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Éxodo 14:1-3 Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2 Di a los hijos de Israel que
den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia
Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar. 3 Porque Faraón dirá de
los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado
Cuando Israel atravesó el Jordán tras el éxodo hacia la tierra prometida,
sucedieron grandes acontecimientos, un cambio de vida radical, no más
esclavitud y de ser un pueblo sedentario aunque esclavos, pasaron a ser un
pueblo nómada, tratando de llegar a la tierra que se les había prometido. Un
trayecto que hubiera sido en cuestion de unas cuantas semanas.
Veamos algo de esta nación, Israel, su entrada al desierto, su vida dentro de
él y la gran salida a la promesa y como es que esto lo llegamos a vivir
nosotros.
1446 años antes de Cristo, el gran pueblo de Israel hace una entrada
espectacular al desierto, dejando atrás 400 años de esclavitud, con la
expectativa de lo que vendría y con una sensación de libertad que poco antes
ya les había causado temor. Éxodo 14:11�no había sepulcros en
Egipto, ¿Por qué nos has traído hasta aquí?
Dios ha separado las aguas por ellos Éxodo 14:21-22
Tristemente vemos que ellos fueron desleales a Dios y que a pesar de los
milagros vistos y vividos no permanecían fieles por mucho tiempo.
En el comienzo cuando leemos la historia de Jacob, su llegada a Egipto nos
damos cuenta que este pueblo aunque todavía pequeño tenía una estrecha
relación de fidelidad y dependencia de su Dios, pero pronto todo cambiaría,
al parecer el pueblo se envolvió en las pomposas ostentaciones de los
egipcios, en su modo de vida y en su adoración a de dioses paganos, Egipto
tenia riquezas, poder, pero no el privilegio de conocer el Dios todopoderoso
Jehová de los ejércitos.
Pero las misericordias de Dios son tan extraordinarias que nunca se apartó de
ellos por las noches los guiaba con una columna de fuego, en el día con una
columna de nube.
El pueblo padecía en el desierto, pero Jehová estaba con ellos, cuando
sintieron hambre le envió mana del cielo, cuando tuvieron sed proveyó agua
de la roca, quisieron carne y Dios les dio codornices, en las noches había una
nube de fuego para alumbrarlos y no pasaran frio, y durante el dial con un
sol candente como el que hay en el desierto había una columna de nube para
cubrirlos.
Y ellos habrían de recordarlo por siempre.
Deuteronomio 8:2-4 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído
Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para
probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no
sus mandamientos. 3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con
maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para
hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale
de la boca de Jehová vivirá el hombre. 4 Tu vestido nunca se envejeció sobre
ti, ni el pie se te ha hinchado en estos cuarenta años.
Sin embargo el pueblo se inclinaba al mal, Jehová bien podía haber llevado
al pueblo por el lugar de los filisteos donde solo durarían días para cruzar el
desierto, pero dijo Jehová no los llevare por el lugar más cerca para que no
teman a guerrear contra los filisteos.
Pero por la dureza en su corazón y la infidelidad, murmuraciones, y quejas,
delante de El fueron llevadas por el desierto por 40 largos años, leamos
Números 14:26-35.
Estuvieron a punto de entrar a la tierra que había sido prometida, estuvieron
a unos cuantos pasos, pero su falta de FE y rebeldía los traiciono a ellos
mismos.
En el desierto el pueblo vagaba en un prácticamente mismo círculo no solo
de terreno, también hicieron de su vida un circulo vicioso, estaban bien
mientras sus necesidades eran suplidas, pero en cuanto sentían cualquier
problema o carencia inmediatamente comenzaban con sus quejas y no
avanzaban, no tenía resultado lo que hacían.
Y a pesar de todo Dios siguió con ellos los 40 años que ellos estarían en el
desierto.
Pero finalmente Dios les permitió llegar a esa tierra que sabían fluía leche y
miel, promesa dada hacía más de 400 años a Abraham, y así como por un
cruce de agua entraron al desierto, por otro mas, el cruce del rio Jordán
salieron de este desierto.
Rosamaría Segura