Sunteți pe pagina 1din 125

1

2
Selección de las mejores

Conclusiones de Gus
Opiniones de un completo desconocido

Gustavo Daniel Condano

3
© Bubok Publishing S.L., 2012
1ª edición
ISBN:
Impreso en España / Printed in Spain
Impreso por Bubok

4
Dedicatoria

A mí.

5
6
INDICE

Subidas y bajadas. (P 11)


¿De qué te quejás? (P 21)
¿Querés agrandar tu combo? (P 23)
A qué va la gente a la playa. (P 29)
Che Boludo. (P 35)
Disculpe las molestias. (P 41)
El círculo de la bronca. (P 47)
El porqué del para qué. (P 53)
El tan complicado como maravilloso mundo del amor.
(P 59)
La espera desespera. (P 67)
No hay problema. (P 73)
Lo que quieren que creamos que queremos. (P 79)
La filosofía del porqué. (P 87)
Qué suerte. (P 93)
Secreto a voces. (P 99)
Soluciones mágicas a problemas reales. (P 105)
La cercanía de lo inalcanzable. (P 111)
¿Perdimos lo inesperado? (P117)

7
8
PRÓLOGO

Leyendo la dedicatoria pensarán que este es un libro


muy personal, casi caprichoso; y un poco es así, no escapa a la
lógica de los autores que publican de manera casi solitaria
simplemente para ver su nombre en una portada. Pero a la
vez, aunque parezca contradictorio, también es un libro
solidario con los demás. Estas conclusiones, que en una
primera lectura pueden parecer banales y hasta un poco tontas
me han servido mucho para entender las cosas no tan
explicadas de la vida.

Seguramente Claudio María Dominguez o Bernardo


Stamateas pueden hablar muchísimo más y mejor sobre la
espiritualidad y el sentido de la vida, pero si necesitas que te
expliquen por qué buscamos ese por qué o a quien le sirve
venderte que sos especial yo leería lo que sigue, por lo menos
les puedo asegurar que se sentirán mucho más cerca de mí
conclusión porque la tuvo alguien como ustedes, que no
necesita venderle títulos llamativos o soluciones fáciles para
señoras de su casa sino que tiene una verdadera intención de
llegar a entender un poco más esto que nos rodea no sabemos
bien por qué. Si llego a destino o no me lo dirán ustedes.

Así que te agradezco mucho que participes de este círculo


virtuoso, en el que yo me siento muy bien por ver mi apellido
9
en la tapa de un libro y vos te llevas una mirada fresca y no tan
marketinera de la vida de a pie que a veces te ataca y te deja
indefenso y un tanto confuso en la vereda del ahora.

10
SUBIDAS Y BAJADAS

Una de esas enseñanzas populares que aparecen cada


tanto en nuestras vidas, y que generalmente son recogidas
generalmente por alguna vieja de barrio descreída, dice que la
noche más oscura es la que está antes del amanecer, y como
casi todas las cosas que dicen estas señoras, que viven de muy
mal humor, es totalmente cierto.

Bienvenidos amigos, a esto que hemos dado en llamar


Las Co lusio es de Gus do de t ata e os u te a ue
tiene que ver mucho con esto, no con la oscuridad o la luz o a
cuánto van a subir los servicios eléctricos el año que viene, o
tal vez sí, pero en concreto de lo que vamos a hablar en este
capítulo es sobre los altibajos de la vida.

Quizás el tema parezca bastante sencillo para la


complejidad habitual que trata esta columna (escucho sus risas
desde aquí), pero voy a darle una pequeña vuelta de tuerca a
esto.

Empecemos por el principio, aunque sea para variar un


poco. Como todos sabemos, o al menos intuimos, la vida tiene
subidas y bajadas que se suceden constantemente. Uno
muchas veces esta arriba, pensando que tiene todo lo que

11
necesita y que nada malo le puede pasar y después puede caer
en la más profunda de las desgracias perdiendo su casa, su
familia, su esposa y los pocos amigos que tenía, sólo para
después resurgir de sus cenizas y volver a recuperar todo e
incluso tener más que antes ganando además una calidad
espiritual que antes no poseía.

La vida y las telenovelas son así, claro que uno mucho


más exagerado que el otro –estamos hablando de la vida por
supuesto-, pero esta conclusión no tiene como objetivo dar
cuenta de esta obviedad sino, de otra obviedad que está un
poco más escondida, lo que quiero demostrar con todo esto es
que no es casualidad que la vida tenga esta sucesión de
subidas y bajadas, sino que se necesitan mutuamente para
existir.

Una buena analogía para explicar esto sería una


montaña rusa. ¿Qué pasaría si la montaña rusa no tuviera
grandes subidas y después grandes bajadas? ¿Cómo sería este
juego si todo fuera una constante subida o una permanente
bajada? Sería bastante aburrido, ¿no pasa lo mismo con la
vida?

A lo que me refiero es que para llegar a la cima y tener


éxito de la forma en que cada uno crea que sea el éxito, es
necesario llegar tomando impulso desde abajo. Todas las
personas que se superaron en la vida tienen algún punto de su

12
existencia en el que se encontraron en la oscuridad más
profunda. Para seguir con las analogías cuando uno está
sumergido muy hondo en una pileta, la única forma de
emerger es impulsándose con el fondo. En este caso es igual, el
mismo piso es la única forma que tenemos de resurgir cuando
estamos muy abajo.

La verdad que posiblemente esta conclusión sea una


de las más obvias que he escrito, pero creo que puede llegar a
servir para decirles, y un poco también decirme a mí mismo,
que esos momentos de nuestra vida oscuros y desesperantes
realmente sirven para algo, es más, son estrictamente
necesarios para los momentos de felicidad. Es como una forma
de justificar la tristeza diciendo que es necesaria para poder
sentir la alegría después.

De todas maneras, más allá de todo esto que dije


antes, me parece que la mejor manera de afrontar este sube y
baja que es la vida es, de alguna forma, no sentir tan profundo
las caídas ni tan elevadas las subidas. Claro que esta en nuestro
oficio como arquitectos de nuestras propias vidas el no
borrarle tanto las curvas a esta montaña rusa para que no
terminemos viviendo sin sentir nada. Porque si no perdemos,
nunca vamos a enterarnos cuando estamos ganando.

13
14
Siempre hay que terminar lo que uno em

15
16
¿DE QUÉ TE QUEJÁS?

El otro día estaba en un boliche y mientras luchaba


para hacerme lugar entre el mar de gente que había y lograr
llegar al baño me preguntaba a mi mismo: ¿yo no me quejo
todos los días de lo mal que viajo en los transportes públicos?
¿No soy la misma persona que dice día a día que es una
vergüenza reducirse al nivel de una sardina para llegar al
trabajo? Entonces, ¿por qué en mi día libre, el día en que
puedo elegir hacer lo que quiero, vengo a un boliche en el que
sé que voy a estar prensado como ese mismo pescado?

Es extraño, pero muchas veces nos quejamos de cosas


que después terminamos eligiendo. Y a eso, mis queridos
chichipios, es a lo que viene la conclusión de hoy: ¿De qué nos
quejamos? Porque el quid de la cuestión en este punto no es:
¿Por qué nos quejamos? Eso es bastante sencillo, nos
quejamos del calor, de la humedad, de la torpeza, de la
haraganería, siempre hay motivos de los cuales quejarse.

¿Nunca se preguntaron porque Argentina, un país que


se vive quejando, tiene tantos problemas? Nosotros podemos
quejarnos de que la televisión argentina es una basura, pero no
nos quejamos de las malas decisiones políticas que afectan
todos los aspectos de nuestra vida. Podemos llenarnos la boca
hablando de un técnico de futbol, pero vivimos en una
17
sociedad caníbal, donde no hay reglas y cada uno se las arregla
como puede agachando la cabeza y sin abrir la boca. ¿Por qué
nos quejamos de ciertas cosas y de otras no?

¿Cuál es el patrón? ¿Hay un patrón? Realmente que


podemos quejarnos de los temas más diversos. Desde el
precio de las verduras hasta la falta de contenido en un
programa de televisión. Es innumerable la cantidad de razones
por las cuales caemos en la queja, pero hay algo que nuclea a
todas y cada una de ellas. Los medios masivos siempre están
relacionados con la queja. Hace falta sólo ver un noticiero dos
minutos para enganchar a una vecina de edad, cuyo nombre
té i o es: vieja o pe olas ue o tie e nada mejor que
ha e . Que segú di e está i dig adísi a po los o os, la
falta de recolección de basura o que está harta de escuchar
bandas de rock porque vive cerca de la cancha de river.

No es muy difícil pensar en la televisión como un faro


quejador que guía las innumerables quejas de nuestras
quejosas vidas. Nunca se cansan de mostrar cosas que están
mal machacándolas sin descanso en nuestras retinas hasta que
las calles arden en insultos. Ojo, no digo que esté mal quejarse
de los infinitos baches o de que el sodero no pase a horario,
pero se me ocurre tal vez que si enfocamos toda nuestra
energía quejadora en eso, quizás no nos quede tanta para
quejarnos de los problemas verdaderamente importantes y
simplemente terminemos agachando la cabeza y aceptándolos.

18
Pensémoslo un momento (ya sé que pido mucho pero
un poquito de voluntad), ¿nunca escucharon un argumento de
queja muy similar al que se da en los medios? ¿Por qué
usamos la palabra indignación para quejarnos de que las
baldosas de la vereda están flojas? ¿No nos están sacando una
palabra fuerte para cuando realmente la tengamos que usar?
¿Qué sentimiento vamos a tener cuando pase algo realmente
importante? Como por ejemplo: que llueva y tengamos las
baldosas flojas en la vereda.

Da la sensación que engrandecer estos pequeños


problemas, nos hace ir pasando de uno en otro y nos ayuda a
no darnos cuenta del verdadero problema que engloba a todos
ellos. Porque si nuestros verdaderos problemas se resolvieran
con asfalto, no sentiríamos tantos baches en nuestro camino a
convertirnos en una sociedad adulta.

19
20
No leas lo que sigue...

21
Ok, hace lo que quieras.

22
¿QUERÉS AGRANDAR TU COMBO?

-Un combo uno por favor.


-¿Querés agrandar tu pedido?
-No.
-¿Qué gaseosa vas a querer?
-Eh…….. o a.
-¿Con hielo o sin hielo?
-Sin.
-¿Algún postre para acompañar tu comida?
-…

Este no es el texto de una obra de teatro, sino que es


un diálogo común que se puede encontrar en cualquier lugar
de comidas rápidas. Pero, más allá de ser un speach guionado
por algún irresponsable del área de marketing que vive en
Estados Unidos y que seguro jamás comería ahí, es algo muy
representativo de algo que nos está pasando ahora.

Siempre pensé que la razón por la que uno va a comer


a este tipo de lugares no es tanto porque sea un amante
ferviente de las hamburguesas o porque no haya completado

23
la colección de juguetes de la cajita feliz. Me parece que la
principal causa por la que elegimos estos lugares es porque las
decisiones son sencillas y rápidas. Sólo basta pararse frente a
la caja mirando las fotos para elegir que vas a querer, claro
que una vez ahí surge esta lluvia de preguntas a la que uno
responde generalmente con monosílabos y sin pensarlo
demasiado. Esta, más allá de ser una estrategia de macabra
para que digas a todo que sí, es algo que nos pasa en la vida
actual todo el tiempo. Ya lo decía esa famosa letra de Sumo:
No sé lo ue uie o, pe o lo uie o a .

Creo que esta mezcla entre la cantidad de opciones


que tenemos y el tiempo acelerado en el que vivimos, dan
como resultado que uno se pare ante la vida y mire las fotos
publicitarias que poco tienen que ver con la realidad, para
intentar tomar una decisión acelerada antes de que le toque el
turno.

Píenselo, hoy en día tenemos muchísimas más


opciones de las que tuvieron nuestros padres. Somos
conscientes de todo lo que podemos llegar a hacer y eso
naturalmente nos confunde. Sería mucho más sencillo si
sucediera lo que pasaba antes donde ya sabías desde el
comienzo que ibas a la escuela y después te esperaba una vida
en un trabajo que no te iba a gustar pero que iba a servir para
mantener a la familia que si o si ibas a tener.

24
Es raro, pero al tener más libertades nos puede llegar a
limitar. El hecho de conocer de antemano todas las
posibilidades que tenemos en la vida, hace que nos cueste
demasiado optar por un solo camino, porque sabemos que al
elegir uno dejamos afuera todos los demás. Es por eso que
buscamos las cosas rápidas, porque creemos que pasarán más
pronto y no vamos a tener que pensar demasiado.

¿O se piensan que todos los que van a comer a lo del


payasito no preferirían un buen bife con papas o un buen plato
de pastas? No se engañen, no es tanto por el precio, es por la
rapidez de la decisión. En un restaurante hay un menú que
tiene entre 4 a 10 páginas, en cambio ahí hay un backlight con
algunas fotos llamativas. No puede ser tan difícil, ¿no?

Pero bueno mis queridos devoradores veloces,


tengamos cuidado con esto de las decisiones rápidas. No
solamente que por el hecho de hacerlas estamos relegando la
posibilidad de tener algo mucho mejor. Si no, porque los que te
dejan elegir rápido saben muy bien que no te importa tanto lo
que elegís, sino la rapidez con que lo hagas.

25
26
Lo peor de los pesimistas es que siempre tienen razón.

27
28
A QUÉ VA LA GENTE A LA PLAYA

Es casi automático, cuando uno piensa en verano,


piensa en la playa. Y se imagina las olas, las chicas en bikini, el
viento, las chicas en bikini, la arena, las chicas en bikini, todas
esas cosas, ah y las chicas en bikini. Pero lo loco de la playa es
que de todos los destinos turísticos, es el único en donde el
paisaje lo forma la gente, no las bellezas naturales, incluso
últimamente en este caso la mayoría de las bellezas son
artificiales.

Es como un fenómeno social, la gente en la playa no


va a ver la playa sino a la gente. Y para eso se preparan desde
mucho antes, generalmente dos o tres semanas antes. Se
ponen a hacer ejercicio, empiezan a comer bien y hacen todo
lo posible para estar en forma, cosa que obviamente no da
resultado porque dos semanas de ejercicio no pueden hacer
nada contra nueve meses de sedentarismo y de consumir
grasas hasta el hartazgo.

Todo este esfuerzo, en vano o no, es lógico. Porque


en la playa no hay ropa que ponerse, simplemente una mayita,
entonces no hay manera de diferenciarse de los demás salvo
teniendo un cuerpo esbelto. Y esto si se transforma en un
problema, porque no se puede ir a un lugar y comprar un
cuerpo bien formado (al menos sin poner en riesgo la salud),
29
la única manera de tener un cuerpo así es haciendo ejercicio,
me sabrán disculpar las empresas de tele-venta pero es
verdad.

Ahora, no nos podríamos haber buscado peor castigo,


nos pasamos el año en empleos sedentarios, tirados en sofás
comodísimos o en la cama, comiendo las cosas más grasosas
que podemos y esquivándole al ejercicio casi tanto como a la
muerte. Y donde decidimos tomar nuestro descanso, en un
lugar donde no tenemos otra escapatoria que mostrar
nuestros cuerpos semidesnudos y donde valés más o menos
por el grado de formación de tus abdominales, eso sí que es
relax. Igual, a no preocuparse, porque todo el estrés
provocado antes de ir a la playa con todos los ejercicios y las
prohibiciones de alimentos lo podemos bajar con todas las
casas dulces y comidas grasas que hay en la costa. Porque,
aunque parezca una contradicción, el lugar donde vales por
estar o no en forma tiene una panadería por cuadra. ¿O por
qué se pensaban que en la Bristol hay 2 estatuas de lobos
marinos? No es para inmortalizar a la especie animal que
habita ese lugar, es un monumento a los turistas que van a las
ciudades balnearias y se atragantan con los cornalitos fritos, las
rabas, los churros, y toda la comida malsana que, con un
dudosísimo cuidado por la refrigeración, te venden en la playa
y sus alrededores.

Pero bueno, sería hipócrita de mi parte negar que el


grado de exigencia que tiene la playa tiene sus ventajas.
30
Porque todo el ejercicio que no hizo con el cuerpo uno lo hace
con los ojos, y ese si es un ejercicio al que nadie le escapa.
Colas perfectas, tetas paradas, panzas achatadas. Eso es lo
que buscamos los hombres cuando caminamos en la playa,
exigimos a los demás lo que nosotros no tenemos. Que lance
la primera piedra el que no invento una tabla de calificaciones
con sus amigos mientras veraneaba. Y que jueces exigentes,
… , 0… … ada es sufi iente para los que la última vez que
hicieron ejercicio fue para levantarse del sofá y buscar el
control remoto que se les había perdido. Igual nunca falta el
juez bueno que califica de 8 para arriba hasta a la tía abuela
que no sale de la carpa porque no pasa por el cierre.

La cuestión es que en la playa todos disfrutan de lo que


ven, pero tienen que pagar el precio de ser mirados. Algunos
ya prevenidos fueron sacando un crédito durante el año, y
otros, que son la mayoría, van contando las moneditas para
intentar llegar a fin de la quincena sin ser desalojados.

31
32
Todos creen ser el bueno de la película.

33
34
CHE BOLUDO

Una parte importante del idioma está dedicada a los


insultos, ¿pero que son los insultos realmente? Si uno se pone
a pensar son como una especie de adjetivos calificativos que le
pones a otro para que lo hiera, para que se sienta mal. Ahora,
lo realmente interesante es tratar de entender porque esas
palabras nos hieren y como va cambiando lo que nos hiere a lo
largo del tiempo.

Que loco es que de acuerdo a los estándares de la


épo a los i sultos va a ia do. Ha e algu os años vago
era un insulto, hoy es casi una insignia. Los pibes se dicen
vago uno al otro como señal de aprecio. Es más, compiten
entre ellos a ver quién es el más rasca del grupo, hasta creo
que se darían un premio si no fueran tan vagos.

Co las uje es pasa algo pa e ido. A tes pe a e a


un agresivo insulto cuando se hablaba de una chica. Hoy hasta
ue se lo di e e t e ellas ale tá dose, estas he ha u a
pe a . I luso se viste pa a se ás pe as ue sus pa es, lo
que a consideración del autor no está nada mal.

35
Pero en realidad no todos los insultos cambiaron su
significado. Po eje plo, pelotudo sie p e tuvo la is a
decodificación, sin llegar a ser un insulto propiamente dicho,
siempre tuvo esa aspereza que hacía que sólo fuera utilizado
en ciertas situaciones. Pero lo contradictorio de esta palabra,
es que es muy difícil entender por qué es un insulto.

Los hombres lo vivimos más de cerca, pero todos


saben la importancia que tiene en la sociedad el tamaño de los
órganos reproductivos. Entonces uno se pregunta, ¿por qué
es malo tener las pelotas grandes? ¿No tendría que ser bueno
esto? ¿En qué me puede afectar el hecho que alguien me diga
que mis testículos son más grandes que los de los demás?
Tomando esto en consideración tendríamos que agradecerle a
ada u o ue os g ite pelotudo po la alle. I agí e se:

_¡Sos un pelotudo!
_Gracias.

Lo admito, sería raro, pero más correcto


conceptualmente.

Para ir concluyendo este análisis, hay un insulto que


realmente me intrigo toda mi vida y es una palabra que a esta
altura se volvió internacionalmente famosa, un orgullo

36
argentino y es casi un patrimonio nacional, el queridísimo
oludo . Que, ás allá ue sea la pala a ue epite hasta el
hartazgo cualquier extranjero que venga a la argentina de
vacaciones, es algo tan autóctono como la bandera, el dulce de
leche, la corrupción o el colectivo. Y sin más se convirtió en la
palabra más pronunciada en esta parte del planeta. No hice un
estudio científico de cuantas veces se pronuncian todas las
palabras acá, pero estoy segurísimo que ninguna otra se debe
usa ta to. Bue o, po ahí No de e esta e uita.

Pero más allá de este orgullo nacional, esta palabra


está en un limbo medio raro. Porque traspasó ampliamente su
significado literal y se convirtió en algo que no entra dentro de
ninguna categoría lingüística. O sea, no es una palabra de
diccionario (va en realidad sí, pero eso merecería otra
conclusión titulada: Mirá como tratamos de adaptar al sistema
las cosas que criticamos toda la vida) pero tampoco es un
insulto en sí. ¿Quién podría pensar que cuando alguien le dice
a ot o Che, boludo , o lo está i sulta do? Es ás, o di ía
que todo lo contrario, lo está halagando, lo está llamando su
compinche, su compañero, su par, su gran y querido boludo.
Yo cada vez que escucho a alguno de mis amigos decirme
boludo, siento un calorcito en el alma. Como si con esa
combinación de letras, me estuviera queriendo decir que
realmente me quiere, que me aprecia. Y ahí es cuando uno se
pregunta, como puedo decirle que exprese el mismo afecto
que él me comunico a mí. Muy sencillo, utilizando la frase

37
más emotiva y con más carga emocional del habla hispana del
río de la plata. Y estas palabras a la altura de la poesía serían:

_ ¿Qué carajo querés conchudo?

38
La gente normal es aquella a la que no
conocemos lo suficiente.

39
40
DISCULPE LAS MOLESTIAS

Un día complicado, una vuelta a casa que parece


eterna, empujones, mucha gente en el mismo espacio y todo
ese olor a transpiración propia y ajena que te dice que las
publicidades de anti-transpirantes no son tan sinceras como
deberían ser. Ese es el panorama que venís viviendo cuando
llegás al último tren que finalmente te va a llevar a tu hogar y
ves u a telito ue di e: “e vi io suspe dido po
epa a io es. Dis ulpe las olestias . Te das edia vuelta o
toda la alegría del mundo y te dirigís al medio de transporte
alternativo contento de saber que tardaras dos o tres horas
más de las previstas para volver a casa. Gracias a dios a alguien
se le ocurrió incluir esa frase al final, sino todo hubiese sido
muy diferente. ¿O no?

La i lusió de la f ase: Dis ulpe las olestias o


soluciona nada, en realidad, hasta es probable que enerve
mucho más a la gente, como si se sintieran víctimas de una
broma pesada. Pero entonces, ¿por qué incluirla?; ¿Por qué
terminar así las oraciones, o los comunicados? Porque no es
sólo esa frase, en la última década hemos sabido adquirir
cientos de frases como estas que nos dejan el mismo sabor en
la boca, o en este caso en los oídos, al escucharlas:
La e ta le e te o vo a pode a uda lo ; Dis ulpe la
de o a ; Es u e o del siste a , et . Es asi o o si

41
hubieran inventado un decálogo de sinónimos sólo para no
de i : jodete .

¿En esto nos convertimos? ¿En eso evolucionó esta


sociedad de la que muchas veces nos sentimos orgullosos?
Porque hay que traducir estas frases que obviamente no dicen
lo que parecen decir. Si las analizamos un poco podremos
des u i lo ue eal e te o u i a ue es: Nos aga os
tanto e vos ue hasta ha e os o o ue os i po ta .
Po ue las pala as tie e valo , de i lo la e to o
dis ulpe sig ifi a ue hi iste algo ue olesto o i o odó a
la otra persona, pero que realmente te sentís mal por haberlo
hecho. En este caso carece totalmente de significado.
Disculparse por algo que ibas a hacer de todas maneras no es
una disculpa, es una daga que se clava profundo en cada
persona que la lee, porque no hay nada más humillante que te
estén pisando a propósito mientras te piden disculpas.

No pueden admitir que no es gracioso y hasta


simpático, que la misma persona que te caga la vida se atenga
tanto a las reglas de buenas costumbres y de modales. Uno se
pregunta qué hubiera pasado si los nazis hubiesen usado
buenos modales en los campos de concentración:
-Disculpe, perdone, pase para el horno, muchas
gracias.

42
Quién dice que seguirían existiendo hoy, claro que con
u o e ás a keti e o, o sé, po ahí se lla a ía “pa
e lusivo pa a la pé dida de peso , uie pod ía ueja se en
ese caso de que el nombre está faltando a la verdad. Es más,
hasta no me sorprendería que la gente pague para ir ahí.
-Sí, uno sufre pero obtiene resultados -dirían algunas
casi esquelética señoras de avanzada edad recomendando el
lugar.

Mis queridos chichipios, creo que no hay que dejarse


engañar por esta elegancia al hablar. Después de todo, los
poderosos se dieron cuenta hace rato que se atraen más
moscas con miel que con hiel, que nunca supe lo que
significaba hasta ahora (es bilis).

La cuestión es que todo este aparente buen trato es lo


que es realmente peligroso, porque el maltrato explicito dura
poco, la gente no lo soporta y pronto se revela; pero este
maltrato medido, sutil, escondido entre disculpas y frases
rebuscadas es el que perdura largo y tendido, hasta que,
bastante más tarde, nos damos cuenta de lo que paso.

Sigo creyendo que todavía somos más inteligentes que


eso, especialmente nosotros que de maltratos ocultos y
expuestos sabemos mucho, y que tarde o temprano vamos a
reaccionar todos juntos contra el maltrato. Pero no el de algo
en particular que nos moleste transitoriamente, sino el que
43
venimos soportando todos juntos desde hace ya mucho
tiempo y del que a veces nos distrae esa aparentemente
inofensiva última frase del cartel: "Disculpe las molestias".

44
No tengo nada interesante que decir.

45
46
EL CÍRCULO DE LA BRONCA

Nos pasa muy seguido, cada vez más, esto de


nublarnos y ver algo que se está haciendo de una manera
errónea y embroncarnos, ponernos mal, angustiarnos, querer
gritar, salir, golpear, lastimar y hasta matar a ese hijo de puta,
a ese guacho que es la causa de todos nuestros problemas, la
razón de todas nuestras penurias, el motivo por el cual todos
nosotros vivimos así, en este mar de incertidumbre, de dolor y
de bronca, más que nada de bronca.

Pero cuando uno está en este estado que mezcla el


agotamiento con la falta de aire y la mirada fija en un solo
punto, no tenemos mucho espacio para pensar, ni tampoco
nos lo damos. Y la verdad es que no hay que ser muy
inteligente para ver que por ahí, si nos dábamos ese pequeño
espacio en un comienzo no tendríamos que sufrir la bronca
después, ¿no?

La racionalidad y la bronca no son muy amigas, más


bien son opuestas. Pero más allá que parezca obvio con cuál
de las dos uno se quedaría, me parece que el problema es
justamente ese, elegir. En el pensamiento occidental
entendemos todo en forma de opuestos: blanco y negro,
bueno y malo, sentimientos o racionalidad; Y parecería ser
que siempre estamos condenados a elegir una y desear que no
47
necesitemos de la otra porque todo nuestro sistema se caería
abajo.

Aquí está el problema principal, porque siempre


necesitamos del otro extremo. Imagínense un mundo sin el
blanco, sería un mundo totalmente oscuro y tenebroso. Pero
qué pasaría si pasara exactamente lo mismo pero con el negro,
¿cómo podríamos disfrutar de la luz sin la oscuridad? El
mundo no se puede ver desde un lado u otro. Por más bueno o
interesante que parezca cualquiera de ellos, los dos lados son
igualmente importantes y para verlos mejor a los dos siempre
hay que pararse en el medio, aunque siempre es más
interesante irse paseando de un lado para el otro de vez en
cuando.

Volviendo al tema principal, toda esta ebullición de


sentimientos se da un poco por eso. Porque en ese momento
creemos que todo se reduce a eso, y muchas veces eso es lo
que nos llevo a la bronca en primer lugar. Todo tiene puntos
buenos y malos y según lo que nos parezca en ese momento
elegimos el peor de los males. Pero cuando somos irracionales
la otra opción tiene todos puntos buenos, es ahí donde
probablemente tenemos que empezar a desconfiar.

Es bastante obvio si nos lo ponemos a pensar, el


camino de la bronca sólo nos lleva a elegir lo diametralmente
opuesto a lo que veníamos eligiendo. Y si quieren se los firmo

48
acá, pero cuando todos vamos tan decididamente a elegir algo,
al poco tiempo esa opción se agota y vamos a estar con la
misma bronca deseando estar de vuelta del otro lado de la
vereda. Ahí es cuando el círculo se completa y todo vuelve a
empezar

A veces para no estar cruzando todo el tiempo de


vereda en vereda deberíamos tomar lo mejor de cada una y
construir una opción intermedia que conforme esas dos
mitades que siempre se están peleando y viven dentro de
nosotros. Por ahí, en vez de tirar cada uno para su lado y ver
quién se queda con la mejor porción, podríamos preocuparnos
por tirar los dos para un lado en común y no tener que
preocuparnos tanto por cómo repartimos, sino por cómo tener
más para repartir. Porque no nos olvidemos que si usted tiene
solcito a la mañana, a la tarde seguro le va a tocar al de
enfrente.

Claro, acordar una estrategia en común conlleva tener


que salir de nuestra postura y consensuar con ese otro que
hasta hace un ratito nomás representaba todos los males del
planeta, pero quien te dice, por ahí haciéndolo nos damos
cuenta que eso nos convenía más que andar embroncados
todo el tiempo.

49
50
No te hace honesto no haber tenido la posibilidad
de no serlo.

51
52
EL PORQUÉ DEL PARA QUÉ

A todos nos pasó en algún momento. Esas noches de


depresión en las que las chicas se matan comiendo helado o
algo dul e los ho e… ue o, os matábamos con otras
cosas y dábamos vueltas por nuestras cabezas como si
fuéramos a encontrar la respuesta escondida en alguna oscura
esquina de nuestra mente. Pero por más vueltas que demos y
por más perdidos que estemos, la respuesta nunca aparecía a
esa pregunta que nos acompaña desde el principio de los
tiempos, esa pregunta por la que se escribieron bibliotecas
enteras y que en nuestro desesperado intento por responderla
acudimos a las teorías más locas y diversas. La pregunta que
es casi tan vieja como nuestra existencia: ¿Para qué estamos
acá?

No me pueden negar que esta pregunta nunca rondó


por sus cabecitas locas. ¿Por qué alguien nos dio conciencia y
nos trajo a este mundo lleno de maravillas cotidianas? Es como
que alguien se tomó demasiadas molestias sólo para que
estemos, ¿no? Tiene que haber algo más ¿no? Tenemos que
estar acá por alguna razón ¿no?... ¿no? Yo entiendo que esta
pregunta fue analizada por millones de personas mucho más
inteligentes que yo y sigue sin respuesta aun después de eso,
pero, para tranquilidad de un montón de filósofos que por las
dudas ya se estaban revolcando en sus tumbas, no me voy ni a
molestar en responderla.
53
En realidad la intención de esta conclusión no es
enfocarse en esa pregunta sino en otra que está directamente
relacionada y que podrán adivinar simplemente leyendo el
título de este post: ¿El por ué del pa a ué? Ha e po uito
charlaba con un amigo sobre algo que había leído de un
escritor que decía algo así como que buscarle el sentido a la
vida era como encontrarle lógica a algo totalmente irracional.
Aparte de haberme parecido interesante la idea me quedé
intrigado porque me había percatado de algo que conocía pero
que nunca había percibido. Esa obsesión del hombre por
encontrarle un sentido a la vida tenía, quizás a diferencia de la
anterior, un razonamiento lógico atrás. Y ya que estamos en
este asunto de sacar conclusiones simpáticas de cosas
complejas, me dispuse a averiguarlo.

La vida no es racional como decía este escritor, del que


no recuerdo el nombre, pero nuestra vida sí lo es. La vida que
construimos para nosotros mismos se rige casi en su totalidad
por la razón. Sabemos que de acuerdo a las decisiones que
tomemos tendremos consecuencias que generalmente son las
mismas, no varían demasiado. Sabemos que nacemos
pequeños, crecemos, tenemos hijos y luego morimos; Y eso es
lo lógico, podemos seguirlo o no pero es lo que tenemos
preestablecido. Pero, ¿qué pasa cuando este orden lógico se
choca con la irracionalidad? ¿Qué pasa cuando un chico
muere, o cuando un padre sobrevive a su hijo? Hay algo
extraño ahí, esa superestructura que construimos pierde su

54
sustento y se nos cae en la cabeza como un tremendo
terremoto que destruye todo lo que construimos durante
tanto tiempo.

Aunque a veces, sin llegar a los extremos de los


ejemplos anteriores, nos encontramos cara a cara con esta
irracionalidad. Tarde o temprano la vida logra sacarnos de
nuestras casillitas prefabricadas y ponernos cara a cara con la
realidad. Esa realidad que nos aterroriza constantemente, a la
que tanto miedo le tenemos. Pero, ¿por qué es eso? ¿Por qué
construimos todo un mundo para escaparnos, o al menos
intentarlo, de esa aterradora realidad?

Y acá es cuando tenemos que ponernos una mano en


el corazón y pensar. ¿Podríamos salir a la calle todos los días si
nos ponemos a pensar todo el tiempo en que quizás no vamos
a volver? ¿Amaríamos a alguien si somos conscientes todo el
tiempo de que podemos perderlo o él nos va a perder a
nosotros? De pronto una vida simple se puede transformar en
complicada si somos conscientes de que cada respiro que
damos puede llegar a ser el último.

Es a o pe o a edida ue evolu io a os o o
espe ie, va os i volu io a do e uest o o ta to o la
cruda realidad. Esa que, tarde o temprano, nos toca el hombro

55
y nos hace acordar que siempre estuvo ahí, por más
empecinados que estemos en ignorarla.

Este miedo es el que nos hace escaparnos y nos hace


pensar diferente. Es como una especie de combo indeseable
que viene con la razón, el hecho de ser conscientes que vamos
a morir tarde o temprano. Y esto de pensar que estamos más
allá, que no somos sólo una cuenta regresiva sino que
tenemos otro propósito en la vida, es una especie de
escapatoria a todo esto.

De alguna manera, el mirar para arriba y pensar que


podemos alcanzar las estrellas con las manos, nos hace olvidar
por un momento lo cercanos que estamos del suelo.

56
Ninguna historia interesante tiene un
protagonista que no conoce el fracaso.

57
58
EL TAN COMPLICADO COMO MARAVILLOSO MUNDO DEL
AMOR.

Más allá que lo admitan o no, todos en algún momento


se hicieron esta pregunta, ¿Por qué es tan difícil encontrar el
amor? Y la verdad que la pregunta es válida porque en el
mundo hay hombres y mujeres. Los hombres buscan mujeres
y los mujeres buscan hombre (en la mayoría de los casos) ¿Qué
tan difícil es encontrar pareja?, si hay un montón de gente del
sexo opuesto que está buscando a alguien como yo, o
parecido, aunque sea una de esa infinidad de candidatas va a
querer estar conmigo, este cálculo no puede fallar ¿o sí?

Haciendo un mínimo análisis nos damos cuenta de que


este planteo puede ser cualquier cosa menos sencillo, todos
quieren encontrar pareja, pero no cualquier pareja. Todos
establecemos una especie de lista de condiciones que el
pretendiente tiene que tener para estar a nuestro lado. Hasta
acá todo bien, no pueden culparnos por pretender ser
mínimamente exigentes en la elección de la persona que va a
acompañarnos por el resto de nuestra vida. El problema es
que la otra persona también tiene una lista similar, y les puedo
asegurar que armar una lista con lo que uno quiere es fácil,
cumplir la lista que otro espera de uno es otra historia. Porque
uno busca a alguien perfecto para que lo acompañe, lo que no
se da cuenta es que uno no es perfecto.

59
Así empiezan los desencuentros, las relaciones cortas,
los primeros desengaños. Uno empieza a escuchar las famosas
f ases o pe sé ue e as de ot a fo a , e pa e e que esto
o está fu io a do el a u desgastado o sos vos, so
o . F ase ue, si e el u do de las ela io es fue a ás
ho esto, te d ía ue se sos vos, ¿ ó o vo a se o? . Y la
sinceridad, de la que hablábamos antes, se va haciendo cada
vez más fuerte a medidas que nos adentramos en este mundo
de las relaciones amorosas. Al principio la sinceridad se
destaca, más que nada por su ausencia, pero a medida que va
conociendo más del tema nos damos cuenta que todos son
sinceros cuando se trata del amor, simplemente que no en el
idioma habitual, sino en un código, casi un sub-idioma del
cual no hay escuelas ni diccionarios, sino que uno va
aprendiendo a traducir sobre la marcha.

Este nuevo idioma que vamos aprendiendo a los golpes


es casi una necesidad básica en el mundo del amor. En este
ámbito cada vez más intrincado, decir directamente lo que
uno piensa para que todos lo entiendan es como un delito. Por
eso uno tiene que decir las cosas en código. Porque, como la
mayoría de las relaciones de los seres humanos, necesitamos
una buena cuota de discriminación. Entonces se forman
sociedades secretas donde sólo podés tener acceso sabiendo
el idioma que manejan los demás, sino, el castigo será la
soledad eterna.

60
Para que tengan una idea de este idioma, que
seguramente lo escucharon más de una vez. Aquí van algunas
frases características de ambos géneros, para ser caballeros
primero las mujeres:

Esto o ot o hi o o e gustas
Esto o fu dida a te go ot o te go todo a eglado, lo
único que tengo que hacer es sacarme de encima al rey de los
mamertos que venís siendo vos)
Te veo solo o o a igo o e a osta ía o vos i au ue
fueras el último hombre sobre la faz de universo y el que
nosotros tengamos relaciones sea la última esperanza para la
subsistencia de la raza humana)

Mi ejo a iga se asa, ue aleg ía si o e p opo es


casamiento antes del casamiento de la bruja esta, me va a
doler la cabeza todas las noches hasta que se te marchiten los
huevos)
Viste ue pe a Claudia, se t a só o o a hi os a o he
(se transó a los tres chicos que me quería transar yo)

Y ahora de los hombres:

Hola uie o te e se o o vos


¿Có o te lla as? Quie o te e se o o vos

61
¿De dó de sos? Quie o te e el se o o vos
Dis ulpe seño a, esta su hijo e asa uie o te e se o o
vos aunque seas una vieja demacrada y además la madre de mi
mejor amigo)
Que i te esa te lo ue estas o ta do esto
desesperadísimo por tener sexo con vos y no hay nada en el
mundo que me haga cambiar de parecer, ni siquiera esta
aburridísima historia que me estas contando de la que cada
palabra parece una siglo en el infierno. Pero estas tan buena
que no me importa nada y con tal de encamarme con vos la
escucharía 180 veces más por más que me tenga que arrancar
los oídos con las manos para poder soportarla)

Ahora, más allá de que seamos literatos en la


traducción del idioma castellano al código que manejan los
hombres y las mujeres, hay algo fundamental que tenemos
que entender si es que queremos llegar a tener algún tipo de
contacto con el sexo opuesto, más allá del contacto con
nuestros padres claro. Hay un principio fundamental que se
aplica a cualquier tipo de atracción amorosa, que es lo que
condicionó nuestra existencia como seres humanos, más o
menos, desde el hombre de Neanderthal hasta el día de hoy. Y
es que todos quieren lo que no pueden tener.

Esto que parece tan sencillo es infinitamente


complicado. Yo te quiero pero si vos me querés a mí voy a
querer al otro que no me da ni cinco de bola. Claro que a este

62
al que ahora le doy bola le voy a interesar menos todavía, le va
a gustar alguien que no quiera verlo ni en figuritas. Y así el
círculo de los desencuentros continua. No sigue la más mínima
lógica, pero eso es lo que le da ese gustito agridulce al amor.
Para definirlo en palabras, sería algo así como lo
diametralmente opuesto a todo lo que el razonamiento
humano puede llegar a sugerir, quizás esto aclare por qué nos
devanamos el cerebro tratando de entenderlo. Cosa que,
después del calentamiento global, es el peor error de la raza
humana. Tratar de entender al amor.

La cuestión pareciera ser entonces, tratar de buscar un


balance en el tema de las relaciones. Como en el resto de las
cosas de este mundo, encontrar a alguien a quien queramos lo
suficiente para compartir el resto de nuestras vidas, pero no
demasiado para que no se nos espante, y por supuesto que
del otro lado pase lo mismo. Esto que explicado así podría
hasta parecer sencillo, es casi lo más complicado de nuestra
existencia. Posiblemente, lo único aun más complicado que
eso, es lograr mantener esa relación por el resto de nuestras
vidas.

63
64
La vida es tan complicada como queremos que sea.

65
66
LA ESPERA DESESPERA

Hace muchos años en una tierra muy lejana, hacer


tramites e ir de compras era casi un evento social. La gente se
alegraba por ir a visitar al almacenero, al verdulero. Había una
charla, incluso se mantenía una verdadera relación. Era casi
como ir a visitar a un amigo, claro que esto puede llegar a
generar cierta incomodidad si hay una pelea, especialmente
porque el almacenero del barrio era realmente el único del
barrio, por lo que pelearse por el significaba hacer un largo
viaje con el desvencijado changuito de compras hasta la
siguiente despensa.

Ahora, en el maravilloso mundo del what's up, los


smarth phones y el face(book), esa tensión ya no existe. Ya
que no vamos a comprarle siempre al mismo comerciante,
vamos a un supermercado donde todo está a tu alcance y no te
atienden empleados. Vos mismo agarras lo que necesitas y en
los casos en los que un empleado te atiende nunca es el
mismo, lo que hace imposible tener una relación con él. Claro
que, aunque pudieras hacerlo, ¿para qué querés tener una
relación con un pobre y explotado post adolescente que
trabaja 12 horas por día y cuya única intención es irse a su
casa.

67
Pero cuál es la contra de esto, al percibir este tipo de
cosas, como la de ir a comprar comida, como un trámite y no
como una situación social, lo que uno quiere en realidad es
que termine lo más rápido posible.

Y, aunque este tipo de negocios está hecho para que


uno compre rápido, nunca es lo suficientemente rápido como
uno quisiera que fuera. Entonces uno se enfrenta a una
situación de incomodidad extrema cuando uno está en la cola
esperando, a tal punto que todos en algún punto imaginamos
en volarle la cabeza de una patada a la vieja que esta adelante
contando las monedas o de ensartarle el palo de escoba que ni
siquiera pagaste al viejo que discute una tontería con la pobre
empleada de la caja, que obviamente no tiene la culpa y que
tiene que comerse la queja que tendría que llegar al dueño del
supermercado pero que realmente nunca lo hará, por más
enfoque en el cliente que quieran vender en la publicidad.

Porque ese es otro problema, en este nuevo


mecanismo de negocios sin rostro los únicos empleados que
vemos son pobres pibes que están ahí porque no consiguen
trabajo de las marketineadas carreras de reposteros o de
decoradores de salón de fiestas que están haciendo en un
costoso terciario privado que pagan con esos miserables
sueldos. Y que no pueden hacer más que acatar el sistema
garca del que son parte y al que venden su alma con tal de
tener un teléfono celular de moda o ropa sobrevaluada. Y lo
peor es que todo este tipo de problemas ellos lo tienen
68
calculado, y no les importa, total esa mala imagen que le
queda a los clientes de la empresa se arregla en la mayoría de
los casos con una buena publicidad millonaria, o como
mayormente pasa, con una mala publicidad millonaria con
chistes tontos y poca presencia del producto.

Pero el caso es que uno desespera por la espera


porque está cansado de esperar. Ya estamos esperando que
pase algo durante todas nuestras vidas para encima remarcarlo
más con una espera en particular. En estos tiempos de ocio no
tenemos tiempo que perder.
¡Apurate che, no ves que tengo que ir a ver la tele a
mi casa!

69
70
Todos somos buenos actores si se nos da el papel
indicado.

71
72
NO HAY PROBLEMA

Hoy, como buen masoquista que soy, estaba pensando


en la cantidad de problemas que aquejan mi vida, pero me
aparte un poquito de eso en un momento y me puse a
rememorar el pasado. Claro, uno siempre recuerda el pasado
como algo idílico donde todo andaba mejor y que, nadie sabe
cómo, se convirtió en este pequeño infierno en el que estamos
ahora. Pero si nos esforzamos un poquito más en esa memoria
destrozada por la falta de sueño y el internet, nos vamos a dar
cuenta que también uno tenía problemas en esas épocas.

Y esto me llevo a una reflexión, ¿alguien tuvo alguna


vez una época de su vida donde no tuvo problemas?
Sinceramente no creo que eso haya pasado nunca. Los seres
humanos estamos destinados a tener problemas en todos los
momentos de nuestras vidas. Claro que va variando su
complejidad, desde conseguir la teta de tu mamá para
alimentarte, hasta conseguir un crédito para tener una casa
porque esa novia que ibas a dejar te acaba de avisar que está
embarazada (que loco, el disparador de los dos problemas en
el fondo es la mismo).

Pero indefectiblemente, siempre hay por lo menos un


problema en nuestra cabeza. Y esto obviamente me lleva a
73
preguntarme simplemente, por qué. Si a los seres humanos no
nos gustan los problemas, ¿por qué entre todos nuestros
logros, nunca pudimos conseguir lo que realmente afectaría
nuestra existencia?: librarnos de nuestros problemas. Pero
pensándolo un poco, esto no pasa por falta de esfuerzo.
Porque todo lo que hace el hombre, directa o indirectamente,
es para librarse de los problemas (o para qué sirven los
productos que venden en la tele después de la una de la
mañana sino).

Claro que, más allá de todos nuestros esfuerzos y de


todas las formas que podamos encontrar para tener
abdominales firmes, no logramos eliminar todos nuestros
problemas por completo. Y yo creo que, después de todo, no
es tan malo eso. Por qué preguntaran ustedes al mejor estilo
de una maestra de primer grado. Bueno, esta afición nuestra
por los problemas no es más que nuestra forma para entender
el mundo.

Y es que los problemas son la base de nuestra vida, es


como organizamos nuestras vidas. Se imaginan una vida sin
problemas, no sería una vida, eso se los aseguro. Sería como
un extraño sueño sin conciencia en donde nuestra vida pasaría
sin ningún tipo de sal, sin emoción, sin gusto alguno.
Imagínense que si no hay problemas, tampoco hay soluciones.

74
Imagínense por un momento que no veamos lo que
nos molesta como un problema y que sólo lo consideremos
parte de nuestra vida, eso estaría muy bien para hacer yoga,
pero nunca mejoraríamos. Si aceptáramos todo lo que nos
pasa y nos adaptáramos a eso sin generar un cambio, nunca
podríamos habernos desarrollado como sociedad y seríamos
una especie de civilización estancada en el tiempo. Seriamos
como cualquier animal, con sociedades perfectamente
esquematizadas, pero que por los siglos de los siglos
permanecen igual, sin ningún tipo de cambio ni desarrollo.

Ojo, en algún momento todos podemos haber pensado


distinto, incluso yo lo hacía hasta hace poco. Pero me di
cuenta que lo único que nos diferencia de los animales es
nuestra gran incapacidad de adaptarnos a nuestro medio. No
somos capaces de sobrevivir en la naturaleza sin transformarla.
Esto puede parecer malo a simple vista, pero es lo que nos da
la capacidad de discernir, la posibilidad de pensar y decidir si
queremos hacer bien o hacer mal. Y sinceramente, yo prefiero
poder elegir si hacer bien o mal a mi entorno, que
simplemente hacer bien sin poder entender por qué.

Recordemos muchachos, que la forma mejorar es


seguir intentado encontrar la perfección, y la única forma de
que esto suceda es careciendo de ella.

75
76
No hay que juzgar a la gente por sus gustos, sino por
cuanto aceptan los gustos de los demás.

77
78
LO QUE QUIEREN QUE CREAMOS QUE QUEREMOS

¿Qué es lo que queremos? Esta pregunta que parece


muy sencilla y que todos ya contestaron en sus cabezas es más
complicada de lo que parece. Porque la verdadera pregunta no
es esa, sino que hay otra un poco más profunda y que, como
todos ya sabemos, va a ser el tema a tratar en esta entrada. La
pregunta misteriosa es: ¿qué es lo que realmente queremos?

Todos tenemos sueños y pretensiones, pero, ¿de


donde nacen?, ¿quién nos las impone? ¿Somos nosotros los
verdaderos arquitectos de nuestras vidas, o hay algo más que
nos marca el camino? Esto parece una teoría conspirativa de
Mulder en los expedientes secretos X, pero no me digan que
nunca se hicieron esta pregunta: ¿realmente somos nosotros
los que tomamos todas las decisiones de nuestras vidas?

Al mínimo análisis, uno se da cuenta que hay toda una


industria que se dedica exclusivamente a lo que quieren que
queramos. Desde que gaseosa queremos tomar, hasta como
queremos vernos y finalmente que sueños debemos tener.
Pero, ¿esto es tan así? ¿Somos tan vulnerables a los medios de
comunicación que hacemos exactamente lo que ellos nos
dicen?

79
Bueno, para responder esto podríamos hacer un
ejercicio práctico. Simplemente salgan una calle transitada y
vean como se viste la gente y compárenla con cómo nos
vestimos nosotros. No me pueden negar que caímos en el
engaño. Aunque bueno, tampoco seamos tan duros con
nosotros mismos, no podemos ser originales en todo, sino nos
pasaríamos todo el día haciendo ropa única. Pero siempre es
bueno ser diferentes al resto en algo porque eso lo que nos
hace valiosos.

Como seres humanos tendemos a separar a los


diferentes, a tomar distancia de ellos y construir un sistema de
defensa para que ellos no puedan llegar a donde nosotros
estamos. Pero, ¿qué sería del mundo sin la gente diferente?
Posiblemente no podríamos curar gran cantidad de
enfermedades, ni gozar de las obras de arte más magnífica y
claro, ocurriría la catástrofe más grande de la existencia: no
existirían las computadoras.

Aunque, muchas veces nos olvidamos de esto y nos


dejamos llevar por los mensajes más fáciles de escuchar. Lo
que no está mal hacer de vez en cuando, pero cuando nos
acostumbramos a que nos griten en el oído no vamos a tardar
mucho en quedar completamente sordos. Porque es fácil para
el fabricante saber lo que el público quiere cuando es él el que
le dice al público que es lo que quiere. Y también es más fácil
para el público saber lo que uno quiere cuando los demás le
80
dicen que es lo que quiere, pero sin duda no es lo más
conveniente.

¿Por qué? Porque cuando todos quieren exactamente


lo mismo no hay suficiente para todos, eso genera inseguridad.
Claro que el negocio de las marcas es que te sientas inseguro y
compres su producto para conseguir eso que tanto querés, que
por supuesto ellos te dijeron que es.

Todo este tema parece estar muy en el aire y es casi


filosófico, pero aunque no nos demos cuenta todo esto nos
afecta muy de cerca. Les voy a pedir que hagamos otro
ejercicio práctico (la próxima organizo una clase de yoga).
Pónganse una mano en el corazón y díganme, no se sienten
más competitivos últimamente. Y no digo con compañeros de
trabajo, ni con gente que no se bancan pero que tienen que
ver igual. Digo con amigos, con gente que aprecian y que ven
por propia voluntad.

Eso no tendría que pasar, cada vez estamos viviendo


en una sociedad más berreta, más básica y más insegura.
Porque, eso es lo que generan todos los celos, la envidia y la
competencia innecesaria. La famosa y nunca bien ponderada
inseguridad.

Y claro, ¿cómo no nos vamos a sentir inseguros si


vemos todo el tiempo gente más linda y feliz que uno o culos
81
perfectos de 300 metros colgados en el medio de la calle para
que sea imposible no mirarlos? Los que tienen lo que nos
dicen que tenemos que querer nos lo muestran todo el
tiempo, casi gastándonos, refregándonoslo por la cara. Y toda
esta humillación pública de neón y backlight genera en
nosotros los peores sentimientos de la raza, envidia, odio y
finalmente el peor de todos, la violencia. Lo peor de todo es
que no es la violencia obvia y fugaz que vemos siempre en los
partidos de fútbol o en algunas reuniones del congreso
coreano. Esta violencia es más estructural, se mete en todos
los aspectos de nuestra vida y nos va convirtiendo de a poco en
gente amargada y egoísta, cuya única alegría es amargar la vida
de los demás.

La verdad muchachos que las pruebas están a la vista,


todos sabemos que nuestra sociedad en muchos aspectos es
una mierda, pero pocas veces nos preguntamos por qué y
menos todavía hacemos algo para cambiarla. Realmente los
únicos que nos cagamos con todo esto somos nosotros.
Miremos a nuestro alrededor y preguntémonos: ¿esto es lo
que realmente quiero? Porque salidas siempre hay, solamente
hay que querer tomarlas.

82
No es posible haber tenido un excelente pasado si
concluye en un pésimo presente.

83
84
LA FILOSOFIA DEL PORQUÉ

Todos tenemos problemas, los conocemos bien,


algunos son de los más diversos y otros bastante parecidos
entre sí. Van variando de acuerdo al momento de nuestra vida
en donde nos encontremos, pueden ir desde no tener nuestra
sabanita preferida para ir a dormir, hasta no tener dinero o no
poder ver a nuestros hijos por alguna estúpida discusión.

Nadie va a decir que no tiene problemas, si lo hace


está mintiendo, es que es nuestra forma de entender la vida,
una sucesión de problemas, uno tras otro que vamos
resolviendo hasta el último de ellos que no debemos resolver
si o a epta , la ue te .

A veces sabemos cómo resolverlos y a veces debemos


ir aprendiendo en el camino, pero lo que no siempre
entendemos es por qué tenemos esos problemas. Incluso
muchas veces ni nos molestamos en conocer esta causa y creo
que ese es un gran problema.

Muchas veces ponemos tiempo y energía en resolver


un problema sólo para lograrlo y que se presente otro similar
una y otra vez. Esto es más grave que el problema en sí,
porque arreglar algo para que vuelva a fallar es igual que no

85
haber arreglado nada. Deberíamos cambiar la forma de pensar
y enfocarnos en encontrar la causa de las cosas para que no
vuelvan a suceder, está tendría que ser nuestra prioridad.

Pero los problemas tienen una buena carta a su favor


que les sirve la mayoría de las veces, la urgencia. Poco puede
uno hacer para encontrar la causa durante una emergencia
cuando el tiempo apremia para que el problema deje de
existir. Este es un pensamiento en caliente que tenemos que
escapa a la lógica que aplicaríamos si no estuviésemos urgidos.

E t e ás ápido lo solu io e, a tes se a a a á , esto


parece cierto pero no es tan así. Lógicamente que una rápida
solución detiene el problema pero esto no te asegura que
vuelva a ocurrir. Sólo conocer y atacar la causa de los
problemas te va a garantizar que este no vuelva a ocurrir y lo
que es más importante, que sufras por ese problema la menor
cantidad de tiempo.

Esto que explicado parece elemental no es aplicado en


nuestra vida cotidiana, ni siquiera (y lo que es más
preocupante) en cuestiones de incumbencia estatal. Donde
cuando se corrigen, los problemas son tratados cómo un
fenómeno único e individual y no como parte de un todo.
Debemos hacer el esfuerzo y aplicar a todos los ámbitos de
uest a vida uest a so iedad la filosofía del po ué
ponernos como prioridad entender por qué nos pasa lo que

86
nos pasa para no seguir padeciendo hasta el hartazgo los
mismos problemas.

87
88
Los límites siempre cambian, pero a veces nos
olvidamos de eso.

89
90
QUÉ SUERTE

Un día cualquiera, una persona cualquiera se levanta


de su cama y desayuna con los alimentos que él compró, se
viste y va al empleo que consiguió con años de estudios y
mucho esfuerzo. Se sube a su auto, al que sabe manejar por
tomar clases y años de experiencia, y cuando está saliendo y
mira por el espejito retrovisor como corresponde, ve que un
niño se abalanza sobre el auto con su bicicleta. Gracias a sus
rápidos reflejos y su mente avispada frena de golpe. El niño se
pega un susto pero rápidamente sigue su camino, a lo que el
homb e del auto di e i te a e te ue sue te .

¿Existe realmente la suerte? ¿O todo lo que nos pasa


es producto de un esfuerzo propio o una simple casualidad?
Cua do va os al asi o ga a os de i os ue sue te , pe o
en realidad es algo que podía pasar. Dentro de las
probabilidades del juego está la opción de ganar, tanto como
está la de perder. Entonces no es extraordinario que ganemos
en el casino (más allá que la mayoría de las veces gana la casa
lo que justifica esas costosas marquesinas) es una de las
chances a las que nos exponemos por jugar. Lo raro sería que
ganáramos sin jugar a nada, eso sí sería tener suerte.

91
Pero aun así hay gente que elige creer en este
concepto de la suerte y no da un paso sin consultar a su
astróloga o a su tarotista. Que no puede empezar su día sin
leer el horóscopo, aunque resulte muy gracioso como el
horóscopo siempre le habla a un hombre de negocios y a una
mujer casada hace 50 años al mismo tiempo. Porque
sinceramente muchas de las cábalas que usamos todos los días
no tienen un gran fundamento científico. Por ejemplo, si
realmente pasar por debajo de una escalera fuese de mala
suerte, se imaginan la cantidad de gente que fabrica escaleras
que moriría, sería un empleo más riesgoso que ser piloto de
pruebas o empleado en una fábrica de pirotecnia.

Realmente pienso que lo que más nos atrae de la


suerte, es que nos da la posibilidad de creer que no somos
responsables de todo lo que nos pasa en la vida. Que hay algo
más que aparece mágicamente y toma parte de la
responsabilidad. Tanto para bien como para mal, no importa,
pero nosotros no somos los únicos culpables.

Pero, más allá de todos los argumentos negativos que


se pueden encontrar de la suerte y de todo lo que nos
podemos reír de la gente que consulta sobre qué hacer con su
futuro a una persona que tiene un turbante en la cabeza y
trabaja en un puestito en la plaza, la idea de esta conclusión no
es defenestrar a la suerte sino todo lo contrario. A mí me
parece que es una de las cosas más maravillosas que tenemos
en la vida.
92
Claro que no me refiero explícitamente a la gran
cantidad de personas que se llena los bolsillos explotando las
creencias de los demás y al miedo que le tienen a lo
desconocido de su futuro (aclaración: me refiero a los
adivinadores, no a la religión) sino a la incertidumbre que le da
la suerte a la vida. Uno sabe en algún punto que no importa
cuán desastrosa o indeseable sea la vida, cuantos males lo
agobien, cuantas penurias tenga que sufrir día a día para
ganarse el pan. Siempre sabés que por ahí, en algún momento
la suerte te puede sorprender y te puede sacar de todo eso. Ya
sea presentándote a una chica, ofreciéndote un trabajo, o
matando accidentalmente a tu suegra. La suerte puede darle
un giro a tu vida que nunca te habrías imaginado.

Quizás no llegue nunca, pero por lo menos la ínfima


posibilidad de que eso pueda llegar a suceder es lo que muchas
veces nos hace seguir en situaciones totalmente
desesperantes. ¿Qué se yo?, me parece que cualquier cosa
que nos ayude a ver una luz al final del túnel no puede ser tan
mala. Más allá de que muchas veces parezca estúpido, inútil o
totalmente incoherente. ¿Qué no es así en la vida?

93
94
Que todos digan que en este mundo todo está
hecho, solo significa que está todo por hacerse.

95
96
SECRETO A VOCES

¿Les cuento un secreto?, los secretos no existen. Es


bastante obvio, si le contás un secreto a otra persona deja de
ser un secreto. Pero si te guardas un secreto para vos solo,
¿para qué sirve ese secreto? La única manera en que puede
existir un secreto es si ese secreto es tuyo, esa es la única
forma de que alguien evite la tentación de contar un secreto, o
quizás ni siquiera suceda en esos casos.

Porque un secreto existe para ser contado, para que la


persona que lo guarda se tiente y empiece a esparcirlo como si
fuera fuego por una casa de madera. Es excitante saber algo
que nadie más sabe y esperar para contarlo, es como el sexo
donde uno trata de dilatar la situación lo más posible hasta
que ya no puede más y lo tiene que largar.

Claro que como en el sexo uno después de largar se


empieza a sentir culpable.

-¿Hice bien en contarlo?, ¿no me habré zarpado


mucho?, ¡Uy por dios que este no lo cuente o la persona que
me lo conto me va a colgar!

97
Ahí es cuando la culpa nos carcome y salen esas
palabritas mágicas,

-Yo te lo cuento, pero por favor no se lo cuentes a


nadie.

Listo, ya esta, esas palabras son como un candado


imaginario que va a proteger a nuestro secreto para siempre y
no va a permitir que salga de ese círculo sagrado. ¿Por que
creemos eso?, ¿por qué albergar esa ilusión estúpida? Si
nosotros que somos los guardianes originales del secreto, que
nos fue confiado por la persona a quien le afecta directamente
este secreto y en quienes cae toda la responsabilidad de su
custodia no pudimos guardarlo y sucumbimos al deseo de
contárselo a alguien más. ¿Por qué ese alguien va a guardar
nuestro secreto?, si lo más seguro es que esa persona no tiene
la confianza que nosotros tenemos con la persona protagonista
de ese secreto, sino se lo hubieran contado también a él.

Pero bueno, decidimos ignorar todos estos hechos y


creer ciegamente que la persona a quien se lo contamos va a
tener más de autocontrol que nosotros y lo va a poder guardar.
Aunque en lo profundo de nuestro ser sabemos que eso no es
verdad y que este va a ir corriendo a contárselo a otra persona,
y en lo posible a alguien que pueda hacer un daño verdadero
con este secreto. Pero acá está la cuestión, porque
inconscientemente sabemos esto, pero también sabemos que

98
la persona que nos contó el secreto, el protagonista, la
persona de la que la continuidad de su vida social depende la
ignorancia de los demás de esa información, es la misma que
nos contó a nosotros el secreto en un inicio. Entonces aquí es
donde nos podemos lavar las culpas. Si la persona más
interesada en que se guarde su secreto nos lo cuenta, ¿Por
qué nosotros, que no estamos tan interesados como él de que
eso permanezca en la ignorancia, no lo podemos contar?

Entonces podemos decir que hasta la persona que es


protagonista de ese secreto tiene ansias de contarlo, es así
como se pasa el secreto originalmente, porque ese secreto
salió de la misma boca de la persona que lo estaba guardando,
es así como nace la cadena. Porque el deseo de contarlo de su
protagonista, puede más que el miedo a las consecuencias
futuras de que eso se sepa. Pero no es que elige a cualquiera
para contárselo, no es tan suicida, elige a alguien de su más
absoluta confianza. Una persona en la quien pueda confiar, en
la que ponga las manos en el fuego por él, una persona que
sepa que nunca lo va a traicionar. Y cuando esta persona lo
termina traicionando tampoco le cuenta ese secreto a
cualquiera, elige alguien de similares características, que
seguramente lo termina traicionando. Entonces se forma
como una especie de sociedad secreta donde se pasan ese
secreto tan preciado entre gente de confianza, bueno, en
realidad, de no tanta confianza. Si fuera realmente de
confianza el secreto nunca se conocería y perdería el

99
verdadero sentido por el que fue contado, terminar saliendo a
la luz.

100
Vivimcadvezmásacelerad

101
102
SOLUCIONES MÁGICAS A PROBLEMAS REALES

¿Nunca vieron esos programas de venta por


televisión?, que tienen productos como una crema mágica
para sacarte las arrugas o una escalera multiusos que hasta se
puede convertir en una mesita de café. O no me digan que no
conocen esas famosas pastillas tomándolas eliminan toda la
grasa de tu cuerpo, eso sí que es realmente increíble.

Bueno, justamente de eso va a tratar la conclusión del


día de hoy. Obviamente no de esos productos importados que
están al borde de la ilegalidad por violar derechos del
consumidor. Sino de esa esperanza, a veces desmedida, que
tenemos. De esas soluciones mágicas que se aplican a los
grandes problemas para después transformarse en grandes
decepciones.

Realmente no me pueden decir que nunca creyeron en


una solución mágica que los iba a sacar de situaciones
complicadas, a todos nos pasa. O no se acuerdan cuando en el
colegio les iban a entregar la nota de un examen en el que
sabían que les había ido mal pero se aferraban a la tonta
esperanza de que por alguna razón de la existencia todos los
conocimientos de la humanidad cambien en ese instante y se
adapten exactamente a lo que habían puesto en el parcial.
Años después pasamos a una edad más adulta cuando nos
103
imaginábamos que sin siquiera hacer nada al respecto íbamos
a tener esa vida ideal con la que siempre soñamos. Ni hablar
del ya clásico ejemplo con las mujeres de este blog, que esta
vez se puede aplicar a todas las edades de nuestra vida, y
sucede cuando nuestra mente ilusa creé que la muchacha de
nuestros sueños se va a acercar a nosotros y pedirnos que por
favor pasemos la noche con ella simplemente porque la sedujo
nuestra mirada perdida en sus pechos y la baba que cuelga de
nuestras bocas.

Realmente a lo largo de nuestras vidas es inevitable


ilusionarse alguna vez con una solución mágica a un problema
que de otra manera tendríamos que solucionar con mucho
esfuerzo y dedicación, pero más allá de seguir dando ejemplos
de esto (que los hay y muchos) me quería dedicar a
desentrañar el por qué de esto. ¿Por qué creemos en cosas
mágicas que ni de remota casualidad van a suceder para
solucionar nuestros problemas antes que pensar una
verdadera solución? ¿Por qué nos empeñamos en aferrarnos a
falsas ilusiones antes que buscarle una vuelta posible a lo que
nos pasa? Y acá viene la parte donde doy una conclusión obvia
y muchas veces bastante cursi de un asunto que a la mayoría
de ustedes le puede parecer realmente irrelevante, pero que
sería de esta página si no lo hago, ¿no?

Me imagino que, a medida que fueron leyendo esto, ya


todos sa a o algu a o lusió al espe to: todos ee os
104
lo ue ue e os ee . Pe o ha u ho ás ue eso e esta
actitud. Si, es verdad, todos compramos cualquier cosa que
nos diga que nos puede solucionar la vida sin que hagamos
nada, pero por qué pasa esto. No es simplemente nuestra
vagancia lo que se aplica acá, hay un dejo de esperanza en
todo esto también.

Desde que somos chicos hasta que crecemos la vida


tiene una forma de eliminar todo lo mágico, todo lo que no
tiene explicación, todo lo que puede ser bueno y perfecto sin
razón alguna. Año tras año vamos perdiendo esa inocencia
inicial y vamos ganando cierto descreimiento a todo lo que nos
ayuda desinteresadamente. Pero más allá de cómo nos pegue
la vida y sin importar el nivel de resentimiento que tengamos
con ella, siempre queda latente en nuestra cabecita, que más
tarde o más temprano hace click con las cosas más insólitas y
se arriesga a creer en algo irracional, aunque sea por una vez
más.

Sinceramente, más allá de todo creo que esto esta


bueno De vez en cuando tener esperanzas en algo ilógico,
irracional y que no tiene nada que ver con la realidad de todos
los días le dan un poco de sal a la vida. Ojo, tampoco estoy
diciendo que vuelvan a creer en los reyes magos, simplemente
que la vida no es sólo lo que podemos explicar, hay más que
eso y está bueno jugarse y creer en algo de vez en cuando.
Claro que ojo, de vez en cuando pónganle un poco de
racionalidad a sus creencias, o van a terminar comprando una
105
milagrosa barredora de alfombras cuando toda su casa tiene
pisos de cerámica.

106
PARE
(Disfrute de la vida)

107
SIGA
(Deje de disfrutarla)

108
LA CERCANIA DE LO INALCANZABLE

Me imagino que no muchos de ustedes están


familiarizados con la persecución de la excelencia que ha
atormentado a los grandes artistas de la historia, pero quizás si
tengan más presente haber desviado la mirada del camino
para ver esos inmensos carteles de chicas semi-desnudas
vendiendo ropa interior donde lo que menos se destaca es la
ropa. O alguna vez han girado el cogote mientras estaban
caminando hacia un puesto de diarios al costado del camino
para ver las provocativas tapas de las revistas para hombres y
no tan para hombres donde una actriz/modelo aparece en una
posición sexy pero bastante incómoda, generalmente
acompañada por un título como: "Me separe y es el peor
momento de mi vida" o "A mí lo único que me interesa es el
arte". O, ustedes chicas, seguramente han apoyado la ñata
contra el vidrio en un local que vende joyas o diamantes con la
tierna esperanza de que alguien las vea y por compasión les
compre una diana de un cuarto de millón de dólares.

Podríamos enumerar ejemplos como estos por horas,


bueno quizás media hora, porque se repiten todo el tiempo en
nuestra vida cotidiana. Especialmente en las grandes ciudades
estamos rodeados de objetos inalcanzables como modelos,
autos de lujo, joyas, casas impresionantes, un sueldo que
alcance y siguen los ejemplos. Alguno podría pensar que este
razonamiento se basa en la envidia o la angustia por un fracaso
109
personal pero hay una suerte de maquiavélico plan detrás del
que todos somos partes y creo que al menos debemos
desenmascararlo.

Desde el principio de los tiempos la humanidad


presenció desigualdades muy notorias entre los que más
tienen y los que no tienen nada, con el pasar de los años, en
algunos lugares del mundo, la brecha se fue haciendo más
corta aunque a nivel global lo que aumentó es el nivel de
conocimiento que tienen los que están abajo de la vida que
llevan los que están arriba. Esto obviamente genera un
resquemor y una tirantez entre las clases sociales que en
muchos casos desencadeno odio y en algunos casos violencia
extrema. Esto lo conocemos todos, pero lo que llama la
atención es que lejos de tratar de evitarse, especialmente en
los últimos años, se incentiva más y más.

Y aquí es donde empieza el plan macabro y la


conspiración que implica extraterrestres, fuerzas
sobrenaturales y la explicación de la construcción de las
pirámides. Esta marcada diferenciación entre los que tienen la
belleza, el dinero, el poder y la felicidad frente a la gente
común que se levanta, viaja incómodamente a un empleo del
que se queja constantemente y aspira a llegar a fin de mes es
mantenida a través de una maquinaria millonaria que no duda
en gastar en todos los medios posibles para que nadie pueda
escapar a verla y, lo que es más importante, a recibir el
mensaje que para algún ingenuo puede llegar a ser "Compra
110
esto" o " Mirá aquello" pero que en realidad están diciendo
"Vos no sos esté" o "no vas a llegar a conseguir aquello".

Esto es viejo como la publicidad donde para venderte


algo, o todo, necesitamos que el otro sienta que lo necesita
para acercarse más a la gente que admira, pertenecer a un
grupo o simplemente no quedar afuera de nada. Lo que nos
esclaviza en ese laburo que tanto odiamos para llegar a
alcanzar el nivel de vida que tiene un afiche o poder tener
guardadito en casa lo que nos quedamos viendo largo tiempo
en una vidriera. Pero estos modos se van actualizando y van
cambiando para evitar los anticuerpos que la misma gente
genera para protegerse.

Hoy en día internet, que es a esta altura prácticamente


un movimiento que se supone permite la igualdad y la
democratización de la información también juega a favor de
esto, desde un punto bastante más enroscado internet nos da
la falsa sensación de cercanía: con nuestros ídolos, con
nuestros sueños, con la información. Conocemos muy
esponsoreados casos de gente que gracias a internet hizo
fortunas con una gran idea o que se hizo íntimo amigo de su
estrella favorita.

No dudo que esos casos existan pero terminan


funcionando de la misma manera que la publicidad y nos
terminan invitando a que repitamos la experiencia. Si hacemos

111
exactamente lo mismo que esta gente llegaremos al mismo
resultado y aquí está el problema. Esta interpretación es la que
muchas veces nos condena a seguir los pasos de otro para
llegar a un resultado ambiguo, el "éxito". Y seguir un camino
que no es propio para buscar eso es, a mí criterio, un error y la
razón por la que este tipo de proyectos no tienen
p e isa e te é ito .

Porque si queremos tomar estos ejemplos, lo más


valorable de ellos es que sus protagonistas siempre crearon
sus propias herramientas para llegar a alcanzar sus deseos que
no eran el éxito en sí, obviamente que eso vino como
consecuencia y seguramente festejaron después de haber
ganado el primer millón de lo que sea, pero su motor fue la
búsqueda de una realización personal concretando una idea
propia.

Esto puede parecer obvio para algunos pero quizás no


tanto para otros. No digo que la publicidad o conocer casos de
gente que con una idea creó una corporación esté mal, sino
que hay que saber cómo tomarlos, no como un paso a paso
para alcanzar el "éxito" (sea lo que sea eso) sino como un
ejemplo de que a veces, pese a lo que digan los demás, si uno
es fiel a sí mismo, a sus ideas y sabe adaptarse a los baches del
camino, las cosas pueden cambiar y salir, aunque sea por una
vez, para nuestro lado.

112
No nos dejemos confundir por la proximidad de estos
carteles gigantescos o de esos famosos que están a un tweet
de distancia, no nos dejemos encandilar por esas luces de neón
o por ese lenguaje coloquial. Sepamos que en realidad todos
ellos y lo que representan están a un "camino" de distancia.

113
114
Y de yapa…

115
116
¿PERDIMOS LO INESPERADO?

Puede que sea el enlodado lente de la nostalgia pero por lo


que recuerdo años atrás vivíamos en periodo de constante
sorpresa, no estoy diciendo de las sorpresas malas a las que
estamos acostumbrados también ahora como catástrofes o
extrañas vueltas de tuerca de la económica. Sino sorpresas
más sanas y simples, como encontrarnos un dibujito que nos
gustaba de casualidad en la tele, o que alguien nos
sorprendiera con un regalito que no teníamos en agenda.
Incluso había películas o series que de vez en cuando tenían un
giro del que hablábamos por mucho tiempo.

Con una mano en el corazón decime, ¿cuánto hace que la vida


no te da una linda sorpresa? Ya sabemos que de las otras
tenemos y bastantes, pero de las buenas, lindas y realmente
inesperadas, ¿cuánto hace que no tenemos una? O, lo que es
mucho más importante, ¿son tan frecuentes como antes?

A veces nos engañamos a nosotros mismos y nos decimos que


quizás es el precio que pagamos por crecer, nos volvemos más
predecibles y las sorpresas ya no nos gustan tanto, esperamos
que todo se atenga a la rutina, quizás porque, por nuestras
propias experiencias, lo inesperado lo asociamos con
situaciones y circunstancias muy malas para nosotros.
117
Este análisis simplista que pensamos que está para
protegernos nos termina haciendo bastante mal. Algunos de
nosotros, adultos que nos vemos a nosotros mismos como
responsables, creemos que esta forma de pensar tiene
bastante lógica, y es cierto, no podemos seguir viviendo sin
pensar en las consecuencias, especialmente si hay gente que
depende de nosotros. Debemos generar un ambiente de
estabilidad para asegurarnos de que podamos acceder a lo que
necesitamos y otros necesitan de nosotros, no será el mundo
de aventuras en el que imaginariamente vivíamos cuando
éramos chicos pero es algo que nos permite seguir adelante.

¿Cuánta de esta previsibilidad es necesaria?, generalmente


uno de los problemas de la gente común es la falta de
equilibrio en sus vidas, o somos poco o mucho de algo, nos
cuesta mucho en alcanzar un punto medio, entonces, ¿somos
demasiado previsibles? La respuesta a eso la tiene cada uno,
quizás nunca nos lo preguntamos pero tendríamos que
hacerlo, ¿nuestra vida está demasiado programada?
Pensándolo en mi propia vida pienso que sí, mi día está
prácticamente cronometrado, sino no llego a hacer nada,
pensándolo un poco hasta mis vacaciones están programadas
al detalle, cada día una actividad, no salgo a ningún lado si no
tengo por lo menos actividades para 7 de los 10 días que me
tomo de vacaciones.

118
Particularmente no creo que esto esté tan mal como suena,
creo que no podría hacer ni siquiera esta columna si no me
programo un tiempo para hacerla (muchos podrán pensar en
este pu to, ejo p og a ate ot a osa , pero a mí me gusta
hacerla de tanto en tanto).

Pero el verdadero problema con tanto programa y tanto


planeamiento es que no deja espacio para lo inesperado,
¿cómo podemos esperar que algo lindo nos caiga del cielo si no
nos damos el tiempo para que eso suceda?, posiblemente
alguno que otro podría pasar de largo algo caído del cielo sin
siquiera levantar la cabeza de nuestro teléfono celular.
Tenemos que levantar la cabeza de vez en cuando y mirar a
nuestro alrededor, no sea cosa que lo que podría haber sido un
inesperado regalo del cielo, por el hecho de no prestar
atención, nos termine cayendo en la cabeza y aniquilando
nuestras posibilidades de ser felices, y quizás también de
seguir respirando.

Y entre tantas preguntas por qué no terminar con una que me


parece obligatoria. ¿Esto sucede naturalmente, o quizás puede
resultar ser el orquestado plan de otra persona? Que nos hace
creer que nuestras vidas deben ser previsibles e híper
planificadas para vendernos la sorpresa por otro lado, digamos
por el lado de esas pantallas y pantallitas a las que tanta
119
atención les prestamos (esperando algo que nos sorprenda tal
vez, o que nos saque de la monotonía de nuestras vidas).
Imagínense que nos sorprendiéramos gratuitamente con las
maravillas que nos rodean, ¿quién pagaría fortunas por un
super televisor led que te sorprenda? Es mejor, para algunos
pocos al menos, que nos sorprendamos de formas
prefabricadas y facturables que generar nosotros nuestras
propias sorpresas. La solución, si estamos buscando alguna,
será levantar de vez en cuando la mirada del celu y mirar
alrededor, quien te dice quizás veamos algo totalmente
inesperado.

120
.séver al otsiv oipicnirp un olós se lanif odoT

121
¿EH?

122
Encontrá otros artículos en:

Lasconclusionesdegus.blogspot.com

@Insertenombreak

/lasconclusionesdegus

123
124

S-ar putea să vă placă și