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Arqueólogo
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INDICE
AGRADECIMIENTOS .................................................................................................................3
1. INTRODUCCION.....................................................................................................................6
5. RESULTADOS ......................................................................................................................42
5.1 Prospección Arqueológica ...............................................................................................42
5.2 Pruebas de pala .................................................................................................................63
5.3 Resultados del análisis de material cultural arqueológico ..........................................83
5.4 Resumen de los resultados alcanzados.........................................................................85
7. CONCLUSIONES..................................................................................................................90
8. RECOMENDACIONES .........................................................................................................91
APENDICES ..............................................................................................................................96
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AGRADECIMIENTOS
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RESUMEN EJECUTIVO
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(Área de Media Sensibilidad Arqueológica), por lo que se requiere mayor cuidado al
momento de realizar excavaciones y modificar el paisaje cultural. Similar situación ocurre con
la ocupación colonial de Copacabana, salvo que esta se restringe al núcleo urbano que
rodea a la Plaza 2 de Febrero.
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1. INTRODUCCION
El objetivo del Programa es de contribuir a la descontaminación del rio Katari y del Lago
Menor del Lago Titicaca, a través de la implantación de un modelo de gestión integral
resiliente de la cuenca, el incremento de la cobertura de saneamiento y la gestión integral de
los residuos sólidos. El Programa comprende la ejecución de cuatro (4) componentes según
se describe a continuación:
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tres rellenos sanitarios u obras equivalentes; (iv) cierre de tres botaderos existentes; (v)
apoyo a unidades municipales a cargo de la recolección y disposición final de RSU.
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el Monitoreo Arqueológico que implica la presencia de un arqueólogo durante todo el tiempo
de duración de la obra.
En ese sentido, desde inicios del mes de junio de 2018 el área técnica de la Unidad
Coordinadora de Proyectos - Programa de Agua y Alcantarillado Periurbano (UCP-PAAP)
dependiente del Ministerio de Medioambiente y Aguas (MMAyA), realizo las gestiones
pertinentes para la contratación de un profesional arqueólogo capaz de realizar el
Diagnostico Arqueológico de la zona a intervenir. Este proceso culmino con la contratación
de mi persona, Juan Carlos Chávez Quispe, como Consultor a cargo del presente
Diagnostico Arqueológico. Es por eso que después de realizar el trámite administrativo
necesario ante el Viceministerio de Interculturalidad dependiente del Ministerio de Culturas y
Turismo, mi persona obtuvo la Autorización MDCyT – UDAM N° 064/2018 en favor del
proyecto “Diagnostico Arqueológico para el proyecto Mejoramiento y Ampliación del Sistema
de Alcantarillado Sanitario y Planta de Tratamiento de Aguas Residuales para la localidad de
Copacabana” (Apéndice 1).
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muros de adobe, pozos, cortes de perfil y excavaciones civiles de acuerdo a su existencia y
disposición.
Tercero, la redacción del Informe Final implica que una vez obtenidos los resultados del
trabajo de campo y trabajo de gabinete, se procedió a su integración dentro de un texto
general de interpretación construido en dialogo con fuentes secundarias de información en
temas arqueológicos, etnohistóricos, geográficos y medioambientales del área de
intervención (e.g. resultados de obras previas, informes de investigación, publicaciones). La
importancia de estas fuentes ha sido vital para el presente Diagnostico Arqueológico, pues el
continuo proceso de cambio cultural experimentado en Copacabana en términos de
construcción civil y ampliación de la mancha urbana, deriva en un proceso constante de
modificación y pérdida de contextos arqueológicos.
2. MARCO LEGAL
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Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia
Artículo 298. I. Son competencias privativas del nivel central del Estado:
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I. Todas las competencias exclusivas asignadas por la Constitución Política del
Estado a las entidades territoriales autónomas y aquellas facultades reglamentarias y
ejecutivas que les sean transferidas o delegadas por ley de la Asamblea Legislativa
Plurinacional deben ser asumidas obligatoriamente por éstas, al igual que aquellas
exclusivas del nivel central del Estado que les corresponda en función de su carácter
compartido o concurrente, sujetas a la normativa en vigencia.
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II. De acuerdo a la competencia exclusiva del Numeral 19 del Parágrafo I del Artículo
300 de la Constitución Política del Estado, los gobiernos departamentales autónomos
tendrán las siguientes competencias exclusivas:
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3. Generar espacios de encuentro e infraestructura para el desarrollo de las
actividades artístico culturales.
Nación).
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e) Las acciones directas o indirectas que producen o pueden producir el deterioro
ambiental en forma temporal o permanente, incidiendo sobre la salud de la
población.
Artículo 21º.- Es deber de todas las personas naturales o colectivas que desarrollen
actividades susceptibles de degradar el medio ambiente, tomar las medidas
preventivas correspondientes, informar a la autoridad competente y a los posibles
afectados, con el fin de evitar daños a la salud de la población, el medio ambiente y
los bienes.
Ley del Patrimonio Cultural Boliviano No. 530, del 23 de mayo de 2014.
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4. Denunciar a las autoridades competentes cualquier forma de daño, robo, hurto,
pérdida, riesgo de tráfico ilícito u otra situación que atente contra los bienes
culturales que conforman el Patrimonio Cultural Boliviano.
Decreto Supremo N° 05918, del 06 de noviembre de 1961 que declara Tesoro Cultural al
Patrimonio Arqueológico.
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Decreto Supremo N° 0181, del 28 de junio de 2009. Normas Básicas de Sistema de
Administración de Bienes y Servicios.
Artículo 3°. — Las mencionadas ruinas, la Basílica nombrada y los objetos de arte
que contiene, no podrán transferirse, enajenarse o restaurarse, sin previa autorización
del Ministerio respectivo.
Articulo 1.- (Objeto). El objeto del presente reglamento es normar el desarrollo de los
trabajos arqueológicos en obras públicas y privadas del Estado Plurinacional de Bolivia
que afecten al patrimonio arqueológico boliviano, con el afán de proteger, conservar,
investigar, promocionar, recuperar, trasladar, preservar, mantener y resguardar nuestro
rico y basto patrimonio arqueológico del Estado Plurinacional.
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3. Monitoreo arqueológico. Supervisión diaria y constante por parte de un
profesional en arqueológica de una obra pública durante todo su periodo de
ejecución.
4. Medidas de mitigación. Conjunto de acciones que se dan para compensar la
afectación parcial de un sitio arqueológico.
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Carta Internacional para la Conservación y Restauración de Monumentos y
Sitios (Venecia 1964)
3. ANTECEDENTES ARQUEOLOGICOS
La Cuenca Sur del Lago Titicaca es una de las regiones mejor conocidas de Bolivia no solo
por su cercanía con la ciudad de La Paz, sino también por haber albergado a diversos
núcleos poblacionales de magnitud durante la época prehispánica (C. Stanish, 2003). Este
es el caso de sitios arqueológicos como Chiripa o Tiwanaku en su margen meridional, de los
complejos monumentales existentes en los alrededores de Copacabana e Islas del Sol y de
la luna, entre otros (Escalante, 1994; Portugal Ortiz, 1998). Sin embargo, tanto el margen
oriental como el margen septentrional del lago Titicaca permanecen como una incógnita
pues carecen de investigaciones específicas que den cuenta del proceso cultural
desarrollado en su territorio desde las primeras etapas de ocupación. Por tanto, a
continuación se presenta los principales hitos socioculturales reportados según la secuencia
cronológica desarrollada para el área Centro Sur Andina.
Ocupaciones humanas tempranas (ca. 11.000 – 1.800 a.C.): De acuerdo con las
investigaciones arqueológicas efectuadas, que de por si son escasas, el altiplano no fue
ocupado antes del 11.000 a.C. (Aldenderfer, 2012). Esto sugiere que la ocupación de
Copacabana podría datar de al menos esa época. Se tiene reportes de cuatro sitios en el
margen oriental de la cuenca del Titicaca (Capriles F., 2007), dos hallazgos individuales en la
península de Huata, y dos hallazgos individuales de puntas de proyectil en el valle de
Tiwanaku (Albarracin Jordan, 1996). Sin embargo, el fechado reportado más antiguo
corresponde a Ch’uxuqullu en la Isla del Sol (3.780 +- 170 ap) (C. Stanish, R. L. Burguer,
L.M. Cipolla, M.D. Glascock, y E. Quelima, 2002).
Periodo Formativo (1.800 a.C. – 450 d.C.): Durante este periodo se desarrollaron los
primeros asentamientos permanentes, hecho que permitió el desarrollo de la agricultura,
ganadería y complejización de la tecnología cerámica. En un primer momento (Formativo
Medio) se tuvo diversas comunidades autónomas cuasi igualitarias, pero con el tiempo éstas
se tornaron en villas jerarquizadas como Pucará, Qaluyo y Tumatumani en la porción norte
del lago, o Tiwanaku y Chiripa en su margen sur (Steadman, 1994). Estos últimos se
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caracterizan por haber desarrollado núcleos urbanos regionales construidos en torno a patios
hundidos y arquitectura pública desplegada sobre montículos.
Durante el Formativo surgió la tradición “Pa Ajanu” o “Yaya Mama” caracterizada por
presentar patios centrales hundidos / semisubterráneos en cuyo interior se depositaron
estelas líticas de doble rostro, uno masculino y otro femenino, con diseños laterales
compuestos por batracios, serpientes, peces y seres sobrenaturales (Portugal Ortiz, 1998).
Asociados a esta tradición se han registrado diversas vasijas decoradas y parafernalia ritual
como las trompetas incisas. Esta tradición fue identificada en Chiripa y Tiwanaku en la
cuenca del Titicaca, Pata Kaata en los valles de Charazani, y otros asentamientos a lo largo
de los Andes Centro Sur (Browman, 1981; Chávez Farfán, 2004; J. C. Chávez Quispe, 2010;
C. Hastorf, 2007; C. A. Hastorf, Mathew Bandy, William R. Whitehead y Lee Steadman,
2001; Mújica B., 1987; Portugal Ortiz, 1991, 1998; C. y. L. S. Stanish, 1994).
El final del periodo Formativo advino con el surgimiento y consolidación de Tiwanaku como
entidad política centralizada (ca. 450 d.C.). Esta situación derivó en una reconfiguración
social, económica, política y cultural de las diversas entidades que cohabitaron la cuenca del
Titicaca. Como consecuencia de este proceso es probable que la antigua relación entre el
altiplano y los valles orientales septentrionales haya sufrido algún cambio significativo. Por
un lado esta situación pudo haber motivado el quiebre de relaciones con las regiones y
poblaciones no altiplánicas, pero por otro, este novel proceso pudo haber profundizado la
previa interacción con los valles orientales.
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tazones recurvados (C. A. Hastorf, Mathew Bandy, William R. Whitehead y Lee Steadman,
2001; John W Janusek, 2003; Mújica B., 1987; Steadman, 1994).
El bruñido se constituye en el tipo de acabado de superficie más popular dentro del estilo
Formativo. La coloración de los engobes varía desde un negro o gris (etapa temprana) hasta
un rojo (etapa tardía). Por lo general la decoración es incisa y emplea diseños en forma de
“U” o “L”, rectángulos anidados, cuadrados, líneas paralelas y puntos alineados. La
decoración pintada es mínima y ha sido desplegada principalmente en los cuencos. Los
artefactos típicos de este periodo son las trompetas de cerámica decoradas con diseños
incisos y/o pintados bastante elaborados (C. A. Hastorf, Mathew Bandy, William R.
Whitehead y Lee Steadman, 2001; John W Janusek, 2003; Steadman, 1994).
Horizonte Medio (450 d.C. – 1150 d.C.): El Horizonte Medio corresponde al periodo en el
que coexistieron dos estados o entidades políticamente independientes en el Área Andina
cuyos núcleos estaban ubicados en la región de Ayacucho en el Perú, y en el valle de
Tiwanaku en Bolivia. El desarrollo de estas entidades supuso su eventual expansión a
regiones vecinas por medio de estrategias de control directo o indirecto. Este periodo
expansivo corresponde al fenómeno Wari – Tiwanaku producido de forma paralela en los
Andes Centrales y Andes Centro Sur respectivamente (Isbell, 2008; Ponce S., 1981).
En el caso de los Andes Centro Sur, y más específicamente en la cuenca del Titicaca, el
fenómeno Tiwanaku supuso la distribución amplia de temas decorativos y configuraciones
estilísticas plasmadas en esculturas líticas, cerámica, textiles, y objetos de madera o hueso
(Browman, 1981). Además de la iconografía difundida desde el núcleo andino, durante el
Horizonte Medio se produjo la difusión de artefactos-tipo como kerus (vasija alta para beber
chicha), sahumadores, gorros de cuatro puntas, “tupus” (agujas metálicas), o artefactos
metálicos de bronce (Isbell, 2008). Con esto en mente, a continuación se caracteriza al
fenómeno Tiwanaku en sus fases IV y V pues estas corresponden plenamente a la
organización estatal panandina de esta entidad.
Durante la fase Tiwanaku IV (ca. 450 – 800 d.C.) la urbe fue embellecida y perfeccionada
tanto en sus edificios como en su estatuaria y producción cerámica (Alconini M., 1995;
Janusek, 2004; Ponce S., 1981). Si bien el territorio de Tiwanaku no iba más allá de regiones
vecinas como el sur del lago Titicaca, sus islas, o el valle de La Paz (Janusek, 2004; Portugal
Ortiz, 1991), existió cierta cercanía con las tierras bajas orientales pues se tiene registros de
productos amazónicos en el núcleo altiplánico (e.g. madera, plumas o alucinógenos). La
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importancia de estos elementos era vital en la entidad altiplánica debido a que estos
sustentaban la ideología religiosa que afirmaba el poder político de sus gobernantes (C.
Stanish, 2001).
Es por eso que en este periodo se construyó el templo de Kalasasaya, un espacio sagrado
amurallado de dos niveles en el que se desarrollaban celebraciones públicas en las que se
hizo uso de vasijas de servido (kerus, tazones, jarras, entre otras) y parafernalia asociada a
rituales que implicaban el vertido de líquidos en la tierra, vale decir, la ch’alla (Alconini M.,
1995; Rivera Casanovas, 2003). Adicionalmente, en este periodo se desarrolló la tradición de
esculturas talladas con iconografía estándar dispuestas en los nuevos “espacios sagrados”,
hecho que denota un cambio en las bases ideológicas de constitución del estado. En este
periodo se nota un vínculo con la tierra basado en un principio de reciprocidad si se toma en
cuenta la existencia de ofrendas dobles de kerus como patrón estándar en el templo de
Kalasasaya.
Durante la fase Tiwanaku V (ca. 800 – 1150 d.C.) se produjo un nuevo episodio de
ampliación y embellecimiento de determinados sectores de la ciudad. Este es el caso de
Puma Punku y Putuni, aunque también surgieron nuevos barrios como Akapana Este 1M,
Ch’iji Jawira o La K’araña (Janusek, 2004; Rivera Casanovas, 2003). Este proceso de
reorganización de la urbe Tiwanaku denota una mayor centralización en torno al núcleo
urbano (Bermann, 1994; McAndrews, 1997). En esta fase se produjo una especialización en
el uso de tecnologías de producción agrícola en el valle de Tiwanaku y en el resto del área
nuclear. Esto supuso una especialización en el uso de una tecnología de cultivo en campos
elevados en el sector Norte, y una tecnología de cultivo en terrazas artificiales en el sector
Sur (McAndrews, 1997).
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La iconografía cerámica y litoescultórica antes simétrica fue simplificada debido tal vez a la
naciente necesidad por estandarizar la producción de objetos suntuarios para su posterior
distribución diferencial con el objeto de regular y sostener la ideología que cohesiona al
estado. Todos estos cambios conllevaron a la destrucción pública de los res tos de los
antepasados, y a la instauración de un régimen político encabezado por una elite dirigencial.
Al parecer este acontecimiento es parte del proceso de transformación de Tiwanaku en un
estado expansivo.
Durante esta fase se produjo una expansión en vasta escala como culminación de avances
precedentes. La presencia y/o influencia de Tiwanaku rebasó los límites regionales y alcanzó
el altiplano central y sur, los valles occidentales y orientales, además de la costa y oasis
chilenos (Goldstein, 2004). Si bien la construcción de la pirámide de Akapana comenzó
durante la fase anterior, en esta fase alcanza su máxima expresión a pesar de nunca haber
sido concluida (Vranich, 2001). El despliegue de siete niveles en Akapana refleja un
progresivo proceso de separación social entre los habitantes de la urbe Tiwanaku y las
poblaciones visitantes de áreas asociadas. Si bien el uso de vasijas de servido continuó
siendo popular, los artefactos que realmente caracterizan a esta fase son los incensarios y
sahumadores. Este cambio en el uso de artefactos cerámicos denota una vez más un
cambio en la ideología y religión del estado Tiwanaku, pues ahora el vínculo con lo divino
acontece con las divinidades ubicadas en las montañas (ancestros?) y no con la tierra. El
principio de dualidad se mantiene pues el complejo de Puma Punku equipara a Akapana en
el margen occidental de la urbe.
Resumiendo, el área ceremonial del núcleo urbano posee arquitectura megalítica cuya
construcción denota la perfección y composición simétrica alcanzada por sus gestores,
incluso a pesar que nunca fueron terminados. Los templos responden a una alineación
precisa en función a determinados puntos de referencia de la naturaleza, como la cima de
montañas, o a posiciones astronómicas sacralizadas. Las estructuras arquitectónicas de
mayor grandeza, tanto por sus dimensiones como por su alta calidad constructiva, están
representadas por templos y/o espacios rituales. De estos es posible distinguir tres tipos
básicos que en orden de construcción cronológica son:
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3) Pirámides–templo, como Akapana y Puma Punku,
Cerámica: Los tipos morfológicos que caracterizan a este estilo son los kerus, tazones e
incensarios/sahumadores (Alconini M., 1995; Bermann, 1994; Goldstein, 2004; Isbell, 2008;
John W Janusek, 2003; Ponce S., 1957; Seddon, 1998; C. Stanish, 2003; Uribe, 2004). La
pasta de estos tipos es microscópica o inexistente. Los tipos domésticos son más toscos y
en su pasta se nota un uso preferencial de feldespato, arena o mica como antiplástico
(Burkholder, 2001; John W Janusek, 2003). Estos elementos pueden o no ser combinados
con minerales dorados, blancos, negros, rojos, traslúcidos, o fibra vegetal como es el caso
de los conjuntos locales de Lukurmata (Bermann, 1994) y Tumatumani (Steadman, 1994). La
longevidad de los tipos domésticos es mayor a la vigencia de los tipos no domésticos
(Burkholder, 2001).
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La decoración del estilo Tiwanaku consta de dos conjuntos de uso generalizado a los que se
ha denominado “naturalista” y “geométrico”. La decoración naturalista emplea motivos
zoomorfos, fitomorfos, antropomorfos, o de diseños variados ejecutados con una gama
cromática amplia. La decoración geométrica supone el uso de motivos geométricos
estilizados (volutas cuadradas, cruces escalonadas, triángulos, rombos) cuya ejecución
destaca el uso de negro y blanco La relación entre ambos conjuntos ha sido considerada
como un indicador de variabilidad temporal, pero sobre todo social (Alconini M., 1995;
Burkholder, 2001; John W Janusek, 2003; Janusek, 2004; Uribe, 2004).
En ese sentido, la cerámica Tiwanaku del altiplano norte y valles septentrionales puede ser
nuclear (procedencia altiplánica) o local (manufactura regional). La variante nuclear sigue los
cánones de la cerámica del circum Titicaca. A grandes rasgos esto implica un engobe rojo
lustroso, paredes delgadas y pastas con mica fina. La diferencia entre esta variante y la de
producción local recae en el uso o no de pizarra molida como antiplástico. El principal tipo de
pasta Tiwanaku local presenta mica y pizarra (J. C. Chávez Quispe, 2010; Kim, 2009). El
resto de atributos es similar al estilo Tiwanaku nuclear.
Periodo Intermedio Tardío (1150 d.C. – 1450 d.C.): Al finalizar el poderío de los
gobernantes de Tiwanaku, las poblaciones regionales se reorganizaron y conformaron
entidades territoriales autónomas. De estas destacan los señoríos Lupaca, Colla y Pakajaqi
en la cuenca del Titicaca. Las fuentes etnohistóricas sugieren que durante el Intermedio
Tardío la cuenca oriental del Lago Titicaca fue conocida como la parcialidad Umasuyu de los
señoríos Colla y Pakajaqi. Esto implica que el territorio comprendido desde Carabuco /
Ancoraimes hacia el Norte corresponde al Umasuyu del señorío Colla, mientras que el
territorio comprendido desde Carabuco / Ancoraimes hacia el Sur corresponde al Umasuyu
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del Señorío Pakajaqi (Bouysse-Cassagne, 1987; Pärssinen, 2002). Si bien esta inferencia
fue aceptada hasta hace algunos años, de acuerdo con la evidencia material arqueológica
colectada y sistematizada de la región es posible que Umasuyu no fuera una parcialidad sino
una entidad territorial autónoma análoga a los señoríos Colla, Lupaca o Pakajaqi (Portugal
Loayza, 2011). Como una forma por indagar sobre el pasado regional, a continuación se
describen los principales fundamentos que sustentan ambas posturas.
De acuerdo con las fuentes etnohistóricas consultadas, la gente que habitaba en el altiplano
paceño durante el Periodo Intermedio Tardío vivía en la denominada “edad de los Aukka-
runas”, un tiempo en el que según Guamán Poma de Ayala:
Las fortalezas mencionadas son generalmente conocidas como “Pukaras”, y por lo general
fueron construidas en la cima de cerros o en lugares empinados y de difícil acceso. Además
de esta ubicación estratégica, las pukaras presentan muros perimetrales simples, dobles y
hasta triples, puestos de control, terrazas defensivas, y estructuras habitacionales asociadas
a depósitos de alimentos. En el caso del margen Sur de la cuenca oriental del Titicaca
(Umasuyu del señorío Pakajaqi), Arthur Posnansky presenta un listado de fortalezas que de
Norte a Sur y alineadas a la Cordillera Andina Oriental queda como sigue:
La constante referencia a “Pukaras” o fortalezas de altura sugiere que durante este periodo
se desarrolló un patrón urbano caracterizado por mantener una población dispersa que se
concentraba de forma eventual en centros no permanentes con funciones defensivas,
administrativas y/o ceremoniales (Saignes, 1986). Uno de los conflictos bélicos mejor
conservados por la tradición oral fue aquel donde Karis y Sapanas (o Zapañas), al ser
incapaces de resolver sus conflictos internos, solicitaron apoyo al naciente Imperio Inka
quien tomó ventaja de la situación y comenzó con la invasión y conquista del Collao.
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Tal situación denota que durante el Periodo Intermedio Tardío la población del altiplano
paceño era diversa a pesar del uso común del aymara como principal lengua de
comunicación. Un primer indicador de tal diversidad fue la vestimenta y los tocados, ya que
en ambos casos el uso de colores e iconos diferenciados caracterizaba la pertenencia
cultural de sus portadores. Un segundo indicador de la diversidad es el uso de tipos y estilos
cerámicos diversos como es el caso de los estilos Pacajes, Omasuyos, Yunga-kallawaya,
Mollo, entre otros. Finalmente, un tercer indicador de la diversidad cultural propia del Periodo
Intermedio Tardío es la preeminencia de uso del puquina en los márgenes orientales de la
cuenca del Titicaca incluso en etapas posteriores.
Ahora bien, las marcadas diferencias ecológicas y medioambientales que existen entre el
margen occidental y oriental del lago Titicaca han motivado que muchos investigadores
sugieran que la cuenca del Titicaca presenta una división territorial con dos parcialidades
que conviven en torno a un eje acuático que va de Noroeste a Sureste: Río Azángaro – Lago
Titicaca – Río Desaguadero – Lago Poopó. Por un lado está Urqusuyu relacionado con las
tierras altas y secas del margen occidental lacustre, y por el otro está Umasuyu que engloba
las tierras bajas y valles situados en el margen oriental del Lago Titicaca (Bouysse-
Cassagne, 1987; Saignes, 1986). En términos simbólicos esta división fue incluso
extrapolada hasta el Océano Pacífico por el Oeste y hasta la Amazonía por el Este en base a
sus cualidades y atributos de “virilidad, sequedad, pastoreo” o “feminidad, humedad y
cultivos” respectivamente (Saignes, 1986, p. 42).
Sin embargo, de acuerdo con la información arqueológica consultada tal división territorial no
considera la existencia de una entidad sociopolítica diferenciada al Este del lago Titicaca
como lo fue Umasuyu. Según Portugal Loayza (2011), Umasuyu no fue tan solo la
parcialidad inferior de las entidades Colla y Pakajaqi, sino que en realidad fue una entidad
diferente ya que en su territorio se identificó tipos cerámicos y estructuras funerarias
diferentes a aquellas registradas en el núcleo Pakajaqi del cual se propuso forma parte.
Por un lado, la cerámica denominada Omasuyo está distribuida en las provincias Camacho,
Omasuyos, Manco Kapac y Los Andes del Departamento de La Paz. Entre las
características básicas que caracterizan a este tipo de cerámica destaca el uso de arena
gruesa como antiplástico, cocción oxidante, decoración incisa y estampada (principalmente
en apliqué con forma de botones y una cruz incisa) y engobe rojo en cantaros, ollas, platos y
jarros-pato. En el caso de los elementos arquitectónicos, las torres funerarias de Umasuyu
presentan bases rectangulares y muros de piedra, mientras que sus similares de Pakajaqi
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presentan bases rectangulares y muros de adobe (Portugal Loayza, 2011). Recientes
estudios en el municipio de Escoma parecen fundamentar esta propuesta de organización
regional durante el Periodo Intermedio Tardío.
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(estilo Sillustani) (Albarracin Jordan, 1996; Bandy, 2005; John W. Janusek, 2003; Julien J.,
2004).
- El conjunto Omasuyos 2 presenta una pasta con uso exclusivo de pizarra blanca
molida de tamaño variado, y (2) uso de un engobe rojo externo. Lo que distingue a
esta cerámica del estilo Colonial-Republicano son sus paredes de grosor medio y
apariencia prehispánica producida por el paso del tiempo.
Horizonte tardío (1450 d.C. – 1532 d.C.): El altiplano pre – inkaico albergó a varios grupos
o señoríos aymaras (e.g. Kollas, Lupacas, Pacajes, Carangas, Charcas, Chichas, entre
otros), razón por la cual la incursión Inka fue realizada a través de dos mecanismos de
control y posterior dominio. El primer mecanismo emplea la fuerza e implica una serie de
batallas, mientras que el segundo se vale de alianzas estratégicas a través de pactos
asimétricos con los gobernantes regionales.
El interés del estado Inka por las tierras altiplánicas surgió a raíz del “impulso” que el Señorío
Lupaca le dio, ya que al hacerle parte de la contienda interna con el Señorío Kolla a través
de un pacto de “ayuda mutua”, aunque asimétrico, le proporciono un respaldo legítimo para
incursionar en territorio ajeno. Tal “impulso” es confirmado por la “alianza” hecha entre Kari
(Jefe Lupaca) y el Inka Viracocha, alianza por la cual ambas entidades se unían para
contrarrestar las acciones ofensivas del Señorío Kolla. Sin embargo, esta alianza fue
pactada con criterios imperiales y con un sentido de inclusión del Señorío Lupaca en el
Imperio Inka, ya que el ritual que lo sellaba fue dedicado al Sol según los cánones rituales
del Inti Raymi cuzqueño (Bouysse-Cassagne, 1987, p. 300).
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La contienda bélica entre Kollas y Lupacas – Inkas culmina con la destrucción y conquista
del señorío Kolla, la anexión efectiva del señorío Lupaca y la incursión Inka a las tierras del
Kollasuyo, región denominada así en honor al primer grupo aymara con el cual el imperio se
enfrentó con armas en el nuevo territorio.
Un poco hacia el Este estaba el señorio Pakajaqi, o Pacajes, y tras una gran batalla su
población quedó sometida al imperio Inka. Mucho más al Sur estaba una agrupación de
señoríos aymaras denominada Confederación Charcas – Qaraqara (Chichas, Qaraqaras,
Chuis, Charcas), quienes hicieron frente al ejército Inka tanto en Pokona como en Oroncota,
aunque al final fueron derrotados por las fuerzas de Túpac Yupanqui. Tiempo después y con
la zona altiplánica pacificada, el Inka Pachacuti fundó Copacabana (ca. 1440) como un
asentamiento permanente capaz de brindar aprovisionamiento, refugio, vigilancia y
seguridad a los peregrinos que constantemente llegaban a este lugar para visitar las islas del
Sol y de la Luna constituidas en santuarios.
Aproximadamente en 1493 los aymaras (Kollas y Lupacas) encabezados por Chuchi Capac
se sublevaron al imperio en vista de la ausencia de los ejércitos imperiales en sus antiguos
dominios. Pero después de vencer a los Chimús en el norte, Túpac Yupanqui regresó al
altiplano, derrotó a los rebeldes y reorganizó la región. Posteriormente, el imperio Inka
realizó dos expediciones a las tierras altiplánicas del Kollasuyo y a los territorios externos
(valles y selva amazónica):
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Por su parte, el Qhapaq ñan o Sistema vial Inka, fue el eje en torno al cual se construyeron
los principales asentamientos del Centro – Sur Andino, hecho que permitió la consolidación
de una red vial que une a las regiones productivas con los principales núcleos poblacionales.
En el caso de la cuenca del Titicaca esta red presenta dos ramales, uno occidental y otro
oriental, siendo este último el que vincula al territorio actualmente ocupado por Puerto
Acosta, Escoma, Ancoraimes, Carabuco, Achacachi, Huarina y Laja (UNESCO, s/f). Se
destaca que durante este periodo se produjeron movimientos poblaciones de importancia a
lo largo del espacio andino, una estrategia organizativa utilizada por el imperio Inka para
frenar rebeliones y consolidar alianzas.
Con todo, la llegada de los Inkas marcó un hito importante para gran parte de los Andes
Centro Sur, pues la inserción de Copacabana como centro neurálgico de la religión imperial
derivó en la construcción de diversas instalaciones monumentales a lo largo y ancho de su
territorio. El sistema vial Inka fue el eje en torno al cual se construyeron los principales
asentamientos de Copacabana, hecho que permitió el desarrollo de un sistema económico
centrado en el cultivo en plataformas o terrazas de cultivo (Stanish 1997). Se destaca que
durante este periodo se produjeron movimientos poblaciones de importancia, llegando a
existir más de 20 grupos poblacionales cohabitando en Copacabana.
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Figura 1: Pachataka u Horca del Inka.
- Kusijata o Baño del Inka: El principal elemento de este sitio lo constituye una
enorme fuente tallada en piedra cuya disposición y conexión con cursos artificiales
de agua permitieron que ésta fuera nombrada como el “Baño del Inka”. En los
alrededores de esta fuente se dispuso los "Jardines del Inka", un conjunto de
terrazas escalonadas en la ladera del cerro Huanacauri que en algún momento pudo
haber sido parte de un palacio (Escalante, 1994).
Otro de los elementos arquitectónicos que caracteriza a Kusijata es la ex Casa –
Hacienda, una construcción de larga data ahora convertida en el “Museo
Arqueológico Maks Portugal Zamora”.
- Intinkala o Asiento/Trono del Inka: El principal elemento de cultura material
existente en este sector lo constituye una roca monumental tallada bajo la forma de
gradas o asientos. Adicionalmente, en los alrededores se tiene otras rocas talladas
bajo el mismo patrón, y según la tradición oral tiempo atrás existieron diversas
piezas líticas talladas cuya confusión con ídolos produjo su destrucción por parte de
las autoridades coloniales. Según Hyslop (1990: 121), este sitio presenta la densidad
más alta de rocas talladas de estilo incaico que cualquier otra parte del Imperio.
31
- Orkojawira: Este sitio está ubicado próximo a Intinkala y responde al mismo patrón
constructivo de piedra tallada bajo la figura de gradas o asientos. Más allá de
similitudes con elementos arquitectónicos contemporáneos, es más que probable
que estos monumentos sean parte de un complejo religioso prehispánico.
- Inka Banderani: En este sitio cercano a la frontera con Yunguyo, Perú, se tienen
numerosos bloques de piedra cortada en el estilo Inka. Algo interesante de este sitio
es que posee también pinturas rupestres de entre las que destaca una cruz
cuadrada parecida a una bandera por lo que el sitio se conoce como Banderani.
Estas muestras en roca al parecer correspondieron a tiempos mucho más antiguos
que la evidente presencia Inka, mostrando nuevamente una continuidad que
probablemente se dio desde Tiwanaku hasta el incario (C. y. L. S. Stanish, 1994;
Strecker, 2008)
- Pasankallani: Se trata de una posible área habitacional asociada con Khopakati y
ubicada a 200 m. del conjunto de piedras cortadas (Escalante, 1994, p. 373).
- Adicionalmente, Copacabana posee diversos restos materiales que dan cuenta del
paso de diversas culturas y sociedades desde al menos el segundo milenio antes de
nuestra era. Entre estos destaca Polleritani en la comunidad de Lock’a.
Tal configuración arquitectónica implica que el Cuzco, la capital del imperio, se convirtiera en
el santuario más sagrado de los Andes junto a los santuarios de la Isla del Sol y de la Luna, y
el santuario de Pachacamac en la costa. Además de tener el Coricancha o templo del sol, en
Cuzco se resguardaban las wak’as de todo el imperio. Esto motivó a muchos grupos locales
a adoptar rituales y prácticas religiosas imperiales junto con las suyas propias, haciendo
necesario un proceso de reinterpretación y re significación previa en torno a su paisaje
regional sagrado (Zuidema, 1989). Por tanto, y al margen de la relación social, política,
económica o cultural instituida por el imperio, el dominio Inka no fue suficiente para
reestructurar el pensamiento y prácticas religiosas de los Aymaras. La adopción de patrones
culturales Inkas como estándar panandino es producto de los esfuerzos coloniales por
organizar los nuevos territorios (Bouysse-Cassagne, 1987).
Cerámica: Los tipos morfológicos que caracterizan al estilo Inka imperial son las vasijas
arybaloides y platos playo/pato. Las primeras son tinajas de boca angosta, cuello largo y
estrecho, cuerpo bulboso y base en forma de cono o punta roma. Los segundos son cuencos
poco profundos con una protuberancia modelada en forma de cabeza de pato que sirve
como asa. La pasta de estas vasijas consta de caolín, y estas pueden o no presentar un
engobe blanco-caolín o rojo en superficie (Bandy, 2005; Julien J., 2004). La decoración Inka
32
imperial consta de cadenas de diamantes y triángulos, o motivos que se asemejan a una
planta (quipus) (Alconini M., 2013; Bandy, 2005).
A pesar que las variantes locales del estilo Inka son igualmente finas, no es difícil
reconocerlas debido a ciertos atributos que las distinguen. Este es el caso del estilo Taraco
polícromo producido en la cuenca norte del Titicaca como derivación del estilo Sillustani.
Este estilo hace uso de pastas finas de color blanco o crema caolín y con inclusiones rojizas.
La superficie de estas vasijas es lustrosa y carece de engobes. Además de los motivos
decorativos Inka se incluye un motivo propio denominado “ojo”. Estos pueden ser ejecutados
en rojo o negro.
Colonia y Republica: Como herederos de la estructura organizativa del imperio Inka los
españoles mantuvieron los esquemas estructurales locales en todo el altiplano y valles. En
1565 se crearon los Corregimientos de indios o provincias, dependiendo la nueva provincia
Omasuyos del Distrito de La Paz. Según la visita de Toledo (1575) Omasuyos estaba
conformada por los repartimientos de Huarina, Achacachi, Ancoraimes, Guancaso,
Carabuco, Pucarani y Guaycho.
33
españolas (Albarracin Jordan, 1992). Un cambio interesante sugerido por la etnohistoria y
contrastado con datos arqueológicos indica la refuncionalización del área urbana de
Copacabana que paso de ser un centro administrativo vinculado a actividades ceremoniales
en la Isla del Sol y la Luna, a ser el área ceremonial más importante de los Andes Centro Sur
con la implantación del Santuario de la Virgen y construcción de la Basílica (Alejo Ticona,
2013).
Según lo anteriormente expuesto, la Cuenca Sur del Lago Titicaca ha sido testigo de una
serie de desarrollos socioculturales a lo largo de la época prehispánica, ya que en sus orillas
se han desarrollado civilizaciones complejas como Chiripa, Tiwanaku o Inka cuya influencia
alcanzó un carácter regional. Esta preeminencia ha sido maximizada durante la época Inka
no solo por el potencial agrícola de Copacabana, sino también por su carácter central y rol
centralizador en el altiplano circundante. Es tal vez por esto que el Imperio Inka invirtió en la
fundamentación ideológica de sus posesiones territoriales a través de la construcción de
complejos residenciales y ceremoniales en los márgenes del Lago Sagrado. De esta manera,
la península de Copacabana y las Islas del Sol y de la Luna fueron integradas dentro de un
mito etiológico de los gobernantes cuzqueños, hecho que fue traducido en la construcción de
diversas estructuras de primer orden.
34
4. AREA DE ETUDIO
35
La ciudad homónima de Copacabana se encuentra ubicada a 155 km de la ciudad de La Paz
en la ribera del Lago Titicaca, específicamente entre las coordenadas 16°09′56″ de latitud
Sur y 69°05′08″ de longitud Oeste, a una altura de 3841 msnm. Además de ser la capital
del Municipio homónimo, la ciudad de Copacabana se caracteriza por albergar una población
fluctuante al igual que las Islas del Sol y de la Luna, ya que éstas en su conjunto
conforman el principal eje turístico de la región. En cambio, las localidades y comunidades
vecinas poseen una población permanente ya que no dependen de la dinámica turística sino
de la agricultura, ganadería y explotación de los recursos del lago. El principal referente de
esta urbe es la Virgen de Copacabana, una de las imágenes católicas más veneradas a nivel
nacional e internacional (Figura 3).
La ciudad de Copacabana cuenta con 10 diez zonas (Figura 4), y en sus alrededores se
tiene la presencia de organizaciones comunales. Al igual que sucede en gran parte de la
Península homónima, Copacabana se constituye en un núcleo poblacional ocupado de forma
continua desde la época prehispánica hasta la actualidad (Albarracin Jordan, 1992; Alejo
Ticona, 2013; Portugal Ortiz, 1998). Hasta la fecha se cuenta con un registro detallado de tres
sectores / sitios arqueológicos existentes en el área urbana de Copacabana, estos son
conocidos en la literatura arqueológica como Cundisa, Intinkala y Basílica.
36
Figura 4: Limites zonales de Copacabana (Fuente: Tomado del Plan de Ordenamiento Territorial de
Copacabana)
Cundisa: Se trata de un sitio arqueológico de al menos 1.460 m2 ubicado detrás del edificio
actual del Gobierno Autónoma Municipal de Copacabana (Figura 5), en un terreno
proyectado para la construcción del Mercado Campesino perteneciente a las 33 comunidades
de Copacabana. Este sitio fue investigado desde el año 1992 por los arqueólogos Sergio
Chávez Farfán y Karen L. Mohr de Chávez, y presenta una secuencia ocupacional
ininterrumpida de al menos 3.000 años. En este sitio se registró restos de cultura material de
diferentes épocas, pero destaca un templo semisubterráneo del Formativo (20 m. de Norte a
Sur, excavado a 3 m. de profundidad en su margen externo aledaño a la calle, y 5 m. en su
margen interno) y aproximadamente 100 entierros del Horizonte Medio.
Ante la inminente destrucción del sitio a causa de la construcción del Mercado Campesino, en
2008 se realizan actividades de arqueología de rescate a lo largo de 600 m2 en Cundisa.
Estos trabajos denotan la existencia de rellenos de basura actual (plástico, vidrio y metal) en
los niveles superficiales (en algunos casos alcanzan una profundidad de 1,50 m.) dispuestos
37
sobre ocupaciones del siglo XXI, Colonial, Inka, Tiwanaku y Tradición Yaya-Mama. Se estima
que el sitio está extendido en un área de 4.200 m2 hacia el Este (propiedad de las
comunidades), Sur (GAM Copacabana) y Oeste (propiedad privada) (Chávez Farfán, 2010).
Figura 5: Aproximación al Área registrada y Área potencial de Cundisa, Intinkala y Basílica en el Casco
Viejo de Copacabana (Fuente: Adaptado de Google Earth)
Intinkala: Se trata de uno de los cuatro conjuntos de piedra tallada conocidos en Copacabana
(los otros tres son Urqujawira hacia el Este, horca del Inka hacia el Sur, y Cusijata hacia el
Noreste), y está ubicado en lo que para el siglo XIX eran las “puertas del pueblo” de
Copacabana (Figura 5). El sitio ocupa un área de 84 m. X 54 m. (E-W y N-S) en predios
municipales de la zona Munaypata. Tras excavaciones realizadas en la gestión 2017, en
Intinqala se tiene un relleno de hasta 50 cm. donde es posible encontrar tiestos Inka y
Coloniales junto a basura moderna. A pesar de esto, y considerando que el sector sagrado
estaba ubicado en el margen Sur del sitio, pues este era mantenido lo más limpio posible, se
destaca que el sector Noroeste presente una concentración de tiestos Inka junto a huesos y
tierra quemada, hecho que sugiere un patrón ritual Inka vinculado a fiestas con banquetes y
ofrendas rituales (Chávez Farfán, 2018).
38
Basílica: Se trata de un sector ampliamente documentado y que según diversos
investigadores corresponde al santuario prehispánico que fundamenta la importancia de
Copacabana en el imperio Inka. Los resultados de excavaciones arqueológicas detrás de la
actual hospedería (extremo Sur) y adyacente a la superficie estricta de la Basílica de Nuestra
Señora de Copacabana (margen Oeste) (Figura 5) denotan la existencia de grandes rellenos
de basura contemporánea con incluso una profundidad de 150 cm. No obstante, los estratos
deposicionales tardíos se encuentran a pocos centímetros de la superficie. En síntesis, la
ocupación Inka de esta área fue residencial, pero tras el advenimiento de la Colonia esta paso
a formar parte del complejo ritual ahora otorgado a la Virgen de Copacabana (Alejo Ticona,
2013).
Tal situación es reflejada también en el área periurbana y rural de Copacabana, pues según
los resultados alcanzados tan solo se cuenta con diversos palimpsestos dispersos en el
paisaje de las comunidades de Cusijata, Yumani, Challa, Challapampa y Salluca (J. C.
Chávez Quispe, 2014a, 2014b, 2014c, 2017c, 2017d). La excepción a esta regla la
constituyen una cantera (EIAS-S03), un potencial taller lítico (EIAS-S04) y un sitio residencial
de aproximadamente media hectárea de extensión (EIAS-S06) en la zona Miraflores,
Sahuiña y Salluca de la comunidad Locka (J. C. Chávez Quispe, 2017d). Este registro se
correlaciona con información etnohistórica que describe a Locka como el núcleo de
infraestructura imperial vinculada a actividades hospitalarias ofrecidas a los peregrinos que
visitaban las Islas del Sol y de la Luna durante la época Inka (Espinoza Soriano, 1972)
39
4.2 Condiciones medioambientales
b) Clima: La temperatura ambiente media se ubica entre los 10 y 12°C, teniendo una
máxima de 21°C en verano y una mínima de -4°C en invierno, predominando así un clima
sub – húmedo seco. Es interesante notar que la presencia del lago influye en la regulación
del clima, ya que en sus orillas se tienen temperaturas más elevadas que en sectores lejanos
al agua.
40
Por su parte, la flora acuática del Lago Titicaca está conformada por el plancton y las
macrófitas. La composición planctónica agrupa principalmente algas verdes y diatomeas,
pero también cianobacterias fijadoras de nitrógeno. La población de algas es observable
hasta una profundidad de 80-100 m. El nitrógeno parece ser el factor limitante para el
desarrollo del fitoplancton. Entre las algas, los grupos más abundantes son las clorofíceas y
las cianofíceas. La totora y el lIachu constituyen también un componente fundamental de la
alimentación del ganado en las zonas ribereñas al lago; la totora, además, es de una gran
importancia para la construcción de embarcaciones, esteras y techos de casas, para la
artesanía, e incluso para la alimentación de la población.
d) Fauna: En cuanto a la fauna, el territorio municipal de Copacabana cuenta con una gran
diversidad de especies animales cuyas características nos hacen dividirlas en dos, fauna
terrestre y fauna acuática.
41
Fauna acuática: Dentro de las especies de fauna lacustre mencionamos a las siguientes:
Rana (Bufos spinolosus spinolosus), Pejerrey (Basilichfys bonaríensís), Trucha arcoíris
(Salmo gaírdneri), Mauri (Trichomvcterus rivulatus), Suche (Trichomycterus dispar), Karachi
amarillo (Orestias luteus), lspi (Orestias ispi), y Karachi negro (Orestias agassii).
5. RESULTADOS
Los resultados alcanzados durante el trabajo de campo son descritos de acuerdo a las
etapas de trabajo realizadas. En ese sentido, se comienza con una descripción de los
resultados alcanzados durante la prospección arqueológica, para luego describir los
resultados alcanzados durante la realización de las pruebas de pala. Se concluye con un
breve análisis macroscópico de los materiales culturales recolectados durante el trabajo de
campo, los mismos que se encuentran en proceso de entrega al Gobierno Autónomo
Municipal de Copacabana para su respectiva custodia en cumplimiento a la normativa
nacional vigente. Como una forma por optimizar la lectura de esta información técnica, en la
parte final de este acápite se sintetiza los resultados alcanzados durante el trabajo de campo
y trabajo de gabinete.
42
Figura 6: Ubicación georeferenciada de las entidades registradas durante la Prospección Arqueológica
(Fuente: Adaptado de Google Earth)
Coordenadas Geográficas
Entidad arqueológica Entidad administrativa
Norte Este Altitud
DAAlC-001 8212376 490289 3817 Zona Litoral
DAAlC-002 8212067 490075 3817 Comunidad Chaapampa
DAAlC-003 8212955 490776 3862 Zona Colquepata
DAAlC-004 8212226 490978 3861 Conservación Kesasani
DAAlC-005 8212174 491085 3897 Conservación Kesasani
DAAlC-006 8212386 491647 3855 Zona Bella de la Cruz
DAAlC-007 8212502 491558 3840 Zona Bella de la Cruz
DAAlC-008 8212871 491343 3825 Zona Bella de la Cruz
DAAlC-009 8213406 491060 3821 Zona Llallagua
DAAlC-010 8213014 491137 3819 Zona Cundiza
DAAlC-011 8212870 491039 3843 Zona Cundiza
DAAlC-012 8213109 490685 3871 Zona Colquepata
Tabla 1: Ubicación espacial de las entidades arqueológicas registradas (Fuente: Elaboración propia).
43
ocupacional y ritual del Casco Viejo de Copacabana desde épocas tempranas de ocupación
en los Andes, a continuación se describe las características de las entidades arqueológicas
registradas durante la prospección arqueológica realizada:
DAAlC-001
44
Figura 8: Contexto general del palimpsesto, y detalle de cerámica incrustada en el muro.
DAAlC-002
45
Figura 9: Ubicación georeferenciada de DAAlC-002 (Fuente: Adaptado de Google Earth)
Figura 10: Contexto general del palimpsesto con vista hacia el NE (izq.) y SE (der.).
46
Medidas de mitigación establecidas: El palimpsesto DAAlC-002 se encuentra dentro del
área de intervención del proyecto, por lo que se establece la ejecución de acciones de
monitoreo como medida única de mitigación.
DAAlC-003
47
Figura 12: Contexto general del palimpsesto, y detalle de cerámica Inka incrustada en el muro.
48
Medidas de mitigación establecidas: El palimpsesto DAAlC-003 se encuentra dentro del
área de intervención del proyecto, por lo que se establece la ejecución de acciones de
monitoreo como medida única de mitigación.
DAAlC-004
Dimensiones: 2 m. X 2 m. (4 m2)
Caracterización: Se trata de un palimpsesto (pequeña concentración de material cultural)
ubicado en el área de conservación del cerro Kesasani, específicamente en un basural
contemporáneo ubicado en el margen inferior del sendero que vincula a Copacabana con las
comunidades de Ch’amacani y Huacuyo (Figura 14). Su identificación fue posible a través
de la identificación de tiestos dispersos alrededor de un pequeño promontorio de basura
utilizado en la actualidad (Figura 15)
49
Figura 15: Contexto general del palimpsesto, nótese el alto tráfico evidenciado en el sendero.
50
Medidas de mitigación establecidas: El palimpsesto DAAlC-004 se encuentra fuera del
área de intervención del proyecto, por lo que no se establece ninguna medida de mitigación.
DAAlC-005
51
Figura 18: Contexto general del palimpsesto, nótese la estructura contemporánea abandonada.
52
DAAlC-006
53
Figura 21: Contexto general del palimpsesto, nótese los trazos de una calle proyectada en pendiente.
DAAlC-007
Dimensiones: 3 m. X 3 m. (9 m2)
Caracterización: Se trata de un palimpsesto (pequeña concentración de material cultural)
ubicado en la zona Bella de la Cruz, específicamente en un lote baldío circunscrito por
unidades residenciales contemporáneas (Figura 22 y Figura 23). Destaca el proceso de
remoción de suelo que este sector sufrirá en los siguientes años a caus a de la expansión de
la mancha urbana de Copacabana.
54
Figura 22: Ubicación georeferenciada de DAAlC-007 (Fuente: Adaptado de Google Earth)
55
Medidas de mitigación establecidas: El palimpsesto DAAlC-007 se encuentra dentro del
área de intervención del proyecto, por lo que se establece la ejecución de acciones de
monitoreo como medida única de mitigación.
DAAlC-008
Dimensiones: 6 m. X 1 m. (6 m2)
Caracterización: Se trata de un palimpsesto (pequeña concentración de material cultural)
ubicado en la zona Bella de la Cruz, específicamente en los muros de adobe en una
construcción residencial contemporánea próxima a la Plaza del Sapo (Figura 24). Su
identificación fue posible a través de la inspección de un muro antiguo de adobe sumada a
un reconocimiento en superficie (Figura 25).
56
Figura 25: Contexto general del palimpsesto, y detalle de cerámica incrustada en el muro.
DAAlC-009
57
Figura 26: Ubicación georeferenciada de DAAlC-001 (Fuente: Adaptado de Google Earth)
Figura 27: Contexto general del palimpsesto, nótese la infraestructura existente y el canal improvisado.
58
acciones de monitoreo permanente como medida de mitigación, además de (2) un registro
intensivo en caso de afectaciones durante la ejecución del proyecto.
DAAlC-010
59
Figura 29: Contexto general del palimpsesto identificado por presencia de material en el muro.
60
Medidas de mitigación establecidas: El palimpsesto DAAlC-010 se encuentra dentro del
área de intervención del proyecto, por lo que se establece la ejecución de acciones de
monitoreo como medida única de mitigación.
DAAlC-011
Dimensiones: 4 m. X 1 m. (4 m2)
Caracterización: Se trata de un palimpsesto (pequeña concentración de material cultural)
ubicado en la zona Cundiza, específicamente en el muro de una construcción civil de la calle
J. Michel (Figura 31). Su identificación fue posible a través de la inspección de un muro de
adobe seguido de un reconocimiento en superficie (Figura 32).
61
Figura 32: Contexto general del palimpsesto identificado por la presencia de material en el muro.
DAAlC-012
62
Figura 33: Ubicación georeferenciada de DAAlC-012 (Fuente: Adaptado de Google Earth)
Las Pruebas de Pala (PP de aquí en adelante) fueron realizadas en los sectores de mayor
riesgo identificados a lo largo del área de intervención, los mismos que no solo corresponden
a las áreas proyectadas con mayor modificación del espacio, sino también a aquellas áreas
63
que conservan mayor evidencia de material arqueológico. Ahora bien, la metodología
seguida para realizar este tipo de excavación arqueológica implica el establecimiento de
pequeñas unidades cuadrangulares de 0,50 m. X 0,50 m. en espacios predefinidos de mayor
sensibilidad y potencial arqueológico, georeferenciacion mediante el uso de un GPS Garmin
Montana 360, excavación estratigráfica, recolección de material cultural arqueológico a
través del uso de una zaranda con una malla de 0.5 cm., embolsado del material cultural
arqueológico colectado, y registro descriptivo y grafico de los eventos excavados.
Tal procedimiento fue realizado en diez locaciones, seis de ellas en el área denominada
genéricamente como Lllallagua, y cuatro de ellas en el área denominada genéricamente
como Playa Azul (Figura 34). El uso de estos nominativos no coincide con ninguna entidad
administrativa identificada in situ en la ciudad de Copacabana, por lo que su uso es
meramente referencial (Tabla 2).
Figura 34: Ubicación georeferenciada de las pruebas de pala (Fuente: Adaptado de Google Earth).
64
Coordenadas Geográficas
Área Prueba de Pala Entidad administrativa
Norte Este
PP01 8213419 491019 Zona Llallagua
PP02 8213389 491072 Zona Llallagua
PP03 8212999 490697 Zona Colquepata
Llallagua
PP04 8213107 490682 Zona Colquepata
PP05 8213321 491905 Comunidad Marka Kosco
PP06 8213390 491820 Comunidad Marka Kosco
PP07 8212675 490391 Zona Litoral
PP08 8212675 490385 Zona Litoral
Playa Azul
PP09 8211711 489801 Comunidad Chaapampa
PP10 8211767 489850 Comunidad Chaapampa
Tabla 2: Ubicación espacial de las Pruebas de Pala efectuadas (Fuente: Elaboración propia).
65
II Grosor 20 cm.
Estructura Suelto
Textura Franco arenoso
Color (seco) 7,5YR 6/4
Color (húmedo) 7,5YR 3/4
Inclusiones Guijarros
Material Presente. Durante el
cultural análisis se identificó
dos tiestos de estilo
Colonial. Ambos
corresponden a una
vasija indeterminada.
Observaciones El estrato inicia con un cumulo de guijarros concentrados en los
primeros 10 cm., pero luego este patrón desaparece dejando
tan solo a los guijarros como una inclusión aleatoria. Continúa
la presencia de plástico y vidrio.
III Grosor 20 cm.
Estructura Suelto
Textura Arenoso
Color (seco) 10YR 7/2
Color (húmedo) 7.5YR 4/3
Inclusiones Grava y piedrecillas
Material Presente. Durante el
cultural análisis se identificó
dos tiestos de estilo
Colonial. Uno
corresponde a tinaja y
el otro a una vasija
indeterminada.
Observaciones Se tiene baja densidad de artefactos. Destaca un óseo de
fauna además de restos de vidrio y plástico.
IV Grosor 20 cm.
Estructura Suelto
Textura Arenoso
Color (seco) 10YR 6/3
Color (húmedo) 10YR 4/3
Inclusiones Grava y piedrecillas
Material Ausente
cultural
66
Figura 35: Ubicación georeferenciada de las Pruebas de Pala 01 y 02 (Fuente: Adaptado de Google Earth).
67
Estrato Variables Descripción Fotografía
I Grosor 10 cm.
Estructura Semicompacto
Textura Franco arcilloso
Color (seco) 10YR 6/3
Color (húmedo) 10YR 3/2
Inclusiones Piedrecillas
Material Ausente
cultural
II Grosor 30 cm.
Estructura Compacto
Textura Franco
Color (seco) 5YR 5/3
Color (húmedo) 5YR 3/3
Inclusiones Grava
Material Ausente
cultural
68
IV Grosor 40 cm.
Estructura Suelto
Textura Areno arcilloso
Color (seco) 5YR 5/4
Color (húmedo) 5YR 3/3
Inclusiones Grava
Material Ausente
cultural
Caracterización: La PP03 está ubicada en una vía municipal, específicamente en una calle
S/N al final de la calle Bolívar, y aledaña a la “cancha de césped sintético” de Colquepata en
su margen Este (Figura 36). La ubicación de esta prueba de pala responde al potencial
arqueológico existente en este sector, ya que en sus inmediaciones se identificó restos de
material cultural arqueológico adheridos a los muros de adobe (e.g. tiestos de filiación Inka y
Colonial).
69
II Grosor 60 cm.
Estructura Suelto
Textura Franco limoso
Color (seco) 5YR 5/4
Color (húmedo) 5YR 3/3
Inclusiones Guijarros
Material Presente. Durante el
cultural análisis se identificó
dos tiestos de estilo
Colonial. Uno
corresponde a olla y el
otro a una vasija
indeterminada.
Observaciones Se trata de un relleno de obra cuya matriz de suelo es oscura y
suelta. A 70 cm. de profundidad se tiene un tubo de agua (Norte
de la unidad). No presenta restos materiales con excepción de
plástico y trozos de ladrillo. No se tiene ningún resto de material
cultural arqueológico, por lo que se dejó de excavar en este
sector al considerarlo bastante disturbado.
Figura 36: Ubicación georeferenciada de las Pruebas de Pala 03 y 04 (Fuente: Adaptado de Google Earth).
70
Caracterización: La PP04 está ubicada en una vía municipal, específicamente en la esquina
conformada por la calle Lauca (a 4,00 m.) y una calle S/N en el margen Noroeste de la
Capilla Señor de la Cruz de Colquepata (Figura 36). La ubicación de esta prueba de pala
responde al potencial existente en este sector, ya que en sus inmediaciones se identificó
restos de material cultural arqueológico adherido a los muros de adobe (e.g. tiestos de
filiación Inka y Colonial). A 2,00 m. de la prueba de pala se tiene una línea de alcantarillado.
71
Caracterización: La PP05 está ubicada en el margen Este del predio municipal
recientemente adquirido para la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas
proyectada, específicamente a 12,30 m. de la carretera Copacabana – Cusijata y a 12,50 m.
del enmallado que encierra un área de pastoreo en la comunidad Marka Kosco (Figura 37).
De acuerdo con información provista por pobladores locales, esta área es inundada
estacionalmente durante la época de lluvia.
72
IV Grosor 23 cm.
Estructura Semicompacto
Textura Franco arcillo limoso
Color (seco) 7.5YR 4/4
Color (húmedo) 10YR 4/3
Inclusiones Grava
Material Ausente
cultural
73
Figura 37: Ubicación georeferenciada de las Pruebas de Pala 05 y 06 (Fuente: Adaptado de Google Earth).
74
Estrato Variables Descripción Fotografía
I Grosor 9 cm.
Estructura Semicompacto
Textura Arcillo arenoso
Color (seco) 2.5YR 5/6
Color (húmedo) 5YR 5/6
Inclusiones Grava
Material Ausente
cultural
75
Nivel freático expuesto a 79 cm. Cierre de la PP06
76
Cámara de inspección expuesta a 15 cm. Cierre de la PP07
Figura 38: Ubicación georeferenciada de las Pruebas de Pala 07 y 08 (Fuente: Adaptado de Google Earth).
77
Bombeo Existente en dirección hacia la playa, y al igual que la anterior prueba de pala
(PP07), ambas fueron dispuestas en un área de parqueo temporal de movilidades. Al
finalizar la excavación la población local nos informó que este sector fue rellenado con suelo
y piedras laja extraídas del cerro Calvario a objeto de nivelar y compactar la calle.
78
Observaciones El suelo presenta un cumulo de guijarros y rocas de gran
tamaño entremezclados con basura (pastico, vidrio y tapa
coronas de metal y plástico). Debajo de este suelo se tiene un
suelo franco areno limoso que corresponde a la playa.
Cierre de la PP08
79
II Grosor 50 cm.
Estructura Semicompacto
Textura Franco arcillo limoso
Color (seco) 7,5YR 5/4
Color (húmedo) 7,5YR 3/4
Inclusiones Grava
Material Ausente
cultural
80
Figura 39: Ubicación georeferenciada de las Pruebas de Pala 09 y 10 (Fuente: Adaptado de Google Earth).
81
II Grosor 23 cm.
Estructura Suelto
Textura Arcillo arenoso
Color (seco) 7,5YR 6/4
Color (húmedo) ---
Inclusiones Grava
Material Ausente
cultural
Observaciones Ninguna.
IV Grosor 34 cm.
Estructura Suelto
Textura Franco arcilloso
Color (seco) 10YR 5/3
Color (húmedo) ---
Inclusiones Grava
Material Ausente
cultural
82
Cierre de la PP10
Figura 40: Relación Entidad arqueológica – Estilo cerámico (Fuente: Elaboración propia).
83
Por otro lado, el rango de actividades identificadas a través del análisis del material cultural
colectado sugiere el desarrollo de actividades públicas durante el Horizonte Tardío, pues se
nota la presencia regular de aríbalos y platos playo en inmediaciones de Colquepata (Figura
41). El resto de tipos funcionales responde a actividades domésticas y rituales durante la
época colonial, e incluso desde la época republicana hasta la actualidad, pues desde
entonces Copacabana se convirtió en un núcleo urbano asociado a actividades rituales en
honor a la Virgen María.
Figura 41: Relación Entidad arqueológica – Tipo funcional (Fuente: Elaboración propia).
Tales impresiones son corroboradas con el material cultural colectado durante las pruebas
de pala, pues existe un despliegue de formas domésticas durante la época Colonial. En es te
caso el Horizonte Tardío es representado tan solo por un tiesto de plato playo (Figura 42).
84
Figura 42: Relación Prueba de pala / Estrato – Tipo funcional - Estilo (Fuente: Elaboración propia).
Tanto la valoración del impacto arqueológico como las medidas de mitigación derivadas
apuntan a la necesaria implementación de un Monitoreo Arqueológico durante la etapa de
intervención e implementación del Proyecto “Mejoramiento y Ampliación del Sistema de
Alcantarillado Sanitario y Planta de Tratamiento de Aguas Residuales para la Localidad de
Copacabana”. Un resumen de estas acciones es presentado en la Tabla 3. Se destaca que
tanto Llallagua como Colquepata demandan no solo un Monitoreo contante sino también un
Registro intensivo en caso de afectación, pues es probable que estos se constituyan en
áreas ocupacionales asociadas a las áreas especializadas registradas en Cundisa, Intinkala
y Basílica concentradas en torno al Casco Viejo de Copacabana.
85
Numero Tipo Norte Este de impacto asignadas
DAAlC-001 Palimpsesto 8212376 490289 Mínimo Monitoreo
DAAlC-002 Palimpsesto 8212067 490075 Mínimo Monitoreo
DAAlC-003 Palimpsesto 8212955 490776 Mínimo Monitoreo
DAAlC-004 Palimpsesto 8212226 490978 Mínimo Monitoreo
DAAlC-005 Palimpsesto 8212174 491085 Ninguno Ninguna
DAAlC-006 Palimpsesto 8212386 491647 Ninguno Ninguna
DAAlC-007 Palimpsesto 8212502 491558 Mínimo Monitoreo
DAAlC-008 Palimpsesto 8212871 491343 Mínimo Monitoreo
Monitoreo permanente y
DAAlC-009 Palimpsesto 8213406 491060 Mínimo Registro intensivo en
caso de afectación
DAAlC-010 Palimpsesto 8213014 491137 Mínimo Monitoreo
DAAlC-011 Palimpsesto 8212870 491039 Mínimo Monitoreo
Monitoreo permanente y
DAAlC-012 Palimpsesto 8213109 490685 Mínimo Registro intensivo en
caso de afectación
Tabla 3: Resumen de los resultados alcanzados con la Prospección Arqueológica (Fuente: Elaboración
propia).
Por su parte, las 10 pruebas de pala realizadas en los puntos con mayor grado de
sensibilidad arqueológica dieron como resultado el registro de basurales coloniales,
republicanos y contemporáneos en diversos sectores de Copacabana. De igual manera, se
registró eventos de relleno cultural contemporáneo en al menos dos zonas, Colquepata y
Litoral. En ambos casos la deposición de sedimentos como relleno supone nivelar ciertas
áreas urbanas en pro de estabilizar zonas (más de 80 cm. en Colquepata) o mitigar la
erosión producto del uso constante de determinadas áreas como parqueo temporal (entre 10
y 26 cm. en la playa de la zona Litoral). No obstante, destaca el alto grado de variabilidad en
la secuencia estratigráfica registrada (e.g. grosor) incluso en áreas contiguas.
86
6. AFECTACION AL PATRIMONIO CULTURAL ARQUEOLOGICO
De acuerdo con los datos colectados es posible reconocer tan solo un conjunto patrimonial
en el área de intervención proyectada: Casco Viejo de Copacabana. El resto del área de
intervención corresponde a sectores residenciales contemporáneos de la urbe Copacabana
donde la ocupación prehispánica y colonial no solo es esporádica, sino que sufrió procesos
constantes de modificación producto de actividades de construcción civil. Tomando en
cuenta las características intrínsecas de estas áreas, a continuación se detalla su asignación
categorial dentro de una de las tres Áreas de Sensibilidad Arqueológica predefinidas:
Área de Alta Sensibilidad Arqueológica (AASA): Esta área supone la existencia de sitios,
restos y rasgos arqueológicos complejos, estructural y funcionalmente. La existencia de
secuencias estratigráficas complejas, rellenos antrópicos y áreas funcionales definidas (e.g.
doméstico, funerario, agrícola, vial, u otros), hacen que los sitios del AASA sean
considerados como áreas de alta protección.
Las características de Cundisa, Intinkala y Basílica reconocidos por medio de los registros de
arqueólogos e investigadores permiten concluir que este conjunto concentrado en torno al
Casco Viejo de Copacabana corresponde al AASA.
Área de Baja Sensibilidad Arqueológica (ABSA): Esta área comprende pequeños sitios
habitacionales identificables tan solo a través de restos materiales dispersos en superficie.
Estos sitios carecen de contextos estratigráficos complejos y de mínimos indicios de
87
arquitectura monumental. Este tipo de áreas presentan restos de cerámica, líticos, óseos u
otros en baja densidad.
En un intento por equilibrar las necesidades básicas de la población local (acceso a agua
potable y a recursos hídricos) y la conservación del Patrimonio Cultural Arqueológico, se
considera pertinente asignar un área de amortiguamiento de 100 m. a las entidades
arqueológicas pertenecientes al AASA (supra), y de 10 m. a las entidades arqueológicas
pertenecientes al AMSA (supra).
La presente propuesta ha sido elaborada en función de los resultados del trabajo de campo
efectuado a lo largo de la urbe Copacabana. Por tanto, responde a un interés por regular las
actividades públicas y privadas a ser desarrolladas sobre o en inmediaciones del patrimonio
cultural arqueológico existente en el área de intervención proyectada para la implementación
del Proyecto “Mejoramiento y Ampliación del Sistema de Alcantarillado Sanitario y Planta de
Tratamiento de Aguas Residuales para la Localidad de Copacabana”. Considerando una
potencial variación en el estado de conservación del patrimonio cultural identificado durante
la ejecución del proyecto, los criterios vertidos a continuación no son sino una propuesta que
busca minimizar la potencial afectación negativa durante la etapa inicial de ejecución de las
obras civiles proyectadas.
88
1. Se prohíbe la construcción de infraestructura para el tratamiento de aguas así como
cualquier otro tipo de infraestructura que modifique el paisaje cultural construido
desde la época prehispánica.
2. Se prohíbe la remoción de suelo a excepción del trazo proyectado para la
implementación del alcantarillado urbano.
3. Se prohíbe la alteración (e.g. movimiento, manipulación o excavación) de los
contextos arqueológicos asociados a potenciales hallazgos fortuitos.
4. Se prohíbe la recolección y traslado de materiales arqueológicos sin previa
coordinación con el arqueólogo Monitor a cargo y con la Dirección de Arqueología del
GAM Copacabana.
5. Se permite la remoción temporal de ciertos elementos arquitectónicos patrimoniales,
en tanto estos sean restituidos en su lugar bajo la supervisión permanente del
arqueólogo Monitor.
6. Se permite una modificación temporal del paisaje cultural, pero esta deberá ser
minimizada de tal forma que a la conclusión del proyecto no queden rastros de su
ejecución.
7. Se recomienda impulsar actividades de promoción, difusión, protección, investigación
y conservación arqueológica que cumplan con la normativa vigente en lo que
respecta al Patrimonio Cultural Arqueológico.
89
la ciudad de Copacabana. Asimismo, no se descarta la potencial necesidad por implementar
un Proyecto paralelo de Intervención Arqueológica enmarcado principalmente en tareas de
rescate de restos, rasgos o contextos arqueológicos descubiertos de forma no intencional
(hallazgo fortuito). Especial atención deberán merecer los sectores circundantes al Área de
Alta Sensibilidad Arqueológica dentro y fuera del Área de amortiguamiento asignada. En
todos los casos se deberán desarrollar los procedimientos necesarios en el marco de la
normativa vigente en lo que respecta al Patrimonio Cultural Arqueológico.
7. CONCLUSIONES
A pesar de haber experimentado una ocupación intensiva tardía (época Inka y Colonial), la
península de Copacabana evidencia diversos procesos de ocupación, hecho que deriva en la
consecuente remoción del subsuelo a causa de actividades económicas como la agricultura,
ganadería o turismo. De similar manera, la constante construcción y reconstrucción de
estructuras habitacionales o infraestructura de servicio en distintos lugares de la ciudad de
Copacabana han deteriorado progresivamente diversos contextos arqueológicos ahora
imperceptibles en superficie.
De acuerdo con los resultados del presente diagnóstico, la asociación directa entre
los muros de adobe y la presencia de material cultural es tal que gran parte del área urbana
de Copacabana corresponde a áreas funcionales habitadas por diversas poblaciones del
pasado. Sin embargo, la necesidad por mejorar las condiciones y calidad de vida no solo de
la población actual de Copacabana sino también de los turistas durante su tiempo de
estadía, demanda la implementación del Proyecto “Mejoramiento y Ampliación del Sistema
de Alcantarillado Sanitario y Planta de Tratamiento de Aguas Residuales para la Localidad
de Copacabana”. Por tanto, la ejecución de este proyecto es viable en tanto cumpla con
90
los procedimientos para el resguardo, mitigación y monitoreo del Patrimonio Cultural
Arqueológico desarrollados en el presente Informe Final de Diagnostico Arqueológico
(supra), según corresponda y en el marco de la normativa vigente.
8. RECOMENDACIONES
9. FUENTES CONSULTADAS
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APENDICES
96
APÉNDICE 1
97
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