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UNIVERSIDAD SAN PEDRO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS


POLITICAS

TEMA : BUSQUEDA DE PRUEBAS Y RESTRICCION DE


DERECHOS
ALUMNOS: MANRIQUE JULCA LUIS
VILLANUEVA YADIRA
RESURRECCION GUADALUPE
DOCENTE: CUEVA DEZA JORGE
CURSO: DERECHO PROCESAL PENAL I
CICLO: VII

HAURAZ - 2019

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DEDICATORIA
El presente trabajo esta dedicado a los alumnos por su esmero y compromiso.

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INTRODUCCION
En el presente trabajo hablaremos sobre el nuevo código procesal penal que
pretende combinar garantías con eficacia, en el sentido de conferir a los órganos de
persecución los instrumentos y mecanismos legales adecuados a efectos de cumplir
adecuadamente con los objetos del procedimiento, Por ello el Estado, como apunta ha
de poner el servicio de la investigación penal, medios materiales y humanos y
naturalmente públicos para desarrollar una labor que cada vez en mayor medida exige
conocimientos técnicos y especializados. Es sabido que entre los principales fines del
proceso penal se comprenden la realización de la pretensión punitiva estatal y la
averiguación de la verdad.
La búsqueda de la verdad material pretende alcanzar ilustradamente como fruto del
conocimiento natural o social de los ciudadanos, que resuelven en conciencia el
conflicto entre ellos planteando. Es de ahí que esta verdad debe concretizarse a partir
de actos de prueba, que deben traducirse esencialmente en el ámbito de la
investigación. La investigación preliminar y preparatoria se instituye en una etapa
fundamental que condiciona el éxito del proceso pues en este nivel donde se obtienen
y se adquieren las fuentes de prueba que han de servir al Fiscal para que pueda
constituir sólidamente la acusación, como fase previa al juzgamiento. En otras
palabras podemos definir que la Investigación es el momento primario de fase del
investigación probatoria que sirve sustento cognitivo de ser el caso que el Fiscal no
cuente con los medios de prueba suficientes para sustentar su acusación el caso no
podrá ser judicializado y con ello, el debilitamiento de la tutela judicial efectiva será
inminente, pues muchos delitos realmente cometidos no serán debidamente
sancionados.

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INDICE

1. Aspectos preliminares

2. Principio de legitimidad en la búsqueda de prueba

3. Presupuestos

4. Confirmación Judicial

5. Control de identidad Policial

5.1. Procedimiento

5.2. Controles Policiales Públicos en delitos graves

6. Video-vigilancia

6.1. Procedimiento

7. Las pesquisas

7.1. Los motivos y objetos de la inspección

7.2. Retenciones

7.3. Registro de personas

8. Retenciones

9. Registro de personas

10. Examen corporal del imputado

11. Examen corporal de otras personas

12. Examen corporal para prueba de alcoholemia

13. El Allanamiento

13.1. Presupuestos para su solicitud

13.2. Contenido de la resolución Judicial

13.3. Desarrollo de la diligencia

13.4. Solicitud del fiscal para la Incautación y Registro de personas

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14. La exhibición forzosa y la incautación

14.1. Incautación probatoria

14.2. La exhibición e incautación de bienes

14.3. Ejecución e incautación de Actuaciones y Documentos No Privados

14.4. Copia de documentos Incautados

15. Exhibición e incautación de documentos no privados

16. La interceptación e incautación postal

17. El levantamiento del secreto bancario

17.1. Procedimiento

18. El levantamiento de la reserva tributaria

19. La clausura o vigilancia de locales e inmovilización

19.1. Ejecución

19.2. Ejecución sin orden judicial

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BUSQUEDA DE PRUEBAS Y RESTRICCION DE DERECHOS

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20. Aspectos preliminares

EL Nuevo Código Procesal Penal Peruano, aprobado por el Decreto Legislativo N°


957, del 29 de julio de 2004, regula en la Sección II de su Libro II todo el ámbito de la
prueba y dentro de ella el título III está dedicado concretamente a la búsqueda de
pruebas y restricción de derechos.

Como se sabe, la investigación es una etapa del proceso penal en la que se realizan
diversos tipos de actuaciones de averiguación o de investigación propiamente dichas,
que buscan esclarecer la perpetración de los delitos, con todas las circunstancias que
puedan influir en su calificación y la culpabilidad de los delincuentes. Ahora bien, esa
noción, como apunta Martín y Martín comprende dos órdenes de diligencias:

a) Las encaminadas a proporcionar por sí mismas las fuentes de investigación (ej,


inspección judicial y declaraciones de imputados, testigos y peritos, entre otras).

b) Las encaminadas a la búsqueda y adquisición de las fuentes de investigación, que


tienen un carácter garantizador al afectar derechos fundamentales y su actuación,
siempre instrumental, permite por lo general pre-constituir prueba. 1

El NCPP acepta esta clasificación y en el Título II hace mención a los medios de


prueba, mientras que en el Título III prevé las actuaciones referidas a la búsqueda de
pruebas y restricción de derechos.

Como sabemos, el interés estatal en la investigación de un delito, constituye un bien


colectivo que merece tutela y que sin embargo en esta tarea puede colisionar
derechos fundamentales de los presuntos culpables del delito que hasta tanto no se
demuestre en juicio lo contrario, gozan de un estado jurídico de inocencia. Por ello,
iniciado un proceso penal determinado, ese estado de inocencia si bien funcionará como
límite o freno para el desmedido poder vulnerante de garantías que en su accionar el
Estado puede llegar a avasallar, ello no implica que se torne un obstáculo infranqueable
que impida, siempre y en todos los casos, que la justicia pueda afianzarse mediante la
realización de todos los actos conducentes a descubrir lo realmente sucedido. En esa
asunción el Estado regula una serie de medidas de búsqueda de pruebas, en donde
inevitablemente se restringirán derechos y garantías fundamentales de personas que si
bien aún no han sido declaradas culpables en juicio(y por ende son inocentes), esa
limitación se halla justificada en virtud de encontrarse con mayor o menor compromiso
procesal, dentro de una investigación.2

Es por esa razón, que se regulan medidas de manera específica de búsqueda de pruebas
que restringen derechos fundamentales, pero que no violan o transgreden
derechos fundamentales, porque son medidas cuya adopción debe estar sometida a la
concurrencia de ciertos presupuestos, pues no podemos salir de un cauce garantista, en
la medida que la función general de la política criminal es la realización de los derechos

8
fundamentales, y el Derecho Procesal Penal se comprende también en esa
sistematización que refunda todos el Sistema Penal.

En consecuencia, podemos entender que la Búsqueda de Pruebas es el conjunto de


medios legítimos que permitan aportar información para el esclarecimiento de los
hechos. Por ello se puede afirmar que esta actividad probatoria se encuentra dirigida a
obtener la verdad. El Título III del Nuevo Código Procesal Penal está dedicado a las
Medidas Restrictivas de Derechos en la Búsqueda de Medios de Pruebas, así
tenemos dentro de este título las siguientes medidas de búsqueda y aseguramiento de la
prueba:

1. Control de Identidad policial. (Art.205 y ss. del C.P.P)


2. Video-vigilancia. (Art.207 del C.P.P)
3. Pesquisas. (Art.208 y ss. del C.P.P)
4. Intervención corporal. (Art.211 y ss. del C.P.P)
5. Allanamiento. (Art.214 y ss. del C.P.P)
6. Exhibición e incautación de bienes y de documentos no privados. (Art.218 y
ss.C.P.P)
7. Control de las comunicaciones y documentos privados. (Art.226 y ss. del
C.P.P)
8. Levantamiento del secreto bancario y de la reserva tributaria. (Art.235 y ss. del
C.P.P)
9. Clausura o vigilancia de locales e inmovilización. (Art.237 y ss. del C.P.P)

Por tanto, diremos que por este tipo medidas entendemos a aquellos mecanismos
que, mediante la restricción del ejercicio de un derecho constitucional, buscan hallar y
asegurar el material probatorio referido a la realización de un delito y sus presuntos
implicados. Es decir, diligencias de averiguación directa de fuentes de información
tendientes a la acreditación de las imputaciones e identidades, comportando
limitaciones a derechos constitucionales, definidos directamente por la Constitución y
sometidos a determinados principios.

Para Schlűchter, son actos procesales con los cuales se interfiere o se interviene en el
derecho fundamental de una persona – inculpado o tercero – contra su voluntad, por
causa de la persecución penal
21. Principio de legitimidad en la búsqueda de prueba

Cuando se habla de principios se hace referencia a las ideas base de determinados


conjuntos de normas, ideas que se deducen de la propia ley aunque no estén
expresamente formuladas en ella, su valor no es solo teórico; las repercusiones

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prácticas de los principios pueden manifestarse en diversos campos: 1.- Como
elemento auxiliar de la interpretación; 2.- Como elemento integrador de la analogía,
para los supuestos de laguna legal; 3.- Como marco teórico para las discusiones de lege
ferenda.

Los principios rectores son aquellos que consagran la filosofía y la orientación que el
procedimiento penal tiene en cada país. Por eso generalmente se encuentran en la
Constitución Política, señalados en forma expresa o tácita4, y en el presente caso el
Principio de Legitimidad de la Prueba no obstante de tener base constitucional, ha
sido incluido en el NCPP en su Título Preliminar como uno de los Principios Básicos
que orientan todo el Sistema de Justicia Penal (Sistema Acusatorio Garantista con
rasgos Adversariales). En efecto el Nuevo Código Procesal Penal prescribe en su
Título Preliminar el Principio de Legitimidad de la Prueba que refiere lo siguiente:

“ARTÍCULO VIII. Legitimidad de la prueba.- 1. Todo medio de prueba será


valorado sólo si ha sido obtenido e incorporado al proceso por un procedimiento
constitucionalmente legítimo.2. Carecen de efecto legal las pruebas obtenidas,
directa o indirectamente, con violación del contenido esencial de los derechos
fundamentales de la persona. 3. La inobservancia de cualquier regla de garantía
constitucional establecida a favor del procesado no podrá hacerse valer en su
perjuicio.

El cual nos señala que todo medio de prueba será valorado solo si ha sido obtenido e
incorporado al proceso por un procedimiento constitucionalmente legítimo. En esa
asunción es necesario distinguir entre obtención de la prueba (fuente) e incorporación
de la prueba, puesto que la primera se da cuando se afecta una norma de orden
constitucional por la afectación de un derecho fundamental del imputado y la
segunda, se produce cuando se viola una norma de carácter procesal en la
incorporación de los medios de prueba, y no de su obtención. Existiendo la diferencia
entre la ilicitud en la obtención de la prueba (con violación constitucional) lo que la
doctrina y la jurisprudencia la denomina la prueba prohibida, de la ilicitud en la
incorporación de la prueba (con violación de formalidad procesal) que se denomina la
prueba irregular.5

Como bien sabemos el Estado busca establecer un orden a través de su potestad


sancionadora del delito (ius imperium); dicho orden está destinado a salvaguardar
intereses de la colectividad y del suyo mismo. Pero dicho ius imperium tiene límites
que el Estado contempla, los cuales son los derechos individuales de la persona, en
tanto dignidad del ser humano se contemple. Dichos límites encuentran su mayor
arraigo en el proceso penal, pues no sólo está en juego, por un lado el orden que el
Estado debe hacer prevalecer dentro de la sociedad, sino que por otro lado el respeto de
la dignidad del ser humano, y por ende de los demás derechos fundamentales del
individuo.6 En esa asunción, la necesidad de proteger los derechos fundamentales

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constituye un límite a la actividad de búsqueda de la verdad de parte de la
administración de justicia y en especial del órgano persecutor del delito (Ministerio
Público y su colaborador la Policía Nacional). Por tanto, nuestro sistema de prohibición
de prueba se encuentra dirigido a proteger derechos fundamentales, por lo que, en
principio, existe el derecho del procesado que le permite excluir la prueba que vulnere
estos derechos y que impide al juzgador valorarla, puesto que la reconstrucción de la
verdad ya no es concebida como un valor absoluto dentro del proceso penal, sino que
frente a ella, se erigen determinados barreras que el Estado no puede franquear, nos
referimos a los derechos fundamentales y a las garantías procesales. Estos frenos se
convierten en el límite a la actuación del Estado dentro del Proceso Penal. Cualquier
actuación fuera de los límites impuestos se convierten en ilegales, y cualquier medio
de prueba que se recabe en el proceso, violando dichos limites se convierte en prueba
ilegitima o prueba prohibida. La verdad que trata de descubrir el proceso penal, no
puede conseguirse a cualquier precio, sino sólo al precio legítimo de lo que es viable y
hacedero, de acuerdo con los altos principios que gobiernan al Estado de Derecho, 7 y
en un proceso penal garantista.

La constitución ha establecido que carecen de valor las declaraciones obtenidas por la


violencia, quien la emplea incurre en responsabilidad, en el artículo 2° inciso 24
acápite h. A partir de ellos se debe entender que las pruebas dentro del proceso penal
deben ser obtenidas en el marco de lo que establece la Constitución, las leyes y el
respeto a los derechos fundamentales.

Este Principio importantísimo y de suma trascendencia, establece que tanto la policía


como el Ministerio Público en su labor de investigación, no pueden obtener los medios
probatorios mediante actos ilícitos, violando por tanto las garantías del debido proceso
como señala el Art. 159° inc. 4 y 166° de la Constitución. Las pruebas así obtenidas,
no pueden ser utilizadas en forma alguna dentro de un proceso, y deben ser
consideradas como no realizadas. Lo resaltante es que este principio pone coto a
cualquier abuso de derecho, por parte de la autoridad, para obtener material
probatorio, que no sea respetando la integridad material de la persona, ya se inutilizando
la prueba ilícita, o la prueba prohibida.

Ana Calderón Sumarriva8, nos dice que se concluye que “están prohibidos aquellos
medios de prueba que van contra la dignidad o integridad de las personas, lo que

constituye una ilegitimidad de fondo; pero si se ha obtenido fuera de los cauces o


procedimientos preestablecidos, constituye una ilegitimidad de forma.”

Así la mencionada autora nos refiere que este principio consagrado en el Nuevo Código
Procesal Penal acoge la Teoría de la Ponderación de intereses, la cual plantea que no
todo defecto, omisión o vulneración genera la invalidez de la prueba, sino aquella que
afecta la norma constitucional. Con los siguientes aspectos:

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a) Legitimidad de Forma: Todo medio de prueba será valorado sólo si ha sido
obtenido e incorporado en el proceso por un procedimiento constitucionalmente
legítimo.

b) Legitimidad de fondo: Carecen de efecto legal las pruebas obtenidas con


violación del contenido esencial de los derechos fundamentales de la persona. Su
inobservancia genera la denominada prueba prohibida que puede ser: Directa
(Invalida por si misma) o Indirecta (Invalida por derivación). Se aplica la teoría
americana del “árbol del fruto envenenado” o la teoría europea del “efecto reflejo”.

c) La excepción a la exclusión del material probatorio ilegitimo: Es posible de


aplicar cuando la inobservancia de cualquier garantía constitucional establecida a
favor del procesado no pueda hacerse valer en su perjuicio.

Es así que el Principio de Legitimidad de la Prueba prescrito en el Nuevo Código


Procesal Penal, como uno de los principios rectores del Sistema Penal Acusatorio
Garantista, regula lo que la doctrina conoce como LA PRUEBA PROHIBIDA aquella
prueba obtenida ilícitamente, es decir vulnerando los derechos fundamentales del
imputado a fin de adquirir fuentes de conocimiento.9

22. Presupuestos

Como ya lo venimos afirmando, para que la restricción de un derecho fundamental sea


legitima y no trastoque el contenido esencial de los derechos fundamentales de la
persona sujeta a investigación, deberá actuarse bajo ciertos presupuestos que conllevan
criterios de razonabilidad, de ponderación y de necesidad; es decir, solo cuando sea
estrictamente necesario para el fin valioso, pues el Sistema Acusatorio Garantista, debe
combinar armoniosamente los dos fines que se encuentran en juego en un proceso penal
como son: La eficacia de la persecución penal y la plena habilitación de las garantías
constitucionales. En dicha asunción, el C.P.P de 2004, señala en forma expresa las
medidas restrictivas de derechos que puede utilizar el director de la investigación con su
colaborador la Policía Nacional en la búsqueda de pruebas, estableciendo a su vez
preceptos generales, que responden a verdaderos presupuestos a tener en cuenta en la
adopción de estas medidas, y que van a permitir

distinguir cuando nos encontramos ante un caso de restricción y cuando nos


encontramos ante un caso de vulneración ( por no haberse cumplido los presupuestos
para su adopción), y con ello establecer las consecuencias en uno u otro caso. Por tanto
los principios los tratamos a continuación:

22.1.El principio de legalidad:

El principio de legalidad, como límite a la restricción de derechos, está


establecido en el Art. 202° del C.P.P. 10

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Es la delimitación de las atribuciones de cada uno de las instituciones u
organismos públicos; en el Derecho Procesal Penal, es la garantía en la
incorporación de pruebas que permite la vigencia del Estado de Derecho, limitando
el control punitivo del Estado. La aplicación de la legalidad es absolutamente
predicable en el proceso penal, sin ella dentro del proceso se produciría una serie
de arbitrariedades.

Por ende, la garantía de legalidad señala que los medios de búsqueda de verdad
deben encontrarse previamente establecido en la ley, así como su procedimiento.

22.2.Jurisdiccionalidad:

Esta garantía es de vital importancia en la obtención de medios de prueba, en


donde se restringen derechos fundamentales, porque a través de la función
jurisdiccional se da un punto de equilibrio entre dos intereses contrapuestos
como son: El interés estatal en la persecución del delito y los derechos de las
personas sujetas a investigación.

Esta función judicial se activa con el requerimiento fiscal (no pueden adoptarse
de oficio). Será pues el juez de la investigación preparatoria el encargado de
decidir la procedencia de las medidas de búsqueda de pruebas en determinados
casos con la aplicación del principio de proporcionalidad, por supuesto la orden
judicial debe encontrarse debidamente motivada y deberá sustentarse en
suficientes elementos de convicción. En atención a la naturaleza y finalidad de la
medida y al derecho fundamental objeto de limitación.

En los casos que no se requiere previa autorización judicial, el Código Procesal


Penal en el Art. 203.3, permite a la policía o al Ministerio Público, ante supuestos
de urgencia o peligro por la demora y con estrictos fines de averiguación,
restringir derechos fundamentales de las personas, por lo que corresponde al fiscal
solicitar inmediatamente la confirmación judicial.

El problema surge cuando en la medida restrictiva de derechos como el


allanamiento no se señala en forma expresa la solicitud de confirmatoria judicial

para ciertos casos que difieren de los que señala el NCPP como los supuestos de
urgencia o peligro por la demora, sino excepciones constitucionales como la
flagrancia delictiva y el grave peligro de perpetración de delito y que son casos
estrictamente diferentes y que en el presente trabajo de investigación se
pretende dilucidar.

22.3.El principio de proporcionalidad

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Este principio está regulado en el art. 203°.1 11. Su eficacia se evidencia cuando
en la aplicación e intensidad de las medidas que restrinjan derechos fundamentales,
estos guarden relación con la gravedad del delito investigado, ya que toda medida
de excepción debe ser proporcional a la situación que se quiere afrontar. En lo que
respecta a la gravedad del ámbito de aplicación, debe responder a la magnitud y
características del fenómeno al que se quiere hacer frente, para limitar el peligro
que se presenta para la sociedad y el Estado. El Tribunal Constitucional establece
el valor de los limites razonabilidad y proporcionalidad, de la siguiente manera:
“Los principios de razonabilidad, y proporcionalidad, previstos en el último
párrafo del artículo 200° de la Constitución son pues el parámetro de
determinación de validez de los actos (normativos y no normativos) que
establezcan límites a los derechos Fundaméntales (Exp. N° 4677-2004-AA)”12

El principio constitucional de proporcionalidad, se le conoce también como test de


proporcionalidad o test de razonabilidad, es un concepto jurídico que aparece cada
vez con mayor frecuencia en la motivación de las decisiones del Tribunal
Constitucional , y que es también cada vez más aplicada por los tribunales y jueces
ordinarios, ya que, es un instrumento jurídico válido en un Estado Democrático de
Derecho, donde se ponderan valores, principios, bienes y derechos teniendo como
premisa fines constitucionales legítimos.

El Tribunal Constitucional, en numerosas resoluciones ha establecido que el


principio de proporcionalidad es uno de naturaleza constitucional que se deriva
de la cláusula del Estado Democrático de Derecho, consagrada en el artículo 43 de
la Carta de 1993, en razón de la esencia misma de los derechos fundamentales que
como expresión de la libertad general de los ciudadanos frente al Estado, no
pueden ser limitados por el Poder público más allá de lo que sea imprescindible
para la protección de los intereses públicos.

Por tanto, el principio constitucional de proporcionalidad se legítima en la


interpretación constitucional, y este principio aparece como un conjunto articulado
de tres sub-principios: idoneidad, necesidad y proporcionalidad en sentido
estricto. Cada uno de estos sub-principios expresa una exigencia que toda
intervención en los derechos fundamentales debe cumplir. A continuación,
brevemente, explicaremos estos sub-principios:

La adecuación o idoneidad del medio escogido para lograr el fin u


objetivo perseguido, es decir si con la medida se puede conseguir dicho fin,
por lo que es conocida además como el juicio de idoneidad. Por ejemplo,
en el caso que se haya identificado al autor de una violación sexual y que la
víctima lo haya sindicado, no sería adecuado realizar registro de imágenes
fotográficas de esta persona.

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La Necesidad de la utilización de esos medios para el logro del fin. Es
decir, que no exista otra medida que pueda conducir al mismo fin o que la
elegida sea la menos gravosa, conocida como juicio de necesidad. Por
ejemplo. No sería necesario realizar un allanamiento de morada, si es que se
observa que la persona requisitoriada se encuentra de tránsito en dicho
domicilio y que se puede lograr el objetivo de detenerla, con una espera
prudente hasta que salga del mismo.

La proporcionalidad en sentido estricto conocida como la ponderación,


se refiere a que la medida solicitada sea dada por la mayor importancia que
tiene el caso el interés estatal en la persecución, ya sea por la importancia de
la causa, el grado de imputación, la consecuencia jurídica o sea denegada por
la mayor importancia del interés ciudadano de mantener su libertad y el
disfrute de sus derechos.

22.4.Principio de motivación:

Este principio está reconocido en la Constitución en el artículo 139° inciso 5, para


evitar la arbitrariedad en la emisión de resoluciones. Este principio como garantía
en la restricción de derechos fundamentales en la búsqueda de pruebas se
refiere a la motivación necesaria del Ministerio Público en solicitar la medida y del
Juez de la investigación preparatoria al adoptarla (art. 203°. 2).

22.5.Impugnación:

Son impugnables los autos que dispongan estas medidas en el término de tres días
desde la ejecución de la medida, siempre y cuando hayan sido materia de
notificación previa. La Sala Penal Superior absuelve el grado previa audiencia.
(art. 204°. 1). La resolución de la audiencia es inimpugnable. En la audiencia
debe participar el Fiscal y el afectado. Se realiza el reexamen, cuando el
imputado lo solicita al Juez, en vista de nuevas circunstancias que fundamenten un
cambio, este pedido se resuelve mediante una audiencia según lo disponga el Juez.
Procede apelación contra el auto que resuelve la solicitud de reexamen (204º. 2).
Contra los autos expedidos por la Sala Penal Superior dictadas en primera
instancia sólo procede el recurso de reposición (204º. 3).

23. Confirmación Judicial

8
23.1.Generalidades:

La figura de la confirmación judicial aparece regulada por primera vez en el


Nuevo Código Procesal Penal del 2004 de un Modelo Procesal Penal Acusatorio
Garantista, y por ende respetuoso de los derechos fundamentales de todas las
partes intervinientes en el proceso penal. Dicha figura se encuentra en la Sección II
del Libro II relacionado con todo el ámbito de la prueba y concretamente en su
título III dedicado a las medidas de búsqueda de pruebas y restricción de derechos
fundamentales.

En este último título, se dedica tres artículos con los preceptos generales de toda
medida de búsqueda de pruebas restrictiva de derechos fundamentales, y es de esta
manera como en el artículo 203 inc. 3 del C.P.P aparece el concepto de
“confirmación judicial”, que entra a tallar cuando la policía en casos de urgencia o
peligro por la demora y con estrictos fines de averiguación restrinja derechos
fundamentales de las personas, el fiscal solicitará inmediatamente la
confirmación judicial a fin de que el juez de la investigación preparatoria confirme
o desapruebe la medida ejecutada por la policía o ministerio público; por ello, es
él quien tendrá el cuidado de examinar rigurosamente que no se haya vulnerado
ningún aspecto garantista del debido proceso ni el núcleo esencial de los derechos
fundamentales de los presuntos culpables, puesto que por la urgencia tuvo que
ejecutarse sin orden judicial.

23.2.Definición:

Según el diccionario de la Real Academia Española, confirmación proviene del


latín confirmaño”, que significa acción y efecto de confirmar; en tanto que,
confirmar, significa: corroborar la verdad, la certeza o el grado de probabilidad de
algo, revalidar lo ya aprobado.

Asegurar, dar a alguien o algo mayor firmeza o seguridad.

A partir del significado común del término “confirmar”, de la regulación


normativa del NCPP y de su ubicación sistemática en el libro de actividad procesal
y en la sección II sobre la prueba; se puede afirmar que la convalidación es un acto
procesal por el cual, el Juez, a instancia del Ministerio Público, le otorga mayor
firmeza o seguridad a las fuentes de prueba obtenidas a partir de la aplicación de
medidas que restringen Derechos Fundamentales del imputado, y que se han
llevado a cabo sin una previa orden judicial por tratarse de casos de urgencia o
peligro por la demora. Se trataría de una autorización judicial ex post, es decir
posterior a la realización de la medida, porque no hubo tiempo para solicitarla por
la premura de la situación. Situación que el juez de la investigación preparatoria
tendrá que analizar y ponderar a fin de que las pruebas obtenidas por la medida
restrictiva tengan plena validez como prueba lícita.

8
23.3.¿Cuál es su fundamento?

8
El legislador del Nuevo Código Procesal Penal al regular la legalidad de ciertas
medidas restrictivas de derechos, ha querido dejar en claro, que cuando se
adopte una de ellas se proteja el núcleo esencial de los derecho fundamentales
transgredidos por dicha medida, para que así no se vulnere ningún derecho
fundamental, puesto que lo que se permite es restringir un derecho fundamental en
aras de la efectividad de la persecución penal, pero esta proscrita la vulneración de
un derecho fundamental.

Por ello, con la finalidad de garantizar que no se cometan excesos, se han


establecido ciertos presupuestos, tales como: La legalidad de la medida (que se
aplique conforme a las exigencias que impone la Ley), la motivación de la
autorización de la medida cuando proviene de una decisión judicial o la
confirmación judicial cuando la decisión fue tomada por la Policía o el Fiscal, en
casos de urgencia o peligro por la demora.

Consideramos que es inevitable que se adopten en forma excepcional estas


medidas restrictivas de derechos, por esa razón han sido legisladas, puesto que
corresponde al Estado garantizar la seguridad, el orden público y el bienestar
general (que son fines constitucionales) y, dentro de un proceso penal, la eficacia
de la labor de los operadores oficiales (Policía Nacional y Ministerio Público),
puesto que no se trata de generar impunidad, claro está no traspasando los
límites que implican el respeto a la dignidad humana, sus derechos y libertades
fundamentales. Porque si bien es cierto caben restricciones por razones objetivas y
fundadas en forma razonable, tal como lo ha establecido en reiterada
jurisprudencia el tribunal constitucional, pero ello no significa que se violen los
derechos fundamentales garantizados por la Constitución y consustanciales al
ser humano. ¿Pero cómo garantizamos que se cumpla en un Estado de Derecho
esta regla? Necesariamente a través de la función jurisdiccional, es decir por el
juez de la investigación preparatoria o llamado también juez de garantías.

Ahora bien, toda medida restrictiva de derecho, por regla general debe ser
autorizada por el juez de garantías, quien es el encargado de tutelar los derechos
del imputado durante la investigación; y, por ende quien debe autorizar cualquier
limitación de derechos fundamentales que exija el desarrollo de la misma
(búsqueda y restricción de derechos); pero debe hacerlo siempre a solicitud del
Fiscal que dirige la investigación y respetando una posición equidistante frente a
la controversia.

Por excepción a la regla, la medida puede ser adoptada sin previa orden judicial
por la policía en casos de urgencia o peligro por la demora y con estrictos fines
de averiguación, pero para ello se ha creado, a mi juicio, la figura de la
confirmatoria judicial de la medida que fue adoptada.

8
Si bien es cierto, la premura de la adopción de la medida no da tiempo para
solicitar una orden judicial, esta medida debe ser inmediatamente confirmada por
el juez de garantías quien tendrá que analizar el caso concreto para determinar si

8
existía verdaderamente la situación de urgencia invocada y la necesidad de la
adopción medida sin previa orden judicial, cautelando así el núcleo esencial y/o el
respeto irrestricto a los derechos fundamentales del imputado, quien en ningún
momento tendrá que ver violados sus derechos. Compararíamos entonces a la
confirmatoria judicial como una autorización judicial posterior a la medida
restrictiva de derecho, es decir una vez que se analiza el caso concreto, pero en
ningún caso se debe confundir que la reemplace, es decir que se realice una medida
que necesitaba necesariamente autorización judicial no existiendo los supuestos de
urgencia o peligro por la demora, en dicho caso no procederá la confirmatoria
judicial.

Por esa razón el Fiscal que dirige la investigación (y controla la labor policial)
tendrá que solicitar inmediatamente una vez adoptada la medida “la confirmatoria
judicial”.

La confirmación judicial aparece regulada de manera específica en el C.P.P, para


algunas medidas concretas, tales como: la incautación de bienes, la incautación de
documentos, la intervención corporal, la clausura y vigilancia de locales, e
inmovilización de bienes, sin embargo, no se encuentra específicamente
regulada en el allanamiento, motivo por el cual se analiza su pertinencia en el
presente trabajo.

Es así que la función del Juez de Garantías constituye un componente


particularmente sensible en este nuevo Código, siendo fundamental que la
comunidad comprenda su difícil misión.

Dado que garantía no puede significar impunidad, el sistema procesal penal debe
ser el mecanismo racional de investigación, persecución y juzgamiento de las
conductas humanas que lesionan bienes jurídicos penalmente tutelados. Se debe
lograr armonizar la actividad persecutoria estatal con el respeto a los derechos
individuales que jamás pueden ser afectados, o cuya afectación debe darse
siempre que concurran determinados presupuestos, como ya se expuso
anteriormente, por eso creemos necesario que toda medida restrictiva de
derecho que se haya adoptado sin previa orden judicial (por tratarse de casos de
urgencia o peligro por la demora) el fiscal debe solicitar inmediatamente la
confirmatoria judicial y solo una vez que haya sido confirmada poder utilizarse
como prueba lícita, así se garantizaría el respeto a los derechos fundamentales,
porque; si bien es cierto, existió una necesidad de urgencia o situación de
flagrancia que no dejo tiempo para solicitar una orden judicial de allanamiento,
sin embargo, luego existe el suficiente tiempo para solicitar al juez de garantías 13
investigación sino su labor está dedicada a resolver y ofrecer las garantías y el respeto de
los derechos fundamentales a las partes intervinientes en el proceso, es decir, un árbitro que
cuide las reglas del juego sin involucrarse en el conflicto, que esté comprometido con el

8
respeto al Debido Proceso y los derechos fundamentales; y no con intereses que
ya están debidamente

8
la confirmatoria judicial de la medida adoptada sin previa orden judicial, quien
tendrá la misión por decir de alguna manera de autorizar la medida que fue
adoptada anteriormente.

Creemos que de no solicitarse inmediatamente la confirmatoria judicial, dicha


medida adoptada seria ilícita, porque en el nuevo proceso penal es el juez de
garantías quien debe velar por el respeto de los derechos fundamentales del
imputado en la etapa de la investigación preparatoria, y si no existió autorización
judicial antes de adoptada la medida, por encontrarse en los casos de urgencia o
peligro por la demora, flagrancia delictiva o grave peligro de su perpetración que
no existe tiempo de solicitar una orden judicial previa, si posteriormente el juez
debe analizar el caso concreto para ver si existió la situación de emergencia
aludida, la no confirmación judicial declararía ilícita la medida adoptada, puesto
que según el Art. VIII del T.P del C.P.P toda prueba debe ser obtenida e
incorporada al proceso de manera legítima.

En consecuencia la resolución confirmatoria cumple la misma función de garantía


dela resolución autoritativa previa, y en mérito a ello su contenido es idéntico
como se desprende de lo prescrito por el artículo 219 inciso 2 del CPP.

24. Control de identidad Policial

La nueva ley procesal faculta la intervención policial sin necesidad de ser autorizado
por el Fiscal o Juez en actos de identificación de los ciudadanos, siempre y cuando lo
sea dentro de los parámetros de la racionalidad y del principio de legalidad. Para tal
fin, se debe partir de la premisa comprobable indiciariamente, que el actuar de la
persona intervenida haya tomado alguna decisión criminal que esté a punto de
exteriorizarla o se encuentre ejecutando actos preparatorios punibles como el acopio de
medios, instrumentos o esté concertando con otros sujetos para la perpetración del
delito.

En los casos donde no exista el menor indicio o prueba alguna que una persona haya o
esté por cometer un delito, no es permisible ni legal que la Policía pueda intervenirlo
bajo el pretexto de que tiene la apariencia de ser un sospechoso; si lo hace, estaría
cometiendo delito de abuso de autoridad

No se vaya a pensar que el artículo 205 del Código Procesal Penal autoriza a la
Policía a realizar “batidas” a diversos vehículos o pedir documento de identidad a las
personas, so pretexto que está investigando un delito. Lo que en esencia faculta la
norma es que la Policía verifique o controle la identidad de una persona -ex ante o ex
post- de la comisión de un delito, no esperar que se detenga a una persona para después
investigarlo.

24.1. Procedimiento

8
representados y defendidos por el Fiscal y la defensa.

8
La identificación deberá efectuarse obligatoriamente en el lugar donde se encuentre
la persona-sólo si es para prevenir un delito u obtener información útil -; no es
posible tratar de identificar a una u otra persona porque a entender del funcionario
presuma que sea un “sospechoso” o se trate de un indocumentado. La norma
adjetiva en comentario no autoriza ni legaliza las detenciones de personas por
carecer de documento de identidad o vagancia; sólo permite la conducción de la
persona a una dependencia policial con fines de identificación para descartar
requisitoria judicial que exista en su contra.

La disposición adjetiva dispone que el funcionario deberá brindar las facilidades a


la persona intervenida para que ésta encuentre su documento de identidad y
luego las exhiba; entonces nos preguntamos ¿qué va a pasar con aquella
persona que olvide o no porte su DNI en un operativo policial que tiene por objeto
descartar simples presunciones delictivas?, ¿qué facilidad va a brindar la Policía
para que encuentre su DNI y los exhiba cuando un ciudadano no los porte al
momento de su requerimiento?.

Veo lejana la posibilidad de que le permitan acudir a su domicilio u otro lugar, a


buscar su DNI, entonces, al concretarse ello y dada la operación policial
practicada le van a restringir su libertad por espacio de cuatro horas con fines de
identificación, me parece que ello constituye un abuso del derecho, que debe ser
enmendado, puesto que el Estado tiene la obligación de equipar logísticamente con
aparatos o medios sofisticados a la Policía a efectos de identificar a las personas en
el lugar de la intervención. Con medios modernos o equipos móviles y contando
con la voluntad de los involucrados sí es posible identificar a la persona o
descartar si registra requisitoria, sin necesidad de restringirle sus derechos. Ya es
tiempo que se respete la Constitución Política y no se afecte a los derechos
fundamentales de la persona.

24.2. Controles Policiales Públicos en delitos graves

El Codigo Procesal Penal del año 2004, faculta a la Policía que para el
descubrimiento y ubicación de los intervinientes en un delito causante de grave
alarma social y para la incautación de instrumentos, efectos o pruebas del mismo,
puede establecer controles en las vías, lugares o establecimientos públicos, con el
objeto de proceder a la identificación de las personas que transiten o se encuentren
en ello, así como el registro de vehículos y al control superficial de los efectos
personales, con el fin de comprobar que no se porten sustancias o instrumentos
prohibidos o peligrosos. Todo con conocimiento de la Fiscalía.

25. Video-vigilancia

25.1.Concepto:

8
Es un procedimiento audiovisual a través de medios técnicos como filmadoras, que
permite a los investigadores realizar lo que la policía denomina OVISE

8
(observación, vigilancia y seguimiento) muy útiles en delitos en los que el
camuflaje de la actividad criminal es acentuado.

El resultado del video vigilancia se constituye en videncia14 puesto que si esta es


realizada en lugares públicos y se detectan a los presuntos delincuentes, se pueden
imponer a estos otras medidas limitativas.

Como segundo mecanismo que ayude al buen fin de las investigaciones por
parte de la policía, se ha establecido la diligencia de video vigilancia, ya sea por
delegación o a solicitud del fiscal, pero en cualquier caso requiere previa
autorización de este , y consiste básicamente en la realización de toma de
fotografías.

La aplicación de esta no es irrestricta, ya que para su ejecución es necesario que se


cumplan de terminados presupuestos como se señala en el art. 207 inc. 1.

Podrán dirigirse contra otras personas bajo determinadas circunstancias.

Y hay que tener en cuenta que se requiere autorización judicial si se realizan en


el interior de inmuebles o en lugares cerrados.

25.2.El objetivo de la video vigilancia:

El objetivo es hacer vigilancia y seguimiento de la conducta del investigado(s) o


tercero(s) mediante la observación en caso de delitos violentos, graves o
criminalidad organizada.

25.3.Legislación:

La video vigilancia está regulado en el En el art.207 del Nuevo Código


Procesal Penal en donde se detalla lo siguiente:

En las investigaciones por delitos violentos, graves o contra organizaciones


delictivas, El Fiscal, por propia iniciativa o a pedido de la policía, y sin
conocimiento del afectado, puede ordenar:

En este contexto está permitido que, sin conocimiento del afectado real y previa
autorización fiscal, la policía realice lo detallado en el art.207 inc1 numeral a) y b)
respectivamente, como se detalla a continuación15:

a) Realizar tomas fotográficas y registro de imágenes; y

b) utilizar otros medios técnicos especiales determinados con finalidades de


observación o para la investigación del lugar de residencia del investigado.

Estos medios técnicos de investigación se dispondrán cuando resulten


indispensables para cumplir los fines de esclarecimientos o cuando la

8
14 Guía de actuación Fiscal en el CÓDIGO Procesal Penal.
15 Nuevo Código Procesal Penal.

8
investigación resulte menos provechosa o se vería seriamente dificultada por
otros medios.

2. Estas medidas podrán dirigirse contra otras personas si, en el supuesto del literal
a) del numeral anterior, la averiguación de las circunstancias del hecho
investigado se vieran, de otra forma, esencialmente dificultadas o, de no hacerlo,
resultaren relevantemente menos provechosas. En el supuesto del literal b) del
numeral anterior, se podrá dirigir contra otras personas cuando, en base a
determinados hechos, se debe considerar que están en conexión con el investigado
o cuando resulte indispensable para cumplir la finalidad de la investigación, sin
cuya realización se podría frustrar dicha diligencia o su esclarecimiento pueda
verse esencialmente agravado.

3. Se requerirá autorización judicial cuando estos medios técnicos de


investigación se realicen en el interior de inmuebles o lugares cerrados.

4. Las medidas previstas en el presente artículo también se pueden llevar a cabo si,
por la naturaleza y ámbito de la investigación, se ven irremediablemente
afectadas terceras personas.

5. Para su utilización como prueba en el juicio, rige el procedimiento de control


previsto para la intervención de comunicaciones.

De conformidad con el Artículo Único de la Ley N° 28366, publicada el 26-


10-
2004, se suspendió hasta el 1 de enero de 2005, la entrada en vigencia del presente
artículo.

(2) De conformidad con el Artículo Único de la Ley N° 28460, publicada el 11-


01-
2005, se modificó el inciso 4 de la Primera Disposición Complementaria y Final
del presente

Código, eliminándose toda referencia a la vigencia de los artículos 205-210, y


precisándose que el día 1 de febrero de 2006 entrarán en vigencia en todo el
país los artículos 468 - 471, y el Libro Sétimo "La Cooperación Judicial
Internacional" y las disposiciones modificatorias contenidas en este Código.

25.3.1. Funciones del Fiscal en la video vigilancia:

Expedir disposición en forma motivada, por si, o a pedido de la policía. Y


Designar al personal a cargo del procedimiento, registro y custodia. Y
Establecer la confidencialidad e integridad de los registros 16. Y Recibir las
imágenes y verificar que estén incorporados la hora y el día.

8
Cuidar la rotulación indicando fecha de procedimiento, duración y demás
datos.

Disponer las transcripciones y designar al responsable de éste.

8
Disponer las medidas de seguridad después de recibido el registro.

Recibir la transcripción y los soportes originales, y levantar un acta de su


recepción. Y Requerir orden judicial cuando sea en lugar cerrado o
inmueble ente en la realización de toma de fotografías.

25.4.Procedimiento de la video vigilancia:

Como bien sabemos, los integrantes de la Policía se encuentran en capacidad


técnica y profesional para investigar en forma óptima el crimen organizado y toda
otra actividad que afecte bienes jurídicos que tutela el derecho penal, empero,
debido a la constante evolución de los modus operandi y al presupuesto económico
que invierten los responsables cuando ejecutan su plan criminal, se ha visto
desbordada y carente del apoyo con medios logísticos sofisticados para combatir
en forma eficiente el crimen. Ya es tiempo que el Estado no solamente exija
resultados positivos a la Policía, sino por el contrario, la equipe tecnológicamente
como cualquier otra Policía de país extranjero; de no ser así, sus integrantes no
serán responsables de una defectuosa investigación criminal.

Entonces, la video vigilancia que se encuentre autorizada por el Fiscal


competente es un reconocimiento jurídico a una actividad investigativa que ya
venía ejecutando la Policía, lo que pretende la ley procesal es regular su
procedimiento17, en este caso se ejecutarán tomas fotográficas, registro de
imágenes y se utilizarán los medios o soportes técnicos necesarios para el logro de
sus objetivos. La Policía tendrá que solicitar al Fiscal penal de turno la
autorización respectiva o, en todo caso, el Ministerio Público en la resolución que
ordena abrir investigación preliminar deberá consignar u ordenar la realización
del registro de imágenes o de tomas fotográficas a fin de que el pesquisa policial y
el Fiscal competente se encuentren prevenidos ante una probable interposición de
acción de hábeas corpus por atentar contra el derecho a la libertad individual del
vigilado.

Diferente, será cuando el registro de imágenes o tomas fotográficas se pretendan


realizar en el interior de un inmueble o lugar cerrado; para ello, previamente la
Policía o el Fiscal respectivo deberán solicitar la autorización judicial al Juez
penal de turno, medida cautelar de carácter preparatorio que tendrá por finalidad el
acopio de indicios o elementos probatorios de la comisión de un ilícito penal. Es
importante diferenciarlo de la solicitud de allanamiento y descerraje de un
inmueble, cuyo objetivo es lograr el acceso por orden judicial al interior de un
inmueble a fin de encontrar o descubrir elementos de un crimen.

Para que la video vigilancia tenga utilidad probatoria, no deberá estar dentro de los
alcances de la prueba prohibida, es decir, este medio de probanza para ser

8
valorado judicialmente debe haber sido obtenido por un procedimiento legítimo e
inclusive, incorporado al proceso penal conforme a ley. Entonces, si se detectara
que la norma procesal ha sido vulnerada, el juzgador tiene la obligación de
declarar la ineficacia procesal de la evidencia obtenida.

26. Las Pesquisas:

26.1.Concepto:

Son indagaciones o averiguaciones que se realizan con el objetivo de encontrar


huellas del delito o al imputado o a una persona prófuga18.

Son las indagaciones o averiguaciones que realiza la policía por si, en caso de
urgencia, o por disposición fiscal con la finalidad de obtener datos, recoger cosas,
huellas, efectos materiales, u otros objetos que sirvan para la investigación del
delito o ubicación del imputado, debiendo dar cuenta inmediata al fiscal.

Tienen carácter de diligencias mínimas y necesarias para evitar la desaparición


de pruebas, indicios y vestigios de la realización de un hecho punible.

Concepto según la R.A.E:

Información o indagación que se hace de algo para averiguar la realidad de ello o


sus circunstancias.

26.2.El objetivo de las pesquisas:

Es comprobar el estado de las personas, lugares, cosas, rastros y otros efectos


materiales que hubiere de utilidad para la investigación19.

El encargado de la pesquisa levantara un acta que describirá lo acontecido y, si


fuese posible, se recogerán o conservaran los materiales útiles.

26.3.Legislación:

Las pesquisas esta regula do en el art.208 del nuevo Código Procesal Penal en
donde se detalla lo siguiente:

Los motivos y objetos de la inspección:

1. La Policía, por sí -dando cuenta al Fiscal - o por orden de aquél, podrá


inspeccionar o disponer pesquisas en lugares abiertos, cosas o personas,
cuando existan motivos plausibles para considerar que se encontrarán rastros del
delito, o considere que en determinado lugar se oculta el imputado o alguna
persona prófuga, procede a realizar una inspección.

8
2. La pesquisa tiene por objeto comprobar el estado de las personas, lugares, cosas,
los rastros y otros efectos materiales que hubiere, de utilidad para la investigación.
De su realización se levantará un acta que describirá lo acontecido y, cuando fuere
posible, se recogerá o conservarán los elementos materiales útiles.

3. Si el hecho no dejó rastros o efectos materiales o si estos han desaparecido o han


sido alterados, se describirá el estado actual, procurando consignar el anterior, el
modo, tiempo y causa de su desaparición y alteración, y los medios de convicción
de los cuales se obtuvo ese conocimiento. Análogamente se procederá cuando
la persona buscada no se halla en el lugar.

4. De ser posible se levantarán planos de señales, descriptivos y fotográficos y


toda otra operación técnica, adecuada y necesaria al efecto. (1)(2)

De conformidad con el Artículo Único de la Ley N° 28366, publicada el 26-


10-
2004, se suspendió hasta el 1 de enero de 2005, la entrada en vigencia del presente
artículo.

De conformidad con el Artículo Único de la Ley N° 28460, publicada el 11-


01-
2005, se modificó el inciso 4 de la Primera Disposición Complementaria y Final
del presente Código, eliminándose toda referencia a la vigencia de los artículos
205-210, y precisándose que el día 1 de febrero de 2006 entrarán en vigencia en
todo el país los artículos 468 - 471, y el Libro Sétimo "La Cooperación Judicial
Internacional" y las disposiciones modificatorias contenidas en este Código".
CONCORDANCIAS: R. N° 029-2005-MP-FN, 3.

26.4.Procedimiento:

Recoger o conservar los elementos materiales útiles.

En caso no se encuentre a la persona, rastros, efectos materiales o han


desaparecido o fueron alterados, debe describir en el acta el estado actual, y si es
posible el estado anterior, y como se tuvo conocimiento del modo, tiempo y causa
de su desaparición.

De ser posible, levantar planos descriptivos, fotográficos y de señales; o realizar


otra operación técnica, adecuada y necesaria para el recojo de fuentes de
prueba.

Levantar el acta con la descripción del lugar, el motivo y forma en que se llevó
acabo, nombre de encargado20.

8
Asimismo indicar los nombres, características y estado de la(s) persona(s), cosas o
rastros materiales, y en general todo aquello que se encuentre y las incidencias que
se produzcan.

27. Retenciones:

27.1.Concepto:

Se denomina retención a la restricción de la libertad individual, que se realiza a una


persona por espacio de cuatro horas, en caso, la Policía pretenda exceder de
dicho término deberá contar con orden judicial para extender dicho tiempo, de lo
contrario, se estaría vulnerando el derecho a la libertad individual.

Consiste en la orden para que determinada(s) persona(s) permanezcan en el


lugar donde se realiza las pesquisas o para que comparezcan otra(s) persona(s).

27.2. Objetivo:

El objetivo es restringir la libertad de la(s) persona(s) de manera temporal,


mientras dura las pesquisa.

27.3. Legislación:

Está regulado en el Artículo 209 del Nuevo Código Procesal Penal en donde
se detalla lo siguiente22:

La Policía, por sí -dando cuenta al Fiscal- o por orden de aquél, cuando resulte
necesario que se practique una pesquisa, podrá disponer que durante la
diligencia no se ausenten las personas halladas en el lugar o que comparezca
cualquier otra.

La retención sólo podrá durar cuatro horas, luego de lo cual se debe recabar,
inmediatamente, orden judicial para extender en el tiempo la presencia de los
intervenidos. (1)(2).

De conformidad con el Artículo Único de la Ley N° 28366, publicada el 26-


10-
2004, se suspendió hasta el 1 de enero de 2005, la entrada en vigencia del presente
artículo.

De conformidad con el Artículo Único de la Ley N° 28460, publicada el 11-


01-
2005, se modificó el inciso 4 de la Primera Disposición Complementaria y Final
del presente Código, eliminándose toda referencia a la vigencia de los artículos
205-210, y precisándose que el día 1 de febrero de 2006 entrarán en vigencia en
todo el país los artículos 468 - 471, y el Libro Sétimo "La Cooperación Judicial
Internacional" y las disposiciones modificatorias contenidas en este Código".

8
21 http://sistemas.amag.edu.pe/guia_derecho/guia_actua_fiscal.pdf
22
http://spij.minjus.gob.pe/CLP/contenidos.dll?f=templates&fn=default-
nuevocodprocpenal.htm&vid=Ciclope:CLPdemo

8
28. Registro de personas:

9.1.Concepto:

Se puede decir que es una inspección, se trata de la revisión que se realiza a


determinadas personas cuando se considera que puedan ocultar bienes relacionados
con un delito. Se puede realizar sobre la persona, el equipaje, bultos que
porte y vehículo utilizado23.

Generalmente asociado a la intervención en flagrancia delictiva por la Policía o


como uno de los efectos de una detención judicial.

9.2.Objetivo:

El objetivo es buscar elementos del delito, de modo externo o superficial, sobre el


cuerpo de la persona, de lo que porta o lo que se encuentra a su alcance
inmediato24.

9.3. Legislación:

Está regulado en el art.210 del Nuevo Código Procesal Penal en donde se


detalla lo siguiente:

Sus 5 presupuestos señalan:

1. La Policía, por sí -dando cuenta al Fiscal- o por orden de aquél, cuando existan
fundadas razones para considerar que una persona oculta en su cuerpo o ámbito
personal bienes relacionados con el delito, procederá a registrarla. Antes de su
realización se invitará a la persona a que exhiba y entregue el bien buscado. Si el
bien se presenta no se procederá al registro, salvo que se considere útil proceder a
fin de completar las investigaciones.

2. El registro se efectuará respetando la dignidad y, dentro de los límites


posibles, el pudor de la persona. Corresponderá realizarlo a una persona del
mismo sexo del intervenido, salvo que ello importe demora en perjuicio de la
investigación.

3. El registro puede comprender no sólo las vestimentas que llevare el


intervenido, sino también el equipaje o bultos que portare y el vehículo utilizado.

4. Antes de iniciar el registro se expresará al intervenido las razones de su


ejecución, y se le indicará del derecho que tiene de hacerse asistir en ese acto por
una persona de su confianza, siempre que ésta se pueda ubicar rápidamente
y sea mayor de edad.(3)

8
5. De todo lo acontecido se levantará un acta, que será firmada por todos los
concurrentes. Si alguien no lo hiciera, se expondrá la razón.

CONCORDANCIAS: R. N° 029-2005-MP-FN,
1.

Esta diligencia es lo que se denomina en España “el cacheo”, consiste en


actuaciones externas sobre el cuerpo y sobre la indumentaria, cuyo objeto es el
descubrimiento del cuerpo del delito, comprende en si un registro superficial, lo
peculiar es que siendo superficial dicho ordenamiento lo regula dentro de las
intervenciones corporales, cuestión superada por nuestro código procesal, el
que lo regula por separado atendiendo a la intensidad de afectación (pág. 627)

Según Etxeberria25 dice que también se diferencia el cacheo de la intervención


corporal en su naturaleza, pues el cohecho radica en la naturaleza eminentemente
preventiva de frente a la consideración de las intervenciones corporales como
diligencia de investigación pos delictuales.

López Barja De Quiroga señala que dentro de las diligencias practicables en el


curso de un proceso penal como actos de investigación o medios de prueba
que recaen sobre el cuerpo del imputado o de terceros, por eso resulta
distinguir dos clases, según el derecho fundamental predominante afectado al
acordar su práctica y su realización:

a) En una primera case de actuaciones están las denominadas inspecciones y


registros corporales, esto es , aquellos que consisten en cualquier género
de reconocimiento del imputado o de circunstancias relativas a la comisión
del hecho punible o para el descubrimiento del objeto del delito, en principio
no resulta afectado el derecho a la integridad física, al no producirse, por lo
general lesión o menoscabo del cuerpo, pero si puede verse afectado el
derecho fundamental a la intimidad corporal si recaen sobre las partes
íntimas del cuerpo o inciden en la privacidad.

b) Como segunda clase de actuaciones están las llamadas por la doctrina


como intervenciones corporales, esto es , las consistentes en la extracción del
cuerpo de determinados elementos externos o internos para ser sometidos a
informe pericial o en su exposición a radiaciones, con objeto también de
averiguar determinadas circunstancias relativas a la comisión del hecho
punible o la participación del imputado, el derecho que se vera por regla
general afectado es el derecho a la integridad física, en tanto implica una
lesión o menoscabo del cuerpo, siquiera sea de su apariencia externa.

9.3.1. Funciones de la policía:

8
25 Manual del Nuevo Proceso Penal y de Litigación Oral. JOSE ANTONIO , Neyra Flores .Editorial
IDEMSA.Julio 2010

8
Invitar a la persona a exhibir o entregar el bien, y luego procederá a
registrar y Comunicar a la persona las razones de la intervención,
señalándole que puede estar presente un adulto de su confianza, de rápida
ubicación.

El respeto a la dignidad y el pudor de la persona, pues el intervenido


deberá ser registrado por un agente de la policía de su mismo sexo.

Describir en el acta todo lo acontecido y se firmará por todo los


concurrentes.

9.3.2. Posibilidad de realizar Registros a Personas:

Deben existir fundadas razones para considerar que oculta en su cuerpo o


ámbito personal bienes relacionados con el delito. Se debe realizar un
Procedimiento de observancia obligatorio y establecer Garantías en la
ejecución; y no olvidar la necesidad de describir todo lo acontecido en un
acta cuando hay culminado el registro.

29. Examen corporal del imputado:

11.1.Objetivo:

El objetivo es examinar corporalmente al imputado para determinar hechos


significativos de la investigación, en delitos con pena mayor a cuatro años de
privación de libertad26.

11.2.Legislación:

Está regulado en el art. 211 del Nuevo Código Procesal Penal en donde
se detalla lo siguiente:

Examen corporal del imputado:

1. El Juez de la Investigación Preparatoria, a solicitud del Ministerio Público,


puede ordenar un examen corporal del imputado para establecer hechos
significativos de la investigación, siempre que el delito esté sancionado con
pena privativa de libertad mayor de cuatro años. Con esta finalidad, aún sin
el consentimiento del imputado, pueden realizarse pruebas de análisis
sanguíneos, pruebas genético-moleculares u otras intervenciones
corporales, así como exploraciones radiológicas, siempre efectuadas por un
médico u otro profesional especializado. La diligencia está condicionada a
que no se tema fundadamente un daño grave para la salud del imputado,
para lo cual si resulta necesario se contará con un previo dictamen pericial.

8
2. Si el examen corporal de una mujer puede ofender el pudor, sin perjuicio
que el examen lo realice un médico u otro profesional especializado, a petición
suya debe ser admitida otra mujer o un familiar.

3. El Fiscal podrá ordenar la realización de ese examen si el mismo debe


realizarse con urgencia o hay peligro por la demora, y no puede esperar la
orden judicial. En ese caso, el Fiscal instará inmediatamente la confirmación
judicial.

4. La diligencia se asentará en acta. En esta diligencia estará presente el


Abogado Defensor del imputado, salvo que no concurra pese a la citación
correspondiente o que exista fundado peligro de que la prueba se perjudique si
no se realiza inmediatamente, en cuyo caso podrá estar presente una persona
de la confianza del intervenido siempre que pueda ser ubicada en ese acto. En
el acta se dejará constancia de la causal invocada para prescindir de la
intervención del Abogado Defensor y de la intervención de la persona de
confianza del intervenido.

5. El Ministerio Público, o la Policía Nacional con conocimiento del Fiscal,


sin orden judicial, podrán disponer mínimas intervenciones para observación,
como pequeñas extracciones de sangre, piel o cabello que no provoquen
ningún perjuicio para su salud, siempre que el experto que lleve a cabo la
intervención no la considere riesgosa. En caso contrario, se pedirá la orden
judicial, para lo cual se contará con un previo dictamen pericial que
establezca la ausencia de peligro de realizarse la intervención.

11.3. Funciones del juez de la investigación preparatoria:

Puede autorizar la realización de pruebas de análisis sanguíneos, genético -


moleculares, exploraciones radiológicas u otras intervenciones.

11.4. Funciones del médico:

O profesional especializado realiza la intervención o examen. Si el examen o


intervención es en una mujer, y puede ofender al pudor, el Fiscal deberá
admitir a la mujer o familiar que designe ésta.

11.5. Funciones del Fiscal :

La realización de un examen corporal, pruebas de análisis sanguíneos, pruebas


genético-moleculares, exploraciones radiológicas, etc. del imputado para
establecer hechos significativos de la investigación. Y Se levantará un acta en
presencia del abogado del imputado27. Y En estos casos solicita la
confirmación judicial.

8
8
El Fiscal realizará la diligencia con presencia del abogado defensor, si este
no asiste y la prueba puede perjudicarse, se realizará con una persona de
confianza del imputado, siempre que se le pueda ubicar en el acto.

Se describe lo sucedido en el acta.

11.6. Diferencias entre la intervención corporal y el registro de personas

En la intervención corporal a diferencia del registro de personas implica, no


una búsqueda de objetos en la superficie corporal, o en la inspección de
bultos, equipajes, todo aquello que se de pertenencia del sospechoso; o en las
cavidades u orificios corporales naturales (registros anales o vaginales) como
lo es en el registro de personas , sino extracciones de fluidos del cuerpo
humano, tales como análisis de sangre o de orina, o ecográficos, otro tipo
de actuación sanitaria, examinando el cuerpo mismo del imputado; tenemos
así también las exploraciones radiológicas, pruebas genético moleculares.

11.7. Legislación alemana:

Regulación legal de la ordenanza procesal penal Alemana:

De las legislaciones procesales que han adoptado como criterio la


admisibilidad del empleo de la fuerza física, se destaca la Ordenanza Procesal
Penal Alemana (StPO). Como apunta Exteberría Guridi, el interés de su
estudio deriva de la antigüedad con que se ha ocupado de las injerencias
corporales el legislador alemán, ya que la primera regulación data de 193328.
Así el 81a de la Ordenanza Procesal Penal establece:

Se puede ordenar en examen corporal del acusado para la constatación de


hechos significativos para el procedimiento.

Con esta finalidad son admisibles, sin el consentimiento del acusado, las
pruebas de análisis sanguíneos y otras intervenciones corporales,
efectuadas por un médico según las reglas del arte médico con finalidades
investigadoras, si no es de temer ningún daño para la salud del acusado.

Su disposición compete al juez. Si se pone en peligro el éxito de la


investigación por demora, también a la fiscalía y a sus funcionarios
auxiliares.

Los análisis sanguíneos o de otras células corporales extraídas del acusado


sólo se pueden utilizar para finalidades del proceso penal subyacente a la
extracción o de otro pendiente; deben ser anulados sin pérdida de tiempo tan

8
pronto como ya no sean necesarios para el proceso.” La expresión “sin
consentimiento del acusado” ha justificado el empleo de coacción directa
contra los inculpados.

Sin embargo, se discute si el recurso a la coacción física directa comprende


sólo las injerencias corporales o todas las investigaciones corporales, ello en
razón de haberse dispuesto expresamente en la segunda parte del primer
párrafo que “la extracción de sangre y otras injerencias corporales” 29 puedan
ser realizadas sin consentimiento del inculpado, mientras que en la primera
parte de la norma se haga referencia con carácter general a la admisibilidad de
las investigaciones corporales.

Roxin estima que el 81a solamente obliga al imputado a tolerar pasivamente el


examen y no le impone a cooperar también de modo activo en el examen
corporal30.

11.8. Legislación Española:

Obtención de datos genéticos que no requieren invadir el cuerpo del


imputado según legislación Española:

Si bien el panorama normativo de nuestro país se caracteriza por la ausencia


de regulación legal específica, resultan claramente diferenciables las
situaciones en que la obtención de muestras para la práctica de la prueba de
ADN requiere utilizar el cuerpo del imputado, de los casos en los cuáles no
se precisa invadir la esfera privada con afectación a derechos fundamentales
individuales.

En España, la distinción ha quedado plasmada en la reforma a la Ley de


Enjuiciamiento Criminal operada en el año 200.

La cuestión que se plantea entonces es: ¿qué temperamento debe


adoptarse frente a la existencia de huellas o vestigios, que no han sido
extraídas directamente del imputado, cuyo análisis biológico permitiría
identificar un perfil de ADN?

Se incluyen en ésta categoría:

a. Vestigios que se encuentran en la escena del crimen, aptas para constituir un


grave indicio de autoría del imputado

8
(Ej.: semen en prendas de vestir de la víctima; colillas de cigarrillo; restos de saliva derivada
de un escupitajo o un chicle, etc.)31.

b. Muestras que no pertenecen al imputado sino a la víctima, que se


encuentran en objetos del acusado y permitirían acreditar su participación en
el hecho (restos de sangre de la víctima en prendas u objetos del imputado;
partículas de la víctima habidas en la piel del imputado, derivadas de
maniobras defensivas)

c. Restos biológicos que han sido espontáneamente abandonados por el


imputado con posterioridad al hecho (colillas de un cigarrillo consumido por
el imputado, escupitajo en el calabozo donde se encuentra alojado).

Todos estos elementos resultan aptos para servir de material indubitable


para una pericia de compatibilidad del perfil de ADN .

Dos casos del Tribunal Supremo Español resultan paradigmáticos en la


materia:

En el primero de ellos , un detenido sospechado de haber colocado un


artefacto explosivo en la sucursal de una entidad bancaria en el ámbito de la
lucha callejera okale-borroka -que posee fines y objetivos plenamente
coincidentes con los de la banda armada de ETA-, escupió al suelo de la celda
donde se hallaba alojado antes de salir para el baño. La muestra de saliva fue
recogida por un funcionario policial y luego sometida a estudio genético de
compatibilidad con vestigios encontrados en una camiseta de color rojo
secuestrada en las cercanías de la explosión, prenda de vestir que fuera
utilizada por los coautores del hecho.

La Defensa impugnó el procedimiento que derivó en la obtención de las


muestras de saliva, alegando que la recolección de esos datos sólo puede
realizarse a través de la información facilitada libremente por el interesado,
en virtud del derecho de autodeterminación informativa, después de un
consentimiento suficientemente informado, en virtud de requerimiento
judicial.

La Sala Penal del Tribunal Supremo Español convalidó el procedimiento,


destacando que “no nos encontramos ante la obtención de muestras corporales
realizada de forma directa sobre el sospechoso, sino ante una toma subrepticia
derivada de un acto voluntario de expulsión de materia orgánica realizada por
el sujeto objeto de investigación, sin intervención de métodos o prácticas
incisivas sobre la integridad corporal .En estos casos, no entra en juego la
doctrina consolidada de la necesaria intervención judicial

8
31 http://new.pensamientopenal.com.ar/12122007/doc01.pdf

8
para autorizar, en determinados casos, una posible intervención banal y no
agresiva.

La toma de muestras para el control, se lleva a cabo por razones de puro


azar y a la vista de un suceso totalmente imprevisible32.

Los restos de saliva escupidos se convierten así en un objeto procedente del


cuerpo del sospechoso pero obtenido de forma totalmente inesperada. El único
problema que pudiera suscitarse es el relativo a la demostración de que la
muestra había sido producida por el acusado, circunstancia que en absoluto se
discute por el propio recurrente, que sólo denuncia la ausencia de
intervención judicial.

En el segundo caso, se incautaron colillas de cigarrillos consumidos por


detenidos imputados de haber arrojado “cócteles molotov” a un autobús
vacío de personas, siguiendo consignas de la organización ETA. Los restos de
saliva encontrados en las colillas fueron sometidos a cotejo con
evidencias incautadas por la policía vasca en las inmediaciones del lugar del
hecho.

La Defensa impugnó el procedimiento alegando que no existió


consentimiento de los afectados en la recogida y posterior utilización para
fines de investigación policial de las excrecencias encontradas en la colilla
por ellos arrojada. Además, afirmó que al resultar los hechos anteriores a la
reforma de los arts. 326 párrafo tercero y 363 párrafo segundo de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, el análisis pericial no podía ser concretado en virtud
de la ausencia de regulación legal específica.

El Tribunal Supremo resolvió:

“Sobre la ausencia de consentimiento de los acusados, ni la autoridad


judicial ni la policial que investiga a sus órdenes, ha de pedir permiso a un
ciudadano para cumplir con sus obligaciones. Cosa distinta es que el fluido
biológico deba obtenerse de su propio cuerpo o invadiendo otros derechos
fundamentales, que haría precisa la autorización judicial33.

En el caso de autos una colilla arrojada por los recurrentes, se convierte en


‘res nullius’ y por ende accesible a la fuerza policial si puede constituir un
instrumento de investigación de los delitos.

8
En el caso que nos ocupa, había informe policial escrito sobre la recogida y
práctica de la diligencia pericial, como consta en la causa.

Tampoco resulta acorde con la estructura y la finalidad del proceso penal la


afirmación de que en ausencia de regulación legal sobre recogida de
vestigios no puedan estos ser recogidos, analizados y sometidos al dictamen
pericial.

Nos hallaríamos ante una prueba pericial legítima, de la que pueden servirse
tanto las partes acusadoras como acusadas, sin perjuicio de que merezca
mayor o menor credibilidad en atención a las garantías de su práctica, en
ausencia de disposiciones legales”

Compartimos la idea rectora en punto a que es factible prescindir de una orden


judicial para incautar las muestras: por un lado, al no afectar la diligencia la
integridad corporal del imputado, desaparece la exigencia de estricta
jurisdiccional que estimamos necesaria en relación a la extracción de muestras
sanguíneas; por otra parte, subyacen evidentes motivos de urgencia en la
obtención y protección de las muestras, de modo que el trámite que
implicaría requerir la venia judicial conspiraría contra la propia eficacia de la
medida.

Sin embargo, estimamos que debe establecerse un protocolo de actuación para


los funcionarios encargados de recolectar las evidencias, así como
parámetros que aseguren una adecuada conservación de las mismas hasta el
momento de su cotejo pericial, de manera de garantizar la cadena de custodia
del material.

La etapa de recolección de las huellas o vestigios que servirán de base al


cotejo posterior exige adoptar especiales recaudos para garantizar la
autenticidad de las muestras y su máxima preservación, especialmente cuando
se trata de vestigios biológicos susceptibles de contaminación y deterioro.

En España, resultó trascendente la STS 501/200564, al establecerse por vía


jurisprudencial requisitos para documentar la recolección de las muestras 34.
En el caso, el Tribunal Supremo decretó la nulidad de la recolección de una
muestra de saliva, arrojada en la celda donde se encontraba alojado por el
presunto autor del incendio a un autobús. Los jueces afirmaron:

“No podemos olvidar, además, que en la práctica de estas pruebas de ADN,


tiene particular relieve la toma de la muestra indubitada, de modo que en ese
acto procesal queden precisados el objeto recogido, el lugar donde éste se
encontraba, y demás circunstancias necesarias para dejar acreditada la
pertenencia a la persona a la que se atribuyen, dato esencial para que la

8
muestra obtenida pueda ser considerada, con las garantías debidas, como una
verdadera y propia muestra indubitada”.

Evidentemente el profesional más capacitado para la recolección de indicios


biológicos es el Médico Forense35, por lo que en principio dicha tarea debe
quedar en sus manos. Su intervención debe ser reglada conforme a un
protocolo de actuación, que supone una etapa previa de análisis de
objetivos, determinación de medios e identificación de problemas.

Es fundamental que sea el Ministerio Público Fiscal, como director de la


Policía Judicial, quién concrete y sistematice las recomendaciones para la
recolección y envío de muestras con fines de identificación genética. Ese
protocolo debe establecer “Las pruebas biológicas en el proceso penal.
Consideraciones sobre la identificación por el ADN”, Revista Derecho y
Salud, Volumen 3, Madrid, 1995. 64 TS, Sala Penal, Recurso 774/2004,
Sentencia 501/2005, resuelta el 19.4.2005.precauciones durante el proceso de
recolección y envío de muestras al Laboratorio, así como el modo de
documentación de las diligencias cumplidas.

Otra cuestión relevante es la gestión de muestras y cadena de custodia. Se


llama gestión de muestras a todos los procesos que conlleva la manipulación
de las muestras desde su toma hasta su destrucción o devolución y cuyo
control asegura su integridad y fiabilidad. Por su parte, la cadena de custodia
es el conjunto de documentos escritos donde queda registrada la gestión de las
muestras desde su toma hasta su destrucción o devolución. En estos
documentos deben quedar bien reseñadas todas las manipulaciones que se
realizan sobre las muestras y quien las realiza.

En el proceso adversarial americano, la parte que presenta evidencia física


ante una corte, debe estar dispuesta a mostrar que el objeto que ofrece
como evidencia es el mismo que fue aprehendido en la escena de que se trate.

Muñoz Neira trae a colación un pronunciamiento de la jurisprudencia


norteamericana, en el cuál la Corte Federal de Apelaciones del Cuarto
Circuito señaló que la cadena de custodia es una variación del principio que
la evidencia real debe ser autenticada previamente a su admisión, ello con la
finalidad de verificar que el ítem tomado, por ejemplo, la droga, fue el
efectivamente incautado.

Finalmente, el director de la investigación preparatoria debe extremar los


recaudos para la inmediata destrucción de los resultados de las

8
investigaciones genéticas del inculpado37, en los casos en que tales
investigaciones no aporten datos sobre la autoría del mismo en el hecho.

11.9. Legislación Argentina:

Intervenciones corporales según la legislación Argentina:

El problema central al que nos aproximamos al estudiar la regulación legal


de las intervenciones corporales, es precisamente la ausencia de regulación
específica en los ordenamientos procesales de Nación y Provincia de
Buenos Aires.

Veamos cómo está regulada la cuestión en la legislación adjetiva


bonaerense. En el Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires, la
única norma que contiene una referencia a las inspecciones corporales es el
art. 214 del CPPBA38 .

Sin embargo, dos problemas centrales se derivan de la regulación legal de


dicha norma:

a. Por un lado, la inspección corporal es una diligencia extremadamente


simple que no puede confundirse con una intervención corporal, que exige
explorar el organismo con la finalidad de analizar su estado.

b. Por otra parte, la norma de referencia sólo contempla la ejecución de un


examen corporal sobre el imputado, sin regular una posible medida análoga
sobre terceros o respecto de terceras personas desvinculadas de los hechos (ej:
obtención de muestras sanguíneas sobre la víctima de una apropiación) .

El ordenamiento adjetivo de Nación regula la inspección corporal en su


artículo 218. Dicha norma, si bien admite la posibilidad de práctica respecto
de terceros no imputados, mantiene la objeción señalada en el punto a. del
apartado anterior.

Se advierte entonces que no hay una regulación específica de las


intervenciones corporales en los Códigos Procesal Penal de la Nación ni de
la Provincia de Buenos Aires.

En relación a la Provincia de Buenos Aires, resta analizar la previsión


contenida en el art. 62 de la ley 12061 de Ministerio Público:

“Art. 62. El imputado y la prueba. En casos de excepcionalidad y urgencia y


cuando no exista medio alternativo para constatar circunstancias importantes

8
37http://scc.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/9a810e0043eb964b93f6f30365e6754e/El_control
_de_identi dad_William_Quiroz_Salazar.pdf?
MOD=AJPERES&CACHEID=9a810e0043eb964b93f6f30365e6754e
38 http://new.pensamientopenal.com.ar/12122007/doc01.pdf

8
para el descubrimiento de la verdad, tales como alcoholemias, pericias
toxicológicas u otras de similar entidad, el Fiscal podrá autorizar mínimas
intervenciones corporales en la persona del imputado.

En su caso, deberán efectuarse por profesionales especialmente habilitados al


efecto y según las reglas y cuidados que establece el saber médico, siempre
que las maniobras que se practiquen no afecten la salud, dignidad, integridad
física o intimidad de las personas.

La intervención que se practique según lo dispuesto precedentemente,


deberá llevarse a cabo con debido control de partes y/o con la presencia de
persona de confianza”.

30. Examen corporal de otras personas:

12.1. Legislación:

Según el art.212 del C.P.P y sus tres supuestos:

1. Otras personas no inculpadas también pueden ser examinadas sin


consentimiento, solo en consideración de testigos, siempre que deba ser
constatado, para el esclarecimiento de los hechos, si se encuentra en su cuerpo
determinada huella o secuela del delito.

2. En otras personas no inculpadas, los exámenes para la constatación de


descendencia y la extracción de análisis sanguíneos sin el consentimiento del
examinado son admisibles si no cabe temer ningún daño para su salud y la medida
es indispensable para la averiguación de la verdad. Los exámenes y la extracción
de análisis sanguíneo solo pueden ser efectuados por un médico.

3. Los exámenes o extracciones de análisis sanguíneos pueden ser rehusados por


los mismos motivos que el testimonio. Si se trata de menores de edad o incapaces,
decide su representante legal, salvo que esté inhabilitado para hacerlo por ser
imputado en el delito, en cuyo caso decide el juez.

31. Examen corporal para prueba de alcoholemia

13.1. Legislación:

Según el artículo 213del C.P.P y sus cuatro supuestos:

1. La policía ya sea en su misión de prevención de delitos o en el curso de una


inmediata intervención como consecuencia de la posible comisión de un delito
mediante la conducción de vehículos, podrá realizar la comprobación de tasas de
alcoholemia en aire aspirado.

8
2. Si el resultado de la comprobación es positiva o, en todo caso, si se presentan
signos evidentes de estar bajo la influencia de bebidas alcohólicas u otro tipo de
sustancia prohibida, el intervenido será retenido y conducido al centro de control

8
sanitario correspondiente para realizar la prueba de intoxicación es sangre o en
otros fluidos según la prescripción del facultativo.

3. La policía, cuando intervienen en operaciones de prevención del delito, según


el numeral 1) del presente artículo, elaborara un acta de las diligencias
realizadas, abrirá un Libro- Registro en el que se hará constar las
comprobaciones de aire aspirado realizadas, y comunicara lo ejecutado al
ministerio publico adjuntando un informe razonado de su intervención.

4. Cuando se trata de una intervención como consecuencia de la posible


comisión de un delito y deba procederse como arreglo al numeral 2) del presente
artículo, rige lo dispuesto en el numeral4) del artículo 210°.

32. El Allanamiento

Empezaremos por presentar una conceptualización que nos permita individualizar la


materia objeto de estudio para luego referirnos a sus aspectos procesales.
32.1.Concepto:
Es el ingreso a una casa de cualquier clase o a un domicilio particular, mediante
orden de autoridad competente, para cumplir diligencia relacionada con la
investigación penal o de aseguramiento de bienes o personas o para socorrer a
víctimas de crímenes o desastres.
Según el Diccionario de la Lengua Española, “allanamiento” es acción y efecto de
allanar o allanarse; y “allanar”, para los efectos que nos importa, es registrar un
domicilio con mandamiento judicial.
El allanamiento es una modalidad de la inspección judicial cuya práctica, en
nuestro sistema, es una potestad del funcionario de instrucción competente que
tiene una finalidad establecida en el artículo 214 del código procesal Penal.
El allanamiento, en efecto, a los propósitos de este estudio es el registro a un
domicilio con mandamiento judicial, y es que el artículo 214 del código procesal
Penal se refiere a que el funcionario de instrucción puede allanar un edificio de
cualquier clase, establecimiento o finca cuando haya indicio grave de que allí se
encuentra el presunto imputado, efectos o instrumentos empleados para la
infracción, libros, papeles, documentos o cualesquiera otros objetos que puedan
servir para comprobar el hecho punible o para descubrir a sus autores y partícipes.

El “allanamiento”39 es entrar, con poder escrito de autoridad judicial, en


un domicilio local, para realizar en él ciertas diligencias sumariales o de seguridad
como detenciones y registros; de conformidad con una pretensión de la parte
contraria en una causa o juicio o aquiescencia a una resolución judicial, con
renuncia a la posible impugnación; mientras que para el mismo Cabanellas
“allanar” es autorizar a los funcionarios de la justicia para que puedan penetrar en
un domicilio particular, u otro lugar cerrado, para efectuar registros, detenciones

8
y demás diligencias. La autorización – que ha de estar justificada al menos por
indicios o sospechas – suele extenderla el juez en el llamado auto de
allanamiento. En caso de flagrante delito y en las excepciones de la inviolabilidad
del domicilio, no se requiere permiso escrito; entrar en morada ajena sin voluntad
expresa o tácita de la que la habita legítimamente, violación castigada por los
Códigos penales.

13.1.2 Objeto
Atendiendo al contenido del artículo 214 del código procesal Penal, la
diligencia de allanamiento tiene por objeto la aprehensión o captura del
presunto imputado, o para el aseguramiento de efectos o instrumentos
empleados en la comisión del delito, así como libros, papeles,
documentos o cualquier otro tipo de objetos que pueda servir para la
comprobación del hecho punible o para descubrir a sus autores o
participes, o para socorrer a víctimas del delito o desastres. El
allanamiento no puede decretarse para practicar diligencias varias o
inciertas, ni para probar suerte40, ya que la diligencia debe justificarse
previamente de lo contrario caerá en ilicitud de la prueba y hasta en
violación de normas del Código penal como es el caso del tipo penal
de violación de domicilio.
13.1.3 Finalidad
La finalidad del allanamiento viene dada en el inc9 del art 2 de la
Constitución política del Perú y dice “A la inviolabilidad del
domicilio. Nadie puede ingresar en él ni efectuar investigaciones o
registros sin autorización de la persona que lo habita o sin mandato
judicial, salvo flagrante delito o muy grave peligro de su
perpetración. Las excepciones por motivos de sanidad o de grave riesgo
son reguladas por la ley implícitamente, de modo tal que deben existir
motivos razonables para considerar que el fiscal pueda solicitar el
allanamiento y registro domiciliario de modo tal que exista una razón,
motivo, circunstancia de que se pueda allanar el domicilio de una
persona pues de no ser así esto sería una violación a los derechos
fundamentales de la persona tal y como se destaca en la jurisprudencia.

41 En este mismo sentido, la Corte Interamericana de Derechos Humanos destacando la


relación indisoluble entre los derechos a la intimidad personal y familiar o vida privada y
a la inviolabilidad del domicilio, ha subrayado que la “protección de la vida privada, la
vida familiar y el domicilio de injerencias arbitrarias o abusivas implica el reconocimiento
de que existe un ámbito personal que debe estar exento e inmune a las invasiones o
agresiones abusivas o arbitrarias por parte de terceros o de la autoridad pública. En este
sentido, el domicilio y la vida privada y la familiar se encuentran intrínsecamente ligados,
ya que el domicilio se convierte en un espacio en el cual se puede desarrollar libremente la
vida privada y la vida familiar

8
“del artículo 9.º de la Constitución reconoce que toda persona tiene derecho a la
inviolabilidad del domicilio, que comprende que “nadie puede ingresar en él ni efectuar
investigaciones o registros sin autorización de la persona que lo habita o sin mandato
judicial, salvo flagrante delito o muy grave peligro de su perpetración”. Jurisprudencia Nº
02389-2009-PA/TC

8
13.2. Articulo 214 Presupuestos para la solicitud
El requerimiento se hará si es que esta ante supuestos distintos a flagrante de
delito o de peligro inminente de su perpetración, y siempre que existan
motivos razonables para considerar que en el lugar se oculta el imputado o
alguna persona evadida, o de ahí se encuentra bienes delictivos o cosas relevantes
para el investigado.
Sin embargo, la jurisprudencia de la Corte Suprema habilita en clave
constitucional ‘la posible comisión de un delito como motivo para la realización de
esta diligencia, pues en el Recurso de Nulidad 4826-2005 caso "El Polo", no
existía mandato judicial, tampoco flagrancia, ni indicios de la comisión de un
delito:

"Décimo: Que los fundamentos para absolver a las acusadas Giovanna Marilú
Anaya Salvarte y María Delia Marino no son razonables; que en el caso de la
acusada Anaya Salvarte, es de tener en cuenta que el derecho constitucional
de inviolabilidad del domicilio no es absoluto, el mismo que establece en qué
casos justificativos podrá procederse a la entrada y registro a un predio, por
consiguiente la propia Carta Magna autoriza restringir la libertad domiciliaria
en supuestos excepcionales y calificados- el artículo dos parágrafo nueve dice:
Toda persona tiene derecho. "A la inviolabilidad del domicilio. Nadie puede
ingresar en él ni efectuar investigaciones o registros sin autorización de la
persona que la habita o sin mandato judicial, salvo flagrante delito o muy grave
peligro de su perpetración (...)"; que es así que la irrupción de las autoridades
en un recinto resguardado por la inviolabilidad domiciliaria sólo pue de darse
sin mandamiento judicial cuando en aquel lugar hay una situación de
flagrancia o es inminente la consumación de una conducta punible, de tal
manera que si no se dieran estas dos hipótesis el allanamiento extrajudicial
constituye una de las injerencias arbitrarias prohibidas no solo por la
constitución sino también por instrumentos internacionales- el artículo décimo
sétimo numeral uno del pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos dice:
"Nadie será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en (...), su domicilio (..) "
y en el artículo décimo primero, numeral dos, de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos dice: "Nadie puede ser objeto de injerencias
arbitrarias o abusivas en (...) su domicilio (...)", que de autos aparece que
miembros de la DIRCOTE venían efectuando un sigiloso seguimiento a los
acusados meza Majino y a su conviviente Anaya Salvarte, quienes cohabitaban
en el mismo inmueble, al punto que con el objetivo de la búsqueda y
obtención de evidencias o elementos de prueba que los vinculara o asociara
con el atentado terrorista en el Centro Comercial "El Polo", contando con la
anuencia y presencia del representante del ministerio público y por la urgencia
del caso, enfundan de los signos evidentes o percepción sensorial de su
vinculación delictiva enfundan al seguimiento efectuado, decidieron ingresar a
la vivienda, oportunidad en que fueron atendidos por la acusada Anaya
Nalvarte quien por registrar una orden de captura (por delito de traición a la
patria) fue aprendida; que en el registro domiciliario se halló evidencia

8
pertinente y relevante entre otros, ropa de Meza Majino, diversa documentación
de claro contenido y vinculación terrorista y un costal con nitrato de amonio,
que convertida en anfo se utiliza en acciones de sabotaje o estragos; que si se
asume la concepción o "teoría de la ponderación

8
de los intereses en conflicto", es de puntualizar como sustento inicial de esa
línea teórica que ante un incumplimiento de un requisito de producción de un
elemento probatorio -ausencia de flagrancia delictiva en el caso de un
allanamiento o entrada y registro- no necesariamente sigue una prohibición de
valoración, pues en esos casos, sin perjuicio de reconocer que en la
generalidad de los mismos la regla de exclusión tendrá plena operatividad, es
de tener en cuenta, de un lado, el peso de la infracción de procedimiento
incurrida-en este
Caso, la inviolabilidad domiciliaria-, su importancia para la esfera
jurídicamente protegida del afectado y la consideración de que la verdad no
debe ser investigada a cualquier precio, cuanto, por otro lado, los intereses
de una efectiva persecución penal— que no merme la confianza ciudadana en el
proceso penal y la propia justicia, de suerte que en casos singularmente graves y
excepcionales es posible reconocer validez de valoración a una fuente de prueba
obtenida en esa circunstancias cuando, al final de cuentas, la vulneración
denunciada, en el caso concreto, importe una afectación de menor entidad frente
a la gravedad del delito objeto de acreditación- su propia dimensión como
consecuencia del estrago generado- y, en especial, a las circunstancias que
determinan su obtención, en la que la noción de urgencia o inevitabilidad y el
comportamiento y niveles de seguridad adoptados por la autoridad legítima para
la consecución de la evidencia será determinante; que, en el presente caso, a
posteriori, no sólo se tiene el Concurso del Ministerio Público- que concede
garantía de limpieza en el acto de intervención domiciliaria-, sino que con
anterioridad los factores que determinaron la incursión domiciliaria- lugar y
tiempo de ejecución-y, en especial, las diligencias de seguimiento previo y la
ya obtenido en la propia investigación hacen aplicable la doctrina del
denominado "caso probable “plasmada, por ejemplo, en la sentencia recaída en
el asunto Souza contra Estados Unidos resuelto por la Corte Suprema de
Estados Unidos (mil novecientos ochenta y cuatro), en cuya virtud se atenúa la
regla de exclusión cuando una prueba se obtenga sin orden judicial siempre que
se acredite que en el momento del registro ya existían indicios suficientes para
que el Juez la hubiera emitido de haberla solicitado; que esto último ocurrió
en el presente caso, pues estando acreditado que uno de los lugares que
visitaba el acusado Meza Majino era la vivienda de la acusada Anaya
Salvarte, ubicada en la venida Rimac pampa sin número sector cuarto B
Asentamiento Humano Balnearios - Ventanilla- quien por lo demás tenía una
requisitoria por delito de Traición a la patria-, era muy probable que en dicho
lugar se albergaría a dirigentes; cuadros y militantes de la organización
terrorista de Sendero Luminoso o bienes delictivos vinculados a la misma; que
es así que por lo relevante de la investigación en curso- el momento culminante y
decisivo de la actuación policial fiscal—, la gravedad del delito cometido y el
tiempo del propio acto de intervención que es trascendental en atención a que
caída la noche, había pocos efectivos policiales es en ese momento y el lugar
estaba relativamente aislado, incluso la propia encausada mencionó que con
motivo de su detención y de sus gritos advirtió que sus vecinos se acercaron al
lugar (véase fojas siete mil treinta y siete) decidieron intervenir
simultáneamente o a ambos acusados - con una diferencia de treinta minutos-, y

8
evitar de este modo que la acusa Anaya Nalvarte sea avisada de la intervención
policial de su conviviente el acusado Meza Majino, que huyera o desapareciera
evidencias comprometedoras; que justamente por la oportuna

8
intervención policial garantizada con la presencia del representante del
Ministerio Público y en presencia de dos de sus vecinos (Inocente Melchor
Gregorio y Elba Ceferina Abanto Cotrina) es que se descubrió un cúmulo de
evidencias señaladas en el acto de fojas cuatrocientos noventa del expediente
acumulado y que la vinculan no sólo con el acusado Meza Majino sino con el
delito de terrorismo y específicamente con el atentado al centro Comercial "El
Polo" (en el acta de fojas quinientos setenta y nueve se verificó que en el
croquis encontrado en la vivienda de la acusada Anaya Nalvarte figura como
objetivo principal el Banco de Crédito del Centro Comercial "El Polo"); que,
por tanto, el objeto del allanamiento domiciliario no ha sido
desproporcionado con los propósitos legítimos perseguidos, tiene justificación
razonable y fue compatible con las circunstancias particulares del caso, por lo
que no se está frente a una prueba de valoración prohibida por existir una
excepción razonable que la permite; que, en ese sentido, esta fuente de prueba es
jurídicamente admisible y debe ser incorporada al proceso como un medio de
prueba excepcionalmente válido; en consecuencia, debe efectuarse un nuevo
juicio oral al respecto42

El fiscal es quien solicita la medida de allanamiento y registro domiciliario, se


aplicara en casa habitada, casa de negocio, en sus dependencias cerradas, o en
un recinto habitado temporalmente, así como en cualquier otro lugar cerrado pero
si es presible que se le será negado en acto de función solicitara la
medida.
En el requerimiento se consignara concreta ubicación del lugar o lugares que
habrán de ser registrados, la finalidad específica del allanamiento, las
diligencias a practicar, y el tiempo aproximado que durara.
Los motivos que determinaron el allanamiento sin orden judicial constaran
detalladamente en el acta.

13.3. Articulo 215 Contenido de la resolución Judicial


La resolución autoritativa contendrá: el nombre del Fiscal autorizado, la finalidad
específica del allanamiento y, de ser el caso, las medidas de coerción que
correspondan, la designación precisa del inmueble que será allanado y
registrado, el tiempo máximo de la duración de la diligencia, y el apercibimiento
de Ley para el caso de resistencia al mandato hay que anotar que la orden de
allanamiento tiene un tiempo establecido, pues si lo que se hace con esta orden es
restringir derechos, ésta no puede ser dictada sin plazo alguno, por ello la ley prevé
que la orden de allanamiento tendrá un plazo máximo de dos semanas, después de
las cuales caduca la autorización salvo que haya sido expedida por tiempo
determinado o para un período determinado, en cuyo caso constarán esos
datos.
13.4. Articulo 216 Desarrollo de la diligencia

8
42 Neyra Flores, Jose Antonio. Manual del nuevo proceso penal de litigación oral.
Lima-Perú. Editorial Jurídica “Idemsa”. 2010, Pág. 633-636.

8
1. Al iniciarse la diligencia se entregará una copia de la autorización al
imputado siempre que se encuentre presente o a quien tenga la disponibilidad
actual del lugar, comunicándole la facultad que tiene de hacerse
representar o asistir por una persona de su confianza.
2. Si no se encuentran las personas arriba indicadas, la copia se entregará y el
aviso se dirigirá a un vecino, a una persona que conviva con él, y a falta de
ellos, sólo de ser posible, al portero o a quien haga sus veces.
3. La diligencia se circunscribirá a lo autorizado, redactándose acta. Durante
su desarrollo se adoptarán las precauciones necesarias para preservar la
reputación y el pudor de las personas que se encuentren en el local allanado.

13.5. Articulo 217 Solicitud del fiscal para la Incautación y Registro de personas
1. Cuando sea el caso, el Fiscal solicitará que el allanamiento comprenda la
detención de personas y también la incautación de bienes que puedan
servir como prueba o ser objeto de decomiso. En este caso se hará un
inventario en varios ejemplares, uno de los cuales se dejará al responsable
del recinto allanado.
2. El allanamiento, si el Fiscal lo decide, podrá comprender el registro
personal de las personas presentes o que lleguen, cuando considere que las
mismas pueden ocultar bienes delictivos o que se relacionen con el mismo.
El Fiscal, asimismo, podrá disponer, consignando los motivos en el acta, que
determinada persona no se aleje antes de que la diligencia haya concluido. El
trasgresor será retenido y conducido nuevamente y en forma coactiva al
lugar.
CAPÍTULO
VI

33. LA EXHIBICIÓN FORZOZA Y LA

INCAUTACIÓN SUBCAPÍTULO I

14.1 La exhibición forzosa y la incautación


Cuando se trate de una intervención en flagrante delito o peligro inminente de
su perpetración el Policía no necesitará autorización judicial, pero deberá dar
cuenta inmediata al Fiscal, así mismo cuando hay peligro en la demora, la
exhibición o la incautación deberá disponerla el Fiscal, que posteriormente
requerirá al Juez de la investigación preparatoria la posterior resolución
confirmatoria.
De esta manera, una vez obtenida la resolución que autoriza la incautación,
los bienes materia de esta deben ser registrados con exactitud y debidamente
individualizados, estableciéndose los mecanismos de seguridad para evitar
confusiones o alteraciones de su estado original; igualmente se debe
identificar al funcionario o persona que asume la responsabilidad o custodia

8
del material incautado, de la ejecución de la medida se debe levantar un acta,
que será firmada por los participantes en el acto.

14.2 Articulo 218 “Solicitud del fiscal”


1. Cuando el propietario, poseedor, administrador, tenedor u otro requerido
por el Fiscal para que entregue o exhiba un bien que constituye cuerpo del
delito y de las cosas que se relacionen con él o que sean necesarias para el
esclarecimiento de los hechos investigados, se negare a hacerlo o cuando la
Ley así lo prescribiera, el Fiscal, solicitará al Juez de la Investigación
Preparatoria ordene su incautación o exhibición forzosa. La petición será
fundamentada y contendrá las especificaciones necesarias.
2. La Policía no necesitará autorización del Fiscal ni orden judicial cuando se
trata de una intervención en flagrante delito o peligro inminente de su
perpetración, de cuya ejecución dará cuenta inmediata al Fiscal. Cuando existe
peligro por la demora, la exhibición o la incautación debe disponerla el Fiscal.
En todos estos casos, el Fiscal una vez que tomó conocimiento de la medida o
dispuso su ejecución, requerirá al Juez de la Investigación Preparatoria la
correspondiente resolución confirmatoria.
El procedimiento
En resumen, la incautación contempla tres posibilidades en su ejecución:
a) Sin peligro en la demora y sin flagrancia. En este caso se requerirá a
quien deba exhibir o entregar el bien u objeto para que lo haga, este
requerimiento es hecho exclusivamente por el fiscal, en caso de negativa se
procederá a la incautación con orden judicial. Nótese que si el requerido
consiente desde un inicio en entregar el bien u objeto, se dejará constancia
de ello en el acta correspondiente. En ese caso no se necesitara resolución
judicial autorizando ni mucho menos confirmatoria al no haberse generado
incautación alguna en estricto al no haber desposesión forzada del bien o cosa.
Se debe anotar que si no existe flagrancia ni peligro en la demora, la orden
judicial debe ser siempre previa a la ejecución de la medida.
b) En caso de flagrancia. La policía podrá incautar o solicitar la exhibición sin
mandato judicial, tampoco es requisito la orden del Fiscal. Ejecutada la medida la
policía da cuenta al fiscal y se solicita inmediatamente la confirmación. Debe
procederse a la confirmación judicial, incluso con el consentimiento del requerido
para entregar los bienes.
c) En caso de peligro en la demora. El fiscal dispondrá la incautación o
exhibición. En este caso también se requiere de confirmación incluso si se contó
con el consentimiento del requerido.
14.3 Articulo 219 Contenido de la resolución

8
1. La resolución autoritativa especificará el nombre del Fiscal autorizado, la
designación concreta del bien o cosa cuya incautación o exhibición se ordena y, de
ser necesario, autorización para obtener copia o fotografía o la filmación o
grabación con indicación del sitio en el que tendrá lugar, y el apercibimiento de
Ley para el caso de desobediencia al mandato.
Se aplicará, en lo pertinente, las mismas reglas para la resolución confirmatoria
La designación del bien o cosa cuya incautación o exhibición se ordena. El
planteamiento de fondo desde el punto de vista garantista es claro: evitar las
medidas cautelares erráticas o arbitrarias. Es por ello que llama la atención el ya
referido Acuerdo Plenario Nro. 5-2010/CJ-116, cuando en su punto 13 señala
que: “La incautación siempre requiere de una resolución judicial, sea antes de su
ejecución, – excepción […] – o después de ella – regla general […] –.”
La visión garantista apuntaría más bien a que la resolución judicial sea previa a
la ejecución de la incautación como regla general y posterior (confirmatoria) como
excepción.
Esto se puede percibir de la lectura del artículo 219 del Código, que en su
apartado 1 establece la regla general y luego la excepción, pero esta interpretación
por el orden de los apartados podría ser antojadiza en la medida que la ubicación
de los incisos de una norma no establecen necesariamente una jerarquía o
preponderancia. Para mayores luces observemos el texto constitucional conexo al
tema en análisis:
Derechos fundamentales de la persona
Artículo 2.- Toda persona tiene derecho:
9. A la inviolabilidad del domicilio. Nadie puede ingresar en él ni efectuar
investigaciones o registros sin autorización de la persona que lo habita o sin
mandato judicial, salvo flagrante delito o muy grave peligro de su perpetración.
Las excepciones por motivos de sanidad o de grave riesgo son reguladas por la ley.
10. Al secreto y a la inviolabilidad de sus comunicaciones y documentos privados.
Las comunicaciones, telecomunicaciones o sus instrumentos sólo pueden ser
abiertos, incautados, interceptados o intervenidos por mandamiento motivado del
juez, con las garantías previstas en la ley. Se guarda secreto de los asuntos
ajenos al hecho que motiva su examen.
La norma constitucional regula el supuesto de la inviolabilidad de domicilio que,
como hemos visto, suele estar ligada a la incautación y luego, apartado seguido,
regula la garantía de la inviolabilidad de documentos privados. Es en el caso de los
documentos privados se menciona expresamente a la incautación. Se dispone
expresamente en ambos casos que solo se podrá producir una vulneración – legal
– a estas garantías mediante mandato judicial. La norma no hace referencia expresa
a que el mandato sea previo, pero se entiende de la lectura del texto
constitucional, sobre todo del artículo 2, §9; que la excepción para la orden judicial
solo puede ser la existencia de flagrancia – salvo flagrante delito –, luego la regla
solo puede ser la de la orden previa. La hipótesis de la flagrancia como excepción

8
también está contemplada en nuestro código para cualquier medida restrictiva de
derechos en general, y por tanto para la incautación de manera particular.
Señalado esto, tenemos que remitirnos ahora al artículo 203, §3 del Código Procesal
Penal que señala lo siguiente: “Cuando la Policía o el Ministerio Público,
siempre que no se requiera previamente resolución judicial, ante
supuestos de urgencia o peligro por la demora y con estrictos fines de
averiguación, restrinja derechos fundamentales de las personas, corresponde al
Fiscal solicitar inmediatamente la confirmación judicial.”(Subrayado agregado). La
lectura desde el punto de vista estrictamente gramatical puede ser engañosa,
pareciera que la regla general son los supuestos de urgencia o peligro en la
demora y que la excepción es la resolución judicial previa, gracias a la presencia
de la expresión “siempre que” que antecede la oración subrayada. Sin embargo si
se lee con atención se puede formular la siguiente cuestión: ¿Cuál es el supuesto en
el que sí se requiere previa resolución judicial para la imposición de medidas
restrictivas de derechos? Usando el método de interpretación a contrario, se pude
afirmar que se requiere de resolución judicial previa cuando no existe urgencia o
peligro en la demora. Luego surge una segunda pregunta: ¿Los supuestos de
urgencia o peligro en la demora son excepcionales? La respuesta es que sí,
debido a que el aparato estatal, compelido por la naturaleza del estado de las
cosas (la urgencia o el peligro en la demora) se ve obligado a ignorar temporalmente
una garantía procesal: La intervención del juez, que en nuestro caso particular es
el Juez de la Investigación Preparatoria o también llamado Juez de Garantías
precisamente.
La redacción de la norma, responde al hecho de que hay supuestos muy puntuales
(donde no se restringen derechos fundamentales) en los que no se exige autorización
judicial, como por ejemplo el control de identidad policial o la incautación de
documentos no privados que veremos más adelante.
El propio Acuerdo Plenario Nro. 5-2010/CJ-116 establece que la incautación sin
resolución judicial – autorizando o confirmando – es ilegal (fundamento 14),
corroborando la tesis de la necesaria intervención judicial para efectos de la garantía
de legalidad de la medida de incautación y validez de esta como ya se ha señalado.
Luego, ¿cuál es la excepción y cual la regla, si la flagrancia traducida en peligro en
la demora o urgencia es una de las causales para ejecutar la medida sin orden
judicial previa? De la lectura sistemática de las normas invocadas, la única
conclusión posible y aplicable para todas las medidas restrictivas de derechos, es
que la regla general es la orden judicial previa y que la confirmación constituye
más bien una excepción.
El plazo especial de apelación de la resolución
Una diferencia importante entre la incautación regulada por los artículos 218 y
siguientes del Código y la del artículo 316 es el plazo de apelación. Como hemos
visto al principio de este trabajo, la incautación como medida para la búsqueda de
pruebas se encuentra dentro del Título III: La Búsqueda de Pruebas y Restricción de
Derechos, por ello es importante revisar el artículo 204 – ubicado en los preceptos

8
generales aplicables a este título – en el que se señala expresamente que el plazo de
apelación de la resolución que restrinja derechos conforme las

8
reglas de este Título será dentro de los tres días de ejecutada la medida. La norma no
hace distinción alguna respecto a si se trata de resolución previa o
confirmatoria.
En la misma línea de las ideas ya planteadas, y siendo que la resolución por regla
general debe ser previa, no tendría que haber problema alguno en la mayoría de
casos, dado que ejecutada la medida el afectado tendría tres días para recurrir la
resolución que la autorizó. Cosa distinta sucede en el caso de la resolución
confirmatoria, que se expide luego de ejecutada la medida. En ese caso el fiscal
tendría que tomar las previsiones del caso para poner en conocimiento del Juez la
medida ejecutada y requerir su confirmación inmediatamente, como establece el
texto normativo. Caso contrario al incurrir en demora, no solo acarrearía
responsabilidad funcional por la dilación, si no que afectaría al debido proceso al
haber impedido con su demora que el afectado pueda recurrir, vía apelación, la
resolución de confirmación.

14.4 Articulo 220 Diligencia de secuestro o exhibición


1. Obtenida la autorización, el Fiscal la ejecutará inmediatamente, contando
con el auxilio policial. Si no se perjudica la finalidad de la diligencia, el Fiscal
señalará día y hora para la realización de la diligencia, con citación de las
partes. Al inicio de la diligencia se entregará copia de la autorización al
interesado, si se encontrare presente.
2. Los bienes objeto de incautación deben ser registrados con exactitud y
debidamente individualizados, estableciéndose los mecanismos de seguridad para
evitar confusiones o alteración de su estado original; igualmente se debe
identificar al funcionario o persona que asume la responsabilidad o custodia del
material incautado. De la ejecución de la medida se debe levantar un acta, que
será firmada por los participantes en el acto.
Corresponde al Fiscal determinar con precisión las condiciones y las personas
que intervienen en la recolección, envío, manejo, análisis y conservación de lo
incautado, asimismo, los cambios hechos en ellos por cada custodio.
14.4.1 Concepto
El secuestro penal es una medida cautelar, de carácter real,
provisional y accesorio, que, a solicitud del funcionario de instrucción,
puede adoptar el juez penal cuando exista peligro de que la eventual
disposición de una cosa relacionada con el delito pueda agravar o
prolongar sus consecuencias o facilitar la comisión de otros delitos, o
a solicitud de la parte actora con el propósito de evitar que el juicio sea
ilusorio en sus efectos y que la parte demandada trasponga, enajene,
oculte, empeore, grave o disipe los bienes muebles o inmuebles que
posea, a efectos de asegurar el cumplimiento de la sentencia. Las
medidas cautelares se distinguen en reales y personales. El secuestro es
una medida cautelar real de la cual se distingue el secuestro preventivo y
el secuestro conservativo.

8
De La Oliva Santos y otros, en la doctrina española sostienen que
las medidas cautelares reales son aquellas que, mediante la limitación de
la disponibilidad de ciertas cosas, se pretende asegurar la ejecución

8
de los pronunciamientos patrimoniales de cualquier clase que pueda
incluir la sentencia
3. Sin perjuicio de lo anterior, si se trata de incautación de bienes
muebles se procederá de manera que se tomen bajo custodia y -si es
posible- se inscribirá en el registro correspondiente. Si se trata de
bienes inmuebles o de un derecho sobre él, adicionalmente a su
ocupación, se operará de manera que se anote en el registro
respectivo dicha medida, en cuyo caso se instará la orden judicial
respectiva.
4. Lo dispuesto en los dos numerales anteriores es aplicable cuando
la exhibición o incautación es realizada por la Policía o el Fiscal en los
casos previstos en el artículo 216.2
5. La Fiscalía de la Nación, a fin de garantizar la autenticidad de lo
incautado, dictará el Reglamento correspondiente a fin de normar el
diseño y control de la cadena de custodia, así como el procedimiento
de seguridad y conservación de los bienes incautados.

14.4.1Cadenadecustodia.
El concepto de la cadena de custodia es en realidad bastante simple.
Por un lado se trata de establecer un registro sucesivo de
identificación de responsables del bien u objeto incautado, desde que
se ejecuta la medida hasta su actuación como prueba, incluyendo los
peritajes y exámenes a los que deba ser sometido de ser el caso.
Este tránsito se documenta con los formatos debidamente establecidos
para ello por el Ministerio Público y permite determinar la ubicación
del bien y, como ya se dijo, el responsable de este en cada uno de los
desplazamientos que se realicen o de su almacenamiento y custodia.
De otro lado se garantiza con la debida identificación de los
encargados, la preservación del objeto, su debido embalaje y cuidado
para evitar su pérdida, extravío o deterioro. Los principios que se
deben observar para mantener la cadena de custodia son: el control de
las etapas, la preservación del bien, la seguridad de los elementos en
custodia, la mínima intervención de los funcionarios de cada
procedimiento y la descripción detallada de cada uno de los bienes
incautados.
14.4.2Pruebailícita,brevesapuntes
Primeramente se debe señalar – brevemente por cierto – que en el
sistema peruano se ha incorporado la definición de prueba ilícita en
los artículos VII, §2 del Título Preliminar y 159 del Código
Procesal

Penal; sin embargo doctrinariamente se han aceptado las siguientes


excepciones a la regla:

8
a) Fuente independiente, cuando a la prueba se pudo o se habría
podido arribar por otros medios que no tienen relación con el acto
violatorio del derecho fundamental protegido constitucionalmente.
b) Descubrimiento inevitable, cuando la prueba se produciría
incluso sin la realización del acto con el que se la obtuvo (violatorio
este del derecho fundamental protegido), a través del propio
desarrollo de la investigación ya iniciada.
c) Testimonio dotado de voluntad autónoma, cuando la prueba
obtenida a través de un testimonio se produce de manera autónoma al
hecho violatorio del derecho fundamental protegido que generó el
testimonio.
d) Buena fe, cuando el funcionario que realiza el hecho violatorio
del derecho fundamental protegido cree que procede legítimamente.
e) Seguridad pública, cuando la prueba se obtiene a través de un
procedimiento normado tendiente a proteger la seguridad pública, aun
cuando este aparentemente vulnere el derecho fundamental
protegido del intervenido.
f) La ponderación de los intereses en conflicto, aplicable solo
cuando hay conflictos de orden procesal, en casos de un derecho
fundamental material, no es posible ponderación alguna.
Otros autores agregan: la prueba ilícita para terceros, el error inocuo, la
conexión de antijuridicidad, destrucción de la mentira del imputado,
teoría del riesgo y nexo causal atenuado
14.5 Articulo 221 Conservación y Exhibición
1. Según la naturaleza y estado del bien incautado, se dispondrá su debida
conservación o custodia.
2. En el caso de la exhibición se describirá fielmente en el acta lo constatado,
sin perjuicio de reproducirlo, empleando el medio técnico disponible.
En el caso de la custodia, esta se realiza en los almacenes del Ministerio
Público o en el caso de bienes que tienen características particulares o se
encuentran sometidos a régimen normativo especial, en los almacenes
designados para estos fines, como el caso de las sustancias estupefacientes o
los bienes ingresados al país mediante infracción a normas aduaneras.
En la exhibición es perfectamente viable sacar fotos, fotocopiar los
documentos, filmar los objetos e incluso obtener moldes y plantillas, sin
afectar la integridad del bien exhibido.
Se ha hablado mucho acerca de la necesidad de llevar a juicio la prueba
material obtenida durante la investigación. Si bien la fiscalía será quien deba
evaluar la necesidad de trasladar hasta los ambientes de la Sala de

8
Audiencias la evidencia necesaria, deberá seleccionar la evidencia idónea para
sus fines. No todas las pruebas materiales pueden o deben ir a juicio. Un
caso típico es la sustancia incautada en los casos del tráfico ilícito de drogas.
No es necesario llevar las bolsas de estupefaciente a la sala de audiencia,
bastará con el peritaje químico que se haya practicado en ella que permita
determinar si efectivamente es la sustancia ilícita, grado de pureza y peso; y
si es necesario dar una idea del volumen, bastará exhibir la fotografía,
por ejemplo, tomada al momento de la incautación.

14.6 Articulo 222 Devolución de bienes incautados y entrega de bienes sustraídos


1. El Fiscal y la Policía con conocimiento del primero podrá devolver al agraviado o a
terceros los objetos incautados o entregar los incautados que ya fueron utilizados en la
actividad investigadora, con conocimiento del Juez de la Investigación Preparatoria.
Asimismo podrá devolverlos al imputado si no tuvieren ninguna relación con el delito.
La devolución podrá ordenarse provisionalmente y en calidad de depósito, pudiendo
disponerse su exhibición cuando fuera necesario. Los bienes sustraídos serán entregados
al agraviado.
2. Si el Fiscal no accede a la devolución o entrega, el afectado podrá instar, dentro del
tercer día, la decisión del Juez de la Investigación Preparatoria.
Es decir que el bien no se devuelve al imputado siempre que tenga relación con el
delito investigado, lo que resulta curioso porque podría ser que el objeto haya
surtido efectos probatorios (por ejemplo la toma de huellas en un artefacto o las
muestras de tejido de una alfombra) pero a pesar de ello no pueda devolverse al
imputado. Esto se explica porque si el bien estuvo relacionado con el delito se
convierte automáticamente en un corpus instrumentorum o un corpus
probatorium cuya disponibilidad es necesaria hasta el fin del proceso, sin embargo y
en la medida que la finalidad de la incautación es el aseguramiento de la prueba, la
misma regla tendría que aplicarse en todo caso a bienes de terceros o del
agraviado, sin embargo el legislador no ha optado por esta fórmula a fin de no
causar más agravio a quien ya ha sido afectado por la presunta comisión del delito.
14.7 Articulo 223 Remate o subasta del bien incautado
1. Cuando no se ha identificado al autor o al perjudicado, el bien incautado,
transcurridos seis meses, es rematado. El remate se realiza, previa decisión de la
Fiscalía que conoce del caso si no se ha formalizado la Investigación Preparatoria o
previa orden del Juez de la Investigación Preparatoria si existe proceso abierto, a
pedido del Fiscal.
2. El remate se llevará a cabo por el órgano administrativo competente del Ministerio
Público, según las directivas reglamentarias que al efecto dicte la Fiscalía de la Nación.
En todo caso, se seguirán las siguientes pautas:
a) Valorización pericial;
b) Publicación de un aviso en el periódico oficial o en carteles a falta de periódico.

8
3. El producto del remate, descontando los gastos que han demandado las
actuaciones indicadas en el numeral anterior, será depositado en el Banco de la Nación
a la orden del Ministerio Público si no se formalizó Investigación Preparatoria

8
y, en partes iguales, a favor del Poder Judicial y del Ministerio Público si existiere
proceso abierto. Si transcurrido un año ninguna persona acredita su derecho, el
Ministerio Público o el Poder Judicial, dispondrán de ese monto, constituyendo
recursos propios.
4. Cuando se trate de objetos, instrumentos, efectos o ganancias de los delitos cuya
titularidad haya sido declarada a favor del Estado mediante un proceso de pérdida de
dominio y en los casos de incautación o decomiso de bienes, efectos o ganancias
establecidos en las normas ordinarias por la comisión de delitos en agravio del
Estado, la Comisión Nacional de Bienes Incautados - CONABI procederá a la
subasta, en la forma y procedimiento establecido por la normatividad de la materia. El
producto de esta subasta pública se destinará preferentemente a la lucha contra la
minería ilegal, la corrupción y el crimen organizado, conforme al Reglamento de la
materia”

Adviértase,45 que el legislador estableció que la resolución que autoriza el secuestro


podrá ser revocada, atendiendo a solicitud del funcionario de instrucción o de la parte
interesada. De esta manera, y ya en el Plenario del proceso penal, el legislador previó
la posibilidad legal de revocar el secuestro ya sea preventivo o conservatorio.
Cuando la norma habla de que por hechos sobrevinientes durante la instrucción
sumarial la resolución que autoriza el secuestró podrá ser revocada establece, por
una parte, que el proceso debe encontrarse en la fase plenaria; y, en efecto, por
encontrase en la fase plenaria la norma debió prever, y como en efecto prevé, que la
revocatorio de secuestro pueda solicitarla tanto el funcionario de instrucción que
solicitó el secuestro preventivo como la parte querellante que haya solicitado el
secuestro conservatorio; pero es que la norma al referirse a solicitud de parte
interesada alcanza no solo al querellante sino al tercero interesado en el proceso.
SUBCAPÍTUL
O II
34. LA EXHIBICIÓN E INCAUTACIÓN DE ACTUACIONES Y
DOCUMENTOS NO PRIVADOS
15.1 Articulo 224 Incautación de documentos no privados. Deber de
exhibición. Secretos.-
1. También pueden ser objeto de exhibición forzosa o incautación las
actuaciones y documentos que no tienen la calidad de privados. Cuando
se trate de un secreto de Estado, el Fiscal acudirá al Juez de la
Investigación Preparatoria a fin de que proceda, en lo pertinente,
conforme a lo dispuesto en el artículo 165 numerales 2) y 3).
El que tenga en su poder los actos y documentos requeridos está
obligado a exhibirlos o entregarlos inmediatamente al Fiscal, incluso su
original, y todo objeto que detenten por razones de su oficio, encargo,
ministerio o profesión, salvo que expresen que se trata de un secreto
profesional o de Estado.
El afectado, salvo los casos de invocación de secreto de Estado, podrá
instar la intervención judicial, para establecer si correspondía la

8
exhibición o incautación de todos los documentos o actos intervenidos por
el Fiscal.

2. Cuando se invoque secreto profesional, el Fiscal realizará las


indagaciones necesarias a ese efecto, siempre que resulte indispensable para
la marcha de las investigaciones, y si considera infundada la oposición a la
exhibición o incautación, instará la intervención judicial. El Juez de la
Investigación Preparatoria, previa audiencia, si considera fundada la
petición del Fiscal ordenará la incautación.
3. Cuando se invoque secreto de Estado, el Fiscal acudirá al Presidente
del Consejo de Ministros solicitando confirme ese carácter. En caso se
confirme la existencia del secreto y la prueba sea esencial para la definición
de la causa, el Fiscal acudirá al Juez de la Investigación preparatoria, para
que previa audiencia con asistencia de las partes decida si clausura la
investigación por existir secreto de Estado.
La intervención judicial en el caso de los documentos no privados
Hemos afirmado previamente que todas las medidas restrictivas de
derechos requieren orden previa o confirmación, en ambos casos judiciales,
para su validez y legalidad. En el caso de la incautación o exhibición de
documentos privados esto no es exigible, lo que se desprende de una
cuestión lógica y jurídica básica: La orden de incautación o exhibición
forzosa de documentos no privados no implica una restricción de
derechos fundamentales de las personas. Todos los funcionarios públicos;
que son aquellos que tienen, resguardan, conservan y administran
documentos no públicos; están obligados a exhibirlos o entregarlos cuando
son necesarios para una investigación y son requeridos por el fiscal –
titular de la acción penal –. Esos documentos no pertenecen al ámbito
privado de los particulares, por lo que no les alcanza la protección
constitucional que resguarda a los documentos privados.
15.2 Articulo 225 Copia de documentos incautados.-
1. El Fiscal podrá obtener copia de las actuaciones y de los documentos
incautados, restituyendo los originales. Cuando mantenga la incautación de
los originales, podrá autorizar la expedición gratuita de copia certificada a
aquellos que los detentaban legítimamente.
2. Los servidores o funcionarios públicos podrán expedir copias,
extractos o certificaciones de los documentos restituidos, en original o
copia, por el Fiscal, pero deberá hacer mención en ellos de la incautación
existente.
3. A la persona u oficina ante la que se efectuó la incautación, debe
entregársele copia del acta de incautación realizada.
4. Si el documento incautado forma parte de un volumen o un registro del
cual no puede ser separado y el Fiscal no considera conveniente extraer
copia, el volumen entero o el registro permanecerá en depósito judicial. El

8
funcionario Público con la autorización del Fiscal, expedirá a los
interesados que lo soliciten, copias, extractos o certificados de las partes
del volumen o registro no sujetas a incautación, haciendo mención de la
incautación parcial, en las copias, extractos y certificados.

8
Los afectados podrán instar la intervención del Juez de la Investigación
Preparatoria cuando la disposición del Fiscal afecta irrazonablemente sus
derechos o intereses jurídicos. El Juez se pronunciará previa audiencia con
asistencia de los afectados y de las partes.
El articulo 225 regula el procedimiento de reguardo, conservación y
expedición de copias de los documentos no privados materia de
incautación o exhibición. En cualquiera de los casos y si existe una
afectación no razonable, se puede requerir la intervención del Juez de la
Investigación Preparatoria.
Una cuestión interesante es la obligación del funcionario de consignar la
mención de la medida que recae sobre el documento cuando debe expedir
una copia o certificación de este. La norma no establece exactamente el
mecanismo, pero entendemos que la mención debe ser lo suficientemente
clara como para que no se le reste legitimidad al documento original, dado
que de ser así se estaría perjudicando innecesariamente al tercero que
está requiriendo la copia o certificación del documento.

EL CONTROL DE COMUNICACIONES Y DOCUMENTOS

PRIVADOS SUBCAPÍTULO I

35. LA INTERCEPTACIÓN E INCAUTACIÓN


POSTAL

16. 1 Artículo 226 “Autorización”46


1. Las cartas, pliegos, valores, telegramas y otros objetos de
correspondencia o envío postal, en las oficinas o empresas
-públicas o privadas- postales o telegráficas, dirigidos al
imputado o remitidos por él, aun bajo nombre supuesto, o de
aquellos de
los cuales por razón de especiales circunstancias, se presumiere
emanan de él o de los que él pudiere ser el destinatario, pueden
ser objeto, a instancia del Fiscal al Juez de la Investigación
Preparatoria, de interceptación, incautación y ulterior apertura.
2. La orden judicial se instará cuando su obtención sea
indispensable para el debido esclarecimiento de los hechos
investigados. Esta medida, estrictamente reservada y sin
conocimiento del afectado, se prolongará por el tiempo
estrictamente necesario, el que no será mayor que el período de
la investigación. Del mismo modo, se podrá disponer la obtención
de copias o respaldos de la correspondencia electrónica dirigida
al imputado o emanada de él.

8
El Juez de la Investigación Preparatoria resolverá, mediante
trámite reservado e inmediatamente, teniendo a la vista los
recaudos que justifiquen el requerimiento fiscal.
La denegación de la medida podrá ser apelada por el Fiscal, e
igualmente se tramitará reservada por el Superior Tribunal, sin
trámite alguno e inmediatamente.
1.2 Artículo 227 “Ejecución”
1. Recabada la autorización, el Fiscal -por sí o encargando su ejecución a
un funcionario de la Fiscalía o un efectivo Policial- realizará
inmediatamente la diligencia de interceptación e incautación. Acto
seguido examinará externamente la correspondencia o los envíos
retenidos, sin abrirlos o tomar conocimiento de su contenido, y
retendrá aquellos que tuvieren relación con el hecho objeto de la
investigación. De lo actuado se levantará un acta.
2. La apertura, examen y análisis de la correspondencia y envíos se
efectuará en el lugar donde el Fiscal lo considere más conveniente
para los fines de la investigación, atendiendo a las circunstancias del
caso. El Fiscal leerá la correspondencia o revisará el contenido del
envío postal retenido. Si tienen relación con la investigación
dispondrá su incautación, dando cuenta al Juez de la Investigación
Preparatoria. Por el contrario, si no tuvieren relación con el hecho
investigado serán devueltos a su destinatario, directamente o por
intermedio de la empresa de comunicaciones. La entrega podrá
entenderse también con algún miembro de la familia del destinatario
o con su mandatario o representante legal. Cuando solamente una
parte tenga relación con el caso, a criterio del fiscal, se dejará copia
certificada de aquella parte y se ordenará la entrega a su destinatario o
viceversa."
3. En todos los casos previstos en este artículo se redactará el acta
correspondiente.
16.2 Articulo 228 Diligencia de reexamen judicial.-
1. Cumplida la diligencia y realizadas las investigaciones inmediatas en
relación al resultado de aquélla, se pondrá en conocimiento del afectado
todo lo actuado, quien puede instar el reexamen judicial, dentro del plazo
de tres días de notificado.
2. La audiencia se realizará con asistencia del afectado, de su defensor y
de las demás partes. El Juez decidirá si la diligencia se realizó
correctamente y si la interceptación e incautación han comprendido
comunicaciones relacionadas con la investigación.
16.3 Artículo 229 Requerimiento a tercera persona.-
Si la persona en cuyo poder se encuentra la correspondencia, al ser
requerida se niega a entregarla, será informada que incurre en

8
responsabilidad penal. Si persiste en su negativa, se redactará acta de ésta
y seguidamente se le iniciará la investigación pertinente.
Si dicha persona alegare como fundamento de su negativa, secreto de
Estado o inmunidad diplomática, se procederá conforme al numeral 3)

8
del artículo 224 en el primer caso y se solicitará informe al Ministerio de
Relaciones Exteriores en el segundo caso.
36. El levantamiento del secreto bancario

No hay duda que a lo largo de los años el sistema bancario ha cambiado en la asistencia
de los servicios financieros mejorando en muchos aspecto el acceso al crédito; sin
embargo la actividad básica del banco se ha mantenido como tal a lo largo del tiempo,
esto es la intermediación del crédito o intermediación financiera, esto se refleja en la
captación de recursos monetarios del público, cuando tienen excedentes de ahorro, para
luego otorgar en crédito, ganando con ello una diferencia. Por ello el banco establece un
punto en común de paso de muchos recursos fiduciarios, no solo monetarios sino
también mobiliarios, lo que produce que dicha entidad financiera tenga
información sobre el patrimonio monetario y los movimientos financieros de los
clientes, por ello al operar dicha información se debe mantener discreción sobre las
operaciones que ejecutan sus clientes, por el contrario al brindar dicha información
financiera a terceros acarreará consigo muchos perjuicios. Por ello el ordenamiento
jurídico ha consagrado la reserva de las operaciones financieras de la sociedad a través
del secreto bancario, cuya trasgresión traería consigo consecuencias laborales,
administrativas y judiciales.

Según Malagarriaga el secreto bancario es “la obligación impuesta a los bancos de no


revelar a terceros, sin causa justificada, los datos referentes a sus clientes, que
lleguen a su conocimiento como consecuencia de las relaciones jurídicas que las
vincula.”47

En la relación jurídica el secreto bancario está integrado por un sujeto activo y un


sujeto pasivo. El sujeto activo de esta relación jurídica del secreto bancario va estar
constituida por el cliente, esto es por las personas quienes hacen usos de los servicios
financieros que prestan las entidades financieras. El sujeto pasivo va estar constituido
por las entidades financieras, que se dedican a las operaciones bancarias y esto
obliga a todo su personal.

En la Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y orgánica de la


superintendencia de banca y seguros ( Ley Nr. 26702) en la sección segunda, capitulo
segundo, titulado “ Secreto Bancario” concretamente el artículo 140 establece que:

"Artículo 140.- ALCANCE DE LA


PROHIBICIÓN

Está prohibido a las empresas del sistema financiero, así como a sus directores y
trabajadores, suministrar cualquier información sobre las operaciones pasivas con
sus clientes, a menos que medie autorización escrita de éstos o se trate de los
supuestos consignados en los Artículos 142 y 143.

8
También se encuentran obligados a observar el secreto bancario:

1. El Superintendente y los trabajadores de la Superintendencia, salvo que


se trate de la información respecto a los titulares de cuentas corrientes
cerradas por el giro de cheques sin provisión de fondos.

2. Los directores y trabajadores del Banco Central de Reserva del Perú.

3. Los directores y trabajadores de las sociedades de auditoría y de las


empresas clasificadoras de riesgo.

No rige esta norma tratándose de los movimientos sospechosos de lavado de dinero


o de activos, a que se refiere la Sección Quinta de esta Ley, en cuyo caso la empresa
está obligada a comunicar acerca de tales movimientos a la Unidad de Inteligencia
Financiera.

No incurren en responsabilidad legal, la empresa y/o sus trabajadores que, en


cumplimento de la obligación contenida en el presente artículo, hagan de
conocimiento de la Unidad de Inteligencia Financiera, movimientos o transacciones
sospechosas que, por su naturaleza, puedan ocultar operaciones de lavado de dinero
o de activos. La autoridad correspondiente inicia las investigaciones necesarias y, en
ningún caso, dicha comunicación puede ser fundamento para la interposición de
acciones civiles, penales e indemnizatorias contra la empresa y/o sus funcionarios.

Tampoco incurren en responsabilidad quienes se abstengan de proporcionar


información sujeta al secreto bancario a personas distintas a las referidas en el
Artículo 143. Las autoridades que persistan en requerirla quedan incursas en el
delito de abuso de autoridad tipificado en el Artículo 376 del Código Penal.".48

A contraste de lo señalado en la anterior ley financiera que establecía que el secreto


bancario alcanzaba cualquiera de las operaciones que efectuaban los clientes con los
bancos, la nueva ley restringe dicho derecho a las Operaciones Pasivas.

Las operaciones pasivas son aquellas operaciones en las que los clientes son los acreedores
del banco, es decir, aquellas operaciones en las que el banco es deudor frente al cliente.
Estas pueden ser depósitos en Cuenta Corriente o de Ahorro, CTS, etc., no importando si
tales operaciones han sido realizadas por personas naturales o jurídicas. 49

Además el derecho de mantener en secreto o en reserva las operaciones que una


persona realizada ante las instituciones financieras tienen protección constitucional
consagrada en el numeral 5 del artículo 2 de la Constitución que regula y autoriza su

48 SISTEMA PERUANO DE INFORMACION JURIDICA SPIJ Ley General del


Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y orgánica de la superintendencia de banca y
seguros ( Ley Nr. 26702). Actualizado al mes de Junio del 2014

8
levantamiento solamente en determinadas circunstancias y a petición de establecidas
autoridades.

El artículo 142 de la Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y
orgánica de la superintendencia de banca y seguros ya mencionada señala los casos en los
que no opera el Secreto Bancario:

“Artículo 142.- INFORMACION NO COMPRENDIDA DENTRO DEL


SECRETO BANCARIO.

El secreto bancario no impide el suministro de información de carácter global,


particularmente en los siguientes casos:

1. Cuando sea proporcionada por la Superintendencia al Banco Central y a las


empresas del sistema financiero para:

i. Usos estadísticos.

ii. La formulación de la política monetaria y su seguimiento.

2. Cuando se suministre a bancos e instituciones financieras del exterior con


los que se mantenga corresponsalía o que estén interesados en establecer una
relación de esa naturaleza.

3. Cuando la soliciten las sociedades de auditoría a que se refiere el numeral 1


del artículo 134 o firmas especializadas en la clasificación de riesgo.

4. Cuando lo requieran personas interesadas en la adquisición de no menos


del treinta por ciento (30%) del capital accionario de la empresa.

No constituye violación del secreto bancario, la divulgación de información sobre


las sumas recibidas de los distintos clientes para fines de liquidación de la empresa.”

Solo obtendrán dicha información al ser solicitados por el funcionario público acreditado
por ley, tales como el Juez en el ejercicio regular de sus funciones y con específica
referencia a un proceso determinado en el que sea parte el cliente del banco. La ley no
especifica si solamente es un juez penal, por lo tanto se entenderá que tal facultad se
extiende a todo Juez.

Solamente se haya autorizado el Fiscal de la Nación, en los casos de Enriquecimiento Ilícito


de funcionarios y servidores públicos o de quienes administren recursos del País y de
entidades a los que se confiera soporte financiero. Para ello es necesario determinar el
patrimonio después del hecho del presunto sujeto activo del delito; para ello es necesario
conocer la existencia de balances o colocaciones financieras y crediticias a nombre del
imputado o de sus familiares.

8
En el caso de la investigación preliminar la solicitud del levantamiento del secreto
Bancario la expresa el Fiscal de la Nación y se conduce por intermedio de la
Superintendencia de Bancos y Seguros.

Así, la facultad de levantar el secreto bancario se extiende a los Presidentes de las


Comisiones de Investigación del Poder Legislativo, con acuerdo a la legislación interna de
cada uno de ellas. Por último también es posible el levantamiento del Secreto Bancario a
pedido de un Gobierno extranjero o el Fiscal de la Nación con él que se tenga suscrito
convenio de participación para combatir, reprimir y sancionar el narcotráfico o el
terrorismo, o en general, tratándose de movimientos sospechosos de lavado de dinero o de
activos, con referencia a transacciones financieras y operaciones bancarias ejecutadas por
personas presuntamente implicadas en esas actividades delictivas o que se encuentren
sometidas a investigación bajo sospecha de alcanzarles responsabilidad en ellas.50

La autoridad peruana se dirigirá a la extranjera a través de la Carta Rogatoria


correspondiente en aplicación de la Convención Interamericana Anticorrupción si se trata
de un país americano o de convenios de otras latitudes en todo caso invocando el
Principio de Reciprocidad.51

Así mismo conforme al Art. 143 de la Ley General del Sistema Financiero y del Sistema
de Seguros y orgánica de la superintendencia de banca y seguros el Superintendente, en el
ejercicio de sus funciones de supervisión también podrá levantar el secreto bancario

En los casos de los numerales 2, 3 y 4 del Art. 143 de la Ley General del Sistema
Financiero y del Sistema de Seguros y orgánica de la superintendencia de banca y
seguros, el pedido de información se canaliza a través de la Superintendencia. Quienes
accedan a información secreta en virtud de lo dispuesto en el presente artículo, están
obligados a mantenerla con dicho carácter en tanto ésta no resulte incompatible con el
interés público.

El efecto inmediato del levantamiento del Secreto Bancario es disponer el Bloqueo o


inmovilización de los fondos de cuenta.

Así mismo se ha establecido que los funcionarios que proporcionen información sujeto al
Secreto Bancario incurrirán en la comisión del delito de violación del Secreto Profesional
tipificado en el artículo 165 del Código penal.52

El Juez, a petición del Fiscal, podrá ordenar reservadamente y sin trámite alguno, el
levantamiento del secreto bancario siempre que sea pertinente para el esclarecimiento de
hechos presuntamente delictivos. El Juez también podrá incautar documento, títulos

8
valores, sumas depositadas y cualquier otro bien; o disponer el bloqueo e inmovilización
de las cuentas, siempre que estén vinculados con los delitos investigados y que ello
resulte indispensable y pertinente para los fines del proceso. Procederá aunque no
pertenezcan al imputa do o no se encuentran registrados a su nombre. El juez, a solicitud de
fiscal, siempre que existan fundadas razones para ello, podrá autorizar la pesquisa o registro
de una entidad del sistema bancario o financiero, así como la incautación de todo aquello
vinculado al delito.53

37. El levantamiento de la reserva tributaria

Al hablar de la “Reserva Tributaria”, se hará referencia a el hecho de guardar el


conjunto de informaciones que cualquier Administración Tributaria (sea de Gobierno
Central o de Gobierno Local), obtenga de los contribuyentes y que solo puede ser
utilizada para sus fines propios o para asegurar la impartición de justicia en procesos
judiciales.

Para ROBLES MORENO, Carmen; RUIZ DE CASTILLA PONCE DE LEON,


Francisco, VILLANUEVA GUTIERREZ, Walker y BRAVO CUCCI, Jorge “La reserva
tributaria, que se encuentra soportada en el derecho a la intimidad económica, puede ser
concebida como el régimen aplicable a las relaciones jurídicas instituidas entre el Fisco
y el contribuyente, en virtud del cual,

i) Por un lado, el órgano administrador del tributo tiene la obligación de no


divulgar a terceros ajenos a dicha relación, la información obtenida del
contribuyente a través de la autodeterminación efectuada por el propio

53 Artículo 235 Levantamiento del secreto


bancario.-
1. El Juez de la Investigación Preparatoria, a solicitud del Fiscal, podrá ordenar,
reservadamente y sin trámite alguno, el levantamiento del secreto bancario, cuando sea
necesario y pertinente para el esclarecimiento del caso investigado.
2. Recibido el informe ordenado, el Juez previo pedido del Fiscal, podrá proceder a la
incautación del documento, títulos - valores, sumas depositadas y cualquier otro bien o al
bloqueo e inmovilización de las cuentas, siempre que exista fundada razón para considerar
que tiene relación con el hecho punible investigado y que resulte indispensable y pertinente
para los fines del proceso, aunque no pertenezcan al imputado o no se encuentren
registrados a su nombre.
3. El Juez de la Investigación Preparatoria, a solicitud de Fiscal, siempre que existan
fundadas razones para ello, podrá autorizar la pesquisa o registro de una entidad del sistema
bancario o financiero y, asimismo, la incautación de todo aquello vinculado al delito. Rige
lo dispuesto en el numeral 2 del presente artículo.
4. Dispuesta la incautación, el Fiscal observará en lo posible el procedimiento señalado
en el artículo 223.

8
5. Las empresas o entidades requeridas con la orden judicial deberán proporcionar, en el
plazo máximo de treinta días hábiles, la información correspondiente o las actas y
documentos, incluso su original, si así se ordena, y todo otro vínculo al proceso que
determine por razón de su actividad, bajo apercibimiento de las responsabilidades
establecidas en la ley. El juez fija el plazo en atención a las características, complejidad y
circunstancias del caso en particular."
6. Las operaciones no comprendidas por el secreto bancario serán proporcionadas
directamente al Fiscal a su requerimiento, cuando resulte necesario para los fines de la
investigación del hecho punible.

8
contribuyente o del resultado de los procesos de fiscalización, o por la
información proporcionada por terceros, y

ii) Por otro lado, el derecho a la confidencialidad de dicha información que


el contribuyente posee”54

Para Huamani Cueva “En los casos de denuncias de terceros consideradas dentro del
artículo 192º, asumiendo la eventual aplicación del artículo 18 del Decreto Legislativo
Nº 815, si las manifestaciones obtenidas sirven de sustento a los valores que se
emitan como consecuencia de la Fiscalización, la Administración deberá
informar detalladamente a la contribuyente sobre el contenido de las mismas en
la parte pertinente, omitiendo los datos del denunciante y aquella información que
permita identificarlo, a fin de garantizar el derecho de defensa” .55

Para Pérez Unzueta “La reserva tributaria puede ser conceptualizada como secreto
tributario y es aquella institución en cuya virtud los datos, los informes y los demás
elementos relacionados con la situación económica de los contribuyentes, sólo
pueden utilizarse para fines propios de la Administración Tributaria, considerándose
para todo lo demás que tiene carácter de “reservado” o sea, que no puede ser
utilizado en otros sectores de la Administración. A su vez constituye una garantía a
favor del contribuyente, con excepciones explicables por la naturaleza de los asuntos
como por ejemplo en los casos de proceso penal por delito tributario, alimentos y
demás que la ley señale”.56

En esa misma línea de pensamiento Bravo Cucci, citado por Alonso Gonzáles Rubio
manifiesta que “La reserva tributaria "[...] puede ser concebida como el régimen
aplicable a las relaciones jurídicas instituidas entre el fisco y el contribuyente, en
virtud del cual,

i) por un lado, el órgano administrador del tributo tiene la obligación de no


divulgar a terceros ajenos a dicha relación, la información obtenida del
contribuyente a través de la autodeterminación efectuada por el propio
contribuyente o del resultado de procesos de fiscalización, o por la
información proporcionada por terceros; y

ii) por otro lado, el derecho a la confidencialidad de dicha información que


el contribuyente posee".57

La Reserva Tributaria se encuentra protegida en la Constitución Política del Perú de


1993, en el numeral 5) del artículo 2° perteneciente al Capítulo I: Derechos
Fundamentales de la persona.

En dicho texto se establece que toda persona tiene derecho a:

8
“Solicitar sin expresión de causa la información que requiera y a recibirla de
cualquier entidad pública, en el plazo legal, con el costo que suponga el pedido. Se
exceptúan las informaciones que afectan la intimidad personal y las que
expresamente se excluyan por ley o por razones de seguridad nacional.

El secreto bancario y la reserva tributaria pueden levantarse a pedido del juez, del
fiscal de la Nación, o de una comisión investigadora del Congreso con arreglo a ley
y siempre que se refieran al caso investigado”.

Por lo que se puede apreciar de los párrafos citados anteriormente, solo podrán
levantar la reserva tributaria:

a) Los Jueces.

b) El Fiscal de la Nación.

c) Comisión Investigadora del Congreso.

De igual manera la Reserva Tributaria se encuentra regulada en la Constitución de


1993 en el artículo 96°, perteneciente al Capítulo I: Del Poder Legislativo en donde se
establece que:

“Cualquier representante a Congreso puede pedir a los Ministros de Estado, al


Jurado Nacional de Elecciones, al Contralor General, al Banco Central de Reserva,
a la Superintendencia de Banca y Seguros, a los Gobiernos Locales y a las
instituciones que señala la ley, los informes que estime necesarios.

Para el cumplimiento de sus fines, dichas comisiones pueden acceder a cualquier


información, la cual puede implicar el levantamiento del secreto bancario y el de la
reserva tributaria; excepto la información que afecte la intimidad personal. Sus
conclusiones no obligan a los órganos jurisdiccionales”.

Sobre el tema es interesante revisar el párrafo 11 de la Sentencia del Tribunal


Constitucional signada con el Nº 009-2001-AI/TC, el cual determina que “La reserva
tributaria constituye un límite a la utilización de los datos e informaciones por parte
de la Administración Tributaria, y garantiza que en dicho ámbito, esos datos e
informaciones de los contribuyentes, relativos a la situación económica y fiscal, sean
conservadas en reserva y confidencialidad, no brindándosele otro uso que el que no sea
para el cumplimiento estricto de sus fines, salvo en los casos señalados en el

último párrafo del inciso 5) del artículo 2º de la Constitución y con respeto del
principio de proporcionalidad”.58

8
La reserva tributaria no es absoluta pues admite algunos supuestos que se consideran
como excepciones y que se encuentran detallados en el texto del artículo 85º del
Código Tributario:

“Artículo 85.- RESERVA TRIBUTARIA

Tendrá carácter de información reservada, y únicamente podrá ser utilizada


por la Administración Tributaria, para sus fines propios, la cuantía y
la fuente de las rentas, los gastos, la base imponible o, cualesquiera otros
datos relativos a ellos, cuando estén contenidos en las declaraciones e
informaciones que obtenga por cualquier medio de los contribuyentes,
responsables o terceros, así como la tramitación de las denuncias a que se
refiere el Artículo 192.

Constituyen excepciones a la reserva


tributaria:

a) Las solicitudes de información, exhibiciones de documentos y


declaraciones tributarias que ordene el Poder Judicial, el Fiscal de la
Nación en los casos de presunción de delito, o las Comisiones
investigadoras del Congreso, con acuerdo de la comisión respectiva
y siempre que se refiera al caso investigado.

Se tendrá por cumplida la exhibición si la Administración Tributaria


remite copias completas de los documentos ordenados
debidamente autenticadas por Fedatario.

b) Los expedientes de procedimientos tributarios respecto de los


cuales hubiera recaído resolución que ha quedado consentida,
siempre que sea con fines de investigación o estudio académico y
sea autorizado por la Administración Tributaria

c) La publicación que realice la Administración Tributaria de


los datos estadísticos, siempre que por su carácter global no permita
la individualización de declaraciones, informaciones, cuentas o
personas.

d) La información de los terceros independientes utilizados como


comparables por la Administración Tributaria en actos
administrativos que sean el resultado de la aplicación de las normas
de precios de transferencia.

Esta información solamente podrá ser revelada en el supuesto


previsto en el numeral 18 del Artículo 62 y ante las
autoridades

8
administrativas y el Poder Judicial, cuando los actos de la
Administración Tributaria sean objeto de impugnación.

e) Las publicaciones sobre Comercio Exterior que efectúe la SUNAT,


respecto a la información contenida en las declaraciones referidas a
los regímenes y operaciones aduaneras consignadas en los
formularios correspondientes aprobados por dicha entidad y en los
documentos anexos a tales declaraciones. Por decreto supremo se
regulará los alcances de este inciso y se precisará la información
susceptible de ser publicada.

f) La información que solicite el Gobierno Central respecto de sus


propias acreencias, pendientes o canceladas, por tributos cuya
recaudación se encuentre a cargo de la SUNAT, siempre que su
necesidad se justifique por norma con rango de Ley o por Decreto
Supremo.

Se encuentra comprendida en el presente inciso entre otras:

1. La información que sobre las referidas acreencias requiera el


Gobierno Central, con la finalidad de distribuir el canon
correspondiente.

Dicha información será entregada al Ministerio de Economía y


Finanzas, en representación del Gobierno Central, previa
autorización del Superintendente Nacional de Administración
Tributaria.

2. La información requerida por las dependencias competentes del


Gobierno Central para la defensa de los intereses del Estado
Peruano en procesos judiciales o arbitrales en los cuales este
último sea parte. La solicitud de información será presentada por
el titular de la dependencia competente del Gobierno Central a
través del Ministerio de Economía y Finanzas para la expedición
del Decreto Supremo habilitante. Asimismo la entrega de dicha
información se realizará a través del referido Ministerio.

g) La información reservada que intercambien los órganos de la


Administración Tributaria, y que requieran para el cumplimiento de
sus fines propios, previa solicitud del jefe del órgano solicitante y
bajo su responsabilidad.

h) La información reservada que se intercambie con las


Administraciones Tributarias de otros países en cumplimiento de lo
acordado en convenios internacionales.

8
i) La información que requiera el Ministerio de Economía y Finanzas,
para evaluar, diseñar, implementar, dirigir y controlar los asuntos
relativos a la política tributaria y arancelaria. En ningún caso la
información requerida permitirá la identificación de los
contribuyentes.

La obligación de mantener la reserva tributaria se extiende a quienes accedan


a la información calificada como reservada en virtud a lo establecido en el
presente artículo, inclusive a las entidades del sistema bancario y financiero
que celebren convenios con la Administración Tributaria de acuerdo al
Artículo 55, quienes no podrán utilizarla para sus fines propios.

Adicionalmente, a juicio del jefe del órgano administrador de tributos, la


Administración Tributaria, mediante Resolución de Superintendencia o
norma de rango similar, podrá incluir dentro de la reserva tributaria
determinados datos que el sujeto obligado a inscribirse en el Registro Único
de Contribuyentes (RUC) proporcione a la Administración Tributaria a
efecto que se le otorgue dicho número, y en general, cualquier otra
información que obtenga de dicho sujeto o de terceros. En virtud a dicha
facultad no podrá incluirse dentro de la reserva tributaria:

1. La publicación que realice la Administración Tributaria de los


contribuyentes y/o responsables, sus representantes legales, así como
los tributos determinados por los citados contribuyentes y/o
responsables, los montos pagados, las deudas tributarias materia
de fraccionamiento y/o aplazamiento, y su deuda exigible,
entendiéndose por esta última, aquélla a la que se refiere el Artículo
115. La publicación podrá incluir el nombre comercial del
contribuyente y/o responsable, si lo tuviera.

2. La publicación de los datos estadísticos que realice la


Administración Tributaria tanto en lo referido a tributos internos
como a operaciones de comercio exterior, siempre que por su carácter
general no permitan la individualización de declaraciones,
informaciones, cuentas o personas.

Sin embargo, la Administración Tributaria no se encuentra obligada a


proporcionar a los contribuyentes, responsables o terceros la información que
pueda ser materia de publicación al amparo de los numerales 1 y 2 del
presente artículos.

No incurren en responsabilidad los funcionarios y empleados de la


Administración Tributaria que divulguen información no reservada en
virtud

8
a lo establecido en el presente artículo, ni aquéllos que se abstengan de
proporcionar información por estar comprendida en la reserva tributaria.”59

38. La clausura o vigilancia de locales e inmovilización

El procedimiento para ejecutar la medida de clausura o vigilancia de locales e


inmovilización, tiene mucha semejanza con relación al levantamiento del secreto
bancario pues para hacer efectiva esta medida también es necesario la autorización
del Juez previa solicitud del Fiscal (art. 237. 1 N.C.P.P.), pero la diferencia entre uno y
otro radica en materia de su procedimiento en el hecho que , tal como lo dispone el
art. 241 del N.C.P.P, " el Fiscal podrá ordenar y ejecutar, por razones de urgencia o
peligro por la demora, la clausura o vigilancia del local o la inmovilización de
los bienes muebles, cuando sea indispensable, para iniciar o continuar la investigación
(…)" en ese sentido el Fiscal sin la autorización del Juez podrá dictar medida de
clausura o vigilancia de locales e inmovilización , pero deberá comunicarlo antes de
veinticuatro horas, para ello sea legal solicitará al Juez la resolución que confirme el
pedido adjuntado la copia del acta.

Existe una equivocada interpretación que puede haber respecto a la posibilidad que el
Fiscal pudiese dictar dentro de sus facultades sin autorización del Juez la inmovilización
de los bienes (dinero) de la cuenta de las personas que depositan su dinero en los
bancos, esto no es procedente, pues la facultad de dictar inmovilización de bienes sin
autorización del Juez solo está justificada para los bienes que están inmersos dentro de
los locales donde se está cometiendo o se comete el ilícito penal, es decir en los que
proceda la incautación, concebida esta como la privación de la posesión de un bien u
objeto y su indisponibilidad y ocupación por la autoridad penal o también puede decirse
que es la desposesión que realiza la autoridad competente de bienes y efectos por
razones de interés público o de actuaciones ilícitas.

Veamos un ejemplo: En el caso de que en una casa existiese manejo de herramientas


para la producción de monedas y billetes falsos, lo que se inmovilizará son los bienes
con que se cometieron los delitos, díganse las máquinas, los papeles monedas, los
billetes, etc. con los que se realiza el delito; entonces sí existiría fundamento para
dictar la medida, pero en el caso que el Fiscal quiera inmovilizar los bienes de una
cuenta del cliente de una institución financiera, se estaría afectando el secreto
bancario puesto que al inmovilizarlo se interviene la cuenta sin autorización del titular
o de la autoridad competente lo que es ilegal jurídicamente hablando, además el art.
235.2 N.C.P.P., es taxativo al precisar que lo relativo a la inmovilización de las cuentas
u otros elementos bancarios respecto al secreto bancario, son facultades únicas y
exclusivas del Juez, previa solicitud del Fiscal; además no existe el llamado periculum
in mora o un peligro procesal, ya que lo solicitado al Juez por parte del Fiscal se hará
con toda la reserva y discreción del caso, por lo que no existe justificación jurídica
para la aplicación del art. 241 de manera extensiva y excediendo las facultades del

8
59 Artículo sustituido por el Artículo 35 del Decreto Legislativo Nº 953, publicado el 5 de febrero de
2004.

8
fiscal en el N.C.P.P. en relación al proceso de levantamiento de secreto bancario y
reserva tributaria.

No debemos dejar de lado la institución del principio de la especialidad aplicable en el


derecho, es decir que de existir un trámite especial para desarrollar una determinada
medida, como el secreto bancario, no se puede aplicar otra norma para este proceso lo
que conllevaría a un absurdo de creación de la norma especial.

Como idea final podemos mencionar que el Fiscal no puede decretar el levantamiento o
inmovilización de una cuenta (dinero-fiducias) si es que no preexiste un mandato
judicial manifiesto y motivado por el juez, de lo contrario se estaría vulnerando el
derecho constitucional del secreto bancario, que puede sobrellevar a la interposición
de una acción de amparo u otro mecanismo contra el propio Fiscal o la entidad
financiera.

38.1. Ejecución

Obtenida la orden judicial se citará a las partes y si fuera necesario se contará


con el apoyo de la Policía. En la ejecución se elaborará un acta que será firmada en
el mismo lugar. El acta contendrá, que bienes muebles son inmovilizados.

38.2. Ejecución sin orden judicial.

En caso de urgencia o periculum in mora, el fiscal sin orden judicial podrá


concretar y establecer el cierre o la vigilancia del local por parte de la policía o la
inmovilización de los bienes muebles del local que puedan ayudar en la
investigación, cuando sea indispensable para iniciar o continuar la misma.
Establecida la medida, posterior a esta hasta 24 horas después el Fiscal deberá
solicitar al juez la resolución confirmatoria de la medida que haya tomado. A la
petición adjuntará copia del acta correspondiente.

8
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