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All content following this page was uploaded by José Rafael Lozada on 01 June 2014.
uy recientemente, las au- siderablemente en estos estudios y FAO no contienen una identificación ni eva-
toridades venezolanas de- presenta una Guía para la Evaluación de luación sistemática de los impactos a
terminaron en el Decreto Impactos Ambientales de las Actividades todo el ecosistema boscoso y las áreas
No. 1257 que los aprovechamientos fores- Forestales (Zimmermann, 1992). Para el de influencia del Proyecto, ni mucho me-
tales no requieren Evaluación de Impacto Banco Mundial y el Banco Interamericano nos la determinación de sus medidas de
Ambiental (EIA) porque los Planes de Or- de Desarrollo, la EIA es un requisito in- control; ese no es su objetivo. Los POM
denación y Manejo (POM) “ya incorporan dispensable para evaluar las posibilidades son documentos conceptualmente diferen-
en su metodología la evaluación de dichos de financiamiento de los proyectos de tes a los Estudios de Impacto Ambiental;
aspectos” (República de Venezuela, 1996); aprovechamiento forestal (Banco Mundial, estas diferencias se reflejan también en
en ese decreto se determinan las activida- 1991, BID, 1991). contenido y procedimiento.
des susceptibles de degradar el ambiente, Otros (Finol, 1994, Otro elemento que se ha
lo cual ha llegado a tener el carácter de Luna, 1994) consideran que explotación confundido es el carácter implícito de la
delito según lo contemplado en la Ley Pe- forestal es diferente a manejo forestal; el EIA en el POM; según Alhéritière (1979)
nal del Ambiente (MARNR, 1992). De manejo forestal sí considera una planifica- esto se aceptaría si se hubiera aplicado
esto se puede deducir que independiente- ción y el problema quedaría automática- una EIA global sin necesidad de exigirla a
mente de su intensidad y extensión, el mente resuelto, ya que el POM sería “per nivel de los proyectos individuales, pero
aprovechamiento forestal sujeto a Pla- se” la EIA y tiene previsto el conjunto de en el sector forestal venezolano no se ha
nes de Manejo no es una actividad “...medidas de control y corrección de los realizado dicha EIA global.
“susceptible” de degradar el ambiente. daños que inevitablemente puede aca-
Muy al contrario de lo rrear”. Incoherencia Institucional
que indica el Decreto 1257 en sus aspec- Esto constituye una in-
tos legales y técnicos, en otros países (in- adecuada confusión respecto a las caracte- No existen diferencias re-
cluida Latinoamérica) se ha avanzado con- rísticas de ambos documentos; los POM levantes entre los POM elaborados en
José Rafael Lozada. Ingeniero Forestal graduado en la Universidad de los Andes (Venezue-
la) en 1985. Trabajó en el Ministerio de Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables. Fue Gerente de Producción Fo-
restal en una compañía maderera en Guayana Venezolana y posteriormente fue consultor privado de empresa forestales,
carboneras y mineras. Es cursante del Postgrado de Manejo de Bosques de la ULA y participa como becario en un plan de
formación de personal de relevo en esa misma Universidad. Dirección: Vía Los Chorros de Milla, Conjunto Forestal,
Mérida 5101, Venezuela. Instituto de Investigaciones para el Desarrollo Forestal (INDEFOR), Facultad de Ciencias Foresta-
les y Ambientales, Universidad de Los Andes, Vía Chorros de Milla, Mérida, Venezuela. Teléfono: 074-401581, Fax: 074-
401580. e-mail: jolozada@ciens.ula.ve
Ernesto Arends. Ingeniero Forestal. Graduado en al Universidad de los Andes (Venezuela)
en 1977. Obtuvo en 1980 un Master of Science en Ecología. de la Universidad de Tennessee (USA). Actualmente se desem-
peña como Director del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo Forestal (INDEFOR) de la Facultad de Ciencias Fo-
restales y Ambientales, y jefe del Departamento de Manejo de Bosques de la Escuela de Ingeniería Forestal. Ha realizado
investigaciones sobre sucesión secundaria, impacto de las explotaciones forestales y establecimiento de sistemas agroforestal.
Dirección: Vía Los Chorros de Milla, Conjunto Forestal, Mérida 5101, Venezuela. Instituto de Investigaciones para el Desa-
rrollo Forestal (INDEFOR), Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales, Universidad de Los Andes, Vía Los Chorros de
Milla, Mérida, Venezuela. Teléfono: 074-401581, Fax: 074-401580.
Motosierras, combustibles, mano de obra y alimentos. ===> TUMBA ===> Ruido, Humo, Desechos Vegetales.
↓
Mano de obra, maquinaria, combustibles, lubricantes, ===> ARRASTRE ===> Ruido, Polvo, Gases, Desechos Sólidos.
alimentos, guayas.
↓
Mano de obra, hidrocarburos, repuestos, herramientas. ===> MANTENIMIENTO ===> Desechos sólidos y líquidos (detergentes y
DE MAQUINARIA aceites residuales).
impactos ambientales (Figura 2) y un Efectos sobre la Calidad del Aire microflora y microfauna del suelo, insec-
ejemplo de encadenamiento de efectos y Ruido tos y regeneración de especies arbóreas.
(Figura 3).
El transporte de madera Efectos sobre los Suelos
Identificación y Análisis de las Medidas genera altos niveles de polvo en las vías
de Control Ambiental. engranzonadas cercanas a las unidades de La construcción de vías
manejo; esto afecta a las comunidades ad- (en la Guayana Venezolana tienen hasta 40
Programa de Vigilancia y Control Am- yacentes a estas vías y puede ser motivo m de deforestación) y otras infraestructuras
biental. de enfermedades respiratorias. El humo y puede generar procesos erosivos no con-
ruido producido por la maquinaria pesada trolados correctamente (MARNR, 1988) y
Costos de las Medidas de Control Am- y motosierras afecta a sus operadores y en los POM no prevén la eliminación final
biental. los POM no se contemplan medidas para de desechos sólidos que llegan a constituir
proteger a estos trabajadores. problemas de contaminación en diferentes
Identificación y Análisis de los Costos y lugares de la Unidad de Manejo (campa-
Beneficios Ambientales. Efectos sobre la Hidrografía mentos, talleres).
Enright (1978) indica
El presente trabajo cons- Todas las maquinarias que en bosques de Araucaria en Papuasia,
tituye un análisis global, donde se identifi- necesitan cambios de lubricantes, reposi- Nueva Guinea, existen pérdidas aprecia-
can los efectos producidos por el proceso ción de combustibles y ocasionalmente la- bles de nitrógeno, carbono orgánico, cal-
general de aprovechamiento forestal (co- vados que se hacen con detergente y kero- cio y potasio; los dos últimos tardan más
lumnas en la Figura 2), sobre los compo- sene; en muchas oportunidades estas ope- de dos años en recuperar los niveles pre-
nentes más relevantes del ambiente (filas raciones se hacen en montaña y generan cedentes y puede afectar el establecimien-
en la Figura 2). Al ejecutar la EIA en pro- residuos que contaminan las aguas. El Ar- to de regeneración de especies deseables.
yectos específicos, los elementos indicados tículo 10 del Decreto No. 883 (República Hernández et al., (1994) sugieren que en
en las filas y las columnas pueden variar de Venezuela, 1995) establece los paráme- la Guayana Venezolana esta pérdida puede
para ajustarse a las realidades particulares tros de los vertidos líquidos que vayan a ser mayor al 5% (reportado en Indonesia)
de cada caso. Por lo antes expuesto no se ser descargados a un cuerpo de agua y porque se está aplicando una mayor inten-
incluyen los pasos B, D, E, F y G ya fija el límite máximo de Hidrocarburos y sidad de aprovechamiento.
mencionados, los cuales sí deben ser desa- Detergentes en 20 mg/lt y 2 mg/lt respec- Gayoso e Iroumé (1991)
rrollados al evaluar un proyecto determi- tivamente. Es común que en los campa- estudiaron el efecto producido por un
nado. mentos y talleres se construyan pozos sép- arrastrador CAT-518 de 10,25 ton (muy
Por otra parte, se presen- ticos para aguas residuales; pero el Artícu- usado en Venezuela) y determinaron que,
tan referencias de investigaciones desarro- lo No. 16 del decreto antes mencionado con un 10% de pendiente, la compacta-
lladas en bosques tropicales de otros paí- prohibe descargar aguas residuales al sue- ción aumenta de 0,61 a 0,88 mg/cm3 y la
ses, con el fin de ilustrar los procesos que lo o subsuelo si no cumplen con los lími- porosidad baja de 75 a 65%; con 20% de
pudieran estar ocurriendo en las reservas tes establecidos en el ya referido Artículo pendiente, la compactación aumenta de
forestales venezolanas. No. 10. 0,61 a 0,97 mg/cm3 y la porosidad baja
de 75 a 62%. Una compactación superior
RESULTADOS Y DISCUSIÓN Efectos sobre el Microclima a 1 mg/cm3 puede producir una pérdida
de crecimiento en altura de 30%, baja pro-
Aún cuando no se gene- Ocurre por la disminu- ductividad del sitio y reducción del valor
ran datos cuantitativos propios, a conti- ción de cobertura vegetal asociada a la de la cosecha futura; las razones pueden
nuación se presenta el producto de la me- tumba y deforestaciones (efecto de claro o ser bajos niveles de aireación, de la tasa
todología mencionada en el punto anterior. “gap”). Denslow (1980) señala que, para de infiltración y del agua disponible.
En este sentido, se hace un análisis de los estudios realizados en Surinam, en un cla-
efectos potenciales señalados en la lista ro la luz aumenta más de 60 veces con Efectos sobre la Vegetación
preliminar (Tabla II), la cual representa un respecto al sotobosque, la temperatura
resumen de la identificación efectuada a máxima del suelo aumenta más de 60C y La dinámica de claros
través de los flujogramas ambientales, ma- la humedad relativa en época seca se re- (Whitmore, 1982, Gómez-Pompa y
triz de impactos y diagramas de encadena- duce a casi la mitad; esto puede tener Vázquez-Yanes, 1985, Martínez-Ramos,
miento. efectos negativos sobre las micorrizas, 1985) indica que la caída de un árbol pro-
duce cambios en el microambiente (luz, Hardner, 1993). Trabajando en Borneo, años lo cual se ha dado en algunas áreas
temperatura, humedad, nutrientes) que ac- Nicholson (1958) encontró que 45% de de Guayana donde se aprobaron sistemas
tivan el desarrollo de una cohorte de plán- los árboles remanentes sufrieron daños de de ordenación por cuotas anuales para más
tulas y árboles preexistentes que estaban consideración por efecto de la corta; esta- de 10 especies diferentes (Aserradero El
suprimidos. Sin embargo, con la tumba blece una ecuación que relaciona el área Manteco, 1985); la búsqueda de estas cuo-
comercial este efecto se magnifica. Los basal extraída (AB) con el porcentaje de tas significó la re-explotación por varios
claros pequeños se recuperan principal- daño ocasionado. Uhl y Guimaraes (1989) años de algunos compartimientos.
mente con individuos del banco de plántu- determinaron que resultan destruidos o da- Plonczak (1993) encontró
las; pero en los claros grandes se puede ñados un 26% de los individuos remanen- en Ticoporo un aumento en el IVI (Indice
producir “shock de insolación” y estas tes de una extracción de 4 a 8 arb/ha en de Valor de Importancia) de las palmas,
plántulas mueren, por lo que la recupera- una explotación en la Región de Pará en de 15,6 en el bosque no explotado a 30,0
ción es principalmente proveniente del Brasil. De acuerdo a un Proyecto de In- en un bosque con 13 años de explotado;
banco y lluvia de semillas. La consecuen- vestigación que se ha venido desarrollan- el IVI de Bombacopsis quinata bajó de
cia de este proceso (“cicatrización”) es un do en la Reserva Forestal de Caparo 48,2 (en bosque no explotado) a 1,5 (des-
cambio de composición florística inconve- desde 1987, en donde se realizaron pués de 13 años de intervención), en
niente para el objetivo de producción de aprovechamientos por encima de 20 cm Brosimum alicastrum el descenso de IVI
especies valiosas (Leslie, 1977, Vincent, DAP, 40 cm DAP y 60 cm DAP, Arends fue de 32,3 a 3,1. En Caparo, Kam-
1993), las cuales en muchos casos se pre- (1994) indica que “...en el tratamiento de mesheidt (1994) encontró que Bomba-
sentan en “manchas” (Hartshorn, 1980, menor intensidad, la reducción en el nú- copsis quinata, árbol dominante en el bos-
Uhl, 1982, Canham y Marks, 1985, Law- mero de árboles y área basal fue de 20% que no intervenido con 21,9 de IVI, prác-
ton y Putz, 1988, Uhl et al., 1988, Whit- y 13% respectivamente... En promedio los ticamente desaparece en el bosque aprove-
more, 1991, Brown, 1992, Faber-Lagen- árboles remanentes dañados en la copa y/o chado con 19 años; especies secundarias
doen, 1992). en el fuste pueden alcanzar hasta 53% (sin valor comercial) escasas en el bosque
El efecto de la apertura (128 ind/ha), presentando daños severos primario después se hacen dominantes,
se combina con daños directos a la rege- del 31%...” como el yagrumo (Cecropia peltata) y el
neración, masa remanente y árboles semi- En las “manchas” se pre- palo de maría (Triplaris caracasana) que
lleros, todos los cuales están directamente senta una muy alta concentración de la llegan a tener IVIs de 16,5 y 9,9 respecti-
relacionados con el volumen aprovechado explotación (hasta 20 m3/ha) y con ello vamente. Johnson y Cabarle (1995) reite-
por hectárea y la densidad de vías (Johns, los daños se intensifican; lo mismo ocurre ran que los planes para aprovechar made-
1988, Uhl et al., 1991, Gullison y si la explotación se repite por dos o tres ras tropicales cada 35 años son elaborados
Accidentes Personales
en desafío a su verdadera tasa de recupe- Con el fin de garantizar limitaciones para ejecutar grandes extensio-
ración y que estos bosques en realidad re- las metas del manejo forestal, la producti- nes de plantación a campo abierto debido a
quieren rotaciones mucho más prolonga- vidad natural del bosque debe ser comple- los sistemas radiculares superficiales desa-
das. mentada mediante sistemas silviculturales rrollados como respuesta a la pobreza de
Por otra parte, se prevé cuyo objetivo es producir madera de ópti- nutrientes, acidez y altas concentraciones
una “erosión genética” del bosque como ma calidad; entre estos sistemas se desta- de aluminio (Hernández et al., 1994).
consecuencia de extraer individuos de can las plantaciones a campo abierto, en Se consideran “comercia-
buena forma y vigorosos. Al quedar en fajas y el manejo de regeneración natural. les” plantaciones a campo abierto realiza-
pié individuos defectuosos, éstos se cru- Sin embargo, existe un conjunto de situa- das en patios de rolas abandonados (los
zan y existen grandes probabilidades de ciones adversas que dificultan el logro de peores suelos de las Unidades de Mane-
obtener una regeneración igualmente defi- este objetivo: jo); además, el tratamiento de pequeñas
ciente. Finol (1989) señala fallas áreas dentro de cada compartimiento, está
Se supone que el mane- en la Política Nacional de Plantaciones generando innumerables bloques silvicul-
jo y ordenación de bosques deben pro- Forestales y que “..Plantamos por Plan- turales de distintas modalidades, especies
ducir áreas con una menor heterogenei- tar..” La silvicultura no constituye una in- y edades, separados por distancias consi-
dad y con mayor riqueza de especies versión para los empresarios, es una derables (en Guayana, hasta 70 km) lo
comerciales (Leslie, 1977); de hecho, el “externalidad” (Johnson y Cabarle, 1995), cual constituye un estilo “atomizado” con-
bosque manejado debería “...tener una no esperan beneficios de ella y por lo tan- trario a la eficiencia y rentabilidad que de-
futura producción de calidad claramen- to la mayoría de los POM no contem- bería tener un programa comercial. Los
te superior a la del bosque original...” plan en su evaluación económica y fi- costos de mantenimiento de la vialidad re-
(Lamprecht, 1990). Pero es probable que nanciera ingresos provenientes del apro- querida no están incluidos en los POM y
esté ocurriendo lo contrario. El Sistema de vechamiento de dichas plantaciones. ello puede conducir al abandono de estos
Diámetros Mínimos de Cortabilidad Esto genera una silvicultura sin manteni- bloques pues será casi imposible su moni-
(DMC), ampliamente utilizado en Vene- miento, podas, aclareos, mejoramiento toreo y manejo.
zuela, exige que “...las especies explotadas genético ni monitoreo. Hernández et al. (1994)
deben presentar una distribución dia- Para Guayana se han y Johnson y Cabarle (1995) señalan que
métrica regular” (Lamprecht, 1990), pero extrapolado tratamientos silviculturales, se ejecuta el aprovechamiento de los
muchas de las especies comerciales care- como el Enriquecimiento y Regeneración bosques con un carácter de minería y
cen de esta característica (Negreros-Casti- Natural Dirigida en fajas, cuya aplicación bajo una etiqueta de manejo sostenido;
llo y Mize, 1993); tal es el caso del puede resultar “antiecológica y antieco- es discutible el carácter renovable de mu-
Erisma uncinatum (Aserradero El Mante- nómica” (Finol, 1989). En esta región no chas especies extraídas ya que se descono-
co, 1985, Intecmaca, 1989) y Bombacop- se ha desarrollado un método silvicultural cen su tasa de crecimiento y los mecanis-
sis quinata (Plonczak, 1993). confiable (Jiménez, 1993); allí se presentan mos de reposición. En general, las espe-