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UNIDAD I

1. Concepto de enfermedad

Se denomina enfermedad al proceso y a la fase que atraviesan los seres vivos cuando padecen
una afección que atenta contra su bienestar al modificar su condición ontológica de salud.
Esta situación puede desencadenarse por múltiples razones, ya sean de carácter intrínseco o
extrínseco al organismo con evidencias de enfermedad. Estos desencadenantes se conocen
bajo el nombre de noxas (del griego nósos).

2. Procesos fisiológicos fundamentales:

 Homeostasis: Es una propiedad de los organismos que consiste en su capacidad de


mantener una condición interna estable compensando los cambios en su entorno
mediante el intercambio regulado de materia y energía con el exterior (metabolismo).
Se trata de una forma de equilibrio dinámico que se hace posible gracias a una red de
sistemas de control realimentados que constituyen los mecanismos de
autorregulación de los seres vivos.

 Los cambios morfológicos se refieren a las alteraciones estructurales en células o


tejidos que son característicos de la enfermedad. La naturaleza de los cambios
morfológicos y su distribución en los diferentes órganos o tejidos influye sobre la
distribución normal y determina las características clínicas (signos), el curso y
pronóstico de la enfermedad.

 Necrosis: es el patrón morfológico de la muerte patológica de un conjunto de células


o de cualquier tejido en un organismo vivo, provocada por un agente nocivo que causa
una lesión tan grave que no se puede reparar o curar.

 Apoptosis: es una vía de destrucción o muerte celular programada o provocada por


el mismo organismo, con el fin de controlar su desarrollo y crecimiento, puede ser de
naturaleza fisiológica y está desencadenada por señales celulares controladas
genéticamente.

 Lesión: es un cambio anormal en la morfología o estructura de una parte del cuerpo


producida por un daño externo o interno. Las heridas en la piel pueden considerarse
lesiones producidas por un daño externo como los traumatismos.

 Muerte celular: es el cese de las funciones vitales de una célula. Este puede ser el
resultado del proceso natural por el cual las células viejas mueren y son reemplazadas
por otras nuevas o pueden resultar de factores tales como la enfermedad, una lesión
localizada o la muerte del organismo del cual las células son parte. Los tipos de
muerte celular incluyen la apoptosis, la autofagia y la necrosis.

3. Enfermería y tensión o la homeostasis

La hemostasia es el conjunto de mecanismos aptos para detener los procesos hemorrágicos;


en otras palabras, es la capacidad que tiene un organismo de hacer que la sangre en estado
líquido permanezca en los vasos sanguíneos. La hemostasia permite que la sangre circule
libremente por los vasos y cuando una de estas estructuras se ve dañada, permite la formación
de coágulos para detener la hemorragia, posteriormente reparar el daño y finalmente disolver
el coágulo.

4. Morbilidad y Mortalidad

La morbilidad es el ‘número de personas que enferman en una población y período


determinados’, mientras que la mortalidad, además de la ‘cualidad de mortal’, es el ‘número
de defunciones en una población y período determinados’.

5. Enfermedad crónica y degenerativa


Se llama enfermedad crónica a las afecciones de larga duración y por lo general, de
progresión lenta. No hay un consenso acerca del plazo a partir del cual una enfermedad pasa
a considerarse crónica; pero por término medio, toda enfermedad que tenga una duración
mayor a seis meses puede considerarse como crónica.

Las enfermedades crónicas no se distribuyen al azar sino que se ven más frecuentemente en
determinadas personas, familias y comunidades, como consecuencia de diversos factores
ambientales que interactúan con un perfil genético vulnerable. Determinantes claves son la
falta de educación formal, la pérdida de expectativas sociales y personales, y los hábitos de
vida perjudiciales para la salud.

Una enfermedad degenerativa es una afección generalmente crónica durante la cual tiene
lugar un proceso continuo basado en cambios degenerativos en las células, en la cual la
función o la estructura de los tejidos u órganos afectados empeoran con el transcurso del
tiempo. Este tipo de enfermedad se puede manifestar por procesos normales de desgaste del
organismo, por elecciones relacionadas con el estilo de vida tales como ejercicio o hábitos
alimenticios.

6. Proceso agudo de una enfermedad

Se llama enfermedad aguda a aquella que tiene un inicio y un fin claramente definidos y es
de corta duración. Generalmente, se considera que su duración es menor de tres meses. Es el
término contrario a enfermedad crónica.

El término agudo no dice nada acerca de la gravedad de la enfermedad ya que hay


enfermedades agudas banales (por ejemplo: resfriado común, gripe, cefalea) y otras que
pueden ser muy graves (por ejemplo: púrpura fulminante, infarto agudo de miocardio). Es un
término que define "tiempo de evolución" y no "gravedad".

7. Epidemia, pandemia, endemia y brote


 Epidemia: es una descripción en la salud comunitaria que ocurre cuando una
enfermedad afecta a un número de individuos superior al esperado en una población
durante un tiempo determinado.

 Pandemia: Se llama pandemia a la propagación mundial de una nueva enfermedad


infecciosa para los humanos a lo largo de un área geográficamente extensa.
 Endemia: Es un término utilizado para hacer referencia a un proceso patológico que
se mantiene de forma estacionaria en una población o zona geográfica determinada
durante períodos de tiempo prolongados. Puede tratarse de enfermedades infecciosas
o no infecciosas, ya que el vocablo puede usarse para diversos padecimientos o
condiciones fisiológicas. La enfermedad se mantiene en una población de
hospedantes de una región geográfica determinada a lo largo del tiempo (años) en un
nivel estable, incluyendo variaciones estacionales.

 Brote: Es una clasificación usada en la epidemiología para referirse a la aparición


repentina de una enfermedad debida a una infección en un lugar específico. Estos a
menudo se limitan a un pueblo o una pequeña área.

8. Enfermedad ambiental

Una enfermedad ambiental es cuando una persona se ve expuesto a toxinas o sustancias del
ambiente que hacen que se enferme. Es posible que estos riesgos para la salud se encuentren
en el lugar donde vive, trabaja o juega.
UNIDAD II

1. Defensas Corporales

El organismo humano se encuentra preparado, mediante las adecuadas defensas, para afrontar
las infecciones provocadas por agentes patógenos. Pero en ocasiones, estas defensas deben
ser apoyadas por otras mediadas que tienen como objetivo prevenir la infección, caso de las
vacunas o de los métodos higiénicos, o bien, si la infección ya es un hecho, la de curar
mediante medicamentos los síntomas de la enfermedad.

Barreras de defensa

Los humanos, y también otros animales, poseemos una serie de barreras de defensa que
impiden la entrada de agentes dañinos. Estas barreras se denominan:

 Externas: como la piel o las mucosas, que están en contacto con el exterior. Funcionan
como un muro que impide el paso de agentes externos.

 Internas: se localizan dentro del organismo, como los macrófagos o los linfocitos.

Atendiendo a la acción que tienen las barreras de defensa, se pueden clasificar en:

 Inespecíficas: como las lágrimas, que atacan a cualquier tipo de agente.

 Específicas: como las inmunoglobulinas, que están elaboradas para un agente


concreto.

Atendiendo al modo de aparición, las barreras de defensas pueden ser:

 Innatas: se originan en el desarrollo embriológico del individuo, con independencia


de la presencia de antígenos.
 Adquiridas: sólo se forman cuando aparece un antígeno, como ocurre en el caso de
formación de inmunoglobulinas.

2. Hiperplasia

La hiperplasia es el aumento de tamaño de un órgano o de un tejido, debido a que sus células


han aumentado en número. El proceso fisiológico se conoce como hipergénesis.

En la hipertrofia el crecimiento del tejido se debe al aumento en tamaño de las células.

Clasificación:

 Ocurre en forma fisiológica en las glándulas mamarias durante la lactancia,


hiperplasia del endometrio en el ciclo menstrual, la hormona FSH hace crecer el
endometrio y los estrógenos ováricos; el día 14, la progesterona detiene este
crecimiento.

 Patológicamente se da la hiperplasia de próstata en varones de avanzada edad


(hiperplasia benigna de la próstata).

 Hiperplasia en el bocio tiroideo, etc.

3. Sistema nervioso autónomo

El sistema nervioso autónomo (SNA) es un sistema involuntario que transmite impulsos


nerviosos desde el sistema nervioso central hasta la periferia estimulando los aparatos y
sistemas órganos periféricos.

Controla las funciones viscerales.


Estas acciones incluyen: el control de la frecuencia cardíaca y la fuerza de contracción, la
contracción y dilatación de vasos sanguíneos, secreción de glándulas exocrinas y endocrinas,
regulando funciones tan importantes como la digestión, circulación sanguínea, respiración y
metabolismo, y muchas otras actividades.

El sistema nervioso autónomo es, sobre todo, un sistema eferente, es decir, transmite
impulsos nerviosos desde el sistema nervioso central hasta la periferia estimulando los
aparatos y sistemas orgánicos periféricos. La mayoría de las acciones que controla son
involuntarias, aunque algunas, como la respiración, actúan junto con acciones conscientes.
El mal funcionamiento de este sistema puede provocar diversos síntomas, que se agrupan
bajo el nombre genérico de (minoqutia)

El sistema nervioso autónomo o neurovegetativo, al contrario del sistema nervioso somático


y central, es involuntario y responde principalmente por impulsos nerviosos en la médula
espinal, tallo cerebral e hipotálamo. También, algunas porciones de la corteza cerebral como
la corteza límbica, pueden transmitir impulsos a los centros inferiores y así, influir en el
control autónomo.

Sistema de distintos niveles, caracterizables por las respuestas autónomas que coordinan.

Niveles de organización

 Medular

 Mesencefálico

 Diencefálico o hipotalámico

 Límbico
Nivel más periférico

 Dos tipos de neuronas:

- Neuronas postganglionares

- Neuronas preganglionares

4. Reparación de tejidos dañados

Cuando los tejidos resultan dañados o destruidos, muy rápidamente el organismo comienza
el proceso de su reparación. Los daños más frecuentes se producen en los tejidos ubicados
en las fronteras del cuerpo como la piel y las mucosas, ya sea por heridas o infecciones. Esto
implica la rotura de la barrera protectora primaria que impide la entrada de "huéspedes"
indeseables al interior del cuerpo, por lo que su pronta recuperación es muy importante y se
inicia tan pronto como se produce el daño.

La reparación de los tejidos requiere que las células de dividan y migren, actividades que se
inician por factores de crecimiento liberados por las células dañadas. Existen dos modos de
reparación de los tejidos, y uno u otro (o ambos) se producen en dependencia del tipo de
tejido herido y de la severidad de la herida:

1.- Regeneración: que es la sustitución del tejido dañado por otro del mismo tipo.

2.- Fibrosis: que involucra la proliferación de tejido conectivo fibroso llamado tejido
cicatrizal.

5. Capacidad de regeneración de los tejidos

La capacidad de regeneración varía ampliamente de unos tejidos a otros: el tejido epitelial se


regenera muy bien, igualmente los huesos, el tejido conectivo areolar y el tejido conectivo
irregular. El tejido muscular liso y el tejido conectivo denso tienen una capacidad de
regeneración moderada, pero el tejido muscular esquelético y los cartílagos casi no se
regeneran. Los músculos cardíacos y los tejidos nerviosos del cerebro y la médula espinal no
tienen capacidad funcional de regeneración y normalmente se sustituyen por tejido
cicatricial.

En los tejidos que no se regeneran, y en las heridas muy grandes, el tejido perdido se sustituye
enteramente por fibrosis y esta masa fibrosa durante meses se contrae y hace cada vez más
compacta lo que resulta finalmente en una cicatriz compuesta principalmente por fibras de
colágeno. Este tejido es muy resistente pero sin la elasticidad y flexibilidad del tejido normal
y, en ocasiones, no puede realizar la función normal del tejido que ha sustituido.

6. Inflamación

La inflamación se produce como respuesta natural del organismo ante una lesión.

La inflamación aguda es una respuesta del sistema inmunitario que dura pocos días y
normalmente contribuye a la recuperación, aunque a menudo va acompañada de sensaciones
desagradables, como el dolor en la faringitis o el escozor tras la picadura de un insecto.

La inflamación se identifica con frecuencia por la presencia de eritema, hinchazón, dolor


físico o calor excesivo en una parte del cuerpo, se trata de una respuesta del sistema
inmunitario para proteger el organismo de infección y lesiones.

Su finalidad es localizar y eliminar el tejido dañado para que el cuerpo pueda empezar a
recuperarse. Si la inflamación aguda persiste, se convertirá en inflamación crónica, que puede
durar varios años o incluso toda la vida.

7. Inmunidad
La inmunidad es un proceso fisiológico muy complejo de percepción de los cambios que
tienen lugar dentro del organismo y de sus interacciones con otros organismos y sustancias
externas encaminadas a colaborar de forma primordial en su desarrollo embrionario, en el
mantenimiento de su homeostasis, en el establecimiento de su identidad individual y en su
integración en el ecosistema. Entre todas estas acciones, la más conocida ha sido y es la de
la defensa frente a las infecciones, y será este el aspecto en que se centre este artículo. La
inmunidad, entendida así como mecanismo de defensa, involucra tanto a componentes
específicos como inespecíficos. Los componentes inespecíficos, más antiguos en la filogenia,
actúan como barreras o como mecanismos innatos y fijos de detección y eliminación de los
microorganismos patógenos para detener la infección antes de que puedan causar la
enfermedad. Otros componentes más modernos en la evolución del sistema inmunitario se
adaptan a cada nuevo microorganismo encontrado, se especializan en su detección y generan
una memoria para posibles futuros contactos.

8. Fiebre

La fiebre es un síndrome (conjunto de síntomas y signos) cuyo signo principal es la


hipertermia, aunque no es imprescindible, pues puede haber fiebre sin hipertermia.

La hipertermia es el signo principal, el más frecuente, el más fácil de medir, y el primero que
se manifiesta ya que la fiebre es la respuesta del organismo a agentes de naturaleza infecciosa
(que es lo más frecuente) o a causas no infecciosas (toxinas de resorción, lesiones en ciertos
territorios nerviosos, etc.). Se dice entonces fiebre séptica en el primer caso y aséptica en el
segundo.

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