Desde un ámbito cultural, se vieron grandes acontecimientos que marcaron

esta época. Uno de ellos fue la protesta de los jóvenes alrededor del mundo por
temas en específico, como lo era en Estados Unidos que protestaban contra las
irregularidades que se estaban presentando en la sociedad, también por la tensión
racial en contra de los negros, entre otros. La forma de protesta de esos jóvenes
era de diversas maneras, una de ellas era en cuanto a la forma de vestir , el uso
del lenguaje, los tatuajes, los piercing que hasta aquel entonces solo lo utilizaban
los aborígenes, “solo llegó a las calles con las narigueras y los zarcillos múltiples
de los hippies estadunidenses de los años sesentas”.1
En esta época nace el rock y su difusión era amplia en los sectores de la
juventud, por su internacionalización y su innovación, además esto estuvo muy
ligado al modo de vida de las personas. Una parte de su importancia social se vio
reflejado cuando asesinaron al presidente Kennedy, por lo cual los Beattles
compusieron una canción titulada I want to bold your hand.
Para nuestro país fue sino hasta mediados de los años sesenta que la difusión
de este provino principalmente de México, Argentina y España en donde se
producía el rock en español con ciertas adaptaciones. Por lo tanto, su difusión se
comienza a dar a través de la radio, a proyectarse en películas, concursos,
conciertos con música en vivo, además de su presencia en diversas discotecas y
festivales. Su principal promotora fue “Claudia de Colombia. Desde la emisora
radio 15, Alfonso Lizarazo divulgaba la música rock – en Barranquilla,
Bucaramanga, Cali, Medellín- difundió las canciones de la nueva ola”2, esta última
se caracterizaba por presentar rock en español a través de traducciones no muy
fieles a la letra original.
Se comenzaron a ver pequeños grupos de jóvenes colombianos que se
organizaban para producir dicho género. Gran parte de su divulgación en la nación
se llevó gracias a la industria disquera que se tenía en el país y que
fundamentalmente estaba en la ciudad de Medellín, cabe resaltar que “los
speakers suele ser considerado como el primer disco de rock colombiano, antes

1
Julio cesar Londoño. “sobre una ciencia mundana”. En: El espectador. Bogota. 27 de julio de 2012
2
Álvaro Tirado Mejía. “Los años sesenta: una revolución en la cultura”, Penguin Random House Grupo
Editorial, S.A.S. Colombia. Agosto de 2014,Pp 163
de él, hacia 1963 bandas como los Dara Bogs y Los Teenagers ya habían grabado
dos año atrás en Medellín”3
Otra característica esencial para la manifestación de los jóvenes en cuanto a
sus revoluciones fue el nacimiento del hipismo como un movimiento contracultural,
libertario y pacífico. Estos se caracterizaban por ser “jóvenes barbados, con pelo
largo y sandalias, enemigos de la guerra en Vietnam, consumidores de drogas,
especialmente el ácido lisérgico, conocido como LSD. Su actitud de rechazo a la
sociedad existente era pacífica y cada vez más cercana a las religiones
orientales”4. La comunidad hippie que estaba en Colombia se había instalado
entre los años de 1968 y 1971 en Bogotá; ellos celebraron en el parque de las
flores el verano del amor a semejanza de California. Ellos tenían sus propios
almacenes con productos que se caracterizaban por ser de su manera de vestir y
sus modas. Además se empezó la circulación de un periódico con el nombre de
“olvídate periódico total” que llego a difundirse con más de diez mil copias
repartidas. El hipismo no dio mucho fruto en Colombia por la actitud que estaban
asimilando las personas de la alta sociedad y adineradas, ya que ellos protestaban
contra la sociedad de consumo algo en lo que estaban totalmente inmersos.
En la época de los años 60´s también se vio un gran impacto dentro de las
sociedades por el auge en la literatura latinoamericana, donde las culturas de los
países del tercer mundo pasaron de ser exóticas a la categoría de interesantes y
creadoras. Este boom consistía en un grupo de escritores latinoamericano con
gran talento que tuvieron una fuerte acogida e inmensa difusión en los medios
intelectuales, en la academia y entre los lectores del hemisferio norte y de las
regiones del globo. Como diría Mario Vargas llosa en el coloquio que se hizo
dedicado al boom en las universidades españolas “fue un reconocimiento de que
América latina no solo producía dictadores o el mambo, sino también una literatura
que aportaba algo más novedoso, original y creativo a la cultura moderna”5. Como

3
Álvaro Tirado Mejía. “Los años sesenta: una revolución en la cultura”, Penguin Random House Grupo
Editorial, S.A.S. Colombia. Agosto de 2014,Pp 164
4
Álvaro Tirado Mejía. “Los años sesenta: una revolución en la cultura”, Penguin Random House Grupo
Editorial, S.A.S. Colombia. Agosto de 2014,Pp 173
5
“El “boom” aporto algo novedoso y creativo a la literatura moderna”. En: el país Madrid.5 de noviembre de
2012.
características principal y particular boom es que todos estos en su gran mayoría
eran jóvenes y no estaban consagrados, que muchos de estos vivían en el exterior
con la calidad de exiliados forzados o por elección ante la dictadura que oprimía a
la mayoría de los países de esta región, por lo general las obras de estos
escritores solo se quedaban confinadas en el país dentro de sus fronteras y su
difusión y celebridad solo estaban en el campo local. Uno de los aspectos más
importantes de esto fue la creación de múltiples departamentos de literatura
latinoamericana en los centros académicos de Europa y Norteamérica donde se
escribieron muchos libros sobre el tema.
También aparece el arte moderno en Colombia, en su primer momento en los
años veinte y los treinta con los denominados bachué que era “un grupo
interesante y heterogéneo grupo de artistas que dieron impulso al arte en
Colombia” 6 que tenían un tipo de tendencia por el arte mexicano, por sus
muralistas y atreves de dar forma al nuevo mensaje social con un fuerte
nacionalismo.
Marco Ospina es el primer pintor al realizar una obra de arte abstracto en 1949
en la galería de arte de Bogotá, para los años sesenta el arte Abstracto domina en
Colombia y llegan “las nuevas tendencias más modernas, lo figurativo, lo
geométrico, la abstracción expresionista, el arte conceptual el nuevo realismo y el
pop, entraron a formar parte del arte colombiano”7. Luego de la dictadura de Rojas
Pinilla se produjo un cambio importante al hacerse presente el arte abstracto.
La importancia de los museos y las galerías de arte al momento de llevar las
obras al público jugo un papel muy importante en la difusión del arte y empezaron
a diferenciarse de los museos tradicionales del mundo por lo que se presentaba
en ellos, el más importante de estos fue el museo de arte moderno de Nueva York
(MOMA) que jugó un papel muy importante al llevar el arte del centro de parís a
Nueva York. Ya “en Colombia, se fundó el museo de arte latinoamericano, cuyo

6
Álvaro Tirado Mejía. “Los años sesenta: una revolución en la cultura”, Penguin Random House Grupo
Editorial, S.A.S. Colombia. Agosto de 2014,Pp 282
7
Véase: Eduardo Serrano Rueda. Cien años del arte colombiano:1886-1986(Bogotá: Museo de arte moderno
de Bogotá y benjamín Villegas y asociados, 1985) 149-186
nombre fue cambiado después por el de museo de arte moderno”8 que funciono
con una donación de obras del cubano José Gómez Sicre.
Con la llegada de los sesenta llega la verdadera crítica seria al arte en
Colombia. Marta Traba originaria de Argentina fue determinante para consolidar el
paso de lo tradicional al modernismo en las artes plásticas, ella emprendió un tipo
de cruzada contra lo que se consideraba como pintura disuelta y anquilosada, que
se veía en el muralismo y se dedicó a promover las corrientes de arte
contemporánea y a los artistas que la iban encarnando; fue docente de la
universidad de los Andes, nacional y de América de Bogotá. Para ella “los bachué”
y los muralistas por “su temática nacionalista a la manera de los muralistas
mexicanos no logra tener una posición estética; se enfrasca en el entusiasmo
superficial por lo social, lo popular, o por la exaltación de la historia en general o
privada de los colombianos y ninguno de sus integrantes ira más adelante del
cambio de apariencias y de la renovación de los temas” 9 como en toda crítica
hubo un poco de exageración y con efectividad argumental se ignoraron algunos
méritos que se habían logrado.

8
Álvaro Tirado Mejía. “Los años sesenta: una revolución en la cultura”, Penguin Random House Grupo
Editorial, S.A.S. Colombia. Agosto de 2014,Pp 286
9
Luz Guillermina Sinning Tellez. Op. cit., 171.