Metropolitana Título: La represión discursiva en la práctica de la investigación. (Primer capítulo de “El Arte de Investigar”) México, Junio de 2010 Resumen Aborda la postura del autor al cuestionar la forma de estudiar que discrimina al sujeto como un ser plano y cosificado, excluyendo su lado humano, artístico, filosófico, etc. Expone cómo la concepción positivista tiene parte de la culpa en este aspecto. Cita a varios filósofos que a través de la historia han estado de un lado o de otro, resultando en la actual bipolaridad de posturas en el proceso de investigación. El autor prefiere el camino abierto, buscando el conocimiento “sin renunciar a la fantasía”. Porque, por otro lado, ha quienes reducen todas las cualidades que pueda tener un objeto de estudio, a cantidades frías (aunque a veces el investigador lo haga involuntariamente), con lo que anula la aportación de las ciencias humanas y sociales. En la postura contraria, se integra el arte en la investigación, y se hace uso de más sentidos: apreciar la música, el teatro, novelas, con lo que crece la capacidad de lenguaje para abordar todo lo que se nos enfrente. Y se toma en cuenta la pasión, que es vital para un conocimiento más profundo. Cuando se sigue la postura de que al hombre se le ve como mercancía, nos separa de la naturaleza y se le da más valor a lo lucrativo. Lo que para la política y la economía es la premisa principal: el hombre es un recurso material. Para lograr una reivindicación se recurre a la poesía y una mirada abierta a otras actividades más bien éticas y artísticas. Porque inconscientemente somos regidos por un control que ejerce el discurso científico tecnológico. El autor propone 3 tipos de investigación. Práctica de gabinete. Práctica de campo. Y práctica de laboratorio. Todos ellos involucran un compromiso profundo del investigador con el objeto de estudio, lo que lo acerca y humaniza con su entorno. Primera Edición. Páginas 27 a 43 Ficha No. 4