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Vías de administración

La vía prescrita para adm in istra r un m edicam ento depende de las


propiedades y el efecto deseado del m edicam ento y del estado físico
y m ental del paciente (tabla 31-5). La enferm era debe tra bajar con
el p rescrip to r para determ in ar la m ejo r vía para la medicación de
un paciente.
V ía oral. La vía oral es la más fácil y la vía utilizada m ás com únmente.
Los medicam entos se dan por vía oral y se tragan con líquido.
Los medicam entos orales tienen un inicio de acción más lento y un
efecto más prolongado que los m edicam entos parenterales. Generalm
ente los pacientes prefieren la vía oral.
Administración sublingual. Algunos m edicam entos son rápid amente
absorbidos después de ser colocados debajo de la lengua para
ser disueltos (fig. 31-3). Un medicam ento dado por la vía sublin gual
no debe ser tragado porque el m edicam ento no tendrá el efecto
deseado. A m enudo las enferm eras dan nitroglic erin a p o r la vía
sublingual. Deben decir al paciente que no beba nada hasta que el
m edicam ento se haya disuelto completam ente.
Administración bucal. La adm in istració n de un m edicam ento
por la vía bucal implica colocar el m edicam ento sólido en la boca
contra las mucosas de la mejilla hasta que se disuelva (fig. 31-4). Se
debe enseñar a los pacientes a alternar las mejillas con cada dosis
sucesiva para evitar la irritació n de la mucosa. Hay que advertir a
los paciente s de que no m astiq uen o traguen el m edic am ento o
que no to m en nin gún líquido con él. Un m edicam ento bucal actúa
localmente sobre la mucosa o sistém icamente según es tragado con
la saliva de la persona.
V ía p a re n teral. La adm in is tració n parenteral implica inyectar
un m edicam ento en los tejidos corporales. Los siguientes son los
cuatro lugares más im portantes para la inyección:
1. Intradérm ica (i.d .): inyección en la derm is justo debajo de la
epiderm is.
2. Subcutánea: inyección en los tejidos justo debajo de la derm is
de la piel.
3. Intram uscular (i.m.): inyección en un músculo.
4. Intravenosa (i.v.): inyección en una vena.
A lgunos m edic am ento s se adm inistran en otras cavid ades corporales
distin tas de los cuatro tipos enum erados aquí. Estas vías
adicionales incluyen epidural, intratecal, intraósea, intraperito neal,
intrapleural e intraarterial. Las enferm eras norm alm ente no son responsables
de la adm inistración de medicamentos por medio de estas
avanzadas técnicas. Tanto si la enferm era adm in istra realm ente los
medicamentos como si no, sí es responsable de controlar la totalidad
del sistem a de distribución del m edicam ento, com prender el valor
terapéutico del m edicam ento y evaluar la respuesta del paciente a
la terapia.
Epidural. Los m edicam ento s epidurales son adm in istrados en
el espacio epid ural m ediante un catéter, que es colocado por una
enferm era anestesista o un anestesista. Esta vía es utilizada para la
adm inistración de analgesia local para procedim ientos quirúrgicos
(v. cap. 43). Las enferm eras que tienen una form ación avanzada en
la vía epidural pueden adm in is trar m edicam ento s por m edio de
perfusión continua o por una dosis en bolo.
Intratecal. Los médicos y las enferm eras form adas especialmente
adm inistran los m edic am ento s p o r vía in trate cal a través de un
catéter colocado en el espacio subaracnoideo o en uno de los ventrículo
s del cerebro. La adm in istració n in trate cal está a m enudo
asociada con la adm in istració n de m edicam ento s a largo plazo a
través de catéteres im plantados quirúrgicam ente.
Intraósea. Este m éto do de adm in is tració n de m edicam ento s
implica la perfusión de un medicam ento directam ente en la médula
ósea. Se utiliza más frecuentem ente en los lactantes y niños pequeños
que tienen mal acceso al espacio intravascular y cuando se presenta
una urgencia y el acceso i.v. es imposible.
Intraperitoneal. Los m e d ic a m e n to s a d m in is tra d o s en la
cavid ad p erito n eal se abso rb en en la circulación. Los agentes
quim io te rápicos, la in sulina y los antib ió ticos se adm in is tran de
esta m anera.
Intrapleural. Se utiliz an una je rin ga y una aguja o una sonda
torácica para adm in is trar los m edicam entos intraple ura les dire cta
m ente en el espacio pleural. Los agentes quim ioterápicos son los
medicam entos más com unes adm in istrados con este método. Los
m édicos ta m bién instila n m edic am ento s que ayudan a resolver
el derram e ple ural persistente. Esto se denom in a pleurodesis, que
pro m ueve la adhesión entre la pleura visceral y la parietal.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Intraarterial. Los medicam entos por vía in traarte rial son adm inistrados
directam ente en las arterias. Las perfusiones intraarteriales
son com unes en pacientes que tienen coágulos arteriales. La enferm
era m aneja una perfusió n contin uada de agentes que disuelven
el coágulo y controla cuidadosamente la integridad de la perfusión
para evitar la desconexión involuntaria del sistem a y la consiguiente
hem orragia.
Otros m éto dos de adm in istra ció n de medicam entos que están
norm alm ente lim itados a la adm in istració n por el m édico son el
intracardíaco, una inyección de un m edicam ento directam ente en
el tejido cardíaco, y el intraarticular, una inyección de un m edicam
ento en una articulación.
A d m in is tra c ió n tó p ic a . Los medicam entos aplicados en la piel
y las mucosas tienen, generalm ente, efectos locales. La enferm era
aplica los medicam entos tópicos en la piel pintando o extendiendo el
medicam ento sobre el área, aplicando apósitos húmedos, em papando
partes del cuerpo con una solución o dando baños medicinales. A
m enudo se producen efectos sistémicos si la piel del paciente es fina
o está rota, la concentración del m edicam ento es alta o el contacto
con la piel es prolongado. Un disco o parche transdérm ic o (p. ej.,
nitroglicerina, escopolamina y estrógenos) tiene efectos sistémicos. El
parche fija la pom ada medicinal a la piel. Estas aplicaciones tópicas se
dejan puestas durante com o m ínimo 12 horas o com o máximo 7 días.
Las enferm eras adm in istran los medicam entos en las mucosas
de diversas maneras, incluyendo las siguientes:
1. Aplicando dire ctam ente un líq uido o pom ada (p. ej., gotas
oftálmicas, gárgaras o frotis faríngeo).
2. Insertando un m edicam ento en una cavidad corporal (p. ej.,
colocando un supositorio en el recto o la vagina o in sertando
un ta m pón medicinal en la vagina).
3. Instilando líquido en una cavidad corporal (p. ej., gotas oftálmicas,
gotas nasales o in stila ció n vesical o rectal [el líquido
es retenido]).
4. Irrigando una cavidad corporal (p. ej., lavado oftalmológico,
auditivo, vaginal, vesical o rectal con un líquido medicinal [el
líquido no es retenido]).
5. Pulverizando u n medicam ento en una cavidad corporal (p. ej.,
instilación en la nariz y la garganta).
V ía in h a la to ria . Las vías más pro fundas del tra cto respiratorio
pro porcionan una gran superficie para la absorción de m edicam entos.
Las enferm eras adm inistran medicam entos inhalados a través de
las vías nasales y orales o sondas endotraqueales o de traqueostomía.
Las sondas endotraqueales entran en la boca del paciente y acaban
en la tráquea (fig. 31-5), m ientras que las sondas de traqueostom ía
entran en la tráquea directam ente a través de una incisión hecha en el
cuello. Los medicam entos inhalados son absorbidos inmediatam ente
y funcio nan rápidam ente debido a la rica red de capilares alveolares
presentes en el tejido pulm onar. Muchos m edicam entos inhalados
tienen efectos locales o sistémicos.
V ía intraocula r. La administración de un medicam ento a través
de la vía in traocular implica insertar u n medicam ento similar a una
lente de contacto en el ojo del paciente. El disco del medicam ento ocular
tiene dos suaves capas exteriores que tienen medicam ento incluido
en ellas. La enferm era inserta el disco en el ojo del paciente como si
fuera una lente de contacto; puede perm anecer allí hasta 1 semana.
Sistemas de medida de los medicamentos
La adm inistración correcta de un m edic am ento depende de la
habilidad de la enferm era para calcular con precisión la dosis del
medicam ento y m edir los medicamentos correctam ente. Los errores
en el cálculo o m edición correcto s de los m edicam ento s conducen
a m enudo a errores fatales. La enferm era es responsable de
FIG. 31-5 M e d ic a m e n to in s tila d o a tra v é s d e u n a s o n d a e n d o tra q u e a l.
com probar cuid adosam ente los cálculos antes de adm in is trar un
medicam ento.
La terapia medicam entosa utiliza los sistemas de medida métrico,
farm acéutico y dom éstico. El sistem a farm acéutico no se utiliza
frecuentem ente hoy en día. Aunque el Congreso de EE.UU. n o ha
adoptado oficialmente el sistem a métrico, la mayoría de los pro fesionales
sanitarios en Estados Unidos lo utilizan. Los profesionales
sanitarios norm alm ente escriben con medidas dom ésticas las prescripciones
que se van a auto adm in istrar los pacientes.
S is te m a m é tric o . Com o sistem a decimal, el sistem a m étric o
es el organizado más lógicam ente. Las unidades métricas son fáciles
de convertir y calcular por medio de m ultiplicación y división. Cada
unid ad básica de m edida está organizada en unidades de 10. M ultip
licar o div idir p o r 10 form a unid ades secundarias. En la m u ltip
licació n la com a decimal se mueve a la derecha; en la división
el decimal se mueve a la izquierda. Por ejemplo:
10 m g x 10 = 100 mg
10 m g -s-10 = 1 mg
Las unidades básicas de m edida en el sistem a m étrico son el m etro
(longitud), el litro (volum en) y el gram o (peso). Para los cálculos de
los medicam entos sólo se utilizan las unidades de volum en y peso.
En el sistem a m étrico se utilizan las letras m inúsculas para designar
las unidades básicas:
Gramo = g
Litro = I
Se utilizan las letras m in úsculas para las abreviaturas de las otras
unidades:
M iligra m o = mg
M ililitro = mi
U n sistem a de prefijo s la tinos desig na las subdiv is io nes de las
unid ades básicas: deci- (1/10 o 0,1), centi- (1/100 o 0,01) y mili-
(1/1.000 o 0,001). Los prefijos griegos designan muchas de las unid ades
básicas: deca- (10), hecto- (100) y kilo- (1.000). Cuando se escribe
la dosis del m edicam ento en unidades métricas, los prescriptores y
las enferm eras utilizan fracciones o múltiplos de una unid ad. Hay
que convertir las fracciones a decimales.
500 mg o 0,5 g, no XA g
10 m i o 0,0 1 1, no 1 /1 0 0 I
􀁅􀁅􀁅􀁅􀁅􀁅􀁅􀁅􀁅􀁅􀁅􀁅􀁅􀁅􀁅􀁅
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Estándares
Los estándares son acciones que garantizan la práctica de enferm ería
segura. Los estándares para la adm inistración de medicamentos son
establecidos p or las instituciones individuales de atención sanitaria
y por la profesión enferm era. La política de la in stitu ción norm alm
ente establece límites a la capacidad de la enferm era de administrar
medicam entos en ciertas unidades de ento rn os de cuidados agudos.
A veces las enferm eras están lim itadas para ciertas vías o dosis de
m edicam ento s. La m ayoría de las institu ciones tienen m anuales
de procedim iento de enferm ería que contienen las polític as que
definen los tipos de m edicam ento s que las enferm eras pueden y
no pueden adm inistrar. Los tipos y dosis de m edicam entos que las
enfermeras distribuyen a m enudo varían de una unidad a otra dentro
del m ism o centro. Por ejem plo, la fenitoína, un podero so m edicam
ento para tratar las convulsiones, puede administrarse por vía oral
o en bolo i.v. En grandes dosis, la fenitoína afecta al ritm o cardíaco.
Por tanto, algunas instituciones lim itan cuánto pueden adm inistrar
las enferm eras a los pacientes en una unid ad de enferm ería que no
tiene la capacidad de controla r la frecuencia y el ritm o cardíacos
del paciente. No todos los prescriptores son conscientes de todas las
lim itaciones y a veces prescriben medicam entos que las enferm eras
no pueden adm in is trar en un determ inado entorno de atenció n
sanitaria. Hay que reconocer estas lim itaciones e info rm ar al p rescriptor.
Hay que to m ar las acciones apropiadas para asegurarse de
que los pacientes reciben los medicam entos como han sido prescritos
y dentro del tiem po prescrito en el ento rn o apropiado.
Los estándares profesionales, com o los de Nursing: Scope and
Standards o f Practice (A merican N urse Association [ANA], 2010)
(v. caps. 1 y 23), se aplican a la actividad de la adm in istració n de
m edicam ento s. Para prevenir los errores de medicación, hay que
seguir las seis directivas de la adm in is tració n de m edicam ento s.
Muchos errores pueden estar ligados, de alguna manera, al in cum -
plim iento de alguna de estas seis directivas:
1. El medicam ento correcto.
2. La dosis correcta.
3. El paciente correcto.
4. La vía correcta.
5. El m om ento correcto.
6. La docum entación correcta.
M e d ic a m e n to c o rre c to . Se requiere una prescrip ció n para
cada m edicam ento que se adm in istra al paciente. A veces los prescrip
to res escriben a m ano las prescripciones en la histo ria clínica
paciente antes de adm in is trar el m edicam ento al paciente. Nunca
hay que preparar los m edicam entos desde envases no etiquetados o
envases con etiquetas ilegibles (TJC, 2010). Con los medicam entos
de dosis u nitarias preenvasados, hay que com probar la etiqueta con
el RADM cuando se sacan los m edicam ento s del sistem a de dispensación
de m edicam entos. Finalm ente hay que verificar to dos los
m edicam entos a la cabecera del paciente con el RADM del paciente y
utilizar al menos dos identificadores antes de adm inistrar al paciente
cualquier m edicam ento (TJC, 201a).
Los paciente s que se au to ad m in istran m edic am ento s deben
guardarlos en sus envases etiquetados originales, separados de otros
m edicam entos, para evitar confusiones. M uchos hospitales piden
que to da la adm in istració n de m edicam ento s en el entorno hospitalario
sea realizada por las enferm eras en lugar de dejar que los
pacientes se la autoadm inistren para garantizar que éstos no están
recibiendo dosis dobles. Debido a que la enferm era que adm inistra
los medicamentos es responsable de cualquier erro r relacionado con
ello, las enferm eras sólo adm in istran los m edicam ento s que ellas
preparan. N o se puede delegar la preparación de los m edicam entos
a otra persona y luego adm inistrar el m edic am ento al paciente.
Si un paciente cuestiona la m edicación, no se deben ignorar estas
preocupaciones. Un paciente alerta o u n cuidador familiar, fam iliarizado
con los medicam entos del paciente, sabe si un medicam ento
es diferente de los que ha recibido antes. En la m ayoría de los casos
la prescrip ció n del pacie nte ha cam biado; sin em bargo, algunas
preguntas del paciente pueden revelar un error. Cuando esto ocurra,
se debe retirar el m edicam ento y volver a com probarlo con las prescripciones
del prescriptor. Si un paciente rechaza u n medicamento,
hay que desecharlo en vez de devolverlo a su envase original. Los
m edicam entos de dosis unitaria s pueden ser guardados si no han
sido abiertos. Si un paciente rechaza narcóticos, hay que seguir el
pro cedim iento apro piado del hospital para tener a alguien más que
testimonie que el m edicam ento se ha «desaprovechado».
D osis c o rrecta. El sistem a de dosis unitaria está diseñado para
m inim izar errores. Cuando se prepara un medicam ento de u n volum
en más grande o m ás fuerte del que es necesario o cuando el prescrip
to r prescribe u n sistem a de m edida diferente del que la farmacia
suministra, se aum enta la posibilidad de error. Cuando se realizan los
cálculos o conversiones de los medicam entos, hay que hacer que otra
enferm era cualificada com pruebe las dosis calculadas. Después de
calcular las dosis, hay que preparar los m edicam entos utilizando los
dispositivos de medición estándar. Se deben utilizar tazas, jeringas y
cuentagotas graduados para m edir los medicamentos con precisión.
En el dom icilio se debe hacer que los pacientes utilicen cucharas
de m edir de cocina, m ejor que cucharas dom ésticas de postre y de
servir, que varían en volumen.
Los erro res de m edicación a m enudo se producen cuando los
com prim idos deben dividirse. Para prom over la seguridad del paciente
en entornos hospitalarios, los farm acéuticos dividen los medicamentos,
los etiquetan y envasan, y luego los envían a la enferm era
para su adm in istració n. D ebido a que div id ir un com prim ido es
particularm ente problem ático en los entornos de cuidados dom iciliarios,
el In situte fo r Safe M edication Practice (ISMP) (2006) ha
desarrollado sugerencias para ayudar con este proceso. La enferm era
debe determ inar si el paciente tiene destreza m otora o agudeza visual
para dividir co m prim id os. Si fuera posible, los prescriptores deben
evitar prescribir medicam entos que requieran ser divididos.
A veces los com prim idos son triturados y m ezclados con alimentos.
Hay que asegurarse de lim piar com pletamente el utensilio
de tritu rar antes de tr iturar el com prim ido. Los rem anentes de los
medicam entos previamente tritu rados aum entan la concentración
de un m edicam ento o hacen que u n paciente reciba u na porció n de
un medicam ento que n o estaba prescrito. Se deben mezclar los m edicamentos
tritu rados con m uy pequeñas cantidades de alimento o
líquido (p. ej., una sola cucharada). No hay que utilizar los alimentos
o líquidos favoritos del paciente porque los m edicam entos alteran
su sabor y dism in uyen el deseo del paciente por ellos. Esto es especialmente
una preocupación en los pacientes pediátricos.
No todos los m edicam entos son aptos para ser tritu rados. Algunos
m edicam entos (p. ej., cápsulas de liberación retardada) tienen
revestimientos especiales para evitar que sean absorbidos dem asiado
rápido. Estos medicam entos no deberían ser tritu rados. Puede
consultarse la «Do N ot Crush List» en inglés (ISMP, 2010d, http://
www.ismp.org/Tools/DoNotCrush.pdf) para asegurarse de que un
m edicam ento es seguro para tritu rarlo .
P a c ie n te c o rre c to . Los errores de m edicación o cu rren a
m enudo porque un paciente to m a un fárm aco previsto para otro
paciente. Por tanto, un im portante paso en la adm inistración segura
de m edicam ento s es estar seguro de que se da el m edicam ento
correcto al pacie nte correcto . Es difícil recordar cada n om bre y
cara de los pacientes. Antes de adm in istrar un m edicam ento, hay
que utilizar al menos dos identificadores del paciente (TJC, 2010).
Los identificadores aceptables del paciente incluyen el nom bre del
paciente, un núm ero de identificación asignado por la institució n
de atenció n sanitaria o un núm ero de teléfono. No se debe usar el
núm ero de habitación del paciente como identificador. Para identificar
correctam ente a un paciente en un ento rno de cuidados agudos,
hay que com parar los id entificadores del pacie nte en el RADM
con la pulsera de identificación del paciente m ientras se está a la
cabecera del paciente. Si una pulsera de identificación se mancha, es
ilegible o se pierde, hay que conseguir una nueva. En los en torn os de
atención sanitaria que no son ento rn os de cuidados agudos, el TJC
(2008) no requiere el uso de pulseras de identificación. Sin embargo,
las enferm eras deben to davía utilizar un sistem a que verifique la
identificación del paciente con al menos dos identificadores antes
de adm in istrar los medicam entos.
Los pacientes no necesitan decir sus nombres y otros identificado -
res cuando se les administran medicam entos. La enferm era recoge los
identificadores fiables del paciente cuando el paciente es ingresado
en un en to rn o de atención sanitaria. Una vez que los identificadores
son asignados al paciente (p. ej., poniendo identificadores sobre una
pulsera y colocando la pulsera en el paciente), la enferm era utiliza
los identificadores para hacer que el paciente se corresponda con el
RADM, que enum era la medicación correcta. Pedir a los pacientes
que digan sus nombres completos y la inform ación de identificación
FIG. 3 1-8 E n fe rm e ra u tiliz a n d o u n e s c á n e r d e c ó d ig o d e b a rra s p a ra
id e n tific a r a l p a c ie n te d u r a n te la a d m in is tr a c ió n d e m e d ic a m e n to s .
pro porcio na una tercera m anera de verificar que la enferm era está
dando los medicam entos al paciente correcto.
Además de utiliz ar dos id entificadores, algunas institu ciones
utilizan un escáner de código de barras inalám brico para ayudar a
identificar al paciente correcto (fig. 31-8). Este sistem a requiere que
la enferm era escanee un código de barras personal que norm almente
se coloca prim ero en la etiqueta del nom bre de la enferm era. Posteriorm
ente, la enferm era escanea un código de barras sobre el envase
de medicam entos de dosis única. Finalmente, la enferm era escanea la
pulsera del paciente. Toda esta inform ación es, entonces, almacenada
en un ord enador con el fin de docum entarla. Este sistem a ayuda a
eliminar errores de medicación porq ue pro porcio na otro paso para
garantizar que el paciente correcto recibe la m edicación correcta.
V ía c o rre c ta. Siem pre hay que consultar al prescriptor si una
prescripción no designa la vía de administración. Igualmente, si la vía
especificada no es la vía recom endada, hay que avisar al prescriptor
inmediatam ente. La evidencia reciente muestra que son com unes los
errores de medicación relacionados con la vía errónea. Por ejemplo,
los medicam entos enterales y parenterales tienen riesgo de confusión
en la pobla ció n pediátrica porque los m edicam ento s líq uid os se
dan frecuentem ente por vía oral. Cuando los m edicam entos orales
son preparados en jerin gas parenterales, existe un alto riesgo de
adm in is trar un m edicam ento oral a través de una vía parenteral
(ISMP, 2010c; Paparella, 2008). La inyección de un líq uido diseñado
para uso oral pro duce complicaciones locales, com o un absceso o
efectos sistém icos fatales. La enferm era debe prepara r las inyecciones
con las preparaciones diseñadas sólo para uso parenteral. Las
compañías farm acéuticas etiq uetan los medicam entos parenterales
«sólo p ara uso inyectable». Se debe etiq uetar la je rin ga después
de preparar el m edicam ento y siem pre utilizar diferentes jeringas
para la adm in istració n de m edicam entos enterales y parenterales
(ISMP, 2010c). Las jerin gas enterales son a m enudo de diferente
color que las jeringas parenterales y están etiquetadas claram ente
para uso oral o enteral. Las p untas de las je rin gas enterale s son
incom patibles con los sistem as de adm in istració n parenteral. Las
agujas no se conectan a las je rin gas y las jerin gas no pueden ser
in sertadas en nin gún tipo de línea intravenosa. Adem ás, hay que
asegurarse de quitar cualquier ta pón de la punta de u na jeringa oral
antes de adm in istrar el medicam ento. No quitar el ta pón puede dar
lugar a que el paciente la aspire, lo que puede bloquearle la tráquea
(Guenter, 2010; Paparella, 2008).
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
M o m e n to co rrecto . Además, la enferm era debe conocer por
qué un m edicam ento es prescrito para ciertos m om entos del día y
si p uede cam biar la pauta horaria. Por ejem plo, se prescriben dos
medicamentos, uno c/8h (cada 8 horas) y el otro, 3 veces al día. Ambos
m edicam entos están program ados para 3 veces en un perío do
de 24 horas. El prescripto r tiene la intención de que el medicam ento
c/8h sea adm inistrado durante las 24 horas para m antener los niveles
sanguíneos terapéuticos del medicamento. En cambio, la enferm era
debería adm in is trar el m edicam ento de 3 veces al día durante las
horas de vigilia. Cada institución tiene un pro gram a recom endado
de tiempos para los medicamentos prescritos a intervalos frecuentes.
La enferm era puede cam biar estos tiem pos recom endados si es
necesario o apropiado.
A menudo el prescriptor da instrucciones específicas sobre cuándo
adm in istrar un m edicam ento. Un m edicam ento prequirúrgico
para ser dado «cuando se llame» quiere decir que la enferm era da
el m edicam ento cuando los m iem bros del personal del quirófano
le notifican que están llegando para llevar al paciente a cirugía. Hay
que adm in istra r u n m edicam ento prescrito después de las comidas
dentro de la m edia hora después de la com ida, cuando el paciente
tiene el estóm ago lleno. H ay que adm inistrar u n medicam ento STAT
inm ediatamente.
Se debe dar prio rid ad a los m edicam entos tiempo-dependientes
que deben actuar y, por tanto, ser dados en mom entos determ inados.
Los hospitales designan qué m edicam entos son tiem po-dependientes
y cuáles n o son tiem po-dependientes (CMS, 2011; ISMP, 2011).
La enferm era adm in istra los m edicam entos tiem po-dependientes
dentro de los 30 m inuto s antes o después de su tiem po program ado.
Por ejem plo, hay que adm in is trar insulin a (un m edicam ento
tiem po-dependiente) en un intervalo preciso antes de una com ida.
Hay que ad m in istrar los antib ió tic os d entro de los 30 m inuto s
antes o después de que han sid o program ados, durante to do el
día para m ante ner los niveles sanguín eos te rapéuticos. Hay que
adm in is trar to dos los m edicam ento s tiem po-dependientes prescritos
habitualm ente en un intervalo de 1-2 horas antes o después
del tiem po pro gram ado o según la política de la in stitu ción (CMS,
2011; ISMP, 2011).
Algunos m edicam entos requieren del juicio clínico de la enferm
era para decidir el tiem po apro piado para la adm inistración. La
enferm era adm in is tra un m edicam ento a dem anda p ara dorm ir
cuando el paciente está preparado para irse a la cama. Además, debe
razonar cada caso cuando adm in istra analgésicos a dem anda. Por
ejem plo, la enferm era a veces tiene que obte ner una prescripción
STAT del prescriptor si el paciente requiere un m edicam ento antes
de que el intervalo a dem anda haya pasado. Las enferm eras siem pre
deben docum entar cada llam ada al profesional sanitario para obtener
un cambio de una prescripción médica.
Antes de dar de alta en un entorno sanitario , hay que evaluar
si el paciente necesita cuidados domiciliarios, especialmente si fue
ingresado en el hospital debido a un problem a con la autoadm inistra
ció n de m edicamentos. A m enudo los pacientes dejan el hospital
con un conocim iento básico de su m edic ació n pero no pueden
recordar o im plem entar ese conocimiento una vez que han vuelto a
casa. Antes de que los pacientes sean dados de alta del hospital, hay
que evaluar si los medicam entos son adecuados o prescritos a niveles
terapéuticos indicados para ellos.
En el domicilio algunos pacientes tom an varios m edicam entos a
lo largo del día. La enferm era debe ayudar a planificar los horarios
basándose en los intervalos de m edicación preferidos, la farm acocinética
de los m edicam ento s y el program a dia rio del paciente.
Para pacientes que tienen dificultad para recordar cuándo tom ar los
m edicam entos, hay que hacer un diagrama que enum ere las veces
que debe to m ar cada medicam ento o preparar un recipiente especial
para guardar cada dosis pautada.
D o c u m e n ta c ió n co rrecta. Las enferm eras y otro s profesionales
sanitarios utilizan la docum entació n precisa para comunicarse
unos con otros. M uchos errores de medicación provienen de una
docum entación imprecisa. Por tanto, se deben docum entar siem pre
los m edicam ento s de m anera precisa en el m om ento de la adm in
istració n y verificar cualq uier docum entació n inexacta antes de
adm in istra r los medicamentos.
Antes de adm in is trar un m edicam ento , hay que asegurarse de
que el RADM refleja claramente el nom bre completo del paciente;
el nom bre del m edic am ento prescrito escrito p o r com pleto (no
abreviaturas del nom bre del m edicam ento); el m om ento en que el
m edicam ento va a ser adm inistrado, y la dosis, la vía y la frecuencia.
Los problemas com unes con las prescripciones médicas son: inform
ación in completa; fo rm a o concentración de la dosis imprecisa;
prescripción o firm a ilegible; colocación incorrecta de decimales, lo
que lleva a una dosis equivocada; y term inología no estándar. Si surge
alguna duda sobre una prescripción médica porque está incom pleta,
ilegible, confusa o n o se comprende, hay que contactar con el profesional
sanitario prescriptor antes de adm in istrar el medicamento. El
profesional sanitario que prescribe es responsable de pro porcio nar
prescripciones médicas exactas, completas y comprensibles. Si los
profesionales sanitarios no pueden hacer esto, las enferm eras im -
plem entan la política de la institu ció n (n orm alm ente una política
de «cadena de mando») para determ inar con quién contactar hasta
que se resuelvan las cuestiones relacionadas con la m edicación de
los pacientes. La enferm era es responsable de iniciar esta cadena de
m ando para asegurarse de que los pacientes reciban la medicación
correcta. También es responsable de docum entar cualquier dato de
prevaloración requerido para ciertos m edicam entos, com o la m edición
de la presión arterial para medicam entos antihipertensivos,
o los valores de laboratorio com o en el caso de la fenitoína, antes de
adm in istra r el fármaco.
Después de adm in is trar un m edicam ento , hay que in dicar en
el RADM del paciente, según la política de la institución, qué m edic
am ento se ha dado para verificar que ha sido dado según fue
prescrito . La enferm era debe re gistrar en el RADM del paciente
cada m edicam ento nada más administrárselos al paciente. Una docum
entación imprecisa, como no docum entar el medicam ento dado
o docum entar u na dosis incorrecta, lleva a errores en las decisiones
sucesivas sobre los cuidados del paciente. Por ejem plo, los errores
en la docum entación sobre la insulina a m enudo causan resultados
negativos en el paciente. Considérese la siguiente situación: un paciente
recibe insulin a antes del desayuno, pero la enferm era que se
la ha adm in istra do se ha olvidado de docum entarla. La enferm era
se va a casa y el paciente tiene una enferm era nueva durante el día.
La enferm era nueva observa que la insulina no está docum entada
y, asum iendo que la enferm era an terio r no la ha adm in is trado,
adm in istra al paciente otra dosis. Aproxim adam ente 2 horas más
tarde, el paciente experim enta un nivel bajo de glucemia, lo que le
causa convulsiones. Una docum entació n precisa hubie ra evitado
que esto sucediera.
N unca hay que docum enta r que se ha dado un m edicam ento
hasta que se ha dado realmente. En el RADM se debe docum entar el
nom bre del medicamento, la dosis y la vía y hora de administración.
También hay que docum entar el lugar de cualquier inyección y las
respuestas del paciente a los m edicamentos, o positivas o negativas.
Las enferm eras deben notificar al profesional sanitario del paciente
cualquier respuesta negativa a los medicam entos y docum entar en la
historia clínica del paciente la hora, la fecha y el nom bre del profesional
sanitario al que se notificó. Los esfuerzos que la enferm era hace

A D M IN IS TR A C IÓ N DE M EDICAM ENTOS
Se requiere una base de conocim iento sólida para adm in istrar de
fo rm a segura los medicamentos. Las enferm eras deben estar preparadas
para adm in istra r los m edicam entos utilizando diversas vías.
Los siguientes apartados explican los pasos implicados en la administra
ció n de los m edicam entos utilizando varias vías.
Administración oral
La m anera más fácil y más conveniente de adm inistrar m edic am
entos es por vía oral (habilidad 31-1). N orm alm ente los pacientes
pueden ingerir o auto adm in istrarse m edicam ento s orales con
un m ínim o de problem as. Los alim entos re trasan que se vacíe el
estóm ago, lo que puede dism inuir los efectos te rapéuticos de los
m edicam entos orales. Por ta nto , la m ayoría de los m edicam ento s
orales alcanzan su m ejor acción terapéutica si se dan de 30 m in utos
a 1 hora antes de las comidas. Sin em bargo, algunos medicam entos
deben to m arse con alimentos. Algunas situaciones contrain dican
que el paciente reciba medicam entos por vía oral (v. tabla 31-5). M uchos
m edicam entos interactú an con los suplem entos alimenticios y
herb ario s. La enferm era debe estar inform ada de esas interacciones
para determ in ar el m ejo r m om ento para adm in istrar los m edicam
entos orales.
Una precaución im portante que hay que te ner en cuenta cuando
se adm inistra cualquier preparación oral es proteger a los pacientes

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