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Segunda Fase:
(16) Fue en la década de los 80’ cuando tuvo una expansión considerable. Extendiendo los trabajos hacia conceptos como
género, etnicidad, etc. Con el auge de nuevas ideologías (neoliberalismo) y cambios sociales, la revalorización del sujeto y
la rehabilitación de los placeres del consumo, los estudios culturales como deudores del marxismo, ponen en relieve la
capacidad crítica de los consumidores, cuestionando el valor explicativo de la categoría “clase social” a fin de evaluar
otros factores como la edad, género y las identidades étnicas.
Tercera fase:
Gran éxito con cuantiosa producción. Diversificando las temáticas trabajadas bajo este enfoque. Surge un grupo que
defiende a los estudios culturales como una “antidisciplina”, es decir, que rechazan los fraccionamientos disciplinares y de
especialización. (17) Sin embargo, esto los pone en otro predicamento: la palabra disciplina implica seriedad, control.
¿Cómo ahunar esta diversidad en un modo de trabajo y unos métodos específicos?
Objetivos del libro: deconstruir y poner en valor la
tradición de los estudios culturales
(17) Dada la naturaleza de constante cambio del campo, se impone un enfoque cronológico. Por lo que la introducción
apunta hacia los siguientes objetivos:
1. Restituir trabajos y debates de la joven tradición.
17-18
2. Recordar el compromiso crítico de los investigadores, y que puede constituirse en un motor para la comprensión de
los hechos sociales. (18) En una época en donde los investigadores son invitados a comportarse como expertos
basados en empirismo instrumental.
3. Comprender la metamorfosis de la noción de cultura en el último medio siglo, replanteado los modos en que
funciona la cultura en relación a las cuestiones económicas y políticas.
Sociedad orgánica vs Sociedad Mecanizada. La crítica cultural de la sociedad burguesa
(19) Los estudios culturales provienen de la “culture and society”, tradición que defiende a la cultura (particularmente la
19-26 literatura) como un vehículo para transmitir valores cívicos, reforzar la identidad nacional, en un contexto de vida
mecanizada y decadente. Thomas Carlyle (1975-1881) indica que son los literatos los grandes representantes de la nación,
y (21) son los sujetos llamados a enfrentar el mecanicismo. La literatura, vinculada a la lengua nacional, se convierte en un
recurso del espacio político (Casanova, 1999). Y se torna en el campo donde rivalizan las culturas nacionales.
(23) El humanismo romántico a mediados del siglo XIX en Inglaterra fue la respuesta a los efectos sociales de la revolución
industrial y la consolidación del capitalismo. Ante el triunfo de la concepción mecánica del mundo, (25) los hombres de
letras se asumen asi mismos como garantes de la sociedad orgánica. En contraposición a las alianzas científico –
industriales que dan soporte al sistema.
(25 – 26) La lectura que hace, por ejemplo Matthew Arnold (1822 – 1888) de su tiempo es que la sociedad mecanizada ha
derivado en “anarquía”, “desorden” y desintegración de las totalidades orgánicas. Hay distanciamiento respecto de las
posturas materialistas. Con el marxismo, respecto del énfasis, pues Marx y Engels vieron en la consolidación de nuevo
orden la oportunidad para la revolución. Y con el liberalismo, (Start Mill) marca diferencias porque estos no confían en la
capacidad del estado de formar conciencias. Arnold explica que la única forma de hacer frente a la mentalidad mecanizada
es la enseñanza de la “nobleza de los sentimientos y el espíritu”, en las escuelas públicas.
El laboratorio pedagógico para fomentar la sociedad
orgánica por medio de la literatura: el caso de la India
(26) La sociedad orgánica en la que piensa Arnold es la sociedad isabelina. (27) Que se contrapone a la cultura de los
“filisteos” fascinados por las maquinarias, enemigos de las ideas y de la intervención del estado. Para cultivar a las
personas, es fundamental la enseñanza de la literatura (en las escuelas públicas). (28) Que permitirá a la clase obrera
26-29 pacificarse e integrarse. Adquiriendo disciplina y el “espíritu público”.
Sirvieron de laboratorio pedagógico las colonias en donde se implementó una estrategia para contener a los colonizados,
sustentado en los estudios literarios ingleses. Se transmitió la representación de los ingleses como sujetos ideales (29) en
contraposición a la imagen negativa presentada de los autóctonos. Este fue un caso histórico de colonización interior de
las clases populares.
Tres grandes ideas del debate sociedad orgánica vs
sociedad mecanizada
1. (29)Evaluación del impacto que tuvo la revolución industrial en la cultura nacional, que amenaza la cohesión social,
la preservación de la vida intelectual y las acciones que no estén respaldadas por el calculo utilitarista.
29-32 2. Se le atribuye el rol de despertadores y educadores a los intelectuales, productores y difusores de cultura.
3. Se ven contradicciones entre esta apelación a la cultura y sus retos de poder. Lo cultural aparece como integrando
estilos de vida y la estética de la cotidianidad. Y las humanidades –en especial la literatura- como herramienta
civilizatoria, útil para la comprensión del mundo. (30 – 31) (32) Y se manifiesta recelo respecto de la economía, la
sociología y las ciencias.
William Morris: el vínculo entre el humanismo romántio y
las clases populares
William Morris (1834 – 1896) establece la relación humanismo romántico y la causa obrera en 1880, al convertirse en el
cofundador de la Liga Socialista y redactor en jefe de Commonweal. Con una actitud de denuncia sobre los efectos de la
30
vida moderna en las clases obreras. Centrado en reflexiones en torno a la arquitectura y a una visión nostálgica del gótico.
Que se enriquece con sus reflexiones acerca de la ética y la estética de una “sociedad comunista”. Muchos pioneros
sugieren que su visión poética representa un momento decisivo en donde el pensamiento crítico se aparta del
economicismo para efectos de la historia del movimiento obrero.
English Studies: la consolidación de un proyecto cultural
mesiánico
(32) Surge la pregunta: ¿Es necesario una pedagogía centrada exclusivamente en la enseñanza literaria? ¿O es necesario
vincularla con la realidad social? Este es un reto intelectual y político. La primera fórmula es la que impera en el escenario
académico. (33) Frank Raymond Leavis (1895 – 1978) escribe junto a Dennys Thompson Culture a Enviroment (1932) que
se convierte en la biblia de la nueva disciplina que aboga por una solución idealista, que haga frente a la degeneración
32-34 cultural en la posguerra, sin hacer una intervención política. Intención que reforzará luego con la revista Scrunity. Sus
seguidores (34) consideran que la literatura inglesa puede prevenir la manipulación de la publicidad de las personas y la
pobreza lingüística de la prensa popular. Su método es establecer la “Gran Tradición” de la ficción inglesa para luego
enseñarla. Hace una selección basada en el criterio de exaltar el valor estético y lo nacional.
Su propuesta deriva finalmente en una visión elitista y nacionalista, con un rechazo obsesivo a la sociedad técnica, con gran
hostilidad hacia la educación popular y una desconfianza absoluta hacia estudiantes “mebrutecidos”.
La pregunta sobre la formación popular y los pioneros de
un enfoque centrado en la cultura.
La pregunta sobre que pedagogía adoptar en la formación de adultos en sectores populares sigue en discusión.
Especialmente si habría de considerarlos como Masa (a lo que les corresponde una formación universitaria en letras y
artes) o Clase (enfocado en fomentar la organización obrera con una formación con enfoque sociológico apoyado por
35 economía, política, filosofía). EL segundo enfoque, según los pioneros del culturalismo, deja fuera el papel de la cultura.
Carlyle, Arnold y Levis: comparten la pregunta sobre el papel de la cultura como una herramienta para restituir la
comunidad y la nación frente a las fuerzas del desarrollo capitalista. Es la intervención de Morris la que definitivamente
hace virar los estudios culturales con un enfoque a las clases populares.
Padre fundador: kjRichard Hoggart y la cotidianidad de la
clase trabajadora
(36) El camino para que los estudios culturales tuvieran un reconocimiento institucional en la década de 1960, implicó el
trabajo previo de un grupo de pioneros durante diez años antes. Son cuatro:
(39)Es el único de los padres fundadores que no ha bebido del marxismo teórico o político, pues está más vinculado con las
vertientes liberales. (40) El se hace parte de una tradición humanista, de estudios literarios y de la civilización. Fue
fundador del Centre for Contemporaru Cultural Studies de Birmingham, que luego abandona para asesorar al director
general de UNESCO.
Padres fundadores: William & Thompson y una historia
material de la cultura. EL rescate de William Morris
(38) Existía la idea de resistir al orden cultural industrial. Y ello es la causa de la multiplicidad de objetos de investigación
que fueron considerados por los estudios culturales por más de dos décadas. Ya que lo cultural no se puede separar del
poder y las estrategias para el cambio social. Esta idea es producto de las inspiraciones marxistas que tuvieron los
siguientes padres fundadores, que formaron parte de la nueva izquierda en los años setenta:
Estas ideas se inscriben en el debate de esa época en los intelectuales de izquierda acerca de la relación entre la economía
con la cultura, en donde existe un debate hasta qué punto la segunda es reflejo de la primera. Este será uno de los
desafíos de los estudios culturales. De ahí que reviven los escritos de William Morris, (42) que interpretan como uno de
los primeros críticos al determinismos que niegan la existencia de la existencia afectiva (superestructura).
El contexto histórico del surgimiento de los estudios
culturales
(42) Los estudios culturales toman forma en el contexto político de los años 50:
a) Desilusión del modelo comunista y ascenso de la “Nueva Izquierda”.
b) (43) Bonanza económica que significó la dinamización de las estructuras sociales y la llegada de académico
provenientes de sectores medios y populares.
c) La llegada a la academia de actores que incluso provenían de sectores populares fortaleció el interés por estudiar
objetos de la cultura popular y por transformar esta trinchera en su acción política.
42-46 d) (44) El origen popular de estos académicos (por de pronto Williams, Hoggart, Hall) los hace navegar a contracorriente
de las investigaciones tradicionales. Hall y Thompson cuentan con una visión más cosmopolita, pues han
experimentado diversas culturas.
e) (45) Un sistema universitario muy cerrado. Que marginaliza a estos nuevos académicos en universidades lejanas.
Pese a la marginalización, los padres fundadores de los estudios culturales se organizaron y generaron una sólida red de
colaboración académico – político a través de revisas y clubes. En 1960 surge la New Left Review y luego la Past and
Present.
56-57 Fundamental en esta etapa es el libro de Hall (1977) “Codificación/descodificación” desarrolla un marco teórico que centra
su atención en que CITA TEXTUAL “el funcionamiento de un medio no puede limitarse a una transmisión mecánica
(emisión/recepción) sino que ha de darle forma al material discursivo (discurso, imágenes, relato) en el que intervienen
datos técnicos, condiciones de producción y modelos cognitivos”. Es importante porque integra tanto a la producción del
mensaje como a su recepción. Con esta propuesta se superaba las rutinas sociológicas empírico-funcionalista de los medios
y le otorga protagonismo a los usuarios o a las audiencias. “La noción de descodificación invita a tomarse en serio el hecho
de que los receptores tienen sus estatus sociales, sus culturas, y que ver o escuchar un mismo programa no implica darle un
sentido o evocar un recuerdo similar”.
Expansión: género y raza, como nuevas alteridades.
(58) Dos expansiones temáticas relacionadas con la alteridad:
58 1. Género: en los estudios se considera la variable masculino/femenino como relevante. Hay diferencias de consumo y
la valoración que hacen de los bienes culturales.
2. Inmigración y el asunto del racismo.
Consolidación de los estudios culturales.
CITA TEXTUAL: “Se trata, siempre, de abordar lo social por abajo, de observar la cotidianidad de los sectores populares. Los estudios culturales
nacen del rechazo del legitimismo, de las jerarquías académicas de los objetos nobles e innobles. Se fijan en la aparente trivialidad de la publicidad
de las emisiones de entretenimiento, de las modas indumentarias. El estudio del propio mundo popular se detiene mucho menos en las heroicas
figuras de los dirigentes que en la cotidiana sociabilidad de los grupos o en el detalle de los decorados, prácticas y costumbres”.
En definitiva, para los estudios culturales es fundamental:
60 a. Observar la cotidianidad de los sectores populares (Cartografiar sus prácticas).
b. Rechazar la clasificación de objetos nobles e innobles de la academia.
c. Prestar atención a la cotidianidad, a la forma en sociabilizan los grupos, en sus prácticas y costumbres.
d. Favorecer métodos de investigación que sirvan para conocer esa cotidianidad: etnografía, historia oral, exegesis de
archivos populares.
e. Hallar la coherencia y/o el sentido de las prácticas culturales de los sectores populares.
f. Analizar que funciones tienen esas prácticas culturales en relación a la dominación social (Grignon y Passeron, 1989,
p.29).
Ideología: forma parte del legado marxista, del que beben la mayoría de los investigadores de esta corriente.
a. Implica develar en qué medida los sistemas de valores, y las representaciones que contienen, estimulan resistencias
o aceptaciones del status quo.
b. Evaluar en qué medida los discursos y símbolos le otorgan a los grupos populares conciencia de su identidad y de su
fuerza, o si participan de la alienación.
Hegemonía: proveniente de la Gramsci en los años treinta. Se trata de una construcción del poder a través de la
conformidad de los dominados. Lo hacen a través de valores de orden social y de la producción de una “voluntad general”
61-62
o un “sentido común”. Esto implica tomar atención a los medios de comunicación.
(62) Resistencia: su definición es más bien un objeto de debate. Hay varias visiones, algunas son que las resistencias:
a. Son las posibilidades que tienen las clases populares para colocar obstáculos a la dominación. Podría ocurrir por
varios motivos: indiferencia, mala conciencia, por burla, etc.
b. Si bien atestiguan la presencia de una autonomía de las clases populares, ¿no se trata de una postura meramente
reactiva? ¿Habrá alguna posibilidad para una posición que permita invertir las relaciones de fuerzas?
Identidad: hay una creciente atención sobre como los individuos estructuran subjetivamente su identidad. Esto es
producto de que las investigaciones van priorizando otras identidad, no la de clase, como por ejemplo género, etnicidad,
secualidad, etc.
El soporte sociológico de los estudios culturales: la
importación teórica de la Europa Continental
(63) Los investigadores británicos podrían recurir a teorías continentales en búsqueda de nuevas herramientas teóricas que
se adaptaran mejor al reto d elos estudios culturales. Y es que, por ejemplo, la sociología británica era muy funcionalista y
cuantitativa. (64) Por ejemplo, el grupo tiene interés por el interaccionismo simbólico de la Escuela de Chicago.
63-67
Se realizan importaciones conceptuales desde CCCS con el objetivo de sociologizar su planteamiento de crítica literaria a
través de un marximo crítico. Son pues el soporte sociológico de su manera de realizar estudios culturales. Por eso
despiertan en ellos interés autores como Althusser y Gramsci. El estructuralismo, que comenzó a enfocarse en temas de
estudio cultural, ejerce una creciente importancia. (67) Se genera así un fortalecimiento de la relación Londres y Paris.
El marxismo y los estudios culturales
(65) La teoría marxista clásica plantea que la “superestructura” (ideas) no son sino productos de la “estructura” económica.
Las ideas son un reflejo. Esta visión mecanicista provoca que la reflexión en torno a la cultura sea superflua. Los prestamos
teóricos de los investigadores culturales, como Thompson o Williams, están inspirados por la búsqueda de enfoques que
65-67
les permitan abordar esta problemática. (66) Por eso suelen recurrir a la Escuela de Frankfurt (Walter Benjamín sobre todo)
y a teóricos marxistas de la literatura (Lucien Goldmann, Gyirgy Kykács). Gramsci también será objeto de múltiples
desarrolos y comentarios. (67) Pues este último se toma en serio la formula de Marx “la ideología como fuerza material”,
al explicar que la dominación se instala por medio de un “sentido común” en los dominados.
Debilidades y problemas del CCCS en sus primeros años
(68) Escasa formación en sociología: Muchos de sus investigadores, provenientes de las humanidades, tienen escaso
conocimiento de sociología, de las cuestiones fundamentales. En condiciones que los estudios culturales se vinculan de una
buena forma con la sociología de la cultura.
Algunas investigaciones caen en la trampa del populismo, pues exageran la erosión simbólica de la identidad obrera. O los
68-76
halagan excesivamente sus “resistencias”. (70)1 La mirada de los estudios culturales consiste en asumir que los universos
de prácticas y consumos culturales populares merecen la misma atención que los de la alta cultura. Pues pueden encerrar
significados subjetivos igual de intensos, con sistemas simbólicos valiosos y coherentes. Sin embargo, en el análisis sigue
persistiendo el riesgo de que los académicos consideren a la cultura popular como “inferior” (miserabilismo). (71) O
también puede pecar de populismo al magnificar y celebrar cualquier práctica cultural y calificarla como intrínsecamente
virtuosa.
1
EN el libro hay recuadros que profundizan sobre temáticas específicas. Se ubican en el transcurso del texto interrumpiendo el normal flujo de páginas. Por eso
aquí está señalada la página 70, aunque luego se retorna a la 69.
(69) Interés deficiente por la historia y la economía. Los procesos culturales son de larga duración, tal como se aprecia en
la obra de Thompson y Williams. (71) La economía es clave para dar bases sólidas al materialismo cultural que integra la
dimensión de la producción y circulación de los bienes culturales. (72) Williams será uno de los únicos en integrar la
dimensión económica y cultural. Esta despreocupación será objeto de polémicas generadas por académicos que con
consideran importante la “economía política”, que se cristaliza en la creación de la revista Media, Culture and Society
desde 1979. EN esta discusión, Garnham (1979, 1983) recuerda la importancia de no pecar de reduccionismo y de
considerar la importancia de entender las industrias culturales para comprender a los bienes culturales.
(73) Tensión de los estudios culturales con el marxismo clásico: entre el materialismo cultural y la obsesión por
textualizar. Inspirados por el marxismo, los investigadores culturales tienden a considerar más las reflexiones de Marx en
torno a la filosofía y la ideología que a su propuesta sobre la economía. Algunos como Thompson lograron hacer buenas
vinculaciones. Y alaban la capacidad que tienen otros como Williams de considerar a importancia que tienen los procesos
de producción y circulación de los bienes culturales.
Sin embargo, en opinión de los autores, por el contrario también se “hallará en el corpus inicial de los estudios culturales
textos que entroncan con la exégesis marxológica más soporífera”. Especialmente vinculado al postmodernismo. (76) Son
investigaciones que se centran exclusivamente en la dimensión textual y semiológica, abandonando el legado que puede
aportar el materialismo en la tarea de formar a las clases populares.
(76) CITA: “(…) para un sector de la generación de Birmingham este proyecto “materialista”, ante todo, está teóricamente
pertrecjado con saberes procedentes de las tradiciones literarias y de la semiología, de un marxismo frecuentemente
teoricista, de una disposición para “textualizar” hasta las culturas profanas, sin siquiera beneficiarse de esta forma de
materialismo prosaico que podía aportar a los padres fundadores la experiencia de una larga inmersión en la práctica de la
formación permanente de adultos de las clases populares. El funcionamiento del CCCS, la mayoría de la sveces, ha
permitido rechazar este tropismo textual. Pero hay tendencias que reaparecen….”
Fecundidad de los estudios culturales en esta época
a. (76) Renovación del temario y de los planteamientos, en donde la cultura no es un objeto de erudición sino que se
vincula con las relaciones de poder.
b. Surge una combinación entre investigación y compromiso, hay un genuino interés por cambiar el orden social
injusto y contribuir desde la academia. (77) Nutrida de una competencia intelectual que obliga a los investigadores
a buscar las mejores herramientas y teorías.
c. Engendra una profunda interdisciplinariedad, combinando en sus análisis aspectos literarios, sociológicos,
etnográficos y se análisis de medios.