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LIQUIDOS Y ELECTROLITOS

El porcentaje de líquidos del cuerpo humano es sorprendentemente alto.


Aproximadamente el 60% del peso corporal de un individuo adulto es agua, el
principal líquido corporal. El agua es vital para la salud y para el funcionamiento
normal de las células, actúa como:

 Lugar donde se producen las reacciones metabólicas celulares.


 Transporte para los nutrientes, los productos de desecho y otras
sustancias.
 Lubricante
 Aislante y amortiguador
 Participa en la regulación y en el mantenimiento de la temperatura corporal.

La edad, el sexo y la grasa corporal influyen en la cantidad total de agua corporal.


Los recién nacidos tienen la proporción de agua más alta de todos, entre el 70% y
el 80% de su peso. Esta proporción disminuye con la edad. En personas de más
de 60 años, solamente representa alrededor del 50% del peso. Las mujeres tienen
un menor porcentaje de agua corporal que los hombres.

COMPOSICIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE LOS LÍQUIDOS EN EL


ORGANISMO
El líquido del cuerpo se divide en dos compartimientos principales, intracelular y
extracelular. El líquido intracelular (LIC) se encuentra dentro de las células del
organismo. En persona adultas constituye aproximadamente dos tercios del total.
El líquido extracelular (LEC) aparece fuera de las células y supone alrededor de
un tercio de todo el líquido corporal. A su vez se subdivide en distintos
comportamientos. Los dos principales compartimentos del LEC son intravascular e
intersticial. El líquido intravascular, o plasma, supone aproximadamente el 20% del
LEC y se encuentra dentro del sistema vascular. El líquido intersticial,
aproximadamente el 75% del LEC, rodea a las células. Los otros compartimientos
que forman parte del LEC son la linfa y los líquidos transcelulares. El líquido
cefalorraquídeo, pericárdico, pancreático, pleural, intraocular, biliar, peritoneal y
sinovial son ejemplos de líquido transcelular.

El líquido intracelular es fundamental para el funcionamiento normal de la célula.


Contiene solutos como oxígeno, electrólitos y glucosa y ofrece un medio en el cual
tienen lugar los procesos metabólicos celulares.
Aunque el líquido extracelular es el menor de los dos compartimientos, constituye
un sistema de transporte de nutrientes y de productos de desecho procedentes de
la célula. Por

Tanto el líquido extracelular como el líquido intracelular contienen oxígeno


procedente de los pulmones, nutrientes disueltos que llegan del aparato digestivo,
productos de excreción del metabolismo como el dióxido de carbono así como
partículas cargadas denominadas iones. Muchas sales se disocian en el agua, es
decir, se rompen, convirtiéndose en iones cargados.

El cloruro sódico se transforma en un ión sodio (Na+) y otro cloro (Cl–). Estas
partículas cargadas se denominan electrólitos ya que son capaces de conducir la
electricidad.
REGULACIÓN DE LOS LÍQUIDOS CORPORALES
 INGESTA DE LÍQUIDOS

Durante períodos de actividad moderada a una temperatura media, un adulto


normal bebe alrededor de 1500 mL por día aunque sus necesidades son de 2500
mL al día, 1000 mL más. Este volumen adicional se obtiene directamente a partir
de los alimentos y de su oxidación durante los procesos metabólicos. Es
interesante destacar que la cantidad de agua de los alimentos es relativamente
alto, llegando a suponer un aporte de alrededor de 750 mL por día. El porcentaje
de agua de las verduras es aproximadamente del 90%, el de la fruta fresca del
85% y el de la carne magra en torno al 60%.

La sed es el principal mecanismo regulador de la ingesta de agua. El centro de la


sed se encuentra localizado en el cerebro, en la región del hipotálamo. Distintos
estímulos son capaces de activar este centro, entre ellos la presión osmótica de
los líquidos corporales, el volumen vascular y la angiotensina (una hormona que
se libera en los riñones como respuesta a un descenso en el flujo sanguíneo)
 PÉRDIDA DE LÍQUIDOS

Existen cuatro formas a partir de las cuales se puede producir la pérdida:

1. Orina
2. Pérdidas insensibles a través de la piel como sudor y de los pulmones
como vapor de agua en el aire espirado
3. Pérdidas apreciables a través de la piel
4. Pérdidas a través del intestino mediante las heces

ORINA. La principal forma de pérdida de líquidos del organismo es la orina que se


forma en los riñones y se excreta desde la vejiga. La producción normal de orina
para un adulto es de 1400 a 1500 mL cada 24 horas, o al menos 0,5 mL por
kilogramo y por hora.

PÉRDIDAS INSENSIBLES. La pérdida insensible de líquido ocurre a través de la


piel y de los pulmones. Se denominan pérdidas insensibles ya que normalmente
no son evidentes y no pueden medirse. La pérdida insensible de líquido a partir de
la piel ocurre mediante dos procesos. El agua se pierde mediante procesos de
difusión y del sudor (proceso que es evidente, pero no medible).

HECES. El quimo que pasa del intestino delgado al intestino grueso contiene agua
y electrólitos. En un individuo adulto el volumen de quimo que llega al intestino
está en torno a 1500 mL por día. Prácticamente todo este volumen, excepto
aproximadamente 100 mL, es reabsorbido en la mitad proximal del intestino
grueso.

REGULACIÓN DE ELECTRÓLITOS
Del mismo modo que el mantenimiento del equilibrio hídrico es vital para el
funcionamiento normal del organismo, también lo es el equilibrio electrolítico.
Aunque la concentración de los diferentes electrólitos varía entre los distintos
compartimentos, siempre existe un equilibrio entre cationes (iones cargados
positivamente) y aniones (iones cargados negativamente). Los electrólitos son
importantes para:

1. Mantener el equilibrio hídrico


2. Contribuir a la regulación acidobásica
3. Facilitar las reacciones enzimáticas
4. Transmitir las reacciones neuromusculares

La mayoría de ellos llegan al organismo mediante los alimentos y son excretados


a través de la orina. Algunos, como el sodio y el cloro, no se almacenan en el
cuerpo y deben consumirse diariamente para mantener unas concentraciones
normales. El potasio y el calcio, a diferencia de los anteriores, son almacenados
en las células y en el hueso, respectivamente.

FLUIDOTERAPIA
La fluidoterapia intravenosa constituye una de las medidas terapéuticas más
importantes y más frecuentemente utilizada en los ámbitos hospitalario y
extrahospitalario. Su objetivo primordial consiste en la corrección del equilibrio
hidroelectrolítico alterado, hecho habitual en pacientes en situación crítica.

INDICACIONES DE LA FLUIDOTERAPIA INTRAVENOSA


Las indicaciones de la fluidoterapia van a ser todas aquellas situaciones en las
que existe una grave alteración de la volemia, del equilibrio hidroelectrolítico, o de
ambos, y que requieran medidas de actuación encaminadas a restaurar la volemia
y el equilibrio alterado. Asimismo, se utiliza como vehículo para la dilución de otros
fármacos.

Principalmente, la fluidoterapia supone un tratamiento necesario en casos de


shock hipovolémico, trastornos digestivos graves y trastornos renales y
metabólicos.

TIPOS DE SOLUCIONES UTILIZADAS EN FLUIDOTERAPIA:


CLASIFICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS
En función de la distribución de los líquidos en el organismo y según su capacidad
para atravesar las barreras de separación entre los distintos compartimentos
corporales, los fluidos utilizados se pueden clasificar en:
a) cristaloides: soluciones que contienen agua, electrolitos y/o azúcares en
diferentes proporciones. Pueden ser soluciones hipotónicas, isotónicas o
hipertónicas respecto al plasma, según sea la concentración de iones o
glucosa (osmolaridad) que posean
b) coloides: soluciones que poseen moléculas de elevado peso molecular, que
ejercen una presión oncótica sobre el agua intravascular y evitan su rápida
eliminación, lo que contribuye a mantener el volumen plasmático y la
presión arterial. Se les suele denominar también sustancias «expansoras
del plasma» y pueden ser naturales (albúmina) o artificiales (dextranos,
hidroxietilalmidón y gelatinas).

Los cristaloides están claramente indicados en situaciones en las que el interés es


el restablecimiento hidroelectrolítico o mineral, con consideraciones diversas en
cuanto a la naturaleza del trastorno, tiempo de su producción y enfermedad de
base del enfermo.
COMPLICACIONES DERIVADAS DE LA SUEROTERAPIA
Las principales complicaciones debidas al volumen perfundido en la fluidoterapia
son: insuficiencia cardíaca, edema agudo de pulmón y edema cerebral.
Estas complicaciones pueden evitarse mediante el recambio adecuado de
catéteres, la correcta selección del fluido, adecuando el volumen de los líquidos al
contexto clínico del paciente, la monitorización y el seguimiento del paciente, así
como la aplicación de una técnica depurada.

NORMAS GENERALES PARA LA ADMINISTRACIÓN


No existe un protocolo general de fluidoterapia intravenosa para cada cuadro
clínico. Las pautas de fluidos se deben ajustar de forma individual para cada
paciente:

 Pautar líquidos en función de los déficits calculados.


 Seleccionar adecuadamente el fluido para cada situación clínica.
 Ajustar los fluidos especialmente en situaciones de insuficiencia orgánica
(insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal aguda, insuficiencia hepática).
 Realizar control diario de líquidos, para ajustarlos según aporte y pérdidas.
 Evitar soluciones hipotónicas en situaciones de hipovolemia porque
incrementan el volumen extravascular.
 No existe un protocolo general de fluidoterapia intravenosa para cada
cuadro clínico. Las pautas de fluidos se deben ajustar de forma individual
para cada paciente:
 Pautar líquidos en función de los déficits calculados.
 Seleccionar adecuadamente el fluido para cada situación clínica.
 Ajustar los fluidos especialmente en situaciones de insuficiencia orgánica
(insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal aguda, insuficiencia hepática).
 Realizar control diario de líquidos, para ajustarlos según aporte y pérdidas.
 Evitar soluciones hipotónicas en situaciones de hipovolemia porque
incrementan el volumen extravascular.

MONITORIZACIÓN EN FLUIDOTERAPIA
El empleo de soluciones intravenosas implica riesgos importantes, por lo que se
requiere una continua evaluación de la situación hemodinámica del paciente,
valorando especialmente la aparición de signos de sobreaportación de agua o
electrolitos. En la práctica, la monitorización puede efectuarse con dos elementos
de juicio: signos clínicos y datos de laboratorio.

 VALORACIÓN DE LOS SIGNOS CLÍNICOS

Monitorizar en todos los pacientes, con una frecuencia que dependerá de la


gravedad del estado clínico: diuresis, frecuencia cardíaca, presión arterial,
frecuencia respiratoria, temperatura, nivel del estado de alerta, signos de
hipervolemia (ingurgitación yugular, crepitantes basales, aparición de tercer ruido
cardíaco, edemas, presión venosa central elevada) y signos de hipovolemia
(sequedad de piel y mucosas, pérdida de turgencia tisular y pliegue cutáneo,
ausencia/debilidad pulsos distales).

 DATOS DE LABORATORIO

Se deben realizar estudios analíticos, según el estado clínico del paciente:

a) concentración plasmática de glucosa, urea, creatinina, sodio, potasio y cloro


b) gasometría arterial
c) relación nitrógeno ureico/creatinina
d) osmolaridad plasmática.

Los datos de mayor valor son los iones séricos y la osmolaridad.

DESEQUILIBRIOS HÍDRICOS
Los desequilibrios hídricos son de dos tipos: isotónicos y osmolares. Los
desequilibrios isotónicos aparecen cuando se pierden o se ganan agua y
electrólitos en proporciones iguales, de modo que la osmolalidad de los líquidos
corporales permanece constante. Los desequilibrios osmolares aparecen cuando
se produce únicamente pérdida o ganancia de agua, con lo que la osmolalidad del
suero se ve alterada.

DÉFICIT DE VOLUMEN DE LÍQUIDO


El déficit de volumen de líquido (DVL) istotónico aparece cuando el organismo
pierde en proporciones similares tanto agua como electrólitos del LEC. De este
modo, el resto de líquidos permanece isotónico. En este caso la pérdida de líquido
se produce inicialmente en el compartimento intravascular, de modo que a
menudo se denomina hipovolemia.

El DVL generalmente ocurre como resultado de: a) pérdidas anormales a través


de la piel, del aparato gastrointestinal o de los riñones; b) descenso en la ingesta
de agua; c) sangrado, o d) movimiento de líquido hacia el tercer espacio.

EXCESO DE VOLUMEN DE LÍQUIDOS


El exceso de volumen de líquidos (EVL) aparece cuando el organismo retiene en
proporciones similares agua y sodio del LEC normal. Esta reacciosituación suele
conocerse como hipervolemia (incremento del volumen sanguíneo).

Las causas específicas de EVL son: a) ingesta excesiva de cloruro sódico; b)


administración demasiado rápida de sueros, sobre todo en pacientes con
alteraciones en los mecanismos de regulación, y c) procesos patológicos que
alteren los mecanismos reguladores, como insuficiencia cardíaca, insuficiencia
renal, cirrosis hepática y síndrome de Cushing.

DESHIDRATACIÓN
La deshidratación, o desequilibrio hiperosmolar, aparece cuando se pierde agua
del organismo haciendo que el paciente tenga un exceso de sodio. Ya que se
pierde agua mientras que los electrólitos, sobre todo el sodio, son retenidos, la
osmolalidad y las concentraciones de sodio séricas aumentan. El agua pasa al
compartimento vascular procedente del espacio intersticial y de las células, lo que
provoca la deshidratación de estas últimas.

SOBREHIDRATACIÓN
La sobrehidratación, también denominado desequilibrio hipo-osmolar o exceso de
agua, ocurre cuando se recibe un aporte por encima de lo normal de líquidos sin
aumento de electrólitos, lo que origina una osmolalidad y una concentración de
sodio séricas bajas. A nivel cerebral esto puede provocar edema y alteración de la
función neurológica. La intoxicación con agua a menudo aparece cuando se
pierden tanto líquidos como electrólitos

DESEQUILIBRIOS ELECTROLÍTICOS
Los más frecuentes y los más importantes desequilibrios electrolíticos incluyen al
sodio, potasio y calcio.

SODIO
El sodio (Na+), el catión más abundante del líquido extracelular, no solamente
entra y sale del organismo sino que también se mueve a través de los tres
compartimentos líquidos manteniendo un cuidadoso equilibrio. Se encuentra en la
gran mayoría de las secreciones corporales, por ejemplo, saliva, secreciones
gástrica e intestinal, bilis, y secreciones pancreáticas. Por tanto, la eliminación
continua a través de cualquiera de estas vías, como la aspiración intestinal, puede
provocar una deficiencia de sodio. Dado que su función es regular el equilibrio
hídrico, los desequilibrios de este ión normalmente se acompañan de alteraciones
en el agua.

• La hiponatremia es una deficiencia en sodio, o una concentración sérica


de sodio inferior a 135 mEq/L, y representa, en el ámbito de los cuidados
intensivos, un desequilibrio electrolítico frecuente. El agua saldrá del
compartimento vascular hacia el tejido intersticial y hacia las células,
provocando las manifestaciones clínicas que se asocian a esta patología.
Cuando las concentraciones de sodio disminuyen, el cerebro y el sistema
nervioso se ven afectados por edema celular.

• La hipernatremia es un exceso de sodio en el LEC, o una concentración


sérica de sodio superior a 145 mEq/L. Ya que la presión osmótica del
líquido extracelular está aumentada, los fluidos salen de las células hacia el
LEC (figura 52-12, B). Esto provoca la deshidratación de las células. Como
en el caso de la hiponatremia, las principales manifestaciones de la
hipernatremia son de naturaleza neurológica.

POTASIO
• La hipopotasemia es una deficiencia de potasio o una concentración
sérica del mismo inferior a 3,5 mEq/L. Las causas más habituales son las
pérdidas de potasio por vómitos y aspiración gástrica, así como el empleo
de diuréticos perdedores de potasio como los tiacídicos y los diuréticos de
asa

• La hiperpotasemia es un exceso de potasio o una concentración sérica del


mismo superior a 5 mEq/L. Este proceso es menos frecuente que la
hipopotasemia y ocurre raramente en pacientes con una funcionalidad renal
normal. Es, sin embargo, más peligrosa ya que puede producir parada
cardíaca.

CALCIO
• La hipocalcemia es una deficiencia en calcio, o una concentración sérica
total inferior a 8,5 mg/dL o unos valores de calcio ionizado menores de 4
mg/dL. Una depleción grave puede ocasionar tetania con espasmos
musculares y parestesias (parálisis y hormigueo alrededor de la boca, de
las manos y de los pies) pudiendo llegar a provocar convulsiones. Dos
síntomas indican hipocalcemia:

a) El signo de Chvostek que es una contracción de los músculos faciales


producida al realizar presiones suaves sobre el nervio facial delante de la
oreja.

b) El signo de Trousseau es un espasmo del carpo que aparece después de


insuflar el manguito del aparato para tomar la tensión en la parte superior
del brazo 20 mm Hg por encima de la presión sistólica durante de 2 a 5
minutos.
• La hipercalcemia, o concentración sérica de calcio total superior a 10,5
mg/dL, o unos valores de calcio ionizado superiores a 5 mg/dL, ocurre
mucho más a menudo cuando se moviliza el calcio a partir del esqueleto.
Esto puede deberse a tumores malignos o una inmovilización prolongada.

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