Apa:

Sandra, B. (s.f.). Autoestima y su desarrollo en el ámbito escolar. Universidad Católica de Temuco

Facultad de educación.

Sintesis:

La autoestima tiene influencia en cada momento y en todas las áreas de nuestro

desarrollo. Es la forma que tenemos de conocer, y valorar nuestras características y
habilidades, se habla de distintos conceptos que guardan relación entre sí: autoestima,
autoconcepto, autoimagen o concepto de sí mismo. La diferencia está en que por
autoconcepto, imagen de sí mismo o autoimagen entenderemos a las percepciones que
el individuo tiene respecto de sí mismo en la dimensión cognitiva. La autoestima sería
el grado de satisfacción y valoración que las personas tienen respecto de sí mismas, en la
dimensión afectiva de la imagen personal, y se relaciona con datos objetivos, experiencias
y expectativas de la persona. La autoestima posee una constitución en un proceso
continuo y que empieza desde las primeras experiencias de vida, donde influye de manera
decisiva el trato de los adultos hacia el niño/a, que recibe influencia de sus propias
conclusiones, y le da relevancia a juicios y comentarios directos e indirectos de los
demás, llevándolo a un proceso continuo de conocer y valorar los elementos que lo
caracterizan, se construyen rasgos y hábitos que lo distinguen, así como valores y
habilidades. Se destaca en el texto la vital importancia de la retroalimentación de los
actores más importantes en su desarrollo; padre, madre, familia, profesor, amistades. Etc.

Existe una autoestima general. Y puede alcanzar dos dimensiones; alta y baja. La
primera implica que el individuo se respeta y estima, sin considerarse mejor o peor que
los otros, reconoce sus limitaciones y espera madurar y mejorar. La segunda, indica que
el niño no confía en sí mismo, imagina que es aburrido para otros niños, no toma
iniciativa, presenta inseguridad, esto se manifiesta con temor al hablar en público y
sentido de hacer el ridículo. En la autoestima podemos encontrar dimensiones específicas
además de la general, entre ellas se distinguen, la Dimensión Física: que se refiere sentirse
atractivo físicamente de acuerdo a las expectativas de género. La Dimensión Social:
sentimiento de sentirse aceptado o rechazado por los pares y el sentirse parte de un grupo.
También se resulta capaz de enfrentar diferentes situaciones sociales con facilidad,
también se incluye sentido de solidaridad. La Dimensión Afectiva: está muy relacionada
a la anterior, se refiere a la autopercepción de características de personalidad. La
Dimensión Académica o Intelectual: se refiere a la percepción de las capacidades para
enfrentar las situaciones de la vida escolar, referente a las capacidades intelectuales como
sentirse inteligente, creativo y constante. La Dimensión Ética: se relaciona con el hecho
de sentirse una persona buena o mala, confiable o poco confiable, responsable o
irresponsable, etc. Una baja autoestima puede manifestarse de diferentes maneras
dependiendo de la personalidad de la persona, algunas de los patrones de comportamiento
de personas con baja autoestima son: actitud inhibida y poco sociable: temor excesivo a
equivocarse, actitud insegura, actitud perfeccionista, necesidad compulsiva de
aprobación, actitud desafiante, necesidad imperiosa de ganar, actitud crítica.

Se presentan a continuación estrategias para desarrollar una buena autoestima en niños/as

según Haeussler y Milicic (1994) desde el paradigma de que la retroalimentación e
interacción con ellos depende el desarrollo de sus capacidades,para esto se acotan las
siguientes estrategias: conocer la realidad del niño, no plantear objetivos irreales que
corran el riesgo de una nueva experiencia de frustración al niño, se pueden plantear metas
al alcance de los niños/as. En el contacto con los alumnos será importante reconocer los
logros de todos los niños cuando estos se hayan esforzado y logrado avances, si no han
cumplido darles nuevas oportunidades. También es propicio crear un clima emocional
cálido, participativo e interactivo, darle énfasis al trabajo cooperativo en clase tomando
en cuenta los principios constructivistas del aprendizaje.

Además de fomentar la autoestima positiva es necesario no fomentar la negativa: Se debe

evitar la crítica, o bien hacerla de forma constructiva, la crítica cuando se realiza a largo
plazo va socavando permanentemente la validez de la persona y tiene efectos negativos
en la imagen de uno mismo, disminuyendo la confianza de los niños ,sintiendo que nunca
logran sus objetivos. Por otro lado cuando un adulto califica de acuerdo a sus propias
expectativas y enjuiciando a un niño/a esta amenazando la autoestima de este. El lenguaje
con el cual los padres califican a sus hijos es importantísimo, cuando se repiten
calificaciones, estas se internalizan y modifican la percepción del niño/as. Por ultimo
nunca se deben realizar críticas con actitudes de enojo, rechazo o amenaza hacia un
niño/a.