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A continuación se dará un análisis crítico sobre ciudad y campo ya que ha sido un tema

bastante discutible con mucha frecuencia con las aportaciones de la ensayista y crítica
literaria Cecilia Velazco y algunos especialistas en desarrollo a lo urbano y rural el cual será
demostrado como resumen.

El crecimiento poblacional fue uno de los fenómenos característicos del complejo siglo
XX, salvo en los períodos de guerras y en aquellos países que estuvieron implicados, la
población no sólo se incrementó, sino que también se produjo un movimiento masivo de
población emigró del campo a la ciudad. Dicho fenómeno impactó de manera directa en el
crecimiento urbano no sólo de las principales urbes, sino también de las ciudades que se
encontraban en el interior de los países.

Entre los muchos y diversos fenómenos que hicieron notable al complejo siglo XX se
destaca el crecimiento que la población mundial presentó en dicho siglo y aunque era un
fenómeno que ya se venía presentando desde el siglo XIX, e incluso desde antes, la diferencia
fue la aceleración con que se presentó dicho crecimiento. Si bien, durante la primera mitad
del siglo se presentaron altibajos debido a las dos guerras mundiales sufridas en Europa o a
las guerras que se vivían al interior de algunos países como México; en cambio, la segunda
mitad del siglo se caracterizó por un crecimiento poblacional sostenido en todo el mundo.

Por ello las naciones unidas re reunieron para formar un programa para analizar los
problemas de la urbanización llegando así a lograr solucionar o ayudar a los países más
necesitados dicho programa se logró en 1976 llamado Hábitat.

Cecilia Velazco. (2016, p, 36). A lo largo de la historia, la urbanización ha


estado asociada al progreso económico y social, el fenómeno de la alfabetización y la
educación, la mejora de la situación sanitaria general, un mayor acceso a los servicios
sociales y las participaciones de la vida cultural, política y religiosa.

En lo que se refiere a primera mitad, como ya mencionaba, el crecimiento de la población


en Europa presentó altibajos debido a las dos guerras mundiales, que dejaron una población
diezmada tanto por la guerra, las hambrunas y las enfermedades en los distintos países
implicados. Se trató de una población que disminuyó durante los conflictos bélicos pero que
se repuso una vez que estos pasaron, con subidas en los años de entreguerras cuando la
situación económica de los países beligerantes mejoró un poco.

En cuanto al caso de Estados Unidos, el desarrollo de la Primera Guerra Mundial no


presentó obstáculos al crecimiento de la población, pues no tuvieron una participación
importante o que representara un riesgo al país en la Primera Guerra Mundial, salvo el de
convertirse en el más importante proveedor de las países en guerra resultando de esta manera
en el más beneficiado, sin embargo, el crecimiento se desaceleró en los años en que la Gran
Crisis de 1929 y los subsecuentes años hasta que la recuperación económica brindó una
nueva época de bonanza.

En el caso de América Latina, Alfredo E. Lattes en su trabajo “Urbanización,


crecimiento urbano y Migraciones en América Latina” señala que el crecimiento demográfico
y urbano de América Latina inició su apogeo en las décadas de los treinta y cuarenta, con la
aplicación del modelo de crecimiento hacia adentro, pues junto a una importante
industrialización se generó también una extraordinaria redistribución rural urbana de la
población. (1995, p, 59)

Esta afirmación de Alfredo Lattes coincide con la de Rosemary Thorp quien señala que
el crecimiento de la población en América Latina, a partir de la década de 1930 experimentó
un crecimiento demográfico elevado, y que para mediados del siglo fue el continente con
mayor crecimiento, ello tuvo que ver con el incremento de la tasa de natalidad y una
disminución de la tasa de mortalidad relacionada, pero no determinada, con la inversión que
los gobiernos comenzaron a realizar en el área de la salud pública.

Méndez, Ramírez y Alzate (2005, p, 51) afirman que lo rural y lo urbano suelen
distinguirse fundamentalmente por el tipo de actividad que se realiza en dichos
espacios. A este rasgo básico se le articulan los demás aspectos que tradicionalmente
se utilizan para diferenciar lo rural de lo urbano.

Estos aspectos son: lo ambiental, lo productivo, la concentración o dispersión de la


población, y la diversidad poblacional. Según esta visión, los espacios rurales son definidos
como aquellos en los que hay una mayor interacción del hombre con la naturaleza, siendo
ésta importante para que los habitantes de este medio puedan realizar sus actividades
cotidianas. Además, las principales actividades del medio rural son aquellas dirigidas a la
producción de alimentos y de bienes primarios para la industria. Por oposición a lo anterior,
las actividades urbanas se orientan a la transformación de materias primas para la industria y
a la prestación de servicios.

Al respecto, Baigorri, A. (1995, p, 60) menciona que en los últimos 50 años, la


mayoría de los países en desarrollo han experimentado un traslado masivo de su
población desde sus áreas rurales hacia sus áreas urbanas. Hasta la segunda mitad del
siglo XX, los pueblos del mundo en desarrollo estaban asentados predominantemente
en áreas rurales y a mediados de ese siglo, menos de 20% de las personas en los países
en desarrollo vivían en ciudades grandes o pequeñas.

Se puede plantear que la urbanización en particularmente ha sido un problema ya que


vemos hoy en día las máximas industrias que verdaderamente nos afecta por su gases o
químicos, este problema ha logrado qué las zonas rurales no tengan la máxima importancia
ya que están arraigados en las zonas urbanas Cecilia Velazco en una parte de su artículo
menciona que alginas personas de las zonas verdes tienden a preguntarse ¿y nosotros que?
por ello ella hace una crítica al programa que inicio las naciones unidad Habitat dándole
razonamiento si verdaderamente funciona el programa ya que como veíamos es un problema
de antes y ahora la especialista nos da criterios de algunos autores que plantean lo rural y
urbano como una separación que ha estado pasando poco a poco hasta poder llegar a la
rurbanización.

Referencias bibliográficas

Méndez, M., Ramírez, L., y Alzate, A. (2005). La práctica de la agricultura urbana


como expresión de la emergencia de nuevas ruralidades: reflexión en torno a la
evidencia empírica. En: Cuadernos de desarrollo rural. No. 55, Santiago de Chile, pp.
51-70.

Baigorri, A. (1995). De lo rural a lo urbano. Hipótesis sobre las dificultades de


mantener la separación epistemológica entre sociología rural y sociología urbana en el
marco del actual proceso de urbanización global.
Cecilia V. (2016).la urbanización. Quito, pp.36-37-38. Recuperado de marzo del 2007,
de www.revistamundodiners.com

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