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Para comenzar a definir la cuestión de la relación entre la política elegida y el tipo ideal

weberiano de la burocracia legal, instrumento del Estado moderno capitalista el cual legitima el tipo
de dominación racional-legal, primero debemos comenzar desarrollando las bases de este tipo ideal,
basándonos en el análisis de Sidicaro para pensar el fracaso de las democracias en Argentina.
Las características que debe cumplir el tipo ideal de burocracia según Weber en el
capitalismo moderno consisten en los siguientes puntos:
a) El dominio debe estar a cargo de la burocracia, la cual juzga y administra por derecho,
basada en reglamentos racionales.
b) Las normas deben ser fijas e impersonales, ya que el funcionamiento de la burocracia
debe ser lo más exacto posible, tal como en una máquina y no tienen que mezclarse intereses
personales del líder sino que el mismo está sujeto al derecho.
c) Asimismo, los funcionarios administrativos obedecen al orden impersonal, no al líder
d) La competencia para llegar a ocupar cargos administrativos tiene la característica de ser
limitada, racional y objetiva, lo cual quiere decir que el orden de los cargos es meritocrático.
e) La existencia de una jerarquía administrativa, en la cual las quejas ante las autoridades
superiores por parte de las inferiores son válidas y fomentan una mejor comunicación.
f) Una separación plena entre los funcionarios administrativos y los medios de
administración y producción. Los mismos deberán realizar una rendición de cuentas en base a los
medios utilizados para el desarrollo de sus tareas.
g) Las propuestas y decisiones deben ser fijadas por escrito
h) Los funcionarios están en condición de asalariados mediante un contrato, su tarea exige
una profesionalización y el cargo que ocupen debe ser su principal ocupación.

Ya desarrollado el concepto del tipo ideal burocrático weberiano, pasaremos a analizar el


caso argentino desde la postura de Sidicaro, quien toma el texto “Empresas rurales de colonos
argentinos” de Weber. Los mismos sostienen que en la Argentina de fines del siglo XIX se instaló
un capitalismo aventurero, no racional, el cual generó una burocracia débil que no cumple con los
ideales del capitalismo moderno antes mencionados. Esto se produjo debido a diversos factores
dentro de los cuales podemos mencionar la moneda, la justicia, la vida política y la gestión de la
deuda pública. En este sentido se puede visualizar que la élite agroexportadora argentina no
necesitaba del Estado ya que le convenía el libre cambio de comercio para su propio beneficio y no
para el avance de la sociedad capitalista moderna, de manera tal que los intereses de los altos
sectores de poder económico comenzaron a interferir en el desarrollo político del país y de la
burocracia misma, débil desde su nacimiento. Por lo tanto, en nuestro pais se instaló un tipo de
capitalismo aventurero enraizado en la política, el ejército y la administración, en el cual hubo un
constante crecimiento de la deuda externa, hecho históricamente repetido por diversos gobiernos de
nuestro país.
Una de las burocracias nacionales más especializadas fue la militar, a pesar de que con el
paso del tiempo comenzó a incumplir sus funciones racionales politizándose, y logrando así un
fracaso de las relaciones democráticas mediante los numerosos golpes de estado que se dieron hasta
la última dictadura del año 1976.
Entonces, en base a lo analizado anteriormente podemos señalar que la política “Secundarias
del futuro” implementada por el gobierno actual, no cumple con el ideal weberiano, como bien
señala Sidicaro, debido a que mediante la misma se buscan satisfacer intereses empresariales
escondidos bajo la fundamentación de la necesidad de inserción laboral, adaptación tecnológica, la
responsabilidad, la toma de decisiones, la autonomía, entre otras cuestiones que en realidad llevan a
un camino de naturalización de la flexibilización laboral típica de un modelo neoliberal. Estos
argumentos se sostienen debido a que dentro de nuestra burocracia pública nos encontramos con
funcionarios que no cumplen con el principio del orden impersonal ni de la separación entre los
mismos de los medios administrativos y de producción, siendo muchos de ellos pertenecientes al
sector empresarial
A modo de conclusión, sostenemos que el análisis realizado por Weber de la Argentina de
fines del siglo XIX se encuentra muy vigente en algunas cuestiones tales como la cuestión de la
gestión de la deuda pública externa, el poco control de la burocracia por parte del parlamento, la
conveniencia de la fluctuación de la moneda en beneficio del sector agroexportador el cual sigue
vigente, aunque con matices en la actualidad.

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