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ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN 3
2. FUNDAMENTACIÓN 7
4. CONCEPTOS CLAVES. 11
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2.1.-Relaciones bien tratantes en los equipos de los Jardines Infantiles y las familias. 14
2.2.-Orientaciones para generar relaciones bien tratantes de los adultos del infantil 14
Con los niños y niñas.
2.3.-Orientaciones para generar relaciones bien tratantes entre los niños y niñas. 15
2.4.- Redes comunitarias para la promoción del buen trato.
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lV.- VULNERACIÓN DE DERECHOS 16
1.-Detección 20
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PROTOCOLOS DE ACTUACION 21
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I. INTRODUCCIÓN
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niños y niñas, promoviendo y posibilitando que ellos y ellas desarrollen su máximo potencial
y múltiples capacidades.
La Educación Parvularia constituye el primer nivel de la trayectoria educativa, y
tiene como objetivo favorecer el aprendizaje y desarrollo integral de niños, desde su
nacimiento hasta su edad de ingreso a la Educación Básica, promoviendo el desarrollo de
relaciones y prácticas pedagógicas fundamentadas en el respeto, la confianza y la inclusión;
valorando y acogiendo a cada niño y niña en su singularidad.
En ese contexto, es necesario que se garantice el reconocimiento de niños y niñas
como sujetos plenos de derecho, resguardando permanentemente su bienestar y desarrollo
integral, favoreciendo el ejercicio protagónico y activo en sus aprendizajes. Los
establecimientos de Educación Parvularia deben actuar y asumir su responsabilidad como
garantes de derecho de niños y niñas, respetando, protegiendo y cuidando que se cumplan
y puedan realmente ser ejercidos por ellos y ellas.
Bajo esta consideración, queda de manifiesto que la Educación Parvularia asume un
gran desafío: su quehacer trasciende los aspectos formativos, e implica, necesariamente,
reconocer a niños y niñas en cuanto sujetos de derecho integrales, que requieren para su
óptimo desarrollo, convivir en espacios afectuosos, atractivos y respetuosos de su dignidad.
Se espera que los establecimientos promuevan la participación de los párvulos, ofreciendo
relaciones y contextos caracterizados por el Buen Trato, asumiendo que éste es un
elemento central para una educación de calidad, integral e inclusiva.
Las orientaciones que se presentan en este documento y los que hemos decidido
trabajar desde el DEM y los jardines infantiles de la comuna , se sustentan en cuatro
principios fundamentales que emanan de la Convención Internacional de los Derechos del
Niño, tratado de derechos humanos que establece obligaciones para los Estados y para
diversos agentes como familias, profesionales de la salud, profesionales de la educación,
jueces, entre otros, y que debemos trabajar coherentemente como organismos públicos y
educativos de la comuna de Quilicura
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PRINCIPIOS ORIENTADORES( UNICEF 1990)
Todas las decisiones que afecten a niños y
niñas deben tomarse situándolos en el
Interés superior del niño centro, resguardando su bienestar y
considerando lo que sea mejor para ellos y
ellas.
Niños y niñas tienen derecho a expresar sus
opiniones y a que éstas sean consideradas,
Participación cuando se tome una decisión que los y las
afecte. Siempre en coherencia con su nivel
de desarrollo.
Los derechos son para todos los niños y
Derecho a la vida, supervivencia y niñas, sin distinción alguna por concepto de
desarrollo raza, religión, creencias, familia de origen,
género o discapacidad. Nada justifica el trato
desigual.
Los derechos son para todos los niños y
No discriminación niñas, sin distinción por raza, religión,
creencias, familia de origen, género o
discapacidad. Nada justifica el trato desigual,
ni la discriminación en ninguno de sus casos.
Los derechos del niño deben ser entendidos
como un valor supremo a proteger y cuidar.
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1. BUEN TRATO EN JARDINES INFANTILES DE LA COMUNA DE QUILICURA
Una Educación Parvularia de calidad, no podrá ser tal, si es que no genera las
condiciones para que niños y niñas desarrollen todo su potencial, en contextos de satisfacción
de sus necesidades básicas, respeto por sus particularidades y resguardo de sus derechos. Cada
jardín infantil dependiente del DEM de la comuna de Quilicura deberá tener como propósito
constituirse en un espacio idóneo para que niños y niñas, de la mano de sus familias, exploren,
aprendan, disfruten y desarrollen; viviendo un presente amoroso y respetuoso de ellas y ellos.
Una característica esencial de los primeros seis años de vida, es la dependencia y la
necesidad de niños y niñas de tener a otros y otras que colaboren en la satisfacción de sus
necesidades; la vida de los párvulos y su desarrollo dependen, en gran parte, de las
competencias de los adultos significativos y del aporte del sistema social del que son parte. La
mayor dependencia y vulnerabilidad propia de la primera infancia exigen que las relaciones de
Buen Trato sean un elemento que necesariamente tendrá que considerarse en el desarrollo de
una Educación Parvularia integral, respetuosa y de calidad.
Ser sujeto de Buen Trato, en la primera infancia implica necesariamente que los adultos
a cargo indiquen y respondan de manera pertinente y efectiva a las necesidades básicas de
niños y niñas, incluyendo entre éstas aquellas relacionadas con la alimentación, cuidado, salud,
atención y afecto. Se requiere de adultos disponibles, sensibles y atentos a sus necesidades. Una
respuesta empática, oportuna y amorosa impacta de manera positiva en el aprendizaje y
desarrollo integral de los párvulos y promueve la generación de relaciones afectivas y seguras,
de manera que va estableciendo un círculo virtuoso.
Niños y niñas, desde el nacimiento hasta los seis años, transitan un periodo de rápido
crecimiento y cambios, debido a múltiples factores que potencian y facilitan el desarrollo, los
cuales dependen en gran medida de variables dependientes del contexto. De manera creciente
se desarrolla la movilidad, la capacidad de comunicación y las aptitudes cognitivas y socio
afectivas, aspectos determinantes en el desarrollo humano posterior.
El Buen Trato en Educación Parvularia está relacionado con la promoción del bienestar
en las relaciones; reconociendo en la interacción las necesidades personales, así como las de los
sujetos con los que se interactúa.
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Los equipos educativos deben ser capaces de generar las condiciones para que niños y
niñas aprendan y se desarrollen en espacios que acogen sus necesidades, sus características y
las respetan. A su vez, significa que son capaces de activar los recursos necesarios cuando un
niño o niña está siendo vulnerado en alguno de sus derechos, es decir, cuando por acción u
omisión los adultos transgreden la dignidad, el bienestar físico, emocional, sexual o psicológico.
Para lo anterior, es requisito conocer cuáles son los derechos de los niños y niñas,
además de involucrar a toda la comunidad educativa; compartiendo sentidos, saberes y recursos
que contribuyan a su bienestar integral.
Los equipos educativos de los Jardines Infantiles, es decir los adultos que los
constituyen, no pueden por sí solos ejercer como garantes exclusivos de todos los derechos de
los niños y niñas, pero sí tienen el deber de generar y movilizar todos los recursos necesarios
para que el Buen Trato, entendido como un derecho, sea resguardado.
La construcción de una cultura basada en el Buen Trato en Educación Parvularia debe
avanzar hacia un enfoque inclusivo y de derechos en la que se conoce y reconoce a todos y
todas desde su trayectoria vital, su contexto socio-cultural y familiar, sus intereses y
necesidades, valorando la diversidad existente en la comunidad educativa.
2. FUNDAMENTACIÓN
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afectando su crecimiento y desarrollo físico, cognitivo, emocional y social. El estrés generado
por situaciones de maltrato (independiente si son severas, prolongadas o inesperadas), genera
altos niveles de cortisol, aumentando la probabilidad de un desarrollo desproporcionado de las
regiones del cerebro asociadas a la ansiedad y el miedo; por lo tanto, el párvulo tenderá a estar
listo para el ataque desplegando con frecuencia respuestas de defensa frente a una posible
agresión. Es decir, la mayor parte de su energía estará destinada a protegerse y no al servicio del
aprendizaje y desarrollo.
La capacidad para comunicarse e interactuar con otros y establecer relaciones
saludables durante toda la vida también es impactada por el maltrato. Se han observado
repercusiones en las capacidades relacionales, de apego y autonomía, así como sintomatología
asociada a alteraciones del ciclo sueño-vigilia, pérdida del control de esfínteres, deficiencias
psicomotoras y trastornos psicosomáticos.
A pesar de esta evidencia, los malos tratos son hoy una realidad que afecta a los niños y
niñas de Chile. Según cifras de UNICEF, el 71% de los niños, niñas y adolescentes señala que ha
recibido algún tipo de maltrato. De estos, el 51,5% refiere ser víctima de violencia física y un
25% de violencia física grave. Estos datos revelan que el maltrato no es una conducta poco
frecuente, sino todo lo contrario dado que tres de cada cuatro niños, niñas y adolescentes la
experimentan.
En consideración de lo recién descrito, detener el maltrato a tiempo es un imperativo.
Una intervención oportuna, amorosa y reparadora podría contribuir a revertir el daño causado.
En el contexto de los establecimientos de Educación Parvularia, habrá que activar los
dispositivos necesarios, pero también se requerirá que las personas que están en contacto
directo con los párvulos, generen relaciones de afecto, sensibilidad y empatía; tanto para
contribuir a la reparación, como para promover en niños y niñas, víctimas de maltrato, que
aprendan a expresar afecto sin temor y a leer las señales de los otros poniéndose en su lugar.
Como garantes de derecho, los miembros de los equipos de los establecimientos de Educación
Parvularia, tienen un papel fundamental en la intervención oportuna ante una vulneración. Sin
embargo, su rol no se agota en esta acción, antes de interrumpir es fundamental prevenir el
maltrato y promover los buenos tratos. Para esta tarea se requiere generar climas bien
tratantes, orientados a que todos los miembros de una comunidad educativa, en especial los
niños y las niñas, cultiven la confianza en sus propias potencialidades, en sus pares, en la
comunidad educativa y en sus familias.
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Las comunidades educativas que basan su acción en el Buen Trato, pueden transformar
las trayectorias vitales de niños y niñas que han sido maltratados, convirtiéndolos en adultos
significativos disponibles para influir positivamente en el desarrollo de niños y niñas, ofreciendo
vínculos afectivos seguros, fiables, estables y continuos.
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derechos, capaces de ejercerlos. Además, deben ser respetados por el Estado y por toda
persona que interactúe con niños.
Código Civil
Concreta el principio del “interés superior del niño y niña” en materia del Derecho de
familia, señalando que la preocupación fundamental de los padres es el interés superior del hijo,
para lo cual procurarán su mayor realización espiritual y material posible, y lo guiarán en el
ejercicio de los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana de modo conforme a
la evolución de sus facultades.
Código Penal
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Ley N° 19.968 que crea los Tribunales de Familia
Por medio de esta ley, se crean tribunales especiales para tratar con niños y niñas
frente a la vulneración de sus derechos. En ellos, el juez debe aplicar un trato preferencial y
especial con niños y niñas durante todo el procedimiento, considerando su vulnerabilidad física,
psicológica y su etapa de desarrollo.
Esta norma destaca que todos los niños y niñas tienen derecho a ser oídos, garantizando
el ejercicio y goce pleno y efectivo de sus derechos y garantías, consagrando el interés superior
del niño. Para ello, y en conjunto con equipos interdisciplinarios, se puede decretar “audiencias
reservada de menor” con el objeto de que el niño o niña expresen su propia opinión.
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DFL N° 2, que fija el texto refundido, coordinado y sistematizado de la Ley N° 20.370, Ley
General de Educación
La Ley General de Educación (LGE) consagra una serie de principios que propenden al
Buen Trato, tales como la inclusión, la interculturalidad, la participación y la equidad en el
sistema educativo. Todos contribuyen a establecer relaciones bien tratantes, considerando a
toda la comunidad educativa.
Esta ley establece que uno de los fines de la Educación Parvularia es promover entre
niños y adultos relaciones armoniosas, en las que se desarrollen vínculos de confianza, afecto,
colaboración y pertenencia.
La LGE, en su artículo 9, entiende como comunidad educativa a una agrupación de
personas que, inspiradas en un propósito común, integran una institución educativa. Al mismo
tiempo, les otorga una serie de derechos y deberes:
a) Los niños y niñas tienen derecho a recibir una educación que le ofrezca oportunidades
para su desarrollo integral.
b) Los niños y niñas tendrán derecho a que se respete su opinión, y a que se resguarde
su integridad física y síquica.
c) Los padres, madres y apoderados tienen derecho a asociarse libremente, con la
finalidad de lograr una mejor educación de sus hijos.
d) Los asistentes de la educación tienen derecho a trabajar en un ambiente tolerante y
de respeto mutuo; y a que se respete su integridad física y moral, no pudiendo ser objeto de
tratos vejatorios o degradantes
e) Son deberes de los asistentes de la educación ejercer su función en forma idónea y
responsable; respetar las normas del establecimiento en que se desempeñan, y brindar un trato
respetuoso a los demás miembros de la comunidad educativa.
f) Los profesionales de la educación tienen derecho a trabajar en un ambiente tolerante
y de respeto mutuo.
g) Los profesionales de la educación deben tener un trato respetuoso hacia sus alumnos,
sin discriminación arbitraria. Además, deben respetar las normas establecidas en el reglamento
interno del establecimiento.
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También regula lo referente a convivencia escolar, establecida en el artículo 16, y
definida como: “la coexistencia armónica de los miembros de la comunidad educativa, que
supone una interrelación positiva entre ellos y permite el adecuado cumplimiento de los
objetivos educativos en un clima que propicia el desarrollo integral de los estudiantes.”
La LGE le otorga especial importancia a la vulneración de derechos, ya sea física o
psíquica. En el caso que sea ocasionada por un adulto de la comunidad educativa, el Reglamento
Interno dispondrá las sanciones y medidas correctivas, disciplinarias y pedagógicas en contra del
agresor.
Es obligatorio contar con un reglamento interno, el cual deberá incorporar protocolos de
actuación y diversas conductas que constituyan falta a la buena convivencia en los
establecimientos educacionales, graduándolas según su menor o mayor gravedad.
Finalmente, los establecimientos deberán contar con un encargado de convivencia
escolar, que será responsable de la implementación de las medidas que determinen el Consejo
Escolar o el Comité de Buena Convivencia Escolar, según corresponda, y que deberán constar en
un plan de gestión.
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4. CONCEPTOS CLAVES
Buen trato:
Incluye todos los estilos de relación y comportamientos que promueven el bienestar y
aseguran una buena calidad de vida. Esto supone el reconocimiento de las propias necesidades y
las del otro, así como el respeto por los derechos de las personas a vivir bien” (Arón y Machuca,
2002, p.3). El Buen Trato hacia la infancia implica que los adultos se vinculan con niños y niñas
proporcionando cuidado, afecto, y protección; visibilizando sus necesidades y sus
particularidades, reconociendo a cada niño y niña como un legítimo otro y sujeto de derechos
(Arón y Machuca, 2002; Ministerio de Salud, 2013).
Garantes de derechos:
Se refiere a aquellas entidades que deben garantizar los derechos de niños y niñas,
convirtiéndose en sujetos de obligación. El principal garante es el Estado, sin embargo, se asume
que esta obligación también compete a todas las instituciones, entre ellas las educativas, que
están habilitadas para generar condiciones en pos de proteger, promover y realizar los derechos
de niños y niñas (INDH, 2012, ONU, 1990)
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Sujetos de derechos:
Niños y niñas son beneficiarios de todos los derechos enunciados en la Convención
Internacional de Derechos del Niños. Ello implica reconocer que, desde el nacimiento, los
párvulos son agentes sociales, titulares de derechos, y para ejercerlos deben contar con apoyo y
orientación. (ONU, 1990; ONU, 2006).
Factores de riesgo:
Variables, situaciones o entornos que aumentan la probabilidad de que se presenten
situaciones no deseadas, como el maltrato infantil (MINEDUC & UNICEF, 2011; MINSAL, 2013)
Factores protectores: variables, situaciones o entornos que disminuyen la probabilidad de que
se presenten situaciones indeseadas, y que pueden disminuir las consecuencias de situaciones
desfavorables (Mineduc & UNICEF, 2011; MINSAL, 2013)
Comunidad educativa:
Agrupación de personas que, inspiradas en un propósito común, integran una
institución educativa. El objetivo grupal es contribuir a la formación y logro de aprendizajes de
todos los niños y niñas que son miembros de ésta (Ley N° 20.370).
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II. PROMOCION DEL BUEN TRATO DE EDUCACION PARVULARIA
En primer lugar, los adultos que constituyen los equipos de los Jardines Infantiles
permanentemente deben buscar y desarrollar estrategias destinadas a visibilizar y considerar las
opiniones y necesidades de niños y niñas.
En segundo lugar, se debe resguardar que cada niño y niña cuente con los cuidados
que aseguren su supervivencia y bienestar en las áreas de alimentación y salud.
En cuanto a la alimentación, se espera que los adultos generen las condiciones para que
cada niño y niña reciba una alimentación suficiente y de calidad de acuerdo a sus necesidades
nutricionales según edad y considerando las necesidades particulares; respetando sus ritmos y
preferencias, y considerando a la familia en la toma de decisiones respecto de la alimentación.
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En tercer lugar, se considera como condición mínima contar con espacios físicos que
resguarden la seguridad de niñas y niños, evitando elementos que puedan poner en riesgo la
seguridad de los párvulos. Para esto, los materiales y el equipamiento con los que se relacionan
niñas y niños en los diferentes espacios educativos, deben considerar las características y
necesidades propias de la edad de los párvulos y sus quehaceres diarios.
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3.- RELACIONES BIEN TRATANTES ENTRE LOS EQUIPOS DE LOS JARDINES INFANTILES y LAS
FAMILIAS
En una cultura basada en el Buen Trato se promueve el rol educativo de los cuidadores y
familia reflexionando con ellos sobre sus saberes y prácticas de crianza. Se espera que los
equipos pedagógicos generen alianzas significativas con las familias, apoyándolas en su rol
de primera educadora.
Para cumplir con la tarea descrita, se debiera cumplir con las siguientes estrategias:
4.- ORIENTACIONES PARA GENERAR RELACIONES BIEN TRATANTES DE LOS ADULTOS DEL
JARDIN CON NIÑOS Y NIÑAS.
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exigen repensar las prácticas desarrolladas y las formas de relacionarse, para así continuar en
el camino hacia una Educación Parvularia de calidad.
Para favorecer las relaciones bien tratantes entre los equipos pedagógicos y los párvulos, se
sugiere:
Reconocer que todos los niños y niñas son distintos y singulares; sin embargo, todos
y todas tienen los mismos derechos.
Identificar características de los párvulos, reconociendo aquellos con los que resulta
más complejo vincularse. Este ejercicio permite transformar prácticas que generan
diferencias en el trato hacia niños y niñas.
Desarrollar experiencias que promuevan espacios para conocer a cada uno de los
párvulos con los que interactúa cotidianamente.
Generar oportunidades educativas inclusivas rescatando y respetando la diversidad.
desde la diversidad.
Atender la característica, intereses y necesidades educativas especiales, los talentos
individuales e intereses de todos los niños y niñas.
Considerar experiencias que respondan oportunamente a los intereses y necesidades
de los niños y niñas, siendo pertinentes a su trayectoria y contexto.
Respetar la expresión de emociones de niños y niñas, generando un ambiente seguro
y contenedor. Un espacio en que el adulto cumple el rol de acompañar al párvulo en
la regulación de sus emociones.
Planificar experiencias con los niños y niñas, enfatizando su rol protagónico y de sujeto
de derechos.
Reconocer el error como oportunidad de aprendizaje y crecimiento, por lo tanto, la
falta no se castiga, sino que se resignifica
4.- ORIENTACIONES PARA GENERAR RELACIONES BIEN TRATANTES ENTRE NIÑOS Y NIÑAS
Para promover las relaciones bien tratantes, considerando las adaptaciones necesarias en
función de las edades y desarrollo de los párvulos:
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Utilizar el juego, reconocido como un derecho en la CDN, como una herramienta para
explorar situaciones complejas de la vida cotidiana y representar posibles soluciones
basadas en el Buen Trato.
Desarrollar experiencias de aprendizajes relacionadas con el autoconocimiento y el
autocuidado, haciendo énfasis en el desarrollo de la autoconfianza respecto de sus
sensaciones y emociones.
Generar oportunidades de aprendizajes que posibiliten el desarrollo de la empatía
con los pares.
Trabajar en estrategias para la resolución no violenta de conflicto y reconocerlo como
una oportunidad para aprender a convivir con otros.
Diseñar experiencias de aprendizajes que promuevan el respeto y la valoración de la
diversidad.
(Dirigentes de Juntas de Vecinos, de Grupos de Scouts, Centros Culturales) que también pueden
comprometerse con el bienestar de niños y niñas. Se especifican las redes de apoyo y los
contactos en *anexo 1.
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III. VULNERACIÓN DE DERECHOS
Se entenderá como vulneración o maltrato hacia un niño o una niña como toda forma
de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación,
incluido el abuso sexual
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Las vulneraciones en la esfera de la sexualidad implican cualquier
actividad con un niño o una niña en la que se establece una relación de poder
ABUSO sobre el párvulo, y en la que por su nivel de desarrollo no puede dar el
SEXUAL consentimiento. Considera cualquier tipo de tocaciones o besos con
connotación sexual; simulación de acto sexual; exhibir o registrar material
pornográfico y violación.
Cabe señalar que no todas las vulneraciones en el área de la sexualidad
son constitutivas de delito. Especial consideración se debe tener cuando la
situación se da entre niños y niñas, hecho que no es delito si los involucrados
son menores de 14 años, sin embargo, implica de todos modos una vulneración
de la sexualidad.
MALTRATO Cualquier acción, no accidental, por parte de los adultos a cargo que
FÍSICO provoque daño físico, visible o no, al niño o la niña. Puede tratarse de un
castigo único o repetido y su magnitud puede ser leve, moderado o grave.
Cabe señalar que no todo maltrato física generará una lesión corporal,
sin embargo, de todos modos constituirá una vulneración que debe ser
interrumpida. En el caso de que existan lesiones, situación que determinan los
centros de salud, se estará frente a un delito y por lo tanto, quien tenga
conocimiento de estos hechos debe realizar una denuncia.
Cuando existe una vulneración es posible observar indicadores de qué algo podría estar
atentando contra el bienestar de niños y niñas. A continuación, se presenta algunos indicadores
tanto conductuales, emocionales como físicos asociados a cada tipología de maltrato. Sin
embargo, es importante tener en consideración que por lo general los indicadores no se
presentan de manera pura.
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Los indicadores implican un signo de alerta que se debe tener en cuenta, teniendo claro
que cuando se presentan de manera aislada y de forma puntual no determinan necesariamente
un indicador específico de maltrato, pero es una alerta de que se requiere de evaluación y de
toma acciones oportunas
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Área Física: escasa higiene y presenta episodios permanentes con falta de
higiene vulnerando su salud, vestimenta inadecuada al estado del tiempo,
repetidos accidentes domésticos por la falta de supervisión del adulto a cargo,
necesidades médicas no atendidas: heridas sin curar o infectadas o ausencia del
control y cuidados médicos rutinarios, intoxicación por ingesta de productos
tóxicos.
Área Conductual y/o emocional: hambre permanente o impulsividad en los
horarios de ingesta, ausencias reiteradas sin justificación, cansancio y
somnolencia, relatos de falta de cuidados en el hogar, conductas regresivas,
conductas destructivas consigo mismo, con otros niños u objetos, relaciones de
dependencia o desconfianza, tristeza y ansiedad persistente, apatía, baja
autoestima.
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En párvulos menores de un año: no fijan la mirada, expresión de mirada
perdida, no reaccionan a la voz de los adultos significativos, no responden al
abrazo del adulto, no distinguen a su principal cuidador, no interactúa con su
medio.
A contar del año, el niño o la niña no reconoce ni responde a su nombre, no
reconoce cuando llaman a su principal cuidador y no lo busca.
A partir de los 2 años no demuestra interés en actividades de juego y no
reproduce secuencias de la vida diaria en el juego.
Desde los 3 años no realiza juego con otras personas.
Consideraciones: no existen comportamientos ni indicadores específicos que
permitan identificar de forma definitiva y clara si un niño o niña ha sido víctima
de este tipo de maltrato. Sin embargo, existen señales que permiten generar un
ABUSO nivel de alerta que exige una respuesta oportuna de los adultos que las
SEXUAL detectan.
El criterio más importante para configurar una sospecha de abuso sexual
infantil es el relato parcial o total que es dado por un niño o niña a un tercero,
que da cuenta de algún hecho que se configura de connotación sexual.
En la etapa de la primera infancia los niños y niñas presentan conductas en el
área sexual que son indicativas de un desarrollo normal, tales como la
autoestimulación de su zona genital, exhibición de los genitales a otros niños y
niñas, juegos de exploración sexual y preguntas sobre asuntos sexuales, entre
otros, sin conocimiento sexual precoz asociado a la sexualidad adulta. Es
relevante, por tanto, diferenciar una conducta exploratoria que satisface el
autoconocimiento y la curiosidad natural de niños y niñas, de una conducta
sexual no esperada para la edad.
Área Física: quejas de dolor, picazón o heridas en la zona genital o anal,
dificultades para caminar o sentarse, contusiones, erosiones o sangrado en los
genitales externos, irritación en zona genital o anal, hematomas alrededor del
ano, dilatación y desgarros anales, ropa interior rasgada, manchada y/o
ensangrentada, sangramiento y/o presencia de secreciones al orinar,
infecciones urinarias a repetición, signos de enfermedades de transmisión
sexual en genitales, ano, boca (herpes, gonorrea, entre otras), pérdida de
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control de esfínter (cuando ya se ha logrado, el párvulo se orina o defeca),
presencia de síntomas físicos repentinos sin explicación médica.
MALTRATO
Consideraciones: es importante considerar la etapa del desarrollo del párvulo
FÍSICO
ya que existen lesiones que podrían atribuirse a accidentes de desplazamiento.
Puede suceder que no existen lesiones físicas evidentes, pero hay un
conocimiento certero de que los padres o cuidadores utilizan castigo corporal,
ya sea porque hay un relato del propio niño o niña, o de un tercero o de los
propios padres o cuidadores.
Área Física: lesiones en la piel como magulladuras o moretones variables en
distintas partes del cuerpo (rostro, labios o boca, en zonas extensas de torso,
espalda, nalgas o muslos) y en diferentes fases de cicatrización; sin explicación
del origen de éstas, aparición repentina de derrames en los ojos, lesiones
abdominales, hinchazón del abdomen, dolor localizado, vómitos constantes sin
explicación médica de su presencia, rasguños, quemaduras, fracturas,
quebraduras, alopecia por arrancamiento del cabello, cortes, heridas o
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raspaduras, señales de mordeduras humanas, intoxicaciones recurrentes por
tóxicos desconocidos o por sobre medicación.
Área Conductual y/o emocional: quejas de dolor corporal, relatos de agresiones
físicas por parte del niño o niña, alteraciones del sueño o de la alimentación, se
altera o afecta cuando otros niños o niñas lloran, demuestra miedo a sus
adultos responsables o a volver a su casa, demuestra temor y cauteloso en el
contacto físico con adultos, cambios bruscos de conducta (por ejemplo, de
introvertido y pasivo se comporta inquieto y agresivo, de conversador y
extrovertido se comporta retraído, silencioso)
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V. PROTOCOLO: ETAPAS Y PROCEDIMIENTOS MÍNIMOS
1.- DETECCION
Todos los adultos que conforman los equipos de los establecimientos educacionales son
garantes de derechos, por lo tanto, están llamados a informar y activar el protocolo de
actuación ante situaciones de posible vulneración.
Intrafamiliar: la vulneración es realizada por una persona que sea parte del núcleo familiar del
niño o niña. No es necesario que exista vínculo sanguíneo, sino que el párvulo signifique a esa
persona como parte de su familia. PROTOCOLO Y FLUJOGRAMA
Terceros: la persona que vulnera al niño o niña no es parte del grupo familiar del párvulo ni del
establecimiento al que asiste. Entre estas personas se encuentran: vecinos, transportista,
apoderados, personal que se vincula con el establecimiento, pero no tiene una relación
contractual con este; entre otros. . PROTOCOLO Y FLUJOGRAMA
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Protocolos de actuación
Protocolo de actuación en caso de maltrato físico o abuso sexual por parte de algún
familiar o agente externo al establecimiento
Protocolo en caso de sospecha de vulneración por violencia intrafamiliar, negligencia
y maltrato sicológico, por parte de algún familiar o agente externo al establecimiento.
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1.- PROTOCOLO ACTUACION INTRAESTABLECIMIENTO
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resultados son realizados por el Centro Educativo y el Departamento de educación según la
legalidad y el reglamento interno.
La directora debe realizar seguimiento del caso, cautelar asistencia y ´protección del niño(a) si
fuese necesario.
Toda información pública emanara desde el departamento de educación de Quilicura. Para ello,
se deberá tener presente en toda información entregada, la presunción de inocencia del
funcionario a quien se le imputan los hechos.
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SOSPECHA POR MALTRATO SICOLÓGICO O NEGLIGENCIA POR FUNCIONARIA(AS) QUE SE
DESEMPEÑAN EN EL RECINTO EDUCACIONAL.
Si existen sospechas (DENUNCIA) de maltrato sicológico o por negligencia por parte de una
funcionaria hacia un niño o una niña través de malas prácticas se debe realizar lo siguiente.
Se debe avisar a la directora del establecimiento quien debe registrar por escrito la
situación visualizada o relatada por un tercero extendiendo una carta de amonestación a
la funcionaria involucrada, enviando copia de ella a la dirección del Departamento de
Educación y guardando copia en la carpeta de la funcionaria.
Al mismo tiempo el Departamento de Educación debe iniciar una breve investigación para
concluir sobre la responsabilidad de la funcionaria en los hechos que se le acusan, la cual
será declarada culpable o sobreseída.
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PROTOCOLO DE ACTUACION EN CASO DE VIOLENCIA O AGRESIONES ENTRE MIEMBROS DE
LA COMUNIDAD EDUCATIVA
Situaciones dentro del establecimiento entre adultos, en el caso que se exponga al niño y
la niña a hechos de violencia.
Adulto que detecta situación debe dar aviso inmediato a directora del Jardín (quien recibe la
información debe proceder a informar a dirección)
Directora debe:
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PROTOCOLO INTRAFAMILIAR Y TERCEROS
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PROTOCOLO EN CASO DE SOSPECHA DE VULNERACION POR VIOLENCIA INTRAFAMILIAR,
NEGLIGENCIA Y MALTRATO SICOLOGICO, POR PARTE DE ALGUN FAMILIAR O AGENTE
EXTERNO AL ESTABLECIMIENTO
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PROTOCOLO DE ACTUACION EN CASO ACCIDENTE EN JARDÍN INFANTIL Y SALA CUNA
VTF DE LA COMUNA DE QUILICURA
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PROTOCOLO DE ACCIDENTE EN TRAYECTO
EN JARDINES INFANTILES VTF DE LA COMUNA DE QUILICURA
2.- Si el niño(a) sufre un accidente de trayecto de ingreso a la sala Cuna y Jardín Infantil
Dirección realiza seguimiento del estado de salud del niño(a) accidentado en ambos casos y
llama a entrevista a la familia en caso de que el accidente fue estando a cargo de terceras
personas.
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CONSIDERANDO LO ANTERIOR EXPUESTO, LAS DIRECTORAS DE LOS JARDINES INFANTILES Y
SALA CUNA VTF DE LA COMUNA DE QUILICURA DEBEN TENERSE EN CUENTA LOS SIGUIENTES
ASPECTOS:
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VI. Referencias
Barudy J. y Dantagnan, M. (2009). El Poder de los Buenos Trats: Bases biológicas, psicológicas y
sociales. En J. Barudy, Los buenos tratos a la infancia (págs. 23-42). Santiago: gedisa.
Barudy, J. y. (2009). Los buenos tratos a la infancia. Barcelona: gedisa.
Chile Crece Contigo. (2010). Crece Contigo. Recuperado el 14 de Septiembre de 2016, de
http://www.crececontigo.gob.cl/2010/novedades/guia-para-la-promocion-del-desarrollo-
infantil-en-la-gestion-local/
Dantagnan, M. (2009). Trastornos del apego: elementos diagnósticos y terapéuticos. En M.
Barudy J. y Dantagnan, Los buenos tratos a la infancia (págs. 173-181). Barcelona: gedisa.
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Protocolos de Prevención
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PROTOCOLO DE USO ADECUADO DE LA ESTUFA
EN JARDINES INFANTILES VTF
Verificar que el gas este lleno, cuando este agotado informar a dirección no seguir
usándola por posible escape de gas.
Al prender la estufa tener precaución que este bien regulada, en un panel o dos, nunca
en el centro por posible escape de gas.
Mantener encendida solo para temperar en la mañana para recibir a los párvulos y en la
hora de reposo.
El panel debe estar rojo si se observa amarillo o anaranjado indica una combustión
ineficiente.
Si tomando todas estas medidas preventivas resulta algún accidente con un niño o niña
se debe dar inicio a investigación interna que determine responsabilidades.
Si se logra conocer la negligencia por parte de alguna funcionaria se debe otorgar carta
de amonestación y esa información debe ser derivada mediante oficio formal al
departamento de educación, para un eventual proceso administrativo.
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PREVENCIÓN DE ACCIDENTES EN SALA DE HÁBITOS HIGIÉNICOS
EN JARDINES INFANTILES VTF DE LA COMUNA DE QUILICURA
• No se debe dejar nunca al párvulo sólo sobre el mudador, por el riesgo de caída.
• Cautelar que lavamanos y estanques de agua estén seguros y tengan estabilidad para
Evitar que se vuelquen causando accidentes.
• Realizar el periodo de hábitos higiénicos por grupos, evitando empujones y caídas de los
párvulos.
• Estar atenta a que los párvulos no cierren bruscamente la puerta por peligro de
apretarse los dedos o golpear a otros niños/as.
• Mantenga el piso de la sala de hábitos higiénicos seco, para evitar que los párvulos se
resbalen
Si tomando todas estas medidas preventivas resulta algún accidente con un niño o
niña se debe dar inicio a investigación interna que determine responsabilidades.
Si se logra conocer la negligencia por parte de alguna funcionaria se debe otorgar carta
de amonestación y esa información debe ser derivada mediante oficio formal al
departamento de educación, para un eventual proceso administrativo.
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PREVENCIÓN DE ACCIDENTES EN JARDIN INFANTIL
EN JARDINES INFANTILES VTF DE LA COMUNA DE QUILICURA
Distribuir las mesas y sillas dentro de la sala de manera que no dificulte el paso de los
párvulos en caso de emergencia
Cuidar que los niños y niñas no suban a las mesas, sillas y muebles para evitar accidentes
Nunca poner sobre una silla o mueble inestable objetos pesados o de peligro, radio,
televisor, etc.
Preocuparse que el piso de la sala siempre este seco para evitar que los niños y niñas se
resbalen
Enseñar a los párvulos que no deben jugar con las puertas y/o ponerse detrás de ellas Si
tomando todas estas medidas preventivas resulta algún accidente con un niño o niña se
debe dar inicio a investigación interna que determine responsabilidades.
Si se logra conocer la negligencia por parte de alguna funcionaria se debe otorgar carta de
amonestación y esa información debe ser derivada mediante oficio formal al departamento
de educación, para un eventual proceso administrativo.
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