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Universidad Nororiental Privada Gran Mariscal de Ayacucho

Facultad de Derecho – Escuela de Derecho

5° Semestre Sección 01

Catedra: Derecho Civil – Obligaciones II

Profesor: Integrantes:

Dra. Imilcet Martinez Alvarez Fiorens

Guilarte Carla

Martinez Ana

Olivares Liz

Ciudad Bolívar; Noviembre de 2018


La teoría de la trasmisión e las obligaciones estudia el problema de la continuidad de la
obligacion entre personas distintas de los primitivos sujetos de la relación obligatoria, sin que la
obligación en sí misma experimente alteración alguna.

Por transmisión de ligaciones se entiende la aptitud de la obligación para cambiar de


titulares activos o pasivos sin alterar su esencia, permaneciendo una y la misma.

Desde el punto de vista de la transmisión, las obligaciones no son consideradas como


vínculos jurídicos propiamente dichos, sino como un elemento de naturaleza patrimonial
susceptible de ser transmitido entre los sujetos de derecho, sin experimentar ninguna
modificación. En principio, todos los bienes integrantes del patrimonio de un sujeto de derecho
son susceptibles de transmisión y las obligaciones como elementos integrantes de ese patrimonio
también lo son, con las limitaciones impuestas por la ley.

CLASIFICAION DE LOS MODOS DE TRANSMISION DE LAS OBLIGACIONES

De una manera general, la doctrina ha clasificado los modos de transmisión de las


obligaciones desde tres puntos de vistas, a saber:

1. SEGÚN LA NATURALEZA DE LA CAUSA QUE PROVOQUE LA TRANSMISIÓN:

Transmisiones mortis causa, denominadas también transmisiones hereditaria. Comprende


todas aquellas situaciones en que una obligación o un derecho de crédito pasa de un
deudor que ha fallecido a otros acreedores, sus respectivos herederos o legatarios.
Transmisiones por actos entre vivos, comprende todas aquellas situaciones en que la
obligación o un derecho de crédito pasa a otros sujetos pasivos o activos mediante actos
efectuados por los primitivos sujetos de la relación obligatoria (deudor o acreedor).

2. SEGÚN QUE LA TRANSMISIÓN COMPRENDA UN DERECHO DE CRÉDITO O UNA


OBLIGACIÓN:

Transmisiones activas: comprende la transmisión de los derechos de crédito, bien sea por
los actos mortis causa o por actos entre vivos. Cambia el acreedor, pero la obligación es la
misma: mismo deudor, objeto y causa.
Transmisiones pasivas: comprende la transmisión de las obligaciones por actos mortis
causa o por actos entre vivos. Solo cambia el deudor.

3. SEGÚN LA NATURALEZA DE LA PERSONA O PERSONAS QUE SUCEDEN A LOS PRIMITIVOS


SUJETOS DE LA RELACIÓN OBLIGATORIA:

Transmisión a causa habiente universal o a titulo universal: comprende la transmisión de


obligaciones o derechos de crédito a personas que suceden al primitivo titular de la
relación obligatoria en la totalidad de su patrimonio o en una parte alícuota,
indiferenciada del mismo. Puede efectuarse dicha transmisión por actos mortis causa o
entre vivos.
Transmisiones a causa habientes a título particular: comprenden la transmisión de
obligaciones o derechos de crédito a personas que suceden al primitivo titular de la
relación obligatoria, o en una parte específica de su patrimonio. Puede efectuarse dicha
transmisión por actos mortis causa (legados) o por actos entre vivos (contratos).

TRANSMISION A LOS CAUSAHABIENTES UNIVERSALES O A TITULO UNIVERSAL

Los causahabientes universales o a titulo universal son aquellos que suceden a una
persona, anterior titular de derecho y obligaciones, en la totalidad de su patrimonio o en una
parte alícuota del mismo. Lo suceden tanto en su activo como en su pasivo y son los continuadores
de la persona jurídica de su causante. Por lo tanto, los derechos y obligaciones existentes en el
patrimonio del causante pasan a su causahabiente universal o a titulo universal.

El código civil así lo dispone en su artículo 1163:

“Se presume que una persona ha contratado para sí y para sus herederos y causahabientes,
cuando no se ha convenido expresamente en lo contrario, o cuando no resulta así de la naturaleza
del contrato.”

Entre los modos de transmisión a los causahabientes universales y a titulo universal, la


doctrina distingue:

Transmisiones por actos mortis causa:

Las transmisiones por actos mortis causa son aquellas que ocurren por causa de muerte del
titular de los derechos de crédito o de las obligaciones. El estudio de la transmisión de las
obligaciones por la muerte de una persona, así como de todos los demás bienes que integran el
patrimonio de una persona, es ajeno a las obligaciones, y es la materia específica de las
sucesiones.

Dentro de estas transmisiones están:

Sucesión hereditaria entre particulares:

Es el supuesto más común o frecuente: los causahabientes universales o a titulo universal,


que en este caso reciben la denominación e herederos, suceden al causante (titular de derecho de
crédito o de las obligaciones, que ha fallecido) en su activo y en su pasivo. Así se colige de diversas
disposiciones de nuestro Código Civil, aun cuando este ordenamiento no contemple disposición de
alcance general al respecto. Tales disposiciones son:

ARTICULO 1163: “se presume que una persona ha contratado para sí y para sus herederos y
causahabientes, cuando no se ha convenido expresamente en lo contrario, o cuando no resulta asi
de la naturaleza del contrato.”
ARTICULO 995 (PRIMER PARRAFO): “La posesión de los bienes del de cujus pasa de derecho a la
persona del heredero, sin necesidad de toma de posesión material”.

ARTICULO 1110: “Los coherederos contribuyen al pago de las deudas y cargas de la herencia en
proporción a sus cuotas hereditarias, salvo que el testador haya dispuesto otra cosa”.

ARTICULO 1112: “Los herederos están obligados a satisfacer las deudas y cargas hereditarias
personalmente, en proporción a su cuota, e hipotecariamente por el todo, salvo su recurso, si ha
lugar, contra los coherederos en razón de la parte con que deben contribuir”.

Sucesión hereditaria a favor del estado

En algunas ocasiones, consagradas expresamente por el Código Civil, la herencia dejada por el
causante se adjudica al Estado, quien sucede a aquel en la totalidad o en una parte alícuota de su
patrimonio, siendo, pues, un causahabiente universal o a titulo universal. Principalmente las
sucesiones hereditarias a favor del Estado ocurren en los casos siguientes:

En los casos de herencia yacente; es decir, cuando muerte el titular de unos derechos, se
ignora quien es el heredero, o han renunciado los herederos testamentarios o ab
intestato (art. 1060). Pasado un año sin que aparezca persona alguna reclamando
fundadamente derecho a la herencia, esta será declarada vacante y se pondrá al Estado
en posesión de ella (art. 1065).

En casos de nulidad de disposiciones testamentarias por causa expresamente


contempladas en el Código Civil; así tenemos, las disposiciones del testador en favor de su
alma, contempladas en el artículo 899 ejusdem: “la disposición universal o parcial que
haga de sus bienes el testador en favor de su alma, sin determinar la aplicación o
simplemente para misas, sufragios, usos u obras pías, se entenderá hecha en favor del
patrimonio de la Nación.

Esto no obsta para que el testador pueda disponer que sus herederos o albaceas lleven a efecto
sufragios determinados, con tal que la suma de tales mandas no exceda del dos por ciento liquido
de su herencia”.

Igual ocurre con las disposiciones en favor de los pobres u otras semejantes, expresadas en
general, contempladas en el artículo 900.

TRANSMISIONES UNIVERSALES POR ACTOS ENTRE VIVOS

Los derechos de crédito y de obligaciones pueden también transmitirse a causahabientes


universales o a titulo universal por actos entre vivos. Ello ocurre en diversas situaciones, entre las
cuales podemos señalar:

a) LA VENTA DE HERENCIA: mediante la venta de herencia el comprador asume todos los


derechos de crédito y de obligaciones del vendedor, sin que respecto estas últimas quede
liberado el vendedor frente a los terceros. Si el vendedor no especifica los objetos que se
compone la herencia, no está obligado a garantizar sino su calidad de heredero. Está
contemplada en el artículo 1556 del Código Civil: “quien vende una herencia sin
especificar los objetos de que se compone, no está obligado a garantizar sino su calidad de
heredero.
Si se había aprovechado ya de los frutos de algún fundo o cobrado algún crédito
perteneciente a la herencia, o venido algunos efectos de la misma, está obligado a
reembolsarlos al comprador, a menos que los haya reservado expresamente en la venta.
El comprador, por su parte, debe reembolsar al vendedor lo que este haya pagado por las
deudas y las cargas de la herencia y abonarle lo que este le deba, cuando no haya
estipulación en contrario”.

b) FUSIÓN DE SOCIEDADES: en la fusión de sociedades mercantiles, con el consentimiento,


por lo menos tácito, de todos los acreedores, tanto el activo como el pasivo de las
sociedades fusionadas pasan a la sociedad que subsiste, que es causahabiente universal de
la que se extingue. La fusión de sociedades debe cumplir los requisitos establecidos en los
artículos 343 y 346 del código de comercio.

EXCEPCIONES AL PRINCIPIO DE LA TRANSMISIBILIDAD A LOS CAUSAHABIENTES UNIVERSALES O


A TITULO UNIVERSAL

A los causahabientes universales o a titulo universal pasa todo el activo y el pasivo del
causante, tanto sus derechos de crédito como sus deudas; así se desprende del artículo 1163 del
Código Civil.

Ese principio general admite una serie de excepciones, como dice la norma antes
transcrita:

Cuando resulta de la convención de las partes

Las partes son libres de estipular que el contrato no continúe en la persona de sus herederos
o causahabientes, en cuyo caso estamos en presencia de una obligación contractual sujeta a
término extintivo incierto. En cuanto a la situación inversa, cuando las partes disponen que el
contrato no surtirá efectos sino después de la muerte de alguna de ellas, la doctrina y la legislación
rechazan esas convenciones cuando tras de ellas se disimula un pacto sobre sucesión futura, pero
las admite bajo las formas de estipulación a favor de tercero, entre ellas en el seguro de vida.

Cuando resulta de la naturaleza del contrato

Ello ocurre en diversos supuestos, a saber:

a) En la venta vitalicia, cuando muerto el acreedor, desaparece el derecho de crédito que no


pasa a sus herederos (art. 1791 CC).
b) En los contratos intuitu personae, desaparecida alguna de las partes se extingue el
contrato, caso del mandado (art. 1704 CC), de las sociedades de personas (art. 1673 CC),
salvo si se hubiese estipulado la continuación con los herederos del socio (art. 1676 CC); el
contrato de obras por la muerte del obrero, el arquitecto o el empresario persona natural
de la obra (art. 1640 CC).
c) En los contratos intuitu personae para una sola de las partes, si muere la persona cuyas
cualidades son las que califican el carácter de intuitu personae del contrato, la obligación
de esa parte no pasa a sus herederos, ni la contraparte sigue obligada para con estos.
d) En el contrato de trabajo, muerto el trabajador, el contrato se extingue, no continua en
sus herederos, en cambio, en caso de muerte del patrono, el contrato si continua con los
herederos de este, salvo que la prestación de servicio del trabajador este íntimamente
ligada a la actividad del patrono: la enfermera del médico, la secretaria del abogado.
e) Respecto de las obligaciones derivadas de hechos ilícitos, la doctrina admite la transmisión
a los herederos del daño patrimonial.
Respecto del daño moral y del pretium doloris, por su carácter eminentemente personal,
se considera que no se transmite a los herederos, salvo que la víctima hubiera intentado la
acción en vida.
f) En los casos de confusión, cuando una persona hereda en crédito contra sí mismo, el
crédito se extingue, no hay transmisión, sino extinción de la obligación.
g) En el usufructo convencional, por tiempo indeterminado, o por la vida del usufructuario,
por la muerte del usufructuario (arts. 619 y 584 CC).

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