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organización
Alfonso Carlos Morales Gutiérrez
Eva Rimbau Gilabert
PID_00156191
© FUOC • PID_00156191 El poder y la organización
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Índice
Introducción............................................................................................... 5
Objetivos....................................................................................................... 8
Actividades.................................................................................................. 47
Glosario........................................................................................................ 49
Bibliografía................................................................................................. 50
© FUOC • PID_00156191 5 El poder y la organización
Introducción
Las organizaciones tienen una finalidad que cumplir; personas que dirigen
mientras otras obedecen y siguen las normas; trabajo colectivo con objetivos
comunes dentro de los departamentos, en el que se supone –en principio– que
todos colaboran; y valores que se tienen como importantes y que se espera
que sean puestos en práctica en toda la organización con convicción. Pode-
mos suponer y esperar que todo funcionara según lo planeado y según la ra-
cionalidad que se plasma en la estructura. Sin embargo, algo nos dice que estas
suposiciones no bastan para mostrar una realidad organizativa completa. Para
comprender de manera completa cómo funciona una organización, necesita-
mos profundizar en otros elementos que no aparecen en su organigrama: las
luchas de poder y las situaciones de conflicto. Veamos este ejemplo.
El directivo vaciló unos momentos y luego replicó rápidamente: "Mis objeciones po-
drían resolverse con sólo modificar algunas palabras del proyecto". El director general
aceptó hacer cambios de poca importancia en la propuesta, luego alzó la vista y dijo:
"Supongo que con esto todos están de acuerdo con la propuesta". Nadie puso reparos.
A primera vista, parecería que nada extraño o perjudicial ocurrió en esa reunión.
La mayor parte de los asistentes querían evitar chocar con un superior de mucho
poder. Cuando surgió una objeción, el director general se apresuró a suprimirla. Pero,
algunos meses después de haber entrado en funciones el comité, se hizo evidente
que el directivo "disidente" había planteado algunas objeciones válidas. El comité
tardaba mucho en llegar a una resolución, sus decisiones parecían mediocres y eran
poco populares. A los jefes de departamento les molestaba haber perdido poder para
planificar sus actividades e inversiones.
El director general muestra con su respuesta ("No entiendo por qué te preocupa tanto
esto. Estoy firmemente convencido de que el comité será de gran utilidad para nuestra
compañía, y espero que las personas razonables no tengan problemas en adaptarse a
él") que quería instaurar una medida (el comité de planificación) sin que ésta recibiera
modificaciones, pero para ello utilizó una reunión, un cauce que supone una cesión de
poder porque permite realizar�objeciones. Los directivos resultaban afectados por dicha
propuesta y percibían que perderían poder para planificar sus actividades e inversiones.
Las actitudes y estrategias ante el conflicto y la lucha por el poder son diversas.
Puede ser que los afectados planteen estas cuestiones de forma neutral, sin
tener en cuenta sus intereses particulares. Pero también pueden ejercer presión
(es decir, utilizar cierto poder) desde cauces oficiales (mostrar disconformidad
directamente) y no oficiales (críticas "de pasillo", resistencia en varias formas,
etc.), así como acatar sumisamente la nueva situación para evitar el conflicto.
Los agentes que operan en una organización no suelen explicitar sus verdaderas inten-
ciones, sino que éstas tienen que ser interpretadas. En el caso inicial, todos sabían muy
bien que el director general no pretendía que su propuesta fuese modificada sustancial-
mente. Los directivos recibieron la situación de diversas formas: asumiéndola de hecho
(casi toda la discusión se centró en aspectos formales y de redacción) o mostrando cier-
ta oposición (un directivo formulaba constantemente una serie de preguntas sobre por
qué estaba creándose el comité y cómo afectaría a las responsabilidades de los jefes de
departamento).
El directivo "disidente", del que se esperaba que se hubiese callado, logró algún avance,
puesto que el director general realizó una pequeña cesión:
"El directivo vaciló unos momentos y luego replicó rápidamente: Mis objeciones podrían
resolverse con sólo modificar algunas palabras del proyecto. El director general aceptó
hacer cambios de poca importancia en la propuesta, luego alzó la vista y dijo: Supongo
que con esto todos están de acuerdo con la propuesta. Nadie puso reparos".
Algunos meses después de haber entrado en funciones el comité, se hizo evidente que
el directivo "disidente" había planteado algunas objeciones válidas. El comité tardaba
mucho en llegar a una resolución, sus decisiones parecían mediocres, eran poco populares
y molestaban a los jefes de departamento.
© FUOC • PID_00156191 7 El poder y la organización
Además, como con las guerras, lo que ocurre dentro de la organización –entre
las partes contrapuestas– no es suficiente para entender qué está pasando real-
mente, cuáles son las causas del conflicto. Se necesita comprender también
lo que acontece en otros ámbitos del contexto organizativo para obtener una
perspectiva completa.
Objetivos
7. Darse cuenta de que todos los implicados en una organización son sobre
todo personas con autonomía y no "piezas de un engranaje".
El ideal que muchos directivos desean, y que posiblemente pretenden sin con- Lecturas recomendadas
seguirlo, es que la organización funcione como una "máquina" fiable y pre-
A continuación sugerimos
visible: las personas –como "piezas del engranaje" deseado– "ajustadas" a un algunos títulos de índole
orden preconcebido cooperarían en una armonía ideal, y los objetivos de las científica y divulgativa para
quien dude del protagonismo
organizaciones se conseguirían sin problema alguno. Pero las organizaciones del poder en la vida empresa-
rial:
no son máquinas, ni las personas, piezas.
C.�J.�Fernández�Rodríguez
(ed.) (2007). Vigilar y organi-
Las pugnas, disputas, rivalidades y conflictos que podemos observar cotidia- zar. Madrid: Siglo XXI.
M.�Ferrari (2007). La puta
namente en la vida organizacional no existirían en contextos donde se asu- vida corporativa. Barcelona:
miese, sin más, el orden establecido. En las organizaciones se producen a me- Granica.
P.�Lencioni (2007). Luchas
nudo desacuerdos entre dos o más miembros de una empresa; hay exigencias por el poder en la empresa. Bar-
formales de colaboración entre personas que individualmente se perciben co- celona: Granica.
P.�Jerico (2007). No miedo.
mo incompatibles; se ponen de manifiesto estatus, metas, valores o ideas dife-
Barcelona: Alienta.
rentes ante una situación determinada; hay intereses frustrados por compor-
tamientos o decisiones ajenas, etc. Mark Twain, afirmaba que "la vida de las
organizaciones es una suma de conflictos, uno tras otro". Para comprender lo
que realmente sucede, se requiere de una cierta perspectiva crítica.
Vídeo recomendado
En particular, el conflicto aparece cuando hay falta de acuerdo sobre
cómo asignar recursos escasos entre los distintos grupos o coaliciones. Para ilustrar con humor mu-
chos de los aspectos comen-
tados en este módulo, os re-
comendamos ver The Offi-
ce, la famosa serie televisión
Estos intereses se manifiestan y se consiguen a través del poder y la influencia,
norteamericana emitida por
a menudo dentro pero también al margen de los cauces oficiales. Los miem- la NBC. Esta comedia, gana-
dora de Premios Emmy, es un
bros de la organización, o de una parte de ésta, que están en desacuerdo con remake de la serie británica
alguien o con algo, procuran hacer que su causa, o su punto de vista, preva- del mismo nombre, ganado-
ra a su vez de dos Globos de
lezca sobre la de los demás a través de la negociación y el regateo. El enfoque Oro.
político se centra en cómo los grupos en competencia articulan sus preferen- http://www.nbc.com/
The_Office/
cias y movilizan el poder para obtener lo que quieren. El poder, desde este
punto de vista, no es algo maligno, algo que excluye o reprime, sino que es
la vía para producir acciones organizativas en respuesta a la existencia de ne-
cesidades contradictorias.
La estructura y la cultura organizativas no son neutras ante esta pluralidad de Ved también
objetivos, sino que se convierten en medios para plasmar determinados in-
Véase módulos 2, 3 y 4.
tereses con preferencia. Son estos intereses los que conforman las metas reales,
que se actualizan en función de los grupos sociales que van pasando por la
organización y ejercen su poder para que sus intereses también sean conside-
rados, y si es posible, prevalezcan.
El director general de la empresa XYZ tiene sobre la mesa varios temas pendientes
de resolver:
• Producción e ingeniería necesitan más tiempo para finalizar su parte del trabajo
en un proyecto, pero solamente se puede conceder una pequeña prórroga a uno
de esos departamentos. El jefe de ingenieros y el director de producción intentan
que sea su departamente el que obtenga la prórroga. ¿A quién concederá el tiempo
solicitado? (situación 3).
Sin duda alguna, ciertas ocasiones donde se lucha por el poder son más o menos conna-
turales a la vida organizativa. Con mucha frecuencia la labor de inspección o de control
de requisitos formales supone entrar en conflicto cuando hay que interpretar las normas
con un sentido más laxo o más estricto. Como hemos visto en la situación 1, el rol del
auditor interno, cuyo objetivo es revisar –y por tanto corregir– el trabajo de los demás,
no es el más adecuado para hacer amigos en la organización.
Por ejemplo, un individuo puede ser castigado por su grupo si supera las normas de
productividad del grupo o si no cumple con ellas, como parece ser el caso de la secretaria
de la situación 2.
Cuando la situación entre dos agentes es de competencia o lucha por recursos escasos,
el conflicto está servido. Conseguir más tiempo (situación 3) o formar el mejor equipo
(situación 4) son algunos de los asuntos habituales en estas luchas.
Las decisiones de índole presupuestaria también son un momento propicio para el con-
flicto (situación 5). En la mayoría de las organizaciones, todas las solicitudes de dinero
suman normalmente mucho más de lo que la empresa puede gastar cuando el proceso
presupuestario es de tipo incrementalista. Cuando comienza el proceso de asignación
(con criterios racionales o no), el conflicto de intereses se hace muy visible e, inevitable-
mente, habrá ganadores y perdedores.
Por esta razón, Mintzberg (1991) describe las organizaciones como una "arena
política" en la que los agentes desarrollan juegos�políticos. Es habitual que
algunos miembros de la organización desarrollen varias de estas estrategias de
forma simultánea:
1)�El�poder�ayuda�a�comprender�lo�que�sucede�en�la�organización, pero lo
político no suele formar parte de la realidad�formal. Existe otra dimensión di-
ferente a la "oficial" vertebrada por las relaciones sociales. Necesitaremos pro-
fundizar en esa nueva dimensión para considerarla, encauzarla y gestionarla.
2)�La�organización�–en�el�todo�y�en�sus�partes–�se�presenta�con�un�equili-
brio�inestable. El diseño estructural y la realidad cultural pueden no encajar
con determinados intereses personales o grupales, y se ocasionan conflictos
que han de resolverse. El poder se gana y se pierde, se ejerce y se sufre a través
de determinadas estrategias y maniobras (llamados también juegos políticos)
que utilizan determinados instrumentos organizativos tradicionales como las
normas o las decisiones.
3)�El�poder�se�ejerce�estratégicamente�considerando�la�realidad�total,�en
su�vertiente�formal�e�informal. En una organización habrá agentes con más
y menos poder. Los más poderosos inclinarán la finalidad organizativa hacia
sus intereses. La observación y medida de las actitudes, comportamientos y
estrategias de los agentes, así como la estructura organizativa que delimita su
margen de libertad, permiten descubrir los principios por los que la organiza-
ción se rige realmente, más allá de lo declarado o deseado.
"el trabajo es fundamentalmente una actividad de un grupo más que de un individuo por
sí mismo. La necesidad de reconocimiento, de seguridad y de pertenencia puede ser más
importante que las mismas condiciones físicas en las que el trabajo genera unas pautas
diferentes a las planificadas formalmente".
Origen Parte de unas normas generales establecidas por la Surge del contacto y la relación entre las distintas per-
cúpula directiva, es decir: planeada. sonas de la organización de forma espontánea, de la
autonomía individual y del espacio discrecional que no
ocupa lo formal.
Relaciones�entre�los Relaciones de línea, funcionales y de staff surgidas de Relaciones de amistad, de enemistad e indiferencia va-
miembros�de�la la división horizontal y vertical del trabajo con un ca- riables en función de la evolución del contacto inter-
organización rácter más o menos permanente. personal.
Procesos Actividades exigidas por la organización. Actividades voluntarias de los sujetos que las inician.
Sistema�de�comunica- Condicionado por la estructura organizativa (niveles, Condicionado sobre todo por el contacto interno y ex-
ción relaciones, normas) y que sigue un cauce establecido terno (fuera de la vida de la organización) sin cauces
y a veces formalizado en impresos y formularios. permanentes ni formalizados (rumores, cotilleos).
Principios�generales La eficiencia o el énfasis en la optimización de recur- Intereses personales, afectos y emociones, sentimien-
sos y la eficacia o el énfasis en la consecución de los tos,...
objetivos.
Prioridad�de�Intereses Los intereses de la organización predominan sobre Los intereses del individuo y del grupo tienen priori-
los intereses de los individuos. dad sobre los propuestos por la organización.
Unidades�de�análisis Departamentos, servicios, secciones, etc. Grupos para tomar el café, que salen a tomar una co-
pa los fines de semana, formados por afinidad o por
determinados intereses ocasionales (camarillas, faccio-
nes,...).
Sanciones Establecidas por normas generalmente escritas con No establecidas pero implícitas (fidelidad al grupo)
repercusión económica. con repercusiones afectivas (rechazo, expulsión, etc.).
Hace unos años, una empresa del sector de la construcción nos pidió que realizáse-
mos un análisis de la situación de sus relaciones interpersonales, ya que consideraba
que estaban dificultando su desarrollo. La empresa X (obviamente no indicaremos su
nombre) era propiedad mayoritaria de sus trabajadores –más de veinte– y, por tanto,
las relaciones interpersonales y la colaboración constituían cuestiones centrales para
la adopción de decisiones estratégicas.
El análisis de los resultados obtenidos por el cuestionario nos permitió ofrecer una
perspectiva política de la organización, no sólo a nivel colectivo. A nivel individual
cada persona quedaba situada tanto según su perspectiva de implicación –a quién
elegía o rechazaba– y sus percepciones sobre los demás –expectativas de elección o
rechazo– negativas. Los escenarios posibles de expectativas personales, considerando
el análisis sociométrico, eran los siguientes:
En efecto, las diversas afinidades interpersonales confluían en varios grupos que a su vez
tenían miembros�comunes (una persona puede estar en diversos grupos).
nado grupo. Las relaciones sociales y los grupos informales generan una di-
námica propia que influye –positiva o negativamente– en el funcionamiento
estructural.
desvelar si estos problemas estaban vinculados con las relaciones formales (jerárquicas).
Efectivamente, los enemigos comunes de A son tres directivos (C, D, y E) que a su vez
forman parte del consejo de administración de la empresa (figura 4).
Esas expectativas y demandas son emitidas por los miembros del conjunto
de�rol o emisores�de�rol, que incluye a todas las personas y/o grupos que se
ven afectados de alguna manera por la conducta de la persona focal y tienen o
pretenden tener, de uno u otro modo, la capacidad de influir sobre la conducta
© FUOC • PID_00156191 23 El poder y la organización
¿Qué sucederá cuando existan divergencias de expectativas entre la persona Técnica de análisis de
focal y el conjunto de rol en una organización? ¿Cuál será la interpretación roles
En otros casos se trata de puestos a los que otros miembros de la organización Un silo es una construcción pa-
ra almacenar el grano (trigo
asocian prejuicios que obstaculizan o dificultan la colaboración interdeparta- generalmente). Su imagen su-
mental. Podríamos afirmar que estos prejuicios tienen su origen, en parte, en giere verticalidad, altura, aisla-
miento. Esta analogía suele ser
la tendencia que tiene el propio diseño funcional en reforzar la especialización utilizada para reflejar el com-
portamiento de algunos de-
por departamentos (módulo 3) generando barreras internas (tabla 2). partamentos en las organiza-
ciones: van a lo suyo aislándo-
se del resto de la organización.
Tabla 2. Prejuicios en un diseño funcional Una obra que trata en forma
de cuento las barreras interde-
Departamento Prejuicios sobre sus miembros partamentales que convierten
a colegas en rivales es la de Pa-
Marketing�y�ventas Poco racionales, superficiales, optimistas, poco realistas respecto a las trick-Lencioni (2007). Luchas
limitaciones tecnológicas, los productos y la fijación de precios. Des- por el poder en la empresa. Bar-
conocen los problemas relevantes ni los temas pertinentes. celona: Granica.
Recursos�humanos Burócratas a los que uno tiene que acudir para llenar formularios si
desea hacer un cambio en el personal. Orientados hacia políticas y
procedimientos, alejados por completo del aspecto operativo de la
organización.
Por ejemplo, es habitual que haya ambigüedad de rol cuando el nivel de autoridad, la dis-
Ved también
tribución del tiempo, las responsabilidades y los criterios de evaluación de dicho puesto
no están suficientemente claros y especificados. Las descripciones de puestos utilizadas
en organizaciones de cierta dimensión intentan mitigar estos problemas. Véase módulo 2.
En el mejor de los casos, la descripción de un puesto de trabajo ofrece una visión con-
gelada del mismo, ya que reproduce la concepción que de él tenía la persona que en su
día la redactó. En el peor de los casos, su preparación corre a cargo del departamento de
personal, donde puede suceder que alguien que no sabe ni siquiera escribir ni entiende
en qué consiste el trabajo asume la redacción, lo que no sólo encarece la creación del
puesto en sí, sino que además obliga a su revisión regular. Y por si ello fuera poco, acaban
minando la moral de cualquiera (R. Townsend, 1985).
Una forma de controlar lo que hacen los miembros de una organización y Ved también
resolver problemas de conflicto o ambigüedad de rol es a través de las normas
Véase "Formalización" en mó-
y los procedimientos. dulo 2.
© FUOC • PID_00156191 25 El poder y la organización
Hay trabajadores que opinan que es mejor disponer de una norma que les indique lo
que tienen que hacer en determinados casos o circunstancias, que encontrarse ante la
incertidumbre de si deben consultar o deben decidir la acción a desarrollar por su cuenta.
El desastre del Challenger ocurrió en una organización que no sólo tenía una orien-
tación práctica, sino que también tenía un gran número de reglas y normas con el
fin de impedir tales hechos. En realidad, las reglas y normas eran tan detallistas que
el exsecretario de Estado William Rogers dijo alguna vez que la NASA parecía "estar
destinada por norma" a cometer algún error. Irónicamente, la comisión de la que era
presidente añadió más normas y regulaciones a las ya existentes (Argyris, 1991, pág.
40).
© FUOC • PID_00156191 27 El poder y la organización
El jefe de investigación crea dicho equipo con individuos de distintas unidades y ni-
veles diferentes: el jefe de ventas de línea, un miembro del staff de investigación de
mercados y un contable. Juntos diseñan el nuevo producto, regresando cada miem-
bro a su unidad para evaluar detalles concretos, como pueden ser las estimaciones
de costes y potencial de mercado. Poco después, el directivo de investigación de ope-
raciones presenta los hallazgos del grupo ante el comité ejecutivo, que aprueba la
propuesta, autorizando por tanto la decisión estratégica.
Un buen día, dieciocho meses después de que se iniciara el proceso, el mismo ven-
dedor toma una decisión: resuelve volver al despacho de su cliente para presentarle
el nuevo producto.
En el caso del cliente insatisfecho con el vendedor, éste encuentra cierto mérito en las
sugerencias, lo que es ya un primer nivel de reconocimiento. Sin embargo, el reconoci-
miento formal se produce cuando el director general acoge la situación y se dirige al je-
fe del departamento de investigación para que reúna un equipo especial encargado de
realizar el diagnóstico.
En el caso que hemos visto, es el jefe de investigación quien crea un equipo con indivi-
duos de distintas unidades y niveles (jefe de ventas, un miembro del staff de investiga-
ción de mercados y un contable), asumiendo así el protagonismo de esta fase.
Trece días
¿Realmente�sucedieron�así�las�cosas?
Varios autores han cuestionado que las decisiones se tomen realmente de for-
ma tan racional en las organizaciones. Lindblom propuso un modelo de deci-
sión desordenado, March y Simon destacaron la idea de racionalidad limitada,
y Hirshman, March y Olsen se centraron en la ambigüedad de las preferencias.
Otros autores (Hirschman, 1967; March y Olsen 1976) se han alejado del mo-
delo racional típico y han adoptado una perspectiva política al partir de la
ambigüedad de las preferencias�e�intereses�de�los�actores que puede darse
en toda decisión En efecto, las personas en general, y en concreto aquellas en
situación de tomar decisiones, no saben nunca muy bien lo que quieren. Ade-
© FUOC • PID_00156191 30 El poder y la organización
Allison (1971) en su libro The Essence of Decision: Explaining the Cuban Missile Crisis
demostró que, además de examinarse un número restringido de soluciones (mode-
lo de racionalidad limitada), la decisión final fue en parte el resultado de diversos
errores de información. La deliberación, más que obedecer a un cálculo racional, fue
tomada tras un proceso de deliberación política en el que cada uno de los 15 miem-
bros del Consejo Nacional de Seguridad, viendo que era la ocasión idónea de llevar
a la práctica los distintos planes de seguridad elaborados por las instituciones que
representaban, pretendieron imponer sus objetivos respectivos. El resultado final fue
la consecuencia de una estrategia mal calculada de los expertos del ejército del aire,
con relación a su capacidad de influencia sobre Kennedy. Finalmente, la ejecución
se acabó llevando a término, aunque de una forma muy distinta a la prevista inicial-
mente. ¡Así se resolvió una situación que ha sido catalogada como la de mayor riesgo
de guerra nuclear de todos los tiempos!
En condiciones como las que describen estos tres modelos los directivos con
mayor poder intentarán dominar de forma individual el proceso de toma de
decisiones. Sin embargo, cuando los que toman las decisiones se dan cuenta
de esta tendencia, pueden gestionar el proceso alineando sus intereses con los
de otros en una alternativa que les convenga a ambos, a través de acciones
políticas a nivel de grupo o de la organización. En la práctica, como señalan
Hatch y Cunliffe (2006, pág. 254), los decisores aprovechan sus posiciones de
poder en relación a otros participantes en la decisión y, si sus fuerzas no son
lo suficientemente fuertes como para superar la oposición, se unen con otros
para formar una coalición.
En general, los diversos agentes con sus intereses particulares, más o menos
convergentes, y con cierto poder podrían valorarse como posicionados a lo
largo de un continuo. En un extremo, encontramos a los que no pueden con-
fiar en nada más que su voluntad personal y su habilidad política para alcan-
zar sus objetivos particulares; en el otro, los que tienen acceso a sistemas de
influencia formales y que pueden explotarlos de forma política. En un punto
intermedio se encuentran, por ejemplo, los que pueden utilizar información
privilegiada y sus contactos para aumentar su poder político.
Una persona tiene un poder legítimo si el receptor de ese poder –el subordina-
do– reconoce a su portador –el directivo– el derecho de influenciarle y acepta
la obligación de acatar lo que le indique.
Este poder legítimo se plasma en las relaciones de autoridad, tanto jerárqui- Ved también
ca como funcional, que forman parte consustancial de los puestos directivos.
Véase módulo 2 para una ex-
Estas relaciones suelen estar asumidas y en general claramente definidas en plicación de autoridad jerár-
las organizaciones. No obstante, a veces pueden producirse determinadas si- quica y funcional.
No sólo las relaciones de línea son susceptibles de provocar situaciones con- Ved también
flictivas. Las posiciones staff o las relaciones de autoridad funcional suelen
Véase módulo 2 para una ex-
provocar malentendidos que pueden ser comprendidos mejor desde una pers- plicación del concepto de staff.
pectiva política.
El director de XYZ, dándose cuenta de que los costes se estaban desviando del presu-
puesto, contrató como ayudante suyo a un brillante joven auditor que había estado
encargado del departamento de auditoría interna de una gran empresa de servicios.
Le explicó a su ayudante la naturaleza del problema de la compañía en lo tocante al
incremento de costes, y le pidió su ayuda para solucionar este problema.
El ayudante fue contratado como staff al director general pero sin autoridad funcional
con el resto de la organización. Al tomar medidas en la organización asumió una autori-
dad funcional que no le correspondía.
Los directivos de línea tenían razón en indicar que había asumido una responsabilidad
que no le correspondía. Pero, de hecho, utilizaban las relaciones oficiales que tenían
con el director según el organigrama para mantener su poder a pesar de que estaban
desarrollando su labor directiva de manera incompetente.
La llamada Ley� o� Principio� de� Peter establece que "en una jerarquía, todo
empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia". El corolario
de este principio es que "con el tiempo, cada puesto tenderá a estar ocupado
por un empleado que es incompetente para desarrollar sus deberes" y que "el
trabajo es realizado por aquellos trabajadores que todavía no han alcanzado
su nivel de incompetencia".
Aunque con estilo irónico, el Principio de Peter refleja una situación habitual
en la realidad: cualquier cosa que funcione será utilizada en aplicaciones ca-
da vez más desafiantes hasta que falle. En el caso de los directivos, se puede
llegar a socavar la autoridad que ejercen porque no han recibido preparación
o no poseen las características necesarias para ocupar puestos de responsabili-
dad. Por esta razón, en muchas organizaciones se reconoce que las personas
de perfil técnico pueden ser muy valiosas por sus destrezas técnicas, y al mis-
mo tiempo ser malos directivos. En consecuencia, ofrecen planes de carrera
paralelos que permitan a los buenos técnicos alcanzar la paga y el estatus re-
servados a los directivos, sin ejercer funciones que exijan las competencias de
© FUOC • PID_00156191 36 El poder y la organización
Cuando el poder para recompensar se usa de forma flexible, puede ser un po- Ejemplo
tente motivador. Por otro lado, si las recompensas se usan de forma rígida los
Por ejemplo, si para obtener
empleados pueden llegar a centrarse más en esas recompensas que en su tra- cierta retribución variable es
bajo propiamente dicho. necesario realizar una canti-
dad de ventas muy elevada, un
vendedor puede llegar a com-
portarse de forma poco ética
para alcanzar esa cuota.
© FUOC • PID_00156191 37 El poder y la organización
Los líderes�carismáticos suelen tener una capacidad natural para dar forma
al significado de esta manera. También se da el proceso inverso: al presentar
una visión ilusionante de lo que hay que hacer, se convierten en modelos de
referencia e imitación, de ahí su capacidad de atracción o "carisma".
Desmitificando el liderazgo
Entre los líderes más eficaces que conozco –dice Peter Drucker– y con los que he trabaja-
do durante 50 años, algunos se encierran en su oficina y otros son demasiado gregarios.
Algunos –no muchos– son "buenos tipos" y otros son rígidos y autoritarios. Algunos im-
pulsivos y rápidos, otros estudian la situación y se toman siglos para llegar a una deci-
sión. Algunos son cálidos, otros distantes, algunos vanidosos, otros retraídos y modestos.
Algunos tienen el don de saber escuchar, mientras que otros son "lobos solitarios que no
escuchan más que su propia voz". Lo único en común es algo que no tienen: carisma.
© FUOC • PID_00156191 38 El poder y la organización
Así, los líderes crean vínculos emocionales con sus seguidores, que a su vez
se sienten identificados, actúan sobre sus valores y transmiten la importancia
de tener una misión compartida haciéndoles trascender su propio interés en
beneficio de la organización (de ahí su relevancia cultural).
Los líderes pueden lograr aumentar su poder cuando tienen respuestas para
resolver un problema o, cuando indican un camino o método para hallar la
solución. Según el enfoque racional para la toma de decisiones que hemos co-
mentado más arriba, resolver un problema requiere, básicamente, recabar in-
formación, procesarla, adoptar una decisión –el momento de mayor inciden-
cia política– y constatar que funciona. Este proceso depende obviamente de
la naturaleza del problema, aunque en cualquier caso puede realizarse de ma-
nera más o menos participativa. Los directivos pueden asumir los siguientes
diversos estilos de liderazgo para encontrar respuestas a los problemas (Vroom
y Jago, 1990):
1)�La�labor�directiva�ha�de�ser�gratificante�para�el�que�la�ejerce. Al asumir el
papel de dirección, el sujeto debe aprender a conseguir una fuente�diferente
de� autoestima a la que tenía, por ejemplo, cuando desarrollaba un puesto
técnico. Ya no podrá ser el mejor vendedor, ni el mejor programador, sino que
su tarea será la de usar recursos y gestionar personas para lograr objetivos en la
organización. En consecuencia, al asumir el papel de directivo, su satisfacción
personal estará ligada cada vez más al rendimiento de la gente que está bajo
su control.
Existen directivos que quieren que se les considere poderosos para compensar alguna
sensación de inferioridad. Otros muestran su falta de autoestima pero mantienen bajo
control este sentimiento mientras se consideren los mejores en alguna disciplina técnica
(la contabilidad, la producción...) en relación con el medio más cercano que los rodea.
2)�El�directivo�ha�de�ser�capaz�de�poner�límites�a�su�necesidad�de�contro-
lar�directamente�a�las�personas�y�los�resultados. Para poder controlar real-
mente hay que aprender cómo delegar�autoridad y responsabilidad, pero el
requisito fundamental es que el sujeto aprenda a dirigir su propia necesidad
de controlarlo todo. Por desgracia, esta faceta del juego interno a menudo no
es tenida en cuenta por los directivos, con el resultado de que terminan inne-
cesariamente sobrecargados de actividades que podrían realizar otros.
3)�La�necesidad�de�ser�bien�considerado�por�las�personas�que�lo�rodean�no
puede�interferir�en�su�quehacer�directivo. Al asumir un cargo de directivo, la
persona actúa como representante de los objetivos de la organización. En más
© FUOC • PID_00156191 40 El poder y la organización
de una ocasión, los objetivos organizativos pueden entrar en conflicto con los
de los miembros que conforman la organización. Ante esta circunstancia, el
directivo debe mantenerse en su lugar y ser consciente de que ello le acarreará
presumiblemente pérdida de aceptación, es decir, debe estar preparado para
no ser querido por todos.
En el otro extremo, también existe directivos que creen que la mejor forma de triunfar
como directivos es siendo apreciados por todo el mundo. Al alcanzar un puesto directivo
dedican tanto tiempo a ocuparse de las necesidades de sus subordinados que terminan
descuidando sus responsabilidades e ignorando el aspecto técnico de la dirección.
Por tanto, para desarrollar una gestión�competente no basta con tener poder
legítimo o disponer de conocimientos y experiencia (poder experto). También
es necesario, e incluso más importante, entender y aceptar el propio papel y
desarrollar las perspectivas mentales y psicológicas apropiadas a las exigencias
que comporta. Esta "gestión interna" forma parte –además de otros compo-
nentes– de lo que comúnmente se conoce como liderazgo.
© FUOC • PID_00156191 41 El poder y la organización
¿Cómo se logra esta convergencia de intereses? ¿Cómo se conecta la dimen- Web recomendada
sión corporativa y la ejecutiva? La respuesta más frecuente es: a través del con-
Gobierno�y�empresa
sejo de administración. A continuación comentamos diversos aspectos sobre
Sobre este tema puede ver-
este órgano, que ejerce su poder sobre la organización en conjunto. se V. Salas (2002). El go-
bierno de la empresa. Bar-
celona: La Caixa. Colec-
5.1. El consejo de administración ción de Estudios Económi-
cos. http://www.lacaixa.
comunicacions.com/
se/pbei.php?idioma
=esp&llibre=29.
El consejo� de� administración es el grupo directivo de una sociedad
empresarial, integrado por las personas elegidas por la asamblea general
de accionistas (propietarios). Su función es de dirección y vigilancia. Consejo de administración
Jerárquicamente se localiza entre la asamblea general de accionistas y
La denominación "consejo de
la dirección general. administración" se reserva para
las sociedades anónimas y limi-
tadas. Varía según la forma ju-
rídica de la organización: con-
Ser propietario –accionista, cooperativista– y no pertenecer a este órgano re- sejo rector en las sociedades
cooperativas, junta directiva en
presenta, en general, niveles de influencia en algunos casos bastante limitados. asociaciones,...
Tal como el propio Serrano admite, la idea primera era abandonar, vender el nego-
cio, pero finalmente los Serrano, con el consejo de Alpha Corporate, optaron por
una operación por la cual Fernando y dos directivos ajenos a la empresa pasaban a
ser los socios mayoritarios de la sociedad, y 3i, la institución inversora que facilitaba
la operación, se quedaba como socio minoritario. La ingeniería financiera fue la si-
guiente: la familia Serrano –los padres y seis hijos– vendieron el ciento por ciento de
sus acciones. Fernando compró algo más del 50%, y pasó a ser director general, y el
resto del capital lo adquirió 3i, que se comprometió también con deuda convertible
en acciones. Esta deuda fue suscrita algo más adelante por los dos directivos ajenos
a Capuchinos: Rafael Cerezo, 40 años, procedente de Galletas Gullón y Ernesto Pérez,
32, procedente de Procter & Gamble. Ambos formaron así, junto a Serrano, la mayo-
ría del capital.
© FUOC • PID_00156191 43 El poder y la organización
Así, Serrano, Cerezo y Pérez, más un miembro que colocó 3i, formaron el nuevo
consejo de administración en el que Fernando se encontraba como pez en el agua:
"Siento un gran alivio por poder compartir decisiones profesionales. Antes la empresa
funcionaba muy bien porque cada miembro de la familia cumplía con su trabajo,
pero cuando se reunía el consejo, no preguntaban nada, todo lo que hacía les parecía
muy bien, y yo me encontraba solo. Hacía falta más intercambio de pareceres".
Rafael Cerezo, 40 años, procedente de Galletas Gullón y Ernesto Pérez, 32 años, proce-
dente de Procter & Gamble. Ambos formaban, junto a Serrano, la mayoría del capital. Así,
Serrano, Cerezo y Pérez, más un miembro que colocó 3i (la sociedad de capital riesgo),
formaron el nuevo consejo de administración.
En Alemania, es habitual que los sindicatos ocupen varios asientos en los consejos de
administración de las empresas. En las empresas japonesas, docenas de leales gestores
culminan sus carreras profesionales ocupando un asiento en el consejo. Las familias fun-
dadoras siguen siendo muy influyentes en los consejos de administración de las empre-
sas indias. Y en China, burócratas del Partido Comunista forman parte de los consejos.
Un modelo único de gobierno de empresa, sea del país que sea, tiene sus ventajas e in-
convenientes. Sobre este tema puede verse el artículo "¿Es posible –e incluso deseable–
un único modelo global de gobernabilidad corporativa?", publicado el 23/01/2008 en
Wharton-Universia
http://www.wharton.universia.net/ index.cfm?fa=viewArticle&ID=1458.
• ¿De�qué�formas�ejerce�el�consejo�su�poder�de�control�sobre�la�organiza-
ción? Mientras algunos consejos de administración realmente controlan
la organización, otros no lo hacen, y ni siquiera se lo proponen. Por tanto,
una cosa son las funciones que puede realizar un consejo y otra la estrate-
© FUOC • PID_00156191 44 El poder y la organización
La empresa Capuchinos adopta un modelo mixto. Por un lado Fernando Serrano compró
algo más del 50% y pasó a ser director general y accionista mayoritario, lo que es carac-
terísticas de un modelo personalista. Por otro lado, una empresa externa pasó a ejercer
un control relevante al adquirir algo menos del 50% de las acciones, por lo que el sistema
de gobierno tenía también características de un modelo jerarquizado.
¿Cuáles son las repercusiones que tiene un sistema de gobierno de estas carac-
terísticas sobre la estructura organizativa? En primer lugar, un gobierno domi-
nado (tanto personalista como jerarquizado) genera una estructura centrali-
zada. En el modelo personalista todas las decisiones las adopta la misma per-
sona: el/la propietario/a. En el modelo jerarquizado, la concentración del po-
der externo en un sólo agente con influencia, fuerza a los empleados (agentes
© FUOC • PID_00156191 45 El poder y la organización
Supongamos que un directivo de un hospital privado indica que los pacientes están sa-
tisfechos con el servicio de catering y los miembros de su consejo de administración no
se fían de esta apreciación. Para constatar esta percepción pueden proponer hacer una
encuesta específica en la que se detallen diferentes aspectos de dicho servicio, lo que im-
plica diseño de cuestionarios, procedimiento de recogida de datos, procesamiento, etc.,
y en definitiva, más formalización.
Entre las causas de división suele destacar la presencia de dos misiones básicas
en la organización, que tiende a polarizar a los propietarios en dos bandos o
el conflicto entre varios propietarios de la organización (dos propietarios que
discrepan).
• Cuanto más diversos sean los agentes con influencia (por localización geo-
gráfica o características personales, por ejemplo), más difícil resulta que
se pongan de acuerdo sobre lo que quieren. La organización tendrá que
adaptarse a unos objetivos generales, que en el caso de que estén expresa-
dos en términos poco precisos darán el poder a quien los interprete.
Actividades
Caso�práctico:�Cambio�de�orientación�estratégica�en�Lunae
Enrique Galano era el flamante director de marketing de Lunae, una empresa de mediano
tamaño dedicada a los productos cosméticos. Después de cinco años, Galano tenía una só-
lida reputación dentro de la empresa, pues había dirigido con éxito muchas campañas dise-
ñadas para situar a los productos de Lunae como marcas de primer nivel, de venta en esta-
blecimientos de gama alta. A pesar de que había encontrado dificultades para persuadir a sus
colegas de que era preferible concentrarse en productos de bajo volumen y elevada calidad,
con los años habían llegado a aceptar su punto de vista. Su filosofía de marketing casaba
totalmente con su personalidad, que manifestaba su interés e implicación con las élites so-
ciales, con las que se sentía como en casa. Los escenarios y los temas de los anuncios de la
empresa eran seleccionados por Galano y, como notaban muchos de sus colegas, reflejaban
en gran medida su estilo personal.
Una oportunidad para el cambio cayó por casualidad en el buzón de Carlos Diestro, director
de planificación corporativa y uno de los más preocupados por las oportunidades perdidas.
Un amigo y antiguo colega, entonces jefe de una prestigiosa empresa "caza-talentos", le había
escrito preguntándole si podía recomendar posibles candidatos para el puesto de director
corporativo de marketing en la nueva filial norteamericana de una empresa europea de moda
para la alta sociedad. Una visión de Galano sonriendo en medio de pieles, diamantes y moda
parisina vino a la mente de Diestro. En una hora, Diestro había llamado confidencialmente a
su amigo, sugiriéndole contactar con Galano. En dos meses, Galano había recibido y aceptado
una oferta por el puesto.
La sucesora de Galano, Luisa Temple, era una mujer ambiciosa, relativamente joven, con
gusto por el glamour. Había sido una selección de compromiso, puesto que el consejo de
administración había estado dividido entre otros dos candidatos. Temple parecía lograr el
equilibrio entre el estilo elegante al que estaban acostumbrados los aliados de Galano, y la
promesa de nuevas iniciativas favorecida por aquellos que se habían sentido constreñidos por
la filosofía de Galano. Aunque ningún grupo estaba encantado con su incorporación, todos
estaban convencidos de que Temple era muy capaz de asumir el cargo, más aún teniendo en
cuenta que heredaba un negocio exitoso.
Para Temple, el empleo era una gran oportunidad. Sentía que había llegado su momento de
dejar su impronta en el sector, y veía en la dirección estable que había establecido Galano una
buena base desde la que desarrollar nuevas iniciativas. En las entrevistas con los anteriores
seguidores de Galano, Temple había enfatizado la necesidad de conservar lo que se había
logrado hasta entonces. En sus entrevistas con los menos comprometidos con esta filosofía,
había destacado la existencia de nuevos mercados prometedores. Temple dedicó su primer
año en Lunae a desarrollar una iniciativa que uniera estos dos objetivos: reteniendo la imagen
de gama alta pero ampliando los puntos de distribución hacia cadenas de grandes almacenes
seleccionadas.
Sabía que tenía que desarrollar una filosofía que la distinguiese de Galano, pero que debía
mantener el apoyo del consejo y los directores corporativos que eran imprescindibles para
asegurar el éxito. Los colegas que estaban listos para el cambio fueron para ella unos socios
bien dispuestos, y rápidamente desarrollaron excelentes relaciones de trabajo basadas en un
enfoque de intercambio que ayudaron a definir ideas y oportunidades con las que todos pa-
recían salir ganando. Su trabajo fue mucho más difícil con los que todavía equiparaban el es-
tilo y la personalidad de Galano con lo que Lunae representaba. La resistencia y las discusio-
nes encendidas fueron habituales en los encuentros del consejo de administración. Sin em-
bargo, en un plazo de tres años, la mayoría llegó a aceptar la idea de que ampliar el mercado
podía ser consistente con la imagen de un producto de estatus alto, particularmente gracias
a que la nueva estrategia vino acompañada por un claro éxito financiero. Como comentó
un miembro del consejo mientras miraba los últimos datos de rentabilidad: "Creo que seré
capaz de vivir con aún más anuncios en esas revistas horrorosas si pienso en estas cifras".
© FUOC • PID_00156191 48 El poder y la organización
Analiza la dimensión política del caso presentado, teniendo en cuenta los siguientes elemen-
tos:
• Coalición.
• Intereses en conflicto.
• Juegos de poder.
• Toma de decisiones.
• Sistema de gobierno.
Solución
Este caso ilustra claramente la dimensión política intrínseca a cualquier situación en la que las
personas persiguen intereses divergentes. De hecho, se crearon dos coaliciones con intereses
enfrentados:
Esta oposición reflejaba un sistema� de� gobierno dividido, en que una parte del consejo
(los que estaban relacionados por vínculos familiares) apoyaba a Galano, y otra parte (de
menor peso) quería cambiar la estrategia seguida. Esta situación no se tradujo en tensiones
internas que perjudicasen a la organización porque los resultados económicos obtenidos por
la estrategia de Galano eran buenos. Los que no estaban de acuerdo comprendían que no era
el momento de presionar para imponer su visión del negocio.
En contraste con la visión de que las organizaciones son entidades integradas que persiguen
una meta común, este caso nos muestra que la organización es una red de personas con in-
tereses divergentes que se unen por conveniencia (por ejemplo, ganarse la vida, desarrollar
su carrera o lograr cierto objetivo deseado). Además, ilustra cómo en la toma�de�decisiones
pueden alcanzarse situaciones de compromiso, que no parecen óptimas para ninguna de las
partes implicadas. A pesar de ello, la decisión tomada (la candidata seleccionada) resultó sa-
tisfactoria para las dos coaliciones y, afortunadamente para Lunae, reportó buenos resultados
financieros.
© FUOC • PID_00156191 49 El poder y la organización
Glosario
ambigüedad de rol f Situación que se produce cuando el conjunto de expectativas y
demandas sobre las conductas que se esperan de la persona que ocupa una determinada
posición (persona focal) son difusas y están sometidas a interpretaciones por parte tanto
de la persona focal como por los miembros del conjunto de rol (personas afectadas por su
conducta).
barreras internas f pl Obstáculos que dificultan la coordinación horizontal entre diversas
subunidades organizativas debidos, entre otros factores, a un diseño excesivamente vertical
de la organización, diferentes percepciones temporales, distintos niveles de formalización,
diverso grado de interacción personal o existencia de objetivos específicos en los departa-
mentos.
coalición f Grupo de personas que se unen para cooperar con relación a temas, sucesos
o decisiones específicos, o para lograr el avance de ciertos valores e ideologías. En muchos
casos, la formación de coaliciones requiere negociaciones encubiertas para asegurar que se
tienen en cuenta los intereses de todos los miembros de la coalición.
conflicto de rol m Situación en la que la persona focal y los emisores de rol tienen in-
terpretaciones diferentes sobre las demandas que se esperan de una persona que ocupa un
puesto determinado.
poder m Capacidad de un actor para realizar su propia voluntad en una acción social. El
actor puede ser un individuo o una entidad colectiva. En su forma más mecánica, el poder
significa forzar a los demás a hacer cosas en contra de su voluntad; sin embargo, el poder
puede ser mucho más positivo y menos mecánico cuando da forma y enmarca a lo que los
demás quieren hacer.
rol m Conjunto de expectativas y demandas sobre las conductas que se esperan de la per-
sona que ocupa una determinada posición (persona focal). Esas expectativas y demandas son
emitidas por los miembros del conjunto de rol, que incluye a todas las personas y/o grupos
que son afectados de alguna manera por la conducta de la persona focal y tienen o pretenden
tener, de uno u otro modo, la capacidad de influir sobre la conducta de aquella emitiendo
expectativas y demandas para ello. Así pues, el rol se elabora y se desempeña en el marco de
la interacción social que protagonizan la persona focal y los emisores de rol que componen
su conjunto de rol.
rutinas defensivas f pl Mecanismos que hacen muy difícil que los individuos, grupos,
intergrupos y organizaciones detecten y corrijan los errores que son comprometedores o
amenazantes.
Bibliografía
Bibliografía
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© FUOC • PID_00156191 51 El poder y la organización