EL PINO LASO

Órgano Divulgativo del Grupo Tertulia Forestal Mérida

CONTENIDO

COMITÉ EDITORIAL Editorial…………………………………………Pág 1

Samuel Mendoza M. La Diversidad Territorial Base del Desarrollo

Óscar Noguera L Venezolano………………………… Pág1,2

José León G. Los Bosques son Fundamentales para el agua .. Pág 2,3

Vicente Garay J. La Ciencia forestal para La Sostenibilidad… Pág 3

José Gutiérrez. S Los Recursos Forestales…………………... Pág 3, 4
Pausolino Martínez E.
La gracia de tu rama verdecida………………… Pág 4

Bosques derechos de la Naturaleza……………Pág 4, 7

Recordando al amigo
R Segundo Giménez………Pág 7

Grupo Tertulia Forestal

Centro de Ingenieros del Estado Mérida (CIEM)
Avenida Gonzalo Picón Febres
Mérida, Municipio Libertador
Estado Mérida, Venezuela
Correo Electrónico: elpinolaso@gmail.com

Depósito Legal: 2018000113 Año 001 No 004 Abril – Junio 2019

EDITORIAL
POLÍTICA FORESTAL. ALGUNAS CONSI-
DERACIONES SOBRE EL TEMA.
Retomamos el tema formulación de una “Política Forestal
Nacional”, tema cada vez más acertado en los plantea-
mientos de su contenido actual. El propósito es iniciar un
análisis sobre el efecto de algunas Políticas Públicas, las
que han sido concebidas y formuladas a partir de iniciativas
particulares, de propuestas con una visión unilateral del
tema que se trate, o de presiones interesadas,
caracterizadas por falta de coherencia. De allí que es
necesario e importante realizar un diagnóstico cuyo
objetivo es, además de obtener información de las Políticas
de organismos públicos que de una u otra manera afectan
los recursos naturales y especialmente a los ecosistemas
forestales y el ambiente, determinar su eficiencia y los
impactos en su aplicación.
Reconociendo problemas que han existido en el medio
rural del país, referidos a cambios de uso de la tierra, el
poco conocimiento de la población sobre las bondades y
ventajas de los recursos naturales (aguas, suelos,
vegetación, fauna) uso y manejo de su ambiente local, son
problemas acompañados por “Políticas” que son
importantes desde el punto de vista social, económico,
político, pero su formas de aplicación afecta los recursos
naturales y el ambiente del medio donde se practican, con
el peligro de extinción de los mismos.
Consideraciones preliminares indican que mediante
acciones transversales entre los entes que manejan,
promueven estas políticas y la institución responsable de la
gestión forestal ambiental nacional deben llegar a niveles
de acuerdos, modificaciones que regulen el empleo de
recursos naturales.
1. Políticas Agrícolas. Pecuarias. Colonizaciones.
Ocupaciones ilegales. Desafectaciones. Minis-
terios, Compañías, Empresas, Industrias, Ban-
cos, Fondos de Inversión. otros.
2. Cooperación y coordinación entre los
Ministerios Agricultura y Tierras, Defensa,
Educación, Relaciones Exteriores, Infra-
estructura, Ciencia y Tecnología, Salud, Indus-
tria y Comercio, Planificación y Desarrollo,
Universidad, Gobernaciones, Alcaldías, Co-
rporaciones, ONGs.
3. Se trata de iniciar una nueva etapa en relación a
la propuesta del Grupo Tertulia Forestal sobre la
formulación de una Política Forestal Nacional
consensuada, adaptada a la realidad, al
conocimiento, resultados de estudios de
investigación, de trabajos realizados en base a
planes, programas, proyectos, del tipo, clase de
todos los recursos naturales que integran
nuestros recursos forestales nacionales e
introducidos.
4. Los objetivos de este documento son:
 Fortalecer la propuesta inicial (2013),
preparada por el GTF sobre la
formulación de una Política Forestal
Nacional.
 Fortalecimiento demostrado al ofrecer
una información relevante sobre las
políticas de organismos públicos,
privados u otros que afectan o/
contribuyen y comparten áreas o
territorios con sector forestal nacional.
 Promover en el medio educativo
existente a nivel municipal, sectores
urbano y rural (primaria, secundaria,
técnica, universitaria), cursos, charlas,
jornadas, etc, la importancia de los
recursos naturales existentes en su
territorio, su empleo para la producción
de cultivos agropecuarios y su
vinculación con los recursos forestales,
sector muy importante para la
conservación del ambiente local.
 Plantear propuestas de cambio en la
políticas, normas jurídicas y técnicas de
acuerdo al grado de afectación a los
recursos forestales,, procurando una
mayor y mejor participación de acción
transversal institucional para el
beneficio del manejo y uso de los
recursos naturales, forestales y el
ambiente para realmente ofrecer una
mejor calidad de vida al medio social
rural.
 Promover y apoyar los programas,
proyectos y acciones que conlleven a la
conservación de los ecosistemas
forestales protegidos.
 Descentralizar la administración de los
recursos forestales, incorporando en la
gestión a personal de las comunidades
locales.
 Promover los incentivos para planes,
programas y proyectos de Ordena-ción y
Manejo Forestal, Plantaciones
forestales, las industrias forestal.
Samuel A. Mendoza M.
Oscar E. Noguera L.
Cuadernos Lagoven. Pedro Cunill Grau.
LA DIVERSIDAD TERRITORIAL BASE DEL
DESARROLLO VENEZOLANO.
Primera Parte: El Privilegio de un Fundamento
Espacial Tropical Diversificado para El
Mejoramiento de la Calidad de Vida.
Venezuela en su extensión territorial de 916.445 Km2
mantiene un gran espacio que da viabilidad a un singular
sentido de identidad geográfica que se ha fraguado en la
complementariedad de paisajes topográficos
contrastados y disímiles asociaciones vegetales que van
desde impenetrables manglares litorales y profusas
selvas pluviales interiores hasta sabanas y matorrales
xerofíticos. Las variadas condiciones de los medios
naturales en la zona tropical en que está situada pueden
incidir positivamente en el desarrollo y bienestar del
país, si son debidamente cuidadas, habilitadas y
aprovechadas por la comunidad nacional. El futuro
desarrollo no debe medirse solo por el avance de obras
de infraestructura, la extensión de construcciones de todo
tipo y el alza de índices extractivos de los recursos
naturales no renovables. Sería deseable que el progreso
se expresara también en el aprovechamiento armonioso y
cuidado del variado entorno geográfico para producir
mejoramiento substancial de la calidad de vida.
La gran extensión territorial venezolana debe ser
aprehendida en su integridad y diversidad.
La gran extensión terrestre, marítima y aérea de
Venezuela proporciona un fundamento de apetrolero
está acompañado aquí por recursos oceánicos,
climáticos, edáficos, acuíferos, forestales, mineros y
otros, que muy pocos países poseen en similar cantidad y
calidad en el mundo contemporáneo.
Sin intentar llegar a visiones ingenuas ni caer en
comparaciones simplistas, consideramos que es útil que
las actuales generaciones, que conforman el capital
humano nacional, capten la situación de privilegio
geográfico del país, frente a nuevos Estados que van
surgiendo en las Antillas, África y Oceanía y que apenas
tienen viabilidad territorial por la escasez de sus
dimensiones territoriales o por la carencia de variados
recursos naturales. Preocupante es el destino en el futuro
inmediato de naciones que solo cuentan con unos pocos
cientos de kilómetros cuadrados para albergar a cien mil
o más habitantes, que han ligado su subsistencia a un
turismo intermitente y a la explotación mono
cultivadora. Esta extrema atomización en naciones
minúsculas, con medios precarios de existencia,
condicionados por una geografía física de la exigüidad,
plantea problemas delicados de la estructuración de la
soberanía independiente. Igualmente inquieta a mediano
plazo la proyección de algunas naciones petroleras del
Cercano Oriente en las que el hecho irreversible del
agotamiento de sus recursos de hidrocarburos las
enfrentará a espacios geográficos homogéneos estériles,
donde la inmensidad del desierto solo es interrumpida
ocasionalmente por algún uadi o pequeño oasis con sus
magros cultivos o la huella efímera de tramos de
recorrido del pastoreo de nómadas.
Es necesario que se tome conciencia objetiva de la gran
extensión territorial venezolana, pues el conocimiento de
la realidad geográfica y de sus posibilidades es previo a
la acción de conservación y habilitación de su variada
naturaleza y recursos. Es subjetiva la creciente sensación
de escepticismo que va avanzando, por falta de
información, en numerosos sectores de la población. No
desconocemos que hay ciertas restricciones ambientales
y ecológicas que impone la geografía tropical,
particularmente en los suelos, pero ellas son superables
si se logra un adecuado manejo de la naturaleza
enmarcada en una conveniente educación geográfica.
Obviamente la concepción de toma de conciencia de las
enormes posibilidades geográficas del país tiene que ser
acompañada con la comprensión de que estos paisajes y
sus recursos naturales, renovables y no renovables,
tienen que ser movilizados adecuadamente con gran
austeridad y debido control tecnológico autóctono,
superando las propensiones al consumismo y a la
imitación de tecnologías dispendiosas y degradantes del
ambiente, gestadas en otras latitudes que pueden destruir
las bases especiales del bienestar.
Para lograr un adecuado aprovechamiento de la variedad
geográfica venezolana es deseable conocer e interpretar
el territorio con sus matices y gamas. Los beneficios de
los ambientes naturales deben ser aprovechados en su
riqueza, complejidad y fragilidad.
LOS BOSQUES SON FUNDAMENTALES PARA EL AGUA
Augusta Dwyer
https://news.globallandscapesforum.org/es/34026/los-
bosques-son-fundamentales-para-el-agua/Bajado 01/05/
2019
Miles de millones de personas en todo el mundo todavía
viven sin uno de los derechos humanos más básicos:
agua potable. Entre aquellos que son más afectados se
encuentran las mujeres y los niños, los pueblos indí-
genas, los refugiados y las personas con discapacidad.
Esto afecta especialmente a los más de 150 millones de
personas que obtienen agua para su consumo
directamente del medio ambiente, como de lagos y ríos,
sin infraestructura como grifos, pozos o bombas de agua,
afirma Lis Mullin Bernhardt, experta en desarrollo
internacional y agua de la unidad de ecosistemas de agua
dulce de ONU Medio Ambiente.
“El acceso a agua limpia cruza directamente la línea de
pobreza. Los grupos de personas pobres, indígenas y
marginadas invierten proporcionalmente más tiempo y
dinero para recolectar agua”, señala Bernhardt, quien
desempeñó un papel importante en la creación
del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 sobre agua
limpia y saneamiento. “Y es lo que no permite que estas
personas realicen actividades productivas como trabajar
o educarse, y a menudo impacta desproporcionadamente
en mujeres y niñas.
“El agua se conecta con todo, y no tenerla es una de las
cosas que te mantiene en la pobreza”.
VERDE Y GRIS
Los expertos en medio ambiente como Bernhardt
sostienen que las soluciones basadas en la naturaleza
(SBN) tienen un potencial aún sin explotar para resolver
muchos problemas vinculados con el agua, desde
inundaciones y sequías hasta erosión de suelos y
contaminación.
Actualmente, la mayoría de los sistemas de manejo del
agua dependen de la denominada „infraestructura gris‟, o
de estructuras construidas por el hombre, como plantas
de tratamiento de aguas residuales, tuberías y
reservorios. Las SBN promueven un abordaje „verde‟
que puede reemplazar o complementar los sistemas
grises existentes y a la vez ser rentable y racional con el
medio ambiente.
Bernhardt menciona que, con frecuencia, el manejo del
agua depende de lo que está sucediendo en la tierra, y
una gran parte de eso se relaciona con el manejo forestal.
Una de las SBN más efectiva para el manejo del agua es,
dice, la conservación forestal y la reforestación.
“Solemos pensar que los árboles y plantas usan agua,
pero en realidad se trata de lo contrario. Los árboles y
plantas, debido a la naturaleza de la sombra que brindan
y a las estructuras de sus raíces, en realidad ayudan a
conservar el agua en el suelo. Incluso, ciudades grandes
como Nueva York o São Paulo confían en los bosques
para abastecerse de agua potable”.
Por ejemplo, los bosques protegen los ríos al ayudar a
regular los desbordes de agua en las llanuras aluviales y
reducen el riesgo de inundaciones. Durante este proceso,
el sedimento rico en nutrientes se asienta, colabora en la
purificación del agua y reduce los costos de tratamiento
río abajo.
Bernhardt argumenta que el agua limpia es solo una de
las muchas buenas razones para plantar árboles, entre un
sinnúmero de beneficios para el clima y el bienestar
humano. Los bosques contribuyen a preservar las
especies en peligro y mejoran la fertilidad del suelo- lo
que a la vez ayuda a los agricultores a satisfacer la
creciente demanda mundial de alimentos. Y la lista
continúa.
“Es difícil pensar en algo tan simple y de tanto impacto
como el replantar los bosques o proteger los bosques
existentes”, enfatiza Bernhardt.
Pero, también advierte que se necesita plantar árboles
adecuados, el tipo “correcto” de árboles, pues las
plantaciones y algunas especies no nativas pueden
provocar el efecto opuesto y secar las fuentes de agua.
HIDRATACIÓN PURA
Tanto en zonas rurales como urbanas, el impacto que la
deforestación tiene en los sistemas de agua causa
repercusiones severas en la salud pública. La
ONU estima que hasta un tercio de todos los ríos se
encuentra contaminado gravemente con patógenos,
debido mayormente a excrementos humanos y animales.
Frecuentemente, el consumo de agua contaminada
provoca enfermedades como cólera y diarrea, lo
que según la ONU, mata unos 700 niños menores de 5
años cada día.
“Si los agricultores usan agua de ríos o lagos
contaminados con excrementos humanos para regar sus
cultivos, también pueden contaminarse algunos
alimentos como las hortalizas de hojas verdes. Sin una
limpieza o cocción profunda, las personas pueden
enfermarse”, menciona Bernhardt.
También sostiene que el manejo comunitario de los
recursos acuíferos locales es clave pues cuando las
personas entienden y participan de los beneficios,
pueden encargarse de la planificación hidrológica e
integrar las SBN en sus planes.
REDUCIENDO EL DRENAJE
No son únicamente los medios de subsistencia rurales
los que enfrentan desafíos relacionados con el agua.
Entre 2005 y 2015, 40 por ciento de las cuencas que
abastecen zonas urbanas experimentaron pérdidas
significativas de bosques. Al respecto, Bernhardt afirma
que existe una necesidad urgente para abordar el tema en
la actualidad.
“Hemos pavimentado demasiado la superficie de la tierra
y continuamos literalmente drenando los pantanos. Al
hacerlo, estamos destruyendo nuestros recursos hídricos
y socavando la capacidad natural de la tierra para regular
la provisión y calidad del agua”, sentencia.
Pero Bernhardt dice que eso no significa que debemos
dejar de progresar o limitar a las naciones en desarrollo
en el logro de sus objetivos.
“No necesitamos vivir en la edad de piedra y dejar de
desarrollarnos, solo debemos ser más sostenibles y
construir más sosteniblemente alrededor de los bosques.
Las SBN pueden contribuir con innovaciones como
techos verdes, pavimentos permeables y formas
ecológicas de producir energía como represas para
energía hidráulica o para regulación del agua”, añade.
Las soluciones basadas en la naturaleza con relación al
agua pasaron a un primer plano en los últimos años,
cuando ONU-Agua -que coordina 31 agencias de la
ONU- decidió enfocarse en el concepto de la campaña
por el Día Mundial del Agua 2018. Sin embargo, a la
fecha, se calcula que menos del 1 por ciento del manejo
de recursos hídricos para infraestructura se destina a
SBN.“La conclusión es que debemos actuar ahora y
lograr dar agua y saneamiento a todos, a la vez que
trabajamos con la naturaleza”, remarca Bernhardt. “Si
no lo hacemos, estaremos en grandes problemas”.
LA CIENCIA FORESTAL: RESPUESTAS PARA
LA SOSTENIBILIDAD
Reflexiones de José Alberto Pardos Carrión
El interés que suscitan los bosques en la sociedad del
siglo XXI en los países de occidente, con población
mayoritariamente urbana, no es tanto por su producción
primaria tradicional de madera y otras materias primas
sino por los valores ecológicos, sociales y culturales que
reportan.
Se cuestiona la selvicultura mundial y ésta necesita
incorporar beneficios ambientales a la producción,
conservar la biodiversidad en equilibrio con el
desarrollo; diversificar las plantaciones, para que sin
perder sus fines económicos y ambientales, sean
socialmente aceptables; e integrar estos tres elementos
en el ámbito del paisaje.
Se requiere manejar los bosques como ecosistemas con
el fin de mantener sus procesos naturales, reconociendo
que son fuente de beneficios ambientales, económicos y
sociales. Su consecución exige información y
participación pública para promover la gestión sostenible
promoviéndose la interacción de los científicos y la
sociedad.
La sostenibilidad de los ecosistemas forestales exige un
flujo constante de conocimientos de las disciplinas que
tradicionalmente han configurado las ciencias forestales
y de las materias básicas para su comprensión, en un
marco ecológico, sociológico y económico, con la
necesaria participación de investigadores altamente
cualificados en los ámbitos de la ingeniería, la
sociología, la economía y las ciencias de la naturaleza; y
ello con la mirada puesta en las conocidas palabras del
bioqímico húngaro Szent-Györgyi: “la investigación
científica consiste en ver lo que todo el mundo ha visto y
pensar en lo que nadie ha pensado aún”.
Especial atención debe prestarse a aquellas materias que
constituyan base científica del desarrollo sostenible a
través de la cadena bosque-industria; así mismo, con
lugar destacado del papel de los bosques en el
mantenimiento de la biodiversidad , la gestión de los
espacios naturales protegidos, el cambio climático y su
capacidad de adaptación al mismo, la conservación y uso
de recursos genéticos y la incorporación de tecnologías
innovadoras en los ámbitos biológico, industrial,
informativo y comercial.
Un incremento de la financiación de la investigación
forestal y por ende a los investigadores, una mayor
presencia en la literatura científica internacional y en las
redes de investigación, especialmente a nivel europeo, a
la vez que una mas estrecha y continuada relación
multidisciplinaria entre investigadores y técnicos,
facilitada por las tecnologías de la información,
conducirán a elevar el nivel científico medio y, así
mismo, proporcionarán herramientas para un mayor
rigor, dinamismo y flexibilidad en la gestión.
Estas afirmaciones no pasarán de ser buenos deseos,
cualquiera que sea el foro en que se hagan, si la
ciudadanía y responsables políticos no toman conciencia
de que el uso sostenible de los recursos forestales va mas
allá de una investigación y una gestión óptima, y que
todos estamos obligados a asumir la contrapartida de
costes que acarrea su consecución, en especial la de los
beneficios no tangibles de los bosques.
LOS RECURSOS FORESTALES: Base de un
Componente Alterno para la Producción. Roberto
Pérez Lecuna. (+) Ministro del Ambiente y de los
Recursos Naturales Renovables.
Nuestro país tiene en sus recursos forestales un potencial
importante por incorporar en el Plan de Desarrollo
Económico Nacional, siempre y cuando los mismos se
manejen adecuadamente con criterios de Sustentabilidad.
Esto, que se ha dicho y escrito muchas veces, no siempre
quiso ser entendido en su real esencia.
Por otra parte, del manejo y conservación de los recursos
forestales depende vitalmente la existencia de otros
recursos básicos como son la fauna silvestre, suelos,
aguas, flora y en general la diver-sidad biológica de
nuestros ecosistemas, por tanto es importante analizar el
aprovechamiento forestal minimizando el impacto que
pudiese provocarse hacia estos recursos.
Sin embargo la situación socioeconómica por la que
atraviesa el país ha obligado a organismos públicos y
privados a revisar y analizar la factibilidad que ofrece el
sector forestal como potencial para un desarrollo
sustentable, tomando en cuenta que más del 60% del
territorio nacional es de vocación forestal, de modo que
aprovechando racionalmente los productos del bosque
(maderables y no maderables), estos se convierten en la
base de un componente alterno para la producción, la
generación de empleos y un significativo aporte a la
economía nacional desde el punto de vista industrial, ya
que el producto madera es susceptible de pasar por
varias etapas de industrialización generando un alto
valor agregado nacional.
Consiente del significado que involucra incorporar parte
del patrimonio forestal a la producción de bienes
tangibles y la importancia de esa decisión, el Ministerio
del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables, a
través del Servicio Forestal Venezolano ha establecido
líneas claras para el manejo de las áreas de los bosques
productores y de las tierras forestales, definiendo como
objetivos básicos:
 El aprovechamiento de madera, solo mediante
aplicación y ejecución de Planes de Ordenación
y Manejo en bosques naturales, ubicados en
Reservas Forestales, Lotes boscosos así como
en bosques plantados
 Revertir el acelerado proceso de Deforestación,
mediante ágiles y atractivos programas de
reforestación y plantaciones.
 Recuperar todos los terrenos de vocación
forestal que sea posibles, para destinarlos a la
producción permanente.
El proyecto para lograr estos propósitos se
desarrollará aplicando permanentemente un mensaje
práctico en el medio rural, industrial, social,
orientado a los sectores agropecuarios (ganaderos,
campesinos, agricultores) a que le abran campo al
sector forestal. Que el empresario invierta y sepa
invertir en plantaciones, de modo tal que el
maderero, el exportador y el consumidor final
extraigan el máximo provecho del producto forestal,
procurando siempre rectificar las posiciones que
sean necesarias para orientar la gestión hacia un
desarrollo integral sustentable, que permita satisfacer
las necesidades humanas presentes como las de la
generaciones futuras.
La gracia de tu rama verdecida
Árbol, buen árbol, que tras la borrasca
te erguiste en desnudez y desaliento,
sobre una gran alfombra de hojarasca
que removía indiferente el viento...
Hoy he visto en tus ramas la primera
hoja verde, mojada de rocío,
como un regalo de la primavera,
buen árbol del estío.
Y en esa verde punta
que está brotando en ti de no sé dónde,
hay algo que en silencio me pregunta
o silenciosamente me responde.
Sí, buen árbol; ya he visto como truecas
el fango en flor, y sé lo que me dices;
ya sé que con tus propias hojas secas
se han nutrido de nuevo tus raíces.
Y así también un día,
este amor que murió calladamente,
renacerá de mi melancolía
en otro amor, igual y diferente.
No; tu augurio risueño,
tu instinto vegetal no se equivoca:
Soñaré en otra almohada el mismo sueño,
y daré el mismo beso en otra boca.
Y, en cordial semejanza,
buen árbol, quizá pronto te recuerde,
cuando brote en mi vida una esperanza
que se parezca un poco a tu hoja verde...
ANTONIO MACHADO
BOSQUES, DERECHOS DE LA NATURALEZA,
DERECHOS HUMANOS, CAMBIO CLIMÁTICO
Y EL ACUERDO DE PARÍS
Por: Duval Llaguno1
En este trabajo, se plantean tres preguntas que invitan a
la discusión y diálogo entre los estudiosos e interesados
en el Derecho Forestal: ¿Los bosques son sujetos de
derechos?, ¿Los derechos humanos incluyen la
protección de los bosques?, ¿El respeto a los derechos de
la naturaleza, el derecho humano a un ambiente sano y la
protección de los bosques se fortalecen con el Acuerdo
de París? Las respuestas presentadas son preliminares y
buscan contribuir con puntos de vista divergentes, para
animar la profundización en el análisis de estos temas y
en su aplicación en la práctica jurídica, especialmente en
Latinoamérica y el Caribe.
Derechos de la naturaleza
¿Los bosques son sujetos de derechos? Es la pregunta
inicial que vamos a abordar en este trabajo.
En los países de Latinoamérica en general, por ejemplo
en el caso de Perú, “…los bosques, al formar parte del
medio ambiente, representan un objeto de protección
constitucional, en tanto son un bien y también un
derecho constitucional...”2 Es decir, en la mayoría de los
1
Ponencia presentada en el X Congreso de Derecho Forestal y
Ambiental, en Bogotá, Colombia, el 9 de noviembre del 2016
países del mundo, no existe el precepto constitucional
llamado derechos de la naturaleza, pero sí la mención al
derecho humano a un medio ambiente sano, del cual se
asume que es parte la protección de los bosques.
En cambio, en Ecuador, a partir de la Constitución del
20083, se inició “El debate en torno a la naturaleza como
sujeto de derecho y lo que ello implica, o bien los
derechos de la naturaleza a su protección...”4 La
redacción de esta Constitución se enmarcó en conceptos
emergentes del neo-constitucionalismo, el buen vivir y el
sumakkawsay.
En Ecuador, “El primer caso en que se tuvo
conocimiento de aplicación judicial de los derechos de la
naturaleza se dio en el año 2011. La Acción de
Protección, resuelta en segunda instancia por la Sala
Penal de la Corte Provincial de Loja5, fue presentada por
Richard Frederick Wheeler y Eleanos Geer Huddle en
contra del Gobierno Provincial de Loja “a favor de la
Naturaleza particularmente a favor del río Vilcabamba”
por los trabajos de ampliación de la carretera
Vilcabamba-Quinara. En su demanda se refieren,
además, a los daños que sufrió su propiedad y las
vecinas.”6
Pero, “Pese al entusiasmo que provocó este fallo en los
defensores del reconocimiento de la naturaleza como
sujeto de derechos, la Sala no niega la posibilidad de la
obra, sino que establece que debe hacerse respetando
“los derechos de la Naturaleza” sin especificar como se
los vulneró, se limita a repetir el texto constitucional: “se
está violentando el derecho que la Naturaleza tiene de
que se le respete integralmente su existencia y el
mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales,
estructuras, funciones y procesos evolutivos”.7Más aún,
“Todo el razonamiento se reconduce hacía el derecho
humano al medio ambiente sano…”8
Por otro lado, también en Ecuador, se intentó una acción
de protección9, presentada por grupo de personas
(ecuatorianas y extranjeras) en contra de la empresa
británica British Petroleun (BP), por el derrame de
petróleo en el Golfo de México acaecido en el año 2010.
En la demanda se invocaron los derechos de la
naturaleza, de la Pachamama (“del universo” dicen los
demandantes), invocando los principios de “justicia
universal”. Sin embargo, el Juez segundo de Trabajo de
Pichincha, a quien le correspondió el caso, la rechazó
por improcedente, argumentando que “…los hechos que
han generado esta causa es el derrame de crudo en el
Golfo de México en aguas profundas donde la empresa
British Petroleum realizaba sus actividades; hecho que
repercute en el medio ambiente, parte de la naturaleza
2
Márquez Salvador, Alvaro (2016). Los bosques como objeto
de protección constitucional en Perú.
3
Título II: Derechos, Capítulo VII: Derechos de la naturaleza,
Artículos 71, 72, 73 y 74 de la Constitución Política de la
República del Ecuador (2008).
4
Macías Gómez, Luis Fernando (2010). “El constitucionalismo
ambiental en la nueva Constitución del Ecuador. Un reto a la
tradición constitucional”, Revista Iuris Dictio, Año 12, Volumen
14, pág. 168, Universidad San Francisco de Quito.
5
Sentencia Causa de 30 de marzo del 2011, Acción de
Protección No. 11121-2011-00010, Sala Penal de la Corte
Provincial de Loja.
6
Simon Campaña, Farith (2013). “Derechos de la naturaleza:
¿innovación trascendental, retórica jurídica o proyecto
político?”, Revista Iuris Dictio, Año 13, Volumen 15, pág. 35,
Universidad San Francisco de Quito.
7 13
Simon Campaña, Farith (2013).Ibid., pág. 36.
8
Simon Campaña, Farith (2013).Ibid., pág. 36.
9 14
Demanda de acción de protección presentada el 17 de enero
del 2012 por Vadana Shiva, Blanca Chancoso, Cecilia
Cherréz, NnimmoBassey, Delfín Tenesaca, Alberto Acosta,
Líder Góngora y Esperanza Martínez. Citado por Simon
Campaña, Farith (2013), Ibid., pág. 34.
que en la práctica no reconoce fronteras […]; y por
cuanto el Golfo de México y exactamente donde ocurrió
el desastre ambiental, no es territorio Ecuatoriano (sic),
no está amparado por nuestra Constitución […];en
consecuencia …esta autoridad no es competente para
conocer la presente causa por el territorio […] se rechaza
por improcedente La (sic) Acción de Protección
presentada…”10
Volviendo a la pregunta inicial de si ¿los bosques son
sujetos de derechos?, podemos tener las siguientes
respuestas preliminares: (i) en el caso de Ecuador, si se
asume que los bosques son parte de la naturaleza, serían
sujetos de derechos; (ii) sin embargo, esos derechos
solamente son accionables en el Estado donde rige la
Constitución que los reconoce; y (iii) el resultado (por la
experiencia de los pocos casos en Ecuador) es similar al
que se obtiene con la acción encaminada a exigir el
cumplimiento del derecho humano a vivir en un
ambiente sano11 (que es un derecho reconocido en
prácticamente todos los países del mundo).
En conclusión, a pesar que los derechos de la naturaleza,
en forma retórica, se discutieron como un gran avance en
Derecho Constitucional, hasta el momento los resultados
más bien han sido modestos en Ecuador.
Derechos humanos
¿Los derechos humanos incluyen la protección de los
bosques? Es la siguiente pregunta que vamos a abordar.
A los derechos humanos se los clasifica comúnmente en
tres generaciones12. La primera generación es la de los
derechos civiles y políticos (vida, integridad, seguridad,
igualdad ante la ley, libertad de pensamiento, expresión
y opinión, entre otros). La segunda generación es la de
los derechos económicos, sociales y culturales. La
tercera generación es la de los derechos de los pueblos o
de solidaridad (paz, desarrollo económico, auto-
determinación, ambiente sano, entre otros). Otra forma
de expresar estas tres generaciones, es que la primera son
los derechos individuales, la segunda los derechos
colectivos y la tercera los derechos difusos.
Un punto clave que diferencia estas tres generaciones, es
que tanto la primera como la segunda generaciones
cuentan con convenios internacionales globales13,
vinculantes para los Estados que son Partes, lo cual no
sucede con la tercera.
Así, “Los instrumentos más importantes de derechos
humanos del Sistema Internacional de la Organización
de las Naciones Unidas no incluyen el derecho al
disfrute de un ambiente sano. Ante esta ausencia de
reconocimiento a nivel internacional, se ha tenido que
buscar la relación entre el ambiente y otros derechos
humanos como son la vida, la salud, las condiciones de
trabajo saludables y los estándares adecuados de
vivienda.”14
10
Sentencia 2012-12-03, Juzgado Segundo de Trabajo, Causa
No. 2012-0523. Citado por Simon Campaña, Farith
(2013).Ibid., pág. 35.
11
También reconocido por la Constitución de Ecuador (2008),
en su artículo 14.
12
Estrada López, Elias. Derechos de Tercera Generación.
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticosy Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
Cuadrado Quesada, Gabriela (2009). “El reconocimiento a
un derecho a un ambiente sano en el derechointernacional y
en Costa Rica”, Revista CIJL, Año IV, Número 5, Debates
sobre Derechos Humanos y el Sistema Interamericano, pág.
107.
“Sin embargo… existen dos instrumentos regionales que
sí han reconocido el derecho humano a un ambiente
sano. Estas dos excepciones son el Protocolo Adicional
a la Convención Americana de Derechos Humanos en
materia de derechos económicos, sociales y
culturales, o Protocolo de San Salvador; y la Carta
Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. El
Protocolo Adicional de la Convención Americana de
Derechos Humanos se firmó en San Salvador, en 1988;
sin embargo, entró en vigencia hasta 1997. Dicho
instrumento reconoce el derecho humano al ambiente y
dispone en su artículo 11 que 1. Todos tienen derecho a
vivir en un ambiente sano y a tener acceso a servicios
públicos básicos. 2. Los Estados partes deben promover
la protección, la preservación y el mejoramiento del
ambiente. La Carta Africana de Derechos Humanos y de
los Pueblos, que se firmó en Nairobi en el año de 1981 y
entró en vigencia en 1986, expresa en su artículo 24 que
Todas las personas tienen derecho a un ambiente general
satisfactorio para su desarrollo.”15
Regresando a la pregunta si ¿los derechos humanos
incluyen la protección de los bosques?, tenemos las
siguientes reflexiones: (i) si la protección de los bosques
es considerada como parte del derecho humano a un
ambiente sano, la respuesta es sí, lo cual está
contemplado en las Constituciones de la mayoría de los
países; (ii) en los Sistemas Interamericano y Africano de
Derechos Humanos, ese derecho es exigible inter-
nacionalmente; y (iii) en el Sistema Internacional de las
Naciones Unidas solamente es accionable si se lo
relaciona con los otros derechos humanos (los de
primera y segunda generación).
Cambio climático y el Acuerdo de Paris
¿El respeto a los derechos de la naturaleza, el derecho
humano a un ambiente sano y la protección de los
bosques se fortalecen con el Acuerdo de París?
De acuerdo a los más entusiastas, la respuesta parecería
ser sí. “Por fin el papel de los bosques en la lucha contra
el cambio climático ha sido formalmente reconocido en
el Acuerdo de Paris sobre cambio climático… La
importancia asignada a los ecosistemas para capturar y
almacenar carbono es manifiesta y se proyecta directa o
indirectamente a lo largo de las páginas del actual
Acuerdo vinculante. El éxito del Acuerdo depende de la
contribución de cada país para reducir sus emisiones que
deben ser explicitadas en sus planes nacionales ahora
llamados Contribuciones Nacionales Planeadas (CNP) o
Prometidas (INDC en inglés). Los ecosistemas
forestales, especialmente los bosques, serán una parte
importante en muchos de estos CNPs que deben ser
actualizados cada 5 años. Casi 80 países han identificado
el sector forestal para sus CNPs y un tercio de los líderes
mundiales que han asistido a la COP21 han nombrado en
su intervenciones a los ecosistemas forestales y han
prometido recursos financieros para los planes de acción
forestal, entre ellos Alemania, Noruega y Reino Unido,
que han comprometido públicamente 5000 millones de
dólares para el periodo 2016-2020. Y lo que es muy
relevante, la iniciativa de Reducción de Emisiones
derivadas de la Deforestación y Degradación de los
Bosques (REDD+) ha sido institucionalizada y se
implementa con la creación de un centro internacional
específico y sus correspondientes recursos en Panamá.
Esta inclusión explicita de REDD+ reconoce un buen
número de años de trabajo y las aspiraciones de
determinados gobiernos, sociedad civil y organizaciones
no gubernamentales (ONGs) para encontrar vías que
incentiven a los países para reducir la deforestación y la
15
Cuadrado Quesada, Gabriela (2009). Ibid., pág. 107.
degradación de los espacios forestales y conserven los
bosques.”16
Para confirmar este entusiasmo, citan el artículo 5 del
Acuerdo de París:
“1. Las Partes deberían adoptar medidas para conservar
y aumentar, según corresponda, los sumideros y
reservorios de gases de efecto invernadero a que se hace
referencia en el artículo 4, párrafo 1 d) de la Convención,
incluidos los bosques. 2. Se alienta a las Partes a que
adopten medidas para aplicar y apoyar, también
mediante los pagos basados en los resultados, el marco
establecido en las orientaciones y decisiones pertinentes
ya adoptadas en el ámbito de la Convención respecto de
los enfoques de política y los incentivos positivos para
reducir las emisiones debidas a la deforestación y la
degradación de los bosques, y de la función de la
conservación, la gestión sostenible de los bosques, y el
aumento de las reservas forestales de carbono en los
países en desarrollo, así como de los enfoques de política
alternativos, como los que combinan la mitigación y la
adaptación para la gestión integral y sostenible de los
bosques, reafirmando al mismo tiempo la importancia de
incentivar, cuando proceda, los beneficios no
relacionados con el carbono que se derivan esos
enfoques.”17
Por su parte, “Milagros Sandoval, gerente de políticas
ambientales de Conservación Internacional Perú,
sostiene que se tenía claro que REDD+ podía
implementarse hasta 2020. Lo que se hace ahora con el
nuevo acuerdo universal es reconocer su importancia,
que permite a los países incluir la herramienta como
parte de sus aportes para mitigar las emisiones de Gases
de Efecto Invernadero (GEI).” En sus palabras, Sandoval
sostiene que “Dependerá de cada país incluir o no el
mecanismo en sus contribuciones. Asimismo se incluyó
una mención expresa en la sección de finanzas que es
muy importante para asegurar el financiamiento de esta
herramienta.”18
Por otro lado, un tema también destacable en el Acuerdo
de París, es que por primera vez se incluye una meta
cualitativa de adaptación al cambio climático y se
menciona a los ecosistemas, especialmente los
vulnerables19.
En relación a la pregunta, ¿si el respeto a los derechos de
la naturaleza, el derecho humano a un ambiente sano y la
protección de los bosques se fortalecen con el Acuerdo
de París? La respuesta es que de manera general es sí;
pero, hay los siguientes puntos para ser cautos en las
expectativas: (i) el rol de los bosques está visto como
sumideros y reservorios de gases de efecto invernadero,
sin tener una visión integral de los bosques (de hecho los
promotores de REDD+ no se han puesto de acuerdo
sobre el concepto general de bosque); (ii) a pesar que
el Acuerdo de París es un instrumento jurídico
vinculante internacional, no se establecen medidas
sancionatorias para los países que incumplan con sus
compromisos.
Finalmente, un punto muy destacable del Acuerdo de
París es que la parte considerativa, se menciona de
manera explícita el siguiente texto relacionado a los
derechos humanos:
16
Rábade, José María (2016). Los bosques en el Acuerdo de
París sobre Cambio Climático.
17
Acuerdo de París (2015).
18
Acuerdo de París fortalece el rol de los bosques en la
lucha contra el cambio climático.
19
Artículo 7 del Acuerdo de París.
“Reconociendo que el cambio climático es un
problema de toda la humanidad y que, al adoptar
medidas para hacerle frente, las Partes deberían
respetar, promover y tener en cuenta sus respectivas
obligaciones relativas a los derechos humanos, el
derecho a la salud, los derechos de los pueblos
indígenas, las comunidades locales, los migrantes, los
niños, las personas con discapacidad y las personas
en situaciones vulnerables y el derecho al desarrollo,
así como la igualdad de género, el empoderamiento
de la mujer y la equidad intergeneracional.”
Ese texto es probablemente el más importante para
vincular los temas de bosques, derechos de la naturaleza,
derechos humanos y cambio climático.
Conclusiones
El concepto de los derechos de la naturaleza, incluido
por primera vez en la Constitución de Ecuador del 2008,
generó mucha expectativa; sin embargo hasta el
momento sus resultados prácticos en los pocos casos y
jurisprudencia que se ha generado, han sido
relativamente modestos.
En cambio, el derecho humano a un ambiente sano, a
pesar de no existir un convenio internacional global que
lo reconozca, se va consolidando en el Derecho
Constitucional20 y en instrumentos regionales
internacionales en los sistemas interamericano y africano
de derechos humanos. Es lógico suponer que la
protección de los bosques pueda ser asociado a este
derecho humano.
Finalmente, el Acuerdo de París, en el marco de la
Convención de Naciones sobre Cambio Climático,
representa un avance significativo para la protección de
los bosques (aunque su rol se vea limitado al de
sumideros y reservorios de gases de efecto invernadero)
y, sobre todo, es muy importante la mención explícita
(en la parte considerativa del Acuerdo) a las obligaciones
relativas a los derechos humanos.
Bibliografía
Acuerdo de París (2015)
Constitución Política de la República del Ecuador (2008)
Cuadrado Quesada, Gabriela (2009). “El reconocimiento
a un derecho a un ambiente sano en el derecho
internacional y en Costa Rica”, Revista CIJL,
Año IV, Número 5, Debates sobre Derechos
Humanos y el Sistema Interamericano.
Estrada López, Elias. Derechos de Tercera Generación.
Macías Gómez, Luis Fernando (2010). “El
constitucionalismo ambiental en la nueva
Constitución del Ecuador. Un reto a la tradición
constitucional”, Revista Iuris Dictio, Año 12,
Volumen 14, Universidad San Francisco de
Quito.
Márquez Salvador, Alvaro (2016). Los bosques como
objeto de protección constitucional en Perú.
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales
20
Soriano García, José Eugenio y Saddy, André (Directores)
(2016). Direito Constitucional Ambiental Ibero-Americano,
Editora Lumen Juris, Río de Janeiro.
Rábade, José María (2016). Los bosques en el Acuerdo
de París sobre Cambio Climático.
Simon Campaña, Farith (2013). “Derechos de la
naturaleza: ¿innovación trascendental, retórica
jurídica o proyecto político?”, Revista Iuris
Dictio, Año 13, Volumen 15, Universidad San
Francisco de Quito.
Soriano García, José Eugenio y Saddy, André
(Directores) (2016). Direito Constitucional
Ambiental Ibero-Americano, Editora Lumen
Juris, Río de Janeiro.
..RECORDANDO AL AMIGO SEGUNDO
GIMENEZ
SEGUNDO GIMÉNEZ, le conocí muy de cerca cuando
simultáneamente cumplíamos funciones como Decanos
de la Universidad de Los Andes. Le conocí como un
hombre digno y cultivador de esa cosa misteriosa, y
desacreditada y casi imposible, VERDADERA
AMISTAD. SEGUNDO GIMÉNEZ fue el apoyo de
amigo, tenaz en sus ambiciones para coronarse como un
hombre digno de quienes tuvimos el privilegio de
verdaderamente conocerle. Hombre de juerga y de
alegría pero de conducta inmaculada cuando lo requerían
sus deberes personales, de amigo, o de universitario; a
los que siempre selló con nobleza y humanismo. Su
criterio equilibrado, su inspiración profundamente
universitaria, su amor enorme por la Universidad, su
palabra fácil y consecuente, todo colaboró para que
hiciera de su papel, uno destacado siempre en defensa de
los intereses y prístinos principios universitarios. Su
inspiración fue siempre relevante, siempre necesaria en
momentos difíciles con una gran capacidad para
escuchar, lograr acuerdos, crear consensos y, sobre todo,
creer infinitamente en la Universidad. Siempre
aconsejaba llevar adelante a la Universidad por la vía del
diálogo, del encuentro, del debate esclarecedor, lo cual
hizo de mí, un fuerte creyente de su personalidad para
apoyarle en sus claras y diáfanas aspiraciones como
candidato a Vicerrector Administrativo. Fue un hombre
que, dentro de sus bromas, mostraba tranquilidad. Creo
que sabía muy bien lo que le estaba pasando, y siempre
daba lecciones de valor, de decisión, de entrega, de
consecuencia como hombre íntegro, pleno, realizado en
su vida, y lleno de valores humanistas y cuya vocación
de trabajo no parecía tener límites ni fronteras, ni había
aspectos de la vida universitaria que le fueran ajenos o
distantes.
En fin, fue un hombre solidario que encarnaba la
expresión sublime de la labor universitaria, el mayor
tesón en la excelencia académico-administrativa
universitaria fue el sello de su desempeño. Defensor de
la autonomía universitaria con el espíritu de libertad que
reflejan los verdaderos grandes universitarios. Solidario
al infinito con la Universidad, con el académico, con el
amigo; siempre extendía la mano en auxilio cuando el
amigo estaba en dificultades, permitiendo que la vida se
tornara más simple, más bella y menos dolorosa. Un
último aspecto que deseo destacar es que era generoso
para subrayar las cualidades personales e intelectuales de
otras personas. En esta hora de dolor vaya nuestras
palabras de solidaridad, y el abrazo afectuoso y sentido
hacia toda su familia, en particular a sus hijos y su
compañera Arlene.
Mauro Briceno, Ex Decano de la Facultad de Ciencias de
la ULA.