Sunteți pe pagina 1din 2

La minería.

raíz de un último informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística e


Informática (INEI) sobre la reducción de pobreza entre el 2009 y el 2016, desde este portal
señalamos que sin crecimiento de la economía será imposible sacar de la pobreza a más peruanos.
Una de las terribles noticias que se desprenden del informe del INEI es que Cajamarca lidera (junto
a Huancavelica) la lista de las regiones más pobres del Perú ( según la nueva medición ambas
regiones están dentro de un rango de intervalos entre 43.8% y 50.9%) ¿Cómo explicar que una
región como Cajamarca, con alrededor de US$ 10,000 millones en proyectos mineros paralizados,
encabece el vergonzoso índice de pobreza? La razón es que un grupo minoritario, pero activo, de
compatriotas se oponen violentamente a prender el motor de la minería.

La terrible situación social y la recesión económica que vive Cajamarca tiene un origen clarísimo: el
radicalismo antiminero. En las siguientes cifras conoceremos detalles de la situación social que se
vive hoy en esa región. Por ejemplo, hoy en las universidades de Cajamarca hay alrededor de
1,300 alumnos que estudian ingeniería de minas y 700 alumnos que estudian ingeniería geológica.
Sin minería moderna, sin la ejecución de Conga, Michiquillay o Galeno (que juntas representan
más de US$ 10,000 millones) ¿adónde irán a trabajar estos jóvenes ingenieros cuando terminen la
carrera universitaria? ¿Qué vida les espera a ellos y a sus familias? A esto le debemos agregar la
cifra que dio el Gobierno Regional de Cajamarca —liderado por el Movimiento de Afirmación
Social (MAS), antimineros por excelencia—, que en el 2016 el empleo en Cajamarca se redujo 20%
en relación al 2015. Para colmo, el empleo informal (sin protección social o beneficios laborales)
llega a casi 90% en toda la región. Es decir, la generación de empleo en la región Cajamarca está
en cuidados intensivos.

Según un documento del Instituto Peruano de Economía (IPE), desde el 2008 las cifras del empleo
en Cajamarca se estaban recuperando. Sin embargo, cayeron a partir del 2013. Ello tiene relación
con la paralización de los proyectos mineros; sobre todo Conga, que entre el 2011 y 2012 tuvo que
enfrentar violentas jornadas de protesta orquestadas por grupos antimineros. Es decir, la caída del
empleo se relaciona directamente con la paralización de los proyectos mineros.

Si analizamos el aporte (valor agregado bruto) de cada sector productivo en Cajamarca


encontraremos que hoy la minería representa alrededor del 28%, en tanto que en 1985 era
apenas el ¡2%! En otras palabras, en poco más de treinta años la minería ha pasado a aportar casi
un tercio de la producción en la región cajamarquina. De allí que al paralizarse los proyectos
mineros, el empleo baja y la pobreza sube. Agreguemos un dato más: en el 2005 el aporte (valor
agregado bruto) de la minería era del ¡40%!, dos quintos de la producción total. Pero gracias a al
movimiento antiminero esta contribución se ha reducido al 28% de hoy. Así estamos.

La paralización de los proyectos mineros se tradujo en la reducción del empleo, luego en la


desaceleración económica regional y, por último, en el aumento de la pobreza. No es de
sorprenderse lo que ahora publica el INEI, porque era clarísimo que sin minería moderna jamás
podría reducirse la pobreza en esta región. Sin embargo, Cajamarca tuvo la mala fortuna de que
algunos compatriotas utilizaran mentiras y mitos para apagar un motor de crecimiento económico
y reducción de pobreza, como es la minería.

S-ar putea să vă placă și