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*Como paréntesis: Hoy día es algo que no es común ver, según estadísticas
del año 2009 se tienen registrados poco mas de 400 mil casos en todo el
mundo, pero lo mejor de todo es que hay tratamiento para ello, en el tiempo
de Cristo no lo había.
La lepra para los judíos era señal de pecado, de desagrado para Dios.
Y voy a sobresaltar dos puntos, nos relata la escritura que eran 10 hombres y
no están especificando sanidad, solamente le piden misericordia.
Y vemos que más adelante les contesta 17:14 “Cuando él los vio, les dijo: Id,
mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados.”
Pero era importante presentarse frente a él, ya que tenían un ritual que
seguir después de ser limpios.
Podemos decir que actuó una ley física, “a toda acción hay una reacción”
Hermanos, en nuestro caminar diario, en nuestro caminar con Dios
actualmente es igual, no solamente es lo que paso en la época de los
apóstoles.
Hoy día, necesitamos caminar con esa FE, ¿quiere usted algo de Dios? Actué,
póngase en acción.
Y más adelante
Lucas 24-25 “Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en
la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate,
toma tu lecho, y vete a tu casa. Al instante, levantándose en presencia de
ellos, y tomando el lecho en que estaba acostado, se fue a su casa,
glorificando a Dios.”
Me gustaría saber que pensó toda aquella gente que vio cuando Jesús estaba
haciendo lodo con su saliva y untándolo en los ojos del hombre ciego.
Pero regresemos con los hombres leprosos, y tenemos uno de los puntos más
sobresalientes, y leemos:
Lucas 17:15-19 “Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió,
glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole
gracias; y éste era samaritano. Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los
que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviese y
diese gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te
ha salvado”
Volvió glorificando a Dios a gran voz, regreso feliz, con gozo, no lo hizo con
discreción y en murmullo.
Como ahora que hay muchos cristianos de la secreta, que prefieren que no se
les identifique como tal por temores absurdos y desgraciadamente hasta por
pena porque no entrarían en su círculo de amistades o trabajo.
“Que si hago lo que Dios me manda que haga, si soy obediente y confió en Él,
Él hará” (Salmo 37:5).
No se le olvide que cuando Dios ha hecho algo por usted, glorifíquelo, dele
gracias infinitas, de testimonio de ello.
Muchas veces nos portamos como esos leprosos, nos acercamos a Dios todos
mal olientes y a llagados casi, casi nos auto repudiamos y segregamos por el
mal que hemos cometido, o bien porque simplemente nos afectaron de tal
manera que sentimos que no lo superamos y que cundo lo logramos no lo
reconocemos.
Más bien sea como el Samaritano que regreso para agradecer su sanidad y
que por ese acto se llevo una doble porción.
AMEN
Rosamaría Segura
Pastor
Fecha del servicio:
08/04/2013