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HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA

RENOVADA PEDAGOGÍA 2016

La centralidad
del Paradigma
Biocéntrico

EN LA TAREA DE EDUCADORES Y

FACILITADORES DE BIODANZA

Teresita Lucero de la Rosa


Monografía Final, Tucumán, Argentina
TUTORA: PAULA CATALDI 01/11/2016
DIRECTORA: MA. ANDREINA ACRI
Índice

I. Introducción………………………………………………………………………03

II. Palabras de agradecimiento……………………………………………………04

III. Motivaciones personales para la elección del tema…………………………05


1
IV. Entretejiendo ideas: Biodanza y Educación…………………………………..06

a) Educar/Facilitar: un binomio de potencial posibilidad…………….……………...07


b) Los aportes de la Educación Popular…………………………………………...…10
c) La noción de Paradigma………………………………………………………….....15
d) Paradigma Biocéntrico: un camino a recorrer por educadores y facilitadores de
Biodanza………………………………………………………………………………16
e) Paradigma de la Complejidad. Aportes de Edgar Morin 7 saberes Necesarios
para la educación del Futuro………………………………………………………..24
f) Naturaleza del conocimiento Humano (Humberto Maturana).…………………32

V. Andando la experiencia…………………………………………………………34

VI. Palabras finales.……………………………………………………….............38

VII. Bibliografía………………………………………………………………………..41
I. INTRODUCCIÓN

Este trabajo es una invitación a recorrer los caminos que vinculan la educación, la
práctica, las implicancias y necesidades del rol de los educadores/facilitadores en el
mundo actual con los nutridos y solventes aportes teórico/metodológicos que el
Sistema Biodanza realiza tanto para educadores como para facilitadores de Biodanza.
Pues como explicita Carlos García, el principal desafío como facilitadores es que el
Sistema Biodanza nos ayude a desarrollar nuestra identidad y la de otros seres
humanos, y que en el camino, no la perdamos en pos de algún estereotipo cosificante. 2
Y, yo agregaría, nuestro principal desafío como educadores/facilitadores es permitir,
aportar y habilitar a nuestros estudiantes para que Sean; para que se desplieguen y
lleven adelante sus procesos creativos, para que construyan y reconstruyan su propia
existencia.
Educar, facilitar un proceso vivencial requiere además de la formación específica, una
formación ética y afectiva, y no menos importante, una disposición solidaria a
comprender al otro y fundamentalmente a desarrollar una mirada holística de la Vida.
Mirada en la que circulan múltiples discursos; saberes, formas, teorías, aspectos,
colores, sonidos, aromas y sabores; todos ellos tejiendo una misma trama,
sosteniendo un mismo latir, el del profundo amor a la Vida.

“El lenguaje que dice la verdad


es el lenguaje sentipensante.
El que es capaz de pensar
sintiendo y sentir pensando”
Eduardo Galeano

Sean muy Bienvenid@s a este viaje.


II. PALABRAS DE AGRADECIMIENTO

Infinita es la gratitud que en estos momentos


atraviesa mi ser, en primer lugar hacia mis
seres más amados; Seba mi compañero y Ana
nuestra hija, ellos cada día me enseñan con su
presencia el arte de Vivir danzando la Vida.
Con ellos me nutro de amor, ternura,
encuentros, risas y lágrimas…y, navegando lo desconocido aprendo, sus señales me
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orientan cada vez que siento que estoy perdida…
A mis hermanas del Alma, Maridé y Majo con quienes he aprendido que la hermandad
es una condición humana maravillosa que no sólo aparece con la biologicidad, más
bien se trata de una filiación que puede cosecharse con entrega, amor, comprensión y
aceptación.
A mi familia, por estar y acompañar desde sus posibilidades.
A mis compañer@s de camino; Ale, Susanne, Majo, Maridé, Lore, Sandra, Clarita,
Elsita, Ceci, Ibonne, Silvana, Marcelo, Adriana, Ceci C, Tara, Alejandro, Bruno,
Virginia, Flor, pues cada mirada, cada danza, cada encuentro con ustedes me ha
permitido desplegarme, reconocerme y reconocerlos.
A Andreina que ha convertido cada módulo, en un viaje de aventura, de belleza, de
ternura…por haberse animado a la locura de inaugurar la escuela en Tucumán y
recorrer tantos kilómetros cada mes para brindar lo mejor de sí.
Al grupo maravilloso de los martes que me ha permitido crecer junto a ellos en este
espacio de facilitación.
Al grupo de los miércoles en el que me nutro y descubro en cada encuentro.
A Paula mi tutora que con su mirada sostenedora, su simpleza y su profunda
sabiduría hace que todo sea transitable.
A mis compañeros de la Escuela, Emma su directora y todo el equipo docente por
abrirse, por confiar, por creer que Juntos Podemos Más!!!
A l@s chic@s de la Escuela Secundaria Barrio Policial, que desde el 2010 han
permitido que los acompañemos en esta aventura de crecer y se han animado a jugar,
a sentarse en ronda, a decir lo que sienten, a dibujar, a leer y a soñar junt@s.
A los futuros formadores de nivel terciario que también con resistencias iniciales se
han animado a ver que existen diversas formas de enseñar y mil maneras de aportar
para que un estudiante pueda comprender el mundo.
III. Motivaciones personales
para la elección del tema

Podría enunciar múltiples y variadas


motivaciones que me han traído hasta
aquí, hasta este camino, camino que se
ha transformado en un ir danzando la
existencia, pues la más poderosa es una
profunda pasión por andar andando la Vida. Y, en ese andar andando, me convertí en
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una buscadora, luchadora, soñadora de sueños bonitos llenos de esperanza para mí,
para mis seres más amados, y para los educadores con los que todos los días nos
habitamos en la esperanza de un mundo más amable y amigable para la humanidad.
Porque educadora soy, de esas enseñadora, escuchadora, alentadora que se
descubrió de a poquito, tímidamente, dando pequeños pasitos… primero inseguros,
llenitos de miedos y envolturas como niña/joven estudiante, envolturas, veladuras que
fui sacando también despacito.
Con un mar de inseguridades, nubes de miedo y, sin darme cuenta me fui tornando y
así me convertí en maestra, maestra de primera infancia y me habitó la luz, la magia,
la belleza del juego, y me permití ingresar de la mano de aquellos niños a ese mundo,
mundo desconocido y asombroso y ahí adentro volé, me reí, lloré, aprendí y comencé
a despertar. Despertar que me llevó a buscar, andar, creer…
Ansiosa y con la creencia que lo que necesitaba era conocer busqué la seguridad
académica en la universidad y me dejé envolver nuevamente y hasta me encerré en
mis propias y absurdas certezas. Pues bien fue la Universidad el espacio en el que me
encontré con el amor a la pedagogía y descubrí a Freire y sus desarrollos en
Educación Popular y de alguna manera ese recorrido era necesario, hoy soy quien soy
gracias a haber andado ese camino.
Pero fueron tiempos en los que me aparté del juego, tiempos de cegueras y
absolutismos mentales, tiempos de inmadurez y soberbia…Hasta que con don juego
por fin nos volvimos a encontrar…y en esos andares llegó la Biodanza, llegó sin
permiso y se instaló de a poquito, y me enseñó a desplegarme, a Ser a transitarme en
eso que no me animaba o no podía expresar. También me cobijó, me acunó, me
brindó tanto amor y ternura que fui reaprendiendo y fui y volví hasta reconocerme,
pues me devolvió identidad y lo hizo con amor, caricias, juegos, danzas, risas y
llantos…con las emociones abiertas y disponible al amor, llegó Ana nuestra hija…y
junt@s iniciamos un viaje de amor, ternura, noches oscuras, días llenos sol y brisa,
aprendizajes eternos que abrieron en mí la puerta a nuevas búsquedas, al encuentro
con el instinto y a la reconexión con la mujer salvaje en la que me habito.
Y así reconectada con mi ser, volviendo a andarme, sabiéndome inconclusa voy
juntando los retacitos para ir armando, hilvanando, cosiendo y descosiendo el sentido
de la tarea que me convoca, que me llama desde el alma: la de educar. Educar que
para mí significa crear un espacio, un ambiente propicio para que los seres que lo
habitan circulen, se desplieguen, se potencien, se creen y re-creen, se dancen y re-
dancen, hagan y re-hagan el mundo como diría Freire. Y en ese espacio aparece la
primera relación entre Biodanza y Educación, pues Biodanza constituye un nido 5
nutricio que promueve el despliegue de nuestros potenciales, que crea un entorno
enriquecido en donde el amor, la ternura, el contacto y la conexión con uno mismo,
permiten, alojan, hacen nido para que los seres humanos nos desarrollemos.
Y es desde esa combinación, desde esa relación que siento que educadores y
facilitadores de Biodanza podemos abonar, nutrir, y profundizar nuestra tarea, pues
humildemente creo que los facilitadores de Biodanza nos transformamos en
educadores y los educadores cuando concebimos a la enseñanza como la posibilidad
de habilitar el despliegue del otro/educando, nos convertimos facilitadores de ese
proceso. Y, en ese camino, a ambos educadores y facilitadores nos atraviesa la misma
e idéntica responsabilidad; la del cuidado del Otro. Otro que en esa relación yo-tu
como diría Martin Bubber se transforma en nosotros. Nosotros que constituye la
grupalidad, que se hace, navega y desarrolla en la totalidad de la ronda.
Desde esos sentires es que me llama este trabajo que con gran amor, intento hilar
integrando el pensar, el sentir y el hacer.

Encuentro de Directores Asesores Primeras experiencias de Facilitación


de escuelas secundarias
IV. Entretejiendo ideas: Biodanza y Educación

Danzar la vida, entregarnos al


permanente movimiento, estar
disponibles, presentes, jugar, soñar,
desear, animarse, desolarse, perderse,
encontrarse, aprehender, vendrían a
convertirse en los principales elementos
constitutivos de esta relación.
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Relación que asoma en este caminar
buscando hilar aquello que se expresa a
modo de desarrollo conceptual y que
refiere al pensamiento humano, con aquello que se hace y tiene lugar efectivo en la
praxis educativa; y cómo ambos pueden expresarse a partir del canal afectivo, de la
ternura, del amor.
En un intento de reunir, ligar, e integrar los múltiples discursos teóricos a partir de los
cuales es necesario pensar al educador, es que presento este abordaje conceptual,
que a mi entender es fundamental para comprender y nutrir la tarea de un
educador/facilitador en los contextos actuales.
Para ello voy a enunciar primeramente una breve reflexión acerca de los conceptos
Educar/Facilitar entendidos en este trabajo como un binomio de potencial posibilidad ;
luego presentaré los principales aportes de la Educación Popular; para adentrarnos
seguidamente en la noción de paradigma como un modo de acercarnos a la
comprensión de por qué Rolando Toro habla de paradigma Biocéntrico; aquí nos
nutriremos con la propuesta del pensador francés Edgar Morin; el paradigma de la
complejidad y con el paradigma Biocéntrico desarrollado por Rolando Toro Araneda.
Finalmente tomaremos los aportes de Humberto Maturana quien nos hablará acerca
de la Naturaleza del conocimiento humano como fuente de inspiración de la
comprensión humana.
a) Educar / Facilitar: un binomio de potencial
posibilidad

“El rostro del prójimo significa para mí una responsabilidad


irrecusable que antecede a todo acontecimiento libre, a
todo pacto, a todo contrato”
Emmanuel Levinas

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¿Qué relación, filiación existe entre el concepto de
educar y el de facilitar? ¿los educadores forjamos
nuestra práctica teniendo conciencia de las implicancias de estos conceptos
Para ampliar la reflexión, me ha parecido interesante definir ambos conceptos para
luego ir encontrando aspectos comunes que nos permitan potenciarlos en su
combinación, definirlos desde la experiencia, y desde lo que diferentes pensadores
han ido aportando al concepto y con los que me he nutrido.
Entonces vamos a decir que educar en primer término no habla de una relación entre
quien aprende (educando) y quien enseña (educador), esa relación, como dice Freire
es dialógica, pues ambos se educan.
Facilitar en Biodanza es posibilitar, proporcionar, hacer de intermediario, para la
integración humana, es generar condiciones de posibilidad a través del fortalecimiento
de la autoestima, utilizando la danza, la música y las situaciones de encuentro. Es
crear un ambiente enriquecido de posibilidad humana para el autodesarrollo.
Educar/Facilitar entonces es responder del otro, desde la ética planteada por
Emmanuel Levinas, educar desde la alteridad es educar desde el otro, desde la
acogida, la escucha, el cuidado, la denuncia, la protesta o la resistencia. Es la
experiencia ética de la presencia ineludible del otro en mí.
Educar/Facilitar aparece como una respuesta que nace de la inquietud por el otro que
aparece ante nosotros sin previo aviso. La educación en la alteridad tiene una
inevitable dimensión social que conlleva la respuesta a un sujeto singular y concreto.
Es reflejo de lo que somos y como vivimos, de cómo nos relacionamos con las
personas que nos rodean.
Educar/ Facilitar, desde esta perspectiva significa hacerse cargo del otro en su
fragilidad y vulnerabilidad, por ello implica tanto la práctica de la compasión como del
diálogo.
Es decir, la acción educativa se nos presenta como una relación de alteridad, como
una relación con el otro –el rostro-, la palabra que viene de fuera, que habla en
imperativo y que demanda una responsabilidad más allá de todo pacto y de todo
contrato. La educación aparece como una acción hospitalaria, como la acogida de un
recién llegado del extranjero. Y, desde esta respuesta al otro originario, desde esta
heteronomía que funda la autonomía del sujeto, la relación educativa surgirá ante
nuestros ojos como una relación constitutivamente ética. La ética entonces como
responsabilidad y hospitalidad, no será entendida como una mera finalidad de la
acción educativa, entre otras, sino su condición de posibilidad.
Para ir cerrando la reflexión quisiera traer al pensador Emmanuel Levinas que nos
invita a que pensemos ante todo una relación básica con el otro que nos plantea un 8
desafío y una disolución de los cimientos que constituyen la identidad definida del
sujeto. El otro, nos dice Levinas, tiene importancia como apertura por la que el infinito
se cuela en la totalidad rompiendo su mismidad.
Ese otro revelador que conmueve los cimientos del sujeto no es otro conceptualizado,
sino otro que irrumpe a la manera de rostro. El otro como absolutamente extraño que
nos abre posibilidades y mundos desconocidos.

.
b) Los aportes de la
Educación Popular: orientaciones
para revisar y reflexionar acerca
de la práctica educativa. Su
vinculación con el camino de la
Facilitación en Biodanza
Para abordar este punto, vamos a
situarnos fundamentalmente en las 9
ideas del educador Brasileño Paulo
Freire. De acuerdo a sus desarrollos, la Educación Popular basa el proceso de
aprendizaje de un individuo en la práctica, las experiencias, el razonamiento y el
contexto social de éste. Es decir, el individuo aprende del medio que lo rodea, sin
necesariamente, asistir a una institución educativa como tal.
Los fundamentos de su “sistema” se basan en que el proceso educativo ha de estar
centrado en el entorno de los alumnos. Freire supone que los educandos tienen que
entender su propia realidad como parte de su actividad de aprendizaje. No basta con
suponer que un estudiante sepa leer la frase “Eva ha visto un racimo de uvas”. El
estudiante debe aprender a entender a Eva en su contexto social, descubrir quién ha
trabajado para producir el racimo y quién se ha beneficiado de este trabajo.
Freire intentó obtener la participación de alumnos y padres de alumnos en los debates
acerca de cuestiones de educación y sociedad. Trabajar con niños significaba para él
tener en cuenta también su entorno social y familiar. Los problemas como la
malnutrición y el trabajo infantil sólo podían resolverse mediante la participación de los
padres.
Freire se centra en las posibilidades humanas de creatividad y libertad en medio de
estructuras político-económicas y culturales opresivas. Su objetivo es descubrir y
aplicar soluciones liberadoras por medio de la interacción y la transformación social,
gracias al proceso de “concientización”, definido como el proceso en virtud del cual el
pueblo alcanza una mayor conciencia, tanto de la realidad sociocultural que configura
su vida como de su capacidad de transformar esa realidad. Esto supone la praxis,
entendida como la relación dialéctica entre la acción y la reflexión. Freire propone un
enfoque de la praxis de la educación en el que la reflexión descansa en la acción y la
reflexión crítica se basa en la práctica.
En su libro “El grito manso” expresa que: “no es posible ejercer la tarea educativa sin
que nos preguntemos como educadores cuál es nuestra concepción del hombre y de
la mujer. Toda práctica educativa implica esta indagación: qué pienso de mí mismo y
de los otros”. Al respecto Freire va a agregar que mujeres y hombres somos seres
históricos que nos hacemos y rehacemos socialmente, porque justamente es la
experiencia social en un última instancia la que nos hace, la que nos constituye como
estamos siendo. Esto quiere decir que siendo seres históricos en permanente proceso
de hacernos, somos incompletos, inacabados,
inconclusos.
El autor dice textualmente: la inconclusión del
ser no es sin embargo, exclusiva de la especie
humana ya que abarca también a cada especie 10
vital. El mundo de la vida es un mundo
permanentemente inacabado, en movimiento.
Sin embargo, en un momento particular de
nuestra experiencia histórica, nosotros,
mujeres y hombres, conseguimos hacer de
nuestra existencia algo más que meramente
vivir. En cierto sentido, los hombres y las mujeres inventamos lo que llamamos “la
existencia humana: nos pusimos de pie y liberamos las manos; la liberación de las
manos es en gran parte responsable de lo que somos, la invención de nosotros
mismos como hombres y mujeres fue posible gracias a que liberamos las manos para
usarlas en otras cosas. No tenemos fecha de ese evento que se pierde en el fondo de
la historia. Hicimos esa cosa maravillosa que fue la invención de la sociedad y la
producción del lenguaje. Y fue ahí, en ese preciso momento, en medio de ese y otros
saltos que dimos, que mujeres y hombres alcanzamos esa instancia formidable que
fue comprender que somos incompletos. Los árboles o los otros animales también son
incompletos, pero no tienen conciencia de ello. Los seres humanos ganamos en esto:
sabemos que somos inacabados. Y es precisamente ahí, en esta radicalidad de la
experiencia humana, que reside la posibilidad de la educación. La conciencia del
inacabamiento creó lo que llamamos la educabilidad del ser. La educación es
entonces una especificidad humana.
Este inacabamiento consciente de sí es el que nos va a permitir percibir el no yo. El
mundo es el primer no yo. Tú, por ejemplo, eres un no yo de mí. Y la presencia del
mundo natural, en tanto no yo, va a actuar como estímulo para desarrollar el yo. En
ese sentido, es la conciencia del mundo, la que crea mi conciencia. Conozco lo
diferente de mí y en ese acto me reconozco. Obviamente las relaciones que
empezaron a establecerse entre el nosotros y la realidad objetiva abrieron una serie de
interrogantes, y esos interrogantes llevaron a una búsqueda, a un intento de
comprender el mundo y entender nuestra posición en él. Es en ese sentido que yo uso
la expresión ´lectura del mundo´ como instancia precedente a la lectura de las
palabras. Muchos siglos antes de saber leer y escribir, los hombres y las mujeres
hemos estado inteligiendo el mundo, captándolo, comprendiéndolo, ´leyéndolo´. Esa
capacidad de captar la objetividad del mundo proviene de una característica de la
experiencia vital que nosotros llamamos ´curiosidad´. Si no fuera por la curiosidad, por
ejemplo, no estaríamos hoy aquí. La curiosidad es, junto con la conciencia del
inacabamiento, el motor esencial del conocimiento. Si no fuera por la curiosidad no
conoceríamos. La curiosidad nos empuja, nos motiva, nos lleva a develar la realidad a
través de la acción. Curiosidad y acción se relacionan y producen diferentes 11
momentos o niveles de curiosidad. Lo que procuro decir es que, en determinado
momento, empujados por su propia curiosidad, el hombre y la mujer en proceso, en
desarrollo, se reconocieron inacabados, y la primera consecuencia de ello es que el
ser que se sabe inacabado entra en un permanente proceso de búsqueda.” (Freire,
Paulo; El Grito Manso. Capítulo 2. SXXI editores)
…búsqueda absoluta, de esas que pueden llevarnos a la búsqueda de nuestro propio
origen, de nuestro propio ser, y
que a la vez nos puede conducir
a una búsqueda de lo
trascendente, de aquello que va
más allá de nosotros pero que
forma parte de nosotros, que es
lo que vivenciamos en Biodanza.
Ahora bien, volviendo a Freire,
no hay búsqueda sin esperanza
y no la hay porque la condición
del buscar humano es hacerlo
con esperanza…y no es posible andar sin esperanza de llegar. Por eso no es posible
concebir un luchador desesperanzado. Lo que sí podemos concebir son momentos de
desesperanza. Durante el proceso de búsqueda hay momentos en que nos
detenemos, a lo mejor observamos la situación y nos decimos a nosotros mismos: no
hay nada que hacer. Esto es comprensible, dice Freire: “entiendo que se caiga en esta
posición, lo que no comprendo es que se permanezca en esa posición. Sería como
una traición a nuestra propia naturaleza esperanzada y buscadora”.
Una de las tareas más hermosas y gratificantes que tenemos los educadores es
ayudar/acompañar a los educandos a construir la inteligibilidad de las cosas,
habilitarlos a aprender, a comprender y a comunicar esa comprensión a los otros…”el
educador no tiene derecho de hacer un discurso incomprensible en nombre de la
teoría académica y decir después: ´que se aguanten´”. Pero tampoco tiene que hacer
concesiones baratas. Su tarea no es hacer simplismo, porque el simplismo es
irrespetuoso para con los educandos. El profesor simplista considera que los
educandos nunca estarán a la altura de comprenderlo y entonces reduce la verdad a
una verdad a medias, es decir a una falsa verdad. La obligación de los educadores es
no caer en el simplismo, porque el simplismo oculta la verdad, sino la de ser simples.
Lo que nosotros tenemos que hacer es lograr una simplicidad que no minimice la
seriedad del objeto estudiado sino que la resalte. La simplicidad hace inteligible el
mundo y la inteligibilidad del mundo, trae consigo la posibilidad de comunicar esa 12
misma inteligibilidad.
Los educadores democráticos intervenimos en el mundo a través del cultivo de la
curiosidad y de la inteligencia esperanzada, que se desdoblan en la comprensión
comunicante del mundo. Y esto lo hacemos de diferentes maneras. Intervenimos en el
mundo a través de nuestra práctica concreta, de la responsabilidad de una
intervención estética, cada vez que somos capaces de expresar la belleza del
mundo…en la medida en que nos tornamos capaces de intervenir; capaces de
cambiar el mundo, de transformarlo, de hacerlo más bello, nos volvemos seres éticos.
Hasta hoy jamás se supo que, por ejemplo, un grupo de leones africanos arrojara
bombas sobre ciudades de leones asiáticos. No hemos sabido hasta hoy de la
existencia de algún león que matara con premeditación. Somos nosotros, los
humanos, los que tenemos la posibilidad de asumir una opción ética, quienes
hacemos estas cosas. Sólo los seres que alcanzaron la posibilidad de ser éticos, se
tornan capaces de traicionar la ética. En este sentido, nuestra tarea fundamental como
educadores/facilitadores es vivir éticamente, practicar la ética diariamente con los
niñ@s y jóvenes; esto es mucho más importante que el tema de la Biología, si somos
profesores de Biología. Lo importante es el testimonio que damos con nuestra
conducta. Inevitablemente cada clase, cada conducta es testimonio de una manera
ética o no, de afrontar la vida. ¿cómo trabajo en el aula?, ¿cómo trabajo con mis
alumnos la eterna discusión de la inconclusión, de la curiosidad?, ¿cómo trabajo el
tema de la esperanza jaqueada por la desesperanza? ¿qué hago?, ¿me asumo
presente en cada clase? ¿bajo los brazos? ¿me dirijo a una especie de lucha ciega,
sin salida?
Nuestra tarea es educar a través del ejemplo sin pensar por ello que vamos a salvar el
mundo…no hay práctica docente sin curiosidad, sin incompletud, sin capacidad de
intervenir en la realidad, sin capacidad de ser
hacedores de la historia siendo, a su vez,
hechos por la historia. Entonces para ir
cerrando, una de las tareas fundamentales
que nos compete a los
educadores/facilitadores es elaborar una
pedagogía crítica…luchar por una pedagogía 13
crítica que nos de instrumentos para
asumirnos como sujetos de la historia. Y esta
práctica deberá basarse en la solidaridad.
Quizá nunca como en este momento
necesitamos tanto de la significación y de la práctica de la solidaridad.
c) La noción de Paradigma
La palabra paradigma proviene del
griego paradima (que significa
ejemplo, o mejor aún modelo o
patrón), originalmente Platón utilizó
esta expresión para designar un
instrumento de mediación entre la
realidad y su ideación. En la versión 14
platónica, un paradigma no es un
simple modelo a modo de “copia”,
“patrón” o muestra de algo que es real, si no, mucho más que eso: un
paradigma es un modelo ejemplar, es decir perfecto, de tal modo que se lo ha
de considerar digno de ser seguido e imitado.
Fue mucho más tarde, en la década del sesenta de la mano el físico,
historiador y filósofo norteamericano Thomas khun, y con su obra la Estructura
de las Revoluciones Científicas, que el término paradigma alcanza su máximo
impacto en el campo de las ciencias sociales. Lo que nos propone Khun en su
obra es un enfoque que permite la comprensión en una perspectiva histórica,
de los cambios que se han producido en la ciencia a través de los tiempos. Y,
se arriba a esto a partir de la descripción esquemática del desarrollo científico,
con lo cual el autor logró identificar una estructura básica en la continua
evolución de la ciencia.
Khun va a concebir entonces este desarrollo como una continua sucesión de
las soluciones a la tensión esencial que se da entre las fuerzas conservadoras,
orientadas hacia la permanencia y las fuerzas innovadoras, dirigidas hacia el
cambio, en el contexto de las denominadas tradiciones científicas, es decir los
sistemas complejos de teorías, conceptos, problemas, normas, criterios valores
y metodologías compartidos por los miembros de una comunidad científica.
Entonces lo que primeramente aparece es un amplio consenso en la
comunidad científica sobre cómo explotar los avances conseguidos en el
pasado ante los problemas existentes creándose así soluciones universales
que Khun llamaba paradigmas. El término paradigma designa todos los
compromisos compartidos por una comunidad de científicos. Por un lado los
teóricos, ontológicos y de creencias y, por el otro, los que hacen referencia a la
aplicación de la teoría y a los modelos de soluciones de problemas. Los
paradigmas son por tanto, algo más que un conjunto de axiomas.
Ahora bien, cuando las tensiones entre conservación y cambio se resuelven a
favor de este último, se producen los avances o progresos en la ciencia, los
cuales se presentan como episodios extraordinarios en que tienen lugar
cambios de compromisos profesionales y se rompe la tradición a la que está
ligada la actividad de la ciencia normal, los cuales son asumidos como rupturas
revolucionarias no acumulativas.

15
d) Paradigma Biocéntrico: un
camino a recorrer por educadores y
facilitadores de Biodanza
Se trata del desarrollo de un nuevo
paradigma que propone orientar todos los
emprendimientos sociales y educacionales
hacia la creación de una estructura
psíquica capaz de proteger la vida y 16
permitir su evolución. Según lo afirma su
creador, el psicólogo chileno Rolando Toro
Araneda, el Principio Biocéntrico tiene como punto de partida la vivencia de un
universo organizado en función de la vida. Todo cuanto existe en el universo, sean
elementos, astros, plantas o animales, incluyendo al ser humano, son componentes de
un sistema viviente mayor. El universo existe porque existe la vida y no a la inversa.
Las relaciones de transformación materia-energía son grados de integración de vida”.
En este sentido, y como una manera de ampliar el enfoque, es interesante
retomar la teoría del caos formulada por el físico (Premio Nobel) Ilya Prigogine
que plantea que los procesos que generan la vida se inician en las “zonas
disipativas”, alejadas de orden. Las zonas disipativas constituyen condiciones
de fluidez y dinamismo que facilitan procesos de organización, y además, la
expresión de matrices de vida preexistentes. Entonces, “La vida es un atractor
biológico en medio del caos cósmico” Rolando Toro Araneda.
Desde esta perspectiva, Biodanza emplea una metodología vivencial, donde en
el centro de la escena aparece la experiencia vivida y no la expresión verbal,
esto permite comenzar el camino de transformación interna sin la intervención
de los procesos mentales de represión.
El Principio Biocéntrico: a) constituye el paradigma que podrá servir de
fundamento a las ciencias humanas del futuro: educación, psicología,
jurisprudencia, medicina y psicoterapia. b) sitúa el respeto por la vida como
centro y punto de partida de todas las disciplinas y comportamientos humanos;
restablece la noción de la sacralidad de la vida.
El abordaje epistemológico de este principio parte de lo viviente. La vida no es
simplemente consecuencia de procesos atómicos y químicos, sino el programa
implicado que guía la construcción del universo.
La evolución del universo es en realidad la evolución de la vida. Para dar
consistencia científica a este concepto, Rolando Toro va a tomar el abordaje
conceptual de David Bohm que expresa que; bajo el dominio explicado por la
ciencia, queda un dominio implicado de totalidad indivisa. “Los datos reales de
la ciencia – dice Bohm- sólo parecen tener sentido sobre algún tipo de
fundamento implicado o unificador o trascendental, subyacente a los datos
explícitos”
Situarnos desde el principio Biocéntrico nos permite concebir al universo como 17
un gigantesco holograma vivo. Rolando va a decir; “la experiencia de la unidad
mística y de la identidad suprema es para nosotros perfectamente válida.
Podemos descubrir en esta vivencia fundadora las raíces de una cultura de la
vida”.
Según afirma Toro, la desconexión de los hombres de la matriz cósmica de la
vida, ha generado, a través de la historia, formas culturales destructivas. Las
disociaciones cuerpo-alma y hombre-naturaleza han conducido a la profunda
crisis en que vivimos. Cuando tomamos conciencia de lo que significa “el
milagro de la vida” que nos anima, se nos revela un sentido absoluto de la
valorización de la existencia.
También afirma que si tomamos como punto de partida las propuestas
intrínsecas que surgen del acto de vivir y de la comunicación con los seres
vivos, tenemos que abandonar con decisión absoluta, cualquier tipo de
fundamentación cultural basada en el dinero y el asesinato. Los intereses de la
vida, no siempre se conjugan con las exigencias de nuestra cultura. Dice
Rolando, “la cultura debería estar organizada en función de la vida. Nuestras
formas culturales son anti-vida”
Expresa el creador de la Biodanza: el Principio Biocéntrico surge de una
propuesta anterior a la cultura y se nutre de los impulsos que generan procesos
vivientes. Este planteamiento es biocosmólogico y no antrópico, cosmológico o
teológico.
El principio Biocéntrico propone la potenciación de la vida y la expresión de sus
poderes evolutivos. Biodanza es, desde este punto de vista, una poética de lo
viviente que está fundada en las leyes universales que conservan y permiten la
evolución de la vida. Todas las acciones de Biodanza se orientan en
resonancia con el fenómeno profundo y conmovedor de la vida. Participamos
del pensamiento visionario de Albert Schweitzer: „meditando sobre la vida,
siento la obligación de respetar cualquier voluntad de vida a mi alrededor, por
ser igual a la mía´.
La idea fundamental del bien es, pues, que éste consiste en preservar la vida,
en favorecerla, en conducirla a su valor más alto; y que el mal consiste en
aniquilar la vida, lastimarla, poner trabas a su florecimiento.
Pienso que la vida no surgió de la materia, sino que la materia se ordena en
relación a las posibles estructuras de la vida: la causa del universo es la vida. 18
Desde hace miles de años hemos vivido dentro de un contexto cultural
alienante. Más si el universo está vivo desde el comienzo, la cultura del futuro
será una cultura de la vida. Los parámetros de nuestro estilo de vida, son los
parámetros de la vida cósmica. En otros términos, nuestro movimiento y
nuestra danza se organizan como expresiones de vida y no como medios para
alcanzar fines externos. Vivimos para crear más vida en lo íntimo de la vida.
Si las condiciones culturales y socioeconómicas son anti-vida, nosotros nos
proponemos cambiar este sistema, no con la ayuda de una ideología, sino
restableciendo en cada instante, en nuestra vida, las condiciones de nutrición
de la vida. No es la consistencia ideológica de una persona lo que interesa,
sino su consistencia afectiva y su práctica de movimiento-amor.
El principio Biocéntrico pone su interés en un universo comprendido como un
sistema viviente de gran complejidad. El reino de la vida abarca todo lo
existente, desde neutrinos hasta los quásares, desde las piedras hasta los
pensamientos más sutiles. Toda expresión, todo movimiento, toda danza es un
lenguaje viviente.
El sentimiento de amor podríamos definirlo como la experiencia suprema del
contacto con la vida. A través de Biodanza llegamos a la fuente originaria de
los impulsos de vida. Danza, Amor y Vida son términos que aluden al
fenómeno de unidad cósmica. El núcleo creador de la cultura del tercer milenio
está por nacer con la restitución de la sacralidad de la Vida. (Rolando Toro, El
inconsciente Vital y el Principio Biocéntrico)
Dos grandes conceptos desarrolla Rolando Toro para terminar de otorgar
sentido y solvencia a esta nueva construcción paradigmática que nos está
proponiendo; ellos son la idea de Sacralidad de la vida y la Reflexión acerca
de los valores que la cultura ha desarrollado a partir de cuatro grandes
vertientes.
En relación a la sacralidad de la Vida, en primer lugar Rolando va a decir que
si bien los hallazgos científicos-biológicos pueden considerarse extraordinarios,
y nos permiten comprender muchos de los misterios de la biosfera, estos no
resultan suficientes para abarcar todos los significados esenciales acerca de la
condición humana. La invitación que nos hace Toro a la humanidad es avanzar
hacia una nueva dimensión del pensamiento, más libre y ajustada a las 19
revelaciones de lo inmediato, desprendiéndonos de las estructuras filosóficas y
de las ideologías ingenuas que nos han acompañado a lo largo de la historia.
Su mensaje es claro y contundente “necesitamos un rigor insolente, y al mismo
tiempo sensible, para no caer en un falso objetivismo biologicista o en la
pobreza dogmática de las religiones”
…”la vida tiene una cualidad sagrada y ha sido la patología de las civilizaciones
la que ha separado los actos sagrados de los actos profanos. Esta patología
terminó por desacralizar la vida cotidiana y cargar de contenido trascendente
los rituales obsesivos que surgieron para escapar del pavor cósmico. En este
punto es indispensable la meditación sobre lo sagrado…esta disociación entre
sagrado y profano, que es inherente a las religiones, tiene que ser
cuestionada.” (Rolando Toro, Inconsciente Vital y Principio Biocéntrico)
Pues si la vida en sí misma representa la más grande hierofanía, esa distinción
ritual entre sagrado y profano resulta un absurdo. Justamente es la claridad del
principio Biocéntrico, lo que lo distingue de cualquier religión y de cualquier
psicoterapia, al reconocer en la vida la más amplia y completa manifestación de
lo sagrado.
“En Biodanza, las personas al relacionarse en una danza de amor, restablecen
el sentido cósmico que las integra a una unidad mayor. Los magnetismos de la
danza generan campos creativos, eróticos y biológicos que constituyen, en sí
mismos, la gran ceremonia de la vida…el ser humano vive en el eterno aquí-
ahora”. (Rolando Toro, Inconsciente Vital y Principio Biocéntrico)
Ahora bien, cuando la Vida carece de ese intrínseco valor sagrado, se la puede
aniquilar, destruir, torturar, destrozar, humillar, explotar. La poderosa
transformación que se produce a partir del Principio Biocéntrico es que rechaza
con la más absoluta decisión, esa gran equivocación cultural que desacralizó la
vida.
Dice Rolando; desde el principio Biocéntrico se organiza la vida como
convivencia y coexistencia con lo divino. Lo sagrado no se da en un espacio
mandálico ritual, lo sagrado se da en cualquier circunstancia en que la vida se
hace presente. Toda la vida es sagrada: el acto sexual que se hace en un
templo o el que se realiza en un miserable cuarto de hotel, poseen la misma
condición de lo sagrado. Cuando las personas nos conectamos con amor, 20
estamos reciclando energía cósmica, estamos viviendo el amor eterno de
Afrodita y Apolo.
En este sentido, Biodanza trabaja en una dimensión trascendente de
permanente reverencia por la Vida.

Ahora bien, en cuanto a la segunda cuestión; la reflexión acerca de los


valores que la cultura ha desarrollado a partir de cuatro grandes
vertientes.
Esta dimensión sociológica de Biodanza se inicia dice Rolando, con un
profundo sentimiento de fraternidad y no en una ideología humanista. Es la
activación de los núcleos innatos, biológicos, instintivos y emocionales de
contacto corporal, lo que va a permitir una modificación social en profundidad.
La vinculación interhumana es una función biocósmica. El ser humano
sometido a un proceso de desenvolvimiento histórico-cultural, dentro del cual
nace y crece, experimenta la más violenta deformación de estos impulsos de
afinidad natural por su propia especie. La patología de nuestra cultura insiste, a
través de sus medios de comunicación y sus instituciones, en el desarrollo de
actitudes de segregación, rechazo, agresión y explotación de otras personas.
La transformación social que se propone desde Biodanza, comprendería por
una parte la activación hipotalámica de las vivencias de contacto y afectividad,
y por otra, la demolición de los tabúes sexuales, políticos, religiosos y
psiquiátricos. Biodanza nos invita a comenzar de nuevo, con honradez y
activando nuestros potenciales de vinculación hominizante. Empezar de nuevo
curando nuestra propia malignidad, aprendiendo las lecciones de la historia.
Para profundizar en esta idea, el autor arriba mencionado expresa que nuestra
cultura se ha nutrido de cuatro grandes vertientes que han aportado sus
valores, sus glorias y equivocaciones. Vamos a enunciarlas y describirlas
brevemente para luego visionarlas e integrarlas a la idea de una Nueva
Civilización.

Oriental Judeo-Cristiana Griega Romana

Valor anti- Castración de los Separación Omnipotencia


Vertientes vida. Niegan instintos. cuerpo-alma y
culturales el valor divino Intolerancia La prioridad discriminación
de la vida frente al placer y del mundo de humana 21

real el goce. las ideas


Culpa

Pues como puede verse en el cuadro, la estabilidad de la patología de la


cultura y su vigencia permanente puede explicarse porque cada una de estas
vertientes se retroalimentan unas a otras. Donde niegan la vida, reprimen los
impulsos, separan el cuerpo del alma fomentando la disociación afectivo-
práxica. Se produce así una ultraestabilidad de los valores culturales
recíprocamente retroalimentados que integra a las instituciones y las pone al
servicio de la conservación de la patología histórica.
“Nuestra cultura está escindida por una profunda disociación que infiltra todos
los ámbitos del saber. Esta disociación se proyecta patológicamente en la
educación, en la psicoterapia, en la medicina, en la sociología y, en general en
todas las ciencias humanas.
Diríamos que la cultura realiza un vasto proceso de traición a la vida, en el que
participan consciente o inconscientemente, millares de intelectuales que
separan las nociones de cuerpo y alma, hombre y naturaleza, materia y
energía, individuo y sociedad, sagrado y profano. La cultura escindida
descalifica la vida presente, la desacraliza y sabotea su valor intrínseco para
ponerla al servicio de valores anti-vida.
La educación está infiltrada por la cultura disociativa. No obstante, la evolución
de la ciencia y del pensamiento complejo, se orienta actualmente hacia una
integración de conceptos que permanecieron separados durante muchos siglos
y que dieron origen a la civilización anti-vida. Biodanza propone la integración
biocéntrica de la cultura y su ejercicio operacional en educación.” (Rolando
Toro, Inconsciente Vital y principio biocentrico; cultura escindida y cultura
biocéntrica)
Esquema presentado por Rolando Toro acerca de la Cultura Biocéntrica,

22

Tal como lo plantea César Wagner, la cultura Biocéntrica señala un nuevo paso
que ya viene siendo dado por un creciente número de personas en todos los
países que hoy tienen la conciencia ampliada del verdadero sentido de la vida,
de lo humano, de la sociedad, del planeta Tierra y del Universo.
Manifestaciones por la paz, por el derecho a la vida, para que desaparezcan
las guerras y el hambre, por el fin de la violencia en defensa del medio-
ambiente, por el amor; pasan a ocupar cada vez más el escenario social y
político de nuestra época. En medio de tantas desesperanzas, el surgimiento
de nuevos sentimientos y valores de la vida gana fuerza y se extiende como
una cuestión central para el futuro de la Humanidad y de la Tierra.
El paradigma Biocéntrico nos aporta un nuevo aprendizaje existencial, una
nueva subjetividad individual y social, donde la conciencia se profundiza y se
amplía mediante prácticas educativas y terapéuticas que promueven la
construcción colectiva e individual de conocimientos, sentimientos y valores
pro-vida, como es el caso de la Educación Biocéntrica (Cavalcante et al, 1998;
Flores, 2006).
e) Paradigma de la Complejidad.
Aportes de Edgar Morin 7 saberes
Necesarios para la educación del
Futuro

Para plantear y abordar el Paradigma


de la Complejidad, es necesario que
conozcamos a Edgar Morín. 23
Edgar Morín nació en 1921 en
Francia, en el seno de una familia
judía originaria de Livorno (Italia).
Durante la 2° guerra mundial participó
en la Resistencia francesa y cambió sus apellidos de familia: Nahum Beressi, por
Morín. Su temprana incursión por el pensamiento marxista lo motivó a orientarse por
una ciencia multidimensional que articulara la naturaleza y las ciencias del hombre. El
marxismo le incitó al saber total, al conocimiento del todo como todo. Por ello, no
intentó orientarse hacia alguna carrera particular, sino responder a la necesidad de
conocimiento: se inscribió en cursos de historia, geografía, sociología, economía,
derecho, y ciencias políticas. Incursionó por el terreno de la antropología, pero no de
la antropología cultural (a-histórica y a-biológica) que se enseñaba en las
universidades, sino de la ciencia global que incluye en ella las dimensiones del mito,
la cultura, la biología y la historia. Profundizó en el estudio de las tres grandes teorías
que se interpenetran e intercomplementan: de sistemas, cibernética y de la
información. Se interesó por el desarrollo conceptual de la idea de autoorganización y
de tres principios teóricos: dialógico, recursión organizativa y hologramático. Este
recorrido intelectual le permitió constituir y proponer un modo de pensamiento que
integra la incertidumbre y concibe la organización; reúne, contextualiza y globaliza
reconociendo lo singular y lo concreto; preconiza reunir, sin dejar de distinguir. Este
modo de pensamiento es, en esencia el pensamiento complejo. (Gómez Marín, Raúl;
en Manual de Iniciación Pedagógica al Pensamiento Complejo. UNESCO 2002)
El pensamiento complejo, como todo pensamiento que busca contrariar un
paradigma, crea conceptos. Resignifica nociones potencialmente transgresoras.
Como todo modo de pensar, el pensamiento complejo tiene que establecer
distinciones, trabajar con categorías de análisis. La categoría compleja de
organización es una de las herramientas vitales del pensamiento complejo: la noción
de organización trae a su campo semántico las nociones de orden, desorden y
sistema. ¿Por qué es tan importante la noción de organización?
Porque el pensamiento complejo, nos dice Morín, está constreñido a percibir,
concebir y pensar de manera organizacional todo aquello que nos abarca, y que
llamamos realidad.
El pensamiento complejo hace, necesariamente, uso de la abstracción, pero busca
que sus producciones de conocimiento se construyan por referencia obligada a un
contexto (cerebral, social, espiritual). De modo ahora no completamente similar, el
pensamiento complejo busca integrar y globalizar religando las partes al todo, el todo 24
a las partes y las partes entre sí, pero tiene la conciencia de que es imposible
conocer el todo: Es necesario movilizar el todo, pero es imposible conocer todo el
mundo”, enuncia MORIN
Pues bien: el pensamiento complejo es un modo de pensar que intenta asumir el
desafío, desafío que le proponen la incertidumbre y la contradicción. Para recorrerlo,
es menester un cambio de paradigma que relativice y ponga en cuestión los
principios de conocimiento en que se funda el pensamiento clásico. Es decir, el
pensamiento complejo debe complementar y confrontar el modo de pensar que
separa con un modo de pensar apoyado en unos principios de conocimiento tales
que devenga capaz de concebir la organización, que religue, contextualice y
globalice. Pero el pensamiento complejo, al mismo tiempo que lucha por conectar lo
separado, debe ser capaz de reconocer lo anormal, lo singular, lo concreto. Con todo,
para avanzar en la construcción de semejante problema, de semejante modo de
pensar, es indispensable asumir el problema epistemológico. La epistemología de la
complejidad no podría ser una epistemología de segundo orden, es decir, un saber
del conocimiento del conocimiento. En suma, la aventura del método de la
complejidad. Ésta es la apuesta de la complejidad.
Parece claro, entonces, que el pensamiento complejo dispone de la posibilidad de
religar el todo con la parte y la parte con el todo, así como de la posibilidad de no
recaer en las trampas de la simplificación.

Siete Saberes necesarios para la Educación del Futuro (Edgar Morín)

Para Edgar Morin prevalecen siete saberes fundamentales que la educación del
futuro debería tratar en cualquier sociedad y en cualquier cultura sin excepción
alguna, ni rechazo según los usos y las reglas propias de cada sociedad y de cada
cultura.
Saber 1: Las cegueras del
conocimiento: el error y la ilusión. Este
saber lo que nos plantea es que todo
conocimiento conlleva el riesgo del error y
de la ilusión. En efecto, el conocimiento no
se puede considerar como una
herramienta que se puede utilizar sin
examinar su naturaleza. El conocimiento 25
del conocimiento debe aparecer como una
necesidad primera que serviría de
preparación para afrontar riesgos permanentes de errores y de ilusión que no cesan
de parasitar la mente humana. Se trata de armar cada mente en el combate vital para
la lucidez. Es necesario introducir y desarrollar en la educación el estudio de las
características cerebrales, mentales y culturales del conocimiento humano, de sus
procesos y modalidades, de las disposiciones tanto síquicas como culturales que
permiten arriesgar el error o la ilusión.

Saber 2: Los principios de un conocimiento pertinente: existe un problema capital,


aún desconocido, cual es el de la necesidad de promover un conocimiento capaz de
abordar los problemas globales y fundamentales
para inscribir allí los conocimientos parciales y
locales. La supremacía de un conocimiento
fragmentado según las disciplinas impide a menudo
operar el vínculo entre las partes y las totalidades y
debe dar paso a un modo de conocimiento capaz
de aprehender los objetos en sus contextos, sus
complejidades, sus conjuntos. Es necesario
desarrollar la aptitud natural de la inteligencia
humana para ubicar todas sus informaciones en un
contexto y en un conjunto. Es necesario enseñar los métodos que permitan
aprehender las relaciones mutuas y las influencias recíprocas entre las partes y el todo
en un mundo complejo.
Saber 3: Enseñar la
condición humana: el ser
humano es la vez físico,
biológico, síquico, cultural,
social, histórico. Es una unidad
compleja de la naturaleza
humana la que está
completamente desintegrada
en la educación a través de las 26
disciplinas y que imposibilita
aprender lo que significa ser
humano. Hay que restaurarla
de tal manera que cada uno desde donde esté tome conocimiento y conciencia al
mismo tiempo de su identidad compleja y de su identidad común a todos los demás
humanos.
Así la condición humana debería ser objeto esencial de cualquier educación.
A partir de las disciplinas actuales, nos es posible reconocer la unidad y la complejidad
humanas reuniendo y organizando conocimientos dispersos en las ciencias de la
naturaleza, en las ciencias humanas, la literatura y la filosofía y mostrar la unión
indisoluble entre la unidad y la diversidad de todo lo que es humano.
Saber 4: Enseñar la identidad
terrenal: en lo sucesivo, el destino
planetario del género humano será
otra realidad fundamental ignorada
por la educación. El conocimiento
de los desarrollos de la era
planetaria que van a incrementarse
en el siglo XXI y el reconocimiento
de la identidad terrenal que será 27
cada vez más indispensable para
cada uno y para todos deben
convertirse en uno de los mayores
objetos de la educación.
Es pertinente enseñar la historia de la era planetaria que comienza con la
comunicación de todos los continentes en el SXVI y mostrar cómo se volvieron
intersolidarias todas las partes del mundo sin por ello ocultar las opresiones y
dominaciones que han asolado a la humanidad y que aún no han desaparecido.
Habrá que señalar la complejidad de la crisis planetaria que enmarca el siglo XX
mostrando que todos los humanos, confrontados desde ahora con los mismos
problemas de vida y muerte, viven en una misma comunidad de destino.
Saber 5: Enfrentar las
incertidumbres: las ciencias nos han
hecho adquirir muchas certezas, pero
de la misma manera nos han revelado
en el SXX innumerables campos de
incertidumbre. La educación debería
comprender la enseñanza de las
incertidumbres que han aparecido en
las ciencias físicas (microfísica, 28
termodinámica, cosmología), en las
ciencias de la evolución biológica y en
las ciencias históricas.
Se tendrían que enseñar principios de
estrategia que permitan afrontar los
riesgos, lo inesperado, lo incierto y modificar su desarrollo en virtud de las
informaciones adquiridas en el camino. Es necesario aprender a navegar en un
océano de incertidumbre a través de archipiélagos de certeza.
La fórmula del poeta griego Eurípides que data de 25 siglos atrás está más vigente
que nunca; “lo esperado no se cumple y para lo inesperado un dios abre la puerta”. El
abandono de los conceptos deterministas de la historia humana que creían poder
predecir nuestro futuro, el examen de los grandes acontecimientos y accidentes del
siglo XX que fueron todos inesperados, el carácter en adelante desconocido de la
aventura humana, deben incitarnos a preparar nuestras mentes para esperar lo
inesperado y poder afrontarlo. Es imperativo que todos aquellos que tienen la carga de
la educación estén a la vanguardia con la incertidumbre de nuestros tiempos.
Saber 6: Enseñar la Comprensión:
la comprensión es al mismo tiempo
medio y fin de la comunicación
humana. Ahora bien, la educación
para la comprensión está ausente de
nuestras enseñanzas. El planeta
necesita comprensiones mutuas en
todos los sentidos. Teniendo en
cuenta la importancia de la 29
educación para la comprensión en
todos los niveles educativos y en todas las edades, el desarrollo de la comprensión
necesita una reforma de las mentalidades. Tal debe ser la tarea para la educación del
futuro.
La comprensión mutua entre humanos, tanto próximos como extraños es en adelante
vital para que las relaciones humanas salgan de su estado bárbaro de incomprensión.
De allí, la necesidad de estudiar la incomprensión desde sus raíces, sus modalidades
y sus efectos. Este estudio sería tanto más importante cuanto que se centraría, no sólo
en los síntomas, sino en las causas de los racismos, las xenofobias, y los desprecios.
Constituiría, al mismo tiempo, una de las bases más seguras para la educación por la
paz, a la cual estamos ligados por esencia y vocación.
Saber 7: la ética del género
humano: la educación debe
contribuir a una antropo-ética
considerado el carácter ternario de
la condición humana cual es la de
ser a la vez
individuo sociedad especie. En este sentido, la ética individuo/ especie necesita un c
30
La ética no se podría enseñar con
lecciones de moral. Ella debe
formarse en las mentes a partir de
la conciencia de que el humano es
al mismo tiempo individuo, parte
de una sociedad, parte de una
especie. Llevamos en cada uno de nosotros esta triple realidad. De igual manera, todo
desarrollo conjunto de las autonomías individuales, de las participaciones comunitarias
y la conciencia de pertenecer a la especie humana.
De allí, se esbozan las dos grandes finalidades ético-políticas del nuevo milenio:
establecer una relación de control mutuo entre la sociedad y los individuos por medio
de la democracia y concebir la humanidad como humanidad planetaria. La educación
debe no sólo contribuir a una toma de conciencia de nuestra tierra-patria, sino también
permitir que esta conciencia se traduzca en la voluntad de realizar la ciudadanía
terrenal.

.
f) Naturaleza del conocimiento
Humano.
Uno de los pensadores que ha aportado y
nutrido científicamente a las elaboraciones
del Sistema Biodanza es el Biólogo chileno
Humberto Maturana Romesín. Para este
trabajo vamos a tomar como línea el gran
interrogante que el autor se plantea en su 31
obra junto a Francisco Varela; El Árbol del
conocimiento, las bases biológicas del entendimiento humano. Comienza el libro
arrojando la gran pregunta ¿están las ciencias sociales, en particular la economía, las
ciencias políticas y las ciencias de la educación fundadas en una adecuada
comprensión de la naturaleza del proceso de aprendizaje humano, de lo que
determina la diversidad de las conductas humanas? Y, si no lo están, ¿podrían llegar a
estarlo?, es decir, ¿podría el ser humano desarrollar una teoría capaz de dar cuenta
de los procesos que generan su propia conducta, incluida la conducta auto-descriptiva,
esto es, la conducta de descripción de sí mismo o de autoconciencia?...¿será posible
que la humanidad, habiendo conquistado todos los ambientes de la tierra (incluido el
espacio extraterrestre), pueda estar llegando a su término y nuestra civilización verse
en peligro real de desaparecer, sólo porque el ser humano no ha llegado aún a
conquistarse a sí mismo, comprender su naturaleza y actuar desde este
entendimiento?
Todo parece indicar, nos dice Maturana, que hemos entrado en la fase final de este
camino en el cual la incomprensión en la que nos hemos sumergido los seres
humanos, amenaza con la destrucción sistemática, no sólo de la vida humana en el
planeta, sino de la vida interna, de la confianza básica de unos con otros que es la
base del vivir social.
Entonces vuelve a interrogarse; ¿existe acaso la posibilidad de que podamos recurrir a
algún mecanismo efectivo para el entendimiento social que nos permita alejarnos del
pantano de arenas movedizas que es la tentación del uso de la fuerza para tener
razón?
…y, lamentablemente se habla de unidad exhortándonos a realizar alianzas
ideológicas que no hacen más que dividirnos como si la humanidad fuera una gran
cancha de futbol bélico en la que el jugador enemigo se nos presenta siempre como
atentando contra nuestros valores más sagrados alejándonos cada vez más de la idea
que el proceso de aprendizaje social es una sola maya apretada de relaciones
humanas.
Y en esta línea, Maturana va a decirnos que la razón por la cual no hemos podido dar
una descripción precisa de nuestros procesos de aprendizaje, está en el que dar una
descripción científica, u “objetiva”, de un fenómeno en el que el propio investigador
está involucrado pretendiendo que no lo está, es una gran equivocación conceptual, y
como tal nos imposibilita adquirir tal conocimiento en tanto operar universal de la
naturaleza humana.
“no es posible conocer objetivamente fenómenos (sociales) en los que el propio 32
observador –investigador que describe el fenómeno está involucrado. Ha sido
precisamente esta noción del conocer la que ha bloqueado firmemente el paso del
conocimiento humano a la comprensión de sus propios fenómenos sociales, mentales
y culturales”.
Con esto…”estoy designando el hecho de que el universo de conocimientos, de
experiencias, de percepciones del ser humano, no es posible explicarlo desde una
perspectiva independiente de ese mismo universo. El conocimiento humano
(experiencias, percepciones) sólo podemos conocerlo desde sí mismo.”
La invitación que nos hace Maturana a la humanidad es la de ponernos metas
universales que abarquen a todo el plante, sin fronteras, jerarquías, ni geografías. Con
urgencia tenemos que alcanzar un conocimiento sin precedente respecto de las
condiciones básicas generadoras de la cultura como guía científica para metas
universales.
…”lo que la ciencia ha abierto a todas sus disciplinas , y en particular a las ciencias de
la Vida y las ciencias sociales (con los procesos de decisiones político-sociales que
emanan de estas últimas) es, no la particular ´verdad´ de una nueva ideología (puesto
que el mundo científico se maneja con confirmaciones de valides experiencial
universal en el ámbito humano), sino una nueva perspectiva sobre la naturaleza
humana, una nueva cumbre desde la cual podemos visualizar coherentemente el
propio valle donde vivimos. Con esto se nos ha abierto un nuevo espacio intelectual y
espiritual, tanto de debates como de renovación personal y social, en el cual debemos
llevar hasta el límite de lo posible toda discusión sobre el tema, pues la creación de
consenso sobre el operar de nuestros procesos de aprendizaje social se visualiza
como la única alternativa válida racional que nos va quedando para disminuir las
tensiones sociales y revertir el proceso de desintegración de las sociedades modernas
llevando en cambio a estas últimas a una construcción social de colaboración
mutua…que posibilite el entendimiento de nuestras complejas sociedades modernas
tan interdependientes unas de otras.”
El camino entonces es el de educarnos y educar a nuestros hijos en la aventura del
conocimiento que espera allá adelante como culminación de un esfuerzo bien dirigido
de lo conocido por crear, en un entendimiento social que aún no existe. No debemos
olvidarnos que la creación es siempre un paso nuevo pero hecho con materiales
viejos. Crear el conocimiento, el entendimiento que posibilita la convivencia humana,
es el mayor, más urgente, más grandioso, y más difícil desafío que enfrenta la
humanidad en el presente.
Nuestra liberación como seres humanos la hallaremos en el encuentro profundo de
nuestra naturaleza consciente de nosotros mismos. El camino de la libertad es la 33
creación de circunstancias que liberen en el ser social sus profundos impulsos de
solidaridad hacia cualquier ser humano.
“…si pudiésemos recuperar para la sociedad humana la natural confianza de los niños
en sus mayores, tal sería el mayor logro de la inteligencia operando en el amor, jamás
imaginado” (Humberto Maturana Romesin; Francisco Varela “El árbol del
conocimiento. Las bases biológicas del entendimiento humano”)
V. Andando la experiencia

El andar andando caminos forma parte de nuestra


naturaleza como seres humanos, algunos con más
o menos intensidad siempre estamos en perpetuo
movimiento, buscando. Buscando el camino que
nos conduzca a la felicidad.
En mi experiencia, al camino lo ando y en ese andar
andando, con el paso de los años, descubrí que
34
podía recorrer el que me propusiera, siempre y
cuando tuviera corazón como dice Carlos
Cataneda.…y así recorriendo, atravesando algunas
malezas, llegué a Biodanza, llegué de manera
inesperada, participando de un taller, allí algo se despertó fue el comienzo del
entretejido de multiplicidad de vivencias y amor nutricio que fue creándose, que fuimos
creando desde la matriz grupal que me anida y acoge.
La vivencia de formación vino de la mano de la del proceso personal y, es en este
punto donde quisiera detenerme y reflexionar: en el proceso formativo de los
facilitadores de Biodanza y el papel central del Principio Biocéntrico.
Comprenderlo, sentirlo, tomarlo como parte de nuestra vida, de nuestra praxis
cotidiana, del tejido de nuestros vínculos con los seres más cercanos (familia, amigos,
compañeros de trabajo, vecinos) pues ahí justamente reside nuestra gran
responsabilidad ética como facilitadores.
Y con esta primera reflexión aparece el gran interrogante ¿qué implicancias tiene ser
facilitador de Biodanza además de la enorme responsabilidad de dar respuesta, de
responder acerca del otro, como dice Estela Piperno? y me permito ensayar una
posible respuesta haciéndome eco de sus palabras, implica desempeñarnos con
honestidad, con amor, desplegando nuestra capacidad de humildad, de entrega, de
permitir que renazca nuestra confianza en nosotros, en el otro. Profundizando en
forma continua en nuestros procesos personales, persistiendo en nuestro trabajo
interior.
En mi experiencia digo que es el trabajo ético; ese de nuestra condición humana como
nos dice Edgar Morin en el que somos al mismo tiempo individuo, sociedad, especie;
el eje a partir del cual es necesario que nos posicionemos, generando condiciones de
posibilidad en cada sesión, de modo que vaya creándose esa conciencia en el grupo
y, nosotros, desde nuestro rol decir y actuar en coherencia con esa conciencia de ser
parte de la especie. Tarea arduamente desafiante, pues la integración entre el sentir,
el hacer y el pensar requiere de un permanente trabajo personal, que tiene que ver
con nuestra condición humana de inacabamiento como nos recuerda Freire, de seres
en constante y continúo movimiento de estar haciéndonos. Un estar haciéndonos que
afortunadamente no es individual sino con otros.
Así habló de la Ética Rolando Toro en el XI Encuentro de la Regional Sur "Biodanza de
la Nueva Ética", Villa Carlos Paz, año 2006:
“En Biodanza la ética es el principio Biocéntrico que es una ética de absoluta
reverencia y respeto por la vida, que esto se proyecta después en una actitud
ecológica frente a la naturaleza…no somos nosotros el hombre frente al mundo, no 35
somos el lugar del hombre en el cosmos, somos parte del universo. Entonces yo
pondría como aporte de la Biodanza al concepto de ética que es necesario alcanzar la
epifanía en algunas personas, es decir la parte sagrada tuya con la del otro, que se da
en el amor con frecuencia.
Integrar la inteligencia con la afectividad escapando de las ideologías y de la moral y
desarrollar la expansión de la conciencia. Es decir, tener una percepción de lo esencial
y no de lo eterno sino vas a vivir toda tu vida fuera de la vida…”
En el mismo encuentro, compartiendo la mesa panel, Estela Piperno nos invita a los
facilitadores a esta reflexión:
“¿Estoy siendo factor de transformación en mi propia vida por la profundización de mi
propio trabajo personal y como exuberancia esta transformación va llegando afuera, o
estoy repitiendo modelos antiguos, queriendo con modelos antiguos resolver
problemas nuevos?”
Dice Estela, el sistema es impecable, el problema es que las personas tenemos
muchas dificultades y yo volvería a insistir en nuestra condición inacabada, de ser
conscientes que nos hacemos y re-hacemos cada día y en cada situación.
Personalmente pienso que el problema reside en que muchos facilitadores a lo mejor
creen que por haber transitado la formación y conformar un grupo ya están listos,
humildemente pienso que nunca estamos listos que estamos en permanente
aprendizaje, cada situación, cada encuentro cada vivencia, (por más que hayamos
hecho el ejercicio miles de veces), nos trae nuevas noticias acerca de nosotros y de
nuestra relación con los otros.
Entonces, el camino que se me ocurre andar es el de pensar la facilitación desde una
renovada pedagogía, en el sentido de que cada sesión, cada espacio de facilitación se
convierta en un acto pedagógico, no porque estemos creando algo metodológicamente
diferente, más bien porque lo que hacemos es tomar, apoyarnos en ese modelo
metodológico que es la vivencia con su corpus de danzas, ejercicios y música
organizados y, diseñamos cada sesión con esos elementos, agregándole compasión,
ternura, escucha, amor.
Y sí, ahí está, ahí es donde asoma la función pedagógica del facilitador, en ofrecer a
los participantes; desde su propia experiencia vivencial, desde su sensibilidad, desde
su conocimiento y estudio de los materiales teórico/metodológicos y desde su
responsabilidad; la posibilidad de desarrollarse y desplegarse plenamente leyendo
amorosamente sus necesidades individuales y grupales. Lectura que está muy lejos
de la interpretación de la psique de los participantes, lectura que nace más bien de la
empática escucha, de la empática presencia, del profundo respeto hacia la palabra 36
sentida del otro@, de los otr@s. Este ejercicio solo es posible desde la experiencia
de haber sido escuchado, de haber sido acogido, de haber sido respetado, y el
facilitador obtiene esta experiencia desde su propio, constante y sostenido trabajo
personal. Con esto insisto en expresar, es condición fundamental que los facilitadores
continuemos recorriendo nuestro propio camino de desarrollo personal.
PALABRAS FINALES

Llegando al final del recorrido


simplemente quiero culminar
expresando algunas emociones.
En primer lugar una enorme,
inconmensurable gratitud a la
VIDA, al Universo por ser parte
de esta infinita unidad cósmica 37
en este instante, en este aquí y
ahora y los maestros que han
señalado y nutrido el camino.
Poder expresar en ideas y emociones lo que un trabajo de esta naturaleza produce
resulta una enorme alegría
para mí, pues con los años
he descubierto que es posible
expresar lo que siento y
pienso sin atacarme, sin
temer que sea demasiado
cursi, vacío, o demasiado
rígido e intelectualista el
discurso.
Gracias a estos andares, me
he convencido que puedo
decir lo que siento y pienso con respeto, amor, empatía y solvencia. Me he convencido
que expresar es inherente a la posibilidad de ser oído o no, comprendido o no,
coincidir o no, y que en definitiva no pasa nada más que entregarse al universo de las
palabras y las emociones para bucear, buscando a lo mejor momentos de diálogo,
intercambio, y solidaridad. Expresar para mí es animarme a jugar con las palabras,
tejer sentidos y sonidos, llenar de huecos, desplegar melodías, pintar con paletas
multicolores la variedad de imágenes que nos rodean. Expresar también es cuidar, es
ser meticulosamente cuidadoso con ese decir, pues manifestarse no tiene por qué
convertirse en un ir y venir de palabras que ponen al otro en situación de
aniquilamiento, ridículo u homicidio ontológico como solía decir Rolando Toro.
Con este trabajo sentí
la libertad para
escribir, para
expresarme, para
invitarnos a reflexionar
acerca de un tema que
nos es común: “el
modo en que
concebimos la tarea los 38
facilitadores y todo lo que su práctica conlleva”.
Desde esos sentires cierro estas palabras con profundo amor
…y al expresar estas emociones me surge la necesidad de
terminar el recorrido con esta canción que sintetiza en parte el
viaje de mi Vida.

Viaje
Ruta
Nube 39
Yo
Soles
Lunas
Sueños
Vos
Viajar, viajar
Viajar, viajar
Viajar, viajar
Viajar, viajar
Ya escucha el llamado estribillo
De los sueños
Y a los sueños
Recórrelos
Bosques
(mares) (cuero) brisa
(brisa) cuerdas
Mar
Este
Planes
Juegos
Sur
Viaje
Ruta
Sueño
Vida

LETRA Y MÚSICA: SEBASTIÁN FACUNDO LEIVA


BIBLIOGRAFÍA

Freire, Paulo (2008). El Grito Manso. Buenos Aires, Argentina: Editorial SXXI.

Gómez Marín, Raúl (2002) Manual de Iniciación pedagógica al Pensamiento


Complejo. Colombia: UNESCO.

Levinas, Emmanuel (2002) “Totalidad e infinito. Ensayo sobre la exterioridad”.


Salamanca, España. Ediciones Sígueme. 40

Maturana Romesín, Humberto; Varela Francisco (2003) “El árbol del conocimiento.
Las bases biológicas del entendimiento humano” Santiago, Chile. Editorial Lumen

Morín, Edgar (1999) Los Siete saberes necesarios para la educación del futuro.
París, Francia: Editorial Santillana

Toro Araneda, Rolando (2007) Biodanza. Santiago, Chile: Índigo/Cuarto Propio

Toro Araneda, Rolando International Biocentric Foundation: Escuela Modelo de


Biodanza Sistema Rolando Toro-Chile. Curso de Formación para profesores de
Biodanza. El inconsciente vital y el principio biocéntrico.

Material audiovisual consultado


https://www.youtube.com/watch?v=Si9zKHnc49E
Publicado el 17 may. 2012
en el XI Encuentro de la Regional Sur "Biodanza de la Nueva Ética", Villa Carlos Paz,
año 2006. Subido por www.centroformacionvida.com.ar

https://www.youtube.com/watch?v=WMD0VqiM82U
Publicado el 18 may. 2012
en el XI Encuentro de la Regional Sur "Biodanza de la Nueva Ética", Villa Carlos Paz,
año 2006. Subido por www.centroformacionvida.com.ar

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