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TEMA 14

EL ÁREA DE LCL EN LA EP: ENFOQUE, CARACTERÍSTICAS Y PROPUESTAS DE


INTERVENCIÓN EDUCATIVA. CONTRIBUCIÓN DEL ÁREA AL DESARROLLO DE LAS
COMPETENCIAS BÁSICAS, OBJETIVOS, CONTENIDOS Y CRITERIOS DE EVALUACIÓN:
ASPECTOS MÁS RELEVANTES. DESARROLLO DE LA COMPETENCIA COMUNICATIVA EN
OTRAS ÁREAS DEL CURRÍCULO.
1. Introducción.
El área de lengua se concibe como una de las asignaturas troncales de la etapa,
además de ser interdisciplinar, lo que garantiza un aprendizaje significativo de la misma.
El artículo 18 de la LOMCE establece que la EP se organiza en áreas, siendo una de ellas
la de LCL, los cuales tendrán un carácter global e integrador.
Aprender lengua significa alcanzar la competencia necesaria para poder
desenvolverse con facilidad y éxito en las diferentes situaciones de la vida, por lo que el
desarrollo del lenguaje en todos sus aspectos dotará al alumnado de una competencia
comunicativa, siendo esto uno de los principales objetivos que persigue esta área y que
está presente en la normativa de nuestro actual sistema educativo como en la LOE, LEA
y LOMCE.
En definitiva, la educación lingüística se orienta al desarrollo de una serie de
habilidades de expresión y comprensión oral y escrita aplicables a contextos sociales
significativos, así como en al ámbito de la comunicación literaria, concibiéndose, en
suma, que un proceso de alfabetización cultural es de larga duración y para toda la vida.
A lo largo de este tema se va a profundizar en el desarrollo del lenguaje y de la
comunicación, atendiendo a todas sus características y variantes. Además de señalar
una serie de estrategias lingüísticas y la contribución y relación de esta área dentro del
currículo, donde todo ello se sustentará en toda la legislación que rige el sistema
educativo español.
2. El área de LCL en la EP: enfoque, características y propuesta de intervención
educativa.
El anexo I de la O.17/3/15 por la que se establece el currículo de la EP en
Andalucía, indica que el área de LCL tendrá como principal objetivo el desarrollo de las
habilidades lingüísticas: escuchar, hablar y dialogar, leer y escribir y, de forma más
específica, animar a la lectura y comprender los textos literarios. Todo ello, contribuirá
significativamente al desarrollo de la competencia lingüística o comunicativa,
desarrollando a su vez el conocimiento de la lengua y favoreciendo la reflexión en
cualquier contexto comunicativo, es decir, saber cómo, para qué, dónde y con quién
usar la lengua.
2.1. Enfoque.
Cuando hablamos de lenguaje nos referimos a una forma de comunicación, que
nos permite transmitir y recibir mensajes, expresar ideas, opiniones y sentimientos, y
que también nos ayuda a representar el mundo en toda su complejidad. Por ello, las dos
funciones básicas del lenguaje son la representación y la comunicación, pudiendo ser
esta última oral o escrita y formas por una serie de elementos: el emisor, el receptor, el
mensaje y el contexto.
Además, el dominio de la lengua no se limita a codificar y decodificar signos, sino
a la interpretación de los mismos, pues un signo puede tener varios significados.
Por esta razón, el área de LCL debe trabajarse desde los siguientes enfoques:
- E. comunicativo y funcional. Trata de desarrollar la competencia lingüística
para que la persona pueda usarla y aplicarla en contextos comunicativos
concretos de la vida cotidiana.
- E. contextualizador. Los contenidos a trabajar deben partir siempre de la
realidad inmediata del alumnado.
- E. sociocultural. Se refiere al dominio de la lengua para hacer frente a
cualquier situación comunicativa.
- E. formativo. El aprendizaje de la lengua debe favorecer el desarrollo integral
del niño/a.
- E. instrumental. Trata de usar la lengua para aprender, expresar y analizar la
cultura.
- E. integrador. El enfoque comunicativo debe facilitar la comprensión.
2.2. Características.
En síntesis, y teniendo como referencia la legislación, el área de LCL se caracteriza
por ser global e integradora, instrumental, pues su adquisición vertebra el resto de
áreas, contribuye al desarrollo de las competencias, donde destaca la competencia en
comunicación lingüística y es transversal, ya que está presente en cada una de las áreas
y ámbito de la vida.
La O. 17/3/15 establece el horario mínimo obligatorio por áreas, ciclos y niveles
en EP, organizándose en módulos de 45’, por lo que su distribución sería:
- PRIMER CICLO: 6 módulos/semana.
- SEGUNDO CICLO: 6 módulos/semana.
- TERCER CICLO: 5 módulos/semana.
Sin olvidar, que el área de LCL debe dar importancia a la diversidad lingüística
existente en España y a las diferentes lenguas cooficiales, así como a la estimulación de
la expresión oral y escrita en igualdad de condiciones, donde también la lectura y las
actividades que fomenten su práctica estén siempre presentes, y hacer que la biblioteca
escolar ocupe un lugar preferente.
2.3. Propuestas de intervención educativa.
Las propuestas de intervención educativa se enmarcan dentro de una
concepción constructivista del aprendizaje, la cual recoge los principios extraídos de la
corriente cognitiva y contextual y que sirven de fundamento y fuente psicológica a la
LOE 2/2006 y LOMCE 8/2013 en su desarrollo curricular.
La idea fundamental es que cada docente tenga en cuenta las características
psicoevolutivas que Piaget menciona, para adaptar los contenidos a las peculiaridades
de nuestro alumnado. Además, hay que considerar los conocimientos previos, ya que
siguiendo la teoría del aprendizaje significativo de Ausubel el aprendizaje será
significativo siempre y cuando se relacionen los conocimientos nuevos con los que ya
poseen, garantizando su funcionalidad al aplicarlos a una situación real. Como docentes
debemos situar los contenidos dentro de lo que Vigotsky denominaba “zona de
desarrollo potencial” que delimita lo que el alumnado es capaz de hacer por si solo de
aquello en lo que necesita una pequeña ayuda, asegurando su motivación. De este
modo, estaremos haciendo efectiva la teoría del aprendizaje motivacional de Bruner, el
cual entiende que una actitud motivadora conducirá a la adquisición de nuevos niveles
de conocimiento. En general, todos estos contenidos deben trabajarse en todas las
áreas, tal y como afirma Decroly en su teoría del aprendizaje globalizado, sin olvidar que
cada alumno/a es diferente y posee determinadas inteligencias, pudiendo ser en este
caso la inteligencia lingüística al tener en cuenta la teoría de las inteligencias múltiples
de Gardner. En definitiva, todo lo mencionado llevará al alumnado a la máxima del
aprendizaje que no es otra que la de aprender a aprender, donde el alumno/a sea el
protagonista de su proceso de aprendizaje y el docente actúe como mediador.
La adquisición de la competencia lingüística es fruto de una serie de actividades
que no solo son motivadores, sino Progresivas, Activas, Globalizadoras, Abiertas,
Variadas, Indagativas, Progresivas y Significativas, las cuales a su vez estén dirigidas a los
distintos aspectos del lenguaje oral y escrito, donde se utilicen estrategias didácticas
diversas. En cuanto a la organización del aula, debe disponerse de tal forma que
favorezca la participación, en la que además existan zonas que estimulen las habilidades
lingüísticas. Por otra parte, el tiempo ha de ser flexible, pues como ya se ha mencionado,
cada niño/a tiene unas características y un ritmo de aprendizaje propio, por lo que el
tiempo debe adecuarse a las características cognitivas y lingüísticas del alumnado. En
cuanto a los agrupamientos, estos deben variarse, donde por un lado se favorezca la
autonomía y reflexión en el trabajo individual y el debate y el diálogo en aquellos que
impliquen a dos o más personas, donde siempre se ofrezcan multitud de materiales y
recursos que despierten el interés del alumnado por todo aquello relacionado con la
LCL.
Para finalizar este apartado, destacamos la importancia que tiene la atención a
la diversidad, donde el docente trabaje conjuntamente con otros profesionales siempre
que sea necesario y el tratamiento del lenguaje sexista, así como aquel que resulte
ofensivo, donde a su vez, la lectura y el uso de la biblioteca sea otras de las herramientas
de cualquier intervención educativa.
3. Contribución del área al desarrollo de las competencias.
El D. 97/2015 entiende por competencia clave la aplicación práctica del conjunto
de capacidades, conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes que intervienen de
forma integradas para dar respuesta a demandas complejas y transferir los aprendizajes
a diferentes contextos.
La contribución del área de LCL al desarrollo de las siete competencias recogidas
en el artículo 2.2. del RD. 126/2014 se produce de la siguiente forma:
- Competencia en comunicación lingüística. La LCL está presente a través del
uso de la habilidad de expresión e interpretación tanto oral como escrita, así
como el desarrollo de las destrezas necesarias para poder llevarla a cabo. Esta
competencia permite interactuar de manera adecuada en múltiples
contextos sociales y culturales, siendo a su vez la base del aprendizaje, ya que
es el vehículo que conduce al desarrollo competencial en todas sus facetas.
- Competencia de aprender a aprender. A través del lenguaje el alumnado
puede construir conocimientos usando a su vez diferentes herramientas de
aprendizaje. Esta competencia sitúa al alumnado en disposición de continuar
aprendiendo, gestionar sus propias capacidades y manejar los recursos y las
técnicas de trabajo individual, donde no solo persiga comunicarse, sino que
pretenda adquirir conocimiento personal del mundo.
- Competencia social y cívica. Esta competencia es necesaria ya que el uso de
la lengua garantiza una buena comunicación haciendo un uso correcto de los
códigos, así como de sus elementos lingüísticos. Esta se desarrolla en los
momentos diarios en los que el alumnado tiene oportunidad de ser emisor y
receptor de opiniones, ajustándose al contexto y afrontando situaciones de
conflicto, actuando de manera solidaria y constructiva.
- Competencia de sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor. Desde la
comprensión, representación e interpretación de la realidad pone al
individuo en situación de hacer un ejercicio de imaginación y le orienta en la
resolución de problemas y en la toma de decisiones.
- Competencia digital. A través del uso de las TIC proporciona conocimientos y
destrezas para buscar, obtener y tratar la información de manera crítica,
donde el uso de los medios de comunicación digitales hace que el aprendizaje
de la lengua se conciba dentro de un marco de intercambio comunicativo.
- Competencia de conciencia y expresiones culturales. A través de la lectura el
alumnado se introduce en un mundo de sentimientos y emociones,
conociendo a su vez valores culturales y sociales. Además, comprender y
apreciar los diferentes textos literarios ayuda al alumnado en su propia
capacidad estética y creadora.
- Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología. La
LCL facilita la adquisición de conocimientos, pues la comprensión lectora y la
fluidez verbal son imprescindibles en la RP y la comunicación de hipótesis y/o
resultados.
4. Objetivos, contenidos y criterios de evaluación: aspectos más relevantes.
4.1. Objetivos.
Para Cabrerizo, Rubio y Castillo (2007) los objetivos generales son las
capacidades que el alumnado debe conseguir al finalizar la etapa.
Los objetivos generales del área de LCL aparecen dentro del anexo I de la O.
17/3/15, de los que destacamos:
1. Utilizar el lenguaje como una herramienta eficaz de expresión,
comunicación e interacción.
2. Comprender y expresarse oralmente de forma adecuada.
3. Escuchar, hablar y dialogar en situaciones de comunicación
propuestas en el aula.
4. Leer y comprender distintos tipos de textos apropiados a su edad.
5. Reproducir, crear y utilizar distintos tipos de textos orales y escritos.
6. Aprender a utilizar todos los medios a su alcance para obtener e
interpretar la información oral y escrita.
7. Valorar la lengua como riqueza cultural y medio de comunicación,
expresión e interacción oral.
8. Reflexionar sobre el conocimiento y los diferentes usos sociales de la
lengua para evitar estereotipos lingüísticos.
4.2. Contenidos.
Los contenidos, según la O.17/3/15, son el conjunto de conocimientos
habilidades, destrezas y actitudes que contribuyen al logro de los objetivos de cada
enseñanza y etapa educativa y a la adquisición de las competencias.
En Andalucía, los contenidos de cada área se organizan en bloques, los cuales
están secuenciados por ciclos. Teniendo como referencia el RD. 126/2014 y la O.17/3/15
distinguimos cinco grandes bloques, los cuales pretenden estructurar la complejidad de
los aprendizajes lingüísticos para facilitar su integración en las diversas situaciones de
comunicación, pudiendo ser tratados desde un enfoque metodológico integrador. Estos
son:

• Bloque 1: “Comunicación oral: hablar y escuchar”.


Este bloque trabajar las habilidades necesarias para hacer posible la competencia
comunicativa, donde se desarrollen las destrezas orales que conduzcan a un uso
adecuado de las diferentes estrategias del intercambio comunicativo, pudiendo usarlas
en cualquier ámbito de la vida.

• Bloque 2: “Comunicación escrita: leer”.


El objetivo es que el alumnado comprenda textos diversos en temática y
complejidad, así como el planteamiento de ideas y reflexiones sobre aquello que lee,
haciendo uso de un pensamiento crítico y reflexivo. Además, el hábito lector debe ser el
que vertebre este bloque haciendo al alumnado leer para buscar información, aprender
lengua y para el disfrute propio.

• Bloque 3: “Comunicación escrita: escribir”.


Este bloque está vinculado a la lectura, y ofrece la oportunidad de que el
alumnado plasme sus ideas y exprese sus sentimientos sobre el papel. Además, se
trabaja distintos aspectos como las diferentes técnicas de escritura, el conocimiento de
los diferentes géneros discursivos y las normas ortográficas.

• Bloque 4: “Conocimiento de la lengua”.


Este integra todos los contenidos referentes a las habilidades lingüísticas junto
con el uso apropiado de las reglas gramaticales y ortográficas, las cuales son
imprescindibles para leer y escribir correctamente en todas las esferas de la vida.

• Bloque 5: “Educación literaria”.


Trata de implicar al alumnado en un proceso de formación lectora que continúe
a lo largo de toda la vida, donde se trabajen producciones literarias orales y escritas,
destacando las andaluzas, procurando que siempre estén adaptadas a sus gustos
personales y madurez cognitiva.
4.3. Criterios de evaluación.
Los criterios de evaluación describen lo que se quiere valorar y lo que el
alumnado debe lograr tanto en conocimientos como en competencias, están
relacionados con todos los elementos del currículo y son el referente para la evaluación
de áreas y la comprobación conjunta del grado de desempeño de las competencias clave
y de logro de los objetivos de etapa.
Los estándares de aprendizaje son las especificaciones de los criterios de
evaluación y permiten definir los resultados de aprendizaje. Su función es concretar lo
que el alumnado debe saber, comprender y saber hacer en cada área, además deben
ser observables, medibles y evaluables, pudiendo graduar el rendimiento alcanzado.
Por último, en Andalucía, estos estándares se especifican en indicadores de
evaluación, los cuales se refieren al qué evaluar en cada una de las áreas. Estos están
dentro de la O.17/3/15, relacionan todos los elementos del currículo y sirven para
comprobar el grado de adquisición de las competencias clave y de los objetivos de etapa.
5. Desarrollo de la competencia comunicativa en otras áreas del currículo.
El desarrollo de la competencia comunicativa influye directamente en el proceso
de aprendizaje del resto de áreas, ya que la adquisición de esta competencia comprende
una serie de destrezas cuyo dominio es primordial en cualquier ámbito.
Esta competencia, a su vez, es la suma de una serie de subcompetencias, entre
las que destacamos:
- La competencia lingüística o gramatical, que permite el dominio del código
lingüístico.
- La competencia textual o discursiva, garantiza un discurso coherente y
organizado.
- La competencia estratégica o pragmática, trata de usar los recursos
lingüísticos de manera eficaz.
- La competencia sociocultural o sociolingüística, se refiere al uso de la lengua
en cualquier situación comunicativa.
- La competencia literaria, relacionada con el hábito lector.
- La competencia semiológica, está relacionada con el dominio de cualquier
código en la producción e interpretación de mensajes lingüísticos de
cualquier tipo.
Coll (2007) destaca que el proceso de e-a en la EP tiene un enfoque globalizador,
por lo que los aspectos de la LCL tienen un tratamiento interdisciplinar con el resto de
las áreas, en cuanto a la relación, destacamos:
- Matemáticas. La LCL facilita la adquisición de conocimientos, pues la
comprensión lectora y la fluidez verbal son imprescindibles en la RP y la
comunicación de hipótesis y/o resultados.
- CCSS y CCNN. Contribuye en la adquisición de vocabulario especifico, el
conocimiento de la sociedad y las manifestaciones culturales ligadas al
medio.
- EA. A través del uso variado de la lengua, pudiendo valorar obras artísticas.
- EF. Por medio de la expresión corporal y la valoración critica del lenguaje no
verbal.
- Educación para la ciudadanía y DDHH. Con el uso de un lenguaje inclusivo o
la adquisición y comprensión de las normas de convivencia.
- LE. La LCL enriquece la capacidad de comunicarse y mejora la comprensión y
valoración de la propia lengua.

6. Conclusión.
Benito Taibo en su libro “Persona normal” dice que lo que hacen los libros es crear una
educación sentimental, que no es otra que la que sirve para hacerte mejor persona, para
que seas lo que quieras, pero humano. Además, añade que uno se hace más humano
cuando tiene su propia biblioteca, aunque sea de un solo libro.
El lenguaje es la base de la comunicación y es el tronco que vertebra el aprendizaje, así
como las relaciones sociales y el papel que desempeñamos en la sociedad, por lo que su
conocimiento es determinante en el desarrollo de las personas. Además, como cualquier
tronco, son sus raíces las que lo enriquecen y sujetan al suelo, tan importantes como
saber leer y escribir, no solo para transmitir ideas y conocimientos sino como un
instrumento que nos convierta en seres poderosos capaces de comprender el mundo
que nos rodea, adentrarnos en otros diferentes cuando nos sumergimos en una lectura
o incluso crear el nuestro.
En definitiva, la LCL es la llave maestra que conduce al desarrollo integral de las
personas, pues como ya se ha mencionado su adquisición es esencial para
desenvolvernos con facilidad y éxito en cualquier ámbito de la vida.
7. Bibliografía.
CASSANY, S. Y OTROS (2005): Enseñar Lengua. Barcelona: Graó.

COLL (2007): Cuadernos de pedagogía. Barcelona: Paidós.

FERRERO, E Y TEBEROSKY, A (1991) Los sistemas de la escritura en el desarrollo del niño.


Buenos aires: Siglo XXI Editores.

CABRERIZO, J.; RUIO, Mª. J,; CASTILLO, S. (2008). Programación por competencias.
Formación y práctica. Madrid: Pearson.

PIAGET, J. (2007). Psicología del niño. Barcelona: Seix Barral.

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