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MEDICION DE LA POBREZA
En la bibliografía sobre el bienestar y los niveles de vida, el término pobreza no tiene una
definición clara y universal debido a que, en el análisis de este fenómeno, se tiende a
relacionarlo con muchos aspectos de la condición humana. Como estos aspectos se refieren
no solo a la privación de bienes y servicios, sino también a cuestiones de tipo valorativo y
moral, que cada individuo sopesa de manera diferente en un momento determinado,
difícilmente podría tenerse un criterio único para definir o medir la pobreza. Por ello, es que
mientras algunos asocian la pobreza con la capacidad de las personas para satisfacer sus
necesidades básicas de alimentación, otros utilizan criterios relacionados con la salud,
vivienda, educación, ingresos, gastos, o con aspectos más amplios como la identidad,
derechos humanos, participación popular, entre otros, llegando con ellos a diferentes
magnitudes de pobreza. Es decir, es posible tener tantas definiciones, y cuantificaciones de
ella, como aspectos o criterios existan para medirla.
De una manera general, y a pesar del carácter multidimensional y complejo que puede tener,
se dice que la pobreza es una condición en la cual una o más personas tienen un nivel de
bienestar inferior al mínimo necesario para la sobrevivencia. Esta definición general de
pobreza es prácticamente la premisa básica para iniciar el proceso de su medición, cualquiera
sea el método a utilizar. Es decir, son los indicadores del "nivel de bienestar" y los criterios
para determinar el "mínimo necesario" los que hacen diferente un método de medición de
otro.
De acuerdo al ingreso este hogar sería calificado como pobre extremo. De acuerdo al gasto
de consumo del hogar sería catalogado como pobre no extremo. Y como no tiene Necesidades
Básicas Insatisfechas, este mismo hogar sería considerado como no pobre.
Este mismo hogar, ha sido catalogado en tres condiciones diferentes dependiendo del criterio
de medición empleado: el ingreso, el consumo o las necesidades básicas insatisfechas. Este
ejemplo, muestra la necesidad de conocer los aspectos sustantivos de los métodos para una
adecuada interpretación de los resultados.
Existe consenso entre los investigadores en que para la medición de la pobreza es necesario
definir un concepto simple y observable, y para ello generalmente se parte de la premisa de
que existe pobreza en una sociedad cuando una o más personas muestran un nivel de bienestar
inferior al mínimo necesario para la sobrevivencia. Desde el punto de vista estadístico, el
problema consiste entonces en definir una variable que refleje el bienestar, y en determinar
el mínimo necesario para la sobrevivencia, en términos de esa variable. Los que estén por
debajo de ese mínimo serán considerados como pobres y la proporción de ellos con respecto
a la población total será la tasa de pobreza en la sociedad en estudio.
Para cuantificar la pobreza generalmente se consideran tres métodos de medición,
internacionalmente reconocidos: el de la línea de pobreza, el de las necesidades básicas
insatisfechas y el integrado, que combina las dos anteriores.
Este método presenta las siguientes limitaciones: (a) todos los indicadores utilizados tienen
el mismo peso, (b) considera igualmente pobre a un hogar que indistintamente tiene uno, dos
ó tres NBI, (c) considera igualmente pobre a un hogar en donde hay 1 ó más niños que no
asisten a la escuela y (d) por facilidades de medición se privilegia a los indicadores de
vivienda. Asimismo, la utilización de indicadores de servicios para el área rural presenta
problemas conceptuales. En la medida de que el área rural es en mayor proporción un ámbito
casi natural, utilizar los mismos indicadores del área urbana, estaría sobreestimando la
pobreza de este ámbito.
Este método tiene la gran ventaja de que permite la focalización de la pobreza y la elaboración
de mapas de pobreza a nivel distrital cuando se utiliza como fuente de información los Censos
Nacionales.
a) Pobres crónicos que son los grupos más vulnerables porque tienen al menos una NBI e
ingresos o gastos por debajo de la línea de pobreza.
b) Pobres recientes, es decir, aquellos que tienen sus necesidades básicas satisfechas pero que
sus ingresos están por debajo de la línea de pobreza.
c) Pobres inerciales, que son aquellos que tienen al menos una necesidad básica insatisfecha,
pero sus ingresos o gastos están por encima de la línea de pobreza.
d) Integrados socialmente, es decir los que no tienen necesidades básicas insatisfechas y sus
gastos están por arriba de la línea de pobreza.
VENTAJAS Y LIMITACIONES DEL MÉTODO INTEGRADO
Este método presenta la ventaja de reconocer segmentos diferenciados entre los pobres para
definir las políticas económicas y sociales. La población objetivo identificada por el método
de la línea de pobreza (individuos con ingresos o consumos insuficientes) requiere de
políticas salariales, de empleo, de generación de ingresos; es decir, de políticas económicas.
Por su lado, la población objetivo identificada por el método de las necesidades básicas
insatisfechas requiere políticas que permitan el acceso a servicios de agua, educación,
viviendas adecuadas, etc, es decir, de políticas sociales. Asimismo, en la medida que los
indicadores utilizados por ambos métodos (NBI y LP) tienen comportamientos diferentes a
lo largo del tiempo, podría identificarse situaciones de pobreza estructural (bajo el enfoque
del método de las NBI) y de pobreza coyuntural (bajo el enfoque del método de la línea de
pobreza).
La principal limitación de este método es que el porcentaje total de pobres siempre resulta
mayor que el que proporciona cualquiera de los dos métodos que integra.
Dos son los métodos usuales de medición de la incidencia de la pobreza en América Latina:
Otro aspecto que impide la comparación es que, para un mismo conjunto de indicadores, se
están considerando puntos de corte diferentes. Por ejemplo, en Bolivia se considera que hay
hacinamiento cuando hay 2.5 o más personas por cuarto. En Paraguay, cuando hay tres o más
personas por cuarto, y en Perú cuando hay cuatro o más.
MÉTODOS QUE UTILIZAN LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES2.2.1
BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO (BID)
Compara también el ingreso con las líneas de pobreza, haciendo algunas transformaciones
en los datos con el fin de establecer cierta comparabilidad. Parten de una línea de pobreza
extrema metropolitana que corresponden al valor de una canasta básica de alimentos
metropolitana. La línea de pobreza extrema del resto urbano es asumida como el 95% de la
línea de pobreza extrema metropolitana y la línea de pobreza extrema rural equivalente al
75% de la misma. La línea de pobreza total urbana es asumida como el doble de la línea de
pobreza extrema, y la línea de pobreza extrema total rural es igual a la línea de pobreza
extrema aumentada en 75%. Los hogares son calificados como pobres extremos, pobres no
extremos, o no pobres con los mismos criterios que sigue el BID, con relación a la línea de
pobreza.
BANCO MUNDIAL
i)La persona es carente (Pi = 1) si el ingreso per capita del hogar al que pertenece (Yi), es
tal que Yi < L, es decir cuando (Yi - L) < 0.
ii)La persona no es carente (Pi = 0) si Yi ≥ L, de modo que Pi = 0, o bien, (Yi - L) ≥ 0.para
identificar a las personas carentes en el espacio del bienestar económico se elaboraron
cuatro canastas con los datos de la ENIGH del año 2006, una alimentaria y otra no
alimentaria, en los contextos rural y urbano. El método para la construcción de la canasta
alimentaria se fundamenta en la propuesta metodológica de la CEPAL (2007), que se basa
en los patrones de gasto de los hogares para aproximarse a los valores de consumo de
energía y micronutrientes.
La metodología ubica un estrato poblacional de referencia cuya aproximación de consumo
coincide con la recomendación nutricional. Para ello, las cantidades compradas por cada
hogar de los diferentes alimentos en un periodo determinado (mensual, semanal o diario) se
transforman en consumos de nutrientes de acuerdo con tablas de aportaciones nutricionales
de los alimentos. Se suman las cantidades consumidas de nutrientes y se comparan con el
requerimiento de consumo de cada hogar, según su composición por edad y sexo, para
determinar si el hogar alcanza el consumo requerido de los mismos o no. El procedimiento
consiste en ordenar los hogares por su ingreso; con base en esta ordenación se identifica el
conjunto de hogares que logran satisfacer el consumo requerido. La lista de alimentos que
requieren los hogares del estrato de referencia, la frecuencia de compras, la participación en
el gasto y las aportaciones nutricionales, permiten construir la canasta alimentaria (Coneval,
2010 y 2012).
Para la determinación de los rubros del gasto no alimentario se utilizó la metodología
propuesta por Hernández (2009), la cual considera las preferencias de bienes no alimentarios,
frecuencia de su consumo y participación de éstos en el gasto total para determinar el
contenido de la canasta básica no alimentaria. Este análisis combina información proveniente
de la ENIGH y de una encuesta nacional realizada en 2008 sobre percepciones de la
población acerca de la necesidad de los distintos bienes y servicios no alimentarios. Los
bienes y servicios de la canasta no alimentaria se determinaron a partir de los siguientes
cuatro criterios: i) que los bienes y servicios mostraran una elasticidad-ingreso menor a uno,
es decir, que fueran bienes necesarios; ii) que 50% o más de la población considerara que el
bien o servicio es necesario; iii) que la participación del gasto en el bien con respecto al gasto
total en el estrato de referencia fuese mayor a la media de todos los bienes, la cual fue de
16%, y iv) que el porcentaje de los hogares que consumieron el bien o servicio en el estrato
de referencia fuese mayor a 20% (Coneval, 2010 y 2012).
Espacio de los derechos sociales: La metodología considera las siguientes carencias
sociales: rezago educativo (C1), acceso a los servicios de salud (C2), acceso a la seguridad
social (C3), calidad y espacios de la vivienda (C4), acceso a servicios básicos en la vivienda
(C5) y acceso a la alimentación (C6). Para determinar si una persona es carente o no en el
espacio de los derechos sociales es necesario referirse a los indicadores o variables que lo
conforman y a sus respectivos umbrales (véase Apéndice). Los umbrales de los indicadores
del espacio de los derechos son análogos a las líneas de bienestar en el ámbito económico.
No obstante, éstos se determinaron tomando en cuenta los siguientes criterios:
i) Se aplicaron las normas legales si existían.
ii) En caso de que no las hubiese, se recurrió a los criterios definidos por expertos de
instituciones públicas especialistas en los temas relacionados con el indicador.
iii) Si los criterios anteriores no eran concluyentes, se emplearon métodos estadísticos para
determinarlos y, en último caso.
iv) La determinación la hizo la comisión ejecutiva del Coneval (2010).
En la agregación de carencias en este espacio subyacen dos operaciones, una lógica y otra
estadística. La primera, la lógica, se expresa en el operador “O” (o unión) que lleva a calificar
como carente a una persona que presente al menos uno de los perfiles señalados en
el Apéndice respecto a cada carencia. La operación unión aplicada a las carencias en cada
una de las variables se sustenta en que los derechos sociales son indivisibles e indisolubles.
La otra operación (la estadística) sirve para determinar los umbrales cuyo nivel mínimo de
medición debe ser ordinal, a menos que la variable sea dicotómica, como es el caso del
suministro de energía eléctrica. Por ejemplo, las variables acceso al agua, tipo de drenaje y
el combustible que se usa para cocinar son ordinales y, por tanto, se pueden dividir en dos,
la parte que está por debajo del umbral (que identifica a los carentes) y la que empieza en el
umbral (la parte superior de la variable) donde se ubican los no carentes.
Se dice que una persona i es carente en el espacio de los derechos sociales si presenta alguna
carencia j, en que j = 1, …, 6. La identificación de las carencias sociales toma en
consideración que los derechos son indivisibles e indisolubles, de modo que basta con que la
persona i presente por lo menos una carencia (Cj) para ser clasificada como carente. La
primera de estas propiedades permite asignar a la carencia j de la persona i el valor de 1 (Cij =
1) y en caso contrario el valor de 0, (Cij = 0). Como no hay jerarquía entre los derechos no
cabe la posibilidad de asignarles ponderaciones distintas, por lo que se pueden agregar por
simple suma. La suma de las carencias (Ci,j) de la persona i (número de carencias) es su índice
de privación social y se expresa de la siguiente manera:
en la que Pim es una variable dicotómica (indicador) que asume el valor de 1 si la persona
genérica i es pobre según la medición multidimensional y 0 si no lo es.
Una persona se encuentra en situación de pobreza multidimensional cuando tiene una o más
carencias sociales y, simultáneamente, sus ingresos son insuficientes para adquirir los bienes
y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades básicas (Coneval, 2010). La
metodología utiliza el criterio de intersección y no de unión de las dimensiones para
identificar a la población en pobreza. Esta es una característica particular de la metodología
desarrollada por México.
Al tener dos espacios analíticos diferentes, la identificación de la persona pobre obedece tanto
al diagnóstico de su situación económica como al número de carencias sociales que presenta.
En el eje vertical de la Gráfica 1 se representa el espacio del bienestar económico, el cual se
mide por medio del ingreso de las personas. La línea de bienestar permite diferenciar si las
personas tienen un ingreso suficiente o no.
y el otro grupo incluye a los que tienen un índice de privación menor que C*,
Estas nuevas definiciones permiten identificar dos tipos de pobres: los extremos (cuadrante
Iʹʹ) y los pobres moderados (Gráfica 2). La persona i es pobre extremo (Pi, me) si tiene
simultáneamente un ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo (Yi, < LBm), y tres o más
carencias sociales (mayor o igual que C*). Según esta definición, el individuo i es o no pobre
extremo de acuerdo con lo siguiente:
Se genera así una variable que asume el valor de 1 para toda persona que satisfaga la
definición de pobre extremo y de 0 en caso contrario. Por otra parte, serán considerados
pobres moderados (Pi, mm) aquellas personas que, de acuerdo con la medición
multidimensional, son pobres pero no pobres extremos.
AGREGACIÓN:
Una vez identificadas las personas pobres, es necesario contar con una serie de medidas que
indiquen la magnitud y estado de la pobreza de la población. Las medidas agregadas de
pobreza deben satisfacer un conjunto de propiedades, como por ejemplo, asegurar la
comparación de las mediciones de pobreza nacional, estatal y municipal, y a lo largo del
tiempo; permitir valorar la contribución de los estados y los municipios a paliar la pobreza
nacional; posibilitar el conocimiento de la participación de cada una de las dimensiones, y
cumplir algunas cualidades analíticas.
Esta metodología emplea tres tipos de medidas agregadas de pobreza: la incidencia, la
profundidad y la intensidad. Para calcular la incidencia de la pobreza multidimensional se
divide el número de personas en esta condición entre el total de la población (n).
La incidencia de la pobreza multidimensional (Hm) se define como:
El dominio de la suma (q0) representa a las personas carentes por ingresos (es decir, aquellas
para las que Y < L). FGT0 mide la incidencia de la pobreza; FGT1(α = 1) cuantifica la brecha
o profundidad de la pobreza, y FGT2 , la brecha cuadrática, es sensible a la desigualdad de la
pobreza además de la profundidad en el espacio del bienestar (Foster, Greer y Thorbecke,
1984).
La expresión (L - Yi) es una medida de la profundidad de la carencia de ingreso: mientras
mayor sea la brecha entre el ingreso y la línea L, mayor será la profundidad de su carencia de
bienestar. Si esta diferencia se pone en relación con la línea de pobreza [(L - Yi)/L], el
resultado es una medida relativa de la brecha, pero esta vez normalizada en unidades de línea
de pobreza.
En el espacio de los derechos sociales, el índice de privación social se mide de la siguiente
manera:
Los numeradores de Im, Ime e Imm cuantifican el número total de carencias de los conjuntos de
los pobres multidimensionales, multidimensionales extremos y los moderados, y los
correspondientes denominadores nd expresan el número total de carencias que puede
experimentar la población, de modo que los Im miden la proporción de carencias
multidimensionales en la población respecto al máximo posible de privaciones que podrían
existir en la población.
FGT0 , el índice de privación social, los índices de intensidad y de la incidencia de la pobreza
multidimensional, multidimensional extrema y moderada tienen la propiedad de ser
agregativos o desagregables por subgrupos poblacionales. Esto quiere decir que la suma
ponderada de los valores calculados en las particiones de la población arroja como resultado
el valor del índice total. A partir de esta propiedad se puede cuantificar la aportación de cada
elemento de la partición a la pobreza total.
Con estas medidas es posible calcular también la aportación que hace cada dimensión a la
intensidad de la pobreza ya que se trata de combinaciones lineales definidas sobre
particiones. Las medidas de intensidad destacan el papel que desempeñan las carencias en la
medición multidimensional de la pobreza, información que resulta útil para orientar la
política social.
La metodología adoptada para medir la pobreza multidimensional hace posible estimar la
contribución de diversas particiones de la población a la pobreza global, pero no permite
separar los efectos “bienestar” y “privación”. Esta propiedad sí la cumplen las
aproximaciones que combinan linealmente ambos espacios como, por ejemplo, el índice
propuesto por Foster (2010), que otorga el peso “un medio” a la dimensión ingreso y el otro
medio se reparte por igual entre las dimensiones restantes. En este mismo sentido, el MMIP
asigna pesos diferentes en sus distintas versiones (Boltvinik, 2010), pero lo hace al costo de
atribuir ponderaciones que suelen ser objeto de disputas, pues los criterios para dirimirlas
suelen estar ausentes. De esta manera, los pesos asignados a cada dimensión son subjetivos
y poco claros.
MEDICIÓN DE LA POBREZA (2010-2012)
De acuerdo con la definición oficial, son pobres quienes tienen al menos una carencia social
y un ingreso inferior a la línea de bienestar. En 2010 México tenía 52.8 millones de personas
en condición de pobreza (46.1%). Entre ellos, había 39.8 millones de personas que vivían en
pobreza moderada y 13.0 millones en pobreza extrema. Las carencias sociales que más
afectaban a la población y, por tanto, contribuían más a la pobreza eran la carencia por acceso
a la seguridad social (60.7%), la carencia por acceso a los servicios de salud (29.2%) y la
carencia por acceso a la alimentación (24.8%).
Los datos de la medición para 2010 muestran que, en el rubro de ingresos, 19.4% de la
población carecía de ingreso suficiente para adquirir la canasta de alimentos y que poco más
de la mitad de la población (52.0%) no podía satisfacer sus necesidades alimentarias y no
alimentarias por falta de recursos económicos.
La metodología facilita evaluar los cambios entre diferentes mediciones en el tiempo. A
manera de ejemplo se presenta los cambios entre 2010 y 2012 (Cuadro 1).
Las soluciones para la pobreza pasan por entender que actualmente el 20% de la población
rica consume el 80% de los recursos mundiales llevando a miles de personas a la pobreza
extrema y devastando el medio ambiente.
La pregunta que realmente deberíamos hacernos al buscar cómo erradicar la pobreza si existe
un modelo alternativo de desarrollo que permita que todas las personas alcancemos un nivel
de vida adecuado.
Lo que está impidiendo desarrollar las soluciones para la pobreza es la falta de voluntad
política y la presión que las élites ricas y poderosas ejercen sobre la toma de decisiones de
los gobiernos.
Las soluciones para la pobreza en el mundo pasan por acabar con la desigualdad en el acceso
y en el uso de los recursos naturales.
• Acabar con la desigualdad: Necesitamos localizar los focos de pobreza extrema. Muchos
de los programas que buscan soluciones para la pobreza se han centrado en erradicar la
pobreza allí donde era menos extrema. Sin embargo es importante trabajar con los grupos
para los que las consecuencias de la pobreza son peores: mujeres, discapacitados, minorías
étnicas, tribus o castas. Acabar con la desigualdad será clave para erradicar la pobreza en el
mundo.
• Poner límites planetarios: los patrones de consumo de los países ricos están limitando
directamente la capacidad de acceso de los países pobres a estos recursos e incidiendo en
el cambio climático. Para acabar con la pobreza a nivel local, la gobernanza y los derechos
sobre los recursos naturales son cruciales para asegurar que la población que vive en pobreza
y pobreza extrema pueda acceder a los recursos de su país. Mientras en algunos lugares crece
la pobreza, vemos cómo muchos países ricos y empresas están intentando controlar el acceso
a recursos como el agua dulce, los bosques, la pesca, los minerales y los combustibles
fósiles. Acabar con esta situación es una de las soluciones para la pobreza.
BIBLIOGRAFIA
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Feres, Juan Carlos, y Xavier Mancero (2000), “El método de las necesidades básicas
insatisfechas (NBI) y sus aplicaciones en América Latina”, Taller 5: La medición de
la pobreza: métodos y aplicaciones, Programa para el mejoramiento de las encuestas
y la medición de las condiciones de vida en América Latina y el Caribe (MECOVI),
CEPAL.