Introducción a Google Drive © ADR

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 Indice
Introducción a Google Drive 3
Objetivos de la unidad 3
Mapa conceptual 3
Preámbulo 3
Qué es y qué hace Google Drive 5
Paquete de aplicaciones de ofimática 5
Computación en la nube 5
Características 7
Colaboración 7
Accesibilidad 8
Edición simultánea en tiempo real 8
Seguridad 8
Control 9
Guardados, restaurar y revisiones 10
Plataformas y dispositivos 11
Gratis 11
Formatos 12
Formato de Google Drive 12
Formatos de ofimática 12
Otros formatos 13
Conclusiones 13
Hemos aprendido 14
Actividades prácticas 15

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 Introducción a Google Drive

Introducción a Google Drive

Vídeo introductorio: Google Drive.

Objetivos de la unidad

El alumnado al finalizar esta unidad didáctica, será capaz de:

Identificar adecuadamente las características generales del servicio Google Drive.

Analizar detalladamente los aspectos específicos de Google Drive que lo diferencian
de otros servicios similares "en la nube".

Mapa conceptual

Preámbulo

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Movilidad y Recursos

Pensemos brevemente en un par de ideas relacionadas con la actividad de las personas. Si nos paramos a
meditarlo, podemos comprobar que nuestra actividad diaria nos obliga a desplazarnos, cada vez más, y más
lejos. Y cuantas más herramientas llevemos con nosotros, mejor preparados estaremos para afrontar las
tareas que nos encomiendan. En resumen, necesitamos movilidad y recursos. El constante avance de las
tecnologías ha permitido que muchas personas puedan hacer uso de recursos cada vez más sofisticados. Y
la necesidad de movilidad también ha sido un incentivo para que la industria desarrolle herramientas muy
bien diseñadas que se pueden usar en cualquier lugar.

Google Drive

En ese contexto debemos incluir a Google Drive. Proporciona una serie de herramientas de gestión de
documentos, y pueden ser usadas en cualquier sitio, con un simple acceso a internet.

Google Drive: Todos tus archivos estés donde estés

Anotación: Cuestión práctica

Con Google Drive conseguimos aunar las dos necesidades:movilidad y recursos.

Tenemos la capacidad para gestionar nuestros documentos fuera de la oficina. Podemos
preparar un presupuesto, corregir un documento, o calcular unos costes, mientras viajamos.
Pero Google Drive es mucho más.

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Qué es y qué hace Google Drive

Google Drive es una sencilla pero potente suite de ofimática, que nos permite trabajar
con toda clase de documentos. En esencia, podemos crear, editar, almacenar y
compartir documentos, presentaciones, hojas de cálculo, formularios y dibujos.
Vamos a dar un repaso a sus características generales.

Paquete de aplicaciones de ofimática

Google Drive contiene un conjunto de aplicaciones, enfocadas a la gestión de archivos, principalmente
relacionados con la ofimática. Es momento para decir que es la respuesta del gigante de las búsquedas en
Internet (Google) al gigante de la programación informática propietaria (Microsoft). Y más concretamente, es la
respuesta a Microsoft Office. Al igual que éste, ofrece programas diseñados para un uso personal, profesional y
educacional. Y no será una sorpresa comprobar, a lo largo del curso, que los programas de Google ofrecen gran
parte de las características incluidas en los de Office. Entonces, ¿se trata de competencia pura y dura, entre dos
empresas? Pues sí, pero no del todo. Si bien ambas hacen más o menos lo mismo, no lo hacen de la misma
forma.

Computación en la nube
Computación en la nube

Mientras que podemos conseguir una funcionalidad parecida en ambas propuestas, la diferencia estriba en la
instalación y el funcionamiento. Google Drive se basa en el concepto de computación en la nube: en
contraposición a la idea tradicional de instalar programas, las aplicaciones de Google funcionan sin tener que
colocar nada en nuestro equipo. Ni siquiera es necesario que los documentos estén físicamente en nuestro
disco duro. El concepto de nube hace referencia a que todo funciona de forma externa, desde Internet.

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Office Web Apps

El éxito de la propuesta de Google ya ha tenido sus consecuencias: intentando subirse, aunque sea al vagón
de cola, Microsoft ya ha lanzado el equivalente a su Office, versión “en la nube”: Office Web Apps. Si bien ha
incorporado alguna de las características online que ofrece Google, está enfocado a usuarios de su paquete
de ofimática a los que les ofrece el extra de poder trabajar con sus documentos, también online. Habrá que
irse acostumbrando, poco a poco, a esta forma de trabajo, porque parece que la evolución de la tecnología
informática se inclina por estos derroteros. Dentro de no mucho tiempo, no será necesario tener en nuestro
ordenador nada más que un navegador y una conexión a internet. Todo funcionará desde servidores
(ordenadores lejanos), y nuestros archivos también estarán alojados allí, aunque siempre podremos
conservar cuantas copias de seguridad queramos, guardadas en nuestro disco duro. No será necesario
instalar los programas, ni actualizarlos, ni tan siquiera ejecutarlos: estarán siempre disponibles en internet, al
momento.

ADSL

No hace mucho tiempo, las conexiones a internet las hacíamos de forma manual, por la misma línea que el
teléfono fijo (y ya no podíamos hablar, ...). El ADSL llegó para ofrecernos una conexión permanente. (Y
hablar al mismo tiempo, por todos los cielos !!!) Hasta la llegada del concepto de computación en la nube, la
“tradición” dicta que hagamos una instalación de las aplicaciones necesarias, y cada vez que queremos
trabajar con un archivo, hay que ejecutar el programa y esperar a que se vea el documento que hemos
abierto. Dependiendo de la “lozanía” de nuestro ordenador, esto puede ser rápido o terriblemente lento. Y
por supuesto, esto hay que repetirlo en cada ordenador. Este modo de operar empieza a resultar obsoleto,
por lo dicho del funcionamiento online.

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Conexión a internet

Tener en marcha una de las aplicaciones de Google Drive solo requiere de una pestaña en nuestro
navegador web, y el acceso es inmediato: lo que tarde en cargarse la página, como cualquier otra de las que
visitamos en internet. Así que nuestra única dependencia es la conexión: cuanto más rápida, antes
veremos aparecer nuestros archivos. Esta forma de trabajar también soluciona otro de los problemas
tradicionales de los ordenadores: ¡se estropean! No lo olvidemos, trabajamos con máquinas, y seguro que
sabemos de alguien que perdió determinados documentos porque falló su ordenador, o porque el programa
“se colgó”.

Anécdota: el autor de este curso sufrió este mismo percance justo al empezar a
desarrollar los contenidos del mismo. Pero como estaba usando Google Drive para crear
los textos, tan solo necesitó conectarse a internet con otro ordenador, y pudo seguir
trabajando mientras arreglaban el suyo. De paso se soluciona otro de los quebraderos de
cabeza más habituales: ¿en qué carpeta de mi ordenador guardé yo el documento X?
Ahora el documento no estará en nuestro desordenado ordenador . En cambio, será un
archivo mucho mejor catalogado y accesible en internet, con su propia dirección web.

En la nube de Google

Esta nueva forma de trabajo significa que estamos bajo la cobertura del universo Google, para lo bueno y
para lo malo. Si buscamos un aspecto negativo, puede que la dependencia hacia los servicios de esta
empresa (porque empresa es, no lo olvidemos) nos haga ser reticentes. Bueno, es un punto de vista, pero
seguramente ya venimos de un sistema ofimático también dependiente, así que en este aspecto no hemos
cambiado nada. Sin embargo, como usuarios de Google, tenemos acceso a sus recursos, que son muchos.
Y tenemos el soporte de un sistema, hablando tan solo de Google Drive, muy fiable, sobradamente probado,
y en permanente evolución.

Características

Colaboración

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Gracias al concepto de computación en la nube, Google ha podido desarrollar otra de las características estrella
de Google Drive: la faceta colaborativa. Esta funcionalidad permite que podamos compartir nuestros
documentos con otras personas, y que éstas, a su vez, puedan leerlos, editarlos y publicarlos, dependiendo de
los permisos que les otorguemos. Como todos los documentos están “en la nube” (más vale que nos
acostumbremos a este concepto), cualquiera de esas personas, desde cualquier punto con conexión a internet,
pueden acceder a ellos.

Accesibilidad
La naturaleza colaborativa de Google Drive es perfecta para desarrollar proyectos en grupo. Los
colaboradores pueden estar físicamente en cualquier sitio, no es necesario programar encuentros para gestionar
los documentos compartidos. Cada colaborador puede elegir el lugar y el momento para añadir su propuesta.
Esto facilita el trabajo en equipo, no siendo necesario coordinar agendas ni trabajar sobre distintas copias del
documento que luego hay que acoplar.

Edición simultánea en tiempo real

Detrás de este título tan contundente se esconde un hecho muy simple. Además de poder colaborar desde
distintos accesos, se puede hacer de forma simultánea y “en vivo”. Pongamos un ejemplo: estamos preparando
un discurso para el jefe de nuestra compañía, y la labor está compartida entre tres “guionistas”. Esos tres
redactores pueden estar trabajando sobre el mismo documento al mismo tiempo; mientras uno redacta la
introducción, otro puede estar preparando la parte central del discurso, y otro los agradecimientos. Todos los
cambios o novedades incorporadas al documento se reflejan al instante.

Seguridad

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Abordamos en este punto una característica muy importante y que puede ser la clave para tomar la decisión de
hacer un uso completo y confiado de Google Drive. Para aquellos usuarios de ofimática acostumbrados a
controlar físicamente tanto quién, como dónde, se guardan los archivos de todo tipo que se generan en este
entorno, resulta comprensible la reticencia a dar el paso de dejar sus documentos almacenados en internet,
poco menos que abandonados a su suerte. Hay que decir que Google Drive es, en su filosofía y en su
funcionamiento, un entorno completamente seguro y estable. El gigante informático (Google) se encarga de
que nuestros archivos se encuentren guardados con seguridad.

En el improbable supuesto de fallo en alguno de sus servidores (los “ordenadores” remotos donde se guardan
los ficheros), se hacen copias de seguridad con regularidad, que son enviadas a otros servidores para que la
información siempre esté disponible y salvaguardada. Por esta razón, no es previsible una pérdida o deterioro
de nuestros archivos, ya que los controles de seguridad que Google aplica, son muy exigentes. Comparando
con la experiencia de la media de los usuarios, podemos llegar a la conclusión de que es más probable un
“cuelgue” de nuestro disco duro que el de Google Drive.

El hecho de tener nuestros documentos “en el ciberespacio”, nos permite, de forma adicional, hacer copias de
seguridad de los mismos, en cualquier momento, con tan solo descargarlos a nuestro ordenador. Esta opción
aporta un plus de seguridad, que muchos considerarán oportuna, pero conviene tener claro que, al mismo
tiempo, restamos eficacia al concepto de computación en la nube: si hacemos copia de seguridad en un
documento de texto que tenemos compartido con un colaborador, puede darse el caso de que éste haga un
cambio, que evidentemente NO quedará reflejado en una copia de seguridad que hicimos con anterioridad a la
modificación. Por eso puede ser conveniente seguir estas dos pautas:

Hacer copias de seguridad de documentos solo cuando sean definitivos.

Hacer copias de archivos que, por su naturaleza, no son editables, tales como pdf’s, imágenes o vídeos.

Recordad: en Google Drive podemos almacenar cualquier tipo de fichero.

Control
La segunda característica relacionada con la fiabilidad del sistema es el control. Nos referimos al control sobre
quién y cómo accede a nuestros documentos. En este aspecto, también Google ha sido muy cuidadoso: por
defecto, todos los archivos almacenados en nuestra cuenta, incluso los de nueva creación,son de carácter
privado, y por tanto, inaccesibles salvo para el usuario con derechos de administrador. Y tan solo dicho titular
puede cambiar este aspecto, puesto que es una característica configurable.

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Podemos permitir el acceso a personas (en realidad, cuentas de usuario) concretas, o bien
de forma más permisiva a cualquiera que sepa la dirección del archivo. Podemos configurar
además qué tipo de acceso tienen esos usuarios, desde simples lectores hasta editores que
pueden alterar el contenido de los documentos.

Guardados, restaurar y revisiones

A quién no le ha pasado que tiene un documento casi acabado, y al intentar guardarlo, el ordenador o el
programa se ha bloqueado, y la única opción es reiniciar, perdiendo el trabajo que no estaba guardado con
anterioridad. Esta es la parte en la que nos tiramos de los pelos. Algunos programas (no todos) tienen la
funcionalidad de hacer guardados automáticos en intervalos de tiempo definidos. Por ejemplo, cada 10 minutos.
Es una buena herramienta, no cabe duda. Pero en ese lapso da margen a perder mucho trabajo si la cosa se
tuerce. En Google Drive los guardados no solo son automáticos, sino que son inmediatos. Cada pocos
segundos el sistema hace “un guardado”. Por ejemplo, al redactar un documento, mientras mantenemos las
pulsaciones del teclado en marcha no lo hará, para no interrumpir nuestro trabajo, pero bastará una breve pausa
para saber que el último párrafo está a salvo.

Los guardados automáticos no son ninguna barrera cuando deseamos volver atrás: a pesar de que el
documento esté guardado, el sistema nos permite deshacer pasos, borrando por ejemplo el último párrafo. En
todo caso, y como parece lógico, los pasos atrás siguen el orden contrario. Un paso atrás borra nuestra última
frase, y otro paso atrás borra la penúltima. En Google Drive le han dado una vuelta de tuerca a esta lógica con la
opción de restaurar y las revisiones. En esquema, el servicio conserva un historial de los cambios introducidos
en nuestros documentos, y podemos recuperar cualquiera de esos estados, no tiene porqué ser el último.
Podemos ver, en nuestro documento de texto de ejemplo, los cambios o añadidos hechos en él, ordenados por
fecha y hora, y recuperar el estado del documento en un momento concreto.

Y no solo eso. Tal vez tengamos varias versiones del mismo documento. Con las revisiones podemos
controlar qué ha cambiado de una a otra, y decidir cuál es "el bueno".

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Plataformas y dispositivos

Google Drive funciona sobre todo tipo de sistemas operativos y prácticamente en

cualquier aparato electrónico con pantalla, teclado y conexión a internet.

Como en realidad lo que debe funcionar en nuestro aparato es un navegador de internet, que accede a
determinadas páginas web, todo sistema operativo que disponga de programas capaces de visualizarlas será
susceptible de soportar las aplicaciones de Google Drive. Esta simplicidad también hace operativo este sistema
en cualquier aparato que admita la navegación web, desde por supuesto un ordenador, hasta los últimos
smartphones, tablets y demás dispositivos electrónicos de última generación.

Y no solo funcionará. Lo más probable es que exista una versión específica de la interfaz de Google Drive para
optimizar su funcionamiento con tal dispositivo. La constante aparición de nuevos estándares de visualización de
contenidos no frena en ningún momento la capacidad adaptativa de Google, que mantiene todos sus servicios
(entre los que Google Drive solo es una parte) en constante desarrollo.

Gratis
Google Drive es absolutamente gratuito. ¿Qué más podemos añadir? Desde sus comienzos, la política de
Google ha sido ofrecer multitud de servicios gratuitos, sin aparentes limitaciones en cuanto a los medios
requeridos para mantenerlos. En las oficinas de los de Redmond, piensan que ofrecer soporte de calidad para
todos sus productos sin cargo, contribuye a afianzar su línea de negocios, en los que la publicidad tiene un peso
importante. Naturalmente, todo tiene un límite. Pero de esta pata tampoco cojea el banco de Google, pues dicha
frontera suele estar muy lejos. Por ejemplo, en la cuenta de Gmail (el servicio de correo electrónico de Google),
tenemos una capacidad de almacenamiento de 25 Mbytes, más que suficiente para la mayoría de archivos
adjuntos, pero, en un hipotético caso de agotamiento de esa memoria, Gmail propone hacer uso de Drive, donde
tendremos 15 Gigabytes disponibles, cantidad proporcional a más de veinte CD's. o más de tres DVD de datos.
Si, aun así no fuera suficiente, la solución (gratuita) es tan sencilla como... crear otra cuenta. (Gratuita, por
supuesto).

Los 15 gb. de Google Drive suponen un amplio margen para gestionar documentos, que suelen pesar poco.
Pero claro, si alojamos ficheros más pesados, como música o vídeos, este espacio se verá mermado
enseguida. Cuando superamos estos límites, comienzan a surgir las opciones de pago, que muy amablemente
nos ofrece Google. No obstante, y para quien le vaya a sacar provecho, los planes de precios comienzan en
1,99 dólares mensuales por 100 gigas de almacenamiento.

Puedes consultar toda la información acerca de los límites de almacenamiento de Google

Drive a través del siguiente enlace: Consultar el límite de almacenamiento de nuestra cuenta
de Google Drive.

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También, puedes acceder a la información de los planes de precio que tiene Google
Drive, haciendo clic en el siguiente artículo: Planes de Precios Google Drive para ampliar la
capacidad de almacenamiento.

Formatos
Otro de los aspectos que no debe preocuparnos de Google Drive es el tipo de formato en el que se guardan
nuestros documentos. Aquí las opciones son múltiples y los procesos reversibles. Respecto a las opciones
de formato cabe diferenciar entre:

Documentos de Google Drive

Documentos generados en Google Drive.

Documentos convertibles

Documentos de ofimática no creados con Google Drive. (convertibles)

Otros archivos

Otro tipo de archivos de formato predefinido (imágenes, audio, vídeo, PDF, etcétera)

Formato de Google Drive

Quizá nos convenga plantearnos este asunto desde una perspectiva alejada. Cuando trabajamos sobre un
documento creado en Google Drive, o convertido a Google Drive, no vamos a ver un nuevo tipo de extensión al
final del nombre del archivo, no habrá ninguna. Esto no debe preocuparnos en absoluto. Simplemente debemos
saber que gracias a ese formato indefinido tenemos la capacidad de ver y editar nuestros documentos en la
plataforma de Google Drive, y que cada vez que se hace un guardado, o cerramos la pestaña del navegador, el
documento está perfectamente a salvo. En cualquier momento, estos archivos pueden ser convertidos a un
formato conocido, o manejable, por ejemplo cuando queremos guardar una copia del documento en el
ordenador. Tenemos un buen abanico de formatos entre los que elegir, y la lista se revisa y amplía
constantemente.
No obstante podemos descargar los archivos de Drive o usar los sistemas de sincronización en los que tendrán
una extensión de archivo específica de Google.

Formatos de ofimática
También podemos tener documentos creados en nuestro ordenador, con el paquete de ofimática que tenemos
instalado, y que hemos subido a nuestra cuenta de Google Drive. Tenemos dos opciones:

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 Introducción a Google Drive

Podemos mantener el formato original. Esto mantiene inalterado el archivo, y la plataforma de trabajo
nos mostrará una vista previa del mismo, PERO NO PODREMOS EDITARLO.
Podemos cambiar al formato de Google Drive, tanto en la subida del archivo a nuestra cuenta, como
posteriormente. Esto permitirá introducir cambios, EDITAR NUESTRO DOCUMENTO.
Los archivos en formato Google no ocupan espacio de almacenamiento de Drive.

NOTA: dependiendo de las características del archivo, la conversión de formato puede

limitar su funcionalidad en Google Drive.

Otros formatos
En Google Drive podemos tener, además de archivos con el formato Drive, otros formatos típicos de la ofimática
(docx, xlsx, pptx, etc.), y además, cualquier otro tipo de formato. En nuestra cuenta puede haber desde pdf’s,
hasta música, vídeos e imágenes. Y cualquier otro tipo de archivo que se os ocurra: un proyecto de Presto, un
dibujo de CAD, un fichero .ORF (es un archivo de imagen -para los curiosos-)...

Evidentemente, no vamos a poder trabajar con todos estos archivos, pero Google Drive nos sirve de almacén
donde guardarlos, para tener una copia de seguridad. Y es muy probable que, cuando menos, tengamos una
vista previa de algunos de ellos. Además, estando alojados en nuestra cuenta, son fáciles de gestionar: los
podemos descargar en cualquier ordenador, o enviar fácilmente por correo electrónico.

Conclusiones
Estamos sin duda ante una oportunidad que ni pintada para hacer de golpe bastantes cosas a la vez:

Salto definitivo

Dar el salto definitivo a la web online ("en la nube"), en un proceso indoloro y sencillo.

Tecnología

Subir al tren de la tecnología más puntera pensada expresamente para el usuario.

Gratuidad

Aprovechar la gratuidad de un conglomerado de servicios excelentes, con el respaldo y potencial de una

empresa como Google.

Programas

Dejar de depender de programas, discos duros, incluso de la ubicación física, para poder llevar a cabo
nuestro trabajo.

Productivos

Ser más productivos al poder trabajar en equipo.

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Tenemos pues, entre las manos, un diamante en bruto, que hay que pulir. ¡Vamos a
ver cómo!

Hemos aprendido

Google Drive es una suite ofimática de computación en la nube que nos aporta
movilidad, disponiendo de los recursos con independencia de la ubicación del equipo
o del dispositivo móvil.
La naturaleza colaborativa de Google Drive es perfecta para desarrollar proyectos en
grupo, permitiendo crear, editar, almacenar y compartir archivos de documentos,
presentaciones, hojas de cálculo, formularios, dibujos, calendarios, mapas y otros
archivos de Google, utilizando la edición simultánea de los usuarios que colaboran
en la elaboración de un archivo.
Google Drive ofrece seguridad respecto a la integridad de los datos, realizando
copias automáticas de respaldo y sin estar afectados por anomalías de hardware.
Durante la edición los guardados no solo son automáticos, sino que son inmediatos.
También ofrece seguridad respecto el acceso a los datos, con cifrado e identificación
por usuario, contraseña y verificación opcional con dispositivo móvil.
Cada uno de los archivos contenidos en Drive permiten definir elacceso; privado,
público o compartido con determinados usuarios, y el rol; propietario, editor,
comentarista o lector.
Google Drive funciona sobre todo tipo de sistemas operativos y prácticamente en
cualquier aparato electrónico con pantalla, teclado y conexión a internet.
Todas las aplicaciones de Google tienen su propio formato de archivo que podrá
convertirse a otros formatos para descargarlos o para mantenerlos en Drive. Los
archivo en formato de Google no consumen cuota de almacenamiento de Drive.
Los servicios de computación en la nube que Google ofrece gratuitamente son una
oportunidad única de evolucionar el modo de trabajo personal o de empresa,
disponiendo de una tecnología puntera que nos aportará mayor productividad, y nos
liberará de los problemas del software local sobre instalación, configuración de
empresa, actualizaciones o licencias legales.

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Actividades prácticas
Actividad Práctica: Meditar sobre la utilidad de Google Drive

Para esta unidad no proponemos hacer ejercicios. La sugerencia es leer, y pensar. Y al finalizar, sacar tus
propias conclusiones y convicciones sobre Google Drive.

Estamos en una habitación, con una iluminación regular, sentados ante una pantalla. (Vamos, que estamos
en el despacho). Arrancamos el ordenador. Mientras lo hace, nos da tiempo de preparar un café (menos mal
que tenemos máquina de café; "no es nada del otro jueves", pero mejor que nada). En un par de minutos está
listo. (O tres, o cinco).

Ahora ejecutamos el programa. Larí, lará, soplamos el café, pegamos un sorbo, todavía quema,aún no está el
programa. Ahora buscamos el documento (¿en qué carpeta lo guardé?) que tenemos empezado, ese discurso
para nuestro jefe que tiene que estar para mañana a las ocho. Lo tenía que haber hecho Pérez, pero me lo ha
“colocado” a mí. Si cada uno hubiera hecho su mitad, ya casi estaría. Ahora me lo voy a comer enterito.
Seguro que me quedo sin cenar, y ya veremos cuándo vuelvo a casa. Me lo llevaría, pero no tengo este
programa en mi ordenador, mejor dicho, sí lo tengo, pero es una versión anterior y me han dicho que no es
compatible...

Ahora imaginemos que nuestro ordenador no tiene disco duro. Disponemos de una cpu (la caja del ordenador)
con lo básico: placa base, monitor, teclado y ratón. Y un puerto usb. El despacho es igual de triste, o neutro,
para no ser negativos. Conectamos el pen drive (dispositivo de memoria portátil) que tenemos en el bolsillo, y
se ejecuta el sistema operativo que tenemos instalado. Abrimos el programa navegador y nos conectamos a
nuestra cuenta de Google. Accedemos a Google Drive. Abrimos el documento en el que estamos trabajando.
¡Vaya!, acabamos de empezar, y el discurso que tenemos que redactar tiene que estar para mañana a
primera hora. Por lo menos, vemos que Pérez ha hecho su parte. Incluso nos hace anotaciones sobre cómo
hacer la nuestra. De todas formas, parece que si no hacemos algo, esto nos va a explotar en la cara...

Mejor nos vamos, "de perdidos al río" (from lost to the river, ¿no es así?). Antes de ir a casa, apetece tomar
algo. Quedamos con tal y cual. Mientras llegan, conectamos el Smartphone a la cuenta de Google Drive, y
hojeamos la presentación que han preparado otros compañeros, para acompañar el discurso del jefe de mi
compañía. No está mal. Tendremos que aplicarnos con el discurso.

Ya estamos en casa. Preparamos la cena y mientras, encendemos el portátil y le damos un repaso a losfeeds
en Google Reader. Ya estamos tranquilos y relajados. Este discurso nos va a quedar “niquelado”. ¡Allá vamos!

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Y al día siguiente...

- ¡Señor Ortiz, espero que tenga listo el discurso!, ¿no?

- Por supuesto. Lo tiene en la bandeja de entrada de su correo electrónico, para que lo revise. Y encima de
su mesa lo tiene ya imprimido, por si le resulta más cómodo de leer.

- Así me gusta, señor Ortiz. Luego puede venir usted para tratar sobre los incentivos que me pidió...*

1. ¿Qué necesitamos REALMENTE para trabajar? ¿Un ordenador muy potente?¿Un

programa muy potente?
¿Es imprescindible estar atado a la silla del despacho para hacer bien nuestro trabajo?
¿Dónde necesitamos tener los documentos con los que trabajamos?¿En el
despacho?¿Una copia en casa?¿Y luego cómo los sincronizamos?

2. Analiza estas afirmaciones para no cambiar nuestra forma de trabajar, aún conociendo
Google Drive y anota cuáles son tus impresiones sobre cada afirmación:
El ordenador funciona perfectamente, un poco lento, pero funciona. Nunca se quedará obsoleto,
ni se estropeará...
Los programas que tenemos son estupendos. Hacen tropecientas cosas, aunque nunca las
usaremos. Y nunca se quedarán anticuados...
Queremos nuestros documentos aquí, en nuestro disco duro. Así los controlamos. Los tenemos
un poco desperdigados por el ordenador, pero los tenemos. Nunca se estropearán, ni se nos
quedará “colgado” el ordenador, ni el programa, ni el disco duro... Además, el despacho es a
prueba de bombas, incendios, robos...

3. Y unas últimas reflexiones sobre Google Drive:

¿Cuánto cuesta?
¿Cuanto gasta?

Convénceme de utilizar Google Drive y véndeme la moto.

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