Sunteți pe pagina 1din 1

LA PEDAGOGÍA COMO ACCIÓN MORALMENTE INFORMADA O MORALMENTE

COMPROMETIDA.

Se entiende la pedagogía como la disciplina por excelencia para la construcción de


conocimientos mediante herramientas complejas, a la cual se han agregado diferentes
competencias del conocimiento que han segmentado de alguna manera la percepción de la
realidad, situando la educación en una matriz lineal estricta que no permite la diferencia de
percepciones, métodos y capacidades múltiples de los educandos para llegar a esa realidad
inconmensurable y compleja del conocimiento. Ignorando, además, la igualdad y el valor de
cada una. Así, no solamente se restringe a los estudiantes a una pequeña parte del
conocimiento y a una sola forma de ver el mundo, sino que también se desdeña su
idiosincrasia, el contexto y su propia condición en él, reconociéndose sólo en un espacio
en que no se le toma más que por un objeto que recibe información (que además es muy
específica y para labores del mismo sesgo). Sin embargo, es labor del docente tener un
actuar intencionado y no ser neutral, convirtiendo su mediación pedagógica en un proceso
encaminado a encontrar el bienestar social a través de facilitar el aprendizaje

Luego, y ya que la pedagogía no reflexiona por sí sola, el maestro debe llevar a cabo, para
ejercer una acción moralmente comprometida a la hora de educar, una conducta conjunta
dinamizadora, de vitalidad, de sentido de pertenencia, de verdadera vocación, que tenga
claro el poder de la educación como transformador social; cuyo fin es la realización integral
del ser humano. Para ello es importante identificar los mayores flagelos que nos hieren hoy
día, no sólo en los entornos educativos, también fuera de estos, para buscar la
oportunidad de combatirlos, porque educar es una acción que no se limita a las
instituciones, se aplica en todos los ámbitos y problemáticas sociales (va más allá de
fronteras, transformando y salvando vidas).

Entonces, es de vital importancia que se replantee la forma en que se piensa y se lleva a


cabo la acción pedagógica moderna: que, aunque es una herramienta importante para
instruir el conocimiento, ha dejado en un segundo plano las percepciones críticas sobre la
vida; ha cortado de raíz la convergencia de perspectivas de los educandos condicionadas
por el sentir a través de sus culturas, creencias y entornos donde crecen; ha dejado al lado
la belleza y diversidad que nos hace humanos.

Así, la pedagogía debe ser un ejercicio amplio que no sólo abarque a los expertos sino a
todos los seres humanos, acercándonos desde diferentes puntos de vista y relacionando
diferentes asignaturas, haciendo frente al determinismo. Debe favorecer el intercambio,
(pues nuestra naturaleza es la variedad), para que podamos visibilizar, incluir y escuchar a
los oprimidos o minorías, (así como a tantos otros que no han sido censurados),
consensuando entre todos para generar conocimientos liberadores que permitan la
construcción de un futuro viable para la sociedad. Trascendiendo, así, a una pedagogía de
la vida y para la vida.

Pregunta: ¿hay que abandonar la pedagogía aplicada a cada asignatura?

S-ar putea să vă placă și