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Reencuentro

ISSN: 0188-168X
cuaree@correo.xoc.uam.mx
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad
Xochimilco
México

Cacheux Pulido, Elena Margarita


Feminismo chicano: raíces, pensamiento político e identidad de las mujeres
Reencuentro, núm. 37, agosto, 2003, pp. 43-53
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco
Distrito Federal, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=34003706

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Feminismo chicano:
raíces, pensamiento
político e identidad
de las mujeres
Elena Margarita Cacheux Pulido*
Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, México.

*Profesora investigadora titular


del departamento de Educación y Comunicación
en la UAM-Xochimilco.
Correo electrónico: mcacheux@cueyatl.uam.mx
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Resumen
El feminismo chicano tiene múltiples venas que nutrieron el pensamiento ideológico,
político y estratégico durante todo el siglo pasado. Una de ellas se forma por los
encuentros locales, nacionales e internacionales que sirvieron de plataforma para
comunicar, entre mujeres, las propias necesidades para el desarrollo y la liberación
de la injusticia, intolerancia y desdén. Las mujeres han luchado por medio de
sindicatos y movimientos sociales para plantear justas demandas, entre otras,
educación, igual salario por igual trabajo, bienestar, permiso de maternidad, cuidado
infantil, autodeterminación, información sexual, igualdad en la participación política
y liderazgo. Con el avance teórico en las cuestiones de raza, clase, minorías étnicas
y feminismo lésbico, se desarrolló la identidad de la nueva chicana a la luz de la
emancipación de las mujeres.

Palabras clave:
Feminismo chicano
Sexismo
Identidad chicana

Abstract
Chicano feminism has had many currents which have fed ideological and political
thought and strategy throughout the entire twentieth century. These include local,
national and international meetings which have served as platforms for exchanges
between women about the need for development and freedom from injustice, intoler-
ance and disrespect. Women have fought through organizations and social move-
ments where they have made their demands for education, equal work for equal pay,
maternity leave, child care, self-determination, sexual health information and equal
political participation and leadership. Progress in the theory of issues of race, class,
ethnic minorities and lesbian feminism has helped the identity of the new Chicano
woman to develop in the context of woman’s emancipation.

Key words:
Chicano Feminism
Sexism
Chicano identity

Las raíces
Cihuatlyotl, Woman Alone
El feminismo chicano surgió al interior del movimien-
Yo llamo a mujer, to nacionalista de derechos civiles de los últimos
canto por mujer. años sesenta y principios de los setenta del siglo
Cubierta con serpientes vengo yo, XX,1 tiene sus raíces en muchas anteriores causas
al lugar del encuentro me acerco, sociales y rebeliones armadas que las mujeres
repito conjuros para provocar amor. habían sostenido a favor de sus derechos, y afirmó
Clamo por mujer. que las chicanas podían dirigir su propio destino.2
Ya llego, llamo,
Su relación con el movimiento feminista, inclu-
Gloria Anzaldúa yendo el sufragista en Estados Unidos, está mar-
cado por factores complejos que han afectado a
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ambos grupos desde 1848; uno de los más impor- Siguiendo a Martha Cotera, para las minorías
tantes es que las chicanas fueron consideradas una este momento en defensa del voto como un derecho
minoría, inmigrantes y trabajadoras con escalas para conseguir mejores condiciones para las
muy bajas dentro de la estructura económica. La mujeres en el hogar y el trabajo, no fue tan exitoso:
gran victoria del feminismo no alcanzó a las chica- desafortunadamente para las mujeres pobres y de
nas ni a las negras; las minorías tuvieron que con- minorías étnicas, no hubo suficientes feminis-
tinuar la lucha por la supervivencia, y quedarse con tas socialistas para cambiar el movimiento sufra-
trabajos mal pagados en servicios domésticos y la gista, y alejarlo de una débil plataforma de derechos
industria agrícola, sufrieron represión y deportación humanos y voto universal. Las ideas que nacieron
mientras que los grupos privilegiados de mujeres dentro del movimiento abolicionista fueron pues-
blancas, clase media, habían logrado algunos de tas a un lado para hacer camino, en 1890, a una
sus propósitos. Entre 1890 y 1920, las barreras fue- más frágil meta del sufragio feminista de las muje-
ron actitudes antagónicas al laborismo, minorías, res blancas: clase media a toda costa (Cotera,
socialismo, comunismo y el propio liderazgo del mo- 1980, p. 225).
vimiento de mujeres contribuyó como obstáculo
(Cotera, 1980, p. 223). Entre 1904 y 1920, las chicanas se organizaron
para defender los derechos civiles y el trabajo. En
El sufragismo y las actividades feministas, Texas, colaboraron con el Partido Liberal Mexicano
realizadas por socialistas a favor de los derechos (PLM) con Enrique y Ricardo Flores Magón a la cabe-
de las mujeres, nunca se pronunciaron abiertamen- za, exiliados mexicanos, e hicieron consciente a la
te en contra de la injusticia del racismo hacia las comunidad México-americana sobre la importancia
mujeres de color, sino que sólo consideraron su del crecimiento de las mujeres, el feminismo y la
papel de observadoras, con base en esa ideología, revolución.5 El derecho a votar fue obtenido por las
las concentraron en mítines y encuentros, pero no chicanas hasta 1974 mediante las resoluciones del
escucharon sus necesidades. En 1848, año en que Acta de Derechos al Voto (Cotera, 1980, p. 227).
se presenta en Seneca Falls la “Declaración de
Sentimientos” por las sufragistas Elizabeth Cady El levantamiento laborista en los años veinte
Stanton y Lucrecia Mott, las México-americanas y treinta defendió a trabajadoras e inmigrantes, y
comenzaban a incorporarse al territorio anexado a abordó las condiciones de las mujeres chicanas.
Estados Unidos luego de la colonización, este es En particular en Texas, las luchadoras tejanas
un periodo de liberación de los chicanos por su Louisa González y Emma Tenayuca estuvieron a
tierra.3 Lucy González Parsons,4 chicana, socialista favor de la alianza internacional de trabajadores y
laborista que defendió a las mujeres trabajadoras, motivaron a las trabajadoras a presionar a los
mantuvo contacto con el sufragismo al igual que sindicatos para que éstos adoptaran sus demandas
Emma Goldman, atraídas por las líderes Jane de permiso de maternidad, libre control de la natali-
Addams y Florence Kelley, quienes estaban re- dad y mejores condiciones de vida para todos
sueltas a encontrar mejores condiciones para las (Nieto, 1976, p. 54).
trabajadoras inmigrantes (Cotera, 1980, p. 224).
En muchos casos el feminismo chicano siguió
A pesar del trabajo hecho por las socialistas un curso separado, pero similar, del feminismo me-
entre 1810 y 1910, periodo de su lucha, tuvieron xicano, pero se envolvió intrínsecamente en el de
poco o ningún efecto en las actitudes del movi- derechos civiles de los chicanos después de la
miento sufragista hacia las minorías o las mujeres guerra entre México y Estados Unidos (1846-1848)
de la clase trabajadora. Los requerimientos pro- que delimitó una nueva frontera territorial, y esto
movidos por el sufragio universal, como pruebas influyó para que el pensamiento feminista de chica-
de lectura y escritura, no permitieron la emancipa- nas y mexicanas tuviera consecuentemente en-
ción de las negras, chicanas, pobres e inmigran- cuentros y desencuentros.
tes. Debido al racismo y clasismo, los argumentos
del sufragio universal y la negación de la supe- En términos de los derechos de las mujeres,
rioridad del hombre sobre la mujer, se aparta- la Revolución Mexicana (1910) fue un periodo de
ron y persiguieron a las mujeres hasta casi 50 tremendo impacto en el mundo, pues hombres y
años después. mujeres desarrollaron relaciones de unidad, y en
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el periodo posterior, las actividades represiva y anticomunista (Cotera,


a favor de las mujeres promo- 1980, p. 228).
vidas por Hermila Galindo y
Artemisa Sáenz Razo, quie- A principios de los
nes organizaron el Primer años sesenta, las chica-
Congreso Internacional nas seguían activas tra-
de la Mujer en Mérida, bajando en beneficio
Yucatán (1916), siguie- de las comunidades a
ron presionando en las que pertenecían y
los siguientes años estuvieron envuel-
para hacer valer los tas desde el comien-
derechos de la mujer; zo en el movimiento
el sufragio, la des- de derechos civiles,
trucción de la pobreza algunas de ellas fue-
y distribución equitati- ron Dolores Huerta,
va de tierras, por me- de United Farm Work-
dio de organizaciones ers Organizing Commit-
como Y.M.C.A., La Liga tee, Alicia Escalante, con
Femenil Mexicanista y Welfare Rights Organiza-
Asociación Panamericana tion, Gracia Molina de Pick y
(Cotera, 1977, p. 42). Anna Nieto Gómez, activistas
feministas (Cotera, 1980, p. 229).
Las revolucionarias, organizadas al
otro lado de la frontera, reafirmaron en esta época Con estos sucesos, aparece la segunda ola
el surgimiento de la conciencia feminista, como la del Movimiento de liberación de las mujeres, soste-
periodista Juana Belén Gutiérrez de Mendoza y las nido por la plataforma del Partido de las Mujeres y
Hijas de Cuauhtémoc, quienes produjeron el pe- de Alicia Paul, demandando igualdad de derechos
riódico feminista Vesper, y fueron protagonistas en y oportunidades. Las minorías especialmente
el análisis del racismo, justicia e igualdad. habían estado trabajando en el respeto a los de-
rechos humanos y tenían muchos ejemplos de
Durante los años treinta, las chicanas siguieron cómo estos liderazgos de mujeres habían dejado
protestando por las condiciones educativas de las de lado el tópico del racismo.
mujeres México-americanas, pero la guerra en los
años cuarenta las volvió a afectar, fueron reclutadas Como lo aclara Martha Cotera, fueron tres
para ocupar puestos en los servicios domésticos. problemas principales en la relación entre las mi-
Aunque, cuando la industria del vestido se movilizó norías y las mayorías: 1. paternalismo o materna-
hacia el suroeste, las chicanas ocuparon los puestos lismo, 2. oportunidades extremadamente limitadas
en esas empresas. Las actividades de la guerra, la para las mujeres de las minorías y 3. total discri-
repatriación en los años treinta y el conservadurismo minación contra las mujeres de las minorías en el
militar de los cuarenta, disuadió la defensa de los Movimiento (Cotera, 1980, p. 229).
derechos civiles y laborales que había sido uno de
los foros del desarrollo de las mujeres en las co- Las feministas chicanas vieron que histórica-
munidades chicanas. Sin embargo, el esfuerzo que mente las “blancas” las habían discriminado y que
las mujeres realizaron, el extremo patriotismo de seguían tolerando la opresión del racismo. Notaron
los chicanos, y el contacto que establecieron con que era importante revivir el espíritu revolucionario
las bases de poder, forzaron el desarrollo del ac- de la chicana y se previnieron para no asociarse
tivismo que vendría en los últimos años de las con otros grupos de acción femeniles que pudieran
décadas cuarenta y cincuenta. Aunque las nuevas dividir la causa. Sin embargo, fueron acusadas por
actividades se centraron en las reformas educati- las “leales” a causa de tener una filosofía antagónica
vas (educación para el votante y oportunidades a la familia, cultura, hombres y, por lo tanto, estar
de empleo), fueron importantes para mantener la en contra del Movimiento Chicano. Sostuvieron que
unión entre las comunidades chicanas, en una era las inequidades sexuales debían tratarse “en casa”
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y que otras muchas cosas eran prioritarias: la guerra movimiento nacionalista chicano. Si bien éste cam-
contra Vietnam, la Huelga y la brutalidad policía- biaba los patrones persistentes de desigualdad en
ca y no reconocieron que el tópico del sexismo fuera Estados Unidos, encendió un debate entre mujeres
legítimo. Las mujeres que buscaban una identi- y hombres chicanos basado en las contradicciones
dad y desarrollar un nuevo papel en la sociedad de género internas. Las feministas chicanas bus-
eran, desde este punto de vista, “falsas”, “opor- caron el alusivo “un cuarto propio” dentro del contex-
tunistas” y “agringadas”. to social, histórico y político del Movimiento Chicano
(García, 1997, p. 1). En cambio, para Mirta Vidal, fe-
En 1969, durante la primera Conferencia Na- minista socialista, el despertar de la conciencia
cional de Estudiantes Chicanos, en Denver, se pro- feminista de este momento tiene que ver con una
nunció el siguiente consenso: “It was the consensus tendencia a negar los derechos de las mujeres a
of the group that the Chicana woman does not want organizarse y concretar sus temas, pero por otro
to be liberated” (Nieto Gómez, 1974, p. 88). El con- lado, explica que la opresión que padecen las chi-
cepto women’s libber fue estigmatizado y se asig- canas es distinta a la tolerada por la mayoría de las
naba a todas aquéllas que gritaban a favor de los mujeres de Estados Unidos, porque ellas son parte
derechos de las mujeres y en contra del sexismo. de una nación oprimida y están controladas por el
Todo lo que se identificaba con lo anglo se consi- racismo practicado contra “La Raza”. Como la ma-
deraba inaceptable porque era una forma de cola- yoría de los chicanos son trabajadores, las chicanas
borar con las fuerzas opresoras, de tal forma que son también víctimas de la explotación de la clase
desafortunadamente la influencia del feminismo trabajadora. Pero además, las chicanas, como el
anglosajón fue negativa (Nieto Gómez, 1974, p. 88). resto de las mujeres, son relegadas a una posición
Probablemente fue por este escenario que las fe- inferior de acuerdo con el sexo (Vidal, 1971, p. 23).
ministas chicanas decidieron no ser identificadas
como manifiestas diligentes con el movimiento La primera forma, la realidad del sexismo, una
anglofeminista, y prefirieron continuar en la concien- manifiesta ideología del capitalismo, permitió, en
tización, mediante encuentros temporales a fin de primer lugar, actitudes discriminatorias hacia las
conseguir consensos más tarde. mujeres al no considerarlas como miembros igua-
les en la toma de decisiones políticas y en el de-
Las feministas tuvieron que demostrar, mediante bate sobre el futuro. En segundo lugar, reprodujo
arduas tareas políticas, que las chicanas necesita- falsos estereotipos de las activistas chicanas como
ban de una identidad, reconocimiento e interioriza- feministas anglo, individualistas, competitivas, ra-
ción de los tópicos de las mujeres. En este sentido, dicales, machas, vendidas, reaccionarias, o bien,
Yolanda Nava6 apuntó que todas las chicanas son malinches, malas mujeres y traidoras.
oprimidas y que, negar este hecho es colaborar con
la opresión, nulificar la legitimidad de las chicanas El sexismo en las comunidades chicanas refor-
haciéndolas insignificantes o grupos minoritarios zó papeles tradicionales de comportamiento basa-
dentro del Movimiento y contradice cualquier grito dos en reglas morales dobles, que justificaban la
de liberación del derecho a controlar su propio des- superioridad y los privilegios del “macho” y la sumi-
tino (Nieto Gómez, 1974, p. 89). Junto con Martha sión femenina, patrones que habían sido traídos
Cotera acordaron que el feminismo es una nece- por los españoles, quienes los impusieron mediante
saria dimensión dentro del Movimiento Chicano. las instituciones de la Iglesia y el patriarcado en la
conquista y colonización de América, y que de algu-
Con la política e ideología feminista chicana na manera difundía el “chicanismo”.7
arrancó inicialmente la movilización mediante es-
trategias de organización comunitaria, local y na- Las primeras feministas chicanas del Movimien-
cional de las mujeres en contra de la triple opresión: to, de base nacionalista, lograron hacer oír e incluir
sexismo, racismo e imperialismo. sus justas demandas en las agendas nacionales, y
además abrieron espacios de análisis de las necesi-
De acuerdo con Alma García, feminista chica- dades de las mujeres, en conferencias locales y
na, durante los años sesenta y setenta una gene- nacionales, encuentros y talleres feministas, a pesar
ración de feministas chicanas cuestionaron las del “machismo”8, que funcionó como táctica de ex-
tensiones y los conflictos de género al interior del clusión para el liderazgo de las mujeres.9
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Siguiendo las ideas de Enriqueta Longeaux y diversas comunidades que la negación de los dere-
Vázquez: El movimiento de liberación de “La Raza” chos humanos de las chicanas dividía y debilitaba
es justamente el que envuelve a la familia en las al Movimiento, haciendo de éste, uno de liberación
demandas por los cambios sociales que benefician masculina, más que de igualdad y justicia. Tales
a la humanidad y para obtener una mejor forma de restricciones impedían la autodeterminación de las
vida. Cuando la familia es envuelta en un movimien- chicanas, el análisis crítico e histórico de sus condi-
to de derechos civiles, como la familia México-ame- ciones, y boicoteaban el debate sobre la construc-
ricana, hay un espacio para la liberación de las ción social de las identidades y futuro de las nuevas
mujeres, para la definición de sus papeles (Lon- generaciones de mujeres México-americanas.
geaux y Vázquez, 1972, p. 31).
Gracias al activismo desarrollado por Raza
Otra forma de opresión eran las actitudes Women, y a muchos hombres brillantes como César
racistas, y también las actitudes sexuales racistas Chávez y demás latinos del Movimiento, quienes
sufridas por generaciones de inmigrantes, trabaja- reconocieron la inevitabilidad del cambio de las con-
doras, luchadoras, laboristas y pobres que provoca- diciones de las mujeres y concluyeron que si se
ban los índices más bajos en educación, bienestar, hablaba de libertad, ésta era para toda la gente,
salud, empleo y pobreza entre las chicanas.10 independientemente del sexo, se diseminó el sen-
O bien, perpetuado por los propios nacionalistas tido del feminismo chicano por hacer valer más las
que ven a las chicanas como seres pasivos, apolí- habilidades y potencialidades de las mujeres que
ticos e iletrados; e inteligentes, políticamente los papeles obligados.
educadas y, en general, superiores a las angloame-
ricanas (Nieto Gómez, 1974, p. 86). En 1971, las chicanas veían su futuro:

Para Anna Nieto Gómez, reconocida activista We expect that this great force of women power
de los años setenta, las feministas chicanas están will give the (chicano) movement one great empuje
comprometidas con el entendimiento de los pro- (push) to raise it one giant step higher in the drive
blemas de opresión que afectan a las mujeres en for liberation(…) For peace and economic improve-
relación con los tópicos de cuidado infantil, repro- ment for those who today are living in poverty and
ducción, estabilidad económica, derechos de bie- squalor, victims of a social and political system wich
nestar social, esterilización forzosa y prostitución is based on discrimination (García, 1997, p. 9).
(Nieto Gómez, 1976, p. 99).
Pensamiento político:
Y la tercera forma es contra el sistema eco- algunos
nómico capitalista e im-
perialista dominante acuerdos
en Estados Unidos, que básicos
explotaba a grupos de
afroamericanos, mino- Las siguientes son al-
rías étnicas y pobres, gunas de las resolucio-
muchas veces con apo- nes que las feministas
yo y transmisión de la chicanas hicieron en el
ideología de la supre- periodo que va de 1968
macía masculina y la a 1975, y que explican
sumisión de las mujeres, el pensamiento político
a fin de que los hombres que mantuvo a mujeres,
de estos grupos opri- familia y comunidad en
midos no vieran sus ver- interacción y comunica-
daderas condiciones, ción permanentes.
también de opresión.
1. El feminismo chicano
Las chicanas anali- investiga los problemas
zaron y demostraron en de las chicanas, y no
“Si se puede”. Obra de Ernesto Martínez, 1973.
(CARA, CHICANO ART: RESISTANCE AND AFFIRMATION)
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exclusivamente el sexismo, si no también otros 2. Cambiar el concepto de familia alienada, que


problemas relacionados con el trabajo y la ocu- responsabiliza a la mujer del cuidado de la casa,
pación laboral. Así como obtener justicia y be- integrar al hombre en la organización de la misma
neficios sociales, sin recortes. (Anonymous, 1970, p. 146).
2. Las mujeres deben actuar sobre sus problemas
y es responsabilidad de los hombres chicanos En la Conferencia Nacional Chicana (Houston,
apoyarlas en este movimiento unificador, no 1971) las mujeres se pronunciaron:
separatista.
3. El movimiento feminista chicano es diferente del We leaned about us, about mujeres in the move-
blanco, es nuestra responsabilidad tratar con un ment, about how some of us operate, right or wrong,
racismo que nos limita política, económica y so- like you, ever constant and courageous, cuando
cialmente. Eventualmente, podemos trabajar jun- se debe de ser (Nieto Gómez, 1975, p. 162).
tos con gente del Tercer Mundo contra la fuerza
opresora (Del Castillo, 1974, pp. 44-48). La plataforma del Partido Raza Unida Party
4. Las mujeres necesitamos mejores oportunidades (norte de California, 1971) consideró:
de trabajo, preparación, experiencia y entrena-
miento laborales (The Chicana Workshop at the 1. Respeto a la autodeterminación de las mujeres
1970 Mexican American Issues Conferencia). para establecer cuáles son sus necesidades y
5. Cambios en educación, empleo, salud y bienestar problemas, y cómo consideran que pueden tra-
(Nieto Gómez, 1979, p. 148). bajarse o solucionarse.
6. Nuestros tópicos son la discusión de temas como 2. Igual salario por igual trabajo, se demanda se
el aborto, control de la natalidad, centros de cui- abran más oportunidades laborales (Party Plata-
dado infantil, bilingües y biculturales, estereotipos form on Chicanas, 1971).
de la chicana, “machismo” y liderazgo de las
chicanas. La legalización del aborto ha sido con- La plataforma del Partido Raza Unida (Texas, 1972)
siderado dentro de los intereses generales de resolvió sobre las chicanas:
bienestar de las chicanas. (…) equal legal rights, equal educational and eco-
7. Promover imágenes positivas de las chicanas, nomic opportunities, equal political participation and
organizar el liderazgo, incrementar su credibili- respect of the individual’s right to control his/her
dad y ganar el respeto de la comunidad. own future withouth legal obstruction (Party Plata-
form on Chicanas, 1972, La Raza Unida Party of
En la Conferencia Regional Chicana se pro- Texas, 1976, p. 168).
nunciaron los siguientes acuerdos:
1. Promover la hermandad como concepto de orga-
1. Las mujeres y los hombres deben reeducarse nización de las chicanas.
en los nuevos papeles para encontrar la res- 2. Se resuelve fundar California Social Welfare Board,
ponsabilidad de construir una nación. en beneficio de madres e hijas.
2. Hay diferencias de opresión cultural, de clase, 3. Se demanda el inmediato alto a la guerra contra
racial y económica, entre las clases media y Vietnam.
baja, pero todas caen en un mismo eje: el 4. El Movimiento Chicano es más fuerte porque las
capitalismo. mujeres están involucradas activamente y ade-
3. Históricamente las mujeres de todas las nacio- más toman decisiones (Conferencia de Mujeres
nalidades han jugado un papel importante en por la Raza Unida), (Chapa, 1974, p. 178).
todos los movimientos (Ugarte, 1971, p. 153). 5. El principal tópico de las mujeres México-america-
nas es la identidad. No puede ser negada la dis-
En la Conferencia de Denver (1969) el Encuen- criminación que las mujeres sufren dentro de su
tro de Chicanas afirmó: propia cultura. La liberación no vendrá sin cambios
en la cultura, economía, política, y psicología so-
1. Todas las mujeres deben participar de acuerdo cial de la gente (Olivárez, 1974, pp. 131-136).
con sus capacidades en el Movimiento, deben 6. Un factor que obviamente suprime el desarrollo
encontrarse con sus propios grupos, con el pro- de la chicana es su papel culturalmente aceptado
pósito de educarse y discutir. que la limita a la casa y a la Iglesia. Una mujer
50 Reencuentro

es un ser creativo. Nosotras tenemos un gran Este acercamiento reclama y reinventa figuras
potencial, necesitamos la oportunidad de desa- femeninas que habían sido marcadas como trai-
rrollarlo (Saragoza, 1969, p. 77). doras a la comunidad y exige una tierra para esa
presencia histórica femenina: Coatlicue, Malinali,
Identidad de las chicanas: la “Llorona”, con ellas se elabora la narrativa de la
la nueva chicana, mestiza constantemente movediza formación del feminismo
chicano mestizo (Anzaldúa, 1999, p. 6 y ss.).
Muchas mujeres y feministas se resistieron a la in-
corporación de las costumbres familiares y de la Las chicanas feministas lesbianas participaron
comunidad, irrumpen la agenda nacionalista y en muchas actividades, pero no fue hasta el final de
emergen nuevos análisis y tópicos feministas, la década de los setenta que sus protestas fueron
nuevas imágenes de identidad acerca de sí mismas, escuchadas e incluídas en las resoluciones de las
de la humanidad. Algunas redefinen la identidad conferencias. Sus voces confrontaron estridentes
cultural a través del género y la sexualidad, y ar- ataques políticos, sus posiciones fueron vistas como
ticulan la teoría lésbica y tradición indígena, con el “contrarrevolucionarias” y sus escritos revelan las con-
poder de las mujeres chicanas, cuya última rebelión tradicciones experimentadas y los sentimientos ho-
es la teoría “queer”.11 mofóbicos al interior de las comunidades chicanas.12

Un transformado nacionalismo, cuyo origen es Cherríe Moraga elocuentemente enumeró las


el Aztlán mítico, forma parte de la conciencia de la múltiples fuentes de opresión que enfrentaron en
nueva mestiza, pero, tal como explica Anzaldúa: el sus vidas:
trabajo de la conciencia de la mestiza es romper
con la dualidad sujeto-objeto que la vuelve prisio- My lesbianism is the avenue through wich I have
nera y mostrar en el cuerpo y a través de repre- learned the most about silence and oppre-
sentaciones en su trabajo, cómo la dualidad es ssion(…)In this country, lesbianism is a poverty -as
trascendida. La respuesta al problema entre la raza being brown, as is being a woman, as is being just
blanca y la de color, entre hombres y mujeres, sub- plain poor. The danger lies in ranking the oppres-
yace en reencarnar lo dividido que se origina en la sions. The danger lies in failing to acknowledge the
exacta fundación de nuestras vidas, nuestra cultura, specificity of the oppression (Moraga, 1983, p. 53).
nuesta lengua, nuestros pensamientos. Un masivo
desenraizamiento del pensamiento dualístico en la En su política modifican a su propia familia, ya
conciencia individual y colectiva es el inicio de una que esta institución tradicional y patriarcal no apoya
fuerte lucha, pero una que puede, en nuestra mejor la existencia lesbiana. Abordan la maternidad, que
esperanza, traernos el fin del rapto, la violencia, la no está usualmente permitida ni por la sociedad o
guerra (Anzaldúa, 1999, p. 102). la cultura, a las mujeres lesbianas. Y han visto lo
difícil que es avocarse a la religión, pues existe el
Lo indígena en la nueva mestiza es una pos- principio de la condenación de su existencia. Otros
tura política que alude a la historia de resistencia tópicos trabajados han sido las condiciones de las
de las mujeres indias, lo creado con los propios mujeres, el cuerpo, sujeto universal de violación,
maderos, ladrillos, morteros y la propia arquitectura falta de educación, insuficiente poder político, salud,
feminista. Siguiendo a Anzaldúa, el camino es ir enfermedad y drogas (Trujillo, 1991, p. 190 y ss.).
despojando, desgranando, quitando la paja. Dife-
renciando entre lo heredado, lo adquirido y lo im- Y finalmente, sobre sus identidades, Carla Tru-
puesto: “Botar lo que no vale, los desmientos, los jillo, feminista lesbiana, ha resuelto que: “satisfacer
desencuentros, el embrutecimiento. Aguarda el delicados egos masculinos como medio de esta-
juicio, hondo y enraizado, de la gente antigua”. (An- blecer nuestras identidades es retrógrado y subver-
zaldúa, G., 1999: 104). Deconstruir y construir, co- sivo a nuestras propias identidades como mujeres.
municar la ruptura, adoptar nuevas perspectivas; Las chicanas, ambas, lesbianas y heterosexuales,
al transformar el “Yo” en una totalidad del ser, la tienen un doble propósito que vencer. Nosotras de-
mujer: “Se hace moldeadora de su alma. Según la bemos pelear por nuestras propias voces como
concepción que tiene de sí misma, así será” (Anzal- mujeres, esto fundamentalmente servirá para
dúa, 1999, p. 105). elevarnos como seres” (Trujillo, 1991, p. 193).
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52 Reencuentro

Notas xicanos”, pero más bien es consciente y críti-


camente asumido (Anzaldúa, 1999, p. 15).
1 3
El movimiento chicano tuvo diversos líderes y En este periodo fueron importantes las luchas de
muchas luchas, agendas, organizaciones, los “bandidos” sociales, Joaquín Murieta y
estrategias y tácticas. Reies López Tijerina Nepomuceno Cortina, para liberar el territo-
sostuvo la lucha, en Nuevo México, por los rio conquistado.
4
derechos de los hispanos desposeídos que Fundadora y líder de los trabajadores industriales
perdieron sus tierras como resultado de la del mundo, al lado de su esposo, Albert Par-
guerra entre México y Estados Unidos sons, contribuyeron al nacimiento del Wor-
(1846-1848). En California, César Chávez y kingman’s Party.
5
Dolores Huerta organizaron a los trabajado- Entre otras activistas estuvieron Modesta Abascal,
res migrantes campesinos en la agrupación Silvina Rembao de Trejo, Andrea y Teresa Vi-
United Farm Workers, cuyas huelgas, paros llareal, Francisca Mendoza y María Talavera.
6
y victorias contra los negocios agroindustria- Viceprimer Presidente de la Comisión Femenil
les del Estado inspiraron el símbolo nacional Mexicana Nacional.
7
e internacional de la demanda por la justicia El chicanismo admiró el “ideal de Chicana”, un
social e igualdad de derechos. Rodolfo retrato que indiscriminadamente equiparó la
Corky González encabezó la Cruzada por supervivencia de la cultura chicana con la
la Justicia y movilizó a las comunidades de glorificación de los tradicionales papeles de
México-americanos en los tópicos de la auto- género para las chicanas. El “ideal de mujer”
nomía política y la autodeterminación de las fue representando por una mujer fuerte, su-
comunidades. En Texas, José Ángel Gutié- frida que soportaba la injusticia manteniendo
rrez fundó el partido político Raza Unida y a la familia a salvo en “un mundo sin cora-
cambió el sistema político de la constante ex- zón”, y como resultado aseguraba la supervi-
clusión de la comunidad México-americana. vencia de la cultura chicana.
La revuelta y victoria en Crystal City, Texas El chicanismo enfatizó el orgullo de la cultura
en 1970, se convirtió en una metáfora políti- como una fuente de unidad política y fuerza
ca de la fuerza y tenacidad del Movimiento. capaz de movilizar a los chicanos y las chica-
En el suroeste, los estudiantes México-ameri- nas al interior de un grupo político de oposición
canos lucharon contra los sistemas educativos al dominante en todo el territorio de Estados
y sus patrones indirectos de discriminación. Unidos. Como ideología, el chicanismo cris-
En agosto de 1970, los chicanos en el Mora- talizó la esencia del nacionalismo: una con-
torio en el este de Los Ángeles, se organiza- ciencia colectiva étnica. El nacionalismo
ron en contra de la guerra de Vietnam e cultural chicano posicionó las experiencias
hicieron una protesta nacional chicana. sociohistóricas de los México-americanos en
Culturalmente, el Movimiento logró una nueva el modelo teórico de un colonialismo interno.
expresión artística y literaria que constituyó Las comunidades chicanas representaron
el “renacimiento chicano”. Poetas, escritores, “naciones” étnicas o “colonias” bajo la domi-
dramaturgos y artistas movilizaron el arte nación y explotación de Estados Unidos de
como un arma a favor de “la causa”. El Movi- América (García, 1977, p. 3).
8
miento no fue la primera protesta de ciudada- Este término indica sexismo al interior del Movi-
nos México-americanos sobre sus condiciones, miento y se utilizó con más frecuencia en
pero sí la más larga y ancha expresión de los primeros documentos escritos publica-
descontento (García, 1977, p. 2). dos por las activistas feministas chicanas,
2
El nombre chicana en el presente, es el nombre así que ellas utilizaron indistintamente los
de resistencia que permite cultural y política- términos sexismo y “machismo” al referirse
mente puntos de divergencia y pensamiento a la exclusión de las mujeres en la política.
9
a través de múltiples migraciones y desco- En 1970, los talleres feministas de la Conferencia
yuntamiento de las mujeres de ascendencia Nacional sobre temas México-Americanos
mexicana. El nombre de la chicana no es un (National Mexican American Issues Confer-
nombre con el que mujeres (u hombres) han ence) en Sacramento, California, crearon la
nacido, con o en, como en el caso de los “me- Comisión Femenil Mexicana. Una de las
Agosto 2003 53

resoluciones adoptadas dice que las mujeres una doble moral social y 72% dijo que había
han sido oprimidas como líderes políticos discriminación dentro de “La Raza”. Ninguna
(Vidal, 1971, p. 22). dijo no, y 28% no opinó (Vidal, 1971, p. 22).
10
Un artículo del periódico Regeneración establece Algunas estadísticas del Censo de 1960 in-
que el 84% de las chicanas sentían que no dican el empleo de México-americanas:
habían sido impulsadas a conseguir una Profesionales, 9%
carrera profesional y que la educación su- Clericales y ventas, 30%
perior no era considerada un factor impor- Desempleadas, 10%
tante para ellas. Ese mismo porcentaje Educación de las mujeres México-americanas,
afirmó no recibir el mismo salario por el mis- un año de colegio, 6% (Rincón, 1971, p. 26).
11
mo trabajo desempeñado por los hombres. Raro, rareza.
12
A la pregunta de si se esperaba que las La homofobia es un miedo irracional hacia la
mujeres casadas y madres que asistían a la gente lesbiana o gay y sus conductas, acre-
escuela debían ser responsables del ditado, en parte, por la respuesta hetero-
cuidado del hogar, los niños, cocinar y lavar, sexista hacia la comunidad lésbica (Trujillo,
el 100% dijo que sí; el 88% dijo que existe 1991, p.186).

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