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ORACIÓN INICIAL:

Señor Jesucristo, colma nuestros corazones con la luz de tu Espíritu Santo, para que,
siguiéndote en tu último camino, sepamos cuál es el precio de nuestra redención y seamos
dignos de participar en los frutos de tu pasión, muerte y resurrección. Tú que vives y reinas por
los siglos de los siglos. Amén

1ª ESTACIÓN: JESÚS ES SENTENCIADO A MUERTE

Te adoramos, cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

“Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en El, no
perezca sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para
condenarlo, sino para que el mundo se salve por El.”

Reflexión: Qué fácil nos resulta a nosotros condenar, acusar y juzgar. En vez de reconocer
nuestras debilidades personales de esposos, de padres, de hijos, de hermanos, preferimos
acusarnos mutuamente.

Nuestro hogar se convierte, muchas veces, más que en nido de amor y cariño, en tribunal que
acusa, juzga y condena. Cuando nos comportamos de esta manera no hacemos más que
resaltar el egoísmo

Padre nuestro, ave maria y gloria …. O canto

2ª ESTACIÓN: JESÚS CARGA CON LA CRUZ

Te adoramos, cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Los soldados del gobernador se llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda
la compañía: lo desnudaron y le pusieron un manto de color púrpura y trenzando una corona
de espinas se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha. Y doblando
ante él la rodilla, se burlaban de él diciendo:. «¡Salve, Rey de los judíos!». Luego lo escupían,
le quitaban la caña y le golpeaban con ella en la cabeza. Y terminada la burla, le quitaron el
manto, le pusieron su ropa y lo llevaron a crucificar.

Reflexión: En la pasión de Cristo se ha desencadenado el odio de toda la humanidad, la maldad


ha reaccionado ante la bondad, hemos sobre puesto el orgullo ante la humildad, la corrupción
se ha resentido ante la honradez esplendorosa de Dios, con nuestros absurdos pecados,
hemos construido la cruz de nuestra inquietud y de nuestra infelicidad: hemos fabricado
nuestro castigo dando a conocer el odio que llevamos dentro. Pero Dios toma la cruz sobre sus
hombros, nuestra cruz, y nos desafía con el poder de su amor.

Padre nuestro, ave maria y gloria …. O canto


3ª ESTACIÓN: JESÚS CAE, POR PRIMERA VEZ, BAJO EL PESO DE LA CRUZ

Te adoramos, cristo y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Jesús que cae bajo la cruz no es sólo un hombre extenuado por la flagelación. El episodio
resalta algo más profundo, como dice Pablo en la carta a los Filipenses: «Él, a pesar de su
condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y
tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre
cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte. En su caída bajo el peso de la cruz
aparece todo el itinerario de Jesús: su humillación voluntaria para liberarnos de nuestro
orgullo.

Reflexión: Jesús ha querido venir a socorrernos porque a causa de nuestra soberbia yacemos
en tierra. La soberbia de pensar que podemos forjarnos a nosotros mismos lleva a transformar
al hombre en una especie de mercancía, que puede ser comprada y vendida, una reserva de
material para nuestros experimentos, con los cuales esperamos superar por nosotros mismos
la muerte, mientras que, en realidad, no hacemos más que mancillar cada vez más
profundamente la dignidad humana. Señor, ayúdanos porque hemos caído. Ayúdanos a
renunciar a nuestra soberbia destructiva y, aprendiendo de tu humildad, a levantarnos de
nuevo.

Padre nuestro, ave maria y gloria …. O canto

4ª ESTACIÓN: ENCUENTRO CON LA VIRGEN

Te adoramos, cristo y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

En la subida al Calvario Jesús encuentra a su madre. Sus miradas se cruzan. Se comprenden.


María sabe quién es su Hijo. Sabe de dónde viene. Sabe cuál es su misión. María sabe que es su
madre; pero sabe también que ella es hija suya. Lo ve sufrir, por todos los hombres, de ayer,
hoy y mañana. Y sufre también ella.

Reflexión: Para todos los hombres y mujeres de este mundo, el encuentro de Jesús con la
madre, en el camino del Calvario, es un acontecimiento muy intenso. Jesús se ha privado de su
madre para que nosotros tuviéramos una madre siempre disponible y presente. Por desgracia,
a veces nos olvidamos. Pero cuando recapacitamos, nos damos cuenta de que en nuestra vida
de familia muchísimas veces hemos acudido a ella. ¡Qué cerca de nosotros ha estado en los
momentos de dificultad! ¡Cuántas veces le hemos recomendado a nuestros hijos, le hemos
suplicado que intervenga por su salud física y aún más por una protección moral!

Padre nuestro, ave maria y gloria …. O canto


5ª ESTACIÓN: EL CIRINEO AYUDA AL SEÑOR A LLEVAR LA CRUZ

Te adoramos, cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que volvía del campo, y le
cargaron la cruz, para que la llevase detrás de Jesús.

Reflexión: El Cirineo nos recuerda también los rostros de tantas personas que nos han
acompañado cuando una cruz muy pesada se ha abatido sobre nosotros o nuestra familia. Nos
recuerda a tantos voluntarios que en muchas partes del mundo se dedican generosamente a
confortar y ayudar a quién pasa por momentos de sufrimiento o dificultad. Nos enseña a
dejarnos ayudar con humildad, si lo necesitamos, y también a ser cireneos para los demás.

Padre nuestro, ave María y gloria …. O canto

6ª ESTACIÓN: LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS

Te adoramos, cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

En el camino del calvario una mujer movida por la compasión se acerca y enjuaga el rostro de
Jesús y el la premia imprimiendo su rostro en aquel lienzo

Reflexión: En nuestra vida, a veces hemos tenido ocasión de enjugar lágrimas y sudor de
personas que sufren. Tal vez hemos atendido a un enfermo terminal en un pasillo de hospital,
hemos ayudado a un inmigrante o a un desocupado, hemos escuchado a un recluso. E,
intentando aliviarlo, quizás hemos limpiado su rostro mirándolo con compasión. Y, sin
embargo, pocas veces nos acordamos de que en cada uno de nuestros hermanos necesitados
te escondes tú, Hijo de Dios. ¡Qué distinta sería nuestra vida si lo recordáramos! Poco a poco
tomaríamos conciencia de la dignidad de cada hombre que vive en la Tierra. Toda persona,
bonita o fea, capaz o no, desde el primer instante en el vientre de la madre o tal vez ya
anciana, te representa a ti, Jesús.

Padre nuestro, ave maria y gloria …. O canto

7ª ESTACIÓN: SEGUNDA CAÍDA EN EL CAMINO DE LA CRUZ (falta de ánimo)

Te adoramos, cristo y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Mientras avanza por la estrecha vía del Calvario, Jesús cae por segunda vez. Entendemos su
debilidad física, tras una terrible noche, después de las torturas que le han infligido. Tal vez no
son sólo las vejaciones, el agotamiento y el peso de la cruz en sus espaldas lo que le hace caer.
Sobre Jesús pesa una carga que no se puede medir, algo íntimo y profundo que se hace sentir
más netamente a cada paso.

Reflexión: En esta séptima estación, Jesús nos enseña que en nuestra vida caeremos muchas
veces, y que a pesar de las burlas y el cansancio debemos ponernos de pie, seguir su ejemplo y
cargar nuestra cruz hasta el final, convirtiendo nuestros errores en experiencia y
comprendiendo las caídas de los demás.

Padre nuestro, ave maria y gloria …. O canto


8ª ESTACIÓN: JESÚS CONSUELA A LAS HIJAS DE JERUSALÉN

Te adoramos, cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Le seguía una gran multitud del pueblo y mujeres que se dolían y se lamentaban por él. Jesús,
volviéndose a ellas, dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y
por vuestros hijos. Porque llegarán días en que se dirá: ¡Dichosas las estériles, las entrañas que
no engendraron y los pechos que no criaron! Entonces se pondrán a decir a los montes: ¡Caed
sobre nosotros! Y a las colinas: ¡Cubridnos! Porque si en el leño verde hacen esto, en el seco
¿qué se hará?».

Reflexión: La mirada de Jesús se desliza hacia el futuro juicio divino sobre el mal, sobre la
injusticia, sobre el odio que está alimentando ese fuego. Cristo se conmueve por el dolor que
va a caer sobre esas madres cuando irrumpa en la historia la intervención justa de Dios. Pero
sus estremecedoras palabras no indican un desenlace desesperado, porque su voz es la voz de
los profetas, una voz que no engendra agonía y muerte, sino conversión y vida

Padre nuestro, ave maria y gloria …. O canto

9ª ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

El Señor cae por tercera vez, en la ladera del Calvario, cuando quedan sólo cuarenta o
cincuenta pasos para llegar a la cumbre. Jesús no se sostiene en pie: le faltan las fuerzas, y yace
agotado en tierra

Reflexión: Los seres humanos experimentamos en nuestra vida diversas situaciones que se
pueden considerar como caídas; la pérdida de empleo, el dolor ante el fallecimiento de un ser
querido, la enfermedad y otras vivencias dolorosas. Te invito a que recuerdes cuántas veces te
has sentido agotado, cansado física y emocionalmente ante las preocupaciones. Ante la
situación de tristeza o fracaso nos queda una esperanza, Jesús al igual que nosotros sintió
dolor y angustia, para enseñarnos que este tipo de experiencia forma parte del crecimiento
humano.

Padre nuestro, ave maria y gloria …. O canto

10ª ESTACIÓN: JESÚS DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS

Te adoramos, cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Cuando llega al Calvario, los soldados le quitan su túnica y sus ropas, y se las rifan. Jesús sufre
una inmensa vergüenza.

Reflexión: Nosotros nos apegamos con frecuencia al tener. Vestidos, honores, aplauso social,
medios para la vida cómoda, que tantas veces nos distraen de cultivar nuestro ser, nuestros
sentimientos, intereses, deseos, motivaciones hondas… que es donde está lo que somos y
donde se encuentra a Dios.

Padre nuestro, ave maria y gloria …. O canto


11ª ESTACIÓN: JESÚS CLAVADO EN LA CRUZ

Te adoramos, cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Jesús esta ahora extendido sobre la cruz y los soldados han empezado a clavarle los gruesos
clavos en sus manos y en sus pies, cosiéndole al madero. Todos se ríen de el. Los soldados se
han jugado a los dados sus vestidos. Todos parecen haberse vuelto locos. Jesús no les has dado
más que amor y bondad, y todo lo que le ofrecen ahora son unos clavos a través de tus manos
y tus pies.

Reflexión: El hombre parece a veces más un animal que un ser humano. Nos hacemos daño los
unos a los otros burlándonos del color de la piel, o de los defectos en el modo de hablar, o de
los vestidos pobres; cosas que no tienen ninguna importancia. Y de esa manera somos
nosotros los que clavan un clavo en el cuerpo de otros con nuestros desprecios o nuestras
injusticias o fanatismo.

Padre nuestro, ave maria y gloria …. O canto

12ª ESTACIÓN: JESÚS MUERE EN LA CRUZ

Te adoramos, cristo, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Después de tres horas de estar clavado en la Santa Cruz, de estar sufriendo, de estar
desangrándose por sus heridas, Jesús encomienda a Juan el cuidado de su Santísima
Madre. Jesús entonces le entrega su Espíritu a Dios Padre y muere.

Reflexión: «No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos...»(Jn15,13 ) Si Dios
nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros, aceptar llenos de
esperanza los sufrimientos de cada día y descubrir a través de tu vida, buen Jesús, el verdadero
sentido del sufrimiento y del amor a todos los hombres.

Padre nuestro, ave maria y gloria …. O canto

13ª ESTACIÓN: JESÚS EN BRAZOS DE SU MADRE

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Bajaron a Jesús de la Cruz y lo pusieron en los brazos de su Madre, La Santísima Virgen María,
que estaba al pie de la Cruz. Lo envolvieron en una sábana y lo sepultaron.

Reflexión: Pensamos en tantas madres con sus hijos en sus brazos muertos por el odio, la
guerra, el terrorismo, la droga. María y la Iglesia acogen en su seno a la humanidad más
sufriente. En silencio llora con los que lloran. Les ofrece la esperanza cierta de que “si morimos
con Él, viviremos con Él”.

Padre nuestro, ave maria y gloria …. O canto


14ª ESTACIÓN: EL CADÁVER DE JESÚS PUESTO EN EL SEPULCRO

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Un hombre bueno llamado José de Arimatea, consiguió un sepulcro nuevo para colocar allí el
cuerpo de Jesús. Solo Juan y María Magdalena consolaban a Mamá María. Colocaron una gran
piedra a la entrada del sepulcro.

Reflexión: Jesús, al ser puesto en el sepulcro ha hecho suya la muerte del grano de trigo, se ha
hecho el grano de trigo que muere y produce fruto con el paso del tiempo hasta la eternidad.
Desde el sepulcro ilumina para siempre la promesa del grano de trigo del que procede el
verdadero maná, el pan de vida en el cual se ofreces a si mismo. La Palabra eterna, a través de
la encarnación y la muerte, se ha hecho Palabra cercana; Jesus se pone en nuestras manos y
entra en nuestros corazones para que su Palabra crezca en nosotros y produzca fruto.

Padre nuestro, ave maria y gloria …. O canto

15ª ESTACIÓN: JESÚS RESUCITA

Te adoramos, Señor, y te bendecimos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

«¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado» (Lc 24,5-6).

Reflexión: En la resurrección, el Padre Dios ha rehabilitado a Jesús, le ha dado la razón. Es una


invitación a rehabilitarnos entre nosotros, a ayudarnos a caminar, a levantarnos cuando
caemos, a crear una “parroquia respirable”, “aromática”, “armónica, musical”, “sabrosa”. La
vida nueva de Jesús es la apertura a la vida, y a la vida en abundancia. El Resucitado nos invita
continuamente a resucitar.

Padre nuestro, ave maria y gloria …. O canto

ORACIÓN FINAL

Señor Jesucristo, tú nos has concedido acompañarte, con María tu Madre, en los misterios de
tu pasión, muerte y sepultura, para que te acompañemos también en tu resurrección;
concédenos caminar contigo por los nuevos caminos del amor y de la paz que nos has
enseñado. Ayudándonos a romper las cadenas que nos atan a la maldad, al desamor y a la
injusticia Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

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