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Definición: La sociología es una ciencia social que estudia, describe y analiza los procesos de la vida en la sociedad; busca
comprender las relaciones de los hechos sociales por medio de la historia; mediante el empleo de métodos de investigación, quiere
saber dónde están los problemas en la sociedad y sus relaciones con los individuos.
La teoría de Carlos Marx: Carlos Marx contribuyó significativamente al pensamiento sociológico y económico. Creía que lo más
significativo de las sociedades industriales de su época era el hecho de ser capitalistas; que los medios de producción eran propiedad
privada y se utilizaban para maximizar las utilidades. Este sistema económico estructuraba todos los demás aspectos de la vida social
y alimentaba un conflicto permanente (tensión, desacuerdos, competencia). Para Marx los intereses de los capitalistas y del
proletariado eran contradictorios. El mercado obligaba a los capitalistas a reducir los salarios hasta el nivel más bajo para maximizar
sus ganancias. Los trabajadores se veían crecientemente abocados a la revuelta, al decaimiento del sistema capitalista y al
establecimiento de una sociedad sin clases en la cual la riqueza fuera distribuida.
Pero para que los trabajadores pudieran unirse y levantarse en una revuelta, debían desarrollar una conciencia de clase, un
sentimiento de sus intereses compartidos y de su compromiso; caso contrario, el sistema continuaría al heredar los capitalistas a sus
descendientes sus propiedades y la condición privilegiada.
Para responder al interrogante de cómo se mantiene unida la sociedad, la teoría de Marx está orientada hacia el poder. Argumenta
que la sociedad capitalista se mantiene unida mediante la destreza de los capitalistas para dominar a los trabajadores. El poder,
según Marx, es la fuente de la ventaja social.
Para responder al otro interrogante social básico (la relación entre el individuo y la sociedad), la teoría de Marx toma tanto la
estructura como la acción. Es estructural en el sentido en que considera las circunstancias históricas del capitalismo como algo que
limita la mayor parte de las opciones abiertas al pueblo. Y es orientada hacia la acción en el sentido en que reconoce la capacidad de
los trabajadores para unirse en la lucha de clases y para cambiar colectivamente las condiciones existentes.
La teoría de Emilio Durkheim: Otro temprano sociólogo que tuvo inmensa influencia fue el francés Emilio Durkheim.
Para responder al interrogante de qué es lo que hace que la sociedad permanezca unida, la perspectiva de Durkheim fue
definitivamente la funcional. Argumentaba que la sociedad tiende hacia un estado de integración funcional. El todo permanece unido
mediante el trabajo interrelacionado de las partes. Para responder al interrogante entre de la relación entre el individuo y la sociedad,
acepta una perspectiva estructural. Creía que la sociedad era algo externo a la gente, algo que impone límites poderosos a sus
comportamientos y como algo que se resiste a los esfuerzos del pueblo para lograr el cambio social; siempre hizo especial énfasis
sobre la cultura, las ideas de la sociedad y sobre los valores.
La teoría de Max Weber: Para responder al interrogante de la relación entre el individuo y la sociedad, Weber adopto una perspectiva
de acción. Creía que la sociedad es el producto de las acciones de los individuos, esta orientación hacia la acción es central a su
teoría. Pero Weber también expuso sus ideas respecto a lo que hace posible que la sociedad se mantenga unida.
Pero mientras Marx consideraba que el poder deriva de la estructura del sistema económico, Weber consideraba que derivaba de
muchos factores diferentes (educación, ancestros, conexiones sociales, etc., además del control de los recursos económicos). Y
mientras que Marx veía el poder como algo que se agotaba por las relaciones entre las clases sociales, Weber veía el poder como
algo que se agotaba por los contactos entre individuos.
El objeto de la Sociología: Se trata de un tema central respecto del cual no hay un completo acuerdo de los distintos autores clásicos.
Algunos afirman que el objeto es conocer la sociedad, pero no existe completo acuerdo respecto a qué es la sociedad.
Así por ejemplo para Augusto Comte el objeto de la nueva disciplina es “la historia de la humanidad”.
Para Emilio Durkheim el objeto es estudiar los “Hechos Sociales” como “forma de actuar, de pensar y de sentir común al término
medio de la sociedad” que tienen dos características: a) son externos al individuo; y b) ejercen sobre él cierta presión; estos hechos
cuando permanecen en el tiempo se cristalizan y se convierten en “Instituciones”, la Sociología pues para éste autor es “el estudio de
las instituciones, su génesis y funcionamiento”.
El Nacimiento de las Ciencias Sociales: Para que pudiera surgir una auténtica ciencia social tendrían que darse dos
condiciones fundamentales:
1) En la esfera de los fenómenos sociales hubo de establecerse el naturalismo, doctrina según la cual todos los fenómenos
pueden explicarse en términos de secuencias de causa-efecto que se producen en el mundo de la naturaleza.
2) Hubo que dejar al margen los sistemas de valoración ética, para hacer posible el examen de las relaciones sociales aparte
de los valores”.
El Movimiento que dio cuerpo a la idea de los siglos XVII y XVIII, según el cual el entendimiento humano pudo dominar al
mundo sin necesidad de recurrir a ayuda sobrenatural o tradicional, se suele conocer con el nombre de Ilustración. La idea fue
aplicada a la ética, la filosofía, la religión, la historia, el derecho y la política. El racionalismo, según el cual el individuo y la
vida social pueden ser interpretados y regulados conforme a un conjunto de principios patentes, directamente asequibles por
la razón, fue una de las grandes doctrinas de la Ilustración. El término ilustración se refiere al movimiento; el término
racionalismo se refiere al punto de vista fundamental mantenido por la Ilustración.
Nacionalismo y Capitalismo: Entre los grandes acontecimientos de los tiempos modernos, sobre sale como fundamental la
aparición del estado nacional y el orden económico capitalista como consecuencia de la limitación del poder de los señores
feudales por las alianzas de la burguesía y el Rey; y de la Iglesia de Roma y el Imperio.
El nacionalismo y el capitalismo son formaciones sociales que exigen una considerable reorganización de los anteriores
modelos de orden social. Pero sólo pudieron avanzar a expensas del orden anterior, la tradición.
Avanzaron desintegrando las costumbres y las instituciones tradicionales e incorporaron ideas creadoras.
En el siglo XVIII se producen puntos culminantes para el establecimiento del nacionalismo y capitalismo modernos.
Se produjo un período de “nivelación” económico. Se crearon zonas de libre comercio; se establecieron políticas “centralistas
o “mercantilistas” para conseguir un balance favorable: la exportación de manufacturas; importación de materias primas y de
dinero.
Se había realizado la revolución comercial como una gran etapa hacia el capitalismo moderno.
Revolución Industrial: Que se desarrolló a fines del siglo XVIII e implicó la introducción del maquinismo y otros instrumentos
que produjo el gran incremento de la “productividad del trabajo” es decir, el aumento de la producción de mercancías a más
bajo costo y con mayores posibilidades de incrementar las ganancias de las empresas. Esto tuvo su correlato social inicial, el
desplazamiento de mano de obra humana. Como consecuencia comenzaron a gestarse las primeras protestas obreras, que
no sólo tenían que ver con el salario y las condiciones de trabajo, sino que comenzaron a manifestarse los primeros conflictos
de importancia entre trabajadores y empresarios. En los países de producción capitalista, se verificó un aumento de tales
conflictos y la preocupación por encontrarles un cauce de solución. Y de estos temas no se ocupaba en particular ninguna
disciplina científica. Este va a ser el momento propicio para las ciencias sociales y en particular para la Sociología.
La Ciencia Política: El nacionalismo y el capitalismo eran poderosos sistemas de fuerza antitradicional. Cuando en el siglo
XVIII consiguieron una estabilidad temporal, proporcionaron esferas de actividad que pedían una explicación racionalista y
naturalista. La ciencia política y la economía estaban ya encaminadas hacia su separación como ciencias sociales
especiales.
Ciencia Económica: Este pensamiento se liberó de la ética aplicada de la teología medieval.
La organización del pensamiento económico llevada a cabo por mercantilistas estaba ligada a las necesidades económicas
de los nacientes estados.
La teoría fisiócrata partió de que el comportamiento económico está sujeto a leyes naturales. La motivación económica es un
aspecto especial de la naturaleza humana universal, está dirigida hacia su propia riqueza e incremento. La fuente de esa
riqueza solo puede estar en la agricultura ya que es la única que suministra productos. El estado debía tener un papel pasivo
sin trabar los fenómenos económicos que obedecen leyes naturales.
El siglo XIX y la aparición de las Ciencias Sociales: La Revolución Francesa en unos pocos años hizo más para consolidar el
estado que todas las Monarquías durante siglos. Decía que el cambio social es el resultado de la aspiración a la igualdad de
los hombres.
Se estableció el Ejército nacional mediante reclutamiento. El patriotismo hacia el estado surgió como una nueva configuración
del sentimiento comunitario, a medida que aquél fue asumiendo una forma en la que todo hombre tenía su parte. En la ola de
la llamada “reacción” que siguió a la Revolución se puso un nuevo acento sobre la tradición, la costumbre local, la
singularidad histórica, y los factores irracionales y emocionales de la conducta humana.
Los Precursores:
- Charles Louis de Secondant, Barón de Montesquieu
- Francois M. Aruet – Voltaire
- Juan Jacobo Rousseau
Charles Louis de Secondant, Barón de Montesquieu:
Obras:
-“Cartas Persas”: Obra literaria creativa y bien juzgada por la crítica, que relata el viaje de dos jóvenes Persas a París durante la
primera parte del siglo XVIII, cuyos relatos epistolares conforman la obra. No hay en ella ningún aporte significativo más allá de una
descripción de París como ciudad europea que crecía en población y respecto de cuyas costumbres y formas de vida dan cuenta los
jóvenes en sus cartas a amigos y familiares.
- “Consideraciones acerca de las causas de la grandeza y la decadencia del Imperio Romano”: Es una obra de gran importancia. Allí,
el autor, profundo conocedor de la vida institucional y la historia de Roma, afirma que “los hechos históricos no son producto del azar,
son consecuencia de causas perfectamente determinadas”. Queda así expresado el principio de “causalidad social”, que nadie antes
lo había formulado.
Se extiende luego en la distinción de lo que llama “causas particulares”: como la derrota en una batalla, y “causas generales” de la
caída del Imperio, que entiende tiene que ver con la pérdida de valores que engrandecieron a Roma, el “espíritu de conquista”, el
resquebrajamiento de sus antiguas costumbres, la mala administración de los territorios bajo su mando, etc.
-“El espíritu de las leyes”: Obra abarcativo que contiene una gran diversidad de materias, que van desde el derecho, las instituciones
políticas y las formas de Gobierno, hasta las reflexiones que incursionan en la literatura, geografía, la historia y la costumbres de los
países que conoció o de los que tuvo registros de cierta credibilidad.
Ante todo, un aspecto relevante es la distinción de las causas físicas que abarcaban la topografía del terreno, la extensión de un país
y su clima. Todo ello, para Montesquieu influía de una manera notable en la conducta social de los hombres. Así, en los climas
cálidos existía según él “poca tendencia al trabajo y al esfuerzo”, al tal extremo que explicaba la “esclavitud”. En tanto en los climas
fríos y adversos, el temperamento se visualizaba para él, hacia el mayor esfuerzo para superar adversidades y modificar la realidad.
Había un cierto determinismo de las causas físicas respecto al desarrollo de la vida social y de la conformación del mismo régimen
político. De este modo los territorios pequeños eran propicios para la república en su variante democrática o aristocrática. Los
medianos para la Monarquía, y los grandes territorios con mucha población para “el despotismo” como paradigma de la forma de
gobierno inmoderada.
Por otra parte, advierte la existencia de causas morales, que incluían las creencias, los valores, las costumbres, las leyes, y
curiosamente la economía de los países. La combinación de causas físicas y morales, va a tener una gran influencia en las
modalidades de la vida social.
El aspecto de la obra de mayor importancia, pasa por la tipología de las Formas de Gobierno, que modifica las clásicas distinciones de
Platón y Aristóteles de manera tripartita (Monarquía, Aristocracia y República). Para Montesquieu las formas de gobierno eran la
Monarquía y la República y esta última podía ser aristocrática o democrática. Cada forma de Gobierno tenía una “naturaleza” y un
“principio”, que implicaba una conducta de gobernantes y gobernados.
Diferente experiencia a la ocurrida con motivo de su viaje a Inglaterra. Allí quedó sorprendido de la forma de gobierno vigente
entonces. Porque el Poder Ejecutivo estaba a cargo del Rey. El Poder Legislativo era de dos Cámaras, la de los Lores, que
representaba a la nobleza, y la de los Comunes que representaba a la burguesía. A su turno el poder Judicial estaba a cargo de
Magistrados independientes que interpretaban las leyes y dictaban sentencia. Esto inspira en Montesquieu la Teoría de la “División de
Poderes”. Para formularla parte de la certeza según la cual quién tiene poder más poder quiere poseer, por lo que es preciso limitarlo
dividiéndolo. Los tres poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo, Judicial) debían coordinar decisiones entre sí, sin preeminencia de
ninguno sobre los otros. Ello se constituía en garantía de la “libertad de los hombres”. Teniendo los poderes límites y controles serán
menos frecuentes los excesos y mayor la moderación en su ejercicio. Por ello se constituyó en inspirador de los Revolucionarios de
Julio de 1789 en Francia, a pesar que ya había muerto hacía mucho tiempo, su influencia fue tan significativa que perdura hasta
nuestro tiempo.
Otro aspecto, que distingue con particular claridad son las leyes. Comienza definiendo las leyes naturales o científicas: “son las
consecuencias que derivan de la naturaleza de las cosas”, y señala que, en toda sociedad, existen cuatro clases de leyes:
1) la necesidad del hombre de vivir en sociedad;
2) la de satisfacer necesidades alimentarias; Dan origen a las instituciones.
3) las necesidades del sexo;
4) la necesidad de paz entre los hombres.
Pero distingue claramente las leyes naturales, de las que denomina leyes mandato. Estas últimas eran las normas jurídicas, que
contenían un mandato imperativo. Que podían ser civiles, comerciales, y aún las administrativas y Constitucionales. Estas dependían
en gran medida de la influencia de la sociedad y de las causas físicas y morales de un país en determinado tiempo. Pero parece más
importante la influencia de las creencias, valores y costumbres para que una pauta de conducta se convierta en ley, por ello las
causas morales tenían mayor incidencia en su sanción. De lo que se infiere que “el espíritu” de la ley reflejaba la predisposición de la
sociedad hacia ella.
Juan Jacobo Rousseau:
Obras:
-“Discurso sobre la evolución de las Ciencias y las Artes”: En ella, Rousseau destaca que era claramente perceptible el avance de los
conocimientos y las técnicas que tornaban más confortable la vida y más eficaces las formas de producir bienes materiales. Sin
embargo, agrega que tales avances no habían contribuido a hacer de los hombres moralmente más virtuosos. Por el contrario, el
avance de las ciencias y las artes, hacían que prevalezca el gusto por lo innecesario, acrecentaba el afán de lucro, de fama o de gloria
efímera, que incrementaba las pasiones y exacerbaba el egoísmo de los hombres. La curiosa contradicción fue tomada como una
magistral denuncia de los complejos tiempos que la sociedad vivía entonces.
-“Acerca del origen de la desigualdad entre los hombres”: Comienza indagando acerca de lo que llamó el “Estado de Naturaleza”,
como la condición del hombre en estado inicial. “Quizá nunca haya existido”, agregaba, con lo que reconocía que trabajaba sobre una
hipótesis. El hombre primitivo, no tenía cultura, carecía de bienes, vivía casi aislado, satisfacía lo elemental, el alimento, el sexo y el
descanso, tenía relación armoniosa con la naturaleza y con los demás hombres. Sin embargo, el crecimiento de la población, la
necesidad de procurarse alimentos en tiempos de escasez, lo asoció a otros hombres, para encarar juntos el trabajo en común.
Luego, nace la familia, como núcleo de vínculos estables, más tarde aparece el lenguaje, y con él la cultura.
El aumento de la producción de bienes, produce la división del trabajo, que sin dudas aumentan la productividad, pero genera la
consecuencia que algunos hombres eran más ricos y otros más pobres. Estas son las sucesivas revoluciones, que, sumadas a la
aparición de la propiedad privada, terminan por poner en Crisis el Estado de Naturaleza y los hombres y la sociedad ya no serían los
mismos.
Esta original interpretación causa admiración y críticas encendidas. Federico Engels en el “Antidiuring” manifiesta su admiración por la
claridad del pensamiento de Rousseau en ésa obra.
Otros ven en ella una amenaza, una demonización de la propiedad privada, que tan celosamente había defendido Tomas Hobbes en
el “Leviatán”, obra en la que el estado de naturaleza no había sido pacífico sino donde el hombre era el lobo del hombre. Lo que
determinaba que los hombres en ése estado vivieran una guerra perpetua, y para salvar sus derechos, entre ellos el de propiedad,
recurrieron al Pacto.
- “El Contrato Social”: Si ya no era posible volver al Estado de Naturaleza, se trataba de encontrar un camino, que al menos
preservara la libertad, la igualdad ante la ley, y promoviera el ingreso de la sociedad a otra etapa la Sociedad Política. Para ello, todos
y cada uno de los hombres racionalmente tenían que celebrar un Contrato. Este instrumento, posibilitaba que los hombres cedieran
todos sus derechos naturales, para recibir derechos civiles. La manifestación de voluntad debía ser de cada uno y de todos. El
Contrato social implica un cambio cualitativo. Explica el tránsito del “Estado natural” a la “Sociedad política”.
La creación del ginebrino va generar la figura de la “Voluntad General”, que la “soberanía”. Cuyo titular ya no sería el rey, ahora el
titular de la soberanía es el Pueblo. Por ello la califica de inalienable, indivisible e imprescriptible. Esta figura, es la depositaria de
todos los derechos naturales que los hombres habían cedido mediante el Contrato, es decir que no los habían cedido a nadie en
particular, sino al conjunto expresado en la “Voluntad General”. De esta forma, la libertad y los derechos naturales serían protegidos.
La igualdad ante la ley, recobraba forma concreta y la sociedad se tornaba sociedad política con autoridad legítima.
La noción de “legitimidad” va a ser otro de los aportes singulares de Rousseau en particular a la Ciencia Política. Que va a ser
retomada por Max Weber más de un siglo más tarde.
Los clásicos:
- Augusto Comte.
- Emilio Durkheim.
- Carl Marx.
- Max Webber.
Augusto Comte: Nació Francia, tuvo el mérito de concebir el objeto y método de una nueva Ciencia en el Cuadro de la Ley de
Evolución que elabora: la Sociología. Disciplina a la que había denominado “física social” pero ante la obra de Quetelet, acuña el
término sociología y sería el último eslabón del pensamiento positivo.
Comte decía que la Revolución era causa de desorden que debía superarse a través del consenso de ideas. Criticaba a la Ilustración
y era conservador, pero era consciente de que no podía volverse al pasado.
Objeto de la sociología: la historia de la humanidad.
Método: histórico-comparativo, mediante el uso de la observación y la experimentación.
Raymond Arón, destaca que hay tres etapas en el pensamiento del autor:
a) La primera presenta al Comte reformador de la sociedad de su tiempo. Esto se expresa en su obra “Opúsculos”, en los que señala
que un tipo de sociedad estaba desapareciendo: la sociedad teológica y militar y otra la iba a reemplazar: la sociedad científica e
industrial. Los sabios, según su visión, reemplazarían a los sacerdotes, porque eran portadores de las nuevas ideas científicas como
base de la “nueva filosofía positiva”. A su vez, los empresarios industriales reemplazarían a los militares, ya que estos últimos en la
“nueva sociedad” ya no tenían una función trascendente. En cambio, los organizadores de las nuevas formas de producción y
comercialización de los bienes y servicios tendrían un papel relevante.
A su vez, apreciaba que la Revolución de 1789 había generado un gran desorden en las costumbres, las ideas y los valores. Era
preciso, instaurar ideas para lograr un “consenso” que signara el “nuevo orden”. El acuerdo en las ideas era fundamental para
modificar las costumbres de la sociedad.
b) La segunda etapa, caracterizada por el “Curso de Filosofía Positiva” expresa aspectos sustanciales de sus ideas. Allí están
contenidas sus dos leyes fundamentales:
1) La Ley de la evolución de las ciencias: Donde puntualiza los principales principios del positivismo como opuesto a toda
metafísica. A partir de la realidad de los hechos, subordina la imaginación a la observación y formula leyes de sucesión y similitud
y no de causa y efecto. Realiza una cronología entre las matemáticas, la astronomía, la física, la química, la biología y por último
la Sociología.
Según Comte, el pensamiento iba de lo más general a lo más complejo. En consecuencia la Sociología era la ciencia más
compleja y menos general y todo suceso o fenómeno social era objeto de ella.
Considera la irreductibilidad de cada ciencia, este criterio se expresa en que la astronomía no podía subsumirse en las
matemáticas, tampoco la biología podía subsumirse en la química porque cada ciencia tiene una aplicación particular en su
objeto del método positivo de pensar.
La primera ley se combina con la segunda.
2) La ley de los Tres Estados o Estadios “primitivamente teológico, luego transitoriamente metafísico y finalmente positivo”:
Expresaba las fases por las que atravesó el espíritu humano.
En la fase Teológica, el hombre piensa en seres semejantes a él o superiores, y la subdivide en:
a) Fetichista, tantos dioses como cosas;
b) Politeísta: tantos dioses como grupos de cosas;
c) Monoteísta: un solo dios para todas las cosas.
La Etapa Metafísica, se caracterizaba por pensamientos especulativos abstractos, meras deducciones de categorías como el Ser,
la naturaleza, la materia, etc.; que no tenían apoyo en la realidad y por tanto creía eran inconducentes.
Finalmente, la Etapa Positiva, en ella se podrá hallar las leyes que gobiernan no sólo la naturaleza, sino nuestra propia historia
social, entendida como la sucesión y el progreso de momentos histórico.
Emilio Durkheim: Nació en Francia, fue el creador de la Escuela Francesa de Sociología, contribuyó notablemente a otorgarle de
autonomía a la nueva ciencia.
Obras:
- “La División del Trabajo Social”: En el trabajo aparece clara la influencia de Augusto Comte. Se trata de una obra clave para
comprender la visión del autor en lo que luego se va a denominar el “realismo sociológico”, que consiste en afirmar que la sociedad
tiene realidad sustantiva y es anterior al individuo. Este punto de vista subraya la preexistencia de instituciones, económicas, políticas,
jurídicas y de costumbres y creencias, a la aparición de nuevos individuos en la sociedad.
Al analizar la evolución de las sociedades industriales modernas, subrayó la forma como las fuerzas sociales ocultas hacían posible la
unión de las gentes, fenómeno que él denominó solidaridad social, hecho moral y observable en la sociedad que permitía la cohesión
social.
Para él existen dos formas básicas de solidaridad social: Una solidaridad basada en una gran participación de creencias, valores y
costumbres, a la que llamó solidaridad mecánica. La solidaridad mecánica unía a las sociedades primitivas, en donde cada uno
miraba al mundo en idéntica forma y se comprometía en actividades semejantes.
Las sociedades grandes, complejas y modernas, están tejidas por la solidaridad orgánica, o sea, la interdependencia que se basa en
una división compleja del trabajo.
La solidaridad orgánica ya va a tener otras características. En principio los individuos se unen a pesar de sus diferencias. En este
estado ya la conciencia individual se afirma y coexiste con la “conciencia colectiva”. El contrato es la forma jurídica predominante y la
sociedad ya tiene formas industriales muy difundidas. A su vez, el vivir juntos a pesar de las diferencias, se opera mediante el
consenso según las expresiones de Durkheim, que permite la continuidad de la sociedad y la preservación de cierto orden. De allí se
infiere que la sociedad moderna para él era sin dudas la sociedad industrial de la que ya había hablado Comte.
En una sociedad con este tipo de solidaridad cada persona gana dinero en una ocupación especializada y luego utiliza ese dinero
para comprar mercancías y servicios que otros miles de personas han producido en su rol especializado. La gente esta interconectada
porque las diferencias en sus habilidades y en sus roles hacen que se necesiten para sobrevivir.
Luego, distingue un tipo intermedio, las sociedades “segmentarias” que para él eran formas de vida transicional entre los dos tipos de
sociabilidad que describe. Un segmento era un grupo social aislado y relativamente autosuficiente, en el que los individuos están
estrechamente vinculados.
El surgimiento de La División Social del Trabajo, según Durkheim, no era producto de la mera conveniencia el tener oficios y
profesiones diferentes. Era la visión de Adam Smith y de David Ricardo, luego compartida por Marx. Su criterio es opuesto y señala
que la División Social del Trabajo era la consecuencia de tres variables:
1) El “volumen” de la sociedad, expresado en la cantidad de habitantes;
2) La “densidad material”, expresada en la cantidad y variedad de los vínculos sociales;
3) La “densidad moral” consecuencia de las diversas formas de vínculos estrechos que ofrece la sociedad moderna.
Con todo esto reafirma su convicción que los “hechos sociales no son sino la consecuencia de otros hechos sociales”. Al mismo
tiempo justifica la existencia del consenso, como modalidad para superar las diferencias entre los individuos y los grupos como
producto de la necesidad.
Los hombres viven juntos a pesar de ser diferentes, por el principio de solidaridad que emerge del consenso. Esto explica también que
la “cohesión social” constituye para Durkheim un valor fundamental, por lo que la idea de consenso expresa, que a pesar de la
diversidad es posible la unidad de la sociedad, como forma de la vida en común.
Durkheim argumentaba que el estudio de la sociedad está a un nivel diferente del estudio del individuo, y que la sociedad forma un
todo que es mayor que la suma de sus partes. Para clarificar este argumento utilizaba la analogía de un organismo vivo. El ser
humano, es diferente del estudio de las partes que componen su organismo. Una persona total es más que la suma del corazón, los
pulmones y demás órganos.
- “Las reglas del Método Sociológico”: Allí se esmera en caracterizar el objeto y el método de la Sociología como Ciencia. En ella
señala que los “hechos sociales” son “toda forma de pensar, actual y sentir común al término medio de la sociedad” y que tiene dos
características fundamentales:
1) Son externos al individuo.
2) Ejercen cierta presión sobre él, es decir que las creencias, instituciones, funciones etc., influyen sobre la conducta de las personas.
Los hechos sociales que permanecen en el tiempo en la práctica social, se cristalizan según la visión de Durkheim y por consiguiente
se convierten en instituciones. Es decir, quién para formar pareja contrae matrimonio, y si ello se generaliza en la sociedad, el
matrimonio se convierte en Institución.
Definición de Durkheim sobre la Sociología: Es la Ciencia que estudia las Instituciones y su funcionamiento.
A diferencia con el pensamiento de Comte, Durkheim cree que no todo lo social es sociológico. Hay pues autonomía de la Sociología
como ciencia, pero las otras ciencias sociales son tan legítimas como la sociología.
En el plano estrictamente metodológico plantea sus reglas:
1) Se deben tomar los hechos sociales como “cosas”. Que en la segunda edición de su obra aclara que entiende por cosas todo
aquello que no “sea identificable con nuestra inteligencia”.
2) Regla de la ignorancia consciente: Que equivale a señalar que el investigador debe despojarse de todo conocimiento, de toda
prenoción, de todo prejuicio sobre los hechos que pretende estudiar.
3) Regla de lo concreto: Se debe partir de hechos concretos y no de abstracciones.
4) Regla de la delimitación de los hechos: Equivale a precisar el problema a estudiar señalando las variables, bajo las cuales se
persigue obtener mayores conocimientos.
5) Regla de la totalidad solidaria: Significa que el investigador una vez que arriba a sus conclusiones, analizados los datos y
procesados los mismos debe situarlos en el contexto histórico de tiempo y lugar que ha estudiado.
6) Todo Hecho social, tiene como causa otro hecho social.
7) En la sociedad se observan hechos normales y patológicos.