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ORACIONES SUBORDINADAS DECLARATIVAS

Las oraciones “declarativas”, llamadas también “sustantivas” o “completivas”, son oraciones


subordinadas, dependientes de un verbo de pensamiento, lengua o sentido, las cuales contienen
una declaración o manifestación equivalente a un sustantivo en sentido amplio. Así tenemos que
en “yo digo que la vida es hermosa” y “yo digo la verdad”, la estructura “que la vida es hermosa”
de la primera oración es idéntica a “la verdad” de la segunda oración desde el punto de vista
sintáctico: ambas funcionan como objetos directos.

Con y sin conjunción


Frente al “que” del español, el griego presenta, en las declarativas, tipos con o sin conjunción. Con
una conjunción: o(,/ o(/ te en Homero; o(t/ i, w(j en todo el periodo de la lengua; dio/ti, pw=j en
época posterior; y aisladamente, en poesía, ou(n / eka, o(qou/neka, y o(/pwj. Sin conjunción:
construcciones de infinitivo y de participio.

Diferencia entre
w(j y o(t
/ i

El griego no tiene una distinción tan clara entre la construcción conjuntiva y la infinitiva; y aun
dentro de la conjuntiva, la distinción entre w(j y o(t/ i, las dos conjunciones más empleadas, es
tenue, aunque en ático se observa un matiz más subjetivo con w(j, es decir, expresando no tanto la
realidad en sí (la realidad objetiva), sino el modo de sentir y de pensar de quien habla en el
contexto de la oración. Al respecto, Herbert Smyth (p. 582, párrafo 2,579) escribe: “En muchos
casos la elección es opcional. Oraciones afirmativas usualmente toman el infinitivo o o(t/ i; pero w(j
es aparentemente preferido a o(t/ i cuando un escritor desea marcar una declaración como una
opinión, como un pretexto, como falsa, y también cuando la oración principal es negativa o cuando
la oración subordinada es negativa (o ambas son negativas)”. Por su parte, Bizos (p.129) comenta:
“Se tiene en principio o(t/ i para un hecho cierto, w(j para un hecho incierto, falso o negado; pero
esta distinción está lejos de ser siempre observada [cursivas mías]”.
Muchos verbos pueden prácticamente emplear todas las construcciones posibles; pero, en
general, la lengua tiende al desarrollo de la conjunción en perjuicio de la construcción de
infinitivo o de participio.

1. Declarativas con o(t


/ i
Ya en Homero la conjunción o(t/ i (o(t/ tiŸes más común que o(/ y o(/ te: después de Homero su
predominio es casi absoluto. Se usa después de los verbos de percepción, sentimiento,
pensamiento, lengua, como explicativo, en oraciones subjetivas y como expletivo (equivalente a
dos puntos). Un ejemplo de cada uno:

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1.1. Con verbos de
percepción física o
intelectual
oiåda ga\r oÀtti kakoiì me\n a)poi¿xontai pole/moio (Il., 11, 408), “en efecto, sé que los
cobardes se apartan de la guerra”; nu=n de\ o(rw½ oÀti ou)de\n u(gie\j ouÃte h( mh/thr ouÃte oi¸ tw½n
¹Ammwni¿wn profh=tai eÃlegon (Luc., DMort., 13, 1, 13-15), “y ahora veo que nada sensato decían
ni mi madre ni los profetas amonios”.

1.2. Con verbos de


sentimiento-afecto
Los verbos que con mayor frecuencia se emplean en la época clásica son h(d/ omai (gozar,
alegrarse); a)lge/w (sentir dolor, afligirse), a)gapa/w (complacerse, contentarse), a)ganakte/w
(enojarse, irritarse), metame/lei (arrepentirse), ai)sxu/nomai (avergonzarse, sentir vergüenza),
periora/w (mirar con desdén), etc. Estos verbos prefieren la construcción participial, cuando se
quiere poner de relieve el sentimiento en sí implícita en el verbo regente, y la conjuntiva con o(t/ i
(también w(j) cuando se da más importancia al hecho causante del sentimiento implícito en la
subordinada. kaiì a)ganaktou=sin w¨j mega/lwn tinw½n a)pesterhme/noi kaiì to/te me\n euÅ
zw½ntej (Pl., R., 329, a, 7-8), “y se enojan, en la idea de que han sido despojados de ciertas cosas
grandes y en otro tiempo en verdad vivieran bien”; ma/lista d' a)ganaktw½, wÕ boulh/, oÀti
periì [tw½n] pragma/twn ei¹peiÍn a)nagkasqh/somai pro\j u(ma=j (Lys., Or3, 12, 1-3), “y sobre
todo me enoja, oh consejo, que seré obligado a hablar a ustedes en torno de estos asuntos”.

1.3. Con verbos de


pensamiento y opinión
e)n pollv= dh\ a)pori¿# hÅsan oi¸ àEllhnej, e)nnoou/menoi oÀti e)piì taiÍj basile/wj qu/raij
hÅsan (X., An., 3, 1, 2), “en verdad los griegos estaban en una gran dificultad, pensando que estaban
a las puertas (= en los dominios) del rey”.

1.4. Con verbos de


lengua
La noción de pensamiento y percepción se continúa lógicamente en la comunicación: Le/gei pou
¸Hra/kleitoj oÀti "pa/nta xwreiÍ kaiì ou)de\n me/nei" (Pl., Cra., 402, a, 8-9), “en algún lugar dice
Heráclito que "todo fluye y nada permanece" ”.

1.5. Con valor


explicativo
La conjunción o(t/ i con el valor de “el hecho de que” sirve para explicar el contenido de una
oración o palabra: tou=to dh\ aÃcion e)paineiÍn tw½n a)ndrw½n tw½n to/te naumaxhsa/ntwn,
oÀti to\n e)xo/menon fo/bon die/lusan tw½n ¸Ellh/nwn kaiì eÃpausan foboume/nouj
plh=qoj new½n te kaiì a)ndrw½n (Pl., Mx., 241, b, 4-6), “en verdad (es) digno de alabar esto de los
varones que entonces combatieron por mar, el hecho de que disiparon el miedo que dominaba a
los griegos, e hicieron calmar a los atemorizados en relación con la multitud de naves y hombres”.
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1.6. En oraciones
subjetivas
En las expresiones impersonales del tipo dh=lon o fanero/n e)sti, etcétera, la oración
introducida por o(t/ i es subjetiva o sujetiva, en el sentido de que puede considerarse como sujeto de
la expresión. Este uso se desarrolló plenamente en la época posthomérica y tiene precedentes en
giros como éstos: hÅ ou)x aÀlij oÀtti gunaiÍkaj a)na/lkidaj h)peropeu/eij; (Il., 5, 349), “¿en
verdad no (es) demasiado que seduzcas a débiles mujeres?”; dh=lon me\n ga\r oÀti Sku/qai kaiì
Qr#=kej ou)k aÄn tolmh/seian a)spi¿daj kaiì do/rata labo/ntej Lakedaimoni¿oij
diama/xesqai (X., Mem., 3, 9, 2), “pues (es) evidente que los escitas y los tracios no se atreverían,
con escudos y lanzas, a luchar abiertamente contra los lacedemonios”. dh=lon hÅn oÀti e)ggu/j pou
basileu\j hÅn (Id., An., 2, 3, 6), “era evidente que el rey estaba allí cerca”; ou)k a)lhqe\j de/, w¨j
laxano/pwlij hÅn h( mh/thr au)tou= (Suda, epsilon.3695.2 -3).

1.7. o(t
/ i expletivo
La conjunción oÀti como expletivo (es decir, para hacer más llena o armoniosa la locución)
equivale a dos puntos: e)dh/lou de\ h( grafh\ oÀti ““Qemistoklh=j hÀkw para\ se/”” (Th., 1, 137,
4), “y manifestaba la carta: Yo, Temístocles, he venido ante ti.”

2. Declarativas con w(j


En realidad es indistinto el uso de oÀti y w(j respecto de la significación, aunque se observa un
matiz más subjetivo en w(j, según anotábamos (ver supra, p. 1). Se encuentra w(j preferentemente
con verbos de percepción, sentimiento y lengua; se usa también como explicativa y con oraciones
subjetivas (sustantivas de sujeto):

2.1. Con verbos de


percepción física e
intelectual
oiåda ga\r wÐj moi o)dw¯dustai kluto\j e)nnosi¿gaioj (Od., 5, 423), “pues sé que conmigo está
irritado el ínclito estremecedor de la tierra”.

2.2. Con verbos de


sentimiento o afecto
Como sucedía con o(t/ i, la oración subordinada con w(j tiene un matiz declarativo-causal: e)mo\n d'
e)ge/lasse fi¿lon kh=r, w¨j oÃnom' e)capa/thsen e)mo/n (Od., 9, 413-414), “y se regocijó mi
corazón de que (= porque) mi nombre lo engañara (engañó)”.

2.3. Con verbos de


lengua
La conjunción tiene claramente el valor de “que”: le/cw de/ soi w¨j ou) di¿kv g' eÃkteinaj (S.,
El., 560-561), “y te diré que no con justicia verdaderamente mataste”.

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2.4. Con valor
explicativo y para
introducir una oración
principal
Se usa también w(j como explicativo: wÔ po/poi hÅ ma/l' e)lafro\j a)nh/r, w¨j r(eiÍa kubist#= (Il.,
16, 745), “ay, pues; ciertamente muy ágil (es) el hombre, (porque; se deduce de) que fácilmente da
una voltereta”. De este uso proviene el valor “pues” de w(j para introducir una oración principal:
ti¿ pote le/geij, wÕ te/knon; w¨j ou) manqa/nw (S., Ph., 914), “¿qué dices, hijo?; pues (= que) no
entiendo.

2.5. En oraciones
subjetivas
Con expresiones impersonales y las personales correspondientes, formadas por verbo copulativo y
adjetivo, la conjunción ὡς introduce una oración sustantiva de sujeto: katafanh/j e)stin w¨j di'
eÃrwta th\n e)pime/leian au)tou= pare/laben (Aeschin., Tim., 143, 7-8), “evidente es que por amor
tomó el cuidado de él”.

3.1. ὅπως como


equivalente de w¨j
En época posthomérica se usa la conjunción ὅπως como equivalente de w¨j declarativa (“que”)
después de verbos de lengua y sentimiento o afecto: tou=t' au)to\ mh/ moi fra/z' oÀpwj ou)k eiå
kako/j (S., OT, 548), “no intentes decirme esto mismo, que no eres malo”.

ORACIONES DECLARATIVAS CON INFINITIVO

La declarativa puede hacerse también mediante una oración de infinitivo. Hay que distinguir entre
“oraciones de infinitivo subjetivas/sujetivas” o como sujeto, y “oraciones de infinitivo objetivas” o
de complemento directo.

4.1. Declarativas de
infinitivo sujetivo
El infinitivo se emplea como sujeto sobre todo en oraciones declarativas con verbos impersonales
y expresiones con verbo copulativo, como dei=, xrh/, e)/cesti, prosh/kei, a)na/gkh e)sti/n,
kalo/n e)stin, kako/n e)stin, etc. Ejemplo: th=j ga\r e)piou/shj nukto\j pa/nta tau=ta deiÍ
pepra=xqai (Pl., Cri., 46, a, 5-6), “pues es necesario que todo esto quede hecho en la próxima
noche”. Por supuesto que puede aparecer el sujeto del infinitivo en acusativo: xrh/ me th=sd'
aÃrxein xqono/j; (S., Ant., 736), “¿es necesario que yo gobierne esta tierra?”

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Pero la tendencia de la lengua se dirige a evitar el giro impersonal a favor de la construcción
personal.

4.2. Declarativas
propias de infinitivo
objetivo
En algunas oraciones declarativas se halla propiamente el infinitivo objetivo o complementario.
Sin embargo, ha de tenerse en cuenta que la separación entre la construcción de infinitivo y la
conjuntiva (o(t/ i, w(j e incluso o(p
/ wj, como ya anotamos) nunca es total o absoluta, y, por tanto,
pueden hallarse las dos construcciones con los mismos verbos. Se completan propiamente por
medio de infinitivo objetivo con bastante frecuencia los verbos que expresan el ejercicio o la
actualización de la voluntad: bou/lomai “querer”, proaire/omai “elegir”, pei/qw “persuadir”,
paraine/w “exhortar”, de/omai “rogar”, a)cio/w “estimar digno”, dida/skw “enseñar”; también los
que significan “empezar” como a)/rxomai, e “intentar” como peira/w. De igual manera se
construyen los verbos de significación opuesta o contraria a los anteriores: a)pagoreu/w
“prohibir”, kwlu/w “impedir”; con verbos de “decir”: le/gw “decir”, fhmi/ “afirmar”, o(mologw=
“reconocer”, etc., y con verbos de “opinión”: nomi/zw “considerar”, h(gou=mai “pensar”, oi)o / mai
“creer”, etc.

4.3. Con verbos de


voluntad y de mandato
periì d' e)mautou= braxe/a bou/lomai u(miÍn ei¹peiÍn (Lys., Or19, 55, 4-5), “y acerca de mí mismo
quiero hablar brevemente a ustedes”; laou\j d' ¹Atrei¿d+ hj a)polumai¿nesqai aÃnwgen (Il., 1,
313), “y el Atrida mandó a sus contingentes que se purificaran”.

4.4. Con verbos de


intención y promesa
pro/sqen me\n ou) prosie/mhn danei¿sasqai (X., Mem., 2, 7, 11), “antes yo no deseaba tomar un
préstamo”; o( de\ Ku=roj u(pisxneiÍtai h(mio/lion pa=si dw¯sein ou pro/teron eÃferon (Idem.,
An., 1, 3, 21), “y Ciro promete dar a todos un tanto y medio de lo que antes recibían”.

4.5. Con verbos de


empezar
ãHrcanto de\ kata\ tou\j xro/nouj tou/touj kaiì ta\ makra\ tei¿xh ¹AqhnaiÍoi e)j
qa/lassan oi¹kodomeiÍn (Th., 1, 107, 1), “y en estos tiempos también los atenienses empezaron a
edificar los muros largos en dirección al mar”.

4.6. Con verbos de


“decir”
Le/geij su/..., wÕ pa/ter, w¨j e)moiì dokeiÍ,... strathgou= a)rgou=ntoj ou)de\n oÃfeloj eiånai
(X., Cyr., 1, 6, 18), “dices tú, oh padre, como me parece, que ninguna utilidad hay de un estratego
que es perezoso”.

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4.7. Con verbos de
“opinión”
¸Hgou=mai ga\r [...] tou\j periì th\n a)strologi¿an kaiì gewmetri¿an kaiì ta\ toiau=ta tw½n
maqhma/twn diatri¿bontaj ou) bla/ptein (Isoc., Antid., 261, 1-4), “pues, yo considero […] que
los que se dedican a la astrología y a la geometría y a tales aprendizajes no hacen daño”.

ORACIONES DECLARATIVAS CON PARTICIPIO

El carácter verbal del participio hace a éste apto para expresar un suceso o una acción; al mismo
tiempo, su naturaleza nominal exige que vaya con una parte o elemento de la oración. La
diferencia con el infinitivo radica en que mientras con el infinitivo se “expresa una virtualidad,
una realidad en potencia, sea ésta pensada, deseada, aconsejada o permitida” --en fin, una idea más
abstracta--, con el participio se trata de una “realidad existente al momento en que se afirma la
actitud evocada por el verbo principal” [cursivas del autor], según nos explica Jean Carrière
(Estilística griega, México, UNAM, 2009, pp.64-65).

5.1. Declarativas de
participio con verbos
de percepción
La construcción típica de los verbos de percepción física o intelectual es la participial; ésta es
preferida a la infinitiva y a la conjuntiva, cuando la percepción es inmediata:
a) Participio concertado con el sujeto: åW basileu=, diabeblhme/noj u(po\ ¹Ama/sioj
ou) manqa/neij; (Hdt., 3, 1), “oh rey, ¿no comprendes que has sido burlado completamente por
Amasis?”; e(w¯rwn ou) katorqou=ntej (Th., 7, 47, 1), “(ellos) veían que (ellos) no tenían éxito”.
b) Participio concertado con el objeto: o( me\n Da/fnij... kaiì aÀma ta\j aiågaj
e)pesko/pei katakeime/naj kaiì wÐsper tw½n melw½n a)krowme/naj (Longus, Daphnis, 1, 13, 4),
“ciertamente Dafnis observaba que al mismo tiempo las cabras estaban echadas y como que
escuchaban las melodías”.

5.2. Declarativas de
participio con verbos
de sentimiento
Los verbos de sentimiento o afecto prefieren la construcción participial, cuando se resalta el estado
del sujeto que sufre la afección o sentimiento:
a) Participio concertado con el sujeto: meteme/lonto ta\j sponda\j ou) deca/menoi (Th.,
4, 27, 2-3), “se arrepentían de no haber aceptado la tregua”; kaiì tou=to me\n ou)k ai¹sxu/nomai
le/gwn (X., Cyr., 5, 1, 21), “y no me avergüenzo de decir esto”.

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b) Participio concertado con el objeto: kaiì tou\j cumma/xouj... ou) perioyo/meqa
a)dikoume/nouj (Th., 1, 86, 2), “y no miraremos con indiferencia que sean injuriados nuestros
aliados”.

5.3. Declarativas de
participio con verbos
de “empezar”,
“terminar”…
Con verbos de “empezar”, “terminar” y “continuar” (a)/rxomai, diatele/w, pau/omai);
“encontrar” (tugxa/nw, eu(ri/skw); “llegar antes” (fqa/nw); “estar oculto” (lanqa/nw); “hacer” y
“mostrar” (poie/w, dei/knumi), etc. La mayor parte de estos verbos rigen un participio concordado
con el sujeto; otros admiten la concordancia con el objeto:

a) Participio concertado con el sujeto

α) Con verbos de “empezar”: aÃrcomai de\ a)po\ th=j i¹atrikh=j le/gwn (Pl., Smp., 186, b, 2-3),
“empezaré a hablar de la medicina”; pau/sasqe a(marta/nontej ei¹j th\n patri¿da (X., HG, 2, 4,
21), “(ustedes) dejen de cometer errores contra la patria”.

β) Con verbos de “encontrarse”: o( me\n ouÅn presbu/teroj parwÜn e)tu/gxane (Id., An., 1, 1, 2),
“ahora bien, el mayor estaba presente por casualidad”.
γ) Con verbos de “prevenir” y “llegar antes”: kaiì fqa/nousin e)piì t%½ aÃkr% geno/menoi tou\j
polemi¿ouj (Ib., 3, 4, 49), “y se adelantan a los enemigos estando en la parte alta”.

δ) Con verbos de “estar oculto”: eÃlaqon h(ma=j a)podra/ntej (X., Cyr., 4, 2, 5), “huyeron a
ocultas de nosotros”.
ε) Con verbos de “mostrar”: (h( yuxh/) a)qa/natoj fai¿netai ouÅsa (Pl., Phd., 107, c, 8), “(el alma)
es inmortal aparentemente”.

b) Participio concertado con el objeto

α) Con verbos de “hacer cesar”, “terminar”: Glau/kwna de\... ou)deiìj e)du/nato pau=sai
e(lko/meno/n te a)po\ tou= bh/matoj kaiì katage/laston oÃnta (X., Mem., 3, 6, 1), “nadie pudo
hacer cesar que Glauco fuera arrastrado de la tribuna y que fuera objeto de risa”.
β) Con verbos de “encontrar”: o( de\ kh=ruc a)fiko/menoj huÂre tou\j aÃndraj diefqarme/nouj
(Th., 2, 6, 3-4), “y el heraldo al llegar encontró que los hombres habían sido ejecutados”.

γ) Con verbos de “hacer” y “mostrar”: (o( àOmhroj) aÃklhton e)poi¿hsen e)lqo/nta to\n
Mene/lewn e)piì th\n qoi¿nhn (Pl., Smp., 174, c, 3), “(Homero) hizo que Menelao llegara al festín
sin ser invitado”; kaiì peira/somai t%½ lo/g% tou=ton (toìn kath/goron) me\n e)pideiÍcai
yeudo/menon, e)mauto\n de\ bebiwko/ta me/xri th=sde th=j h(me/raj e)pai¿nou ma=llon aÃcion
hÄ fqo/nou (Lys., Or24, 12, 9-13.2), “y con mi discurso intentaré mostrar que éste (mi acusador)
miente, y que yo mismo he vivido hasta este día más digno de alabanza que de envidia”.

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ORACIONES DE TEMOR Y CUIDADO

Las oraciones de temor y cuidado se estudian en un mismo apartado, pues tienen una construcción
casi igual, aunque el contenido sea sólo parecido. La oración de temor debiera ser incluida entre
las oraciones sustantivas o declarativas, ya que representa la declaración de un temor; pero,
atendiendo a su origen y construcción, suele estudiarse por separado. De igual manera, la oración
de cuidado puede ser tratada entre las oraciones finales de esfuerzo negativo, aunque, por otra
parte, pueden ser consideradas como una prolongación de las de temor, ya que los verbos de
“cuidar”, “reflexionar” y “guardarse” en esta clase de oraciones pueden encerrar un sentido de
temor.

6.1. Oraciones de
Temor
El origen posible de las oraciones de temor está en la parataxis o yuxtaposición, respecto de una
oración anterior prohibitiva independiente con mh/ y subjuntivo voluntativo, con sentido originario
de duda o deseo, como “acaso no”, “que no”. Así, peridei¿dia mh/ ti pa/qwmen (Il., 13, 52)
originariamente significa: “temo mucho, ¡(ojalá) que no suframos algo!” Pero, al considerarse la
oración con mh/ como explicación o causa del temor, las oraciones independientes se funden en un
grupo complejo íntimamente unido e intrínsecamente subordinado: “temo mucho que suframos
algo”. La negación mh/ se convierte así en instrumento de subordinación o conjunción
subordinativa. En español subsisten las dos formas de construcción de las oraciones de temor: la
primitiva, “tengo miedo, no sea que nos asalten”; la desarrollada, “tengo miedo de que nos
asalten”.

Conjunción principal
La independencia originaria de la regente y la subordinada se observa después en la frecuentísima
posposición de la oración con mh/ y en la constancia del subjuntivo. Al ser considerada la oración
pospuesta (con mh/) como contenido del temor, queda convertida al mismo tiempo en declarativa y,
por tanto, la partícula mh/ se transforma en mera conjunción declarativa semejante en valor a w(j y
/ i “que”. Así, desde Homero se usa mh£ ou) para la negación “que no” después de verbos de
o(t
temor.
Con verbos y expresiones de temor se emplea mh/ con el valor de “que”, mh£ ou) con el valor de
“que no”. Las construcciones son: con subjuntivo; con optativo oblicuo y potencial; y con
indicativo, esencialmente.
1) Con subjuntivo, después de tiempo principal o primario: De/doika..., wÕ Sw¯kratej, mh\ ou)k
eÃxw e)gwÜ tosau/thn sofi¿an (X. Mem., 2, 3, 10), “temo…, oh Sócrates, que no tenga yo tanta
sabiduría”; Deinw½j a)qumw½ mh\ ble/pwn o( ma/ntij vÅ (S., OT, 747), “temo terriblemente que el
adivino esté viendo”.

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2) Con optativo oblicuo, después de tiempo histórico o secundario. La sustitución del subjuntivo
por el optativo oblicuo se realiza ya desde Homero y llega a la época ática: eÃdeisan de\ mh\
lu/tta tij wÐsper kusiìn h(miÍn e)mpeptw¯koi (X., An., 5, 7, 26), “y temieron que un especie de rabia
nos haya atacado [o hubiera atacado] como a los perros”. Sin embargo, puede alternar optativo con
subjuntivo.
3) Con optativo potencial. A partir de Sófocles: ei¹ de/ tinej auÅ fobou=ntai mh\ matai¿a aÄn
ge/noito auÀth h( kataskeuh/..., (X., Vect., 4, 41, 1-2), “y si algunos temen que pudiera ser vana
esta preparación…”.
4) Con indicativo: Según el modelo o(p
/ wj mh/: fobou=mai de\ mh/ tinaj h(dona\j h(donaiÍj
eu(rh/somen e)nanti¿aj (Pl., Phlb., 13, a, 4-5), “y temo que encontremos (o encontraremos) unos placeres
opuestos a los placeres”.

Con w(j y o(p


/ wj

En ático se usa w(j, más rara vez o(p


/ wj, normalmente después de verbo de temor negado, con el
significado de “que”. a) El verbo frecuentemente está en futuro de indicativo o de optativo: mh\
dei¿shte w¨j ou)x h(de/wj kaqeudh/sete (X., Cyr., 6, 2, 30), “no tengan temor ustedes de que no
dormirán (o mejor, duerman) placenteramente”; kaiì nu=n mh\ tre/s$j oÀpwj se/ tij... // bwmou=
tou=d' a)pospa/sei bi¿# (E., Heracl., 248-249), “y ahora no temas que alguien… te aleje (= te alejará) de
este altar con violencia”; kate/sthsen e)piì ghlo/fwn tinw½n e)nanti¿ouj au)toiÍj kaiì i¸ppe/aj
kaiì o(pli¿taj, fo/bon boulo/menoj kaiì tou/toij pare/xein w¨j, ei¹ bohqh/saien, oÃpisqen
ouÂtoi e)pikei¿sointo au)toiÍj (X., HG, 7, 5, 24), “[sc. Epaminondas] colocó sobre unas colinas, frente a
ellos, tanto jinetes como hoplitas, deseando también infundirles el miedo de que, si iban en auxilio, les
/ wj mh/, con el significado de “que” por analogía con los
caerían (= caerán) por la espalda”. Con o(p
verbos de cuidado, que veremos en seguida, se construye con indicativo u optativo de futuro:
¹Ata\r tou= dai¿monoj de/doix' oÀpwj mh\ teu/comai kakodai¿monoj (Ar., Eq., 111-112), “pero
temo que me encontraré al genio del mal genio”; kaiì... e)dedoi¿kei... oÀpwj mh\ u(po\ tou= Menece/nou
sullhfqh/soito. (Isoc., Trapez., 22, 4-7), “y… él había temido… que fuera apresado por Menéxeno”.

7.1. Oraciones de
Cuidado
Las oraciones de cuidado expresan la intención de no realizar determinado hecho y, al mismo
tiempo, el temor de que se realice. Por esta razón participan de la construcción de los verbos de
temor y de los verbos de esfuerzo en las oraciones finales.

Verbos de “cuidar y reflexionar”

Estos verbos se construyen ordinariamente con mh/ y subjuntivo u optativo oblicuo. Como indican
un temor positivo o una intención negativa, admiten en español las traducciones “por si”, “no sea
que”: fra/zeo nu=n, mh/ toi¿ ti qew½n mh/nima ge/nwmai (Il., 22, 358), “reflexiona (tú) ahora, no sea
que me convierta en causa de enojo contra ti de parte de los dioses”; kaiì fronti¿zw mh\ kra/tiston vÅ
moi siga=n (X., Mem., 4.2.39.6), “y pienso por si es mejor para mí callar”.

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Verbos de “precaverse, cuidarse y guardarse”

Los verbos de precaución admiten tres construcciones fundamentalmente: mh/ con subjuntivo u
optativo; o(p
/ wj mh/ con subjuntivo e indicativo de futuro, y, tercera, con infinitivo. En estos verbos
es más acentuado el matiz intencional o de esfuerzo. a) Con mh/ con subjuntivo u optativo:
fu/lacai mh\ qra/soj te/kv fo/bon! (A., Supp., 498), “tener cuidado [infinitivo imperatival] de que la
excesiva confianza engendre miedo”; àOra, tiqeiÍsa to/nde to\n no/mon brotoiÍj, // mh\ ph=ma
sautv= kaiì meta/gnoian tiqv=j (S., El., 580-581), “ten cuidado de que, imponiendo esta ley a los
mortales, impongas daño y arrepentimiento a ti misma” (o mejor, “ten cuidado de causarte daño y
arrepentimiento a ti misma, al imponer esta ley a los mortales”); ou) me/ntoi ou)de\ a)pe/kline,
fulatto/menoj mh\ dokoi¿h feu/gein (X., An., 2, 2, 16), “ciertamente de ninguna manera desvió el
/ wj mh/ “de que no”, “para que no”,
camino, cuidándose de que pareciera que huía” [= huir]. b) Con o(p
y subjuntivo o indicativo de futuro: eÀn moi fu/lacon... oÀpwj aÄn mh\ Klutaimh/stra ta/de //
ma/q$ (E., IA, 538-540), “cuida de esto único en mi provecho…, que no se entere Clitemnestra de estas
cosas”; o(ra=te oÀpwj mh\ aiãsxion kaiì a)porw¯teron tv= Peloponnh/s% pra/comen (Th., 1,
82, 5), “cuiden ustedes que no hagamos algo más vergonzoso y difícil al Peloponeso”. c) Con infinitivo:
Kalw½j eÃlecen, eu)laboume/n% peseiÍn, // aÃnac (S., OT, 616-617), “Bien habló, a juicio de quien se
cuida de caer (= equivocarse), oh señor”; eiã ti e)mou= e)kh/dou, ou)deno\j aÄn ouÀtw me a)postereiÍn
e)fula/ttou w¨j a)ciw¯matoj kaiì timh=j (X., Cyr., 5.5.34.2-3), “si te preocuparas por mí en algo, de
nada te guardarías tanto de despojarme como de la dignidad y del honor ”.

Con verbos de cuidado en el sentido de “examinar, tratar de ver si no”:

La conjunción mh/ tras verbos de cuidado se construye en indicativo con el sentido de “examinar,
tratar de ver si no”. a) Con futuro: oÀra mh\ aÀma te euÅ poih/seij kaiì aÀma ou) fi¿lon
nomiou=si¿ se (X., Cyr., 3, 1, 27), “trata de ver si no al mismo tiempo harás bien y al mismo tiempo no te
considerarán como amigo”. b) Con presente: a)ll' o(rw½men mh\ Niki¿aj oiãetai¿ ti le/gein kaiì
ou) lo/gou eÀneka tau=ta le/gei. (Pl., La., 196, c, 1-2), “veamos si no cree Nicias decir algo (sensato) y
(si no) dice esto no con razón [= sin razón]”. c) Con imperfecto: oÀra mh\ pai¿zwn eÃlegen (Id., Tht.,
145, b, 10-c, 1), “mira si no lo decía bromeando”. d) Con perfecto: oÀra parou=sa, parqe/n'
¹Hle/ktra, pe/laj, mh\ katqanw¯n se su/ggonoj le/lhq' oÀde (E., Or., 208 ss.), “estando cerca,
¡doncella Electra!, examina si no te ha pasado por alto que este familiar murió.”

ORACIONES DECLARATIVAS INTERROGATIVAS INDIRECTAS

Las “interrogativas indirectas” son oraciones declarativas de tipo conjuntivo, que dependen en
general de verbos de pensamiento o de lengua. Separadas del verbo regente serían oraciones

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interrogativas directas, según vimos en el primer apartado. Se incluyen también aquí todas
aquellas exclamaciones dependientes, que obviamente deberían llamarse oraciones “exclamativas
indirectas”; la inclusión obedece a su equivalencia completa con las interrogativas propias.

Modos verbales

El modo verbal de estas oraciones es el mismo que se usaría si fueran independientes: el


indicativo, el subjuntivo prospectivo y el optativo potencial (y aun el cupitivo). Después de tiempo
regente secundario, el optativo oblicuo puede ser el sustituto de los modos enunciados e incluso
puede alternar con ellos. La negación, según los matices, puede ser ou) o mh/.
Desde un punto de vista formal y de contenido, en la interrogativa indirecta pueden distinguirse
dos tipos: “interrogativa simple” o de un solo miembro, e “interrogativa compuesta” o disyuntiva,
en la que se expresa la posibilidad de otra alternativa o de la contraria.

Elementos interrogativos

En la interrogativa indirecta simple, cabe distinguir entre la “interrogativa parcial” y la


“interrogativa total”. La interrogativa parcial pregunta por un miembro de la oración principal; la
interrogativa total, por la realización del hecho. En la interrogativa parcial se hallan las formas de
origen relativo e indefinido o(j/ , o(/stij, ti/j (quién, qué); o(poi=oj (cuál, qué), o(po/soj (cuánto),
o(p
/ ou (en dónde), poi=oj, po/soj, oiÂoj (cuál, qué), o(s / oj (cuánto), o(p
/ wj o pw=j (cómo), dio/ti
(por qué); en la interrogativa total, la partícula más usada es ei) (si).

8.1. Oraciones
interrogativas simples
parciales
En estas interrogativas puede hallarse el relativo simple: ãEcoid' a)kou/wn tw½nd' oÀj e)sq' o(
prosta/thj (S., OC, 1171), “escuchando a éstos, sé exactamente quién es el jefe”.

En particular, el relativo-indefinido (ὅστις) aparece en interrogativas simples parciales: a) En


Homero: eiãdomen hÀn tina mh=tin e)niì sth/qessi ke/keuqe (Od., 3, 18), “veamos qué ingenio
esconde en su pecho”. b) Después de Homero, el uso es general: sh/main' oÀ ti xrh/ soi
sumpra/ssein (A., Pr., 295), “indíca(me) en qué es necesario cooperar contigo”.

8.2. Oraciones
interrogativas simples
totales
Las oraciones de posibilidad y deseo pueden convertirse en interrogativas indirectas, al depender
de un verbo de pensamiento, lengua, temor y afecto. La partícula que las introduce es
generalmente la condicional ei) y e)a/n.

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1) Con verbos de lengua y pensamiento: su\ de\ fra/sai eiã me saw¯seij (Il., 1, 83), “y tú di si
me salvarás”; tou=ton oiåsq' ei¹ zw½n kureiÍ; (S., Ph., 444), “sabes si éste está viviendo (=
vivo)”.
2) Con verbos de deliberación: o( de\ Kle/arxoj e)bouleu/eto... ei¹ pe/mpoie/n tinaj (X., An., 1,
10, 5), “y Clearco reflexionaba… si mandarían a algunos (soldados)”.
3) Con verbos de temor: Equivalen a “temer” y “preguntarse angustiosamente”: iãswj aÃn tinej
u(mw½n fobhqeiÍen, ei¹ deh/sei po/rrw th=j e(autw½n froureiÍn (X., Cyr., 6, 1, 17), “quizá
algunos de ustedes se pregunten con temor si será preciso montar guardia lejos de su tierra”.
4) Con verbos de afecto o sentimiento. Pueden ser consideradas como interrogativas indirectas o
dubitativas las oraciones introducidas por ei) (μή) dependientes de un verbo de afecto o
sentimiento, como θαυμάζω (preguntar con admiración), ἄχθομαι (afligirse), δεινόν ἐστι (es
digno de temerse), etc.: o( de\ Pila=toj e)qau/masen ei¹ hÃdh te/qnhken, kaiì
proskalesa/menoj to\n kenturi¿wna e)phrw¯thsen au)to\n ei¹ pa/lai a)pe/qanen
(Ev.Marc., 15, 44, 1-3), “y Pilato preguntó con admiración si ya había muerto (Jesús), y
habiendo llamado al centurión le preguntó si había muerto recientemente”.

8.3. Oraciones
interrogativas
indirectas dobles o
disyuntivas
En la oración interrogativa indirecta doble o disyuntiva, la pregunta abarca otra alternativa o la
posibilidad contraria de la primera. Los esquemas de las partículas o conjunciones son: po/teron
(po/tera)… h)/; ei)... h);/ ei)/te... ei)/te; ei)... ei)/te. Ejemplos: Su/ nun ma/qe [au)to\j] ei¹ le/gousi
Pe/rsai a)lhqe/a eiãte au)toiì le/gontej tau=ta parafrone/ousi (Hdt., 3, 35, 2-4), “ahora tú
mismo aprende si los persas dicen verdad o deliran cuando dicen esto”; skopeiÍte de\ po/tera
u(miÍn dokeiÍ Dhmosqe/nhj e)mou= kathgorhke/nai, hÄ tou)nanti¿on au)to\j au(tou= e)piì t%½
e)m%½ o)no/mati (Aeschin., Fals.Leg., 69, 1-3), “Observen si les parece a ustedes que Demóstenes me
acusa a mí o él mismo (se acusa) debido a mi nombre”.

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