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La centralidad
del Paradigma
Biocéntrico
EN LA TAREA DE EDUCADORES Y
FACILITADORES DE BIODANZA
I. Introducción………………………………………………………………………03
V. Andando la experiencia…………………………………………………………34
VII. Bibliografía………………………………………………………………………..41
I. INTRODUCCIÓN
Este trabajo es una invitación a recorrer los caminos que vinculan la educación, la
práctica, las implicancias y necesidades del rol de los educadores/facilitadores en el
mundo actual con los nutridos y solventes aportes teórico/metodológicos que el
Sistema Biodanza realiza tanto para educadores como para facilitadores de Biodanza.
Pues como explicita Carlos García, el principal desafío como facilitadores es que el
Sistema Biodanza nos ayude a desarrollar nuestra identidad y la de otros seres
humanos, y que en el camino, no la perdamos en pos de algún estereotipo cosificante. 2
Y, yo agregaría, nuestro principal desafío como educadores/facilitadores es permitir,
aportar y habilitar a nuestros estudiantes para que Sean; para que se desplieguen y
lleven adelante sus procesos creativos, para que construyan y reconstruyan su propia
existencia.
Educar, facilitar un proceso vivencial requiere además de la formación específica, una
formación ética y afectiva, y no menos importante, una disposición solidaria a
comprender al otro y fundamentalmente a desarrollar una mirada holística de la Vida.
Mirada en la que circulan múltiples discursos; saberes, formas, teorías, aspectos,
colores, sonidos, aromas y sabores; todos ellos tejiendo una misma trama,
sosteniendo un mismo latir, el del profundo amor a la Vida.
7
¿Qué relación, filiación existe entre el concepto de
educar y el de facilitar? ¿los educadores forjamos
nuestra práctica teniendo conciencia de las implicancias de estos conceptos
Para ampliar la reflexión, me ha parecido interesante definir ambos conceptos para
luego ir encontrando aspectos comunes que nos permitan potenciarlos en su
combinación, definirlos desde la experiencia, y desde lo que diferentes pensadores
han ido aportando al concepto y con los que me he nutrido.
Entonces vamos a decir que educar en primer término no habla de una relación entre
quien aprende (educando) y quien enseña (educador), esa relación, como dice Freire
es dialógica, pues ambos se educan.
Facilitar en Biodanza es posibilitar, proporcionar, hacer de intermediario, para la
integración humana, es generar condiciones de posibilidad a través del fortalecimiento
de la autoestima, utilizando la danza, la música y las situaciones de encuentro. Es
crear un ambiente enriquecido de posibilidad humana para el autodesarrollo.
Educar/Facilitar entonces es responder del otro, desde la ética planteada por
Emmanuel Levinas, educar desde la alteridad es educar desde el otro, desde la
acogida, la escucha, el cuidado, la denuncia, la protesta o la resistencia. Es la
experiencia ética de la presencia ineludible del otro en mí.
Educar/Facilitar aparece como una respuesta que nace de la inquietud por el otro que
aparece ante nosotros sin previo aviso. La educación en la alteridad tiene una
inevitable dimensión social que conlleva la respuesta a un sujeto singular y concreto.
Es reflejo de lo que somos y como vivimos, de cómo nos relacionamos con las
personas que nos rodean.
Educar/ Facilitar, desde esta perspectiva significa hacerse cargo del otro en su
fragilidad y vulnerabilidad, por ello implica tanto la práctica de la compasión como del
diálogo.
Es decir, la acción educativa se nos presenta como una relación de alteridad, como
una relación con el otro –el rostro-, la palabra que viene de fuera, que habla en
imperativo y que demanda una responsabilidad más allá de todo pacto y de todo
contrato. La educación aparece como una acción hospitalaria, como la acogida de un
recién llegado del extranjero. Y, desde esta respuesta al otro originario, desde esta
heteronomía que funda la autonomía del sujeto, la relación educativa surgirá ante
nuestros ojos como una relación constitutivamente ética. La ética entonces como
responsabilidad y hospitalidad, no será entendida como una mera finalidad de la
acción educativa, entre otras, sino su condición de posibilidad.
Para ir cerrando la reflexión quisiera traer al pensador Emmanuel Levinas que nos
invita a que pensemos ante todo una relación básica con el otro que nos plantea un 8
desafío y una disolución de los cimientos que constituyen la identidad definida del
sujeto. El otro, nos dice Levinas, tiene importancia como apertura por la que el infinito
se cuela en la totalidad rompiendo su mismidad.
Ese otro revelador que conmueve los cimientos del sujeto no es otro conceptualizado,
sino otro que irrumpe a la manera de rostro. El otro como absolutamente extraño que
nos abre posibilidades y mundos desconocidos.
.
b) Los aportes de la
Educación Popular: orientaciones
para revisar y reflexionar acerca
de la práctica educativa. Su
vinculación con el camino de la
Facilitación en Biodanza
Para abordar este punto, vamos a
situarnos fundamentalmente en las 9
ideas del educador Brasileño Paulo
Freire. De acuerdo a sus desarrollos, la Educación Popular basa el proceso de
aprendizaje de un individuo en la práctica, las experiencias, el razonamiento y el
contexto social de éste. Es decir, el individuo aprende del medio que lo rodea, sin
necesariamente, asistir a una institución educativa como tal.
Los fundamentos de su “sistema” se basan en que el proceso educativo ha de estar
centrado en el entorno de los alumnos. Freire supone que los educandos tienen que
entender su propia realidad como parte de su actividad de aprendizaje. No basta con
suponer que un estudiante sepa leer la frase “Eva ha visto un racimo de uvas”. El
estudiante debe aprender a entender a Eva en su contexto social, descubrir quién ha
trabajado para producir el racimo y quién se ha beneficiado de este trabajo.
Freire intentó obtener la participación de alumnos y padres de alumnos en los debates
acerca de cuestiones de educación y sociedad. Trabajar con niños significaba para él
tener en cuenta también su entorno social y familiar. Los problemas como la
malnutrición y el trabajo infantil sólo podían resolverse mediante la participación de los
padres.
Freire se centra en las posibilidades humanas de creatividad y libertad en medio de
estructuras político-económicas y culturales opresivas. Su objetivo es descubrir y
aplicar soluciones liberadoras por medio de la interacción y la transformación social,
gracias al proceso de “concientización”, definido como el proceso en virtud del cual el
pueblo alcanza una mayor conciencia, tanto de la realidad sociocultural que configura
su vida como de su capacidad de transformar esa realidad. Esto supone la praxis,
entendida como la relación dialéctica entre la acción y la reflexión. Freire propone un
enfoque de la praxis de la educación en el que la reflexión descansa en la acción y la
reflexión crítica se basa en la práctica.
En su libro “El grito manso” expresa que: “no es posible ejercer la tarea educativa sin
que nos preguntemos como educadores cuál es nuestra concepción del hombre y de
la mujer. Toda práctica educativa implica esta indagación: qué pienso de mí mismo y
de los otros”. Al respecto Freire va a agregar que mujeres y hombres somos seres
históricos que nos hacemos y rehacemos socialmente, porque justamente es la
experiencia social en un última instancia la que nos hace, la que nos constituye como
estamos siendo. Esto quiere decir que siendo seres históricos en permanente proceso
de hacernos, somos incompletos, inacabados,
inconclusos.
El autor dice textualmente: la inconclusión del
ser no es sin embargo, exclusiva de la especie
humana ya que abarca también a cada especie 10
vital. El mundo de la vida es un mundo
permanentemente inacabado, en movimiento.
Sin embargo, en un momento particular de
nuestra experiencia histórica, nosotros,
mujeres y hombres, conseguimos hacer de
nuestra existencia algo más que meramente
vivir. En cierto sentido, los hombres y las mujeres inventamos lo que llamamos “la
existencia humana: nos pusimos de pie y liberamos las manos; la liberación de las
manos es en gran parte responsable de lo que somos, la invención de nosotros
mismos como hombres y mujeres fue posible gracias a que liberamos las manos para
usarlas en otras cosas. No tenemos fecha de ese evento que se pierde en el fondo de
la historia. Hicimos esa cosa maravillosa que fue la invención de la sociedad y la
producción del lenguaje. Y fue ahí, en ese preciso momento, en medio de ese y otros
saltos que dimos, que mujeres y hombres alcanzamos esa instancia formidable que
fue comprender que somos incompletos. Los árboles o los otros animales también son
incompletos, pero no tienen conciencia de ello. Los seres humanos ganamos en esto:
sabemos que somos inacabados. Y es precisamente ahí, en esta radicalidad de la
experiencia humana, que reside la posibilidad de la educación. La conciencia del
inacabamiento creó lo que llamamos la educabilidad del ser. La educación es
entonces una especificidad humana.
Este inacabamiento consciente de sí es el que nos va a permitir percibir el no yo. El
mundo es el primer no yo. Tú, por ejemplo, eres un no yo de mí. Y la presencia del
mundo natural, en tanto no yo, va a actuar como estímulo para desarrollar el yo. En
ese sentido, es la conciencia del mundo, la que crea mi conciencia. Conozco lo
diferente de mí y en ese acto me reconozco. Obviamente las relaciones que
empezaron a establecerse entre el nosotros y la realidad objetiva abrieron una serie de
interrogantes, y esos interrogantes llevaron a una búsqueda, a un intento de
comprender el mundo y entender nuestra posición en él. Es en ese sentido que yo uso
la expresión ´lectura del mundo´ como instancia precedente a la lectura de las
palabras. Muchos siglos antes de saber leer y escribir, los hombres y las mujeres
hemos estado inteligiendo el mundo, captándolo, comprendiéndolo, ´leyéndolo´. Esa
capacidad de captar la objetividad del mundo proviene de una característica de la
experiencia vital que nosotros llamamos ´curiosidad´. Si no fuera por la curiosidad, por
ejemplo, no estaríamos hoy aquí. La curiosidad es, junto con la conciencia del
inacabamiento, el motor esencial del conocimiento. Si no fuera por la curiosidad no
conoceríamos. La curiosidad nos empuja, nos motiva, nos lleva a develar la realidad a
través de la acción. Curiosidad y acción se relacionan y producen diferentes 11
momentos o niveles de curiosidad. Lo que procuro decir es que, en determinado
momento, empujados por su propia curiosidad, el hombre y la mujer en proceso, en
desarrollo, se reconocieron inacabados, y la primera consecuencia de ello es que el
ser que se sabe inacabado entra en un permanente proceso de búsqueda.” (Freire,
Paulo; El Grito Manso. Capítulo 2. SXXI editores)
…búsqueda absoluta, de esas que pueden llevarnos a la búsqueda de nuestro propio
origen, de nuestro propio ser, y
que a la vez nos puede conducir
a una búsqueda de lo
trascendente, de aquello que va
más allá de nosotros pero que
forma parte de nosotros, que es
lo que vivenciamos en Biodanza.
Ahora bien, volviendo a Freire,
no hay búsqueda sin esperanza
y no la hay porque la condición
del buscar humano es hacerlo
con esperanza…y no es posible andar sin esperanza de llegar. Por eso no es posible
concebir un luchador desesperanzado. Lo que sí podemos concebir son momentos de
desesperanza. Durante el proceso de búsqueda hay momentos en que nos
detenemos, a lo mejor observamos la situación y nos decimos a nosotros mismos: no
hay nada que hacer. Esto es comprensible, dice Freire: “entiendo que se caiga en esta
posición, lo que no comprendo es que se permanezca en esa posición. Sería como
una traición a nuestra propia naturaleza esperanzada y buscadora”.
Una de las tareas más hermosas y gratificantes que tenemos los educadores es
ayudar/acompañar a los educandos a construir la inteligibilidad de las cosas,
habilitarlos a aprender, a comprender y a comunicar esa comprensión a los otros…”el
educador no tiene derecho de hacer un discurso incomprensible en nombre de la
teoría académica y decir después: ´que se aguanten´”. Pero tampoco tiene que hacer
concesiones baratas. Su tarea no es hacer simplismo, porque el simplismo es
irrespetuoso para con los educandos. El profesor simplista considera que los
educandos nunca estarán a la altura de comprenderlo y entonces reduce la verdad a
una verdad a medias, es decir a una falsa verdad. La obligación de los educadores es
no caer en el simplismo, porque el simplismo oculta la verdad, sino la de ser simples.
Lo que nosotros tenemos que hacer es lograr una simplicidad que no minimice la
seriedad del objeto estudiado sino que la resalte. La simplicidad hace inteligible el
mundo y la inteligibilidad del mundo, trae consigo la posibilidad de comunicar esa 12
misma inteligibilidad.
Los educadores democráticos intervenimos en el mundo a través del cultivo de la
curiosidad y de la inteligencia esperanzada, que se desdoblan en la comprensión
comunicante del mundo. Y esto lo hacemos de diferentes maneras. Intervenimos en el
mundo a través de nuestra práctica concreta, de la responsabilidad de una
intervención estética, cada vez que somos capaces de expresar la belleza del
mundo…en la medida en que nos tornamos capaces de intervenir; capaces de
cambiar el mundo, de transformarlo, de hacerlo más bello, nos volvemos seres éticos.
Hasta hoy jamás se supo que, por ejemplo, un grupo de leones africanos arrojara
bombas sobre ciudades de leones asiáticos. No hemos sabido hasta hoy de la
existencia de algún león que matara con premeditación. Somos nosotros, los
humanos, los que tenemos la posibilidad de asumir una opción ética, quienes
hacemos estas cosas. Sólo los seres que alcanzaron la posibilidad de ser éticos, se
tornan capaces de traicionar la ética. En este sentido, nuestra tarea fundamental como
educadores/facilitadores es vivir éticamente, practicar la ética diariamente con los
niñ@s y jóvenes; esto es mucho más importante que el tema de la Biología, si somos
profesores de Biología. Lo importante es el testimonio que damos con nuestra
conducta. Inevitablemente cada clase, cada conducta es testimonio de una manera
ética o no, de afrontar la vida. ¿cómo trabajo en el aula?, ¿cómo trabajo con mis
alumnos la eterna discusión de la inconclusión, de la curiosidad?, ¿cómo trabajo el
tema de la esperanza jaqueada por la desesperanza? ¿qué hago?, ¿me asumo
presente en cada clase? ¿bajo los brazos? ¿me dirijo a una especie de lucha ciega,
sin salida?
Nuestra tarea es educar a través del ejemplo sin pensar por ello que vamos a salvar el
mundo…no hay práctica docente sin curiosidad, sin incompletud, sin capacidad de
intervenir en la realidad, sin capacidad de ser
hacedores de la historia siendo, a su vez,
hechos por la historia. Entonces para ir
cerrando, una de las tareas fundamentales
que nos compete a los
educadores/facilitadores es elaborar una
pedagogía crítica…luchar por una pedagogía 13
crítica que nos de instrumentos para
asumirnos como sujetos de la historia. Y esta
práctica deberá basarse en la solidaridad.
Quizá nunca como en este momento
necesitamos tanto de la significación y de la práctica de la solidaridad.
c) La noción de Paradigma
La palabra paradigma proviene del
griego paradima (que significa
ejemplo, o mejor aún modelo o
patrón), originalmente Platón utilizó
esta expresión para designar un
instrumento de mediación entre la
realidad y su ideación. En la versión 14
platónica, un paradigma no es un
simple modelo a modo de “copia”,
“patrón” o muestra de algo que es real, si no, mucho más que eso: un
paradigma es un modelo ejemplar, es decir perfecto, de tal modo que se lo ha
de considerar digno de ser seguido e imitado.
Fue mucho más tarde, en la década del sesenta de la mano el físico,
historiador y filósofo norteamericano Thomas khun, y con su obra la Estructura
de las Revoluciones Científicas, que el término paradigma alcanza su máximo
impacto en el campo de las ciencias sociales. Lo que nos propone Khun en su
obra es un enfoque que permite la comprensión en una perspectiva histórica,
de los cambios que se han producido en la ciencia a través de los tiempos. Y,
se arriba a esto a partir de la descripción esquemática del desarrollo científico,
con lo cual el autor logró identificar una estructura básica en la continua
evolución de la ciencia.
Khun va a concebir entonces este desarrollo como una continua sucesión de
las soluciones a la tensión esencial que se da entre las fuerzas conservadoras,
orientadas hacia la permanencia y las fuerzas innovadoras, dirigidas hacia el
cambio, en el contexto de las denominadas tradiciones científicas, es decir los
sistemas complejos de teorías, conceptos, problemas, normas, criterios valores
y metodologías compartidos por los miembros de una comunidad científica.
Entonces lo que primeramente aparece es un amplio consenso en la
comunidad científica sobre cómo explotar los avances conseguidos en el
pasado ante los problemas existentes creándose así soluciones universales
que Khun llamaba paradigmas. El término paradigma designa todos los
compromisos compartidos por una comunidad de científicos. Por un lado los
teóricos, ontológicos y de creencias y, por el otro, los que hacen referencia a la
aplicación de la teoría y a los modelos de soluciones de problemas. Los
paradigmas son por tanto, algo más que un conjunto de axiomas.
Ahora bien, cuando las tensiones entre conservación y cambio se resuelven a
favor de este último, se producen los avances o progresos en la ciencia, los
cuales se presentan como episodios extraordinarios en que tienen lugar
cambios de compromisos profesionales y se rompe la tradición a la que está
ligada la actividad de la ciencia normal, los cuales son asumidos como rupturas
revolucionarias no acumulativas.
15
d) Paradigma Biocéntrico: un
camino a recorrer por educadores y
facilitadores de Biodanza
Se trata del desarrollo de un nuevo
paradigma que propone orientar todos los
emprendimientos sociales y educacionales
hacia la creación de una estructura
psíquica capaz de proteger la vida y 16
permitir su evolución. Según lo afirma su
creador, el psicólogo chileno Rolando Toro
Araneda, el Principio Biocéntrico tiene como punto de partida la vivencia de un
universo organizado en función de la vida. Todo cuanto existe en el universo, sean
elementos, astros, plantas o animales, incluyendo al ser humano, son componentes de
un sistema viviente mayor. El universo existe porque existe la vida y no a la inversa.
Las relaciones de transformación materia-energía son grados de integración de vida”.
En este sentido, y como una manera de ampliar el enfoque, es interesante
retomar la teoría del caos formulada por el físico (Premio Nobel) Ilya Prigogine
que plantea que los procesos que generan la vida se inician en las “zonas
disipativas”, alejadas de orden. Las zonas disipativas constituyen condiciones
de fluidez y dinamismo que facilitan procesos de organización, y además, la
expresión de matrices de vida preexistentes. Entonces, “La vida es un atractor
biológico en medio del caos cósmico” Rolando Toro Araneda.
Desde esta perspectiva, Biodanza emplea una metodología vivencial, donde en
el centro de la escena aparece la experiencia vivida y no la expresión verbal,
esto permite comenzar el camino de transformación interna sin la intervención
de los procesos mentales de represión.
El Principio Biocéntrico: a) constituye el paradigma que podrá servir de
fundamento a las ciencias humanas del futuro: educación, psicología,
jurisprudencia, medicina y psicoterapia. b) sitúa el respeto por la vida como
centro y punto de partida de todas las disciplinas y comportamientos humanos;
restablece la noción de la sacralidad de la vida.
El abordaje epistemológico de este principio parte de lo viviente. La vida no es
simplemente consecuencia de procesos atómicos y químicos, sino el programa
implicado que guía la construcción del universo.
La evolución del universo es en realidad la evolución de la vida. Para dar
consistencia científica a este concepto, Rolando Toro va a tomar el abordaje
conceptual de David Bohm que expresa que; bajo el dominio explicado por la
ciencia, queda un dominio implicado de totalidad indivisa. “Los datos reales de
la ciencia – dice Bohm- sólo parecen tener sentido sobre algún tipo de
fundamento implicado o unificador o trascendental, subyacente a los datos
explícitos”
Situarnos desde el principio Biocéntrico nos permite concebir al universo como 17
un gigantesco holograma vivo. Rolando va a decir; “la experiencia de la unidad
mística y de la identidad suprema es para nosotros perfectamente válida.
Podemos descubrir en esta vivencia fundadora las raíces de una cultura de la
vida”.
Según afirma Toro, la desconexión de los hombres de la matriz cósmica de la
vida, ha generado, a través de la historia, formas culturales destructivas. Las
disociaciones cuerpo-alma y hombre-naturaleza han conducido a la profunda
crisis en que vivimos. Cuando tomamos conciencia de lo que significa “el
milagro de la vida” que nos anima, se nos revela un sentido absoluto de la
valorización de la existencia.
También afirma que si tomamos como punto de partida las propuestas
intrínsecas que surgen del acto de vivir y de la comunicación con los seres
vivos, tenemos que abandonar con decisión absoluta, cualquier tipo de
fundamentación cultural basada en el dinero y el asesinato. Los intereses de la
vida, no siempre se conjugan con las exigencias de nuestra cultura. Dice
Rolando, “la cultura debería estar organizada en función de la vida. Nuestras
formas culturales son anti-vida”
Expresa el creador de la Biodanza: el Principio Biocéntrico surge de una
propuesta anterior a la cultura y se nutre de los impulsos que generan procesos
vivientes. Este planteamiento es biocosmólogico y no antrópico, cosmológico o
teológico.
El principio Biocéntrico propone la potenciación de la vida y la expresión de sus
poderes evolutivos. Biodanza es, desde este punto de vista, una poética de lo
viviente que está fundada en las leyes universales que conservan y permiten la
evolución de la vida. Todas las acciones de Biodanza se orientan en
resonancia con el fenómeno profundo y conmovedor de la vida. Participamos
del pensamiento visionario de Albert Schweitzer: „meditando sobre la vida,
siento la obligación de respetar cualquier voluntad de vida a mi alrededor, por
ser igual a la mía´.
La idea fundamental del bien es, pues, que éste consiste en preservar la vida,
en favorecerla, en conducirla a su valor más alto; y que el mal consiste en
aniquilar la vida, lastimarla, poner trabas a su florecimiento.
Pienso que la vida no surgió de la materia, sino que la materia se ordena en
relación a las posibles estructuras de la vida: la causa del universo es la vida. 18
Desde hace miles de años hemos vivido dentro de un contexto cultural
alienante. Más si el universo está vivo desde el comienzo, la cultura del futuro
será una cultura de la vida. Los parámetros de nuestro estilo de vida, son los
parámetros de la vida cósmica. En otros términos, nuestro movimiento y
nuestra danza se organizan como expresiones de vida y no como medios para
alcanzar fines externos. Vivimos para crear más vida en lo íntimo de la vida.
Si las condiciones culturales y socioeconómicas son anti-vida, nosotros nos
proponemos cambiar este sistema, no con la ayuda de una ideología, sino
restableciendo en cada instante, en nuestra vida, las condiciones de nutrición
de la vida. No es la consistencia ideológica de una persona lo que interesa,
sino su consistencia afectiva y su práctica de movimiento-amor.
El principio Biocéntrico pone su interés en un universo comprendido como un
sistema viviente de gran complejidad. El reino de la vida abarca todo lo
existente, desde neutrinos hasta los quásares, desde las piedras hasta los
pensamientos más sutiles. Toda expresión, todo movimiento, toda danza es un
lenguaje viviente.
El sentimiento de amor podríamos definirlo como la experiencia suprema del
contacto con la vida. A través de Biodanza llegamos a la fuente originaria de
los impulsos de vida. Danza, Amor y Vida son términos que aluden al
fenómeno de unidad cósmica. El núcleo creador de la cultura del tercer milenio
está por nacer con la restitución de la sacralidad de la Vida. (Rolando Toro, El
inconsciente Vital y el Principio Biocéntrico)
Dos grandes conceptos desarrolla Rolando Toro para terminar de otorgar
sentido y solvencia a esta nueva construcción paradigmática que nos está
proponiendo; ellos son la idea de Sacralidad de la vida y la Reflexión acerca
de los valores que la cultura ha desarrollado a partir de cuatro grandes
vertientes.
En relación a la sacralidad de la Vida, en primer lugar Rolando va a decir que
si bien los hallazgos científicos-biológicos pueden considerarse extraordinarios,
y nos permiten comprender muchos de los misterios de la biosfera, estos no
resultan suficientes para abarcar todos los significados esenciales acerca de la
condición humana. La invitación que nos hace Toro a la humanidad es avanzar
hacia una nueva dimensión del pensamiento, más libre y ajustada a las 19
revelaciones de lo inmediato, desprendiéndonos de las estructuras filosóficas y
de las ideologías ingenuas que nos han acompañado a lo largo de la historia.
Su mensaje es claro y contundente “necesitamos un rigor insolente, y al mismo
tiempo sensible, para no caer en un falso objetivismo biologicista o en la
pobreza dogmática de las religiones”
…”la vida tiene una cualidad sagrada y ha sido la patología de las civilizaciones
la que ha separado los actos sagrados de los actos profanos. Esta patología
terminó por desacralizar la vida cotidiana y cargar de contenido trascendente
los rituales obsesivos que surgieron para escapar del pavor cósmico. En este
punto es indispensable la meditación sobre lo sagrado…esta disociación entre
sagrado y profano, que es inherente a las religiones, tiene que ser
cuestionada.” (Rolando Toro, Inconsciente Vital y Principio Biocéntrico)
Pues si la vida en sí misma representa la más grande hierofanía, esa distinción
ritual entre sagrado y profano resulta un absurdo. Justamente es la claridad del
principio Biocéntrico, lo que lo distingue de cualquier religión y de cualquier
psicoterapia, al reconocer en la vida la más amplia y completa manifestación de
lo sagrado.
“En Biodanza, las personas al relacionarse en una danza de amor, restablecen
el sentido cósmico que las integra a una unidad mayor. Los magnetismos de la
danza generan campos creativos, eróticos y biológicos que constituyen, en sí
mismos, la gran ceremonia de la vida…el ser humano vive en el eterno aquí-
ahora”. (Rolando Toro, Inconsciente Vital y Principio Biocéntrico)
Ahora bien, cuando la Vida carece de ese intrínseco valor sagrado, se la puede
aniquilar, destruir, torturar, destrozar, humillar, explotar. La poderosa
transformación que se produce a partir del Principio Biocéntrico es que rechaza
con la más absoluta decisión, esa gran equivocación cultural que desacralizó la
vida.
Dice Rolando; desde el principio Biocéntrico se organiza la vida como
convivencia y coexistencia con lo divino. Lo sagrado no se da en un espacio
mandálico ritual, lo sagrado se da en cualquier circunstancia en que la vida se
hace presente. Toda la vida es sagrada: el acto sexual que se hace en un
templo o el que se realiza en un miserable cuarto de hotel, poseen la misma
condición de lo sagrado. Cuando las personas nos conectamos con amor, 20
estamos reciclando energía cósmica, estamos viviendo el amor eterno de
Afrodita y Apolo.
En este sentido, Biodanza trabaja en una dimensión trascendente de
permanente reverencia por la Vida.
22
Tal como lo plantea César Wagner, la cultura Biocéntrica señala un nuevo paso
que ya viene siendo dado por un creciente número de personas en todos los
países que hoy tienen la conciencia ampliada del verdadero sentido de la vida,
de lo humano, de la sociedad, del planeta Tierra y del Universo.
Manifestaciones por la paz, por el derecho a la vida, para que desaparezcan
las guerras y el hambre, por el fin de la violencia en defensa del medio-
ambiente, por el amor; pasan a ocupar cada vez más el escenario social y
político de nuestra época. En medio de tantas desesperanzas, el surgimiento
de nuevos sentimientos y valores de la vida gana fuerza y se extiende como
una cuestión central para el futuro de la Humanidad y de la Tierra.
El paradigma Biocéntrico nos aporta un nuevo aprendizaje existencial, una
nueva subjetividad individual y social, donde la conciencia se profundiza y se
amplía mediante prácticas educativas y terapéuticas que promueven la
construcción colectiva e individual de conocimientos, sentimientos y valores
pro-vida, como es el caso de la Educación Biocéntrica (Cavalcante et al, 1998;
Flores, 2006).
e) Paradigma de la Complejidad.
Aportes de Edgar Morin 7 saberes
Necesarios para la educación del
Futuro
Para Edgar Morin prevalecen siete saberes fundamentales que la educación del
futuro debería tratar en cualquier sociedad y en cualquier cultura sin excepción
alguna, ni rechazo según los usos y las reglas propias de cada sociedad y de cada
cultura.
Saber 1: Las cegueras del
conocimiento: el error y la ilusión. Este
saber lo que nos plantea es que todo
conocimiento conlleva el riesgo del error y
de la ilusión. En efecto, el conocimiento no
se puede considerar como una
herramienta que se puede utilizar sin
examinar su naturaleza. El conocimiento 25
del conocimiento debe aparecer como una
necesidad primera que serviría de
preparación para afrontar riesgos permanentes de errores y de ilusión que no cesan
de parasitar la mente humana. Se trata de armar cada mente en el combate vital para
la lucidez. Es necesario introducir y desarrollar en la educación el estudio de las
características cerebrales, mentales y culturales del conocimiento humano, de sus
procesos y modalidades, de las disposiciones tanto síquicas como culturales que
permiten arriesgar el error o la ilusión.
.
f) Naturaleza del conocimiento
Humano.
Uno de los pensadores que ha aportado y
nutrido científicamente a las elaboraciones
del Sistema Biodanza es el Biólogo chileno
Humberto Maturana Romesín. Para este
trabajo vamos a tomar como línea el gran
interrogante que el autor se plantea en su 31
obra junto a Francisco Varela; El Árbol del
conocimiento, las bases biológicas del entendimiento humano. Comienza el libro
arrojando la gran pregunta ¿están las ciencias sociales, en particular la economía, las
ciencias políticas y las ciencias de la educación fundadas en una adecuada
comprensión de la naturaleza del proceso de aprendizaje humano, de lo que
determina la diversidad de las conductas humanas? Y, si no lo están, ¿podrían llegar a
estarlo?, es decir, ¿podría el ser humano desarrollar una teoría capaz de dar cuenta
de los procesos que generan su propia conducta, incluida la conducta auto-descriptiva,
esto es, la conducta de descripción de sí mismo o de autoconciencia?...¿será posible
que la humanidad, habiendo conquistado todos los ambientes de la tierra (incluido el
espacio extraterrestre), pueda estar llegando a su término y nuestra civilización verse
en peligro real de desaparecer, sólo porque el ser humano no ha llegado aún a
conquistarse a sí mismo, comprender su naturaleza y actuar desde este
entendimiento?
Todo parece indicar, nos dice Maturana, que hemos entrado en la fase final de este
camino en el cual la incomprensión en la que nos hemos sumergido los seres
humanos, amenaza con la destrucción sistemática, no sólo de la vida humana en el
planeta, sino de la vida interna, de la confianza básica de unos con otros que es la
base del vivir social.
Entonces vuelve a interrogarse; ¿existe acaso la posibilidad de que podamos recurrir a
algún mecanismo efectivo para el entendimiento social que nos permita alejarnos del
pantano de arenas movedizas que es la tentación del uso de la fuerza para tener
razón?
…y, lamentablemente se habla de unidad exhortándonos a realizar alianzas
ideológicas que no hacen más que dividirnos como si la humanidad fuera una gran
cancha de futbol bélico en la que el jugador enemigo se nos presenta siempre como
atentando contra nuestros valores más sagrados alejándonos cada vez más de la idea
que el proceso de aprendizaje social es una sola maya apretada de relaciones
humanas.
Y en esta línea, Maturana va a decirnos que la razón por la cual no hemos podido dar
una descripción precisa de nuestros procesos de aprendizaje, está en el que dar una
descripción científica, u “objetiva”, de un fenómeno en el que el propio investigador
está involucrado pretendiendo que no lo está, es una gran equivocación conceptual, y
como tal nos imposibilita adquirir tal conocimiento en tanto operar universal de la
naturaleza humana.
“no es posible conocer objetivamente fenómenos (sociales) en los que el propio 32
observador –investigador que describe el fenómeno está involucrado. Ha sido
precisamente esta noción del conocer la que ha bloqueado firmemente el paso del
conocimiento humano a la comprensión de sus propios fenómenos sociales, mentales
y culturales”.
Con esto…”estoy designando el hecho de que el universo de conocimientos, de
experiencias, de percepciones del ser humano, no es posible explicarlo desde una
perspectiva independiente de ese mismo universo. El conocimiento humano
(experiencias, percepciones) sólo podemos conocerlo desde sí mismo.”
La invitación que nos hace Maturana a la humanidad es la de ponernos metas
universales que abarquen a todo el plante, sin fronteras, jerarquías, ni geografías. Con
urgencia tenemos que alcanzar un conocimiento sin precedente respecto de las
condiciones básicas generadoras de la cultura como guía científica para metas
universales.
…”lo que la ciencia ha abierto a todas sus disciplinas , y en particular a las ciencias de
la Vida y las ciencias sociales (con los procesos de decisiones político-sociales que
emanan de estas últimas) es, no la particular ´verdad´ de una nueva ideología (puesto
que el mundo científico se maneja con confirmaciones de valides experiencial
universal en el ámbito humano), sino una nueva perspectiva sobre la naturaleza
humana, una nueva cumbre desde la cual podemos visualizar coherentemente el
propio valle donde vivimos. Con esto se nos ha abierto un nuevo espacio intelectual y
espiritual, tanto de debates como de renovación personal y social, en el cual debemos
llevar hasta el límite de lo posible toda discusión sobre el tema, pues la creación de
consenso sobre el operar de nuestros procesos de aprendizaje social se visualiza
como la única alternativa válida racional que nos va quedando para disminuir las
tensiones sociales y revertir el proceso de desintegración de las sociedades modernas
llevando en cambio a estas últimas a una construcción social de colaboración
mutua…que posibilite el entendimiento de nuestras complejas sociedades modernas
tan interdependientes unas de otras.”
El camino entonces es el de educarnos y educar a nuestros hijos en la aventura del
conocimiento que espera allá adelante como culminación de un esfuerzo bien dirigido
de lo conocido por crear, en un entendimiento social que aún no existe. No debemos
olvidarnos que la creación es siempre un paso nuevo pero hecho con materiales
viejos. Crear el conocimiento, el entendimiento que posibilita la convivencia humana,
es el mayor, más urgente, más grandioso, y más difícil desafío que enfrenta la
humanidad en el presente.
Nuestra liberación como seres humanos la hallaremos en el encuentro profundo de
nuestra naturaleza consciente de nosotros mismos. El camino de la libertad es la 33
creación de circunstancias que liberen en el ser social sus profundos impulsos de
solidaridad hacia cualquier ser humano.
“…si pudiésemos recuperar para la sociedad humana la natural confianza de los niños
en sus mayores, tal sería el mayor logro de la inteligencia operando en el amor, jamás
imaginado” (Humberto Maturana Romesin; Francisco Varela “El árbol del
conocimiento. Las bases biológicas del entendimiento humano”)
V. Andando la experiencia
Viaje
Ruta
Nube 39
Yo
Soles
Lunas
Sueños
Vos
Viajar, viajar
Viajar, viajar
Viajar, viajar
Viajar, viajar
Ya escucha el llamado estribillo
De los sueños
Y a los sueños
Recórrelos
Bosques
(mares) (cuero) brisa
(brisa) cuerdas
Mar
Este
Planes
Juegos
Sur
Viaje
Ruta
Sueño
Vida
Freire, Paulo (2008). El Grito Manso. Buenos Aires, Argentina: Editorial SXXI.
Maturana Romesín, Humberto; Varela Francisco (2003) “El árbol del conocimiento.
Las bases biológicas del entendimiento humano” Santiago, Chile. Editorial Lumen
Morín, Edgar (1999) Los Siete saberes necesarios para la educación del futuro.
París, Francia: Editorial Santillana
https://www.youtube.com/watch?v=WMD0VqiM82U
Publicado el 18 may. 2012
en el XI Encuentro de la Regional Sur "Biodanza de la Nueva Ética", Villa Carlos Paz,
año 2006. Subido por www.centroformacionvida.com.ar