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Profesor Luis Barrueco Gallardo.

Compañeros de estudio.

Un saludo cordial.

RETOS EPISTEMICOS DE LA EDUCACIÓN DEL SIGLO XXI

En primer lugar, deberá considerarse que en el siglo XXI que ya corre, al docente formador de
los futuros profesionales desde la Educación Superior, le corresponde el gran reto de regular y
seleccionar la avalancha de conocimientos generados por las vertiginosas revoluciones
científicas y tecnológicas promovidas por la comunidad científica y que afecta la sociedad global.

Dicha actualización permanente y selección de conocimientos científicos ( teorías científicas )


se hace necesaria para que el docente promueva procesos de enseñanza y aprendizaje en las
áreas académicas que le corresponda de formación profesional, pero considerando la relación
e incidencia que tales conocimientos científicos tienen con las teorías educativas que
fundamentan el hecho educativo o su práctica educativa. Sin embargo, debe señalarse que si
el proceso educativo se centra en el desarrollo de conceptos y teorías científicas pertinentes
con las asignaturas del ciclo de formación profesional en la Educación Superior, se hace
inevitable que sirvan de medio para el desarrollo a su vez de las teorías educativas que desde
el ámbito de la filosofía y epistemología de la educación y también científica en el sentido
estricto, permitirá comprender la relación entre el fenómeno educativo con las teorías científicas
y cómo éstas influyen en el funcionamiento de la sociedad, que a través del proceso educativo
procura incorporar los avances del progreso científico. Esta postura es contraria con la
concepción que se establece en el presente módulo cuando se afirma que “ las Teorías de la
Educación, por más modernas que sean, no coinciden con las teorías científicas, que explican
el mundo y se expresan en leyes. Las Teorías Educativas no son explicativas, sino prácticas;
solo prescriben, no explican…… “. Si esta concepción fuese válida y confiable, entonces no se
aceptaría el concepto ya normalizado de saber pedagógico, el cual se ha evidenciado aporta
a la evolución de las Teorías Educativas y que precisamente es producto de reflexiones críticas
que se formalizan en continuas elaboraciones y reelaboraciones conceptuales de la práctica
pedagógica; práctica cuyo discurso elaborado en el aula se logra desarrollar gracias a las
diversas articulaciones posibles entre las Teorías Científicas con fundamento en las Teorías
Educativas pertinentes a la asignatura que se enseña y aprende, de lo cual podemos tomar
algunos ejemplos en la misma historia de las ciencias: por ejemplo, recuérdese el aporte de
John Dalton , maestro de escuela y creador de la Teoría Atómica Moderna, que desde su saber
pedagógico aportó a una revolución científica y tecnológica de su época.

En definitiva, como señala de manera acertada Perkins,G ( 1997 ): “Sólo es posible retener,
comprender y usar activamente el conocimiento, mediante experiencias de aprendizaje en las
que los estudiantes reflexionan sobre lo que están aprendiendo y con lo que están aprendiendo
“ ( p.16 ); es por esto que aquí se afirma que sí es posible que las Teorías Educativas no solo
permitan explicaciones del hecho educativo en contextos vitales, sino que también contribuyen
a la conceptualización y reconceptualización de las Teorías Científicas, y eso es posible a través
del saber pedagógico construido en la escuela. Y así lo confirma Perkins, D (1997 ): “Lo que
nos falta, en cantidades colosales, no es el conocimiento, sino el uso del conocimiento
“(p.16). Gracias.

REFERENTES BIBLIOGRÁFICOS:

PERKINS, D. ( 1997). La Escuela Inteligente; del adiestramiento de la memoria a la educación de la


mente. Barcelona, Gedisa. p.16.

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