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ISSN: 0188-168X
cuaree@correo.xoc.uam.mx
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad
Xochimilco
México
Resumen
El feminismo chicano tiene múltiples venas que nutrieron el pensamiento ideológico,
político y estratégico durante todo el siglo pasado. Una de ellas se forma por los
encuentros locales, nacionales e internacionales que sirvieron de plataforma para
comunicar, entre mujeres, las propias necesidades para el desarrollo y la liberación
de la injusticia, intolerancia y desdén. Las mujeres han luchado por medio de
sindicatos y movimientos sociales para plantear justas demandas, entre otras,
educación, igual salario por igual trabajo, bienestar, permiso de maternidad, cuidado
infantil, autodeterminación, información sexual, igualdad en la participación política
y liderazgo. Con el avance teórico en las cuestiones de raza, clase, minorías étnicas
y feminismo lésbico, se desarrolló la identidad de la nueva chicana a la luz de la
emancipación de las mujeres.
Palabras clave:
Feminismo chicano
Sexismo
Identidad chicana
Abstract
Chicano feminism has had many currents which have fed ideological and political
thought and strategy throughout the entire twentieth century. These include local,
national and international meetings which have served as platforms for exchanges
between women about the need for development and freedom from injustice, intoler-
ance and disrespect. Women have fought through organizations and social move-
ments where they have made their demands for education, equal work for equal pay,
maternity leave, child care, self-determination, sexual health information and equal
political participation and leadership. Progress in the theory of issues of race, class,
ethnic minorities and lesbian feminism has helped the identity of the new Chicano
woman to develop in the context of woman’s emancipation.
Key words:
Chicano Feminism
Sexism
Chicano identity
Las raíces
Cihuatlyotl, Woman Alone
El feminismo chicano surgió al interior del movimien-
Yo llamo a mujer, to nacionalista de derechos civiles de los últimos
canto por mujer. años sesenta y principios de los setenta del siglo
Cubierta con serpientes vengo yo, XX,1 tiene sus raíces en muchas anteriores causas
al lugar del encuentro me acerco, sociales y rebeliones armadas que las mujeres
repito conjuros para provocar amor. habían sostenido a favor de sus derechos, y afirmó
Clamo por mujer. que las chicanas podían dirigir su propio destino.2
Ya llego, llamo,
Su relación con el movimiento feminista, inclu-
Gloria Anzaldúa yendo el sufragista en Estados Unidos, está mar-
cado por factores complejos que han afectado a
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ambos grupos desde 1848; uno de los más impor- Siguiendo a Martha Cotera, para las minorías
tantes es que las chicanas fueron consideradas una este momento en defensa del voto como un derecho
minoría, inmigrantes y trabajadoras con escalas para conseguir mejores condiciones para las
muy bajas dentro de la estructura económica. La mujeres en el hogar y el trabajo, no fue tan exitoso:
gran victoria del feminismo no alcanzó a las chica- desafortunadamente para las mujeres pobres y de
nas ni a las negras; las minorías tuvieron que con- minorías étnicas, no hubo suficientes feminis-
tinuar la lucha por la supervivencia, y quedarse con tas socialistas para cambiar el movimiento sufra-
trabajos mal pagados en servicios domésticos y la gista, y alejarlo de una débil plataforma de derechos
industria agrícola, sufrieron represión y deportación humanos y voto universal. Las ideas que nacieron
mientras que los grupos privilegiados de mujeres dentro del movimiento abolicionista fueron pues-
blancas, clase media, habían logrado algunos de tas a un lado para hacer camino, en 1890, a una
sus propósitos. Entre 1890 y 1920, las barreras fue- más frágil meta del sufragio feminista de las muje-
ron actitudes antagónicas al laborismo, minorías, res blancas: clase media a toda costa (Cotera,
socialismo, comunismo y el propio liderazgo del mo- 1980, p. 225).
vimiento de mujeres contribuyó como obstáculo
(Cotera, 1980, p. 223). Entre 1904 y 1920, las chicanas se organizaron
para defender los derechos civiles y el trabajo. En
El sufragismo y las actividades feministas, Texas, colaboraron con el Partido Liberal Mexicano
realizadas por socialistas a favor de los derechos (PLM) con Enrique y Ricardo Flores Magón a la cabe-
de las mujeres, nunca se pronunciaron abiertamen- za, exiliados mexicanos, e hicieron consciente a la
te en contra de la injusticia del racismo hacia las comunidad México-americana sobre la importancia
mujeres de color, sino que sólo consideraron su del crecimiento de las mujeres, el feminismo y la
papel de observadoras, con base en esa ideología, revolución.5 El derecho a votar fue obtenido por las
las concentraron en mítines y encuentros, pero no chicanas hasta 1974 mediante las resoluciones del
escucharon sus necesidades. En 1848, año en que Acta de Derechos al Voto (Cotera, 1980, p. 227).
se presenta en Seneca Falls la “Declaración de
Sentimientos” por las sufragistas Elizabeth Cady El levantamiento laborista en los años veinte
Stanton y Lucrecia Mott, las México-americanas y treinta defendió a trabajadoras e inmigrantes, y
comenzaban a incorporarse al territorio anexado a abordó las condiciones de las mujeres chicanas.
Estados Unidos luego de la colonización, este es En particular en Texas, las luchadoras tejanas
un periodo de liberación de los chicanos por su Louisa González y Emma Tenayuca estuvieron a
tierra.3 Lucy González Parsons,4 chicana, socialista favor de la alianza internacional de trabajadores y
laborista que defendió a las mujeres trabajadoras, motivaron a las trabajadoras a presionar a los
mantuvo contacto con el sufragismo al igual que sindicatos para que éstos adoptaran sus demandas
Emma Goldman, atraídas por las líderes Jane de permiso de maternidad, libre control de la natali-
Addams y Florence Kelley, quienes estaban re- dad y mejores condiciones de vida para todos
sueltas a encontrar mejores condiciones para las (Nieto, 1976, p. 54).
trabajadoras inmigrantes (Cotera, 1980, p. 224).
En muchos casos el feminismo chicano siguió
A pesar del trabajo hecho por las socialistas un curso separado, pero similar, del feminismo me-
entre 1810 y 1910, periodo de su lucha, tuvieron xicano, pero se envolvió intrínsecamente en el de
poco o ningún efecto en las actitudes del movi- derechos civiles de los chicanos después de la
miento sufragista hacia las minorías o las mujeres guerra entre México y Estados Unidos (1846-1848)
de la clase trabajadora. Los requerimientos pro- que delimitó una nueva frontera territorial, y esto
movidos por el sufragio universal, como pruebas influyó para que el pensamiento feminista de chica-
de lectura y escritura, no permitieron la emancipa- nas y mexicanas tuviera consecuentemente en-
ción de las negras, chicanas, pobres e inmigran- cuentros y desencuentros.
tes. Debido al racismo y clasismo, los argumentos
del sufragio universal y la negación de la supe- En términos de los derechos de las mujeres,
rioridad del hombre sobre la mujer, se aparta- la Revolución Mexicana (1910) fue un periodo de
ron y persiguieron a las mujeres hasta casi 50 tremendo impacto en el mundo, pues hombres y
años después. mujeres desarrollaron relaciones de unidad, y en
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y que otras muchas cosas eran prioritarias: la guerra movimiento nacionalista chicano. Si bien éste cam-
contra Vietnam, la Huelga y la brutalidad policía- biaba los patrones persistentes de desigualdad en
ca y no reconocieron que el tópico del sexismo fuera Estados Unidos, encendió un debate entre mujeres
legítimo. Las mujeres que buscaban una identi- y hombres chicanos basado en las contradicciones
dad y desarrollar un nuevo papel en la sociedad de género internas. Las feministas chicanas bus-
eran, desde este punto de vista, “falsas”, “opor- caron el alusivo “un cuarto propio” dentro del contex-
tunistas” y “agringadas”. to social, histórico y político del Movimiento Chicano
(García, 1997, p. 1). En cambio, para Mirta Vidal, fe-
En 1969, durante la primera Conferencia Na- minista socialista, el despertar de la conciencia
cional de Estudiantes Chicanos, en Denver, se pro- feminista de este momento tiene que ver con una
nunció el siguiente consenso: “It was the consensus tendencia a negar los derechos de las mujeres a
of the group that the Chicana woman does not want organizarse y concretar sus temas, pero por otro
to be liberated” (Nieto Gómez, 1974, p. 88). El con- lado, explica que la opresión que padecen las chi-
cepto women’s libber fue estigmatizado y se asig- canas es distinta a la tolerada por la mayoría de las
naba a todas aquéllas que gritaban a favor de los mujeres de Estados Unidos, porque ellas son parte
derechos de las mujeres y en contra del sexismo. de una nación oprimida y están controladas por el
Todo lo que se identificaba con lo anglo se consi- racismo practicado contra “La Raza”. Como la ma-
deraba inaceptable porque era una forma de cola- yoría de los chicanos son trabajadores, las chicanas
borar con las fuerzas opresoras, de tal forma que son también víctimas de la explotación de la clase
desafortunadamente la influencia del feminismo trabajadora. Pero además, las chicanas, como el
anglosajón fue negativa (Nieto Gómez, 1974, p. 88). resto de las mujeres, son relegadas a una posición
Probablemente fue por este escenario que las fe- inferior de acuerdo con el sexo (Vidal, 1971, p. 23).
ministas chicanas decidieron no ser identificadas
como manifiestas diligentes con el movimiento La primera forma, la realidad del sexismo, una
anglofeminista, y prefirieron continuar en la concien- manifiesta ideología del capitalismo, permitió, en
tización, mediante encuentros temporales a fin de primer lugar, actitudes discriminatorias hacia las
conseguir consensos más tarde. mujeres al no considerarlas como miembros igua-
les en la toma de decisiones políticas y en el de-
Las feministas tuvieron que demostrar, mediante bate sobre el futuro. En segundo lugar, reprodujo
arduas tareas políticas, que las chicanas necesita- falsos estereotipos de las activistas chicanas como
ban de una identidad, reconocimiento e interioriza- feministas anglo, individualistas, competitivas, ra-
ción de los tópicos de las mujeres. En este sentido, dicales, machas, vendidas, reaccionarias, o bien,
Yolanda Nava6 apuntó que todas las chicanas son malinches, malas mujeres y traidoras.
oprimidas y que, negar este hecho es colaborar con
la opresión, nulificar la legitimidad de las chicanas El sexismo en las comunidades chicanas refor-
haciéndolas insignificantes o grupos minoritarios zó papeles tradicionales de comportamiento basa-
dentro del Movimiento y contradice cualquier grito dos en reglas morales dobles, que justificaban la
de liberación del derecho a controlar su propio des- superioridad y los privilegios del “macho” y la sumi-
tino (Nieto Gómez, 1974, p. 89). Junto con Martha sión femenina, patrones que habían sido traídos
Cotera acordaron que el feminismo es una nece- por los españoles, quienes los impusieron mediante
saria dimensión dentro del Movimiento Chicano. las instituciones de la Iglesia y el patriarcado en la
conquista y colonización de América, y que de algu-
Con la política e ideología feminista chicana na manera difundía el “chicanismo”.7
arrancó inicialmente la movilización mediante es-
trategias de organización comunitaria, local y na- Las primeras feministas chicanas del Movimien-
cional de las mujeres en contra de la triple opresión: to, de base nacionalista, lograron hacer oír e incluir
sexismo, racismo e imperialismo. sus justas demandas en las agendas nacionales, y
además abrieron espacios de análisis de las necesi-
De acuerdo con Alma García, feminista chica- dades de las mujeres, en conferencias locales y
na, durante los años sesenta y setenta una gene- nacionales, encuentros y talleres feministas, a pesar
ración de feministas chicanas cuestionaron las del “machismo”8, que funcionó como táctica de ex-
tensiones y los conflictos de género al interior del clusión para el liderazgo de las mujeres.9
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Siguiendo las ideas de Enriqueta Longeaux y diversas comunidades que la negación de los dere-
Vázquez: El movimiento de liberación de “La Raza” chos humanos de las chicanas dividía y debilitaba
es justamente el que envuelve a la familia en las al Movimiento, haciendo de éste, uno de liberación
demandas por los cambios sociales que benefician masculina, más que de igualdad y justicia. Tales
a la humanidad y para obtener una mejor forma de restricciones impedían la autodeterminación de las
vida. Cuando la familia es envuelta en un movimien- chicanas, el análisis crítico e histórico de sus condi-
to de derechos civiles, como la familia México-ame- ciones, y boicoteaban el debate sobre la construc-
ricana, hay un espacio para la liberación de las ción social de las identidades y futuro de las nuevas
mujeres, para la definición de sus papeles (Lon- generaciones de mujeres México-americanas.
geaux y Vázquez, 1972, p. 31).
Gracias al activismo desarrollado por Raza
Otra forma de opresión eran las actitudes Women, y a muchos hombres brillantes como César
racistas, y también las actitudes sexuales racistas Chávez y demás latinos del Movimiento, quienes
sufridas por generaciones de inmigrantes, trabaja- reconocieron la inevitabilidad del cambio de las con-
doras, luchadoras, laboristas y pobres que provoca- diciones de las mujeres y concluyeron que si se
ban los índices más bajos en educación, bienestar, hablaba de libertad, ésta era para toda la gente,
salud, empleo y pobreza entre las chicanas.10 independientemente del sexo, se diseminó el sen-
O bien, perpetuado por los propios nacionalistas tido del feminismo chicano por hacer valer más las
que ven a las chicanas como seres pasivos, apolí- habilidades y potencialidades de las mujeres que
ticos e iletrados; e inteligentes, políticamente los papeles obligados.
educadas y, en general, superiores a las angloame-
ricanas (Nieto Gómez, 1974, p. 86). En 1971, las chicanas veían su futuro:
Para Anna Nieto Gómez, reconocida activista We expect that this great force of women power
de los años setenta, las feministas chicanas están will give the (chicano) movement one great empuje
comprometidas con el entendimiento de los pro- (push) to raise it one giant step higher in the drive
blemas de opresión que afectan a las mujeres en for liberation(…) For peace and economic improve-
relación con los tópicos de cuidado infantil, repro- ment for those who today are living in poverty and
ducción, estabilidad económica, derechos de bie- squalor, victims of a social and political system wich
nestar social, esterilización forzosa y prostitución is based on discrimination (García, 1997, p. 9).
(Nieto Gómez, 1976, p. 99).
Pensamiento político:
Y la tercera forma es contra el sistema eco- algunos
nómico capitalista e im-
perialista dominante acuerdos
en Estados Unidos, que básicos
explotaba a grupos de
afroamericanos, mino- Las siguientes son al-
rías étnicas y pobres, gunas de las resolucio-
muchas veces con apo- nes que las feministas
yo y transmisión de la chicanas hicieron en el
ideología de la supre- periodo que va de 1968
macía masculina y la a 1975, y que explican
sumisión de las mujeres, el pensamiento político
a fin de que los hombres que mantuvo a mujeres,
de estos grupos opri- familia y comunidad en
midos no vieran sus ver- interacción y comunica-
daderas condiciones, ción permanentes.
también de opresión.
1. El feminismo chicano
Las chicanas anali- investiga los problemas
zaron y demostraron en de las chicanas, y no
“Si se puede”. Obra de Ernesto Martínez, 1973.
(CARA, CHICANO ART: RESISTANCE AND AFFIRMATION)
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es un ser creativo. Nosotras tenemos un gran Este acercamiento reclama y reinventa figuras
potencial, necesitamos la oportunidad de desa- femeninas que habían sido marcadas como trai-
rrollarlo (Saragoza, 1969, p. 77). doras a la comunidad y exige una tierra para esa
presencia histórica femenina: Coatlicue, Malinali,
Identidad de las chicanas: la “Llorona”, con ellas se elabora la narrativa de la
la nueva chicana, mestiza constantemente movediza formación del feminismo
chicano mestizo (Anzaldúa, 1999, p. 6 y ss.).
Muchas mujeres y feministas se resistieron a la in-
corporación de las costumbres familiares y de la Las chicanas feministas lesbianas participaron
comunidad, irrumpen la agenda nacionalista y en muchas actividades, pero no fue hasta el final de
emergen nuevos análisis y tópicos feministas, la década de los setenta que sus protestas fueron
nuevas imágenes de identidad acerca de sí mismas, escuchadas e incluídas en las resoluciones de las
de la humanidad. Algunas redefinen la identidad conferencias. Sus voces confrontaron estridentes
cultural a través del género y la sexualidad, y ar- ataques políticos, sus posiciones fueron vistas como
ticulan la teoría lésbica y tradición indígena, con el “contrarrevolucionarias” y sus escritos revelan las con-
poder de las mujeres chicanas, cuya última rebelión tradicciones experimentadas y los sentimientos ho-
es la teoría “queer”.11 mofóbicos al interior de las comunidades chicanas.12
resoluciones adoptadas dice que las mujeres una doble moral social y 72% dijo que había
han sido oprimidas como líderes políticos discriminación dentro de “La Raza”. Ninguna
(Vidal, 1971, p. 22). dijo no, y 28% no opinó (Vidal, 1971, p. 22).
10
Un artículo del periódico Regeneración establece Algunas estadísticas del Censo de 1960 in-
que el 84% de las chicanas sentían que no dican el empleo de México-americanas:
habían sido impulsadas a conseguir una Profesionales, 9%
carrera profesional y que la educación su- Clericales y ventas, 30%
perior no era considerada un factor impor- Desempleadas, 10%
tante para ellas. Ese mismo porcentaje Educación de las mujeres México-americanas,
afirmó no recibir el mismo salario por el mis- un año de colegio, 6% (Rincón, 1971, p. 26).
11
mo trabajo desempeñado por los hombres. Raro, rareza.
12
A la pregunta de si se esperaba que las La homofobia es un miedo irracional hacia la
mujeres casadas y madres que asistían a la gente lesbiana o gay y sus conductas, acre-
escuela debían ser responsables del ditado, en parte, por la respuesta hetero-
cuidado del hogar, los niños, cocinar y lavar, sexista hacia la comunidad lésbica (Trujillo,
el 100% dijo que sí; el 88% dijo que existe 1991, p.186).