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TALLER 1

EL SER HUMANO EN CRISIS


El hombre actual ha perdido de vista su condición de trascendencia y, con ella, los bienes y valores
capaces de cimentar una norma moral de vigencia absoluta. Se ha encerrado en su vida temporal y
terrena, movido por valores casi exclusivamente materiales, desvinculados además de todo valor
trascendente, y, como tales, relativos y dependientes únicamente de su propia voluntad. La vida
espiritual se va alejando cada vez más del hombre común de nuestra época, siendo cada vez mayor
el número de hombres para quienes su única norma de conducta es el instinto o la inclinación
natural a la vida animal. La inteligencia se aplica en mayor medida a buscar los medios para hacer
más agradable la vida de los sentidos, la comodidad y la misma ciencia pareciera haberse
encaminado a este fin.
Volcado casi enteramente a los objetos exteriores por una vida eminentemente sensitiva, el
hombre ha perdido la experiencia de la reflexión, el contacto consciente con su propio ser
personal, la presencia de su interioridad espiritual inteligente y libre y ha llegado poco a poco a
perder su vida específicamente humana en virtud de no PENSARSE.
En definitiva solo queda la existencia de un mundo temporal terreno, un puro hacerse finito, una
libertad abandonada al deseo incontenible del sujeto, sin normas ni imposiciones.

Puede considerarse que el ser humano está verdaderamente en crisis o lo que hoy sucede es
simplemente el normal desarrollo de sus dinámicas evolutivas?

Pienso que el ser humano, como tal, no está en crisis y que los cambios no se deben a dinámicas
evolutivas, ya que no nos podemos excusar en que somos seres orgánicos que solo responden a la
evolución, cuando gozamos de plena conciencia del lugar que ocupamos en el universo, de nuestras
capacidades y además que poseemos libre albedrío. Creo que la crisis es de la sociedad, hemos fallado
como ser social al hacer uso de ese libre albedrío de manera aberrante sin pensar en las
consecuencias que nuestros actos pueden generarle a otras personas o a la naturaleza, las ansias de
poder y de dinero han hecho que la línea invisible del amor y del respeto hacia mi semejante,
desaparezcan y son esas mismas ansias las que instan a que las personas no tengan en cuenta los
valores y principios con los que una sociedad debe regirse para vivir en armonía, haciendo parecer que
los actos enmarcados en la deshonestidad, ya sean algo normal en todos los ámbitos de nuestra
sociedad.

Muchos autores han intentado pensar estrategias de solución a la situación actual desde diferentes
posturas y disciplinas y la mayoría coincide en reconocer que la gran causa es la externalización del
ser humano, de manera que hay una urgente tarea para que el ser humano vuelva la mirada sobre
sí mismo. ¿Qué opina de la tarea? ¿Cómo lograrla?

Es una tarea muy difícil, pero no imposible y cada persona debe empezar a dar pasos para este cambio
empezando desde el hogar, con su propia familia y en su círculo social inmediato. En el hogar se debe
aprender a ser tolerante, respetuoso y amoroso, de aquí se desprenden los demás valores y principios
con los que podemos vivir en sociedad, no debemos hacernos a los de la oreja mocha o hacernos los
ciegos cuando veamos actos de corrupción a cualquier nivel, así sea colarse en una fila, todo acto de
deshonestidad debe ser juzgado y condenado sin importar la persona que sea, sin importar que cargo
tenga o de que familia sea, lo importante es hacer saber que no vamos a permitir es que ese tipo de
conductas que dañan a mi semejante y cuartan su libertad de desarrollo, se vuelvan normales y sean
toleradas porque nadie es capaz de pararse en la línea y decir: no lo acepto.

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