VOLUNTAD DEL FUNDADOR

El fundador tiene un protagonismo extraordinario en la vida de la fundación. Los Estatutos,


incluso, han de ser interpretados e integrados conforme a esa voluntad. Ésta no es
ilimitada, pues hay unos mínimos que debe observar:

▪ Que los fines sean de interés general

▪ Que, una vez creada, no tiene facultad por sí mismo para decidir l a s u e r t e d e l a
fundación, depende en exclusiva de lo dispuesto en los Estatutos.

C) LOS FINES Y LOS BENEFICIARIOS

Deben ser de «interés general». Características:


▪ Los fines han de ser determinados, en cuanto consecución a perseguir.

▪ Los futuros beneficiarios han de ser, por el contrario, necesariamente indeterminados.

▪ Los fines han de ser lícitos. Las fundaciones que persigan fines o utilicen medios
tipificados como delito son ilegales, y, por tanto, pueden ser suspendidas sus
actividades o ser extinguidas previa resolución judicial motivada.

D) FORMA E INSCRIPCIÓN EN EL REGISTRO

La inscripción de la fundación en el Registro es un requisito ineludible para la constitución


de la misma. Adquirirán personalidad jurídica desde la inscripción de la escritura pública de
constitución en el correspondiente Registro de Fundaciones.

E) ACTIVIDAD DE LA FUNDACIÓN

La fundación debe actuar en el tráfico jurídico conservando su patrimonio y aplicando a la


consecución de los fines las rentas o rendimientos de la dotación patrimonial, así como los
otros posibles ingresos que no integren la dotación. A tal efecto, la dotación patrimonial
debe estar compuesta de bienes y derechos rentables.

Es necesaria la autorización del Protectorado en actos de administración y disposición de la


dotación patrimonial. A su vez, debe destinarse a la realización de los fines fundacionales al
menos el 70% de las rentas o cualesquiera otros ingresos netos que obtenga la Fundación.

Por otro lado, existe la posibilidad de que desplieguen actividades empresariales siempre
que se trate de actividades relacionadas con los fines fundacionales o sean accesorias o
complementarias de las mismas. Además, pueden intervenir en cualesquiera actividades
económicas a través de su participación en sociedades, siempre que se trate de sociedades
con responsabilidad limitada, o en las que no se responda personalmente de las deudas
sociales.

F) EL GOBIERNO DE LA FUNDACIÓN

El gobierno y representación de la Fundación corresponde al Patronato, que deberá cumplir


los fines fundacionales y administrar los bienes de la fundación. Está formado por un
mínimo de tres miembros y podrá delegar sus funciones en la junta directiva. Las
Fundaciones son controladas por la Administración mediante el Protectorado de
Fundaciones.

El Protectorado es un departamento administrativo que tiene encomendada la vigilancia y


control de la fundación. Velará por el ejercicio correcto de su derecho y la legalidad de su
actuación.

G) EXTINCIÓN DE LA FUNDACIÓN

Se prevén las siguientes causas es extinción de las fundaciones:

▪ Por expiración del plazo.

▪ Por realización íntegra del fin fundacional o imposibilidad de alcanzarlo.

▪ Por fusión.

▪ Por cualquier otra causa prevista en el acto constitutivo o en los Estatutos, así como
cualquier otra causa establecida en las leyes.

En la práctica, la causa más frecuente es la insuficiencia patrimonial para atender al fin


previsto, lo que origina la fusión o modificación, que requiere acuerdo del Patronato y
autorización por el Protectorado.
Dentro de este apartado debemos hacer mención a la liquidación. En estos casos se
destinarán los bienes y derechos a fundaciones o entidades no lucrativas privadas que
persigan fines de interés general, que tengan afectados sus bienes, incluso para el supuesto
de su disolución, a la consecución de aquéllos, y que hayan sido designados en el negocio
fundacional, en los Estatutos, o por acuerdo del Patronato, o por el Protectorado.

Podrán prever, no obstante, que sean destinados a entidades públicas, de naturaleza no


fundacional que persigan fines de interés general.

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