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¿Qué son las normas?

Principio que se impone o se adopta para dirigir la


conducta o la correcta realización de una acción o el
correcto desarrollo de una actividad. Las normas son
reglas que se establece con el propósito de regular
comportamientos y así procurar mantener un orden.
Esta regla o conjunto de reglas son articuladas para
establecer las bases de un comportamiento aceptado,
de esta forma se conserva el orden. Las normas se
pueden aplicar en distintos ámbitos de la vida y las
comenzamos a comprender desde que somos muy
pequeños. Por ejemplo, al nacer los padres se adaptan
a las necesidades del bebé, pero poco a poco van
estableciendo orden para regular sus horarios de
comida, de sueño, de juego y así sucesivamente.
¿Porque son importantes?
Poner normas y límites es muy importante, las normas
sirven para determinar la organización necesaria para
el funcionamiento de la misma. El papel de los padres
es el de establecer y aplicar unas normas claras,
pertinentes y razonables.
Ayudaran a crear su propia escala de valores en la que
decidirá lo que es válido y lo que no el resto de su
vida.
Ayudan a una convivencia basada en el respeto y la
tolerancia hacia sí mismo y los demás.

Las normas sirven para:


 Dar seguridad y protección a los jóvenes
 Ayudar a configurar su escala de valores
 Ayudar a conseguir una convivencia más
organizada, promueven el sentido del respeto.
 Ayudar a vivir en sociedad.
 Permitir desarrollar la tolerancia a la frustración.
Características de las normas:
 Realistas.
 Centradas en la conducta.
 Claras.
 Deben estar apoyadas por nuestra comunicación
no verbal.
 Explicarse por anticipado.
 Especificarse cuál será la consecuencia de
su incumplimiento.
 Deben existir refuerzos.
. Proporcionadas tanto a la edad como a la
madurez del adolescente.
 De cumplimiento inmediato.
Normas en la institucíon educativa:
Las normas de convivencia en la I.E. para los estudiantes son
unas pautas sociales basadas en el respeto entre las personas y
cuyo objetivo es el de mantener un clima escolar adecuado.
Gracias a estas normas los profesores, los directivos, los
alumnos y demás personal del colegio, el clima en el centro
escolar será agradable y óptimo para que todos puedan
cumplir sus objetivos.
Las normas son elaboradas por el equipo directivo de los
centros a partir de las aportaciones de los docentes, el
alumnado, las familias y el personal no docente. Al hacerlo, se
ponen en común los derechos y deberes que tienen cada uno y
se ponen las medidas para respetarlos y cumplirlos.
Si reconocemos que la convivencia escolar es un valor, como
tal, su aprendizaje exige necesariamente de la participación de
la familia, ya que ésta es considerada como el hábitat natural de
la educación en valores. Dicho de otro modo, cualquier
iniciativa desarrollada por el centro educativo hacia la mejora
de la convivencia escolar presenta limitaciones de éxito si
excluye a la familia. La familia desempeña en los primeros años
de la vida del individuo una función de excepcional relevancia,
porque canaliza su relación con la realidad del mundo. Los
padres constituyen la principal referencia para la socialización
de los hijos, mediante la transmisión de creencias, valores y
actitudes, que incidirán en su desarrollo personal y social.
Por otro lado, de la revisión bibliográfica de textos relacionados
con la violencia escolar se desprende que uno de los factores
claves en la génesis de los conflictos y la manifestación de
respuestas violentas a los mismos es la familia, ya que ésta
desempeña un papel vital en el proceso de formación de la
personalidad de las nuevas generaciones. En este sentido, los
resultados obtenidos por Hernández (2004) ponen de
manifiesto que los variables conflictos familiares, y la calidad de
la relación padres e hijos influye en la integración y nivel de
conflictividad del adolescente en el centro.
La mayoría de los alumnos que viven conflictos en sus casas
también los viven en el colegio, verificándose la relación entre
conflictos familiares y conflictos escolares. Sin embargo, la
relación entre conflictividad intrafamiliar y la implicación de los
alumnos en situaciones violentas (bullying) no esta tan clara.
El modo que tienen los padres de gestionar los conflictos
familiares constituye un aprendizaje para la gestión de los
conflictos escolares.
Los alumnos con un diálogo familiar adecuado se encuentran
mejor integrados que los alumnos con un diálogo familiar
inadecuado, y no se ven implicados con asiduidad en
situaciones de violencia escolar.
El dialogo en la familia debe caracterizarse por la narración de
experiencias, solo de esta manera, las experiencias vividas por
los miembros de la familia se convierten en ejemplos o
modelos de aprendizaje para el otro, además de fortalecerse
los vínculos afectivos entre los miembros familiares. Mi
experiencia deja de ser exclusivamente mía para convertirse
también en una experiencia para el otro, como muy bien
recogen Ortega y Hernández (2007) .
Si trabajamos en colaboración con la familia, desde los
parámetros anteriormente apuntados, el trabajo realizado en la
escuela para mejorar la convivencia y la relación entre los
escolares, verá sus posibilidades de éxito multiplicadas, pues el
alumno percibirá coherencia entre el clima escolar y el familiar.
A modo de conclusión, nos gustaría señalar que la educación
escolar no debe limitarse a la transmisión de los conocimientos
disciplinares básicos, debe atender, más bien, a la formación
integral del alumno favoreciendo una ciudadanía responsable
que garantice no sólo su dignidad como persona sino también
la de los demás, a través de una adecuada convivencia.

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