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Habitualmente remite al concepto de desarrollo, crecimiento y evolución biológica, o sea a pubertad. Al desarrollo
biológico que se llama pubertad.
Piaget.
¿Qué efectos han tenido en las prácticas pedagógicas estos conceptos piagetianos?
Una mirada homogeneizante de la educación. Todos nos desarrollamos al mismo ritmo y también se espera ese
ritmo y esas estructuras a determinada edad, y si el niño o adolescente no las cumple se la considera una patología o
una incapacidad y por lo general, se los derivaba a escuelas especiales.
La constitución de un niño particular. En el sentido de pensar lo normal y lo patológico, el que alcanza y el que no
alcanza cierta expectativa.
Un formato de escolaridad normalizante y una expectativa en relación a una serie de competencias que deben
tener los jóvenes. En la adolescencia se espera la adquisición del pensamiento formal, poder operar con ideas
abstractas o sistemas lógicos y construir teorías.
¿En qué discrepan estos autores, Bertín y Aliani, con respecto de la mirada piagetiana del adolescente?
No coinciden con el tema de la personalidad incipiente y también con que en la adolescencia estaríamos frente a una
estructura, o se pondría en juego una estructura diferente. Cuando hablan de estructura, no se refieren a la
estructura cognitiva, ellos hablan de estructura psíquica, que se da en la niñez y se reedita, se redefine, o resignifica
en la adolescencia.
Al Complejo de Edipo. El complejo de Edipo es una experiencia por la que todos pasamos, es universal, aunque la
trayectoria, la historización del Edipo, en cada uno, uno es singular, única y diferente. Los avatares del Edipo, donde
se dan celos, a la madre o al padre, relaciones de amor odio, o sentimientos ambivalentes, son diferentes en cada
sujeto. Lo que es igual para todos es que el Complejo de Edipo es estructurante del psiquismo. La estructura del
psiquismo de la que hablamos es la estructura que nos constituye como sujetos deseantes en la infancia y que se
reedita o resignifica en la adolescencia.
Esta es la gran diferencia entre los desarrollistas y los psicoanalistas, no habría una estructura mayor, más
desarrollada, diferente, sino simplemente, la misma que se estructuró en la infancia y que se vuelve a significar, se le
da otra vuelta, pero es la misma.
La adolescencia no es el resultado de una evolución sucesiva y natural que alcanza al pensamiento formal que
posibilitaría una reconciliación con la realidad. Esta es otra diferencia, para el psicoanálisis la realidad es psíquica, no
hay un adentro y un afuera, cada sujeto significa ese real, que sería la irrupción de la sexualidad en el cuerpo, pero no
estaría tan disociado el adentro y el afuera. Son conceptos que tienen que ver más con una tensión entre la
separación y la alienación que con un adentro y un afuera. Todos nos vamos a constituir a partir de un otro, pero ese
otro y nosotros es una unidad, lo que va a separar esa unidad es un acontecimiento del orden de lo simbólico, no va a
ser algo empírico.
Ni el adolescente constituye una personalidad incipiente a partir de un proceso de estructuración diferente. Para
estos autores el adolescente va a reeditar su trayecto edípico que sería un complejo estructurador del psiquismo que
se hace factible a partir de la significación fálica.
Significante fálico y significación fálica no es lo mismo. ¿Cuál es el nudo que separa la célula narcisista? La castración.
En esta materia tenemos que tener la noción de castración. Vimos algo en Freud y tienen otro texto obligatorio que
son las clases de Kuri.
La premisa universal del pene. Es una fantasía de los niños, que dividen entre quienes lo tienen y quienes lo
perdieron. La castración no es del orden de lo empírico, un hecho constatable, sino que es del orden de lo simbólico,
es una representación psíquica de que al pene no lo tiene más, se lo cortaron.
Ahora, en Lacan, la cuestión del falo tiene que ver más con “ser o tener el falo”. El falo en Lacan es una clave para leer
la subjetividad o por dónde va el síntoma. No es lo mismo posicionarse subjetivamente como el falo del otro, es decir,
el que completa el deseo del otro, donde hay una alienación, donde el sujeto todavía está pegado al deseo de la
madre, a cualquier edad, que haber pasado por la castración, haber aceptado las leyes de prohibición del incesto y la
ley de prohibición del parricidio y aceptar que se debe buscar un objeto exogámico, por fuera de lo familiar, y que a
su vez, ese objeto me puede llegar a dejar, o sea, aceptar esa falta, esa separación. Estos distintos posicionamientos
están en relación al concepto falo, que es el significante de la falta.
El significante fálico, o sea el falo, es una clave para la para leer los síntomas. La significación fálica sería el producto
de la metáfora paterna. Esto tiene que ver con el Edipo en Lacan.
El Edipo en Lacan tiene tres tiempos, en un primer tiempo no hay una diferenciación entre la mamá y el hijo. El hijo
estaría ocupando un lugar fálico, es lo que completa el deseo de la madre, lo que colma el deseo de la madre, por
eso es una unidad narcisista. Ese sujeto es indiferenciado, no tiene conciencia de un yo-no yo, la libido es
indiferenciada. La madre es una madre fálica, porque es una madre completa. El niño ocupa el lugar de falo, en el
sentido de eso que completa el deseo. Allí no hay falta, es una unidad.
El segundo tiempo es el del padre privador, es el padre como agente de la ley, de la ley de prohibición del incesto,
que va dirigida hacia el hijo: no te acostarás con tu madre, y hacia la madre: no reintegrarás tu producto. En esta
etapa el padre detenta la ley.
El tercer tiempo es el del padre habilitador, porque el padre acepta la ley como una terceridad. Todos deben
someterse a esa ley, inclusive él mismo. El padre acepta que no es completo, también acepta la castración. Da la
posibilidad al hijo de ser un sujeto de deseo. Todo esto tiene que ver con una cuestión estructural.
El Edipo es una noción estructural, es la base del psiquismo, cuando decimos estructura, pensamos en un conjunto
de relaciones que relacionan distintos elementos del todo.
Los elementos de la estructura edípica son una triada, el padre, madre y falo (hijo).
¿Qué es lo diferencial para Bertín y Aliani en este período? ¿Qué es lo que puede un adolescente que no puede un
niño?
La reproducción sexuada. Eso tiene que ver, dice el texto, con un real que irrumpe en el cuerpo y que necesita ser
significado. Un cambio hormonal que obliga a poner en juego la función simbólica de la paternidad … y yo diría, la
castración, porque la paternidad está en relación a que el padre es el agente de la castración.
Ser agente de la castración, separar la célula narcisista madre-hijo, que posibilita la falta y habilita la ley del deseo. El
deseo te pone un límite: con la madre no, pero te habilita con cualquier otra.
No, utiliza los términos pubertad (biológico) y juventud (biológico y lo social – posibilidad de elección de un objeto
exogámico).
¿Cómo define Freud la latencia y qué pasa, en esta etapa, con la sexualidad infantil?
Período que establece una separación entre la infancia y la pubertad en el cual, las expresiones de la sexualidad
infantil, normalmente caen bajo la represión. Además, se instalan los diques anímicos que son el asco, la vergüenza y
la moral. Con la declinación del Edipo, se intensifica la represión, se pone en juego la amnesia infantil, y se constituye
el superyó, que va a inscribir un mandato que tiene que ver con la ley de la prohibición del incesto.
La sexualidad cae bajo la represión, se disminuye la sexualidad, se desexualiza la relación de objeto, predominando la
corriente tierna hacia el objeto, aparecen los diques anímicos, se niegan las primeras identificaciones y se produce la
sublimación.
La sublimación es el cambio de meta de las pulsiones sexuales hacia actividades reconocidas socialmente. Es uno de
los destinos de la pulsión. Cambio de meta sexual a una valorada socialmente (arte, ciencia, deportes, etc.)
¿Qué se reedita en el pasaje de la latencia a la adolescencia? ¿A qué se refiere con: “experiencia que como
acontecimiento tiene por objeto hacer posible un espacio habitable”?
Al Complejo de Edipo. ¿Por qué es necesario pasar por el Edipo y la castración, para poder habitar un espacio en lo
social?
Ser sujeto es algo relacionado con la tensión entre alienación separación. Nuestros padres nos transmiten miedos y
deseos, pero cada uno tendrá que ir resignificando todo eso y viviendo una vida otra, una vida singular.
Esa experiencia refiere al Complejo de Edipo, estructurador del psiquismo, necesario para poder separarnos de lo
materno, incluirnos en la sociedad como uno más, y no quedar atrapado en lo familiar como el falo del otro, como
aquello que completa el deseo materno.
El descubrimiento de la falta en el otro, es decir, el gran otro, que es la madre, es un ser deseante. Cuando el sujeto
se da cuenta que la madre es un ser deseante, ahí puede darse cuenta que ella también es castrada, en el sentido de
que hay algo que le falta, por eso desea.
En el estadio del espejo se constituye el registro de lo imaginario, el niño es un falo imaginario. Lo simbólico estaría
en la mirada de la madre, pero todavía no está dada la separación que la va a producir la castración. La instauración
de la ley de prohibición del incesto se va a dar con la constitución del superyó. Estamos hablando de cuando el niño
empieza la escuela, allí empieza a tener el lugar simbólico de alumno.
Introduce un orden en el caos y limita el impulso sexual primitivo. La cuestión sexual infantil tiene que ver con la
sexualidad polimorfa, con las pulsiones sexuales desordenadas y dirigidas hacia un objeto sexual incestuoso. Esto
pone límites.
Otro efecto es la instauración de lo simbólico. Algo que nombra lo ausente. Tiene que ver con lo representacional.
En la célula narcisista el sujeto tiene representaciones imaginarias porque todavía no se ha constituido el registro de
lo simbólico, que aparece con la castración.
¿La instauración o la inscripción del incesto es natural, espontánea, igual para todos?
La castración y la instauración de la ley del incesto. Es con esta sí y con esta no. Te marca un orden. Se ordena, se
organiza el psiquismo. Con todas sí, con la madre no. Al padre no se lo puede matar, por lo tanto, tampoco se puede
matar a nadie. Se dice que cualquier asesinato refiere es un parricidio.
La mayoría de estas relaciones termina en la muerte, por eso decimos que amenaza al grupo, también desde lo
genético tienen problema los hijos de relaciones incestuosas.
Lo que viene con el mandato también es el castigo. En Freud se ve en “la amenaza de castración”, con la madre no, y
allí aparece la amenaza, lo que va a pasar si va con la madre. Libera el horror que tiene que ver con el deseo
incestuoso.
¿En qué formaciones psíquicas encontramos huellas del deseo de transgredir la ley de prohibición del incesto?
En las formaciones del inconsciente, pero en este texto hace alusión a los síntomas. Los síntomas surgen como
formación de compromiso entre el deseo incestuoso y el mandato superyoico que dice: con la madre no.
A las primeras experiencias sexuales. Los besos que se dio Dora con el vecino, en Elizabet al amor que le tenía al
cuñado, etc.
Un mensaje cifrado de una renuncia, una herida narcisista por la que no se ha podido terminar el duelo.
El síntoma habla de eso, aún no se puede renunciar en alguna medida a ese objeto.
Necesita tramitar las marcas que le vienen del Otro. Resabios de una ley que hace surco, que deja huella, que opera
como soporte de nuestra cultura y nuestra humanidad, y a la cual cada actor social debe poder subjetivar.
Las vicisitudes sintomáticas y el sufrimiento concomitante fuera parte de un rito íntimo de iniciación a la vida adulta.
Sexualidad, rito, secreto, dolor. En sus principios, los ritos de iniciación consistían en separar al púber de la madre e
incluirlo en la vida de los adultos, y este pasaje de una etapa a otra solía implicar experiencias dolorosas.
Este texto va a hablar mucho de acontecimiento, que es algo que irrumpe y marca un antes y después. No es algo
que viene como un proceso evolutivo.
¿De quiénes necesita el adolescente para tramitar esta crisis traumática que supone el encuentro con un
parteneire sexual?
A esto lo vimos en Doltó, pero lo que agrega este texto, es que las personas que acompañan al adolescente son las
que lo nominan (lo nombran: los padres), lo inscriben en una cadena generacional (somos hijos de, nietos de, etc.).
El texto Metamorfosis de la pubertad es un texto super biologicista, pero no tiene mucha complicación. A nosotros
nos interesa más la cuestión psicológica. De ese texto hay una frase que dice: todo encuentro es un reencuento.
Vean qué quiere decir.
Pulsión: destinos.
dianaflorestaahotmail.com
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