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En definitiva la ausencia de contienda actual significa que tal jurisdicció n se verifica inter
volentes, es decir, entre aquellas personas que acuden sin citación y sin objeto contestable a
reclamar la intervención del juez para obtener los efectos que las leyes exigen para que
determinados actos produz- can efectos jurídicos.I
Debe ser entregada por ley a los tribunales, sin que exista contienda entre partes
No contenciosa
Se inicia con la solicitud presentada al tribunal, al cual se pide su intervención por expreso
mandato de la ley, con el objeto de autentificar o solemnizar algún acto de finalidad
constitutiva. No existe entre ellos derechos lesionados, no se pide nada en contra o en frente
de alguien.
1
JARA
De voluntario a contencioso: Un tercero que se le lesionan sus derechos y oponerse a que
siga la tramitación de judicial del acto de jurisdicción voluntaria. Debe ser legitimo
contradictor.
Requisitos:
a)Existirá un tercero cada vez que se presente un tercero en una gestión voluntaria solicitando
al tribunal que no se acceda a la petición hecha por aquel que ha promovido la petición.
b) que la oposición provenga de un legítimo contradictor
c) que la oposición se haya formulado en tiempo oportuno
De tal forma, cabe la duda si corresponde aplicar supletoriamente las normas del Código de
Procedimiento Civil.
El derecho a oponerse que tienen los terceros que se sienten perjudicados con el acto no
contencioso que se trata de formar no puede hacerlo valer cualquier persona, la ley exige que
se trate de un "legítimo contradictor". No existe un concepto legal que defina al legítimo
contradictor. En doctrina tampoco existe acuerdo qué se debe entender por "legítimo
contradictor". Para el profesor José Quezada Meléndez "La Jurisdicción", pág. 221 Ediar
Editores Ltda.., "es la persona que pretende modificar o dejar sin efecto lo resuelto en una
gestión voluntaria, por tener mejor derecho o interés que el solicitante".
Medidas cautelares
La Corte Suprema en un informe evacuado en el año 2015 durante la tramitación del proyecto
de la ley de Aborto hizo patente su preocupación en cuanto al procedimiento judicial que se
establecía para la autorización judicial sustitutiva, en su considerando noveno menciona
“por la naturaleza del asunto, debiera contemplarse un procedimiento que, sin
perjuicio de fijar un criterio de rapidez y eficiencia en su resolución, no deje
atado necesariamente al juez a los exiguos plazos previstos por la iniciativa,
pudiendo ser factible replicar un procedimiento de naturaleza cautelar. Las
resoluciones judiciales precisan de procedimientos acordes a lo que se decide,
contando con los informes y antecedentes necesarios, como también con la
posibilidad de oír al equipo médico, al representante legal (sea el padre, la madre,
el adoptante, el tutor o curador, u otro) y especialmente a la niña afectada. De esta
forma, la decisión jurisdiccional armonizaría con la exigencia constitucional de
motivación y fundamentación de las resoluciones sobre la base de procedimientos
racionales y justos.”2
Senador Bianchi 3La controversia del texto emanado de la Comisión Mixta, cuya propuesta se
encuentra sometida a nuestra votación, apunta a la posibilidad de que, frente a la negativa o
ausencia del representante legal de la niña violada, sea un tribunal de justicia el que resuelva
sobre la procedencia de interrumpir el embarazo. Hablo de la denominada "autorización judicial
sustitutiva".
Como primera consideración en favor del texto aprobado por la Comisión Mixta, debo señalar
que en la generalidad de los casos el violador de la niña es un familiar directo (padre, abuelo,
tío). Y son precisamente esos parientes los que por ley -¡por ley!- detentan la calidad de
representantes legales.
¿Le vamos a entregar a quien tal vez violentó sexualmente a la niña la facultad de decidir
respecto de una medida de protección para esa víctima?
¡Mi respuesta es un rotundo no, señor Presidente!
Por otra parte, en caso de que se pida la autorización judicial sustitutiva, el juez tiene que tomar
en consideración elementos objetivos, como el informe del equipo médico que atendió a la
víctima -a esta menor de 14 años-, la opinión fundada de un profesional médico y todos los
demás factores necesarios para proteger a la niña.
¿Por qué?
¡Porque estamos hablando de una niña de 14 años o menos que fue violada!
2
Informe
3
REPÚBLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 365ª Sesión 36ª, en miércoles 2 de agosto de 2017 Ordinaria
http://www.senado.cl/appsenado/index.php?mo=sesionessala&ac=getDocumento&teseid=61185&idparl=9
07&tema=Proyecto&nrobol=989511_P&legiid=&tagid=26
1. Interposición de acción
Plazo:
Forma de interposición de acción: escrito o de manera urgente verbal
2. Audiencia
a. Conciliación
b. Prueba
c. Orden de no innovar
d. Medidas para mejor resolver.
3. Recurso de Apelación
4. Reglas generales del procedimiento
i. Legislación comparada:
a. Argentina.
De público conocimiento es que Chile ha sido uno de los últimos países en regular el aborto,
incluso solo por tres causales. Si se analiza la legislación de nuestro país contiguo, Argentina,
podemos notar que el aborto regulado para las menores de 14 años pretende resguardar de
mejor manera la integridad de la niña.
Si bien en Argentina el aborto se encuentra permitido solo por la causal de salud, que abarca
que el embarazo represente un peligro para la vida o para la salud de la mujer y este peligro
no pueda ser evitado por otros medios, y por la causal de violación, se analizará la ley
argentina solo en lo pertinente a este trabajo.
En lo referente a la causal de violación, el inciso segundo del artículo 86 del Código Penal
Argentino establece que toda mujer victimad e violación, con independencia de que tenga o
no una discapacidad intelectual o mental, tiene derecho a la interrupción legal del embarazo
producto de dicha violencia sexual.
Ahora bien, la ley que regula la interrupción del embarazo para el caso de violación, solo
requiere que la mujer, “o cuando fuese necesario su representante legal, realice una
declaración jurada donde afirme que el embarazo que cursa es producto de una violación” 4
4
pagina 15 Protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del
embarazo.
Incluso se establece que la declaración jurada exigida debe ser simple, sin formalidades
legales y en ningún caso se puede exigir que la mujer presente alguna prueba o haga un relato
extenso del hecho. No es requisito denuncia judicial
El fallo de la CSJN también aclara que aun ante una duda sobre la veracidad de la violación
es prioridad no negar bajo ninguna circunstancia el acceso al servicio de ILE: “[...] si bien
este Tribunal advierte la posibilidad de configu- ración de ‘casos fabricados’, considera que
el riesgo derivado del irregular obrar de de- terminados individuos no puede ser nunca razón
suficiente para imponer a las vić timas de delitos sexuales obstáculos que vulneren el goce
efectivo de sus legit́ imos derechos o que se constituyen en riesgos para su salud” (CSJN,
2012).
En el caso de las niñas menores de catorce años, la ley argentina establece que se debe
respetar su derecho a ser escuchadas y que en efecto, su opinión sea tomada en cuenta. En
esta situación, al igual que en la ley chilena, se requiere que los representantes legales estén
de acuerdo con la interupción del embarazo, toda vez que deberán firmar lel consentimiento
informado o la declaración jurada de violación cuando corresponda, obviamente si a si la
niña lo quiere.
Ahora bien, en el caso de la negativa injustificada de los representantes legales, ya sean los
padres, tutores u otros designados al efecto, se aprecia la diferencia fundamental con nuestra
legislación, dado que en tal situación se procederá en virtud al artículo 61 del Código Civil
argentino que señala que “cuando los intereses de los incapaces, en cualquier acto judicial o
extrajudicial, estuvieren en oposición con la de sus representantes, dejarán estos de intervenir
en tales actos, haciéndolo en lugar de ellos, curadores especiales para el caso de que se
tratare”. Es decir y tal como lo reafirma, la Suprema Corte de Justicia Argentina en su fallo
FAL del 2012, la causal de violación es admisible para cualquier mujer y no se permite la
judicialización en ningún caso.
Si bien en este caso se requiere de los tribunales para la designación del curador, es destacable
que se impide al representante legal ser un legitimo contradictor.
b. España
Artículo 17 de la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupció n voluntaria del embarazo y la Ley Orgá nica
11/2015, de 21 de septiembre, para reforzar la protecció n de los menores y mujeres con capacidad modificada judicialmente en la interrupción
voluntaria del embarazo.
• su manifestació n de voluntad,
• el consentimiento expreso de sus representantes legales.
En este caso los conflictos que surjan en cuanto a la prestació n del consentimiento por parte de los representantes
legales, se resolverá n en conformidad con lo dispuesto en el Có digo Civil. 5
en caso de discrepancia sobre el aborto entre la joven y sus padres o tutores, resolverá el
juez. En consecuencia, el juez puede llegar tanto a autorizar en tal caso el aborto como a
decidir que la menor de esa edad no debe abortar y que por el contrario, incluso en
situaciones de riesgo para la vida o salud de la embarazada, tiene la obligación impuesta
legalmente de dar a luz y, si sobrevive, de mantener y alimentar al recién nacido.
Gran parte de nuestra ley IVE se basa en la legislación española que regulaba la interrupción
del embarazo hasta el 2010. Sin embargo, dicho año la regulación del aborto tuvo un cambio
sustancial, en virtud a que ya no se permite solo por las causales consignadas en la ley XXX,
sino que ahora la interrupción del embarazo se permite sin expresión de causa hasta la semana
14, es decir, se establace un sistema de plazas para el aborto.
Del análisis del artículo 156 del Código Civil español, que habla sobre la patria postestad,
del inciso tercero se desprende que se requiere de la intervención del Juez cuando haya un
desacuerdo entre quienes ejercen la patria potestad, quién podrá escucha a la hija si tuviere
suficiente madurez
5
Cuaderno recopilatorio de legislación relativa a menores de edad. Gobierno del Principado de Asturias.
Marzo 2017. Irene Arce Fernandez, pag 104
Inc 3 art 156: En caso de desacuerdo, cualquiera de los dos podrá acudir al Juez, quien, después
de oír a ambos y al hijo si tuviera suficiente madurez y, en todo caso, si fuera mayor de doce años,
atribuirá la facultad de decidir al padre o a la madre. Si los desacuerdos fueran reiterados o
concurriera cualquier otra causa que entorpezca gravemente el ejercicio de la patria potestad,
podrá atribuirla total o parcialmente a uno de los padres o distribuir entre ellos sus funciones. Esta
medida tendrá vigencia durante el plazo que se fije, que no podrá nunca exceder de dos años.
El sistema utilizado es “Judicial bypass”, que consiste en que la menor embarzada debe pedir
una audiencia privada ante un juez para obtener una orden autorizando el aborto.
Antes de que se realice la audiencia es obligatorio que la joven embarazada escuche una
charla estatal, contacte un abogado provado o uno que le procvea el Estado y llenar una
planilla otorgada por el hospital o clínica para solicitar permiso para abortar. Una vez
completada la planilla, la audiencia ha de realizarse a lo más tardar en los siguientes 3 días
laborales.
La audiencia ante el juez es desformalizada y en ella solo pueden estar presentes la niña
embarzada, su abogado, otra persona que la niña quiera que este presente, el juez y un
secretario de la corte.
Ahora cabe destacar como decidirá el juez. Primero debe analizar mediante preguntas si la
mujer es lo suficientemente madura como para tomar la decisión, de ser así, debe autorizar
el aborto. En caso contrario, el juez deberá analizar si el aborto es lo que mas le conviene, de
considerar que sí, debe otorgar el permiso.
Es decir, la forma de la audiencia no es más que una serie de preguntas realizadas por el juez
para poder determinar si la menor embarzada entiende lo que es el procedimiento del aborto,
si es lo suficientemente madura para tomar la decisión por sí sola, si está siendo obligada a
aboortar, los planes para el futuro, entre otros.
Se establece que el juez debe decidir inmediatamente o a lo más tardar dentro de 3 días
hábiles después de haber entregado la niña su solicitud. En caso que el juez no tomara la
decisión o bien no diera su autorización, la joven embarzada tiene derecho a un apelación en
6
Guía para las jóvenes en cuanto al aborto en Pennsylvannia. Women’s Law Project. 2017
la Corte Superior dentro de los cinco días hábiles contados desde la fecha en que se debió
comunicar su decisión o bien desde que se deneogó la petición, respectivamente.
ii. INTRODUCCIÓN
Luego del estudio de la situación actual de la regulación del aborto en tres casuales en nuestro
país, se analizará y determinará la naturaleza jurídica del procedimiento estipulado para la
autorización judicial sustititutiva, de tal forma de describir un procedimiento adecuado y
encuadrado en el debido proceso y en el resguardo de la integridad de las niñas.
Finalmente se concluirá….
iii. Conclusión
Es menester que nuestra legislación vaya más allá de los procesos estrictamente judiciales y
se abra a las posibilides de solución de conflictos en los cuales no intervengan los jueces,
sobre todo en casos como las niñas embarazadas, donde se requiere celeridad en el proceso
y sobre todo un sistema que acompañe y resguarde la salud mental de la menor.
El caso de la legislación argentina, es una muestra de que se está optando por resguardar la
autonomía de la niña por sobre los prejucios morales que puedan tener sus representantes
legales.
_______-
BOLETÍN N° 9.895-11
El proyecto de ley busca, asimismo, la protección de las niñas y adolescentes. Por una parte,
el ordenamiento jurídico protege el interés superior de las niñas y reconoce su autonomía
progresiva; en coherencia con otra normativa aplicable, se dan ciertas reglas especiales. Es
así como en el derecho chileno se imputa responsabilidad penal a los mayores de 14 años, de
acuerdo a la ley Nº 20.084, que establece un sistema de responsabilidad de los adolescentes
por infracciones a la ley penal; a su vez, la ley Nº 20.418, que fija normas sobre información,
orientación y prestaciones en materia de regulación de la fertilidad, les reconoce márgenes de
libertad. Por ello, este proyecto de ley se enmarca en el reconocimiento de autonomía limitada
para las menores de 18 y mayores de 14 años. En efecto, si bien se les da eficacia a su
manifestación de voluntad, se cautela el conocimiento de sus representantes legales o, a falta
de éstos, de otro adulto. Desde el punto de vista sanitario, además, la presencia de sus
mayores es una garantía para la menor. Por otra parte, es importante recordar que en el
Código Penal se reconoce a las personas mayores de catorce años autonomía sexual,
mediando su consentimiento. Cuestión distinta ocurre con las menores de 14 años, quienes
deben actuar con autorización de su representante legal, -su padre, madre u otro adulto
responsable-; esta regulación eleva los estándares de participación de los representantes
legales de las menores, en comparación con la ley N° 20.418. No obstante, es importante
reconocer un legítimo espacio de discernimiento a la menor, habida consideración que será
ella quien sobrellevará las consecuencias de la decisión, razón por la cual, al equipo de salud,
se establece la posibilidad de acceder al juez de familia para que éste otorgue la autorización
respectiva, en subsidio de sus representantes, siempre que concurran los requisitos de la
causal respectiva. Finalmente el proyecto reconoce que la violencia sexual que afecta a las
niñas y adolescentes con frecuencia se manifiesta dentro de su propio hogar; por ello autoriza
al médico cirujano a prescindir de la solicitud de autorización al representante legal de las
menores de 14 años, cuando existan antecedentes para afirmar que, al hacerlo, se expondrá a
la menor a un riesgo de violencia intrafamiliar, coacción, amenaza o maltrato, o incluso a una
posible situación de desarraigo o de abandono. En tal caso, puede acudir al juez de familia
competente.
En cualquiera de las causales anteriores, la mujer deberá manifestar en forma expresa, previa
y por escrito su voluntad de interrumpir el embarazo. Cuando ello no sea posible, se aplicará
el artículo 15 letras b) y c) de la ley Nº 20.584, que regula los derechos y deberes que tienen
las personas en relación con acciones vinculadas a su atención en salud, sin perjuicio de lo
dispuesto en los incisos siguientes. En el caso de personas con discapacidad sensorial sea
visual y/o auditiva, como asimismo, en el caso de las personas con discapacidad mental
psíquica y/o intelectual, que no hayan sido declaradas interdictos y que no puedan darse a
entender por escrito, se dispondrá de los medios alternativos de comunicación para prestar su
consentimiento, en concordancia con lo dispuesto en la ley Nº 20.422 y Convención de los
derechos de las personas con discapacidad.
Si la mujer ha sido declarada incapaz judicialmente por causa de demencia, se deberá obtener
la autorización de su representante legal, debiendo siempre tener su opinión en consideración,
salvo que su incapacidad impida conocerla.
Cuarto: Que una innovación introducida por la indicación al inciso cuarto del artículo 119 del
Código Sanitario radica en la incorporación del elemento de reserva del procedimiento judicial
en comento y la regulación del sistema recursivo de la decisión del juez en esta sede.
La manera en que la indicación propone regular los medios recursivos a este respecto
contiene dos elementos: a) La apelación procederá únicamente cuando se rechace la
autorización; y b) Hace aplicable para la tramitación el procedimiento establecido en el artículo
69 inciso quinto del Código Orgánico de Tribunales. Respecto a lo primero, pareciera que si se
impide la participación de cualquier tercero en el procedimiento de autorización de interrupción
del embarazo de la menor de 14 años, incluyendo a los padres o representantes legales de
ésta que se opusieren a tal autorización, sería difícil que existiera un apelante distinto a la
propia menor de edad, cuestión que se dificultaría al no tener la capacidad legal para hacerlo
toda vez que quien en definitiva podría recurrir sería su representante legal, salvo que lo que
se pretenda es que el equipo médico estaría habilitado para hacerlo, entendiendo entonces
que sería un interesado en el proceso. En tal sentido, a pesar de parecer tautológica la
regulación anotada, ella aparece coherente con el objetivo del proyecto tendiente a suprimir
cualquier posibilidad de oposición o participación del padre, madre o representante legal en el
procedimiento judicial descrito, lineamiento ya criticado por la Corte según lo consignado en su
primer informe a la iniciativa legal en estudio.
Respecto a lo segundo, esto es, la remisión al inciso quinto del artículo 69 del Código
Orgánico de Tribunales para la tramitación del recurso de apelación, cabe consignar que dicha
disposición sólo alude a la agregación extraordinaria de la causa a la tabla del día hábil
siguiente a su ingreso al tribunal, o el mismo día, en casos urgentes; por lo que la tramitación
misma será la general de los incidentes regulada en el Código de Procedimiento Civil;
Conclusiones
El procedimiento debe ser claro y uniforme para todos los Tribunales de Familia como
para las Cortes de Apelaciones de todo el país, sin que el juez tenga la más mínima posibilidad
de que por la propia forma de tramitar en el Tribunal donde desempeña sus funciones o por
sus consideraciones morales o éticas en contra del aborto, se pueda vulnerar la integridad de
la niña o mujer interdicta por demencia o impedir la interrupción del embarazo, de ser
procedente.
De tal forma, en los párrafos siguientes se contrastan las diferentes posturas existe para
cada punto tratado en este informe, y se señala que aspecto procesal ha de ser mejorado en la
regulación actual para lograr una adecuada aplicación de la Ley 21.030.
Con respecto a lo analizado en el punto IV de este informe, esto es, quién es el legitimado
para requerir del juez de Familia la autorización judicial sustitutiva en caso de la falta de
autorización del representante legal de la embarazada, los Tribunales de Familia deberían
considerar como suficiente la solicitud por si sola de la niña para dar curso a la misma, aun
cuando no esté asistida por un integrante del equipo médico, toda vez que si se exige que la
niña sea acompañada por un médico u otro especialista parte del equipo de salud al momento
de presentar la solicitud a los Tribunales de Familia, se estaría condicionando el derecho de
la embarazada a solicitar la autorización judicial sustitutiva para interrumpir su embarazo a
la disposición del personal de salud y en efecto, la negativa de estos a acompañar a la niña
en el requerimiento podría ser una forma utilizada por los que estén en contra del aborto a fin
de impedir la realización de este. Por lo tanto, en el tema en cuestión debe primar el interés
superior de la niña y su voluntad de interrumpir el embarazo para dar curso a la solicitud.
Además, se debe tener en consideración que si en la audiencia oral que se resuelve la solicitud
no es obligatorio para el juez escuchar al miembro del equipo médico, pero sí a la niña
solicitante e interesada, tampoco tendría porque ser obligatorio que el médico acompañe a la
niña menor en la solicitud ante el tribunal correspondiente.
En efecto, es indispensable que la Ley modifique su artículo 119 señalando que bastará
con la sola solicitud realizada la menor, acompañada de los antecedentes médicos
necesarios, para dar curso a la solicitud por parte de los Tribunales de Familia.
Por otro lado, en caso que la autorización al Tribunal de Familia sea requerida por
considerar el equipo médico de la embarazada que solicitar dicha autorización al
representante legal pueda traer un riesgo grave para la integridad psíquica o física de la
misma, es necesario que la Ley se modifique y determine con claridad que cualquier
institución médica del Segundo Nivel de Especialidad, tanto pública como privada,
pueda comunicarse o presentarse ante el Tribunal de Familia para solicitar la
autorización judicial sustitutiva. Ya que si bien, ni la Ley ni la normativa del Ministerio de
Salud lo prohíben, no existe certeza de que una institución privada pueda constatar la
indicación y activar el mecanismo judicial para hacer efectiva la voluntad de la gestante que
no cuente con la autorización del representante legal. A efectos de no caer en la
revictimización secundaria de la mujer embarazada víctima de una violación que deba ser
derivada de una institución privada a un pública, ambas de segundo nivel de especialidad,
para poder constar la causal invocada.
En lo concerniente al tipo de procedimiento adecuado para tramitar la solicitud de
autorización judicial sustitutiva por parte de los Tribunales de Familia, tratado en el punto V
de este informe, es claro que dadas las características del procedimiento que impone la Ley
IVE, esto es, sin forma de juicio y un plazo máximo de cuarenta y ocho horas para resolver,
lo más lógico es que se tramite como una solicitud de autorización voluntaria conforme al
artículo 102 de la Ley 19.968 y en efecto, sea admitida a tramitación sin que sea necesario
una demanda o presentación formal de un escrito y el patrocinio de un abogado; de manera
tal que el juez resuelva la solicitud en una sola audiencia y con el solo mérito de los
antecedentes necesarios presentados, oyendo a la niña o mujer y al representante legal, si
procediese.
Por tanto, es menester una modificación a la Ley que aclare que la autorización judicial
sustitutiva se trata de una autorización voluntaria y por consiguiente, debe ser
tramitada como un acto no contencioso, mediante el cual se resguarde la reserva y
celeridad del procedimiento.
Sin duda, la Corte de Apelaciones de Rancagua ha dado un importante paso para lograr
una buena administración de justicia y así asegurar un mejor funcionamiento del sistema
recursivo dispuesto en la Ley IVE, toda vez que de manera imperativa gracias a su Auto
Acordado puede uniformar el actuar de los jueces bajo su jurisdicción, de manera tal de
igualar el procedimiento de todas aquellas niñas o mujeres que requieran de la autorización
judicial sustitutiva y así, cumplir con el mandato constitucional de igualdad ante la ley.
Considero que en vista de la premura con la cual se debe resolver la solicitud se debería
establecer que la apelación se realice de manera verbal en la misma audiencia que se resuelva
la solicitud, por cuanto si el legislador determinó un procedimiento excepcionalísimo de tan
solo cuarenta y ocho horas para que el juez de familia autorice o no el aborto de la interesada,
tuvo presente que mientras se realiza el trámite judicial está corriendo un plazo fatal para
poder interrumpir el embarazo. De igual forma y teniendo siempre presente el principio de
la celeridad, no debería ser obligatorio contar con el patrocinio de un abogado, sino que antes
de la resolución, el juez explique a la niña o mujer embarazada y a su representante legal que
negó la autorización, las posibilidades de recurrir que tienen y como hacerla efectiva, para
que no se ve vulnerado su derecho a recurrir. Así, la Corte de Apelaciones debería acoger o
rechazar el recurso el mismo día en que conoce de él.
Por otra parte, es apropiado que el recurso de apelación se conceda en ambos efectos, dada
la naturaleza del aborto y la imposibilidad de revertir el efecto producido por él. Sin embargo,
en razón de esto, es imprescindible que el legislador defina qué pasa si estando pendiente el
recurso de apelación, el plazo de doce o catorce semanas de gestación para interrumpir el
embarazo, dependiendo de la edad de la mujer, se cumple. Ante esto, se deberá analizar si la
resolución de la Corte de Apelaciones que autorice el aborto de la niña o mujer interdicta por
demencia está por sobre el plazo establecido por Ley para interrumpir el embarazo y por
tanto, los médicos estarían obligados a cumplir, sin caer en responsabilidad penal por
practicar un aborto fuera de las indicaciones permitidas. Sin duda, este tema es necesario
analizar extensamente en otra ocasión, dado que se cruzan el poder legislativo con el judicial
y al ser entes independientes, no hay una preponderancia de uno sobre el otro.
Además, ante la nebulosa que rodea a la Ley IVE, es necesario evitar todo acto o
circunstancia que pueda traer como efecto el vencimiento del plazo legal para interrumpir el
embarazo y que implique que quede en duda la ejecución del aborto por parte de los médicos.
Así, si por el artículo 69 del Código Orgánico de Tribunales correspondiese conocer el
recurso un día feriado, debería ser obligatorio que cada Corte del país cuente en esos días con
una sala de turno para que conozca el tema en cuestión y se evite todo problema ulterior que
pueda ocasionar un daño a la niña o mujer.
Es imprescindible que todas las Cortes de Apelaciones regulen tramitación del recurso
de Apelación dispuesto por la Ley 21.030, mientras el Congreso no legisle sobre la
correcta interposición de este recurso y sus efectos de manera profunda e imperativa
para todos los tribunales del país, toda vez que la normativa emanada del Ministerio de
Salud, no contempla un procedimiento obligatorio para los jueces de Familia.
Otro punto importante que debe ser regulado con exactitud es la forma correcta de
contabilizar el plazo de semanas de gestación, tal como se analizó en el punto VII del presente
informe, toda vez que si queda a criterio del juez no existiría una igualdad ante la ley de las
mujeres que desean interrumpir el embarazo por encontrarse dentro de las indicaciones
justificadas, ya que un juez del Tribunal de Familia ante la solicitud de autorización judicial
sustitutiva de una niña menor de 14 años con 14+5 días de gestación puede considerar que
ya se cumplió el plazo fatal permitido por la Ley para interrumpir el embarazo, mientras que
un juez de Familia de una localidad cercana considere que dicho tiempo de gestación siguen
siendo catorce semanas mientras no se cumplan las quince semanas de gestación. En
consecuencia dos niñas menores con el mismo tiempo de gestación, es decir, en la misma
situación jurídica pueden tener una respuesta diferente del Tribunal de Familia como
consecuencia simplemente del criterio del juez. Sin duda, este es un aspecto que no debería
quedar a su arbitrio, dado que es dable considerar que un juez de Familia no actúe con la
imparcialidad requerida, sino por sus consideraciones morales o éticas, restringa el plazo a
98 días, solo para evitar la interrupción del embarazo.
Por lo recién expuesto, urge la necesidad de que el legislador aclare la forma de
computar el plazo y evitar que se pueda “tantear al Tribunal”, es decir, que se presenten
solamente las solicitudes de autorización judicial sustitutiva a aquél juez que considere
el cómputo del plazo de manera amplia. La modificación correspondiente debe tener
como eje principal el interés superior de la niña, por lo que es apropiado que se
considere el plazo de catorce semanas de manera amplia, de forma tal, que la niña
embarazada producto de una violación pueda abortar, en virtud a que unos días más
de gestación no harán de la intervención un mayor peligro para la mujer ni ésta se
encontrará más preparada para ser madre.