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Dirección Técnico Normativa

Opinión

T.D.: 9932907

OPINIÓN Nº 058-2016/DTN

Entidad: Universidad Nacional de Jaén

Asunto: Prórroga de contrato de arrendamiento de bien inmueble e


impedimento para su celebración con un contratista sancionado.

Referencia: Oficio N° 540-2016-UNJ/P

1. ANTECEDENTES

Mediante el documento de la referencia, el Presidente de la Comisión Organizadora de la


Universidad Nacional de Jaén, consulta si la prórroga de un contrato de arrendamiento de
bien inmueble constituye un nuevo contrato y si existe impedimento legal para celebrar
dicha prórroga con un contratista sancionado.

Antes de iniciar el desarrollo del presente análisis, es necesario precisar que las consultas
que absuelve este Organismo Supervisor son aquellas referidas al sentido y alcance de la
normativa de contrataciones del Estado, planteadas sobre temas genéricos y vinculados
entre sí, sin hacer alusión a asuntos concretos o específicos, de conformidad con lo
dispuesto por el literal o) del artículo 52 de la Ley de Contrataciones del Estado, Ley
N° 30225 y la Tercera Disposición Complementaria Final de su reglamento, aprobado
mediante Decreto Supremo Nº 350-2015-EF.

En ese sentido, la conclusión de la presente opinión no se encuentra vinculada


necesariamente a situación particular alguna.

2. CONSULTAS Y ANÁLISIS

De forma previa, es preciso señalar que las presentes consultas se encuentran vinculadas a
la aplicación de la Ley de Contrataciones del Estado, aprobada mediante Decreto
Legislativo Nº 1017 (en adelante, la "anterior Ley"), y su Reglamento, aprobado mediante
Decreto Supremo Nº 184-2008-EF (en adelante, el "anterior Reglamento") 1; por tanto,
serán absueltas bajo sus alcances.

Las consultas formuladas son las siguientes:

2.1. “¿La prórroga de un contrato de arrendamiento de bien inmueble constituye un


nuevo contrato? Referido a la interpretación del numeral 4 de artículo 150 de la Ley
de Contrataciones del Estado.” (sic).

2.1.1. En principio, debe indicarse que el artículo 149 del anterior Reglamento establecía
que, en caso de bienes y servicios, el contrato tenía vigencia desde el día siguiente
de la suscripción del documento que lo contiene o desde la recepción de la orden de
compra o servicio, según corresponda, hasta la conformidad de la prestación a
cargo del contratista y el pago correspondiente. Así también, como regla general,
1
Normas vigentes hasta el 8 de enero de 2016.
2

del artículo 12 de la anterior Ley2 se desprendía que el plazo de ejecución de un


contrato debía corresponder a un (1) ejercicio presupuestal.

Precisado lo anterior, corresponde señalar que, el artículo 150 del anterior


Reglamento, establecía reglas especiales respecto del plazo de ejecución
contractual; entre estas, la del numeral 4): "Cuando se trate del arrendamiento de
bienes inmuebles, el plazo podrá ser hasta por un máximo de tres (3) años
prorrogables en forma sucesiva por igual o menor plazo; reservándose la Entidad
el derecho de resolver unilateralmente el contrato antes del vencimiento previsto,
sin reconocimiento de lucro cesante ni daño emergente, sujetándose los reajustes
que pudieran acordarse al Índice de Precios al Consumidor que establece el
Instituto Nacional de Estadística e Informática - INEI." (El resaltado es agregado).

Como se advierte, en los contratos de arrendamiento de bienes inmuebles, las


Entidades podían prever un plazo de ejecución contractual de hasta tres (3) años,
considerando también dicho artículo la posibilidad de prorrogarlo de forma
sucesiva, por igual o menor plazo 3 de manera directa; es decir, sin la necesidad de
llevar a cabo previamente un proceso de selección u otro mecanismo de compra.

Cabe mencionar que, por "prórroga"4 debía entenderse la "Continuación de algo


por un tiempo determinado". Por su parte, Messineo5 expresa que la prórroga “se
da cuando en un contrato próximo a vencerse, por acuerdo de las partes, se
conviene en extender su duración, siendo el contrato el mismo de antes.” (El
resaltado es agregado); en este sentido, en el ámbito de la Contratación Pública, la
prórroga debía entenderse como la extensión del plazo de ejecución de un
contrato celebrado entre una Entidad y un contratista, por un determinado
periodo.

Por lo expuesto, en el marco de un contrato de arrendamiento de bien inmueble


celebrado bajo el ámbito de la anterior normativa de contrataciones del Estado, la
prórroga no determinaba la celebración de un nuevo contrato, sino que se limitaba a
extender el plazo de ejecución del contrato original, por un periodo determinado.

2.2. “¿Existe impedimento legal para que una entidad celebre una prórroga de contrato
de bien inmueble con un contratista sancionado con posterioridad a la suscripción
del contrato?” (sic).

2.2.1 Con relación a la consulta, cabe indicar que la anterior normativa de contrataciones
del Estado permitía que toda persona, natural o jurídica, que cumpliese con los
requisitos establecidos en esta pudiese ser participante, postor o contratista en las
2
"Artículo 12.- Requisitos para convocar a un proceso
(…)
Se podrán efectuar procesos cuya ejecución contractual se prolongue por más de un (1) ejercicio
presupuestario, en cuyo caso deberá adoptarse la debida reserva presupuestaria en los ejercicios
correspondientes, para garantizar el pago de las obligaciones".
3
Cabe precisar que de acuerdo a lo indicado en las Opiniones Nº 072-2013/DTN; Nº 038-2014/DTN y 066-
2016/DTN, el plazo máximo de un contrato de arrendamiento de bien inmueble no podía ser superior a diez
(10) años, ello en razón a lo previsto en el artículo 1688 del Código Civil.
4
Según la primera acepción del término "prórroga" establecida en la vigésima segunda edición del
Diccionario de la Lengua Española.
5
MESSINEO, Francesco. Doctrina General del Contrato. Tomo II. Buenos Aires: Ediciones Jurídicas
Europa – América, 1952. Pág. 205.
3

contrataciones que llevaban a cabo las Entidades, salvo que se encuentrara inmersa
en alguno de los impedimentos establecidos en el artículo 10 de la anterior Ley.

Asimismo, es necesario señalar que el libre acceso a las contrataciones públicas


tenia su fundamento en los principios que inspiran el sistema de contratación estatal
–Libre Concurrencia y Competencia, Publicidad, Transparencia, Trato Justo e
Igualitario, entre otros– así como en los principios generales del régimen
económico nacional consagrados en el Título III de la Constitución Política del
Perú.

Así, debía entenderse que los impedimentos para ser participante, postor o
contratista, solo podian ser establecidos mediante ley. Asímismo, dichos
impedimentos debían ser interpretados de manera restrictiva, no pudiendo aplicarse
por analogía a supuestos que no se encontraran expresamente contemplados en la
norma.

2.2.2 Ahora bien, el artículo 10 de la anterior Ley establecía que se encontraban


impedidos de ser participantes, postores y/o contratistas: “j) Las personas naturales
o jurídicas que se encuentren sancionadas administrativamente con inhabilitación
temporal o permanente en el ejercicio de sus derechos para participar en procesos
de selección y para contratar con Entidades, de acuerdo a lo dispuesto por la
presente norma y su Reglamento; (…)” (El resaltado es agregado).

Por su parte, el penúltimo párrafo del numeral 51.2 del artículo 51 de la anterior
Ley precisaba que las sanciones que imponía el Tribunal de Contrataciones del
Estado no constituian impedimento para que el contratista cumpla con las
obligaciones derivadas de contratos celebrados previamente a tal imposición; por lo
tanto, debía proseguir con la ejecución de los contratos que hubiese suscrito hasta la
culminación de los mismos.

De esta manera, si bien la anterior Ley establecía un impedimento para aquellas


personas naturales o jurídicas sancionadas por el Tribunal de Contrataciones del
Estado con inhabilitación temporal o definitiva, también precisaba que este
impedimento no se aplicaba en los contratos celebrados con anterioridad a la
imposición de la sanción o aquellos que se encuentren en ejecución.

2.2.3 Precisado lo anterior, debe indicarse que los impedimentos previstos en el artículo
10 de la anterior Ley se aplicaban durante la fase de selección de proveedores, así
como para la suscripción de nuevos contratos, precisamente, porque determinan
la imposibilidad de participar en el proceso de selección, en calidad de participante
o postor, así como de celebrar contratos con el Estado; pero no eran aplicables a
contratos vigentes o en ejecución6.

Adicionalmente, debe tenerse en consideración que la normativa de contrataciones


del Estado no habia previsto impedimentos sobrevinientes a la suscripción del
contrato, ni mucho menos uno específico para la prórroga del contrato de
arrendamiento, mas aún, si se tomaba en consideración que la prórroga de un
contrato no significaba la celebración de uno nuevo o renovación del mismo, sino,
únicamente, se limitaba a extender el tiempo de duración del contrato original.

En esa medida, dado que los impedimentos solo podian ser establecidos mediante
ley, y no debian ser interpretados extensivamente ni aplicados por analogía; para la
6
De conformidad con lo señalado en las Opiniones Nº 036-2012/DTN y Nº 075-2015/DTN.
4

prórroga de un contrato de arrendamiento no resultaba aplicable ningún


impedimento sobreviniente a su celebración.

De conformidad con lo expuesto, la anterior normativa de contrataciones del Estado


no habia establecido impedimento alguno que restringiera la posibilidad de
prorrogar un contrato de arrendamiento cuando de manera sobreviniente a su
celebración el contratista hubiese adquirido la condición de impedido para contratar
con el Estado, como consecuencia de la imposición de una sanción de
inhabilitación temporal o definitiva por parte del Tribunal de Contrataciones del
Estado.

2.3. “¿Existe impedimento legal para prorrogar un contrato de arrendamiento de bien


inmueble, si la sanción posterior es por el mismo contrato, el cual se mantiene
vigente luego de la sanción?”

2.3.1 Tal como se ha indicado al absolver la consulta precedente, la anterior normativa de


contrataciones del Estado no habia previsto impedimento alguno que restringiera la
posibilidad de prorrogar un contrato de arrendamiento cuando de manera
sobreviniente a su celebración el contratista hubiese adquirido la condición de
impedido para contratar con el Estado, como consecuencia de la imposición de una
sanción de inhabilitación temporal o definitiva por parte del Tribunal de
Contrataciones del Estado.

No obstante, en su calidad de garante del interés público que subyace a toda


contratación pública, correspondiía a las Entidades realizar un análisis costo -
beneficio antes de prorrogar un contrato de arrendamiento de bien inmueble
celebrado con un contratista que, durante la ejecucion del mismo, hubiese adquirido
la condicion de impedido como consecuencia de una sanción impuesta por el
Tribunal de Contrataciones del Estado, mas aún, si la infracción que dió origen a
dicha sanción se encontraba relacionada directamente con aquel contrato que se
pretende prorrogar.

Finalmente, cabe precisar que, la Entidad, en su debido momento, debió analizar y


determinar, con el sustento respectivo, si la infraccion cometida por el contratista
(la misma que dio origen a su posterior sanción) ameritaba -o no- que se declare la
nulidad del contrato de arrendamiento, con el objeto de salvaguardar legalidad de la
contratacion y los fines que esta perseguía.

3 CONCLUSIONES

3.1. En el marco de un contrato de arrendamiento de bien inmueble celebrado bajo el


ámbito de la anterior normativa de contrataciones del Estado, la prórroga no
determina la celebración de un nuevo contrato, sino que se limitaba a extender el
plazo de ejecución del contrato original, por un periodo determinado.

3.2. La anterior normativa de contrataciones del Estado no habia establecido


impedimento alguno que restrinja la posibilidad de prorrogar un contrato de
arrendamiento cuando de manera sobreviniente a su celebración, el contratista
hubiese adquirido la condición de impedido para contratar con el Estado, como
consecuencia de una sanción de inhabilitación temporal o definitiva impuesta por el
Tribunal de Contrataciones del Estado.
5

3.3. Sin perjuicio de lo anterior, dada su calidad de garante del interés público que
subyace a toda contratación pública, correspondía a la Entidad realizar un análisis
costo - beneficio antes de prorrogar un contrato de arrendamiento de bien inmueble
celebrado con un contratista que, durante la ejecucion del mismo, hubiese adquirido
la condicion de impedido como consecuencia de una sanción impuesta por el
Tribunal de Contrataciones del Estado, mas aún, si la infracción que dió origen a
dicha sanción se encontraba relacionada directamente con aquel contrato que se
pretende prorrogar.

Jesús María, 23 de febrero de 2017

PATRICIA SEMINARIO ZAVALA


Directora Técnico Normativa

RMPP/JDS

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