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CEREMONIA DE ADMISIÓN DE MONAGUILLOS Y

RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS

MONICIÓN INICIAL Y PRESENTACIÓN:


El monaguillo constituye uno de los personajes más queridos y entrañables de la liturgia en nuestra iglesia.
No sólo da realce a las celebraciones litúrgicas, si no que hace cercano y amable el misterio de Jesús para
nosotros y para los niños, quienes vierten su ilusión y su fe creciente en un servicio bello y necesario en el
culto y sobre todo en la Eucaristía. Hoy nos alegramos de contar con nuevos servidores del Señor y los
recibimos con gozo.

Al término de la homilía, antes de rezar el credo se procede al rito que aparece a continuación haciendo el
pase de lista de los jóvenes que van a realizar su promesa y después llamando a los que van a renovar sus
promesas. Durante la homilía los papás son los que sostienen las vestiduras con ambas manos, para que los
monaguillos pueden tener la agilidad de usar sus copias del ritual y puedan rezarlo como se debe.

RITO DE ADMISIÓN E INVESTIDURA


COORDINADOR: Preséntense los jóvenes que van a realizar su compromiso como servidores del altar.
CANDIDATOS: PRESENTE
COORDINADOR: preséntense los monaguillos ya admitidos que van a renovar sus compromisos ante la
Iglesia:
CANDIDATOS: PRESENTE

Luego el párroco se dirige al coordinador de los monaguillos y le pregunta sobre su testimonio de la


preparación de los jóvenes candidatos.

CELEBRANTE: ¿Puedes dar fe y testimonio de que estos jóvenes se han preparado y conocen el compromiso
que van a asumir?

COORDINADOR: Reverendo Padre, quiero manifestar que estos jóvenes han sido preparados
satisfactoriamente para servir en el altar y que han sido considerados aptos para ejercer
este servicio.
Quiero pedirle que los acepte en su comunidad y que reciba la renovación de las
promesas de aquellos que han perseverado con entusiasmo en este llamado tan especial.

El sacerdote ahora pregunta a los padres de familia de estos jóvenes sobre su consentimiento para que
participen sus hijos en este servicio sagrado y manifestarán a su vez que ellos cooperarán para que avancen
en este camino.
CELEBRANTE: Queridos padres de familia, ¿quieren que sus hijos se acerquen más al Sagrado
Corazón de Jesús, que los ha llamado a tan especial servicio en el altar de nuestra
catedral?

Padres: Si queremos, y los ayudaremos a perseverar.

Luego el celebrante se dirige nuevamente a los candidatos y a los monaguillos perseverantes.

CELEBRANTE: Queridos jóvenes, desde el día de su bautismo son hijos de Dios y miembros de la iglesia,
Ahora, apoyados por sus padres y la comunidad cristiana, quieren vivir esta filiación divina
y esta pertenencia a la iglesia con una dedicación mayor, ayudando al sacerdote en el altar.
La iglesia los recibe con este propósito y ruega por ustedes. Así pues yo les pregunto:

CELEBRANTE: ¿Están dispuestos a servir a Jesús, realmente presente en la ¿Eucaristía, en las celebraciones
litúrgicas con dedicación cariño y entusiasmo?

CANDIDATOS: Sí, estamos dispuestos.

CELEBRANTE: ¿Están dispuestos a manifestar la cercanía a Jesús rezando cada día y haciendo buenas obras
en favor de los demás?

CANDIDATOS: Sí, estamos dispuestos.


CELEBRANTE: Entonces, con un corazón dispuesto a participar dignamente, pronuncien con voz fuerte
su deseo de servir ante esta comunidad:

CANDIDATOS: Al sagrado corazón de Jesús, le consagro mi deseo de ser un monaguillos fiel y dispuesto
a dar mi servicio con cariño y responsabilidad. Ayúdame a estar cerca de ti, Jesús, para
descubrirte en los demás, en mi familia y en mis amigos y así los pueda amar como tú
me amas a mí. Ayúdame a ser mejor
persona y a ejemplo de tu santa Madre, la Virgen de Guadalupe, ser obediente,
cumplido, y ejemplo de compromiso y servicio para los demás. Así sea.

COMUNIDAD: Demos gracias a Dios


Después de haber manifestado su deseo ante la comunidad de querer servir digna y
libremente, los monaguillos nuevos reciben la bendición para sus vestiduras y sus padres
les ayudan a revestirse.
CELEBRANTE: Señor nuestro Jesucristo, tu palabra llena de majestad y de gloria santifica todas las cosas.
Tú escogiste a estos pequeños como servidores del altar y a sus hermanos que ya han
perseverado con el tiempo en este servicio, y es por ello que te pedimos que hagas que
ellos usen con reverencia y dignifiquen con su conducta estas vestiduras, destinadas a las
celebraciones sagradas y, que santificadas por tu bendición  entiendan el valor de la
pureza y sean dignos de servirte a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

El celebrante rocía con agua bendita las vestiduras que son sostenidas por sus papás y posteriormente los
nuevos monaguillos son revestidos por sus padres.

CELEBRANTE: Queridos jóvenes, ahora ustedes son portadores de una luz para todos los demás jóvenes
de nuestra comunidad. Demos gracias a Dios por sus promesas, por su ánimo de servir y
por su amor a la Iglesia.

TODOS: Demos gracias a Dios.

OFRENDAS
LAS OFRENDAS SON LLEVADAS POR LOS PADRES DE FAMILIA EN PROCESIÓN

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