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JOSÉ ANTONIO PAGOLA

ESPIRITUALIDAD CENTRADA EN JESÚS

Nada hay más urgente en la iglesia de hoy que volver a Jesús para
centrar con más verdad y fidelidad nuestra espiritualidad en su per-
sona y su proyecto de reino de Dios. En unos tiempos en que se está
produciendo un cambio socio-cultural sin precedentes, la iglesia nece-
sita una conversión al Espíritu que animó la vida entera de Jesús, que
es fuente y camino de una espiritualidad sana, creativa, liberadora y
generadora de esperanza. Después de veinte siglos de cristianismo,
el corazón de la iglesia necesita conversión y purificación. De lo con-
trario el cristianismo corre el riesgo de diluirse en formas religiosas
cada vez más decadentes y sectarias, y cada vez más apartadas de
lo que fue el movimiento inspirado y querido por Jesús.

Espiritualidade centrada en Xesús, Encrucillada 175 (2011) 490-510

En este tiempo de luces y som- necesita para enfrentarse a los re-


bras, en medio de esa constelación tos del momento actual. Después
de espiritualidades que nacen, me- de veinte siglos de cristianismo, en
dran y se entrecruzan dentro del unos tiempos en los que se está
complejo fenómeno de la New Age, produciendo un cambio socio-cul-
nos preguntamos si es posible atis- tural sin precedentes, la iglesia ne-
bar algún amanecer para esta hu- cesita no ya un simple aggiorna-
manidad inhumana que hunde en mento, sino una conversión al
la miseria a millones de hombres y Espíritu que animó la vida entera
mujeres, mientras sigue destruyen- de Jesús.
do de modo imparable la casa de
En estos momentos difíciles pe-
todos y poniendo en peligro la pro-
ro apasionantes, Jesús puede ser la
pia vida. ¿Amanecerá realmente un
fuente y el camino humilde de una
día nuevo con el nacimiento de esa
espiritualidad sana, creativa, libe-
espiritualidad laica dispuesta a sus-
radora y generadora de esperanza.
tituir en un futuro no muy lejano las
Entendiendo por “espiritualidad de
religiones y creencias del pasado?
Jesús” un estilo concreto de vivir
Entretanto, es cada vez más pa- que se alimenta de su Espíritu y
tente en la iglesia católica la “me- que conduce a los que lo siguen a
diocridad espiritual” que ya de- vivir al servicio de una vida más
nunciaba hace años Karl Rahner digna y más abierta a la esperanza
con tanta lucidez. Nuestra iglesia en el Misterio bueno de Dios.
no posee hoy el vigor espiritual que

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ESPIRITUALIDAD ENRAIZADA EN LA PASIÓN
PROFÉTICA

Lo primero que hemos de ver gión se acomoda a un estado de


es que la espiritualidad de Jesús se cosas injusto, cuando los intereses
enraíza en la experiencia bien co- religiosos no coinciden con los de
nocida de los profetas de Israel. Je- la justicia de Dios, cuando la críti-
sús no es un sacerdote del templo, ca no puede ser practicada desde
ni un maestro de la ley dedicado a el templo porque ha desaparecido
defender el marco legal. Los cam- la pasión por el Dios de los pobres,
pesinos de Galilea ven en sus ges- sustituido por el Dios del orden y
tos y palabras la actuación de un del culto…, se hace presente el pro-
hombre impulsado por el espíritu feta con su modo de leer y vivir la
profético: “Un gran profeta ha sur- realidad desde la verdad de Dios.
gido entre nosotros”.
Así hemos de captar la presen-
Jesús, como los profetas de Is- cia profética de Jesús en medio de
rael, no forma parte de la estruc- la cultura dominante de indiferen-
tura política ni religiosa. No ha si- cia en la sociedad judía de los años
do nombrado por ninguna autori- treinta. La vida entera de Jesús es
dad, ni ordenado o ungido por un grito impulsado por el Espíritu
nadie. Su vida está marcada por el de Dios: las cosas no son como las
Espíritu de Dios empeñado en quiere el Padre. En Galilea no rei-
guiar al pueblo por los caminos de na su justicia. La política de Roma
la justicia. Tres rasgos caracterizan y de los vasallos herodianos están
la espiritualidad profética: presen- oprimiendo a los más débiles,
cia alternativa, indignación profé- mientras los dirigentes religiosos
tica y apertura a la esperanza. del templo se desentienden de su
sufrimiento.

Presencia alternativa
Indignación profética
En medio de una sociedad in-
justa donde los poderosos no tie- La indignación es la primera
nen conciencia de arrebatar el pan reacción de quien vive desde el Es-
a los pobres, donde los privilegia- píritu de Dios ante los abusos e in-
dos buscan su propio bienestar si- justicias que afligen a los inocen-
lenciando el sufrimiento de los que tes. Esta indignación es necesaria
lloran, el profeta introduce una for- para que no se apague la confian-
ma alternativa de entender y vivir za en la vida ni la esperanza en
la realidad a la luz de la compasión Dios. Movido por su espíritu pro-
de Dios y de sus deseos de justi- fético, Jesús alza su voz: “Los je-
cia. Por otra parte, cuando la reli- fes de las naciones las dominan co-

178 José Antonio Pagola


mo señores absolutos, y los grandes ria profética de Jesús. El imperio
las oprimen con su poder. No ha pretende que la pax romana es la
de ser así entre vosotros” (Mt 20, paz plena y definitiva; la religión
25-26a). Dios está contra el poder del templo defiende que la Torá de
opresor: “En la cátedra de Moisés Moisés es inmutable y eterna. En-
se han sentado los escribas y los tretanto, los excluidos del imperio
fariseos… Atan cargas pesadas y y los olvidados por la religión es-
las echan a las espaldas de la gen- tán condenados a vivir sin espe-
te, pero ellos ni con el dedo quie- ranza. Nada decisivo cambia para
ren moverlas” (Mt 23, 2-4). No ha los pobres: el mundo no se hace
de ser así. Dios está contra la reli- más humano. No es posible ima-
gión opresora. La indignación de ginar un nuevo comienzo.
Jesús es su reacción profética ante
Jesús quiebra ese mundo anun-
una sociedad no suficientemente
ciando la irrupción del reino de
indignada.
Dios, denunciando que esta situa-
ción sin alternativa ni esperanza es
falsa. Es posible luchar por el rei-
Apertura a la esperanza
no de Dios y su justicia. El mundo
querido por el Padre va más allá
Cuando la sociedad no permi- de los derechos del César y más
te apenas expectativas de cambio allá de lo establecido por la Ley.
para los pobres, cuando la religión Impulsado por este espíritu, Jesús
cierra el paso a toda novedad con- contagia su esperanza con su cla-
siderándola como una amenaza pa- mor subversivo: “los últimos serán
ra lo establecido, cuando nadie sa- los primeros y los primeros los úl-
be cómo o dónde podría germinar timos”; “los que se ensalcen serán
una nueva esperanza para los últi- humillados y los que se humillen
mos,… aparece el profeta luchan- serán ensalzados”. Los publicanos
do contra el escepticismo, critican- y las prostitutas entran en el reino
do la ilusión de eternidad y abso- de Dios antes que los dirigentes re-
luto que paraliza a la religión, y ligiosos (Mt 21,31). Será grande
recordando a todos que sólo Dios quien se ponga a servir a los últi-
es dueño del futuro. Y aquella in- mos (Mc 10, 43-44).
dignación profética se convierte en
Esta espiritualidad profética es
imaginación y aliento para pensar
el marco de la espiritualidad de Je-
el futuro donde la libertad del Dios
sús y de todo aquel que sigue sus
amigo de la vida.
pasos.
Así hemos de leer la trayecto-

Espiritualidad centrada en Jesús 179


ESPIRITUALIDAD CENTRADA EN EL REINO DE DIOS

Con una audacia desconocida, zonte de la espiritualidad de Jesús.


Jesús sorprende a todos afirmando Por esto, no invita a sus seguidores
algo que ningún profeta de Israel a buscar a Dios por caminos de
se había atrevido a declarar: Ya es- perfección y santidad, sino a “bus-
tá aquí Dios, con su fuerza crea- car el reino de Dios y su justicia”
dora de justicia, tratando de reinar (Mt 6, 33). No llama a la conver-
entre nosotros. Marcos resume así sión a Dios y a la observancia a la
su mensaje: “El tiempo se ha cum- Ley, sino que invita a entrar en el
plido y el Reino de Dios está cer- reino de Dios.
ca; convertíos y creed en la Buena
Nueva”. Empieza un tiempo nue-
vo. Dios quiere construir, junto a Los caminos del reino de Dios
nosotros, una vida más humana.
En este gran símbolo del “reino de
Este reino de Dios no es una
Dios” Jesús recoge las aspiracio-
religión. Es mucho más. Acoger el
nes y expectativas más profundas
reino de Dios va más allá de la
de Israel: el anhelo que anidó en el
aceptación de las creencias, pre-
corazón de su pueblo, que está vi-
ceptos y ritos de una religión. Es
vo en todos los pueblos, y que él
una experiencia nueva de Dios que
supo recrear desde su experiencia
lo resitúa todo de una nueva ma-
de Dios, dándole un horizonte nue-
nera. Hay que aprender a captar la
vo y sorprendente. Este proyecto
presencia humanizadora de Dios
del reino de Dios constituye el
no en el marco de la religión sino
principio estructurante de su espi-
en la experiencia de una vida cada
ritualidad.
vez más sana, más justa y más li-
berada, más acorde con lo que
quiere el Padre para sus hijos.
El reino de Dios y su justicia
Las palabras de Jesús entos hy-
min que encontramos en el evan-
El centro de la experiencia mís-
gelio de Lucas admiten dos lectu-
tica de Jesús y de su actividad pro-
ras posibles que pueden distorsio-
fética no lo ocupa propiamente
nar gravemente su pensamiento.
Dios sino el reino de Dios, pues
Siguiendo una primera posibili-
Jesús no separa nunca a Dios de su
dad, se ha traducido tradicional-
proyecto de transformar el mundo.
mente así: “El reino de Dios está
No lo contempla encerrado en su
dentro de vosotros”, con el riesgo
misterio, ajeno al sufrimiento hu-
de reducir el reino de Dios a una
mano. Lo experimenta como la
realidad íntima y espiritual que se
presencia de un Padre que intenta
produce en el interior de cada per-
abrirse camino en el mundo para
sona cuando se abre a la acción
humanizar la vida. Este es el hori-
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Dios. Hoy, no obstante, siguiendo nombre de Padre bueno. “Que ven-
otra posibilidad más probable se ga tu reino”. Que abramos cami-
tiende a traducirlo por: “El reino nos a tu justicia, a tu verdad y a tu
de Dios está entre vosotros” con el paz. Que no reinen los ricos sobre
riesgo de hacer del reino de Dios los pobres, que los poderosos no
un proyecto ideológico o político. abusen de los débiles, que los va-
En realidad Jesús piensa en una rones no dominen a las mujeres.
transformación que abarca la tota- “Hágase tu voluntad en la tierra
lidad de la vida y que humaniza como en el cielo”. Que en la crea-
todas las dimensiones del ser hu- ción entera se haga lo que tú quie-
mano. De ordinario, la acogida del res y no lo que buscan los podero-
reino comienza en el interior de la sos de la tierra. Que se vaya ha-
persona que se convierte al Dios ciendo realidad entre nosotros lo
revelado en Jesús, y se va hacien- que tú deseas en tu corazón de Pa-
do realidad social allí donde la vi- dre. “Danos el pan de cada día”.
da se va haciendo más humana. No te pedimos bienestar abundan-
te para nosotros, sino pan para to-
dos. Que los hambrientos de la tie-
La oración del buscador del rra puedan comer y vivir con dig-
reino de Dios nidad. “Perdónanos nuestras
deudas”. Necesitamos tu perdón y
misericordia. Estamos en deuda
Jesús dejó a sus seguidores una
contigo por nuestra falta de res-
oración para alimentar su actitud
puesta a tu amor liberador. Que tu
espiritual. Esta oración constituye
perdón transforme nuestro corazón
el núcleo de la identidad de hom-
y nos haga vivir perdonándonos los
bres y mujeres comprometidos en
unos a los otros. “No nos dejes caer
la tarea del reino. Es una oración
en la tentación” de apartarnos de-
confiada al Padre de todos, que nos
finitivamente de tu reino. Somos
enraíza en la fraternidad universal
débiles y estamos expuestos a ries-
recogiendo tres grandes anhelos
gos y crisis que puedan arruinar la
centrados en el reino de Dios y
vida humana. “Líbranos del mal”.
cuatro gritos salidos desde las ne-
Sácanos de la frustración.
cesidades más básicas del ser hu-
mano. Recuperar la espiritualidad de
Jesús es centrar la religión cristia-
“Santificado sea tu Nombre” de
na en la búsqueda del reino de
Padre. Que nadie lo desprecie vio-
Dios, poniendo a la iglesia al ser-
lando la dignidad de tus hijos e hi-
vicio de un mundo más justo y más
jas. Que sean desterrados los nom-
dichoso para todos, empezando
bres de los ídolos que matan a tus
por los últimos.
pobres. Que todos bendigan tu

Espiritualidad centrada en Jesús 181


ESPIRITUALIDAD AL SERVICIO DE UNA VIDA MÁS
HUMANA

La pasión por Dios, amigo de sús hacia los últimos. Los prime-
la vida ros en experimentar esa vida más
digna y liberada han de ser aque-
llos para quienes la vida no es vi-
Jesús comparte con todos los
da. Lucas lo captó muy bien en la
judíos la creencia en un mismo
escena de la sinagoga de Nazaret
Dios, creador de cielos y tierra, li-
cuando Jesús se aplica a sí mismo
berador de su amado pueblo. La di-
unas palabras del profeta Isaías (61,
ferencia reside en que, mientras los
1-2): “El espíritu del Señor Yahveh
letrados y los dirigentes del templo
está sobre mí, por cuanto que me
asocian a Dios con su sistema reli-
ha ungido Yahveh. Me ha enviado
gioso, Jesús lo vincula con la vida.
a anunciar la buena nueva a los po-
Los sectores más religiosos de Is-
bres, a vendar los corazones rotos;
rael se sienten llamados por Dios a
a pregonar a los cautivos la libera-
asegurar los sacrificios rituales, la
ción, y a los reclusos la libertad; a
observancia de la ley o el cumpli-
pregonar año de gracia de Yahveh”.
miento del sábado. Jesús, por el
contrario, se siente impulsado por Se habla aquí de unos grupos
Dios a promover la vida. Para Je- de personas que simbolizan a quie-
sús, lo primero es la vida de las per- nes Jesús lleva más dentro de su
sonas, no el culto; la curación de corazón profético. Allí donde se
los enfermos, no el sábado; la re- cultiva una espiritualidad marcada
conciliación social, no las ofrendas por Jesús, tarde o temprano, de al-
de cada uno ante el altar; la acogi- guna manera, el Espíritu se difun-
da amistosa al pecador y el perdón de como Buena Nueva para los po-
sanador, no los ritos de expiación. bres, como liberación para quienes
Al parecer, Jesús tenía la cos- viven cautivos de tantas esclavitu-
tumbre de despedir a los enfermos des, como luz para los que cami-
curados y a los pecadores perdo- nan a ciegas en las tinieblas, como
nados con este saludo: “Vete en libertad para los reclusos y gracia
paz” y goza de la vida con las ben- para los desgraciados. Al hombre
diciones de Dios. El término he- o a la mujer espiritual se le cono-
breo shalom indica lo más opues- ce siempre por su proximidad a los
to a una vida indigna, maltratada pobres, por su defensa de los últi-
por las desgracias o la pobreza. El mos y por su práctica liberadora.
Dios de Jesús es amigo de la vida.
Luchando contra los ídolos
En dirección a los pobres que dan muerte

El espíritu de Dios empuja a Je- Jesús vive a Dios como una


182 José Antonio Pagola
“Fuerza” contra el mal, una “Pre- Dios de la vida, que no puede rei-
sencia” buena que bendice la vida nar en el mundo si no es haciendo
y atrae a todos para luchar contra justicia a las víctimas de la injusti-
lo que hace daño al ser humano y cia. Quien vive desde el Espíritu de
al mundo entero. Así lo experimen- Jesús lucha contra ídolos, costum-
ta Jesús y lo comunica a través de bres y movimientos que hacen da-
toda su vida. Por eso lucha contra ño al ser humano, deshumanizan el
ídolos como el “Poder” o el “Dine- mundo e introducen muerte.
ro” que deshumanizan a quienes les
rinden culto y exigen siempre más Recuperar la espiritualidad de
víctimas para subsistir. “Devolve- Jesús es entender y vivir su iglesia
dle al César lo que es del César y como un espacio donde se defien-
dadle a Dios lo que es de Dios”. Si de y se infunde vida, donde se lu-
queréis dar culto a Tiberio devol- cha por hacerla mejor. Hacer de las
vedle su dinero injusto, que es lo comunidades cristianas un lugar
único suyo, pero no deis a ningún donde los seguidores de Jesús
César lo que pertenece a Dios: sus aprenden a vivir de modo más hu-
pobres, los excluidos de la ciuda- mano y humanizador. Ni la prác-
danía romana, los despreciados por tica religiosa ni los códigos mora-
todos. "No podéis servir a Dios y les nos han de hacer olvidar que
al Dinero". No es posible vivir acu- seguir a Jesús es vivir haciendo la
mulando dinero y bienestar y estar vida más humana. Pocas tareas
al mismo tiempo al servicio del pueden ser más apasionantes.

ESPIRITUALIDAD ALENTADA POR LA COMPASIÓN

La compasión como principio vo principio de actuación. La es-


de actuación piritualidad más valorada en la so-
ciedad judía partía de una exigen-
cia formulada en el Levítico: “Sed
Jesús capta y vive la realidad
santos, porque yo, Yahveh, vuestro
de Dios como bondad y compa-
Dios, soy santo” (Lv 19, 2). El pue-
sión. Lo que define a Dios no es el
blo de Dios ha de imitar la santi-
poder ni la sabiduría, sino sus en-
dad del Dios del templo: un Dios
trañas maternales de Padre. La
que elige a su pueblo y rechaza a
compasión es el modo de ser de
los paganos, bendice a los justos y
Dios, su manera de mirar el mun-
maldice a los pecadores, acoge a
do y de reaccionar ante sus criatu-
los puros y separa a los impuros.
ras. El Padre lo vive todo desde la
El ideal es ser santos como Dios
compasión. Esta es la experiencia
es santo.
de Dios que comunica Jesús en sus
parábolas más conmovedoras y Paradójicamente, esta imita-
que le impulsa a proclamar un nue- ción de la santidad de Dios, enten-
Espiritualidad centrada en Jesús 183
dida como separación de lo “no En esta compasión podemos
santo” o impuro, fue generando diferenciar tres elementos. En un
una sociedad discriminatoria que primer momento Jesús interioriza
excluía a las naciones paganas e el sufrimiento en su corazón, ha-
impuras. Pero, además, dentro del ciéndolo suyo. En un segundo mo-
pueblo elegido los sacerdotes go- mento, ese sufrimiento interiori-
zaban de un rango de pureza supe- zado se convierte en el punto de
rior al resto del pueblo pues estaban partida de un comportamiento ac-
al servicio del templo donde habi- tivo y comprometido, un estilo de
ta el Santo de Israel. Los varones vivir. Por último, este principio de
estaban en un nivel de pureza su- acción se va concretando en ac-
perior al de las mujeres, sospecho- ciones orientadas a erradicar el
sas siempre de impureza por sus sufrimiento o por lo menos ali-
menstruaciones y partos. Los que viarlo.
gozaban de salud estaban más cer-
ca de Dios que los leprosos, ciegos
o tullidos, excluidos del acceso al La mirada compasiva
templo. Esta búsqueda de santidad
creaba barreras y discriminacio-
nes; no promovía la mutua acogi- Las tradiciones sobre Jesús con-
da, la fraternidad y la comunión. servaron el recuerdo de su mirada
compasiva a los enfermos, lepro-
Jesús capta de inmediato que sos y desequilibrados y, sobre to-
esta visión religiosa no responde a do su mirada conmovida a las gen-
su experiencia de un Dios compa- tes. “Al desembarcar, vio mucha
sivo y acogedor. E introduce un gentes, sintió compasión de ellos
nuevo principio que lo transforma y curó a sus enfermos (Mt 14, 14);
todo: “Sed compasivos como vues- “Y al ver a la muchedumbre, sin-
tro Padre es compasivo”. Es la com- tió compasión de ella, porque es-
pasión y no la santidad el principio taban vejados y abatidos como ove-
que ha de inspirar la conducta de jas que no tienen pastor” (Mt, 9,
los hijos e hijas de Dios. Jesús no 36). Al entrar en Naím se encontró
niega la santidad de Dios, pero lo con los que llevaban a enterrar al
que califica esa santidad no es la hijo único de una viuda: «Al verla
separación de lo impuro. Dios es el Señor tuvo compasión de ella y
grande y santo, no porque rechaza le dijo: ‘No llores’». J.B. Metz re-
o excluye a los paganos, pecadores cuerda que, frente a la “mística de
e impuros, sino porque ama a todos ojos cerrados”, enfocada sobre to-
sin excluir a nadie de su compasión. do a la atención interior, quien se
Esta compasión es la única manera inspira en Jesús está llamado a cul-
de mirar la vida, de sentir con las tivar una “mística de ojos abiertos”
personas y de reaccionar ante su y una espiritualidad de responsa-
sufrimiento. Y esto nos aproxima bilidad absoluta hacia los que su-
al Padre de la misericordia. fren.
184 José Antonio Pagola
La espiritualidad de Jesús hace vivir sembrando gestos de bondad
vivir a sus seguidores atentos al e inventando respuestas al sufri-
sufrimiento de las personas. La miento.
mirada al rostro del que sufre nos Así es Jesús, a quien Dios “un-
libera de ideologías que bloquean gió con el Espíritu Santo y con po-
nuestra compasión o de marcos der, y pasó la vida haciendo el
normativos que nos hacen vivir bien” (Hch 10, 38). No tiene poder
con la conciencia tranquila. Esta político ni religioso, no puede re-
mirada nos arranca de la indife- solver las inmensas injusticias que
rencia, recordándonos nuestra pro- se cometen en aquel rincón del im-
pia condición vulnerable, despier- perio, pero camina por Galilea y
ta en nosotros la solidaridad fra- Judea, movido por el Espíritu de
terna. Cierto que en casi todos los Dios, sembrando gestos de bon-
caminos espirituales se privilegia dad. Abraza a los niños de la calle
la importancia de la conciencia, la porque no quiere que los seres más
atención al aquí y ahora, el silen- frágiles de aquella sociedad vivan
cio interior… y con razón. No obs- como huérfanos; bendice a los en-
tante, me atrevo a decir que el ca- fermos para que no se sientan mal-
mino más eficaz para sintonizar ditos de Dios al no poder recibir la
con la espiritualidad de Jesús es bendición en el templo; toca a los
aprender a mirar el rostro del otro leprosos para que nadie los exclu-
con compasión. ya de la convivencia; cura rom-
piendo el sábado para que todos
sepan que ni la ley más sagrada es-
Gestos de bondad tá por encima de la atención a los
que sufren. Acoge a los indesea-
El buen samaritano de la pará- bles y come con los pecadores des-
bola es, para Jesús, el modelo del preciados por todos porque el ma-
hombre compasivo que vive imi- lo y el indigno tienen tanto derecho
tando la compasión del Padre del como el bueno y el piadoso a ser
cielo: ve al herido en el camino, se acogidos con misericordia.
compadece y se acerca a él, venda Estos gestos no son convencio-
sus heridas, lo monta en su cabal- nales. Son gestos orientados a afir-
gadura, lo lleva a la posada y se mar la vida y la dignidad de los se-
compromete a pagar los gastos. Es- res humanos. Recuerdan que
te hombre no se siente obligado a siempre es posible intervenir para
cumplir un determinado código sacar bien del mal que existe en el
moral, sino que responde al sufri- mundo. Acompañan a la indigna-
miento del herido inventando toda ción profética abriendo caminos
clase de gestos orientados a aliviar directos e inmediatos frente a la
su sufrimiento. La respuesta a los pasividad y la indiferencia social,
que sufren siempre es insuficiente para no dejar abandonado en su
e imperfecta, pero lo decisivo es desgracia a ningún doliente.
Espiritualidad centrada en Jesús 185
ESPIRITUALIDAD CURADORA

Curar la vida pios…” (Mt 11, 4-6). Jesús procla-


ma la proximidad del reino de Dios
curando; anuncia la salvación de
La clave más importante desde
Dios introduciendo salud en el
la cual Jesús vive a Dios y trabaja mundo. Y esto es nuevo. Y es ne-
para abrir caminos a su reino de cesario recordarlo pues, con fre-
paz y justicia, no es el pecado, la cuencia, la teología cristiana acen-
moral o el culto, sino el sufrimien- túa hasta el extremo su atención al
to, la enfermedad, o el deterioro de pecado atenuando la tragedia del
la vida, las condiciones insanas de sufrimiento.
la sociedad, la falta de justicia y
compasión solidaria. La gente tu-
vo que captar el contraste que ha- Ofrecimiento de salud
bía entre el Bautista y Jesús. La tra- integral
yectoria profética del Bautista
estaba orientada por la lucha con-
tra el pecado. Y su preocupación Los enfermos que encuentra Je-
suprema era denunciar los pecados sús en su camino son, sin duda, el
del pueblo, llamar a conversión y sector más desvalido y marginado
purificar con el rito del bautismo a de aquella sociedad. Muchos de
los que acuden al Jordán. El Bau- ellos son incurables, abandonados
tista no cura ningún enfermo, ni a su suerte, incapacitados para ga-
toca los leprosos, ni libera a los po- nar su sustento, arrastrando una vi-
seídos por espíritus malignos, no da de mendicidad que roza la mi-
alivia el sufrimiento. No hace ges- seria y el hambre. Son ciegos que
tos de bondad. No cura la vida. no pueden captar la vida de su ám-
bito; sordos y mudos que no pue-
Los evangelios, por el contra- den comunicarse, ni cantar y ben-
rio, presentan a Jesús caminando decir a Dios; paralíticos que no
por Galilea, no en busca de peca- pueden moverse, trabajar ni pere-
dores para convertirlos, sino acer- grinar a Jerusalén; enfermos de
cándose a los enfermos de las al- piel repugnante que son apartados
deas para curar sus sufrimientos. del hogar y de la aldea; desequili-
Su trayectoria profética está enca- brados que perdieron el señorío de
minada primordialmente a aliviar sus vidas. La mayor tragedia de es-
a los que viven agobiados por el tos enfermos es sentirse olvidados
mal y excluidos de una vida digna. por Dios: su Espíritu, creador de
Cuando los enviados del Bautista vida, los abandonó probablemente
le preguntan si viene en nombre de a causa de algún pecado grave. Por
Dios, Jesús responde con su acción eso, precisamente, son marginados
curadora: “Los ciegos ven y los co- y excluidos en mayor o menor gra-
jos andan; los leprosos quedan lim- do de la convivencia social y reli-
186 José Antonio Pagola
giosa. La exclusión del templo les Impulsar un proceso de
confirma que Dios no los quiere, curación social
no pueden confiar en él.
Para entender en toda su hon- Jesús nunca pensó en sus cura-
dura la actuación curadora de Je- ciones como una forma de supri-
sús, hemos de resaltar que Jesús mir el sufrimiento en el mundo, si-
no trata solamente de resolver un no como un signo para indicar la
problema orgánico de carácter fí- dirección en que hemos de traba-
sico o psíquico, sino de reconstruir jar para introducir entre nosotros
su vida entera. Los diferentes re- el reino de Dios. Por eso Jesús po-
latos sugieren con diversos trazos ne en marcha un proceso de cura-
que el proceso de curación gene- ción tanto individual como social,
rado por Jesús es una experiencia con una intención de fondo: curar
de recuperación de la vida, afir- la vida enferma.
mación de la dignidad, crecimien-
Jesús se rebela contra los com-
to de libertad, reconciliación con
portamientos patológicos de raíz
Dios e integración en la conviven-
religiosa (legalismo, hipocresía, ri-
cia social.
gorismo). Es un gran sanador de la
Jesús pone al enfermo en con- religión: libera de miedos, no los
tacto con la parte de su ser que to- introduce; favorece la libertad, no
davía está sana para suscitar el de- las servidumbres; atrae hacia el
seo de vida que se esconde en amor de Dios, no hacia la Ley; des-
todo ser humano: “¿Quieres curar- pierta la compasión, no el resenti-
te?” (Jn 5, 6). Despierta en su in- miento.
terior la confianza en Dios como
Se esfuerza por lograr una con-
fuerza creadora: “Levántate y ve-
vivencia más sana entre las perso-
te; tu fe te ha salvado” (Lc 17, 19).
nas favoreciendo un mayor respeto
Libera de la culpa y del miedo a
y comprensión entre ellas, invitan-
Dios, ofreciendo su paz y su per-
do al perdón sin condiciones, de-
dón reconciliador: “Hijo, tus pe-
fendiendo a la mujer del dominio
cados te son perdonados” (Mc 2,
posesivo del varón, invitando a li-
5). Desata las ataduras y esclavi-
berarse de la esclavitud del dinero,
tudes para vivir en libertad: “Mu-
y ofreciendo el perdón a personas
jer, quedas libre de tu enferme-
hundidas en el fracaso moral y la
dad” (Lc 13, 12). Devuelve de
ruptura interior.
nuevo a la convivencia: “Toma tu
camilla y vete a tu casa” (Mc 2, Es significativo que, al confiar
11). Los orienta hacia una existen- su misión a sus discípulos, Jesús
cia nueva vivida desde la alaban- hable de una doble tarea: “Id y
za y el agradecimiento a Dios: anunciad el reino de Dos”, “Id y
“Vete a tu casa donde los tuyos, y curad”. El anuncio misionero y la
cuéntales todo lo que el Señor ha tarea curadora son parte de una
hecho contigo” (Mc 5, 19). misma dinámica, que es abrir ca-
Espiritualidad centrada en Jesús 187
minos al reinado de Dios. del templo, constituye la interven-
ción definitiva de Dios, que abre
un futuro nuevo a la historia hu-
A modo de conclusión mana. La esperanza nueva que in-
troduce Jesús en el mundo sólo es
posible proclamarla desde la fe en
La existencia profética de Jesús
un Dios que no abandona las víc-
alcanza su culminación al ser cru-
timas. Un Dios liberador que no
cificado. En la cruz se revela de un
tiene por qué acomodarse a las pre-
modo definitivo su pasión por el
tensiones de los poderosos ni se-
reino de Dios y su compasión por
guir los caminos que marcan los
las víctimas, asumiendo su aflic-
dueños del mundo.
ción hasta el final. Su petición de
perdón al Padre para sus verdugos La actuación curadora de Jesús
es, al mismo tiempo, un gesto su- sanando a los enfermos de Galilea
blime de compasión y una crítica ya está anunciando la salvación
suprema a la insensatez del poder eterna que nos ofrece Dios. Sus co-
político y religioso que crucifica a midas con pecadores, prostitutas e
los inocentes (Lc 23, 34). Por otra indeseables anticipan ya el banque-
parte, su grito a Dios, identificado te del reino en torno al Padre. La
con todas las víctimas, pidiendo última palabra sobre la historia hu-
alguna explicación a tanto abando- mana la tiene Dios. Cuando su pro-
no, y su entrega confiada al Padre yecto del reino es impedido por el
quedan en los labios del Crucifica- mal, fracasa por nuestro pecado, o
do reclamando una respuesta de queda a medias interrumpido por
Dios más allá de la muerte: “Dios la muerte, Dios lo lleva a su pleni-
mío, Dios mío, ¿por qué me has tud más allá de la muerte. Un día
abandonado?” ¿Por qué nos has las bienaventuranzas de Jesús se
abandonado? “Padre, en tus manos cumplirán. Entonces escuchare-
encomiendo mi Espíritu”. Padre, mos del Resucitado las palabras
en tus manos quedan nuestras vi- más consoladoras que podemos
das. leer en las escrituras cristianas: “Al
que tenga sed, yo le daré gratuita-
La resurrección del Crucifica-
mente del manantial del agua de la
do, desautorizando al representan-
vida” (Ap 21, 6).
te del imperio y a las autoridades

Tradujo y condensó: JOAQUIM PONS ZANOTTI

188 José Antonio Pagola

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