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La presente traducción ha sido llevada a cabo sin ánimos de lucro, con


el único fin de propiciar la lectura de aquellas obras cuya lengua madre
es el inglés, y no son traducidos de manera oficial al español.

El staff de Lucky Girls Books apoya a los escritores en su trabajo,


incentivando la compra de libros originales si estos llegan a tu país.

Todos los personajes y situaciones recreados pertenecen al autor.

Queda totalmente prohibida la comercialización del presente documento.

¡Disfruta de la lectura!

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Página
Staff
Traducción moderada por: Corrección moderada por:

Loly ∞Jul∞

Traducido por: Corregido por:

IviAbernathy, ∞Jul∞, AmiNatera, Florpincha


lau_diarader, Loly. IviAbernathy, ∞Jul∞, Larochz,
Lelu.

Lectura final por: Diseñado por:

IviAbernathy Nohe48

3
Página
Índice
Staff 15 31

Prólogo 16 32

1 17 33

2 18 34

3 19 35

4 20 36

5 21 37

6 22 38

7 23 39

8 24 40

9 25 41

10 26 42

11 27 43

12 28 Vivian Lux.

13 29

14 30
4
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Sinopsis:
Él es JAX.

Él es una estrella de rock. Es un desastre. El rompió mi corazón.

Él es mi nuevo hermanastro.

Jaxon Blue es la realeza del rock: el hijo de uno de los nombres


más grandes en el planeta. Él fue mi primer... todo.

Entonces, él me rompió el corazón de la forma más pública


posible.

No quiero volver a pensar en Jax de nuevo.

Lástima que su música parece seguirme a donde quiera que vaya.

Ahora el duro roadie de mi padre se casa con la estrella de rock y


madre de Jax y los cuatro tenemos que coexistir en la misma casa
durante dos semanas. Jax sigue siendo él mismo sexy imbécil y
arrogante del que me enamoré, y yo soy demasiado débil para resistirme
por mucho tiempo.

Así que hago un trato conmigo misma.

Es sólo hasta la boda.

No es más que una aventura.

Esto no quiere decir nada.

No estoy haciendo nada malo... ¿verdad?


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Primera
parte

6
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Prólogo
Traducido por IviAbernathy
Corregido por ∞Jul∞

—¿Bit?
—¿Humm? –Estaba casi dormida. En la oscuridad del estudio, casi
podía creer que su voz era algo sacado de un sueño.
Hasta que escuché su pequeña carcajada. —¿Ya estás dormida,
Bit? ¿Tanto te he agotado?
Gemí y me moví. Su cuerpo desnudo estaba presionado contra el
mío, cálido, pesado y sólido. Me encontraba tan débil y floja como un
fideo mojado después de lo que habíamos hecho, pero nunca se lo diría.
No necesitaba agrandar su ego.
—No estoy dormida —resoplé.
Apretó sus labios contra mi hombro. —Bien. Porque mi brazo está
completamente muerto. ¿Puedo tenerlo de regreso?
Murmurando, me dejé caer sobre mi espalda. Tiró de su brazo de
debajo de mí con un suspiro de alivio. Se sentía como que se marchaba.
Casi entré en pánico.
Hasta que de inmediato acercó aún más nuestros cuerpos, tirando
de mí contra él.
—Allí —murmuró contra mi frente—. Así está mejor.
Me apreté contra él en el estrecho y destartalado sofá que se
imponía en un rincón del estudio. No podía verlo—no en la cerrada y
densa oscuridad, pero en mi imaginación podía ver perfectamente su
largo cuerpo cuando pasé la mano a lo largo de su costado y hasta sus
caderas.
—¿Eso acaba de suceder? —susurré.
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Ahora era su turno de sonar dormido. Suspiró, se estiró y luego


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acarició con su mano perezosamente mi estómago hasta acunar uno de


mis pechos. —Sip, Bit —rió—. Sucedió. Esta no es una de tus historias.
Es real.
Malditamente cierto, no era una de mis historias. Era mejor. Mejor
de lo que podría haber imaginado, realmente. Pensé que estaríamos
intercambiando tiernos abrazos. Pero no, era mucho más que eso. Crudo.
Urgente. Primal, incluso. En lugar de dulces palabras para recordar, tenía
las marcas de sus dedos en mi piel. Y me gustó esa manera.
Eso lo hizo mucho más real.
—Entonces, lo que estás diciendo es...—Me callé. Necesitaba
decirle algo más. Acerca de lo que esto significaba. Para él. Para mí. Para
él y para mí... juntos.
Debe haber escuchado la agudeza en mi voz, porque no mordió el
anzuelo. En su lugar, de alguna manera me apretó aún más fuerte.
—Seee, tuvimos sexo, Liliana – dijo usando mi nombre real por una
vez—. Hicimos el amor. Como quieras llamarlo, lo hicimos. No me
enloquezcas ahora.
Pero ya estaba mucho más adelante que él. Medio despierta ahora,
me puse rígida y tiré hacia atrás. ¿No enloquezcas? ¿Cómo no iba a
hacerlo? Acababa de tener relaciones sexuales con él. No, peor que eso,
acababa de perder mi virginidad con él...
Jax.
¡Jax!
Jaxson maldito Blue.
—Lily, shh, puedo sentir que ya no estás como antes. Basta. —Jax
encontró de alguna manera mi boca en la oscuridad, rozando sus labios
contra los míos.
—¿Cómo diablos se supone que voy a parar? —pregunté.
Sinceramente, quería saberlo—. No puedo creer que hicimos... que te
dejara... que hiciste...—Me sonrojé ante el recuerdo.
Jaxson me alisó el cabello en la oscuridad. Podía sentir los callos
por la guitarra en sus dedos. Los que había chupado y besado
recientemente mientras empujaba dentro de mí.
—¿Por qué no puedes creerlo? —preguntó—. Te malditamente amo,
Lil Bit.
Mi corazón se detuvo. El tiempo se detuvo. Flotaba en la oscuridad,
en el calor de sus brazos. Escuché, esperando a que se riera, a que se
8

arrepintiera, para decir que me tenía y que todo era una broma.
Página

En su lugar, oí su respiración profunda y tranquila.


Mierda, se había quedado dormido. Justo después de que dejó caer
esa bomba en mi regazo.
Era la cosa más arrogante y engreída que Jaxson Blue pudo haber
dicho.
No podía dejar de reír.
—Maldita sea, Jax. También te amo. Idiota.
Y entonces me quedé dormida en sus brazos.

9
Página
Segunda
parte

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1
Traducido por IviAbernathy
Corregido por ∞Jul∞

Liliana
Con la primera nota, mi corazón calló hasta mis zapatos.
Tenía que salir de aquí. Rápido.
—¿Angel? —grité frenéticamente en el vestuario—. Me voy a la
próxima puerta. Estoy desesperada por cafeína. ¿Quieres algo?
—¿Café latte con caramelo? —gritó de regreso mi compañera de
habitación desde adentro. Este viaje de comparas se suponía que debía
ser de unión, para conocernos, pero que se joda. No podía quedarme en
esa tienda por un momento más.
El ritmo era infeccioso. Pude ver a los compradores comenzando
a balancearse cerca de los bastidores de los jeans de descuento. Era
una canción de cuatro—sobre—la—pista 1 , interesante canción pop,
todo brillantes sintetizadores y una línea de bajo golpeando. Casi
imposible de ignorar.
Y ya estaba en mi cabeza. El último lugar donde quería que
estuviera.
Me apresuré hacia el opresivo calor de las calles de Nueva York,
pero mis mejillas flameaban cada vez más calientes mientras intentaba
como el infierno evitar la canción del verano. Hui al frescor del
Starbucks de al lado y tomé mi lugar en la fila.
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1Cuatro—sobre—la—pista: En el original: Four—on—the—floor es un patrón rítmico


utilizado fundamentalmente en la música electrónica de baile y en la música disco,
Página

caracterizado por un ritmo constante, consistente en un golpe de bombo por cada


negra de un compás de 4/4. Este patrón fue popularizado en los años 70 por la
música disco, época en la que se popularizó la denominación four—on—the—floor.
Los parlantes gorjeaban con algún tintineante sonido indie—folk.
Suspire de alivio. Observé mis uñas, decidiéndome por la quinta
billonésima vez dejar de mordérmelas, luego inmediatamente me metí la
uña del pulgar e la boca y comencé a mordisquearla.
Era la siguiente en la fila cuando la tintineante canción finalizó.
Hubo una pausa. Hice crujir mi cuello y vi a uno de los baristas
cambiar el iPod detrás del mostrador.
Y ahí estaba de nuevo.
Intenté mantener la calma, hasta que el vocalista comenzó. Inició
con el coro, una uña clavándose directamente en mi corazón.
—Tienes razón nena/Pasamos la noche, nena/Y soy un poquito
engreído, sí, es verdad…
—You got it right, babe/We spent the night, babe/And I'm just a
little bit cocky, yes, it's true…

Me encontraba afuera cuando el resto de la canción ascendió.


Porque el no dijo “Little bit”2. No, gruñó y arrastró sus palabras, por lo
que sonó mucho más como, "Lil Bit".
Lil Bit.
Liliana Nesbit.
Yo.
Jaxson Blue trabajó su camino de regreso a mi vida,
arreglándoselas para arruinarlo todo para mí una vez más. Esta vez, sin
siquiera tener que verme cara a cara.
Salí corriendo de la cafetería con mis manos tapando mis oídos,
pero la línea del bajo aún latía en mi pecho, haciendo latir mi corazón
de forma irregular... como lo hizo cuando Jax se puso de pie frente a mí
desnudo por primera vez. Tatuado y ardiente, con el cabello color azul
eléctrico que hizo cosas desconcertantes a sus profundos, profundos
ojos azules, tomó mi rostro con sus manos y me derretí justo en un
charco a sus pies.
Me encontraba a mitad de camino de mi departamento cuando
recordé a Angel. Y su café. El mío.
12

Era cuestión de vida o muerte. Debía entenderlo. O, si no lo


Página

hacía, entonces este episodio de comportamiento errático sería una cosa


más de la que ella pudiera reírse con su novio que se quedaba durante

2 Little bit: en español poquito


cada noche y sin embargo nunca ayudaba con el alquiler... o la
comida... o los kilómetros de papel higiénico que obstruían nuestro
inodoro cada mañana. O tal vez ella podría organizar otra fiesta sin
consultarme, dejándome para limpiar nuestra pequeña caja de zapatos
de apartamento.
No podía creer que el usara mis palabras en una canción sobre mí.
Me detuve con un suspiro. Angel no era el motivo de mi enojo.
Ella era una vaga frívola, una princesa mimada del Medio Oeste a la
que le faltaban todas las habilidades del mundo real que un adulto debe
tener, pero, de nuevo, ¿que era yo? Las dos teníamos diecinueve,
éramos extranjeras en esta ciudad y estábamos lejos de nuestros seres
queridos. Podía ser más tolerante.
Él, ¿sin embargo?
—No quisiste decir eso —susurré.
—Eres una crédula —se rió entre dientes.
—Eres un idiota arrogante.
—En eso tienes razón, cariño.
Podría pudrirse en el infierno.

13
Página
2
Traducido por IviAbernathy
Corregido por ∞Jul∞

Jax
Me estaba cansando de tener que charlar con cada blogger que se
cruzara en mi camino, pero lo peor era tener que estar sentado allí y
escuchar hablar acerca de mi madre con el tipo de reverencia
generalmente reservado para el estrafalario Papa.
—¿Y cómo es crecer siendo el hijo de Annie Blue?
Esta blogger, una curvilínea pequeña cosa que definitivamente
podía verme llevando a casa —siempre y cuando se quitara los
odiosamente grandes anteojos de ojo de gato que dominaban su cara—
me hizo la misma maldita pregunta que los diez periodistas anteriores
en esta mierda, me preguntaron. ¿Cuántas veces puedo lograr una
manera ingeniosa y concisa de decir lo que realmente quiero decir?
¿Cómo se supone que voy a responder a una pregunta estúpida como
esa?
Ser el hijo de Annie Blue es todo lo que siempre he sido.
Incluso ahora, mientras mi discográfica preparaba el lanzamiento
de mi primer EP3. Incluso ahora que mi primer sencillo iba hacia arriba.
Incluso ahora, que tenía tiempo de estudio reservado para los largos
seguimientos. Incluso ahora, que tenía una historia de portada de la
Rolling Stone, y mi primer tour se encontraba en las etapas de
planificación.
Incluso después de todo esto, todavía era el puto hijo de la
maldita Annie Blue.
14

No le dije eso, por supuesto. En cambio me moví en la silla,


separando mis piernas por un segundo. Los lindos ojos de la blogger se
Página

3EP (Extended play). En español Disco de duración extendida es un lanzamiento


entre álbumes y contiene nuevo material más de una compilación del pre-lanzamiento.
dirigieron directos a mi entrepierna y sonreí un poco. Sí, ella lo quería.
Unas cuantas palabras seleccionadas, y la tendría rogando por ello.
—Bueno...— Sonreí, mostrando el hoyuelo que sabía que volvía
locas a las mujeres—. ¿Ser el hijo de Annie Blue? Eso es lo único que he
conocido, cariño. —Ella se movió un poco en ese momento. La tendría
retorciéndose de una manera u otra. Solo quítate esas gafas... —. Para
algunas personas, mi mamá es un icono —añadí, odiando la manera
simplista y portentosa en que sonaba—, pero para mí, siempre va a ser
mamá.
Casi vomito en mi propia boca luego de esa. Me superé a mí
mismo. La última vez que llamé a Annie “mamá” usaba pañales. Me
hizo llamarla Annie desde el momento en que dejé de sesear y babear, y
cualquier sentimiento maternal que podría haber tenido hacia mí
fueron ahogados por su propio narcisismo.
Lo pequeña curvilínea rió, escribiendo furiosamente en su
elegante MacBook.
—Simplemente no puedo imaginar a alguien llamando a Annie
Blue “mamá” — dijo, sacudiendo la cabeza—. Ella es una diosa.
Traté de contener el suspiro explosivo, pero salió de todos modos.
Por suerte para mí, mi publicista sabía exactamente lo que quería decir.
—Ese es todo el tiempo que el señor Blue tiene en este momento
—dijo Beverly secamente.
La blogger lució sorprendida, y fue entonces cuando supe con
certeza que ella esperaba que acabáramos juntos en la cama después
de esto. Al menos en ese sentido, yo era mi propio hombre. Nunca nadie
me llamó hijo de Annie Blue cuando las llevé a casa. Era mi nombre el
que gritaban.
Me puse de pie y le estreché la mano, dándole el beneficio
completo de mi hoyuelo. Hizo un ruido como un chillido, y pude oler el
deseo fluyendo de ella como olas. ¿Puede ser que pudiera quitarle su
excitación por Annie Blue a mi propia manera especial?
Pero afortunadamente, Beverly parecía conocerme mejor que yo
mismo.
—Señor Blue —dijo—. Hice los arreglos para que pueda tomarse
15

un descanso. ¿Quiere algo de los servicios de manualidades?


La blogger, claramente excluida, se escabulló, metiendo su
Página

notebook en su bolsa. Me permití un último vistazo a su culo, luego


suspiré.
—¿Cuántas veces me has bloqueado la verga, Bev?
Beverly arqueó una ceja.
—¿Quién, yo? Sólo estoy cuidando el bienestar de mi mejor
cliente.
—Basura. Simplemente no te gusta la competencia.
Beverly rió.
—Por suerte para nosotros, no estábamos compitiendo en la
misma piscina. —Dejó que sus propios ojos permanecieran durante un
segundo mientras la blogger desapareció alrededor de la esquina, y
luego negó con la cabeza—. Podría haberle enseñado un par de cosas a
la chica — suspiró.
Lamí mis labios.
—Por favor, asegúrate de filmarlo —le dije, ahuecando mi
entrepierna.
—Eres un completo cerdo. Y no tengo idea de por qué te aguanto.
Vamos. —Beverly sonaba severa, pero podría decir que se encontraba a
un segundo de reír. Hacer enojar a mi radical feminista publicista
lesbiana era uno de mis pasatiempos favoritos, probablemente, sólo
superado por hacer música.
Qué gran cliché, ¿no? Hijo de una estrella de rock, nieto de una
estrella del rock, intentando hacer su propio camino en la industria. No
es una historia familiar. Es casi triste. Supe al instante en que entré al
estudio que todo el mundo notó que yo era un broma. Quise poner la
cuarta canción como EP, sólo para sacarlo de mi sistema, y luego volver
a mi triste vida de playboy que vivía de fiestas con el dinero de mi
madre. Incluso me lo creí, pensando que acababa de utilizar las
conexiones de mi mamá para rascarme la picazón, satisfacer mi
curiosidad.
Nunca jamás conté con el hecho de que eso era algo que amaba
más que nada.
Tampoco jamás pensé que eso era, aparentemente, algo en que lo
que era bueno.
Ahora esa pequeña canción que escribí hacía un año, un poema
16

anotado en uno de mis cuadernos después de cometer la mayor cagada


de mi vida, estaba en cada maldito lugar. Y ninguno de nosotros estaba
Página

preparado para ello.


Y menos yo.
La discográfica me había hecho despegar. Una serie de
apariciones en unos clubs, realmente una gira pequeña, se estaba
planificando en este mismo momento. Tenía tiempo reservado en el
estudio para grabar el disco completo, un valioso álbum con material
que ni siquiera había escrito todavía. Por supuesto, la discográfica me
ofreció los servicios de los mejores compositores en el negocio, pero a la
mierda. Este era mí momento, mi hora de brillar. "(Lil Bit) Cocky" fue
escrita por mí, pero la música era de otra persona. Estaba dispuesto a
mantenerme firme para asegurarme de que el mundo escuchara a
ambos esta vez.
Bev y yo devoramos unos sándwiches, viendo a los chicos de
vídeo desarmar sus equipos. Mi cara todavía llevaba el grueso
maquillaje que la estilista había untado abundantemente antes de que
la prensa llegara, y se sentía tensa como una máscara.
—¿Qué maldita hora es, de todos modos? —pregunté a Bev.
Mi manager dio un vistazo a su teléfono.
—Una mierda más tarde de lo que debería ser— dijo, sacudiendo
la cabeza—. Lo siento, Jax. Realmente necesito manejar mejor éstas
cosas para ti.
Acaricié su brazo por un momento. Una vez traté de que durmiera
conmigo, hace mucho tiempo. Ella me rechazó tan suavemente que
desde entonces he sentido una especie de instinto de protección sobre
ella.
—No, hablé demasiado. Ya sabes.
Bev puso los ojos en blanco.
—Hablas demasiado, y revelas demasiado, Jax.
Alcé una mano para detener la lectura que sabía que se
avecinaba.
—Pensé que lo había hecho bien esta vez.
—¿Y cómo es crecer como el hijo de Annie Bule? –dijo, imitando el
suave tono de voz de la blogger—. Allí, estaba intentando atraparte.
Debes decir: “¡genial!” y continuar. No te transformes en más carne de
cañón para ellos más de lo que ya eres.
17

Hice una mueca. Bev no iba a salir y decirlo, pero sin duda sabía
lo que quería decir. La revista Pitchfork había llamado a mis letras
Página
"enigmáticas", "el mayor misterio de composición desde la “You're So
Vain”4 de Carly Simon.
—¿Quién es Little Bit? – anunciaba el titular.
Pero estaban equivocados. No “Little Bit”
Lil Bit.
Liliana Nesbit.
La única mujer que amé.

18
Página

4 “You're So Vain” : "Eres tan vanidoso" es una canción escrita e interpretada por
Carly Simon y lanzada noviembre de 1972. La canción es una crítica de un amante
egoísta de quien Simon afirma "Eres tan vanidoso, que probablemente piensas que
esta canción es sobre ti". La identidad de la persona del título del tema ha sido
durante mucho tiempo una cuestión de especulación.
3
Traducido por IviAbernathy
Corregido por ∞Jul∞

Liliana
Cuando Angel regresó, pasó como una estampida a mi lado y
estampó su puerta tan fuerte que un libro cayó de mi librero.
Probablemente estaba enojada conmigo.
Tenía derecho a estarlo, supuse.
Me senté en mí escritorio de tienda de segunda mano de mierda
y consideré disculparme con ella. Pero disculparme significaría dar
explicaciones, lo que significaría que me haría preguntas, lo que
significaría que tendría que explicar mi conexión con Jaxson Blue.
Me imaginaba cómo sería esa conversación.
—Sí, perdí la virginidad con ese dios del sexo cuyo rostro está
pegado en todo Internet. No, es verdad. Yo. Liliana Nesbit, la chica que
sólo conoces como tu ratonil compañera de habitación que cava sus
propias madrigueras escribiendo novelas románticas.
Sí. Yo. No estoy bromeando.
Pensaría que estaba más loca de lo que ya lo hacía.
Lo mejor era simplemente dejarlo.
Además, estaba en una rutina ahora.
Si había una cosa que tenía que reconocerle a Jaxson, era que él
era buena inspiración. Tan pronto como llegué a casa y estuve delante
de mi ruidosa notebook, las palabras comenzaron a fluir.
Se me ocurrió de una sola vez: mi heroína, en una forma inusual
de valentía, empujó su caballo fuera de la puerta donde el intruso fue
visto por última vez. Ella gritó, su voz resonando por el páramo, pero la
única respuesta fue su propio eco llamándola de regreso. El viento
19

levantó un mechón de sus cabellos negro azabache que luego escondido


impacientemente debajo de su gorra de montar.
Página

Mis dedos tecleaban. De vez en cuando tomé un descanso para


morder los bordes de las uñas a fondo, pero por lo demás todo estaba
tranquilo y centrado. Podría decir que me estaba metiendo en la escena,
porque mi corazón latía más rápido, mi respiración comenzó a
entrecortarse. Vivía en la cabeza de mi heroína.
Justo hasta que me di cuenta lo que vendría después.
La escena de sexo.
Esas siempre me detenían en seco. Las escenas de sexo son
difíciles de escribir cuando se tiene poca experiencia para usar.
Por suerte para mí, mi limitada experiencia fue bastante increíble.
Justo hasta el momento en que me rompió el corazón.
Me alejé de la notebook y crují los nudillos. Geraldine Hunter,
heredera deshonrada de la fortuna Hunter, acababa de entrar en la
vasta mansión en ruinas pertenecientes al aristócrata solitario Tristán
Bard. Su corazón latía rápidamente contra su corsé de encaje
fuertemente atado mientras observaba al devastadoramente guapo
Tristan descender la escalera, sus ojos rastrillaron sobre su cuerpo...
Sí, esto iba a ser bueno.
Pero necesitaba un poco más de cafeína antes de poder continuar.
Me levanté y parpadeé a la habitación a mí alrededor. El sol se
ponía debajo del edificio detrás del mío y la luz ya no podría hacer esto
en mi ventana solitaria. En mi frenesí de escritura, había olvidado de
encender las luces.
Estuve dando vueltas por el pequeño espacio, todavía sumida en
mis pensamientos, y encendí la lámpara mientras actuaba la escena
que escribiría. La forma en la que las manos de Tristan agarraron la
parte posterior de la cabeza de Geraldine, obligándola a inclinarla hacia
arriba mientras sus labios devoraron los de ella. La forma en que su
"hombría" era tan dura e inflexible que podía sentirla incluso a través
de la masa voluminosa de enaguas que formaban una barrera entre
ellos.
Siempre me resultaba sencillo llegar a la antesala. Anhelo
apasionado, las sensaciones de hormigueo que ondulan las columnas
vertebrales... sí, era una maestra de la tensión sexual.
Pero una vez que mis héroes sacaban sus pollas, mis escenas
eran siempre las mismas. Seguían el guión... el único que sabía.
Me senté de nuevo para empezar a escribir, lentamente al
principio, luego ganando velocidad. Y mientras escribía, empecé a
sonrojarme.
Y a retorcerme.
20

Y a odiarme.
Y a odiar a Jaxon Blue.
Página

Tristan—no, Jaxson, siempre el jodido Jaxson. Voy a buscar y


reemplazar el nombre luego—se inclinó hacia atrás en la cama,
sosteniendo la cabeza con una mano mientras con la otra sostenía un
cigarrillo, el humo subiendo perezosamente hasta el techo.
—¿Fue tu primera vez? —me preguntó...a Geraldine, a quien sea.
—No. — Me sonrojé. Entonces le dije la verdad—. Sí.
Los ojos de Jaxson se estrecharon un poco cuando dio una calada.
—Bueno, ahora estás arruinada, Lil Bit.
—¿Por qué dices eso?
—Porque nunca vas a tener un hombre tan bueno como yo.
Me reí.
—Eres tan malditamente arrogante.
Estaba tan enamorada entonces que dolía recordar.
Las palabras empezaron a llegar. Muchas y rápido, mis dedos
moviéndose febrilmente para capturar cada detalle que podía recordar.
Pero embellecido, por supuesto. Tristan era Jaxson, por supuesto, pero
Jax bien hecho. Jax, la versión buena, el que me dio el felices para
siempre que nunca tuve en la vida real.
La fantasía me arrastro, como sucedía a veces, hasta el final. El
sol estaba asomándose por el borde de mi edificio de nuevo cuando lacé
la vista de la pantalla, mis ojos en carne viva y doloridos.
Cinco y catorce de la mañana, hora de Nueva York, y terminé la
última pieza maestra de Liliana Grace. Escribí mi palabra favorita,
¬FIN¬, y me puse de pie, aun embriagada por mi propia auto infringida
resaca literaria.
El zumbido de mi teléfono a vibrar contra el escritorio casi me dio
un maldito ataque al corazón.
Cuando vi el número, rodé mis ojos. Mi padre no tenía idea de los
horarios normales y humanos de dormir, un rasgo que aparentemente
había heredado de él.
—Hola papá —grazné en el teléfono, mi voz ronca por la falta de
uso.
Hubo un ruido de estrellarse en el fondo, los gritos y los alaridos
de una fiesta todavía en auge en la Costa Oeste. Era un ruido que me
era familiar hasta los huesos: los sonidos de la post fiesta. Pero ésta
parecía más estridente de lo normal.
—¡Lil Bit! —Mi padre gritaba por encima del ruido, sonando más
que un poco borracho—.Bebé, ¡dijo que sí! ¡Annie dijo que sí!
21

Yo estaba demasiado malditamente agotada como para entender


de qué demonios hablaba.
Página

—¿Qué dijo Annie, papá? —grité.


—¡Ella va a hacer de mi un hombre honesto!
Hubo una carcajada y el sonido de aplausos amortiguados. Mi
padre gritó algo que no pude escuchar que fue recibido con gritos de
aprobación. Pero yo todavía estaba de pie, inmóvil, tratando de procesar
lo que estaba diciendo.
—¿Tú y Annie? ¿Casándose?
Hubo un revoltijo en el teléfono, y luego la rica voz ahumada de
Annie de repente llenó mis oídos.
—Liliana, finalmente lo hizo, la rata bastarda. Tryna me amarró,
después de todos estos años.
Sonreí débilmente, mi pulso martilleando, porque sabía lo que iba
a pedirme a continuación.
Inhaló—tal vez un cigarrillo, probablemente un porro—y dejó caer
la bomba justo en mi regazo. —¿Puedes venir para la boda?
Mis manos temblaban y tuve la urgencia de huir, a pesar de que
no legaría muy lejos en esta caja de zapatos que llamaba casa.
—¿Tú y papi se están casando?
—Oh, somos demasiado viejos para tener una muy grande –dijo
Annie—. Solo algunos amigos y allegados. Y nuestros hijos.
Un millón de pensamientos competían por el espacio en mi
cerebro ante la idea de Annie y mi papá finalmente uniéndose después
de una relación de idas y vueltas que duró por todo mi tiempo en esta
tierra—la idea de ver a todos de nuevo; Bash, Diggs, Crusty Pete, Greg
Fingers…
Pero la idea de que tomó la mayor parte del espacio era que iba a
ver de nuevo a Jax.
Y justo después de ella, la horrible realidad de que Jaxson Blue,
la tercera generación de la realeza del rock—el idiota engreído que tomó
mi virginidad y luego me rompió el corazón de la forma más pública
posible, sería mi hermanastro.
22
Página
4
Traducido por IviAbernathy
Corregido por ∞Jul∞

Jax
—Gracias por hoy, Bev. – Engullí los últimos pedazos de mi
emparedado húmedo.
—Te llamaré por la mañana con tu itinerario — respondió,
hojeando su teléfono—. Día ocupado.
—¿Cuándo no es así? —Me quejé. La discográfica me tenía
corriendo por todo el lugar para estas apariciones, cuando las
canciones que se supone que debería estar promoviendo aún no se
habían terminado siquiera la mitad. Era molesto como la mierda.
Me escabullí por la puerta de atrás del edificio, poco dispuesto a
arriesgar tener que correr de alguien que quisiera algo de mí.
Y terminé corriendo hacia alguien que quería algo muy específico.
—Señor Blue, siento molestarle, pero sentí como que las cosas
estuvieron un poco... sin terminar allí.
La pequeña blogger estaba al acecho en el callejón detrás del
edificio. Astuta cosita. Serpenteó su camino hacia mí y se quitó esas
horribles gafas de su cara.
Bueno, a la mierda.
—Me estoy quedando en el Plaza —le dije con voz ronca.
Sus ojos brillaban, pero para su crédito, no dijo una palabra más,
simplemente corrió de nuevo a su auto y aceleró con un chillido que
habría sido cómico si yo fuera capaz de reír.
Así que ahí iba esa noche. Una botella, una blogger, y un poco de
agradable distracción. La vida podría ser peor, me recordé a mí mismo.
Ella estaba esperándome en el lobby y estuvo en sus rodillas al
23

segundo en que ingresamos al elevador privado.


—Soy una gran admiradora tuya —murmuró con admiración,
Página

acariciando la longitud de mi verga y lamiendo sus labios—. He querido


conocerte desde hace tanto tiempo...
—Baja la velocidad, dulzura —dije con determinación. Tiraba tan
fuerte que se sentía como si quisiera arrancármela.
—Oh, lo siento. Déjame besarla mejor.
Las puertas sonaron y se abrieron y me encontré cara a cara con
mi madre.
Annie miró de mí a la chica en mi polla, y luego de nuevo a mí, su
ceja se alzó con ese estúpido gruñido que siempre hacía.
—Levántate, dulzura – dijo finamente, arrastrando las palabras.
El blogger gritó y se alejó de mi polla como si estuviera en llamas.
—¡Señorita Blue! Oh, Dios mío, lo siento mucho, pero soy su
mayor fan. Tengo todos sus álbumes, incluso las cosas que salieron
antes de que yo naciera. ¡Usted es una leyenda!
—Gracias, cariño—Annie le dirigió una sonrisa que adornaba un
millón de portadas de revistas y se volvió hacia mí, su hijo
descarriado—. Jax, si puedes alejar tu polla por un minuto, hay algo
que quiero decirte.
—¡Puedes llamarme! —la blogger llorisqueó cuando salí del
ascensor en el ático. Las puertas se cerraron antes de que le
respondiera, lo que estaba bien.
—¿Qué? — le pregunté a Annie, cruzando los brazos.
Me puso los ojos en blanco.
—¿Tienes una buena noche?
—Iba a serlo —repliqué—. Hasta que mi maldita madre entró en
mi habitación. ¿Qué estás haciendo aquí?
—Yo pagué por esto. Eso significa que me pertenece —dijo Annie
como si fuera obvio… y maldita sea, lo era. Pero no por mucho más.
—¿Qué querías decirme? —Por primera vez, advertí en la escena
frente a mí. Todo la puta comitiva estaba aquí, todos los viejos pedorros
que han sido el equipo de carretera de mi madre desde antes de que yo
naciera. Crusty Pete, Bash, Diggs, Gregory Fingers, y los tipos que solía
llamar tíos y que a veces quería llamar papá.
Justo en ese momento, Nails deambuló y colgó su brazo
alrededor de Annie.
—¿Qué demonios te has hecho en el cabello, Jax? —gruñó a modo
de saludo.
Le sonreí de vuelta.
24

—¿Qué demonios le hiciste a tu cara? Esa cosa parece como si


estuvieras ocultando el nido de un pájaro, o algo así.
Página

Nails se acarició la barba.


—Nah, la limpié esta mañana. Tomé los huevos para el desayuno.
Me reí mientras extendía su mano. Estrechamos los antebrazos
por un momento antes de que me diera cuenta de algo.
—Oye, ¿por qué eres tan amable? Por lo general eres un completo
idiota.
Esperaba que Nails gruñera y me maldijera, alejándose en un
humor hosco como siempre lo hacía. El ahora sí—ahora no, novio de
Annie era un gran hijo de puta malhumorado al que sólo parecían
gustarle tres cosas, ninguna de las cuales era yo. A Nails Nesbit le
gustaban las guitarras fuertes, el bourbon de Kentucky, y mi madre,
posiblemente en ese orden exacto.
—Vayamos a tomar algo —interrumpió Annie—. Hemos estado
esperándote.
—Seguro como el infierno que estaban —murmuré. Por la forma
en que se arrastraba, Annie ya estaba a medio camino.
—Es una jodida celebración—Nails rugió, volviendo con tres
chupitos—. ¡Hasta el fondo!—Tomó el suyo antes de que yo llevara el
mío a mis labios, luego colgó su brazo alrededor de Annie, que se rió.
Jodidamente rió. Mi madre no reía. ¿Qué demonios está pasando?
—¿Qué estamos celebrando? —pregunté. Mis pelos de punta
aumentaron. Annie invadiendo mi espacio personal así, no era nada
nuevo. ¿Pero Annie trayendo a todo el equipo y luego riendo? Eso fue
jodidamente raro.
Los dos viejos pedorros se miraron con tales expresiones tontas
en sus caras que casi vomité el bourbon.
—Tu madre aquí ha decidido dejar de tenerme esperando —dijo
Nails bruscamente, con un tono mucho más suave que sus palabras.
Annie juguetonamente le dio una palmada mientras el pavor me
llenó.
—Vete a la mierda, Lyle—susurró. Luego se volvió hacia mí—.
Nails me pidió que me casara con él. Le dije que sí.
Algo explotó dentro de mi cabeza, justo encima de mi ceja
izquierda.
—¡¿Tu qué?!
—Nos vamos a casar, Jax.
—¿Por qué... mierda... harían eso? —Mi boca estaba abierta como
si fuera un idiota y la cerré con fuerza, justo antes de explotar de
nuevo—. ¿Se van a casar?
25

—Es cuestión de tiempo, nos dimos cuenta —dijo Nails, como si


esto no fuera la cosa más estúpida que nadie había dicho nunca—. Amo
Página

a tu mamá. Ya lo sabes, Jax.


—Lo que sea. — Estaba siendo un idiota, pero no pude evitarlo—.
Esto es estúpido. Son viejos. ¿A quién le importa en este momento?
—A nosotros —dijo Annie, toda casual. Plantó un beso en Nails
que duró tanto maldito tiempo que tuve que darme vuelta y marcharme
antes de que realmente vomitara en mis zapatos.
Pero otra explosión en mi cerebro me detuvo en mis pasos.
—Esperen —dije girando en mis talones—. ¿Lily lo sabe?
Nails se alejó de mi madre el tiempo suficiente para responder.
—Sí, todavía tenemos que llamarla —dijo tan casualmente como
Annie. Ambos estaban actuando como esto fuera algo totalmente
normal, como si no fuera gran cosa que se casaran luego de pelear,
coger y joderse entre sí durante casi quince años.
Y Lily.
Mierda.
Liliana. La hija de Nails. Toda esta sórdida y lamentable situación
haría que mi Lil Bit—mi vergüenza secreta, mi peligrosa obsesión –
fuera mi maldita hermana.

26
Página
5
Traducido por IviAbernathy
Corregido por ∞Jul∞

Liliana
Una de las principales razones por las que nunca he podido
mantener algo parecido a un "trabajo real", es mi absoluta incapacidad
para llegar en cualquier lugar a tiempo. Todo el mundo sabe que debes
llegar por lo menos con dos horas de anticipación a cualquier vuelo si
quieres tener una oportunidad de conseguir pasar a través de la
seguridad a tiempo.
Llegué cuarenta y cinco minutos antes y quedé muy impresionada
conmigo misma. Es decir, hasta que vi la línea serpentear a través de la
seguridad.
La multitud estaba tan apretada a mí alrededor, que a medida
que avanzábamos por el laberinto de barreras de control, me sentí como
una vaca de camino al matadero.
—Muuu… —murmuré en voz baja. La vieja señora delante de mí
con una mueca permanente me lanzó una mirada de asombro por
encima del hombro, y luego se desplazó hacia adelante para darle a la
loca un poco de espacio. Tomé una respiración profunda, sintiendo la
claustrofobia disipándose un poco con el espacio extra. Tal vez siempre
debería pretender ser una loca. Tal vez eso mantendría lejos a la gente
en un hacinamiento como este.
No me gustan las multitudes, o las audiencias. O realmente, no
me gusta la gente en general. Mi padre, sin embargo, vive para ese tipo
de cosas.
Dicen que el sueño del rock 'n roll nunca muere, y nunca fue esto
más cierto que para mi padre. Sabía que me quería, de alguna manera,
27

los niños pequeños de manera instintiva pueden decir estas cosas, pero
nunca fue bueno en demostrándolo. Fui un segundo pensamiento, no
Página

tanto un obstáculo como algo que él nunca consideró en primer lugar.


Mis únicos recuerdos de él estando en casa con nosotros eran de él
fumando en el garaje, una guitarra en su regazo, y una expresión lejana
en su rostro.
—¿Qué estás haciendo aquí? Ve a buscar a tu mamá —decía
siempre, si se daba cuenta de mi de pie y mirándolo.
Después de una temporada triste y vana de ser un padre normal
y suburbano, Lyle Nesbit sucumbió a su sueño del rock 'n roll una vez
más, dejando a mi madre para criar a su hija de tres años de edad, por
ella misma.
—No lo odio, cariño —solía suspirar cuando le preguntaba, pero
nunca lograba reunir la convicción para hacerme creerle. Mi madre se
casó con Graham, mi padrastro, cuando tenía cinco años, y ella y yo
nos mudamos a su gran casa de la esquina. En ese día, me dieron un
nuevo papá y dos nuevos hermanastros de un solo golpe. Pero si
pensaba que eso significaría que alguien se fijara en mí, estaba muy
equivocada. Los hijos de Graham eran completamente salvajes,
perpetuamente metidos en problemas, perpetuamente peleando ya sea
en broma o en serio, con Graham gritando desde los límites hasta que
su voz se volvió ronca. Me quedé en el fondo, perfeccionando mi talento
de haber sido completamente ignorada por mis figuras paternas.
Graham era inútil, todo formal y correcto, por lo que a diferencia
de mi padre, era casi cómico. Él se creía un erudito y se sentían
orgulloso de los estantes de volúmenes encuadernados en cuero que
nunca lo vi abrir. Era más un ruido de fondo en mi vida que una figura
paterna, pero había una cosa por la que tenía que darle crédito: mi
lema. Me lo dijo con una mueca una vez después de que verbalmente lo
increpé, a mitad de camino por la puerta de camino a la fiesta de un
amigo.
—“Aunque sea pequeña, es feroz.”
Shakespeare. Sueño de una noche de verano. Por supuesto que lo
reconocí. Me devoraba cualquier libro que pudiera tener en mis manos,
transcribiendo los fragmentos que me hablaban en resmas de revistas
que garabateaba noche y día. Me hizo detenerme y considerar a
Graham bajo una luz diferente por un momento.
Luego volvió a ser un cabeza—de—culo y el momento se perdió.
Sin embargo, pequeña y feroz. Así fue como yo era. Como me
28

definía a mí misma, incluso cuando la fiereza parecía estar lejos de mi


alcance. Cuando las lágrimas pinchaban vergonzosamente en mis ojos y
Página

me volvía violenta en lugar de verlas caer, siempre me recordaba a mí


misma: feroz. Era el mantra en que creía incluso cuando no creía en mí
misma.
Soñé durante todo el camino justo al frente de la línea.
—Quítense los zapatos —el aburrido agente de la TSA 5 entonó
mecánicamente—. Pongan sus pertenencias en una papelera y pasen
por aquí.
Todo el mundo se apresuró a obedecer, tomando los contenedores
grises y arrojándose sobre ellos como niños pequeños apilando
juguetes. Tuve que hacerme fuera del camino antes de que me sacaran.
—¡Oye, mira por donde balanceas esa cosa! –le grité al agobiado
hombre de negocios.
Miró hacia un costado, y luego hacia abajo.
—Oh, lo siento, no te vi ahí abajo.
Entonces el hijo de puta sonrió con su propia broma.
—Tengo la altura perfecta para golpearte en las bolas —repliqué
en voz alta.
Abrió su estúpida boca un par de veces, boqueando como un
pescado. Parecía tener ese efecto en los tipos como él. En los engreídos
que no podían imaginar que alguien que se parecía a mí, toda pequeña
y delicada, en realidad podría tener temperamento. Los chicos como él
tendían a quedarse sin palabras ante la ferocidad. Eso fue parte de la
razón por la que era, hasta ahora, soltera.
Jaxson nunca fue condescendiente conmigo.
¿Qué demonios? Cállate.
Al parecer, mi cerebro traidor, ansioso ante la perspectiva de una
reunión, decidía volver a pasar sólo el carrete más destacado de mi vida
anterior. Con un tirón mental, me obligué a revivir la mala mierda
también.
Porque había un montón de cosas malas. Y cuando me acomodé
en mi asiento en el avión, supe que no iba a haber manera de que
pudiera detener la ola de recuerdos
La vida en la casa de la esquina sucedió con su aburrimiento
predecible. La única vez que experimenté algo parecido a la emoción fue
cuando mi padre decidió pasar por allí. Era irregular y poco frecuente —
dos, tal vez tres veces al año— pero me dio algo para esperar a además
29

de contar el tiempo hasta que pudiera mudarme.


Página

Ver a mi padre era algo que siempre tenía ganas de hacer... no


importa cuántas veces me decepcionó.

5 TSA: Administración de Seguridad en el Transporte.


Con el tiempo había renunciado a ser una estrella de rock por sí
mismo, y había empezado a trabajar como roadie 6 . Estaba
perpetuamente roto, y perpetuamente a punto de quedarse sin hogar,
pero nunca lo había visto más feliz. Me traería recuerdos de la vida en
la carretera y me sentaría en su regazo, esperando como el infierno que
esta vez él me llevara con él.
Pero el hecho de que estaba feliz no hacía que dejara de ser un
padre de mierda. Tan pronto como se dejaba caer en mi vida otra vez,
mi padre siempre se desvanecería, llamado de nuevo a la carretera
como un endemoniado. A veces desearía que él fracasara por completo y
renunciar a volver a casa por mí.
Pero en cambio conoció a Crusty Pete Dillingham.
La historia de esa noche es ahora parte de mi propia leyenda
personal. Mi padre fue a ver un espectáculo en un bar local. Cuando
empezaron el show, nada salió de los altavoces excepto una
retroalimentación ensordecedora. Los técnicos corrían detrás del
escenario en pánico. Mientras todos los demás estaban cubriendo sus
orejas, mi—ciento dieciocho kilos —padre barbudo saltó al escenario
como un saltador de altura olímpica y corrió de nuevo a cambiar los
cables desenchufados.
—La primera cosa que noté fue que su pila7 era un desastre. La
segunda cosa fue el hedor. —Mi papá siempre sonreiría en este punto,
palmeando a Crusty Pete en la espalda.
—Le di las gracias y le dije que acaba de perder a un chico —
Crusty Pete añadiría, jugando valientemente su parte en la historia—. Y
si él podría levantar su culo gordo lo suficientemente temprano en la
mañana, tendríamos más trabajo para él.
Pete presentó a mi papá a BashGills, el extraordinario técnico de
batería. Fue y vino en entre giras, recogiendo conciertos del club aquí y
allá. Pero una vez que su verdadera gira empezó a subir de nuevo, él
sería capaz de utilizar una guitarra eléctrica tan rápido en sus pies
como mi padre.
Aquí mismo, en la historia, Bash siempre hizo un punto para
mirar hacia arriba y hacia abajo el considerable volumen de mi padre.
—Cómo el hombre come tanto y todavía se mueven tan rápido, nunca ni
30

siquiera comenzar é a entenderlo. Es un desafío a la lógica y la física. —


Página

6Roadie: Encargado del transporte y montaje del equipo de un grupo de música


encargado del transporte y montaje del equipo de un grupo de música.
7 Pila: Pila de cosas o apilamiento, y que se emplea en español en ciertos ámbitos para
referirse a la informática o tecnología.
Entonces mi papá reiría a carcajadas como si fuera la primera vez que
escuchara su broma, y yo y Jaxson rodaríamos nuestros ojos con tanta
fuerza que podrían habérsenos caído. Luego nos empezamos a reír el
uno al otro de las reacciones, aguijoneado por nuestra experiencia
compartida de ser adolescentes en el más extraño lugar de mierda para
ser un adolescente... nunca.
Sonreí al recuerdo antes de que mi corazón pudiera ponerse al día
con la cabeza. Y cuando lo hizo, sentí la sensación hueca y enfermiza
que siempre me golpeó cuando pensé en Jaxson Blue. Y como siempre
estaba pensando en él, estaba enferma y vacía casi siempre.
El sentimiento se mantuvo hasta que llegamos a la pista de
aterrizaje. Me acurruqué en mi asiento, agradecida por mi pequeño
cuerpo cuando me acurruqué cerca de la ventana. El tipo sentado a mi
lado me ignoró por completo, poniéndose sus auriculares y cayendo
rápidamente en un baboso sueño. Algo en la forma en que me ignoró
por completo, como si yo fuera parte del avión en sí, me hizo pensar en
mi padrastro nuevo.
Después de vivir mi infancia en el fondo en la casa de Graham,
jugueteando con los niños de Graham y de perder a mi madre para ser
la esposa de Graham, entonces perdí a mi madre de verdad. El cáncer
de ovario que tuvo fue rápido y despiadado, transformándola de
cansada, pero aun vital, a una mujer vacía en cuestión de ocho meses,
de principio a fin. Sucumbió cuando tenía quince años, y de repente
Graham alzó la esta y se dio cuenta de que yo estaba allí.
—Liliana, sé que las cosas no siempre han sido geniales entre
nosotros —empezó a decir en la mesa de la cocina la noche después de
su funeral.
Pero yo había tenido suficiente. Levanté mis manos para
protegerme de sus disculpas.
—No tienes que decir nada Graham, ya he llamado a mi padre.
—¿Tu papá...?— Graham escupió la palabra.
—Sí... mi padre.
—Liliana, yo te crié. Yo soy tu padre.
Mi dolor era todavía demasiado fresco para ser amable.
31

—Tú no has criado a nadie, Graham. Me crié a mí misma


mientras no me veías.
Página
Su rostro se puso muy tenso alrededor de los ojos en ese
momento. Hundió la cabeza entre las manos y se pasó los dedos por el
fino cabello.
—Lily, sé que no siempre ha sido fácil...
—Ni mierda —le dije, amando la forma en que sus ojos se
dirigieron de vuelta a mí, sorprendido de que tenía el descaro de
maldecir frente suyo—. No lo ha sido, pero se trata de conseguir un
infierno mucho más fácil para ti Graham. Estoy fuera de tu vida. Todo
ha sido arreglado.
Mi maleta ya estaba llena. Cuando mi padrastro trajeado estaba
en la puerta y vi a mi canoso padre tatuado esperándome en su
camioneta destartalada, pensé que vi el brillo de las lágrimas en sus
ojos. Por un momento casi regresé de nuevo a él. Mi padre, el hombre
cuyos genes compartía, era un completo desconocido para mí. Por lo
menos el hombre de culo apretado al que estaba diciendo adiós era un
poco conocido.
Pero para entonces, ya era demasiado tarde para mirar hacia
atrás. Parpadeé las lágrimas y repetí "feroz" a mí misma hasta que me
sentí un poco mejor. Empezamos a rodar hacia atrás, pero no había
ningún sonido a motor.
—¡Estúpido pedazo de mierda, arranca!
Sabía que él juraba a la furgoneta, pero fue demasiado tarde. Yo
había ya subido al terror de mi padre golpeando la rueda. Salté tan
duro ante la ira en su voz que por una vez en su vida, Nails Nesbit se
fijó en mí. Su enorme mano salió de la nada para cubrir la mía.
—Oye Lily —dijo con voz rasposa, pero suave—. Sé que no he
estado siempre alrededor como debería haber sido, pero necesitas saber
que nunca voy a hacerte daño, ¿lo tienes? Nada de esta mierda miedosa
conmigo, ¿de acuerdo?
—Está bien —le dije tensamente.
—Bien. Ahora, ¿verificas tu espejo para mí?
—Todo despejado... Papá.
Nails me lanzó una mirada de sorpresa. Sus ojos estaban casi
ocultos bajo una explosión de pelo de las cejas sin recortar, pero
32

sorprendió ver que eran del mismo tono exacto de color marrón como
los míos.
Página

Nunca me había dado cuenta de eso.


—Está bien Lil, vamos a ponernos en marcha.
El hecho de que una vuelta al mundo no es lugar para una chica
de quince años de edad, nunca pasó por cualquiera de nuestras
mentes. Hacer las cosas correctamente en realidad no era el punto
fuerte de mi padre.
Excepto, por alguna razón, ahora sí lo era. Por alguna razón,
después de todos estos años, iba a ser un correcto hombre casado, y
quería que yo estuviera allí con él. Era casi dulce... tan dulce como
Nails jamás podría ser.
—Feroz — murmuré para mí misma, y luego me quedé dormida.

33
Página
6
Traducido por Loly
Corregido por ∞Jul∞

Jax
El tipo del sonido parecía que en realidad nunca se fue a dormir
anoche. No es que realmente pueda juzgarlo. Desde que mi madre dejó
caer la bomba de su inminente matrimonio en mi regazo, mi noche
estuvo llena de vueltas y vueltas, y realmente frustrantes pensamientos
acerca de ver a Lily de nuevo. Dormir parece como algo que tendrá que
esperar hasta después de la boda.
Tenía que darle crédito a Annie. Una vez que ella toma decisiones,
no vacila. El día feliz estaba programado en su casa en dos semanas.
Y de alguna manera, Nails convenció a Lily de venir antes para
ayudar a prepararlo. Cada vez que trataba de aclarar mi mente, ese
pensamiento me golpeaba en la cabeza con un yunque. Lily iba a volver.
Lily llegaba hoy.
Tenía tiempo de estudio del que no podía salirse. Mi disquera lo
había reservado esta vez hace semanas, antes de que nada de esta
mierda sucediera. Así que ahora que tenía que ser un maldito
profesional, aunque me sentía como si estuviera listo para arrastrarme
fuera de mi piel.
El técnico con cara de sueño creo que su nombre era "Raven" o
"Crow", o algo así, cualquiera que sea su nombre, encendió su
micrófono y su voz ronca, empapado en whisky sonó a través de mi
monitor.
—Está bien Jax, estamos preparados para ti.
34

Asentí. La pista de guitarra que había grabado la semana pasada


Página

llegó a todo volumen a través de mis audífonos y empecé a contar las


notas. Mientras contaba, las palabras que escribí la noche anterior se
reprodujeron una y otra vez en mi cabeza. Una buena cosa sobre el
insomnio: te da tiempo para escribir.
Annie me observaba desde la cabina, apoyada en Nails. Dos
chicas rubias que me siguieron aquí rieron mientras hacía contacto
visual con ellas. Pero mi mirada se fue derecho a la botella de Jack8.
Levanté mi mano.
—¿Puedes empezar de nuevo por favor?— Le pregunté al monitor.
Blackbird suspiró y quejó un poco, pero obedientemente rebobinó
la pista. Tomé un trago rápido de la botella abierta. Estas palabras... los
sentimientos que plasmé... escribirlo se suponía que me hiciera
deshacerme del dolor, no empeorarlo. Pero cantar me obligó a sentir
todo de nuevo, y eso era algo malo. Tomé otro largo trago mientras la
pista de guitarra se lamentó en mis oídos. Entonces abrí mi boca para
cantar.
Yo era un desastre.
—¿Podemos empezar de nuevo por favor? —Gruñí en el
micrófono, sintiendo las gotas de sudor empezando a formarse a lo largo
de mi frente. Annie se inclinó hacia adelante, sus labios se torcieron en
que gruñido que conocía tan bien. La estaba decepcionando, haciéndola
perder tiempo y dinero.
Ya podía ver el titular sensacionalista ahora: "JaxsonBlue, un
flash en la industria de la música, el borracho hijo de la realeza del rock
en Estudio Desastre". Sería otro escándalo, al igual que el que yo
empecé cuando tenía dieciocho años y el corazón roto por perder a
Liliana.
El escándalo parecía seguirme.
Pero, de nuevo, mi propio nacimiento fue un escándalo. ¿Por qué
detenerse ahí?
Cuando Annie quedó embarazada de mí, acaparó a los tabloides.
En un ataque de masoquismo, los había mirado un día, cuando tenía
trece años, lleno de granos, y desesperado por averiguar quién era mi
verdadero padre. Pasé bien entrada la madrugada mirando a través de
los archivos, buscando una historia tras otra, pero nunca llegando más
cerca de descubrir quién era mi papá. Mientras buscaba, tomaba
35

sorbos de la botella de vodka que había encontrado en el armario de las


bebidas, por lo que al momento en que Annie llegó a casa yo estaba
Página

completamente borracho.

8
Jack: Jack Daniel’s.
—¿Quién diablos es? —dije arrastrando las palabras, golpeando la
pared del pasillo y bloqueando su camino.
Nails estaba con ella, esa era una de esas veces que estaban
juntos de nuevo, en lugar de separados de nuevo. Él hizo este gruñido
que nunca voy a olvidar, pero Annie levantó la mano.
—Estás borracho —dijo como una declaración de hecho, como si
estar borracho a los trece años no fuera nada del otro mundo.
—¿Quién diablos es? —exigí de nuevo. Su rostro nadaba frente a
mí, y parpadeé un montón de veces. Nails hizo un ruido de disgusto, y
me di cuenta que él pensó que yo estaba llorando. Entonces quise
golpear algo.
—¿Quién es quién?— dijo Annie.
—¡Sabes quién! ¡Mi padre, zorra! —En el momento en que las
palabras salieron de mis labios las lamenté, pero estaba demasiado
borracho como para disculparme como debería haberlo hecho.
Vi la cara de Annie ponerse blanca, la nariz apretada. Esperé a
que me gritara.
En cambio, me dio una bofetada de lleno en la cara. Y yo que ya
estaba inestable por el vodka, más la fuerza de su golpe me dejó en un
montón patético en el suelo del pasillo.
Entonces Annie Blue, mi madre, la mujer que se suponía iba a
quererme más que otra cosa, dio un paso sobre mí, dejándome allí para
patalear y rabiar mientras ella y su amante regresaron a su dormitorio,
ignorándome por completo. Y esa fue la última vez que pregunté sobre
mi padre.
—Entonces, ¿qué hiciste?— Los ojos de chocolate de Lily estaban
como platos mientras me escuchaba.
Tenerla tan cerca, colgada de cada palabra que yo decía
mirándome así era la mayor forma de levantarme el ego que he tenido.
Claro que yo era una cosa engreída a los diecisiete años, pero Liliana
Nesbit me hizo sentir como si fuera rey de todo el maldito mundo.
—Bueno, vomité todo el piso. — Ella se rió de esto, volviendo del
más adorable color rosa—. Entonces me puse de pie otra vez, y me fui a
la cama.
36

Lil Bit negó con la cabeza.


Página

—¿Y ustedes nunca hablaron de ello?


—¿Qué hay que hablar? —pregunté perezosamente, aceptando el
whisky que vertió en un vaso para mí—. Annie dejó en claro que nunca
iba a saberlo, no de ella de todos modos. —Levanté mi vaso—. Pero te
voy a decir una cosa, nunca toqué de nuevo el puto vodka.
Liliana se echó a reír, y luego caminó hacia mí, sus uñas de color
rojo cereza hundiéndose en las profundidades del pelo de la alfombra del
hotel. Abrí los brazos, y ella se instaló junto a mí con un suspiro, usando
mi hombro como almohada.
—Pobre Jaxson —bromeó, rozando sus dedos por mi cara.
Estuve al instante duro por ella. En estos días caminaba en un
estado de perpetua de dureza, y teniendo su pequeño cuerpo apretado y
todo acurrucado junto a la mío no hizo nada para evitarlo. Yo era un
típico adolescente de diecisiete años, impulsado únicamente por la lujuria
y las hormonas, pero con Lily era algo más.
Por Lily valía la pena esperar.
—Pobre de mí —estuve de acuerdo, pasando la mano por la
hendidura de su cintura—. Dios, eres la cosa más diminuta que conozco,
creo que cuando nos vayamos de nuevo, sólo voy a meterte en la maleta
y te llevaré conmigo.
—Probablemente podrías.
Su rostro era tan serio que tuve que reír.
—¡Lo digo en serio! —protestó—. Solía jugar a ese juego, cuando
era una niña. Lo llamé “El Juego de Invisibilidad”. Me metía en estos
pequeños lugares imposibles y veía cuánto tiempo mis padres tardarían
en darse cuenta de que me había ido.
Me eché hacia atrás. Ella me contó historias sobre sus llamados
padres.
—¿Cuánto tiempo?— pregunté.
Sacudió la cabeza, los ojos color chocolate registraron el dolor que
esperaba jamás volver a ver en ellos.
—Demasiado —dijo.
—No puedo ni imaginármelo —respondí y la besé en sus labios
ansiosos—. Si mi Lil Bit me falta por más de quince minutos, llamaría a la
maldita patrulla de rescate. Tendría detectives peinado esta área con
sabuesos en segundos, te lo prometo.
37

—Eres un bicho raro —suspiró.


Página

Pero me di cuenta de que ella era feliz.


Llámalo amor joven, primer amor, amor adolescente, cualquiera
que sea el infierno que tuve con ella, éramos muy felices. Yo era feliz.
Probablemente lo más feliz que he sido alguna vez. Pero eso fue antes
de que hiciera que todo se vaya a la mierda.
Ahora tendría que verla de nuevo.
Esperaba que me golpeara de lleno en la cara.
—Muy bien, Jax, creo que es suficiente por hoy. —El chico
Blackbird se pellizcó el puente de la nariz, como si yo cantando le
estuviera causando dolor. Me causaba dolor, sabía eso. Con una
sensación de alivio y enojo en la misma medida, colgué mi micrófono y
me escabullí de regreso hacia la cabina.
—No tienes que decir nada. Lo sé —le dije a Annie.
Annie no dijo nada, pero Nails lo hizo.
—¿Qué demonios pasó ahí? —preguntó el gran hombre,
mostrando algo así como una preocupación genuina.
¿Qué iba a decir? ¿La idea de ver a tu hija de nuevo me tiene loco
y desequilibrado?
—Tengo un montón de cosas en mi mente —le dije secamente.
—Voy a enviar el auto, has que te lleven de vuelta a la casa —dijo
Annie. Periódicamente mostraba señales de sentimiento maternal, y
siempre me tomó por sorpresa.
—Está bien. Sólo déjame echar una meada. —El whisky había
viajado a través de mí sin tener ningún efecto. Me sentí sudado con el
hedor del fracaso. Necesitaba una ducha, urgente.
—Tengo que ir a buscar a Liliana al aeropuerto. —Nails depositó
un beso bruto en los labios de mi madre.
—Vuelve a mí pronto —balbuceó ella.
—Sí, me voy de aquí —gruñí y me abrí paso en el baño de
hombres. La luz fluorescente parpadeante hizo que mi reflejo se viera
pálido y poco atractivo, las bolsas bajo los ojos de color morado oscuro,
el azul eléctrico de mi cabello de un tono enfermizo de verde. Este no
podría ser el Jaxson que saludara a Liliana por primera vez en más de
año. Necesitaba controlar mi mierda antes de que ella llegara a casa, a
mí.
Me enderecé y traté de pegarme una sonrisa arrogante.
38

—Hola, Lil Bit —practiqué—. ¿Cómo estás?


Página
7
Traducido por Loly
Corregido por Lelu

Liliana
—Está bien, te veo —le dije a mi padre, luego colgué el teléfono,
sacudiendo la cabeza. Él estaba en la camioneta. No podía creer que
todavía tuiera esa cosa.
Me encontraba en la parte exterior de la acera del aeropuerto,
histéricamente riéndome de una camioneta.
Mi padre forzó la puerta del lado del conductor para abrirla y al
bajarse me encontró casi llorando de la risa. Me limpié los ojos y traté
de explicarle, después me disolví en un ataque de risa de nuevo.
—Esa es, esa es la camioneta... —fue todo lo que pude decir.
—Claro que lo es —gruñó, palmeando la vieja reliquia maltratada
de los años 80, con un cariño que generalmente reservaba para las
guitarras, y sólo de vez en cuando, para mí—. Ella todavía ronronea
como un gatito.
—Esa es la camioneta en la que me recogiste. —Yo estaba
sacudiendo mi cabeza en la simetría de todo, deseando tener una
libreta para poder escribirlo....
Pero mi papá no lo entendía.
—Sí —contestó, recogiendo mi maleta—. ¿Quieres ponerte en
marcha?
—Claro, papá. —Asentí, mi pecho desinflándose ligeramente. No
recordaba recogerme de la casa de Graham en esta furgoneta. Fue el
inicio de nuestra salvaje aventura juntos. O si lo recordaba, no era
sentimental sobre ello como yo.
39

Basta, Lily. Me acomodé en el asiento de vinilo agrietado y traté


de componer mis pensamientos.
Página

Pero el ruido de la radio no me dejó pensar. Mi padre siempre ha


mantenido la radio de la furgoneta perpetuamente en “escanear”. Era
un hábito irritante que le quedó de los días cuando era un roadie
itinerante, aceptando trabajos aquí y allá. Le gustaba escuchar sobre
las bandas con las que había trabajado, a continuación, gritar y cantar
acerca de ellos mientras yo asentía en silencio como en aprobación, sin
comprender. Esto me llevaba de nuevo a mi primera infancia. Antes de
que fuera recomendado por un amigo suyo para cargar equipos para
prueba la de sonido en la reaparición de Annie Blue, y salvara el día al
reconocer que su amplificador estaba conectado al revés.
—¿Nos dirigimos a un hotel? —le pregunté a mi padre entre
ráfagas de estática.
—¿Un hotel? No, ¿por qué diablos íbamos a hacer eso? —Mi padre
maldijo y me puse rígida, antes de darme cuenta que estaba tratando
de entrar en un carril de giro a la izquierda en el último minuto.
Cuando estábamos de gira, los chicos lo llamaban Capitán Rageball
porque cada vez que conducía, la cosa más mínima lo hacía enojar.
—Em, lo último que supe es que tú y Annie vivían en el Chateau
Marmont —me aventuré.
—Ah, sí, se me olvidó decirte, Lil... —Había estado olvidando a
decirme muchas cosas, al parecer—. Annie y yo, estamos comenzando
un estudio. Ella lo quería en su propio espacio, así que nos compramos
nuestro propio lugar.
Por un momento, el único ruido en la furgoneta era las estaciones
de radio cambiando y mi propia exhalación conmocionada.
—¿Tú compraste una casa? —Di un grito ahogado. Yo no podía
mantener la sorpresa fuera de mi voz—. Primero me dices que te vas a
casar, ¿ahora me dices que has comprado una casa?
Mi padre me lanzó una mirada tímida mientras la estación de
radio cambió de nuevo. Juro que ya había dado vueltas unas diez veces.
—Supongo que estoy creciendo, Lil Bit. Tomó un tiempo, ¿eh?
Sentí una oleada de afecto por mi grande y barbudo padre y
extendí mi mano. Sus enormes trozos de jamón se tragaron la mía por
completo, como siempre lo habían hecho.
—Mi padre, el padre de familia —bromeé—. ¿Tienes palos de golf
en el garaje? Espera... ¿te uniste a un club de golf también?
—Sabelotodo —mi padre gruñó, soltando mi mano—. Suenas
40

como Jax.
Página

La estación de radio cambió de nuevo. Como si convocado como


un genio de una botella, las graves notas de “Cocky” salieron de los
parlantes.
Me quedé inmóvil en mi asiento, mi cuerpo moviéndose entre
agua helada que fluía en mis venas y las náuseas calientes en mi
estómago. Esta canción me estaba siguiendo, te lo juro que sí.
—He oído eso suficiente para toda una vida —mi padre dijo,
golpeando el interruptor de encendido / apagado.
Un silencio poco característico inundó la furgoneta, mejor para mí
para poder escuchar el latido salvaje de mi propio corazón.
Ajeno a mi tortura, mi padre siguió hablando.
—No creo que Jaxson estuviera listo para que esa canción
despuntara como lo hizo. Su madre está tratando de ayudarlo, pero él
es un cara de culo arrogante a veces , tanto que uno desea sacudir a
esa pequeña mierda...
—Palabras más verdaderas nunca fueron dichas —murmuré. Me
hubiera gustado sacudirlo yo misma, pero tenía miedo de que mis
dedos se cerraran alrededor de su garganta y no ser capaz de parar
hasta matarlo.
Mi padre salió de la carretera principal y empezó a circular por
unos caminos montañosos, ganando altitud. Tamborileé mis dedos en
mis muslos, alternando entre la excitación y temor, cuando por fin salió
de la carretera y se metió en un largo y sinuoso camino.
—¿Ésta es tu casa? —No pude mantener la sorpresa fuera de mi
voz.
Mi padre estacionó la camioneta en el parque y se echó hacia
atrás.
—Sí —dijo arrastrando las palabras, mirando la enorme mansión
adornada como si lo sorprendiera—. Como he dicho, Annie quería
espacio de estudio propio y todo eso.
—Se podrían armar unos diecisiete estudios allí —dije secamente.
La mansión blanca brillaba bajo el fuerte sol de California y el vasto
césped verde lucía como una alfombra, del tipo que describiría como
“verde y exuberante” en uno de mis libros. Olía fresco y recién cortado,
lo que me sorprendió.
Annie y Nails no eran conocidos por su meticulosidad, ya sea
como padres o en la vida.
41

Mucho cambió en el año desde que me fui, pensé mientras que mi


Página

padre tomó mis maletas y nos dirigimos por una pasarela curvada y
cuidada.
Fue entonces cuando olí claramente el humo de marihuana que
flotaba en el aire. Pude ver colillas de cigarrillos a los lados de la vereda.
Cuando mi papá abrió la puerta, me di cuenta de que no había
cambiado mucho en absoluto.
Los tipos de siempre estaban tirados en sofás totalmente en
desacuerdo con el entorno que los rodeaba. Una sonrisa se formó en mi
boca. La casa era nueva y desconocida, ¿pero la gente? La gente se
sentía como un hogar. Acostados por ahí, gritando, riendo, el sonido
suave de una guitarra acústica mientras alguien en algún lugar creaba
música, estos eran los sonidos que había acariciado una vez.
Todo el mundo estaba allí por mi llegada. Bash estaba en la
esquina, con las manos tamborileando sin descanso en sus muslos, así
como el resto de su cuerpo estaba en silencio. Él nos vio primero, que
no fue una sorpresa.
—¡Mierda, es Bit! —él gritó—. ¿Qué demonios te llevó tanto
tiempo, Nails? ¡Hemos estado esperando!
—Nada tomó mucho tiempo —mi padre gruñó—. Necesitas
relajarte.
Me reí de la broma familiar. Bash no sabría que es relajarse
aunque le pegara en la cabeza. El técnico de batería se levantó y
estampó su cuerpo contra el mío, envolviéndome en un abrazo. Tosí
detrás de mi mano y respiré hondo para recuperar el aliento.
—¿Cómo estás, Bash? —pregunté.
—Bien, bien, bien. —Él asintió, moviendo su cuerpo al ritmo de
una música que sólo él podía oír.
—Tengo que mostrarte el estudio, Bit. Es genial. Estamos
trabajando noche y día.
—Bueno, tú lo haces. —Diggs se acercó por su abrazo, su rostro
retorcido y marcado se arrugó en su sonrisa—. Hey Lily —dijo en voz
baja.
Suspiré de satisfacción ante la sensación familiar de sus abrazos.
Nunca olvidaré la primera vez que conocí a Diggs, cómo me había
encogido para alejarme de la terrible cicatriz que estropeaba su cara.
Una caída desde los andamios no había sido suficiente para asustarlo y
42

alejarlo de trabajar para Annie, y aunque él no subía muchos andamios


en estos días, todavía era leal a ella. Era, sin duda, la mejor persona
Página

que he conocido. Siempre listo para un apretón de manos o un abrazo,


Diggs habría sido un padre increíble si sólo la mujer adecuada fuera
capaz de mirar más allá de sus cicatrices. Parecía tener un exceso de
amor, y en este momento, estaba vertiéndolo hacia mí.
—¡Tu padre nos dijo que estás escribiendo libros ahora! —dijo—.
Me puse en línea y encontré el libro sobre el cual él conocía. Tienes
talento, Bit.
La idea de que Diggs, a quien yo consideraba como un segundo
papá, leyera una de mis tórridas historias me hizo sonrojar.
— ¿Leíste mi libro? —grité.
—Todos lo hicimos. —Greg Fingers se rió entre dientes, dándome
un breve abrazo.
—Yo no lo hice —mi padre gruñó— .No completo. Lo siento
Liliana. Lo dejé en la primera escena de sexo.
—Estoy muy feliz de que lo hayas hecho. —Me sonrojé. Me
debatía entre el placer y el horror absoluto.
—Los hombres realmente no hablan así, ya sabes. —Greg señaló
perezosamente. Me pregunté cuan drogada ya estaba.
—Es fantasía —lo corregí.
—¿Quieres que los tipos hablen así? —Crusty Pete estaba parado
en el fondo y estuve agradecida. Su olor casi dominaba el olor a porro.
—Sería bueno —le contesté, lo que me valió una risa agradecida.
Sonreí, sintiendo increíble estar de vuelta aquí con ellos, mi banda de
tíos canallas, los hombres que no estaban seguros de sí debían ser mis
amigos o mis modelos a seguir. Por un momento, olvidé por qué alguna
vez me fui.
—¿Liliana está aquí? ¿Por qué no has venido a buscarme?
Cuando me di la vuelta y vi los ojos eléctricos de Annie Blue, de
repente recordé exactamente por qué me fui. Sus ojos eran tan
parecidos a los de Jaxson que sentí un hueco abrirse en mi estómago.
—Ahí está mi nueva hija —ella susurró, abrazándome. Por el
rabillo de mi ojo pude ver a mi padre sonriendo con orgullo.
—Hola, Annie —dije. Los abrazos no estaban en el plan de acción
típico de Annie para conmigo. Pero cuando di un paso atrás y vi sus
faldas alocadas y el chal en tonos tierra, me di cuenta de lo que estaba
43

pasando.
Página

Esta era otra reinvención.


Annie Blue, estrella del rock, diosa, y pronto mi madrastra. Ella
se había reinventado a sí misma un millón de veces en sus más de
treinta años en la industria. La hija rebelde del cantante de folk Randall
Blue, que conmocionó al mundo al presentarse como la protagonista de
una banda de chicas punk llamada UltraViolet. Su padre la repudió
públicamente después de que ella hizo demasiadas cosas alocadas en el
escenario para su gusto. Supongo que pensó que el nombre Blue era
mancillado por subir en topless al escenario y lanzarse a la multitud
con una falda de colegiala sin nada debajo.
Una breve temporada en rehabilitación después, ella desintegró
UltraViolet y comenzó una carrera solista, atrayendo estadios llenos de
fans gritando desesperados por verla. Ella podía cantar como nadie
más, una voz de miel con un rango de tres octavas, y estuvo de gira sin
descanso durante casi una década, llevando a su banda de roadies
alrededor del mundo en cinco ocasiones diferentes.
Ahora, a los cuarenta y ocho años de edad, todavía estaba tan
guapa como siempre y haciendo el papel de reina mayor, apareciendo
como invitada en varios discos de música pop, incluyendo la banda de
chicas Soundwave.
Ahora, pensé, estaba en la etapa de la Madre Tierra de su carrera.
Su típicamente teñido pelo blanco y rubio estaba plagado de reflejos y
un cabello gris o dos naturales. Su cara estaba desmaquillada y tenía
aros que caían hasta su mandíbula. Parecía que había ganado unos
cuantos kilos también, suavizando su hermoso rostro.
Lucía... feliz.
Mi padre pasó un brazo alrededor de su cintura. ¿Era realmente a
causa de él?
Cuando Nails Nesbit se juntó con Annie Blue, fue realmente el
caso del objeto inamovible encontrándose con una fuerza imparable. Él
era su roadie, su miembro del personal, alguien que debía ser
adecuadamente respetuoso con todo el asunto, sobre todo porque llegó
justo en el medio de su gira. Pero la actitud de mi padre en general de
“púdrete” hacia la autoridad debe haberle gustado a ella de alguna
manera, porque Annie pronto lo nombró su propio técnico personal. Y
luego lo llamó a su ser su compañero de cama también.
En el momento en que entré en escena, Annie y mi padre habían
estado volviéndose locos el uno al otro por diez años enteros, pero papá
44

me aseguró que no era nada importante. “Sólo haciéndose compañía


mutuamente, eso es todo”, dijo una noche cuando me enfrenté a él en el
Página

autobús de la gira luego de tres semanas en él. “Las damas pueden


sentirse solas”.
Habían estado juntos y separados toda mi vida. ¿Qué había
cambiado?
—Tu habitación está al final del pasillo, anteúltima puerta a la
derecha —Annie me sonrió—. Me alegro de que estés aquí, Liliana.
—Yo también. —Me sorprendió mucho que lo decía en serio.
—Bash, ¿por qué no la ayudas con sus maletas?
—No, lo tengo controlado. — Yo lo rechacé.
—Bit, la maleta es más grande que tú —Bash rió entre dientes,
tratando de alcanzar la manija.
—La llevé por todo el aeropuerto por mí misma —le dije, enojada.
Una cosa era sentir la comodidad de estar de vuelta con los chicos. Otra
era tenerlos de regreso revoloteando a mí alrededor con su amor
sofocante. Yo tenía una vida propia y ahora mi independencia peleada
podría marchitarse y morir si empezaba a dejarlos hacer todo de nuevo.
—Escucha, estoy agotada por el cambio horario como el infierno.
Necesito una siesta antes de que pueda hacerles frente a todos ustedes
—lo dije tan en broma pude.
—He hecho reservas para la cena de esta noche, para hablar
sobre el plan —dijo Annie, dulce como el azúcar.
Asentí y tomé mi maleta y encaré la gran y amplia escalera. La
arrastré a mis espaldas, consciente de los ojos en mí y traté
valientemente de que no se viera como que estaba luchando. Pensé que
lo logré, a menos que todos estuvieran complaciéndome, que era
probablemente más el caso.
La escalera se giró y me dejó en un pasillo del segundo piso. La
sala se curvaba alrededor de un balcón tipo Evita, con plena vista al
primer piso. Arrastré mi maleta a lo largo de él, hasta que finalmente
doblé una esquina y desaparecí de la vista de la gente de abajo. Con
gratitud, dejé la pretensión de llevar la maleta y le di una patada que la
envió arrastrándose el resto del camino.
La anteúltima puerta estaba abierta y daba a un dormitorio de
huéspedes. Me reí con tristeza por la mezcolanza de muebles averiados
de Ikea que adornaban el espacio. Tenía un alojamiento más lujoso en
mi caja de zapatos en Nueva York. Los estantes incorporados estaban
45

llenos de cuadernos de espiral y púas de guitarra dispersos por todos


lados. La chimenea tenía un amplificador metido en ella. Me preguntaba
Página

quien había estado durmiendo aquí hasta hoy.


La vista de la cama inspiró como respuesta pavloviana 9 un
bostezo. Busqué en mi maleta hasta que encontré mi pijama y me tiré
en la cama.
Me moví, tirando, y poniendo las mantas por encima de mi
cabeza. Entonces me destapé con un suspiro.
Estaba demasiado excitada. Cansada y excitada a la vez. Y por
mucho que necesitaba una siesta, necesitaba hacer pis primero.
Salí de la habitación y me fui al final del pasillo. La puerta estaba
abierta hasta la mitad y podía ver el suelo de baldosas, así que le
empujé a ciegas.
—¡Oh, mierda! —grité. Entonces mi boca se secó.
Él acababa de salir de la ducha, su cuerpo aún brillaba con gotas
de agua. En lugar de cubrir su polla, él se frotaba la toalla por el pelo,
que era de color azul eléctrico y hacía cosas desconcertantes a sus ojos.
—Hola, Bit —Jax dijo, arrastrando las palabras con una sonrisa
maliciosa.

46
Página

9
Refiere al llamado condicionamiento pavloviano, condicionamiento respondiente,
modelo estímulo-respuesta o aprendizaje por asociaciones, desarrollado por Iván
Pávlov.
8
Traducido por Loly

Corregido por IviAbernathy

Jax
Después de la debacle en el estudio, lo único que me impidió
recurrir a la botella fue el hecho de que Bit llegaba hoy. Estaba
esperándola mucho más de lo que alguna vez admitiría. La imaginé
claramente en mi mente, incluso me masturbé rápido en la ducha
pensando en su apretado y pequeño cuerpo que cabía perfectamente en
mis manos.
Así que me sentía muy bien cuando salí de la ducha.
Y allí estaba Lily, de pie en medio del cuarto de baño. Estaba
vestida con un pijama de franela de color púrpura y tenía una mirada
asesina.
—Hola, Bit. — Le sonreí.
Eso sólo pareció enojarla más.
—¿Podrías cubrir eso?— Hizo un gesto hacia mi polla.
Y a pesar de que este no era el reencuentro que me había
imaginado, no pude evitarlo. Reí. Hacerla enojar siempre fue mi mayor
debilidad. Cuando se enfadaba, siempre me recordó a un pequeño
gatito feroz, listo para saltar. Todo pelaje y garras afiladas como agujas.
No podía dejar de provocarla.
—¿Por qué? No te ves como si hubieras tenido tu porción. —
Sonreí, pasando la toalla por mí pelo mayormente seco—. Ha pasado
tanto tiempo desde que lo has visto, y todo eso.
Sus grandes ojos marrones lucían casi desorbitados de su cráneo.
47

Era tan malditamente adorable con los ojos muy separados y pequeños
labios de muñeca que rogaban ser besados hasta que estuvieran
Página

magullados e hinchados.
Hablando de hinchada...
—¿En serio te estas poniendo duro en este momento?
Miré hacia abajo.
—No. No poniéndome. — Si ella sólo dejara de sentirse tan
condenadamente insultada por mi sola presencia, tal vez podría
calmarme. El odio a mí mismo crea interesantes fetiches—. Estoy
completamente duro. Sin embargo, no debería estarlo porque me
encargué por completo de las cosas en la ducha. —Le sonreí y agité las
cejas—. Pensar en volver a verte me excitó todo.
—Eres repugnante.
—¿Alguna vez lo has hecho, Bit?— La presioné. No podía dejar de
molestarla. Maldita fuera mi adicción—. ¿Tocarte a ti misma mientras te
acuerdas de mí?
— ¡No!— replicó rápido. Demasiado rápido. Las puntas de sus
orejas estaban rojas.
Mi Bit me estaba mintiendo.
—No mientas, Bit. Todavía puedes tenerlo. Está aquí, esperando
por ti.
Lo dije como una broma, otro golpe para provocarla, pero sus ojos
bajaron al segundo en que lo sugerí. Como si ella hubiera estado
esperando el permiso.
Hizo un ruido de disgusto, todo el tiempo mirando mi verga como
si hubiera insultado a su madre muerta. Pero mirando, no obstante. Y
con una sacudida, lo llevé de nuevo a la forma en que solía ser entre
nosotros. Sus gemidos salvajes, la forma en que se retorció cuando
estaba cerca de acabar, la adoración silenciosa con la que me miraba
con los ojos muy abiertos que me hacía sentir como un maldito dios
entre los hombres.
No, ahora estaba duro.
—Liliana— dije su nombre real, no el apodo que le había dado,
que todo el mundo había adoptado de inmediato, ya que le sentaba tan
bien.
Quería tocar su rostro, sentir su cálida y suave piel bajo mis
dedos otra vez. Todas las chicas con las que había estado con desde que
se fue fueron tan sólo un ejercicio para tratar de olvidarla. Pero mi
cuerpo no la había olvidado en absoluto. Sabía exactamente cómo se
48

sentiría si la tocaba ahora mismo.


Página

—Jaxson —todavía sonaba enojada, pero esta vez más consigo


misma. Sacudió la cabeza, y luego todo su cuerpo—. ¿Podrías cubrir
esa cosa? Y sal del cuarto de baño, tengo que hacer pis.
Página 49
9
Traducido por Loly
Corregido por IviAbernathy

Liliana
Terminé de hacer pis y coloqué mi ropa interior de nuevo en su
lugar, la tela húmeda aferrándose desagradablemente a mis piernas.
Maldito Jax. El verlo salir de la ducha no había hecho nada para
calmar el dolor entre mis piernas. Me sentía tan vacía allí que era como
si un cráter se hubiera abierto.
Saqué la cabeza por la puerta del cuarto de baño y comprobé de
que el pasillo estuviera vació antes de correr a mi habitación y cerrar la
puerta. El corazón me latía en la garganta y un fuerte latido entre mis
piernas.
Oh Dios mío. Oh, Dios mío, oh Dios mío, oh Dios mío.
Hacía un año, estaba segura de que el Jaxson Blue de 18 años
era el hombre más sexy del planeta.
Estaba equivocada.
El Jaxson Blue de 19 años lo era.
Mientras no estuve, había trabajado su cuerpo a la perfección. El
abdomen plano y duro que había besado tan ardientemente, ahora
estaba esculpido con colinas y valles en un perfecto paquete sexual. Los
hombros a los que me había aferrado eran más amplios, la espalda que
había arañado con mis uñas era más fuerte. La mandíbula que había
mordisqueado era más definida y la piel suave que había adorado era
una telaraña de nuevos tatuajes.
50

Su pene, sin embargo, era exactamente como lo recordaba.


Pesado y largo, con esa pequeña curva malvada al final. Y el pequeño
Página

guiño de metal de su piercing. La forma en que se había sentido cuando


se deslizó dentro de mí...
Esa visión casi me puso de rodillas. A lo que temía era que una
vez que estuviera allí abajo, el instinto se hiciera cargo.
Gemí en voz alta y enterré mi cabeza en mi almohada. De
repente, todo mi cuerpo parecía demasiado sensible. El roce de mi
pijama de franela contra mis pechos fue suficiente para que mis
pezones se tensaran. La costura de mis shorts se apretaba
dolorosamente contra mi clítoris palpitante.
Esto no quiere decir nada- me dije mientras mis dedos vagaron
hacia abajo-. Es sólo fantasía. No es real.
Pero la caliente humedad que mis dedos encontraron era
demasiado real. Con un gemido, apreté mi mano con fuerza en mis
muslos, imaginando la boca de Jax ahí abajo. Solía encantarle
comerme, abriéndome en donde quiera que me pudiera atrapar y
haciéndome chillar. Me estremecí al recordar la forma en que sus
hombros se sentían mientras presionaba contra el interior de mis
muslos, los ojos cerrados, ese pequeño gemido que hacía que me hacía
sentir absolutamente deliciosa.
Me dejé caer sobre mi espalda y me arqueé hacia arriba. No había
un pecho caliente encima de mí, y no había labios contra mi oído
susurrándome cosas perversas, promesas maravillosas, pero yo era una
escritora así que podía imaginarlo. Podía recordar perfectamente, hasta
el último detalle. Podía disfrutar de recordar el pasado y eso no tenía
que significar nada, ¿verdad?
Mi orgasmo vino rápido dejándome dolorida y sin aliento. Apreté
los dientes, jadeando mientras los temblores me recorrían.
Y entonces ya no estaba. Y en vez de satisfacerme, simplemente
me dejó frustrada y queriendo la cosa real, esa de cabello azul.
Saqué mi mano fuera de mis pantalones de pijama con disgusto.
¿En serio, Liliana? ¿Masturbándote tan pronto como lo ves? Eres
tan patética.
Busqué mis jeans y me puse una camiseta sin mangas, con la
intención de volver corriendo al baño y lavarme las manos para
quitarme de encima el olor de mi desesperación.
Cuando abrí la puerta casi choco con la fuente de mi
51

desesperación, pero ahora iba vestido.


—Jax, ¿qué demonios estás haciendo aquí?— grité, saltando lejos
Página

de él como si me hubiera electrocutado. Podría haberlo hecho.


Bajó la mano que claramente había levantado a llamar a mi
puerta. Si pudiera morir por ruborizarme, lo hubiera aceptado.
Mátame ahora. Simplemente deja que el gran terremoto de
California comience justo en este momento y que la tierra me trague y yo
no tenga que mirarlo a los ojos.
Jax levantó una ceja. Mierda, quería tomarme el pelo. Me preparé,
ocultando mis manos detrás de mi espalda. Cómo ocultando la
evidencia. Pero en lugar de eso suspiró y enderezó los hombros.
—Eso no era como se suponía que tenía que salir—. Maldito, en
realidad parecía avergonzado. En su camisa blanca y pantalones de tiro
bajo, no podía haber lucido más delicioso si lo hubiera intentado. Sus
labios siempre tenían una curva dulce y el arco exagerado de Cupido
que habría lucido femenino en cualquier otro rostro, pero en el suyo,
sólo hacía a la curva de su boca más tentadora.
—¿Cómo que se suponía que fuera?— Yo todavía estaba sin
aliento. Y conociendo a Jaxson y su habilidad sobrenatural para
olfatear mis debilidades, probablemente podría oler mi orgasmo que
aún permanecía sobre mí.
—Nuestro primer rencuentro.
Me apoyé en el marco de la puerta y crucé mis brazos.
—No, yo diría que eso fue normal.
— ¿Por qué siempre asumes que estoy siendo un imbécil?
— ¿Debido a que por lo general lo eres?
Pareció herido por un segundo. Entonces inmediatamente
reconocí esa forma en que ponía su labio cuando estaba tratando de
ocultar irritación.
—Entonces ¿cómo estás?
Apreté los puños.
— ¿Cómo estoy?
Sus ojos brillaban.
—Sí. ¿Cómo estás? Es una simple pregunta de mierda, la verdad.
Lo odiaba.
52

—Estoy con el horario cambiado e irritable. No quiero estar aquí,


Página

y mi prontamente hermanastro no me deja sola. ¿Cómo crees que


estoy?
Sonrió.
—Yo diría que eso es normal.
—Realmente agradable.
—Oh, ¿podrías dejar de ser tan condenadamente quisquillosa
todo el tiempo?
—¿Yo?— Quería empujarlo, pero eso significaría que tendría que
tocarlo, y no podía confiar en mí misma con eso. —¡Tú eres el que está
dándome mierda!
—¡Estoy tratando de no hacerlo!— explotó y por un momento vi
genuina frustración. A continuación, la arrogancia regresó—.Es hora de
ir a cenar. Lo dice Annie. — Se dio la vuelta, sus ojos ya en su teléfono.

53
Página
10
Traducido por Loly
Corregido por Lelu

Jax
Dos de dos.
En realidad, si estás contando mi registro en metidas de patas
con Liliana Nesbit, esos dos encuentros no eran nada en comparación
con lo mal que había jodido las cosas en el pasado. Pero aun así, dos
veces en el mismo día, el primer día que la veía en un año... era
bastante increíble.
Así que había ido y empezado una pelea con ella. Cuando todo lo
que quería hacer era tomarla en mis brazos y cubrirla de besos y
promesas de no dejarla ir.
Soy un idiota.
Bajé por la gran escalinata de la estúpida casa trofeo de mi
madre, haciendo tanto ruido como pude. Quería traspasar mis pies a
través de la madera, así algo más estaría tan jodido como yo me sentía.
Sí, nunca terminé la escuela secundaria. Sí, no era un gran
lector. Tal vez era bastante tonto, pero en toda la emoción extraña en
esta boda simulada, en realidad nunca se me ocurrió pensar que
significaba para mi vida. Yo estaba feliz de que había obligado a Lily a
volver a casa para que pudiera verla, meterme con ella, tenerla cerca
para torturarme, cualquiera que sea la mierda con la que estaba
jugando aquí. Retomar las cosas donde lo dejamos, antes de que mi ego
idiota lo arruinara todo. Yo sólo quería que las cosas sean como se
supone que serían: yo y mi Bit contra el mundo.
En todo eso, nunca consideré que nuestra relación iba a cambiar
por causas ajenas a mí, por una vez.
54

Su padre se casaba con mi mamá.


Página

Iba a ser mi hermana.


De repente odiaba a mi madre. Más que antes. Y maldito Nails
también, el tumor que era.
Agarrado a mi madre desde hace una década y sólo se molestaba
en poner un anillo en su dedo ahora después de tanto tiempo, después
de que Bit y yo... mierda.
Quería destruir algo.
Doblé la esquina en el gran comedor con la mesa con sillas que
no combinan. Mi madre tenía más dinero que Dios, pero ella insistía en
vivir como una estudiante universitaria. Como si eso le diera
“credibilidad” con todos estos esbirros que nos rodean en todo
momento, sin dejar espacio para la privacidad.
Eso me disgusta, también.
Agarré la silla de mimbre a la cabeza de la mesa y la derribé al
suelo. El golpe resonó en la casa grande y vacía.
Oí el chirrido de una zapatilla de deporte y esperé. Iban a venir
corriendo pronto, todos ellos. Greg, Bash, Diggs y todos esos tipos que
siempre se alojaban aquí, alrededor de mi madre como una bandada de
mayordomos cabeza huecas. Bash probablemente llegaría aquí primero
y se cabrearía conmigo, posiblemente incluso trataría de golpearme. Eso
era lo que necesitaba, una maldita pelea.
—¡Vete a la mierda! —Le grité a la casa.
—¡Oh!, ¿qué coño, Jaxson? —Bash fue de hecho la primera
persona en verme de pie allí con una pata de la silla rota en la mano.
—¿Qué diablos hiciste? —Greg arrastró las palabras, drogado
como siempre.
Entonces mi madre se abrió paso entre ellos.
—Rompí la silla —anuncié—. Necesitas comprar algunas nuevas
de todos modos. Esta mierda de pobreza elegante es bastante patética si
tenemos en cuenta lo mucho que es tu patrimonio neto.
Mi madre me miró con la nariz fruncida. Quería que ella se
enojara conmigo. Deseaba una pelea para poder decirle exactamente lo
estúpida que era esta idea de la boda.
Ella negó con la cabeza una vez.
—¿Qué? —la desafié. Sonaba como un adolescente petulante, y
eso sólo me molestó más.
55

—Diggs, ¿puedes agarrar una de las bolsas de consorcio? Creo


Página

que están en el porche —dijo, tan tranquila como yo estaba enojado. Se


volvió hacia mí—. No te preocupes, Jax. Mami va a limpiar tu desorden.
De nuevo.
Tan pronto como mi madre habló, fue el final. Todos ellos se
apartaron, habiendo terminado conmigo.
Todos a excepción de Lily.
Ella era tan pequeña que yo no la había visto allí, mirando
fijamente con sus grandes ojos marrones.
—¿Lily? —No me importa una mierda lo que los demás pensaban
de mí, pero la idea de Liliana mirándome con desprecio de seguro me
enviaría a romper otra ronda de sillas.
—¿Estás bien? —preguntó. Suavemente, en voz tan baja que no la
habría oído si no estuviera centrado por completo en sus labios.
Lo había olvidado. Mierda… el deseo, el amor, todavía estaba allí,
pero me había olvidado de esa parte. Cuando el mundo se reducía a un
puntito y ella era la única cosa que podía ver.
Cuando estaba con ella, todo se calmaba, tanto en el exterior y en
el interior de mi cabeza.
Cuando estaba con ella, las cosas se ponían más claras.
La respuesta a su pregunta era clara.
—¿Qué si estoy bien? —Negué con la cabeza—. No. No, Bit. No lo
estoy.

56
Página
11
Traducido por Loly
Corregido por IviAbernathy

Liliana
Jax rompió una silla, y todo el mundo siguió en lo suyo como si
nada. Sólo se abalanzaron y se encargaron de ello por él, por lo que ni
siquiera tuvo que limpiar su propio desorden.
Eso debería haberme dado rabia. Estaba totalmente convencida
de que estaría enojada sobre ello todo el trayecto hasta la cena. Pero la
mirada en sus ojos, completamente desesperado y derrotado cuando me
dijo que no, que no estaba bien, me persiguió en su lugar.
Me senté en la parte de atrás de la limusina con mis dedos
entrelazados, resistiendo el impulso de tomar su mano en la mía. Le
permití apoyar la cabeza en mi hombro, sólo por un rato.
No tiene por qué significar nada. Sólo un amigo consolando a otro
amigo.
Pero cuando tuve el valor para tocarlo, el coche se detuvo y las
puertas se abrieron para revelar que los paparazzi se habían enterado
de nuestra ubicación.
—Maldita sea —dijo Nails—. ¿Por qué estos buitres no te dejan en
paz?— Dio un paso protector frente a Annie, protegiéndola con su
corpulencia.
—Ellos no están detrás de mí — Annie rio.
Era verdad. Todas las lentes estaban enfocadas justo en Jax.
— ¡Señor Blue! ¡Aquí! ¡Señor Blue!—gritaban.
Él pareció sorprendido por un momento, un ciervo encandilado
por los faros. Me mordí el labio, mirándolo mientras se recuperaba. Era
57

como verlo colocarse una máscara, deslizando una brillante y seductora


sonrisa en sus rasgos desanimados. Me dio escalofríos.
Página

Me quedé cerca del coche, viéndolo manejar a la multitud como


un profesional. El maître vino corriendo hasta Annie, pidiendo
disculpas, pero yo no podía quitar mis ojos de Jax.
La tensión alrededor de sus ojos era un decir que sólo yo podía
discernir. Estaba a punto de estallar en cualquier momento.
Mi corazón dio un vuelco involuntario, empujándome en el
tumulto.
—Lo siento, chicos, El señor Blue terminó por hoy— exclamé,
haciendo mi mejor imitación de una animada asistente personal. —
Gracias, gracias, realmente lo apreciamos. —Envolví mi brazo alrededor
del hombro de Jax y lo hice darse prisa hacia la relativa seguridad del
restaurante.
—¿Qué estás haciendo?— dijo entre dientes.
—Conseguir sacarte de allí.
Hizo un ruido, pero me permitió llevarlo. Le dio un último saludo
a los paparazzi que, en todo caso, se empujaban aún más furiosamente,
entonces nos metí en el restaurante.
—¿Estás bien?— le pregunté.
Me miró de arriba abajo.
—Recuérdame contratarte en mi equipo.
Cuadré mis hombros.
—No me podrías pagar.
Él rió.
—Tienes razón en eso, Bit. Eres invaluable.
El calor se propagó lentamente por mis mejillas ruborizándome,
cálida y deslizándose por mi espina dorsal. La parte de mí que lo odiaba
se disolvía como un terrón de azúcar en mi lengua.
Nos trasladamos a la mesa en una esquina, lejos de las ventanas,
el mozo se había asegurado de eso, así que tomamos nuestros asientos.
Mientras miraba el menú, mis ojos se desorbitaron. Esto
definitivamente no era mi selecto estilo de vida en Nueva York de
pobreza y fideos ramen. Por un breve instante, sentí que tenía quince
años de nuevo, inmersa en el mundo de las giras. Mi reacción de
asombro ante la escena salvaje a la que me encontré arrojada me dejó
vulnerable al punto de la ingenuidad. En aquel entonces yo estaba
58

buscando alguna manera de darle sentido a mi nuevo entorno y en


busca de alguien que pudiera mostrarme el camino.
Página

Y la mejor persona para hacer eso era Jax.


Jax se crió en la locura de las giras. Su madre lo arrastró a lo
largo de cada una, y pasó su infancia escuchando a los bocas sucias de
los técnicos, y fumando cigarrillos a escondidas detrás del autobús. Fue
un hombre antes de tener la oportunidad de ser un niño. Fue una
buena cosa que el chico nunca tuvo una verdadera fase incómoda,
porque su vida siempre en el centro de atención lo dejó constantemente
bajo escrutinio. Y su buena apariencia lo transformó en un objetivo.
— ¡Mierda, es verdad!— Bash gritó. El resto de sus palabras
fueron ahogadas en un coro de gritos y alaridos. Jax estaba recibiendo
unos “choque los cinco” y no pude ver acerca de que lo estaban animando
—¡Déjenme pasar!— grité, dándole a Jax un codazo en las
costillas. Demasiado tarde debió haberse dado cuenta de cómo se vería
esto y trató de poner su mano en mi hombro. Pero vi lo que era.
—‘Jaxson Blue: Cuenta regresiva’.— El sitio web no era más que
un gran cronómetro lleno de fotos de Jax sin camisa. Estaba a punto de
preguntarle qué diablos era cuando me di cuenta. — ¿Tu cumpleaños?—
pregunté.
—¡Las damas están esperando por nuestro chico Jaxy!— Bash
declaró, palmeando a Jaxson en la espalda.
Sentí náuseas. Toda una página web dedicada a cuando cumpliera
los dieciocho años. Jaxson se encontró con mis ojos por un segundo,
luciendo arrepentido, se dio la vuelta y gritó:
— ¡Hey, mira, es casi medianoche!
Debería haberlo sabido entonces. Debería haber endurecido mi
corazón y darme cuenta de que nunca podría pertenecerme.
—¿No vas a decir nada en absoluto, Liliana?— Annie se echó
hacia atrás en su silla. — Ha pasado mucho tiempo desde la última vez
que vimos. ¿Cómo estás?
Levanté la vista de mi plato, avergonzada por haber sido
sorprendida en mi ensueño.
—Cansada— le dije, era la verdad. Miré hacia abajo en el menú—.
Y hambrienta.
—Mmhm. — Annie ya había perdido interés. —Me alegra que
estés aquí.
—Yo también— suspiré—. Estoy muy feliz por ti y papá.
59

La mano derecha de Annie estaba cargada de anillos de plata


incrustados con pesados trozos de piedras preciosas en bruto y trozos
Página

de turquesa, pero su mano izquierda estaba desnuda. La mejor manera


de mostrar el brillo en su dedo anular. Ella sacudió su pelo largo en
capas por encima del hombro, y mi ojo se fue derecho a él. Ella sonrió y
extendió la mano.
—Lo hizo bien, ¿verdad?
Miré a mi padre de pelo largo y barbudo, luego de vuelta al
delicado diseño moderno del anillo, un solitario fulgurante con hojas y
vides grabadas alrededor de la banda.
—¿Tu escogiste esto?— pregunté. Yo no quería sonar tan
sorprendida como lo estaba.
Mi padre gruñó una mezcla de orgullo y disgusto.
—Sí, lo hice. Dame al menos algo de crédito con eso.
—Eso es el por qué esperó tanto tiempo— Jax elevó la voz. Estaba
encorvado en su silla como un adolescente petulante, a pesar de lo bien
que había crecido el año pasado. Yo como que lo entendía. Al estar
fuera de esta manera, con nuestros padres monopolizándolo todo, me
hacían sentir como una adolescente torpe. —Él no confiaba en sí mismo
para elegir bien el anillo por eso esperó quince años.
Nails levanto sus tupidas cejas marrones. Estaba tratando de
averiguar si Jax lo estaba insultando o no, me di cuenta. Sinceramente
ni yo estaba segura.
—Claro — mi padre dijo finalmente, decidiendo ser jovial—. Yo ya
estaba en la cuerda floja. No podía permitirme el lujo de joderla con el
anillo también. —Me lanzó una mirada tímida. — Ooops. Lo siento,
Lily.
Parpadeé.
—¿Lo sientes? Espera, ¿de verdad simplemente te disculpas por
insultar delante de mí?
Papá asintió.
No podía creer lo que estaba escuchando.
—Papá, ¿tienes alguna idea de cuántos miles de millones de
malas palabras que he escuchado de ti mientras estaba de gira contigo?
Me refiero a que era divertido, pero mi padre se quedó en silencio
y bajó los ojos en su plato. Annie en silencio cubrió su mano con la de
ella. Un estallido de flash desde la parte delantera del restaurante
60

momentáneamente me cegó y de repente me enfadé.


Página

—¿Qué?— exigí—. ¿Por qué todos estamos actuando como si


alguien murió aquí? Estoy acostumbrada a papá diciendo malas
palabras, eso es todo lo que digo.
—Eso... eso no me hace sentir bien, Lil — dijo bruscamente mi
padre. Se aclaró la garganta.
— ¿Por qué demonios debería hacer que te sientas mal?
Dio un puñetazo con su mano regordeta a la mesa.
— ¡Maldita sea, Lil, porque se supone que los padres no maldicen
delante de sus hijos! ¡Mierda!
Me senté de nuevo, conmocionada. Nunca había oído a mi padre
decir una sola palabra acerca de la crianza o cómo se supone que los
padres deben actuar frente a sus hijos. No pensé que él se preocupaba
por cosas por el estilo.
Un pesado silencio flotaba en el aire. Miré de mi padre a Annie y a
mi padre otra vez, tratando de averiguar lo que podía de decir.
—Está bien.— No parecía lo suficientemente fuerte para lo que
fuera que mi padre estaba tratando de decir. Pero era todo lo que podía
pensar en decir. —Está bien, está bien, no te preocupes por ello.
Esas eran cosas que le dije a Nails durante toda mi vida,
excusándolo de todo lo que se perdió, perdonando todas las cosas que
había olvidado.
Por último, lancé una mirada frenética a Jax. Dejó el tenedor y
asintió hacia mí, sólo la más ligera inclinación de su barbilla. Y solo así,
levantó la carga. Él se iba a encargar de todo.
—Tres malas palabras en una sola frase— Jax reflexionó,
sonando impresionado—. Definitivamente has pasado la página, Nails.
—Oh, púdrete— Mi papá se inclinó hacia adelante y levantó el
pesado silencio. —Tú no eres mi hijo, por lo que puedo maldecirte tanto
como quiera, pedazo de mierda.
—Honestamente, Jaxson— Annie resopló—. ¿Por qué siempre
tienes que revolver la olla?
Jax sonrió, el orden natural de las cosas restauradas.
—Gracias— articulé en silencio, sintiendo una oleada de afecto y
gratitud.
Su boca se torció de forma extraña.
61

—No hay problema, Bit— dijo en voz alta. Demasiado alto.


Mis mejillas se volvieron rojas de calor.
Página

—¿Qué fue eso, Jax?— preguntó Annie.


—Oh, nada— dijo Jax sin darle importancia, mirándome
directamente a los ojos—. Liliana sólo me estaba dando las gracias por
tratar de aligerar el ambiente aquí.
¿Me ayuda sólo para tirarme a los lobos? ¿Qué demonios, Jaxson?
—¡¿Qué?!— dije bruscamente—. No, no me refiero a...— Miré de
Annie a mi padre. Ambos estaban lanzándome dagas en mi dirección y
supe que estaba por recibir un largo sermón sobre los sentimientos.
Fulminé a Jax con la mirada, agradecida, al menos, de que él tuviera
que sufrir también.
—Eso me parece...— Annie se echó hacia atrás en su silla,
empuñando su línea de apertura favorita.
—Lo que sea. Escucha — Jax empujó la silla hacia atrás—, tan
divertido como ha sido este pequeño momento familiar compartido,
tengo mierda que hacer.— Su silla raspó a través del suelo de manera
detestable. —No esperen despiertos.
Desapareció por la parte trasera, evitando hábilmente a los
fotógrafos, y me dejó con nuestros padres como un cordero de sacrificio.
—Lily, ¿tienes alguna idea de lo que está pasando con Jax?— dijo
Annie.
—¿Pasando?— tartamudeé—. No, acabo de llegar, ¿cómo diablos
iba a saberlo?
—No sé, los dos parecían terriblemente cercanos por un
momento.
Me retorcí bajo la mirada de Annie, tropezando con cómo
exactamente de cerca estábamos.
—Me gustaría poder decirte algo útil, pero sé aún menos de lo que
tú sabes. Hoy fue la primera vez que hablamos desde que me fui a
Nueva York.— Mis oídos quemaban al recordar exactamente por qué me
fui.
Y así, una vez más lo odiaba.
62
Página
12
Traducido por Loly
Corregido por AmiNatera

Jax
Era un lugar nuevo, más fuerte y estridente que nuestros lugares
habituales, pero esta noche me sentaba muy bien.
—Amigo, baja un cambio. No estoy de humor para limpiar tu
vómito esta noche.
Terminé mi trago de todos modos y dejé mi mirada en Casper. Mi
guitarrista, y lo más parecido que tenía a un amigo, estaba tan pálido
que las luces negras le hacían brillar.
—Ya tengo una madre —dije arrastrando las palabras—. No
necesito otra.
—¡Conozco a tu madre, cabrón! —gritó por encima del sonido del
bajo—. Ella firmó mi guitarra.
—Nunca voy a perdonarte por eso. Traidor.
Casper sonrió, sus dientes azul brillante.
—¡Es mi plan de retiro! En caso de que mi jefe beba hasta la
muerte en lugar de terminar su álbum.
—¡No me llames tu jefe! —gruñí—. Me haces sonar como que
estoy pagándote para pasar el rato conmigo.
—¡Bueno, mierda! De alguna manera lo estás haciendo. Yo no
tengo el dinero para este tipo de lugar... servicio de primera... chicas de
clase alta. —Él le sonrió a su chica, Harlow, que levantó la vista de su
conversación con su amiga rubia… Laney, Lana, algo por el estilo, y le
63

sacó la lengua a él.


—¡Ya quisieras! —El licor estaba haciendo sentir genial.
Página

Grandioso—. Sólo quédate conmigo... —Un escalofrió me recorrió y me


sorprendí a mí mismo antes de agregar—: Por favor.
Es un puto triste estado que incluso ahora, después de años de
conocernos y dos años tocando juntos, todavía no estaba del todo
cómodo alrededor de Casper, o Toad, o cualquiera de ellos. Siempre
estaba esa voz molesta en mi cabeza que sonaba sospechosamente a la
de Annie, que me decía que me estaban usando. Usando mi dinero.
Usando el nombre de mi madre. Mi nombre. Que a nadie en realidad le
gustaba por sólo... ser yo.
Yo solía pensar eso de casi todo el mundo. Hasta que conocí a Bit.
Por alguna razón, parecía sacar una parte de mí que era realmente
agradable. Tal vez no para todos, pero para ella, por lo menos. Ella
nunca me miró como si apenas tolerara mi presencia. Al menos, ella
nunca sucedió antes.
Ahora, sin embargo, bueno... estaba claro que quería odiarme. Su
pequeño lindo berrinche en el baño era una prueba de ello. Pero la
forma en que me había mirado en la cena le hacía una mentirosa. En la
cena, cuando la había rescatado de la torpeza épica de su padre, me
había mirado como solía hacerlo. Con los ojos abiertos, ansiosos.
Y había sido jodidamente mucho para mí aceptarlo. Tenía que
salir de ese restaurante antes de que dijera o hiciera algo que ambos
lamentaríamos.
—Jaxson, en serio. Dale un descanso al alcohol. —La mano de
Casper estaba en la mía. Ni siquiera me había dado cuenta de que la
mía estaba en la botella.
Negué con la cabeza para despejarme.
—Está bien. Vamos a tomar un descanso. Tengo que bailar de
todos modos. Alivianar la cabeza.
Harlow y Laney-Lana saltaron inmediatamente.
—¡Finalmente! —Harlow gritó y se lanzó a la espalda de Casper.
Él sonrió y la llevó a cuestas por las escaleras de la pista de baile llena
de gente.
Laney-Lana me miró, alisando sus manos por sus caderas,
tirando sutilmente su ya profundo escote hacia abajo aún más.
—¿Estás listo? —ronroneó.
—Muéstrame el camino, cariño —le dije.
64

Caminó delante de mí, moviendo sus caderas al ritmo. Me quedé


Página

atrás y traté como el demonio de apreciar sus curvas deliciosas, pero


algo estaba mal. Ella estaba hecha para mostrar, todo tetas
desbordantes y culo pomposo, algo que generalmente he apreciado en
una mujer, pero esta noche, se sentía como demasiado. Demasiado en
mi cara. Ella estaba moldeaba a la perfección pero eso no me hizo sentir
absolutamente nada.
¿Qué carajo?
Seguí detrás de ella y traté de acomodar mi cabeza y
pensamientos. Como si fuera poco, ella estaba lista y dispuesta.
Probablemente una fan que no podía creer que su amiga estaba
saliendo con el guitarrista de Jaxson Blue. Mi nombre era todo lo que
necesitaba para hacer de esto una cosa segura.
Y sin embargo, todo lo que quería hacer era beber y olvidar quien
era por una noche.
El ritmo cambió tan pronto como toqué la pista, el aumento
inestable de las dos canciones mezclados entre sí, haciéndome sentir
descentrado. Varios gritos se levantaron de la multitud y la energía de
repente se convirtió en frenética. El ritmo cuatro por cuatro de la
canción se hizo cargo de mi ritmo cardíaco aun cuando mi corazón se
hundió hacia mi estómago.
Mi propia voz distorsionada y remezclada en el olvido nasal, pero
mi voz de todos modos.
No esa canción. No esta noche.
—¡Oh, Dios mío, me encanta esta canción! —Laney-Lana gritó,
agarrándome y refregándose contra mí—. ¡No puedo creer que esté
bailando con el mismo Sr. Engreído!
Sus labios estaban justo contra mi oído, pero apenas la podía oír
sobre la música. El DJ había remezclado por completo, sólo una
fracción del estribillo. La peor fracción.
“I'm just a lil bit… lil bit… lil bit… cocky… / soy un poco... un
poquito...un poquito... engreído...
Lil Bit / un poquito
Lil Bit / un poquito
Lil Bit / un poquito
Lil Bit… / un poquito…”
Lana-Laney comenzó a bajar, moviendo su culo en mi
65

entrepierna. Me quedé allí como una piedra, dejando que ella se hiciera
Página

cargo mientras me perdía a mí mismo.


“Lil Bit / un poquito
Lil Bit / un poquito
Lil Bit / un poquito
Cocky! / Engreído”
Ella se arremolinó alrededor y me echó los brazos al cuello,
contoneándose violentamente.
"Lil Bit / un poquito
Lil Bit… / un poquito”
Se hace eco en mi cabeza. Sus ojos. Sus labios. Lo único que
podía pensar. Podría ser ella, pero no lo es, pero podría ser.
Lil Bit / un poquito
Sus manos se deslizaron por mi pecho.
Lil Bit / un poquito
(Estoy tan borracho)
Lil Bit / un poquito
Sus manos fueron aún más abajo.
Lil Bit / un poquito
(Lo estoy perdiendo aquí)
Sus dedos se cerraron alrededor de mi pene. No era Lil Bit
tocándome.
—¡Quítame las manos de encima!
El rostro conmocionado de Laney-Lana apenas registró lo que dije
mientras me dirigí a la puerta. Mi mente estaba en blanco del todo, pero
el estribillo seguía en mi cabeza.
Lil Bit / un poquito
Lil Bit / un poquito
Lil Bit / un poquito.
66
Página
13
Traducido por lau_diarader
Corregido por AmiNatera

Liliana
—Verá usted, Barón Chevreaux, que sus disculpas son bastantes
inútiles para mí.
—¿Es eso cierto, mi señora? —Los ojos del barón se oscurecieron
peligrosamente y de repente el corsé de Georgia parecía muy ajustado.
Parecía no poder recuperar el aliento—. ¿Tal vez ha llegado la hora de
dejar de lado las palabras?
La mano del barón se movió, rápida como un destello, sujetando
su cuello por detrás, firme y posesivamente. Este no fue un vago
tropiezo con el mozo de cuadra. El toque tentativo y torpe de Jasper no
había marcado su piel de la forma que el barón lo hacía. Cada dedo la
quemaba con un calor del que no podía escapar, acabando con sus
quejas antes que lleguen a sus labios. Y en todo momento él la miraba,
en sus ojos un fuerte deseo, aterrador y a la vez delicioso
—Ah. —Su tenue risa la estremeció, dejando un dolor en sus
profundidades—. Mi señora está más dispuesta de lo que sus palabras
podrían admitir.
—Eres un arrogante, bastardo desalmado.
—Estás en lo cierto.

Mis dedos corrían a través de las teclas. Era demasiado tarde


y estaba demasiado afectada por la diferencia horaria para
67

estar desperdiciando horas de sueño así, pero mientras echaba humos


en el camino a casa tras la cena, odiando a Jax con cada fibra de mi
Página

ser, una complicada pieza de dialogo finalmente se aclaró. Tuve que


correr las escaleras hasta mi habitación para escribirlo todo.
Maldito Jax. Fue inspirador, tenía que darle eso.
—Te he deseado desde el momento que te vi. —El barón presiono
sus labios contra el pulso de su cuello, y Georgia se inquietó ante la idea
de que él lo encontrara corriendo como el batir de las alas de un colibrí.
Ella colocó su mano contra su firme, cálido pecho, y encontró el palpitar
de su corazón latiendo casi al mismo ritmo. Por un momento, ella se
deleitó en su poder. Él la anhelaba tanto, y ella no tenía nada que
temer…
Hasta que sus labios devoraron los suyos.
Su orgullo se disolvió inmediatamente, y Georgia se encontró
indefensa ante tal arremetida. Con una aguda puñalada de su lengua,
levantó sus labios y comenzó una lenta y dolorosa exploración de su
boca. Su respiración se aceleró al darse cuenta que ahora estaba
marcada para siempre. Él la reclamaba como suya y ella nunca volvería
a ser la misma.
Él se hizo hacia atrás con un gruñido y sostuvo su barbilla en su
mano. Sus ojos, aún más azules que el cielo de octubre, se oscurecieron
mientras penetraban en ella.
—No soy un hombre que se sienta ociosamente y espera su
oportunidad. Veo lo que quiero, y debo poseerlo inmediatamente. Y
Georgia, debo tenerte.
Ella gimió fútilmente en sus labios al tiempo que él la presionaba
contra la pared. Georgia estaba atrapada entre el frío mármol y la calidez
de su deseo.
—Todo de ti. Ahora.

Mientras la mano del barón se sumergía debajo de las faldas de


Lady Cunningham, yo me estiré en mi asiento. Esto iba a ser
bueno. Épico, incluso. Mis pensamientos se concentraron con una
claridad de cristal mientras escribía lo que Georgia quería —mierda, lo
que yo quería que el barón le hiciese.
Escenas de sexo. A veces solo las dejaba para después, poniendo
un marcador —AQUÍ HAY SEXO— en mi texto y luego volvía cuando
estaba de ánimo.
68

Pero esta noche, diablos, estaba de ánimo. Las palabras


simplemente fluían.
Página

—Dime lo que quieres, Georgia. —Chirrió el barón.


El pálido cuerpo de Lady Cunningham se retorció. Las
sensaciones eran demasiado intensas, demasiado prohibidas
y aun así…
—¡Más! —Ella gritó en una voz tan devastadoramente fuerte que
era probable que enviara a los sirvientes corriendo a la habitación. Pero
no le preocupó. No importaba. Todo lo que importaba eran los violentos
besos del Barón Chevreaux y la hinchazón de su hombría presionando
contra ella. Lo que esto significaba para su matrimonio, para su futuro,
no le importaban ahora. No había más barreras entre ellos,
no más oportunidades de volver atrás. Georgia sabía que estaba
perdida y se deleitó en ello—. ¡Necesito más!
Él la presionó contra la entrada y con un delicado impulso…

¡BANG!
—¡Que carajos! —aullé, recordando un segundo demasiado tarde
que ya era pasada la hora en que la gente dormía. Miré a mi
pantalla culposamente, como si hubiera sido atrapada con las
manos entre mis piernas, y estuve inmediatamente cabreada. Ese fuerte
sonido sonaba justo como si algo pesado hubiera golpeado la pared
justo fuera de mi puerta.
Casi arranqué la puerta de sus bisagras.
—¿Qué fue eso? —exigí.
Él se volteó lentamente, parpadeando, como si tuviera problemas
enfocando. Sus ojos estaban cayéndose del sueño y su cabello azul era
un desastre. Se veía totalmente borracho y completamente follable y
un millón de pensamientos corrieron a través de mi cabeza de una vez.
Oh, mierda, es Jax.
Oh, mierda, estoy en mis piyamas de nubes púrpuras.
Santa mierda, se ve tan caliente.
Santa mierda… se ve enojado.
69
Página
14
Traducido por lau_diarader
Corregido por AmiNatera

Jax
Golpear una pared duele como el infierno, usualmente. Lo sé, lo
he hecho antes. Pero esta vez, el dolor que esperaba nunca llegó —y ahí
fue cuando supe cuan ebrio estaba.
Que Lil ahora estuviera delante de mí luciendo desalineada y
sin aliento y sexy como el infierno solo lo hizo más peligroso.
—¿Qué fue eso? —gruñó. Su boca se torció en una mueca
desaprobadora pero sus ojos… mierda, esos grandes ojos marrones
estaban extrañamente brillantes.
Ella luce caliente, Jax.
Luce necesitada.
Lo quiere.
Mierda, ¡cállate!
—¿Qué fue qué? —le rugí, más rudo de lo que pretendía, pero
mierda, ella tenía que salir aquí con su sexy, desarreglado cabello antes
de que lo tuviera en mis manos. La música del club aun palpitaba en mi
cabeza. Esa maldita frase repetida era el único pensamiento que podía
concebir.
—El golpe, idiota. Sonó como si hueras golpeado la maldita
pared.
—¿Ah, sí? Debe ser porque golpeé la maldita pared. —Me sostuve
a mí mismo contra su entrada e incliné mi mano sobre esta, con
70

los nudillos boca abajo. Nop, aún no había dolor. Eso podía ser bueno o
terriblemente malo—. ¿Por qué estás siendo tan quisquillosa?
Página

Sus ojos destellaron.


—Mejor una quisquillosa que un idiota.
—Me heriste, Bit. —Dios, la extrañaba—. Siempre con los
insultos.
—Tú también tienes una buena parte de la culpa. Como ponerlo
en una canción.
No tenía idea a que se refería.
—Para nada. Tú eres la que tiene la boca. —Mierda, estaba
ebrio—. Me gustaría más tu boca en mí…
—¡Ew! —Ella golpeó mi brazo.
—Exacto, tócame. Te mueres por tocarme, ¿no es así?
—¡Claro que no!
Pero ella estaba sin aliento con sus labios separados, y supe que
estaba mintiendo. Eso solo me enloqueció más.
—Entonces tendré que ayudarte. Aquí —agarré su pequeña
mano—. Yo haré el primer contacto así no tienes que hacerlo tú.
Ella estiró su mano y cruzó sus brazos sobre su pecho, como si
quisiera mantener sus manos bajo control. Como si tuviera miedo de lo
que haría si se dejara ir.
—¿Qué demonios estas mirando? —exigió.
Maldición, me atrapó. ¿Qué estaba haciendo otra vez?
Miré alrededor descontroladamente, tratando de forzar a mis ojos
a parar de deambular y fijarlos en algún lugar.
Desafortunadamente, me di cuenta un segundo más tarde de que
habían ido a parar en sus pechos.
Estaban escondidos debajo de esos absurdos pijamas, pero eso de
alguna manera los hizo incluso más tentadores. Sabía exactamente
cómo se sentirían si deslizaba mi mano debajo de su remera justo
ahora. Me pregunto si está usando sostén.
Probablemente no. Podría simplemente sentir las puntas de sus
pezones a través de la tela. ¿Estaba realmente caliente? Mierda, ahora
estaba duro.
—Jaxson, la gente está tratando de dormir.
71

—Tu no —señalé—. Tú te ves bastante despierta para mí.


Ella frunció sus labios y pareció sospechosa por un segundo.
Página

Culpable. ¿Qué podría haber estado haciendo que se sentía culpable?


—Estaba trabajando —dijo arrogantemente.
—Trabajando, ¿huh? —Te tengo, Bit—. ¿Escribiendo?
¿Estabas escribiendo uno de tus libros sexys, Bit? Santa mierda,
sí estabas. Apuesto a que estabas escribiendo una sucia escena justo
ahora y por eso estás tan inquieta.
—Vete a la mierda, Jax.
—¿Sobre qué escribes, Bit? ¿Alguna vez escribes sobre mí?
—Oh, mi Dios, eres un bastardo engreído.
—¡Lo haces! —me jacté. Su sonrojo la traicionó—
. ¿Sobre qué escribes, Bit? ¿Piensas en mi cuerpo? ¿Cuál es tu parte
favorita, hmm? —Me estiré y tomé su mano, esperando que la
arrancara y me abofeteara. Diablos, tal vez quería que me abofeteara,
que estropeara esta particular línea de pensamiento antes de que la
terminara.
Sin embargo, no me abofeteó. Ella me calló.
—Habla bajo. ¿Quieres que toda la casa se entere?
—Mmm, tal vez lo quiera. —Rodeé su muñeca con mis dedos y la
empuje más cerca.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó. No, más bien exhaló en un
suave susurro.
—¿Quieres que pare? —pregunté. Ahora estaba presionada
contra mí. Encajaba justo debajo de mi barbilla, perfectamente. Mi otra
mitad. Mierda, olvidé cuan increíble era simplemente tenerla cerca mío.
—No. —Dudó—. Sí. Tal vez. Depende de lo que estés haciendo.
—Estoy haciendo esto —le dije.
Inclinando su barbilla hacia arriba, deje que mis labios rozaran
los suyos. Apenas malditamente la había tocado, pero fue el
beso más electrificante de mi vida. Lil Bit —mi Bit Lil — estaba otra vez
adonde pertenecía.
Había esperado que se enojara, o incluso que me golpeara. Algo
que me encarrilara otra vez. Que me irritara así dejaba de querer
besarla una y otra vez, permitiendo que mis labios vaguen por los
recuerdos mientras rememoraba las curvas de su cuerpo. Como si fuera
capaz de olvidarlas en primer lugar.
72

—Jax… —gimió mi nombre en mi boca, y ese fue el


Página

sonido más sexy que oí en mi vida.


—Mierda, Bit. Te extrañe tanto. —¿Dije eso en voz alta? La estaba
besando demasiado fuerte como para decirlo. La presione contra la
pared. Necesitaba sentirla contra mí, debajo de mí. Una repentina
claridad inundó mi cabeza al tiempo en que recuperaba la sobriedad.
No podía permitirme olvidar esto.
Envolvió sus manos alrededor de mi cuello, sus pequeños dedos
aleteando contra mi espalda, y estuve completamente perdido. Estaba
listo para arrancar su ropa justo ahí, en el vestíbulo, y levantar su
pequeño cuerpo justo en mi polla. Hacia esos pequeños
sonidos, esos diminutos maullidos que me estaban matando.
Luego todo su cuerpo se estremeció y se apartó.
—No. —Estaba seguro que dije eso en voz alta.
Puso sus manos en mi pecho. Por un breve momento, tuve
esperanzas.
Pero luego me dio un pequeño empujón.
Luego sonrió con esa pequeña sonrisa condescendiente y me dio
una maldita palmadita en el pecho.
Me palmeó.
—Vamos a ser adultos aquí, Jax, ¿bien? —Arrulló en esa falsa voz
calmada—. Ya hemos hecho toda la parte de adolescentes calientes.
—¿La parte de adolescentes calientes? —Di un paso más lejos de
ella. Mi cabeza se agitaba de ida y vuelta entre enojo borracho y tristeza
sobria—. ¿Es eso lo que fue para ti?
Resopló, sus pequeños labios en una fina línea. —Claramente,
eso fue exactamente.
—¿Si?
—Sí. —Cruzó sus brazos en su pecho otra vez,
su mandíbula apretada.
—No te creo.
—Bueno, deberías. —Liliana sacudió su cabeza—
. Éramos niños, Jax. Amor de cachorritos y hormonas. No significó
nada.
Todo el aire salió de mis pulmones y me hundí contra la
pared más lejana. ¿No significó nada?
73

—Vete a la mierda no significó nada —murmuré, mirando a mis


zapatos. Por un momento todo estaba nadando, y sabía que empezaría
Página

a llorar como una perra si no me recomponía. Volví a mirarla.


Ella me estaba mirando con pena en sus ojos. Maldita pena
por mí, Jaxson Blue.
Nadie siente pena por mí.
—Significó un montón para ti, de todas formas —dije lentamente.
Sus ojos se agrandaron —Dios, ¿cómo podían volverse incluso más
grandes mientras escuchaba las palabras crueles que salían de mi
boca?—. Yo te enseñé todo lo que sabes. Fue tierno, en realidad, cuan
ansiosa estabas por aprender. —Quería herirla. Odiaba querer herirla.
Pero necesitaba darle un poco del dolor que estaba sintiendo—. Fue
lindo realmente, desde entonces, no tener que hacer todo eso de
agarrarse las manos mientras follo a una chica. Las vírgenes son
exhaustivas.
Ella hizo un pequeño ruido, y por un segundo, pude haberlo
retirado. Pero no lo hice. La vi darme la espalda y dar un portazo en mi
cara.

74
Página
15
Traducido por IviAbernathy
Corregido por Lelu

Liliana
Deja de llorar. ¿Por qué te sorprende? Él es cruel. Es malo. Ya lo
sabias, ¿así que por qué te molesta tanto?
Reprenderme no me estaba ayudando a dormir, y tampoco lo
hacía el haz de luz de la mañana que estaba haciendo su camino hasta
la pared del fondo de mi dormitorio. Tal vez dormité un poco en medio
de episodios de recriminación, pero no dormí.
Cuando mi estómago gruñó, finalmente me di por vencida en
forzarme a dormir y simplemente me quedé allí. Mi cabeza se sentía
como si estuviera rellena de pelotas de algodón y mis ojos estaban
hinchados e inflamados.
Y mis mejillas estaban marcadas por la barba de Jax y mis labios
aún se estremecían por su beso.
Podría irme. Volver a casa, poner un continente entero entre él y
yo una vez más. Era una idea tentadora.
Maldita sea, no. No voy a huir de nuevo. Tengo tanto derecho a
estar aquí como él, y no llegará a mí.
Feroz.
Cerré los ojos, sintiéndome marginalmente más compuesta.
Juré que no dormí. Pero debí hacerlo. Porque cuando abrí los
ojos, Jaxson estaba sentado en el borde de mi cama, con mi
computadora abierta en sus rodillas.
—Buenos días, Bit —dijo.
75

Me senté como un rayo, tirando de las sabanas hacia mi pecho.


—¿¡Qué diablos, acosador!? ¿Qué estás haciendo aquí?
Página

Se estiró como un gato al sol y me lanzó una sonrisa perezosa.


—Esperando que despertaras. —Hizo un gesto a la
computadora—. Demoraste una eternidad y me aburrí.
Mi corazón empezó a martillar con terror ante mis labios pudieran
formar la pregunta. Lo miré boquiabierta, observando sus ojos moverse
atrás y adelante a través de la pantalla, una sonrisa divertida, y
francamente triunfal en sus labios.
—¿Realmente estás leyendo mi libro? —pregunté, tratando de
disimular mi horror con beligerancia—. Oh, Dios mío, ¿invasión de la
privacidad? —Estiré la mano, tratando de arrebatarle la computadora,
mientras que al mismo tiempo aferraba la manta contra mi pecho.
Balanceó hábilmente la computadora fuera de mi alcance y siguió
leyendo.
—Publicas estos libros para que todo el mundo los lea, ¿por qué
no yo? Además —golpeó la pantalla— veo algunas cosas aquí que
podrían constituir una invasión de mi privacidad, Bit.
Me sonrojé. Estaba leyendo la escena de sexo.
—¿De qué estás hablando? —Aunque lo sabía bien.
Se lamió los labios.
—Bueno ese movimiento seguro que me suena muy familiar. —Él
giró y me miró a la cara, dio vuelta la computadora para que pudiera
ver—. Justo aquí. Eso lo hicimos, ¿no?
No podía mirarlo. No podía mirar a la pantalla. La mortificación
me estaba golpeando desde todos los ángulos posibles.
—Creo que lo hicimos, sí. ¿Por qué?, ¿no te acuerdas?
Dio vuelta la computadora.
—No, no lo recuerdo. —Sus ojos se alejaron por un momento.
Entonces sus labios se curvaron ligeramente—. Aunque no lo recuerdo
sucediendo exactamente así. “¿El centro de su placer?” ¿Por qué no
llamarlo como lo que es?
—Eso es más o menos lo que es. —Arrugué las sabanas en mis
puños y me cubrí la cabeza—. No puedes ser tan clínico.
Rodó los ojos y continuó leyendo.
76

—Demasiados eufemismos. —Pausó la lectura y comenzó a reír—.


“¿Partes bajas?” ¿En serio?
Página

La esquina de mi boca se crispó un poco.


—¿Sip?
—Es una expresión terrible —rio.
—¡Es evocativa! —intenté protestar, pero de repente también me
encontré riendo.
—Partes bajas, mierda, por el amor de Dios. Las palabras reales
son mucho más agradables.
—¿Palabras reales?
—Sí, ya sabes. —Se giró un poco, colocando su pierna debajo de
sí. Su cálido muslo presionándose contra mi pierna. Podría sentir su
calor incluso a través de la sabana—. Clítoris —dijo, rodando la palabra
por su boca como si saboreara cada letra—. Concha.
Mi boca se secó y tragué, de repente sin palabras.
Me observó por un momento demasiado largo. De ninguna
manera me haría admitir cuan sexys sonaban esas palabras cuando las
decía. Era como si las estuviera llamando directamente y yo
contestando con una embargante necesidad.
Una lenta sonrisa apareció en su rostro.
—Sí, tú también crees que esas palabras suenan mucho mejor,
¿no, Lily?
—Son demasiado… sucias.
—Nada es demasiado sucio.
—Tal vez no para ti…
—Para ti tampoco, Bit. —Sus ojos se movían por la página—. Oh,
Dios mío, ¿“eje”? ¿De verdad? ¿Así lo estás llamando? —Su mano fue a
su ingle y me di cuenta de que estaba mirándolo demasiado cerca y
rápidamente desvié la mirada—. ¿Qué tal “verga”? Esa es una palabra
mejor. Mejor aún, que sea una verga perforada, ya que recuerdo cuanto
te gustó.
Ignoré su burla.
—Dudo que haya muchas vergas perforados en el siglo XIX en
Inglaterra, Jaxson. Estaba intentando con un poco de verosimilitud
histórica.
—¿Sí? Pues sea lo que sea, creo que es demasiado malo. Tu
77

personaje Geraldine parece que disfrutaría de un piercing deslizándose


contra su punto G. Le ayudaría a llegar a su... eh... “pináculo de
Página

placer”, más rápido de lo que este lame culos de Tristan lo hace.


De repente me di cuenta de algo.
—Jax, estas como, al final del libro. Son casi noventa mil
palabras. ¿Siquiera has dormido?
Por primera vez desde que me desperté, esa pequeña sonrisa
arrogante se deslizó fuera de su cara.
—Nah. En realidad no.
Su hermoso rostro parecía chupado y las bolsas bajo sus ojos
eran de un tono que parecían una sombra violeta. Mi irritación se
desvaneció y me estiré hacia él sin querer.
—¿Por qué?
—Quería atraparte antes de que te despertaras. Así podríamos tal
vez hablar de anoche. Antes de que despertaras y te marcharas
enfurecida.
¿Dije que mi irritación se había ido? No importa, llegó
inundándolo todo de nuevo en un instante.
—¿Marcharme enfurecida? —repetí.
—Sí, yéndote enojada sin hablar conmigo. Es lo tuyo —espetó.
Me dejé caer de nuevo sobre mi almohada. No podía creer lo
rápido que se desvió de ser dulce y sexy a la persona más molesta en el
planeta.
—Oh, vete a la mierda —chillé, pellizcándome el puente de la
nariz.
O sentí moverse, inclinarse hacia adelante.
—Podemos, ya sabes. Todas estas cosas que escribiste... —su voz
se suavizó—. Mmm... Esos detalles tan vívidos, Bit. Si hubiera sabido
que estabas prestando tanta atención, habría intensificado mi juego.
Me llevé las manos a mis oídos.
—¡Cállate!
Se inclinó sobre mí. Levanté la vista hacia él, se cernía sobre mi
cama. Mi respiración era demasiado rápida, el corazón me latía
demasiado rápido. Al darme cuenta de que estaba mordiéndome el
labio, lo lamí en su lugar y sus ojos fueron derecho a ello.
—Me ha dado algunas ideas, francamente. ¿Qué te parece?
78

¿Quieres hacer una investigación conmigo?


Página

Su oferta colgado allí, durante uno, dos, tres latidos antes de


finalmente entrara en mis sentidos. Extendí una mano y lo empujé.
—Oh, Dios mío, fuera de mi habitación.
Se puso de pie.
—Ni siquiera escuchaste por qué estaba aquí.
—No me importa, vete. —Me dejé caer a un lado y esperé hasta
que oí la puerta cerrarse, antes de que exhalar finalmente.

79
Página
16
Traducido por IviAbernathy
Corregido por Lelu

Jax
Me quedé mirando la puerta del dormitorio de Lily,
preguntándome cómo diablos conseguí que la cerrara en mi cara otra
vez. Me quedé despierto durante toda la noche y la mañana, queriendo
disculparme con ella en cuanto se despertara, y sin embargo, de alguna
manera, también lo jodí.
Maldita sea, esto no estaba sucediendo de nuevo. Levanté mi
puño para golpear la puerta, listo para derrumbarla si tuviera que
hacerlo, cuando sonó mi móvil. Lo saqué de mi bolsillo, listo para
arrojarlo por el pasillo cuando vi el nombre de Bev. Mi corazón, ya en mi
estómago, se salpicó hasta los dedos de mis pies.
Ella ya estaba hablando cuando apreté el botón verde.
—... El estudio completo de técnicos y músicos altamente
cualificados, muy bien pagados, todos recibiendo su paga para girar sus
pulgares esperando que aparezcas de una puta vez. ¿Dónde diablos
estás, Jaxson?
—Estoy a la vuelta de la esquina —mentí, bajando las escaleras—.
Cálmate, Bev.
—¿Qué me calme? ¿Sabes cuánto está costando esto ahora
mismo? Ven aquí. Ahora.
—Sí, sí. —Estaba corriendo por el césped, pero no quería que lo
supiera—. Tomate un Xanax10, o algo así.
Colgó, pero no antes de que la escuchara sisear:
80

—Imbécil.
Página

10Xanax. Es el nombre genérico para Alprazolam, es un sedante para el Sistema


Nervioso Central.
Me detuve en el medio del césped y me quedé mirando el teléfono.
No tenía nada preparado. Bev había manejado todo, reservado el
estudio y los músicos con nada más que mi promesa de que hubiera
escrito el álbum para entonces. Eso significaba ahora. Hoy.
Mierda.
Tal vez solo era el éxito pasajero que todos decían que era. Tal vez
“Cocky” era una anomalía y realmente no era un compositor. Porque a
la mierda conmigo si pude escribir una canción decente desde entonces.
Una parte de mí quería omitirlo. Quería abandonarlos a todos e ir
emborracharme con los roadies de Annie. A la mierda todo y dejar que
pensaran que apestaba. Ciertamente lo creía.
Pero sabía que no podía hacer eso. Tenía una reputación que
mantener. Desde que “Cocky” fue lanzada, la prensa quería verme
fanfarroneando. No se me permitía fallar. Eso arruinaría todo.
Tomé las llaves y me monté en el Ferrari 288 GTO 1985 que me
compré con el dinero de “Cocky” y que había pintado de azul eléctrico.
Al igual que mi cabello. Imagen. Iría al estudio y lo haría. Mierda, tal vez
algo viniera a mi mente mientras conducía.
Incluso sabía que me estaba mintiendo a mí mismo. Yo era un
desastre jadeando cuando estacioné fuera del estudio, una hora y
media más tarde de lo que se suponía que tenía que estar allí. Banks
estaba de pie en la acera, fumando uno de sus cigarrillos hechos a
mano que olían como basura. Levanté la barbilla en su dirección
—Ya sabes, honestamente no me importa un carajo, ya que me
pagan de cualquier manera —dijo fríamente, exhalando una corona de
humo alrededor de su cabeza—. Es el hecho de que tengo que venir
para recibir el pago. —Él apagó el cigarrillo contra el edificio—. Debe ser
jodidamente bueno.
—Oh, dale un descanso, Banks. Podrías pensar que eres mejor
que yo, pero ¿quién demonios está pagando tus cuentas en este
momento, eh? —El tecladista que mi discográfica había contratado
todavía se aferraba a su formación clásica como si significara algo en
este mundo.
—Lo que sea. Rechacé un gran nombre por esto, Blue. Sólo quiero
81

ir a trabajar.
Bev estaba en el otro lado de la puerta.
Página

—¿Estás listo? —preguntó secamente.


—¿Qué tienes para nosotros, Blue? —Toad saltó del sofá en el
salón, su bajo girando alrededor peligrosamente.
—¿Estabas terminando o algo así? —preguntó Casper. Estaba
tratando de cubrirme. Podría decirlo—. ¿Es por eso que llegaste tarde?
Asentí.
—Absolutamente.
—Bueno, todo el mundo está listo para ponerse manos a la obra,
Jaxson. Cuando estés listo.
Asentí de nuevo, sentía que me estaba moviendo en contra de la
corriente... o tal vez atrapado en la resaca, la corriente me arrastró
hacia esa cabina insonorizada, sin nada que cantar. Busqué en mi
cabeza, moliendo mi cerebro por algún pequeño fragmento que surgiera
de la ruidosa estática... pero allí no había nada excepto un portazo en la
cara.

82
Página
17
Traducido por IviAbernathy
Corregido por LarochzCR

Lilliana
Jaxson no volvió a casa anoche.
Desearía no haberlo sabido, pero lo hice. Lo había escuchado si
hubiera regresado, porque pasé el resto del día encerrada en mi
habitación escribiendo como si mis dedos estuvieran en llamas.
Escribí como se sintió exactamente el beso, la presión de sus
labios contra los míos, como se separaron sin que yo quisiera. Como me
hundí en él como si hubiera perdido la capacidad de mantenerme de
pie. Cómo el fondo de mi estómago se hundió como si estuviera en una
montaña rusa, y el placer que se acercaba al dolor físico corría hacia
fuera con cada toque de sus dedos en mi piel. Todo eso sucedió en el
pasillo —sólo un beso— pero en las páginas era libre de dejarlo ir más
lejos, justo en la forma en que mi cuerpo había querido. En las páginas,
yo estaba lamiendo y chupando un rastro de besos por su desnudo y
reluciente pecho mientras sus ojos azules nunca dejaron los míos —ah,
mierda.
Juré que podía sentir sus labios sobre los míos un día después,
como si me hubiera quemado o herido. Pero eso era ridículo. Todo esto
era ridículo; él sería mi maldito hermanastro en dos semanas. Debería
malditamente saberlo bien, pero en el momento en que lo vi, todas mis
defensas cuidadosamente colocadas se desmoronaron.
Me levanté de mi computadora como si me hubiera escaldado.
83

Necesitaba para cortar esta línea de pensamientos de raíz. Con mi


mente compuesta, me cambié mis insulsas ropas y salí de mi
Página

habitación.
—Buenos días, Lil —Diggs graznó por encima de su café. Su gran
cuerpo estaba ridículamente encaramado en el pequeño taburete en la
barra de desayuno—. ¿Dormiste bien?
—¿Café? —dije de regreso. Mi garganta se sentía áspera y ronca
por el desuso.
—Tomaré eso como un no. —Su rostro en ruinas se arrugó en
una amplia sonrisa, bajó del taburete y lo acarició—. Toma asiento.
—Gracias –susurré y me senté en el taburete, tomando una
naranja de la cesta de frutas frente a mí—. ¿Qué tal tú? ¿Dormiste
bien?
—Como un bebé —Diggs rio, tomando la taza de café—. Los
doctores me tienen con esas nuevas pastillas para el dolor que me
malditamente noquean.
—¡Tu mano luce bien! —me di cuenta de repente.
—¿Si? —Sonrió orgulloso, tomando la taza con su mano derecha
y extendiendo el brazo desde el hombro—. Ya casi no se ve, ¿puedes
verlo?
Había una sombra de un temblor, pero allí estaba.
—Wow, eso es muchísimo mejor. Casi ya no tiemblas.
—Y el agarre es más fuerte, también.
—¿Finalmente has encontrado a un doctor que no tiene la cabeza
en el culo? —acepté la taza agradecida, y la rodee con mis manos.
Diggs se apoyó en la mesada. —Un nuevo chico, joven, apenas
dejó los pañales. Demonios, podría tener tu edad. —Le di un manotazo
y se rio entre dientes—. No me parece bien llamarlo 'doctor' ya que
apenas tiene la edad suficiente para afeitarse, pero escucha y está
dispuesto a probar cosas nuevas. Resulta que tenía los nervios de la
muñeca dañados, toda la suerte de mierda. —Sacudió la cabeza con
tristeza—. Caerte del aparejo te joderá bastante bien, ya sabes, pero
nadie se tomó el tiempo para averiguar realmente cómo corregirlo. Él es
el que descubrió el daño en los nervios que causaba el temblor en
primer lugar. Todo el mundo quería creer que había algo malo en mi
cabeza.
84

—Bueno, hay algo mal con tu cabeza —bromeé.


—Ohhh, buena quemada. ¿Dónde aprendiste a rostizar a un
Página

hombre así?
Le sonreí. —Del mejor.
—Malditamente correcto —resopló con orgullo—. Ahora, ¿cómo
está mi niña?
Tomé un sorbo de mi café y lo consideré.
—Realmente muy confundida, Diggs.
—¿Sí? ¿Sobre qué?
—Escoge un tema.
—He, sí. Ser joven apesta de esa manera.
—¿Cómo podrías saberlo? – sonreí.
—Pequeña mierda. Fui joven una vez, lo sabes. Recuerdo cómo se
siente.
—¿Tu papá decidió de casarse de repente cuando tenías
diecinueve?
Diggs inhaló profundamente. —Nop. Nunca tuve que lidiar con
eso, afortunadamente.
—¿Qué demonios, Diggs?
Sacudió la cabeza. —Supongo que se dieron cuenta de que era
hora.
—Es solo que parece tan… fuera de lugar.
—Bueno, conoces a Annie; así es como trabaja. Toma una
decisión un día, y de repente, las cosas se hacen de esa manera para
siempre. Supongo que un día habló con Nails y le dijo que conseguía un
anillo o se fuera a la mierda. Y los dos sabemos que tu papa no se irá a
ninguna parte.
—No. —sacudí la cabeza. Era verdad. Con todos sus defectos, mi
padre amaba a Annie, la adoraba incluso—. Supongo que nunca eres
demasiado viejo para cambiar el camino en el que te encuentras.
Diggs alzó su ceja buena. —Escúchate a ti misma, toda filosófica.
Eres demasiado inteligente para estar con gente como o...
—Cállate —sonreí, el orgullo enrojeciendo las puntas de mis
orejas—. Me gusta estar contigo. No eres un idiota arrogante.
Diggs sonrió satisfecho. —¿Supongo que estás hablando de
85

alguien en particular?
—Me reservo el derecho.
Página

—Él empeoró cuando te fuiste, sabes —confió Diggs. Alcé la vista


bruscamente. Eso no era lo que yo esperaba oír—. No, es cierto. Jax y
tu padre se metieron en esta gran pelea de idiotas justo después de que
te fuiste a Nueva York. Ninguno de nosotros se enteró de lo que estaba
diciendo, pero podía escuchar el estruendo y vimos los muebles rotos
después. Desde entonces, él ha sido una verdadera mierda para tratar…
Quiero decir, más de lo normal. Annie estaba realmente esperando que
tu regreso a casa lo calmara de nuevo.
Poco a poco me bebí mi café, esperando como el infierno que mi
corazón latiera tan fuerte como lo era en mis oídos. ¿Mi papá y Jax
habían peleado? ¿Por mí? No se suponía que él supiera… nadie tenía
que saber acerca de lo que había pasado, sobre Jax y yo juntos. Nadie
debía saber por qué me fui. Yo había anunciado que ya tenía dieciocho
años y que estaba lista para actuar por mí misma y eso fue, lo habían
aceptado. Había cortado lazos, limpia y fácilmente, o eso pensé.
—Bueno, no está funcionando —dije a la ligera, o al menos eso
esperaba—. Él llegó a casa borracho la otra noche. Dijo algunas cosas...
—Oh, lo siento por eso, Lily. Él puede ser realmente muy ruin
cuando está borracho, lo sacó de su madre. Cuando los dos se
emborrachan… hombre, cierren las malditas escotillas.
Recordé de nuevo a la silla rota, Jax y su madre mirándose el uno
al otro, cada uno listo para extraer sangre y mi corazón se desplomó
graciosamente.
—Debe haber cenas interesantes por aquí.
Diggs se encogió de hombros. —No, estamos acostumbrados a
ello. Demonios, yo solía limpiar el culo de ese chico. Lo vi crecer en toda
esta locura. Es bueno, si se mira más allá de la superficie. Lejos, muy
lejos, más allá de la superficie.
Un ruido en la puerta nos hizo alzar las vistas.
—Buenos días —Jax retumbó, frotando su cabello mientras
caminaba hacia la cocina.
No tenía idea de cuánto había escuchado. Su rostro estaba
impasivo, sus ojos inyectados en sangre y aún medio abiertos. Los
nudillos de su mano derecha todavía raspados y enrojecidos, y verlos
me dieron un pequeño escalofrío privado.
—Buenos días —dijo Giggs calmadamente—. ¿Recién llegas a
casa?
86

—Sip.
Página

—¿Has tomado una aspirina?


—Sip —dijo Jax, alcanzando una taza de café. Sus pantalones
arrugados colgaban bajos en sus caderas y no llevaba camiseta. Intente
lo mejor que pude no mirar los ríos de tinta que se esparcían por su
ancha espalda, pero eran tan intrincados y detallados que tuve que
hacerlo.
Un desfile de animales marchaba por su espalda baja, lobos y
tigres y leones listos para gruñir y saltar. Serpenteando de las fieras
había una maraña de espinas que se trenzaban hacia arriba en una
profusión de rosas, de color rojo oscuro y peligroso, que se abrieron en
flores sobre sus hombros. Cuando se volvió hacia un lado, vi que
seguían en sus bíceps, desapareciendo el color rojo oscuro en azul
brillante cuando las rosas se transformaron en algo más.
Estaba entornando los ojos, inclinándome hacia adelante en mi
taburete. Si solo se diera la vuelta, podría ver el resto del cuadro.
—¿Jax? —dije a mi pesar.
—¿Si? —respondió dándose la vuelta, enfrentándome, y lo vi: el
lirio azul adornando su hombro y pectoral izquierdo.
Un lirio11.
—¿Puedes tomar el frasco de azúcar por mí? —mi boca estaba
completamente seca.
Estrechó los ojos. Me lamí los labios e intenté lucir inocente,
mirando más allá de él hacia los gabinetes y tamborileando con las
uñas contra la encimera de granito.
—Seguro. —sonrió apenas, y se pasó la mano por su pecho. Justo
sobre el lirio. Y fue allí cuando supe que me atrapó observando. Dejó el
frasco delante de mí. Aquí tienes, Lily.

87
Página

11 Lirio: en inglés Lily como el nombre de la protagonista.


18
Traducido por IviAbernathy
Corregido por LarochzCR

Jax
Mi artista de tatuajes alzó sus cejas perforadas cuando le dije lo
que quería.
—¿Estás seguro, amigo? No encajará realmente con el resto de la
pieza.
—Es una flor. Puedes hacer que funcione —le dije gruñón y me
recosté en su silla. Suspiró y comenzó a zumbar su máquina de la aguja
y cerré los ojos mientras tatuaba un lirio en mi pecho.
¿Me arrepentí de hacérmelo? No realmente. La mayoría de mis
tatuajes fueron impulsivos —nociones fugaces metidas bajo mi piel. De
todos ellos, al menos el lirio significaba algo. Nunca le había dado
mucho significado a ese pensamiento, hasta que vi la cara de sorpresa
de Lily al asimilarlo.
Ella sabía exactamente lo que significaba para mí.
Pero ¿qué significaba para ella?
—¿Estarás por aquí más adelante? —Diggs alzó la voz—. Tu
madre tiene una lista de cosas que necesita hacer.
—Nop —le dije, sin dejar de mirar a Lily—. Tengo un show esta
noche, hombre. Necesito descansar.
Lily parecía aún más sorprendida.
—Ah, mierda, hombre. Lo siento. Se deslizó completamente de mi
mente.
88

Tomé un sorbo de mi café.


—No es gran cosa —le dije despreocupadamente.
Página

—¿Quieres que vaya?


—No, no es nada. Te veré más tarde, Diggsy. —Salí de la cocina.
—Hasta luego, hombre.
Subí la escalera, esperando. La mitad de mí se preguntaba si
había jodido demasiado mal las cosas, preocupado de que tal vez ella no
me siguiera, y no me haría ninguna pregunta. Siempre he sido un
idiota, pero ella me hizo sentir realmente mal por ello. Una cosa es
bromear, otra de decir algo para cortar deliberadamente a otra persona.
Pero el sonido de pasos de pies desnudos en el piso de la sala me
hizo sonreír a mi pesar. Sí, era un idiota con ella. Pero ella era una
pequeña gatita curiosa y no iba a dejar que me fuera sin explicar mi
tatuaje.
—Hey, ¿Jax? —Llamó subiendo las escaleras.
—Sí.
—¿Puedo hablar contigo?
Me di la vuelta para mirarla. —¿Por qué quieres hacer eso?
—estaba siendo honesto. Realmente no lo sabía.
Se detuvo y se mordió el labio.
—Tienes razón. Realmente no quiero —dijo con frialdad.
—Pero lo harás de todos modos.
—Sólo quería saber algo.
—¿Qué, Lily?
Agachó la cabeza. —Entonces, ¿es por mí?
—¿Qué cosa?
Sus ojos ardieron.
—¿Realmente me harás hacer la pregunta? Sabes de lo que estoy
hablando.
Golpeé mi pectoral.
—Amor de cachorros y hormonas adolescentes —gruñí—. Eso es
todo lo que fue. —Me volví y me dirigí a mi habitación.
Sus pequeños pies resonaron por el suelo de pasillo, y de repente
me encontré siendo alejado de mi puerta. Me sorprendió su fuerza, pero
estaba más sorprendido al ver que no soltó mi muñeca cuando me
89

susurró: —Eres un pedazo de mierda para trabajar, ¿lo sabías? Esto —


me apuñaló en el pecho con la uña mordida—. Esto no estaba en tu
Página

pecho cuando estuve contigo, lo que significa que lo obtuviste luego de


mi partida. ¿Por qué?
Dos manchas de color ardían en sus mejillas y pude ver el pulso
en su cuello. Todo dentro de mí quería tirar de ella contra mí, para
presionar mis labios en el latido, trazar una línea de besos hasta sus
perfectos pechos.
—Porque —le dije la verdad— al menos este lirio está en mi vida
de forma permanente.
Se quedó sin aliento cuando mis labios encontraron los de ella,
así que no estaba seguro de si fueron mis palabras o el beso lo que la
sorprendió. Deslicé la mano bajo su pelo y tomé la parte posterior de su
cabeza, amando la forma en que encajaba en mi mano cuando la tomé
tan profunda y plenamente como ella lo permitiría. Dejó escapar un
pequeño suspiro de frustración que se convirtió en un gemido cuando
mi mano encontró su cintura y la atraje hacia mí. Su top se deslizó un
poco, dejando una franja caliente de piel desnuda en la parte baja de su
espalda. Froté los dedos ligeramente a lo largo su columna vertebral, la
forma en que sabía que le gustaba, como sabía que ella anhelaba, y se
hundió en mí más completamente, separando sus labios y dando
vueltas mi lengua con la de ella.
Un año completo de deseo por ella burbujeaba dentro de mí y de
repente fui un hombre poseído. Con un gruñido, le di la vuelta,
presionando su espalda contra la pared. Serpenteando mis manos en
su pelo, lo tomé y tiré la cabeza hacia un lado, dejando al descubierto la
curva de su cuello. Ella dejó escapar un gemido ahogado mientras
besaba ese dulce y rápido pulso, y luego dejé que mis labios bajaran.
Apreté duro contra ella, dejándole sentir lo que me hacía, lo que me
había estado haciendo, siempre desde el día en que la conocí hace
mucho tiempo.
—No deberíamos... —no le permití decir el resto de las palabras.
Al diablo con lo que debíamos y no hacer, tenía que hacer esto.
Necesitaba ahuchar su pecho en mi mano, deslizando mi pulgar sobre
el pezón para que se arrugara en un botón apretado antes de que tirara
de su camisa a un lado para tenerlo en mis labios. Sus protestas se
apagaron en un gemido agudo.
—Haz ruido para mí, Lily —le supliqué. Necesitaba escuchar esos
suaves suspiros de nuevo, los que me hacían sentir como el centro del
mundo—. Déjame saber exactamente cómo se siente. Hundí mi mano
90

por debajo de la cintura de sus pantalones—. Ah, mierda, desearía que


supieras lo que se siente. Estás tan caliente y húmeda para mí,
Página

¿verdad? ¿Me extrañaste tanto como yo te extrañé, Lil?


—Cállate —susurró suplicante—. Alguien te escuchará. —Gimió
cuando deslicé un dedo dentro de ella.
Miré hacia la escalera. Había voces abajo, bajas y confusas.
—¿No quieres ser atrapada? — Estaba demasiado perdido como
para parar ahora—. Entonces tendrás que ser rápida, Bit. Acaba para
mí. —Arremoliné mi pulgar sobre su clítoris, trazando círculos para
arrancarle jadeos de aquellos labios de capullo de rosa—. Quiero
sentirte acabar en mi dedo, aquí mismo.
Ella envolvió sus brazos alrededor de mis hombros,
presionándose contra mí tan duro como pudo, todo su cuerpo
ondulándose cuando deslicé otro, y luego otro dedo dentro de ella.
—¡Mierda! —susurró, mordiéndose el labio y enterrando su cara
en mi pecho. Yo sentía su vientre apretarse, los músculos de su núcleo
revoloteando como una mariposa—. Oh, Dios.
Gruñí y enterré mi cara en su cuello. Su cuerpo se movió y esos
ruidos que tanto ansiaba oír salieron de su garganta, salvajes y
pequeños ruidos que casi hicieron que acabara junto con ella.
—Perfecta, sí, oh dios mío, eres perfecta —estaba balbuceando
como un idiota, pero no me importó una mierda. Le cubrí la boca con la
mía, saboreándola una vez más antes de sacar la mano.
—¿Jaxson? —la voz empapada de whisky de mi madre flotó hasta
la escalera.
No hice caso de ello.
—Ven a mi show de esta noche —le dije a Lily—. Te quiero allí en
la audiencia.
Sus ojos brillaban cuando me miró por un momento. Entonces,
finalmente, asintió. Bajé las escaleras para ver qué mierda quería mi
mamá, sintiéndome en la cima del maldito mundo.
91
Página
19
Traducido por IviAbernathy
Corregido por LarochzCR

Lilliana
Había demasiada gente en esta casa. Cada vez que una voz
gritaba desde abajo, quería hacerme una bola con más fuerza. Los
gritos y sonidos de raspado me hicieron preguntarme qué diablos
estaban construyendo, pero estaba demasiado aterrorizada para ir y
comprobarlo. Tenía miedo de que lo que acababa de suceder estuviera
escrito por toda mi cara.
Los ojos de Jaxson, casi negros de deseo. Sus dedos, los labios...
Cualquier apariencia de orgullo o auto-control que podía reclamar
se voló en un frenesí de lujuria.
La forma en que mi cuerpo se movía, cómo sabía exactamente lo
que iba a hacer a continuación, anticipándose como un adicto esperando
por su próxima drogada.
Ese lirio en su pecho me había roto.
Su voz en mi oído, tan confiada, tan arrogante, diciéndome
exactamente qué hacer.
Pero no necesitaba permanecer rota. Me di la vuelta en la cama y
apreté los talones de las manos en mis ojos, cerrándolos con más fuerza
cuando el recuerdo se abalanzó sobre mí como un tren de carga.
Fue su primera entrevista importante de la televisión. Lo grabé en
DVR 12 , con la intención de verlo y reverlo una y otra vez. Mi Jaxson
estaba a punto de convertirse en una estrella por derecho propio.
La entrevistadora era una rubia, alta y quemada con una curva de
92

sus labios que hicieron que todo lo que decía pareciera insinuaciones. La
odié al instante.
Página

12 DVR: es un grabador de vídeo digital es un dispositivo interactivo de grabación de


televisión y video en formato digital
Jaxson estaba sentado en su silla como un príncipe en su trono.
Hice una pausa en la reproducción para apreciar la sencillez de la
combinación de camiseta y chaqueta de cuero blanco que yo había
elegido para él. Habían cubierto su cara con un exceso de maquillaje,
pero de alguna manera que no le restó a su robusta masculinidad.
Golpeé el botón de reproducción y me recosté, acurrucándome en
el sofá. Él estaría pronto en casa y quería verlo todo antes de llegar
aquí.
Los labios llenos de colágeno de la entrevistadora se torcieron de
nuevo.
—¿Qué se siente? ¿Crecer siendo el hijo de Annie Blue?
Mi corazón dio un vuelco de simpatía. De todas las preguntas con
las que podrían empezar, ¿ella eligió esa? ¿La que Jax más odiaba?
Pero él sonrió animosamente y mi corazón se llenó de orgullo.
—Ya sabes, para mí ella es sólo ‘mamá’, ¿sabes? – le mostró su
hoyuelo y lo ovacioné interiormente por lo bien que manejó la pregunta.
—Ha habido un montón de rumores en torno a ti, incluso antes de
que ingresaras al estudio. Las personas parecen fascinadas por Jaxson
Blue. ¿Por qué piensas que es así?
Él sonrió con esa arrogante sonrisa suya. —Porque ellos creen que
quieren mi vida.
—¿Tú vida es tan magnifica?
—Tiene sus momentos.
—¿Cuáles son los momentos que la hacen maravillosa?
Me incliné hacia delante, ya ruborizándome.
Se recostó en su silla. —Ya sabes, relajarme con mis amigos, hacer
música. Las cosas simples, de verdad.
Está bien. Eso era vago, pero bien dicho.
—Hablas de amigos. ¿Hay alguien con quien eres particularmente
cercano?
Jaxon agachó la cabeza. —Los chicos de mi banda, seguro.
93

Eso fue una mentira. Apenas los conocía.


—¿Alguien más?
Página

La entrevistadora estaba pescando. Ese movimiento estúpido con


los labios, apuesto a que pensó que parecía atrevida o algo así. Me
hubiera gustado llegar a través de la televisión y abofetearla, pero esta
entrevista había sido grabada esta mañana y el daño ya estaba hecho.
Detuve el televisor de nuevo y me sonreí a mí misma. Ahí estaba. Estaba
a punto de ser de conocimiento común.
—¿Cercano cómo cuánto? —Jaxson miró penetrantemente a la
entrevistadora y ella cruzó y re-cruzó las piernas.
—¿Una persona especial en tu vida? —Ella bateó sus pestañas.
Cuando vi a Jax lamer sus labios, detuve el televisor de nuevo. Esa
era su marca, siempre lo había sido. Estaba a punto de mentir. ¿Cuál fue
la mentira? Golpeé ‘reproducir’.
El Jax en la pantalla se quitó una pieza invisible de polvo de la
chaqueta.
—No —negó con la cabeza—. Nadie importante.
Apuñalé el botón de apagado con horror.
¿Era yo realmente tan patética, que podría olvidar la angustia
pública, así como así? Fue una mirada suya todo lo que necesitó para
despojarme de mi dignidad y dejarme hecha una bola sin aliento y
necesitada.
Había pasado un año desde que alguien me había tocado con el
mismo tipo de habilidad. Jaxson conocía mi cuerpo mejor que yo
misma, la combinación adecuada de áspero y tierno, como había
temblado cuando estaba dentro de mí. Las réplicas del orgasmo que me
había dado todavía se arrastraban por mi columna vertebral,
dejándome sin hueso y sin aliento, una combinación de completa
satisfacción y el deseo insaciable de más. Lo quería de nuevo, no iba a
negarlo. Nunca iba a dejar de desearlo, que el orgullo y la dignidad
fueran condenados. Quería lo que me dio, esa bola apretada de calor en
el pecho antes de explotar hacia afuera en fuegos artificiales a través de
mi piel. Lo deseaba como al chocolate. No, algo más peligroso.
¿Heroína?
Sí. Yo era una adicta a Jax. Lo había querido todo este tiempo que
lo estuve odiando, y ahora que tuve un poco, lo quería aún más.
¿Y quién dice que no puedo tenerlo?
El pensamiento me dejo sentada muy derecha en la cama. ¿Quién
dijo? No había ninguna regla que decía que no pudiera divertirme
94

mientras estaba aquí. En diez días, nuestros padres estarían casados y


volvería a casa de nuevo y sería como si nada hubiera pasado.
Página

Yo podría tenerlo, llenarme, y luego acabar con él para siempre.


Sacarlo de mi sistema. En mis términos. De una vez por todas.
Un poco de aventura, por los viejos tiempos. Un poco de venganza
por pensar que me podía dejar de lado.
La pequeña parte racional de mí gritó en señal de protesta, que se
trataba de una idea terrible, pero el deseo lo silenció. Era una mujer
adulta ahora, más vieja y más sabia después del corazón roto. Merecía
algo casual y ligero con el chico caliente que sabía lo mi cuerpo
necesitaba. Sexo sin sentido, como el que millones de otras personas
disfrutaban todos los días. Eso es todo lo que tenía que ser.
No debía significar nada.
Estaba bien. No estaba haciendo nada malo.
Todo estaría bien.

95
Página
20
Traducido por IviAbernathy
Corregido por LarochzCR

Jax
La sala verde olía a cigarrillos rancios. Fantasmas de todas las
bandas que se habían sentado aquí, nervioso matadero de tiempo antes
de que comenzara el show. El tabaquismo era terrible para mi voz, pero
cuando Toad sacudió su paquete en mi dirección, acepté agradecido
uno.
No estaba nervioso por cantar, me dije. Estaba nervioso por quien
estaría mirando esta noche.
Liliana dijo que vendría, así que sabía que lo haría. Nunca me
decepcionó y no podía imaginarla haciéndolo ahora. No después de esa
mirada salvaje que me había dado cuando le pedí que viniera esta
noche.
Aspiré profundamente, sintiendo el agudo aguijón del humo
llenando mis pulmones y esperando que expulsara el recuerdo de su
corrida alrededor de mis dedos. Si seguía esa línea de pensamientos,
nunca sería capaz de concentrarme en el escenario
Cuando me dejó, caí en espiral rápidamente, y Annie me
involucró con su costosa terapeuta antes de que causara un escándalo.
Fue, como era previsible, una pérdida de tiempo para todos nosotros.
Bla, bla, mi madre nunca fue una madre apropiada, mierda, mierda,
pero una cosa que aprendí fue que tenía que arreglar las cosas para
toda la gente que había lastimado, si alguna vez tenía la esperanza de
sentirme bien de nuevo.
Me fui a casa esa noche y escribí una disculpa en forma de un
96

poema. Entonces le puse a ese poema la música. Me encerré en mi


habitación de hotel durante tres días completos, grabando la pista.
Página

Luego atravesé el recibidor.


Greg, Fingers y Bash estaban en la suite, que era totalmente
normal. Gracias a Dios que estaban ellos, y no a mi madre, porque si
hubiera sido ella quien contestara mi llamada, nunca habría tenido el
valor de hacer lo que hice a continuación.
—Hey, ¿puedo tocar algo para ustedes?
—Dámelo —Greg arrastró las palabras en su discurso un poco
confuso. No estaba borracho, solo que siempre sonaba de esa manera
luego de – en sus palabras ‘fumar algo raro’.
—¿Estas uniéndote al negocio familiar? —Bash se retorcía con su
energía acumulada habitual y me puso tan nervioso que no le contesté.
En lugar de eso simplemente presioné ‘play’.
Y la canción que se convertiría en "Cocky" se desencadenó en el
mundo.
Era una canción para Lily, pero yo todavía no sabía lo que
pensaría de ella.
Esta noche me enteraría.
Hubo un sonido haciendo eco de las pisadas en el pasillo de
concreto debajo del escenario. Toad y Casper levantaron la vista de su
afinación. Banks se lamió el pulgar e hizo pasar la punta por el borde
maltrecho del bloque de hojas que tenía en su regazo, y luego estiró los
dedos uno por uno. Talon golpeó sin descanso sus rodillas, golpeando
un ritmo entrecortado.
La directora de escena asomó la cara en la puerta.
—Cinco minutos más, chicos. —Se alejó antes de que incluso
pudiéramos agradecerle.
—Muy bien, chicos —dije poniéndome de pie y estirando. Esta era
nuestra primera aparición en un club, la primera de muchas por venir.
Me sentí como si tuviera que decir algo trascendental, pero lo único que
se me ocurrió fue—: Vamos a volar el techo de este hijo de puta.
—Bien dicho —Banks sonrió.
Lo palmeé en el hombro.
—Vamos, Julliard. Esta noche tomaremos sus culos elitistas
como no creerían.
—¡Mierda, si! —Toad saltó en su lugar dos veces antes de correr
por el pasillo por delante de nosotros.
97

—¡Cálmate! —Gritó Casper—. ¡Nadie quiere ver tu horrible culo de


Página

bajista! —Me palmeó fuerte en la espalda—. ¿Estás listo? —me


preguntó, de repente serio.
Apreté los puños. Todo el mundo estaba allí esa noche para
verme. Sip, seguro que había curiosos por mi mamá, pero pagaron por
oírme cantar, y eso era lo que se suponía que haría.
Y Liliana estaba allí para verlo.
Asentí.
—Malditamente listo. Vamos.
La música house se detuvo y las luces bajaron. Desde los
costados, pude ver el club completo iluminado de suave azul, mi color
distintivo. Talon asintió y salió hacia la batería, hacia los salvajes
aplausos. Sonreí y le di a Casper un pequeño gesto hacia adelante, y él,
Toad y Banks salieron para tomar sus instrumentos.
Me quedé atrás, esperando, escuchando a la gente. ‘¡Jax! ¡Jax!
¡Jax!’ Mierda, ese era mi nombre el que estaban gritando. Había visto
esta escena un millón de veces antes, esperando en las alas13 durante
los espectáculos de mi madre, oyendo la adulación de la multitud
mientras gritaban por ella, pero esta noche, esos aplausos me
pertenecían a mí.
Talon marcó el ritmo y el pesado bajo de ‘Cocky’ resonó a través
de los altavoces. Sonaba tan diferente en vivo, mucho mejor. La
multitud vaciló, yaciendo como si una enorme bestia les hubiera
chupado el aliento.
Luego entré en el escenario y explotó.
Sentí el movimiento del ritmo a través de mí y las palabras
vinieron rápidas y correctas. Como si hubiera nacido para esto. Y
maldita sea, jodidamente nací para esto.
—Tienes razón... nena... —Sostuve la nota un poco más larga para
que los chicos subieran el ritmo, dejando que las luces estroboscópicas
parpadearan alrededor de nosotros, antes de que nos estrellamos juntos
como uno solo en la canción que había hecho mi nombre. La canción
que escribí en privado -por la única mujer que jamás había amado-
ahora pertenecía a todos.
Levanté la cabeza y la busqué, pero las luces me cegaron, y no
tenía ni idea de dónde podría estar. Sólo podía esperar que ella
estuviera allí, mirándome, escuchando mientras yo cantaba
98

directamente para ella.


Página

13 Alas: las partes laterales y detrás de escena de un escenario.


21
Traducido por IviAbernathy
Corregido por Lelu

Liliana
¿Recuerdan como dije que siempre llego tarde?
No esperaba quedarme dormida. Pero mi repentina explosión de
claridad pareció ser todo lo que necesitaba para cerrar mis ojos y
dormir todo el jet lag que me había perseguido desde que llegué aquí.
Cuando desperté estaba relajada y fresca. Y real y malditamente
tarde para el show de Jax.
Llamé al taxi mientras me lanzaba en el atuendo más aproximado
a uno de club que tenía, una suave camiseta de punto que me coloqué
sobre una camiseta sin mangas de neón púrpura brillante y un par de
pantalones vaqueros con destellos en el culo. Mi versión de vestirme.
Debato sobre si debo usar tacones o no, pero el único par que traje de
Nueva York son los que usaría en la boda, y conociendo mi suerte, los
rompería de antemano. Un par de chatitas sería suficiente.
Además, a Jax le gustaba que yo fuera pequeña. Sonreí al espejo
cuando me imaginé como me lo agradecería.
No tiene por qué significar nada.
Cuando el taxi me dejó en el lugar, pensé que había conseguido la
dirección equivocada. Jax dijo ‘club’, así que esperaba algo pequeño e
íntimo. Algún lugar en el que pudiera sentarme con una copa de vino y
verlo cantar.
Este lugar era exactamente lo contrario a eso.
La música que retumbaba cuando se abrieron las puertas a la
calle era tan fuerte que me quedé inmóvil en el lugar.
99

Estaban tocando ‘Cocky’. En este preciso momento.


Página

Permanecí atrás y pasé los dedos por el cemento desmoronándose


de la pared. ¿Me importaba? ¿Estaba molesta? Había algo todavía allí,
una bola de dolor en el interior de mi pecho que todavía estaba tierna y
amoratada. Pero lo había superado, ¿no?
No tiene por qué significar nada.
Simplemente esperaría aquí hasta que la canción terminara y
entonces entraría. Él nunca lo sabría.
Afortunadamente, no podía escuchar la letra, así que era libre de
rebotar sobre mis dedos de los pies con el contagioso ritmo. Sentí una
pequeña punzada de orgullo mientras observaba a dos rubias altas
precipitarse hasta la entrada, frenéticas al perderse ‘nuestra canción’.
—Dios, él es tan caliente —dijo una, efusivamente, mientras el
gorila fulminó con la mirada su ID.
—¿Te imaginas ser la chica para la que la escribió?
—Probablemente no tiene ni idea de lo afortunada que es.
—¿Imaginas lo increíble que debe ser en la cama? —Se rió entre
dientes antes pasar.
Si, podría.
Di un paso hacia el guardia, quien era fácilmente tan ancho como
mi altura.
—¿Liliana Nesbit? —exclamé—. ¿Debería estar en la lista?
Alzó una ceja.
—Estás en la sección V.I.P, señorita —dijo con un ronquido, de
repente deferente—. Directo por aquí.
Lo seguí hacia la oscura y salvaje aglomeración del club. El
balcón oscurecía la vista del escenario, pero tuve un buen vistazo de las
dos rubias, gritando desesperadamente el nombre de Jax.
Me condujo a través de un laberinto de niveles, hasta que de
repente surgió un salón privado. Uno con una vista perfecta del
escenario.
—Mierda —exhalé, pero mi voz fue ahogada por el rugido de
aplausos cuando el baterista golpeó la introducción a la siguiente
canción.
Fue como si el mundo se redujera hasta un puntito, solamente lo
suficientemente grande como para que yo lo viera. Jax caminó a través
100

del escenario tan suave y peligroso como un gato montés, antes de


colocarse en cuclillas, y comenzar a cantar.
Me aferré a la baranda del balcón para no caer. Él era eléctrico,
Página

una fuerza de la naturaleza. Trabajó con el público como si fuera un


instrumento, trabajando nuestras emociones tan hábilmente como con
su guitarra. Nos movimos cuando nos dijo que lo hiciéramos, gritamos
cuando indicó que gritáramos, y cuando todo terminó, y yo estaba
gritando su nombre como todo el mundo, estaba tan desesperada y falta
de respiración como cuando me atrapó contra la pared.
El último bis seguía sonando en mis oídos cuando comencé a
bajar las escaleras y me abrí paso hacia la pared del fondo. La
claustrofobia arañó mi garganta mientras me abrí camino a lo largo de
la pared y hacia la parte delantera del club.
Jax estaba allí, agachado en el escenario, agarrando las manos
extendidas que se estiraban por él, queriendo un pedazo de él,
queriendo todo lo que tenía para dar y mucho más. Empujé tan duro
como pude, serpenteando mi camino a través de los pequeños espacios
donde nadie más podía caber, hasta que finalmente aparecí justo en la
valla.
—¡Jax! —grité.
Se giró al oír el sonido de mi voz. Saludé con la mano
frenéticamente. Él asintió con la cabeza en dirección de la seguridad y
de repente me encontré izada sobre la barrera.
—¡Jax! —grité de nuevo.
—¡Gracias y buenas noches! —bombardeó en el micrófono, y
luego señaló hacia la cabina. Las luces se encendieron y por fin pude
verlo por completo.
Cuando me miró, entendí que era ser devorada. El hambre oscuro
en sus ojos encendió mi piel, y supe que vio la misma mirada en mis
ojos. Verlo en el escenario encendió una tormenta de fuego de necesidad
en mi vientre.
Temblé. Estábamos a la vista de la multitud dispersándose, de la
seguridad, de su banda. Seguramente él no era tan temerario…
—¿Estuviste aquí todo el tiempo? —gritó. Había algo apretado en
los bordes de su voz, que me dijo que la pregunta era más importante
de lo que parecía.
—Si —mentí. Una canción. ¿Qué importaba?
Fue la respuesta que necesitaba para cruzar la distancia entre
nosotros en dos pasos. Jadeé cuando me tiró a su lado y se dio la
101

vuelta, ambos pasando a través de una pequeña puerta gris en la parte


posterior del escenario.
Página

Nos llevó a través del laberinto de conejo hasta que salimos a un


pasillo de concreto que debía pasar todo a lo largo de las alas. Era el
tipo de lugar en el que había estado un millón de veces antes, pero
nunca de esta manera. Nunca con Jaxson tan desesperado y salvaje y
trastornado.
—Fuera de aquí —le gruñó a la gente en la habitación verde. El
calor subió en un sonrojo en mis mejillas, y bajé la vista mientras la
banda salía silenciosamente. Sin sentido o no, este era un riesgo
gigante para tomar…
Luego estampó la puerta detrás de nosotros y ya no fui capaz de
pensar.
—He esperado un año completo para cantar para ti. —Se apoyó
contra la puerta y dejó caer la cabeza hacia atrás. Cada línea en su
rostro decía ‘alivio’, pero no pude entender por qué.
—Estuviste muy bien —le dije.
—¿Te gustó?
Sus ojos eran tan malditamente azules.
—Me encantó. —Sonreí.
—Ah, mierda, Bit. —Levantó la mano y atrapó mi muñeca, tirando
de mí hacia él—. Me alegra tanto —dijo, tocando mi cara e inclinándola
hacia él—. Estoy tan jodidamente contento de escuchar eso.
Ahora que estábamos dentro de esa pequeña habitación, con sus
pocos sofás dispersos, una mesa plegable para el servicio de catering, y
el olor de los cigarrillos de antaño en el aire, algunos de los impulsos
que me habían enviado hacia él comenzaron a desaparecer. Una cosa
era decidir que lo usaría para tener relaciones sexuales mientras estaba
sentada sola en la cama. Otra cosa era estar de pie aquí, viendo el
deseo oscurecer su rostro mientras me observaba después de cerrar la
puerta.
—Me alegra mucho que vinieras —dijo con voz ronca.
Sentía como si no pudiera obtener suficiente aire. El escurridizo
animal salvaje en el escenario ahora me tenía acorralada y se veía tan
cerca como para devorarme por completo.
—A mí también —me las arreglé para decir. Mi voz era poco firme.
—Te he extrañado mucho. —Él estaba justo ahí, llenando toda la
102

habitación. Parecía haber mucho más de él de lo que debería, pero eso


no fue lo que me espantó.
Página

Tuve miedo de cuantas ganas tuve de creer en él.


—También te extrañé —y no fue una mentira.
—Mierda.
Eso fue todo, solo una maldición gutural, pero había tanta
frustración y añoranza atada en su interior, que sentí que mis rodillas
se derrumbarían. Me atrapó mientras me apoyé en él, ahuecó
duramente la parte posterior de mi cabeza con las manos.
—Te deseo, y necesito saber que puedo tenerte.
Un cosquilleo se disparó en mi espalda.
—Puedes tenerme —dije, sin saber que él nos estaba haciendo
retroceder, hasta que la parte baja de mi espalda se curvó contra la
mesa plegable.
—Dime cómo lo quieres, Liliana. —Puntualizó cada palabra con
un ardiente beso en mi cuello, pidiendo más y más cada vez—. ¿Quieres
que sea suave y dulce? Podría ser dulce para ti, ya sabes. Si eso es lo
que quieres.
Me mordí el labio con fuerza para no gemir mientras me levantó
sobre la mesa y me dobló hacia atrás. La dura mesa de metal era fría
contra mis brazos y aún más fría mientras él levantó mi camiseta y
lanzó su lengua alrededor de mi ombligo. El fuego que se encendió
cuando lo vi en el escenario de repente se volvió más caliente,
quemando el último vestigio de pensamiento racional que poseía.
—No —dije, agarrando un puñado de su pelo azul eléctrico y
tirando de él hacia mi boca—. Te quiero salvaje...
Gruñó de aprobación en mi cuello y deslizó sus manos por mis
brazos, entrelazando sus dedos con los míos antes de tirar de ambos
brazos hacia arriba y fijarlos por encima de mi cabeza.
—Entonces eso es lo que tendrás, Bit. —Mantuvo mis brazos
quietos fácilmente con una fuerte mano. Rozó un beso de mis labios, se
agachó y tiró de mi camisa, exponiendo mi vientre. Sentí sus ojos
deslizarse hacia arriba en mi piel, centrándose en mis pechos—. Estos
siempre fueron mis favoritos —dijo con voz áspera, alcanzando debajo
de mí con destreza—. Creo que quiero empezar por aquí.
Me arqueé hacia él, dejándolo quitarme la ropa por encima de la
cabeza, antes de que se recostara sobre mí.
—Si —le urgí mientras dejaba un rastro de besos y mordiscos
103

desde mi clavícula izquierda hasta la curva de mi pecho. Sabía que iba


a dejar marcas en mí, pero de alguna manera no me importaba. Quería
que fuera real y quería que doliera un poco. Quería el dolor en mi piel
Página

cuando me alejara de esto, con la certeza de que en realidad había


sucedido.
Jax murmuraba en mi piel, una cadena de sucias malas palabras
mezcladas con las promesas de lo que vendría después.
—...Tan condenadamente hermosa, ¿lo sabes? —Su lengua se
enroscó alrededor de mi pezón, arrastrando sus dientes ligeramente
contra la sensible piel—...Mejor que malditamente lo sepas. Mejor,
hummm, sabes. Admiras este cuerpo en el espejo cada puto día. —Me
arqueé de nuevo, sintiendo el fuego acumularse en la parte baja de mi
espina dorsal—…Mierda, si... es cierto, quiero escucharte... —Me mordí
el labio—... no me hagas esperar. Dime. Dime cuán bien se siente.
Pasó las manos por mi vientre y hábilmente se deshizo de mis
jeans. Cuando ahuecó la palma sobre el montículo entre mis piernas,
un jadeo escapó de mi garganta.
—Otra vez, Lily. Santa mierda, me gustaría que pudieras ver tu
cara ahora mismo. Me gustaría tomar una puta foto, pero no creo que
pudiera correr el riesgo de que alguien alguna vez te vea así, excepto yo.
No lo compartiré. Voy a saborearte ahora, ¿estás lista? Quiero que te
corras por toda mi cara. Quiero sentir que te vuelves salvaje alrededor
de mis dedos antes de que te folle sin sentido. ¿Eso suena bien para mi
Bit?
Durante todo el tiempo que estuvo hablando había estado
presionando y frotando con la palma de su mano de forma alterna. Ni
siquiera me había quitado las bragas todavía, pero ya podía sentirlo
armándose. El lento calor derribó todas mis extremidades hasta que no
fui nada más que un sistema nervioso abocado a la sensación.
—Más, Jax —le dije. Quise sonar sexy, pero en su lugar soné
suplicante—. Dame más.
—Mierda, ¿escuchas lo increíble que suenas? —Tiró hacia abajo
de mi ropa interior antes de que pudiera contestar, no es que pudiera
una vez que su boca estuvo en mí—. Te quiero… —Sus palabras se
disolvieron en gruñidos amortiguados, pequeños ‘humms’ de éxtasis
cuando tomó mi clítoris suavemente entre los labios y empezó a chupar.
Cuando su grueso dedo se deslizó dentro de mí, me sentí apretar
desesperadamente. Alternando entre lamidas y embestidas, me arrastró
más y más cerca del borde de la cordura. Extendí la mano, desesperada
por algo para aferrarme, para poder sostenerme de caer, caer con tanta
104

fuerza en el abismo.
Encontré el borde de la mesa cuando el mundo se abrió. Por
Página

debajo en mi vientre, la dolorida pelota rodó hacia arriba y hacia el


exterior, tan lento que se adueñó de todo, hasta que de repente se abrió.
—¡Mierda! —grité mientras me sacudía con tanta fuerza que la
mesa se sacudió por debajo de mí, ni siquiera importándome si alguien
escuchaba, venía o si alguien se enteraba de lo loco que era para mí
creer que esto no significaba nada en absoluto.
Porque desde el borde de mi visión lo pude ver observándome.
Toda su atención estaba en mí, sus labios abiertos, sus ojos salvajes.
—Maldita sea, Bit. Te habías estado conteniendo antes.
—No —protesté sin fuerzas.
—Sí, lo estabas. —Sonrió, sus labios brillando húmedos,
cubiertos de mí—. Y ahora que se cómo luce verdaderamente… —Su
voz se apagó cuando se puso de pie y se quitó la camiseta por encima
de su cabeza.
…No tiene que significar nada.
Cuanto más intentaba aferrarme a ese pensamiento, más evasiva
me volvía. Busqué a tientas, tratando como el infierno de recordar que
esto no era más que una última aventura antes de la boda, pero cuando
la boca de Jax cubrió de nuevo la mía, todos mis pensamientos me
abandonaron, incluyendo ese. En su lugar, pensamientos de él
invadieron mi cerebro; cómo se sentía bajo mis manos, su piel tan
caliente que casi hervía. Cómo su corazón se aceleró bajo mis dedos
mientras besaba un camino hacia el centro de su pecho. Cómo nuestras
manos fueron a la hebilla del cinturón, y él golpeó con fuerza las mías
para alejarlas con un gruñido impaciente. Cómo traté de tomarlo en mi
boca cuando se quitó el bóxer, pero me tomó la cara con las manos y
me besó de nuevo y de repente no hubo barreras entre nosotros. Me
apreté contra él, necesitando sentir cada centímetro de mi piel cubierta
con la suya.
—Estoy limpio —murmuró en mi boca—. Puedo mostrarte los
papeles, pero te lo prometo ahora, estoy limpio. Me hice la prueba en el
momento en que oí que venías a casa.
Me reí contra sus labios.
—¿Simplemente asumiste que me follarías? Oh, Dios mío, eres
tan putamente engreído.
105

Presionó su frente contra la mía, así que el azul de sus ojos fue el
color de todo el mundo.
—Tienes razón, nena.
Página

—Jesús, Jax. Solo fóllame. Ahora.


Separó mis muslos con sus manos, posicionándome debajo de él.
Alcé la cabeza y miré allí donde nos uníamos. Él era tan largo, tan
imposiblemente duro. Mis brazos cayeron cuando se enterró dentro de
mí y me atrapó, enrollando sus brazos alrededor de mí, así estuve
acunada contra ellos.
Y luego el solo… se quedó allí.
—¿Jax? —Me meneé, envolviendo mis piernas a su alrededor e
intenté atraerlo hacia arriba, pero era como tirar de una roca.
—¿Lo querías salvaje, Bit?
—¡Sí! —jadeé.
—Te lo daré salvaje, chica codiciosa. ¿Pero esto? —Deslizó una
mano desde mi pecho hasta ahuecar mi mejilla—. Esto es para mí.
Me sostuvo la mirada por un momento.
...No tiene que significar...
No pude terminar la frase. No cuando me miraba de esa manera,
como si lo único que quisiera fuera verme allí, conectada a él de esta
manera. Y cuando se sació, comenzó a moverse.
Fue un proceso lento en un primer momento. Deslizó sus manos
debajo de mis caderas y me levantó para que nada pudiera distraer la
atención de su húmedo deslizamiento. Dentro y fuera, el único sonido
era el de nuestras respiraciones jadeantes, desiguales. Salió casi por
completo y me miró.
—Sí —susurró.
Y entonces tuve lo que quería.
La salvaje, aporreante urgencia explotó de sus caderas. Me agarró
con tanta fuerza que chillé del dolor. Fue rápido, y urgente, su discurso
delegando en deliciosos gruñidos desesperados. Envolví mi mano
alrededor de su espalda y él cayó hacia delante, rodando sus caderas
con cada empuje, cada vez más rápido ahora.
—Te sientes tan bien —se quedó sin aliento contra mi pecho—.
No puedo... no voy a durar mucho tiempo. Córrete para mí, Lil. Quiero
sentirte a mí alrededor. —Llegó entre mis piernas y presionó su pulgar
106

en mi clítoris, el movimiento de sus embestidas coincidiendo con el


ritmo de sus caderas—. Ahora, bebé. Córrete…
Página
22
Traducido por IviAbernathy
Corregido por Lelu

Jax
El paraíso es Lily desarmándose debajo de mí.
El alivio que fluyó por mi cuerpo fue casi tan intenso como el
placer. Ella me escuchó. Dijo mis palabras y supe, supe que fui
perdonado.
‘Eres tan malditamente arrogante.’ ‘Tienes razón, nena’ esas
fueron las palabras que dijimos esa mañana en que me encontró
tumbado entre dos rubias demasiado viejas para mí, borracho hasta el
culo con whisky y mi propio narcisismo. Esas palabras hicieron eco en
mi cabeza durante tanto tiempo, que tuve que escribirlas en la canción
que hice para ella.
Esperaba que dijera algo, cualquier cosa que significara algo para
ella, como se sentía sobre la canción. Lily no se iba por las ramas de
esta manera. Pero cuando me provocó con ellas, supe que finalmente
me había oído. Ella escuchó mi disculpa cantada y ahora las cosas iban
de la manera en que debían ser para nosotros…
Con sus ojos abiertos fijos en mi cara mientras la veía hacerse
añicos debajo de mí.
Lo vi todo. No había una jodida manera en que no fuera a
recordarlo por siempre. La forma en que sus ojos se abrieron en el
último momento antes de apretarlos y cerrarlos, como si fuera
demasiado para tomarlo. Me hubiera gustado ir más profundo, de
alguna manera. Quería darle más, más de lo que tenía para darle, pero
ella merecía malditamente todo lo que tenía y algo más. Así que la
107

presioné, más duro, más alto, hasta el límite de mi resistencia y mi


recompensa fue su pequeño cuerpo aferrado al mío y sus labios
perfectos jadeando mi nombre una y otra vez. Sentí mi propio orgasmo
Página

salir disparado, al rojo vivo y ardiente, pero no quería que se terminara.


Seguí moviéndome como un hombre poseído.
Lo era.
Un resonante silencio llenó mis oídos mientras poco a poco
recobré mis sentidos. Lily me miraba. Su perfecto cuerpo era suave y
brillante. Llevé mis labios a su cuello y saboreé la sal en su piel.
—¿Estás bien? —pregunté. Necesitaba saberlo.
Apretujó mi espalda con sus rotas y mordisqueadas uñas.
—Estoy bien —dijo en mi cuello. Luego tembló un poco. Me alejé
para ver que estaba riendo.
—¿Hay algo divertido sobre esto, Bit? —gruñí probándola.
—Yo no… —se secó los ojos—. Estoy bien.
—Sonaste un poco desquiciada.
—Estoy un poco trastornada. Acabo de follar con mi hermanastro
en una mesa plegable. Creo que eso cumple con los requisitos.
Una fría tensión apretó mi corazón.
—Aun no —mascullé. Separarme de ella fue una de las cosas más
furas que he hecho. Tenía miedo de lo que sucedería cuando ya no la
estuviera tocando—. Tenemos…
—Nueve días más —dijo. ¿Era tristeza eso en su voz? No pude
decidir.
—Técnicamente aún son diez —la corregí, mirando el reloj en la
pared.
—Sip, pero mañana…
—Entonces hagamos que aún no llegue mañana.
—¿Cómo diablos funciona?
Me puse el jean y tomé un pañuelo de la estantería de espejos. Lo
aceptó con una mirada de agradecimiento y limpió sus muslos.
—Te limpiaras y vendrás conmigo.
Alzó la cabeza.
—¿Ir contigo? —Sus ojos casi se le salían del rostro.
—Sí, Bit —dije casualmente. Sabía en lo que estaba pensando.
Durante el tiempo que estuvimos juntos siempre nos escondíamos por
108

ahí. Siempre tuvimos cuidado de no ser vistos como una pareja. Pero
ahora, ¿luego de esto? Lo necesitaba. Necesitaba llevarla por ahí,
presentarla como mía.
Página

Era estúpido e imprudente y probablemente horriblemente


contraproducente, pero estaba bastante acostumbrado a eso ahora.
—Hay una fiesta. Ven conmigo. Sé mi cita.
Siempre me gustó lo sencilla que era Lily. No podía mentir ni
mierda, cada pensamiento que tenía era un libro abierto que se podía
leer en su rostro. Era algo que la hacía única en mi mundo y el por qué
siempre atesoré sus reacciones. Pero en este momento, podría haber
funcionado siendo un poco menos transparente.
Su boca se abrió y se cerró, y luego se sacudió minuciosamente,
desde la punta de los dedos de los pies descalzos todo el camino hasta
los hombros. Parpadeos de preocupación, temor, y algo que no pude
identifica, pasaron por su rostro. Y entonces de repente... se apagó.
—¡Bien, seguro! —dijo alegremente, pero era falsa. Todo iba mal.
—Genial. —Sonreí, pero se sentía como una máscara que me
estaba colocando. ¿Qué demonios acaba de pasar? En un momento
estaba mirándome con toda la confianza en el mundo, y luego al minuto
siguiente, se cerró por completo. Apreté los puños y, por primera vez
desde que la vi en la multitud, me aparté de ella.
¿La leí de manera equivocada? Tal vez le preocupaba ser vista
conmigo, con nuestra nueva conexión familiar. Pero eso no era todo.
Podría decirlo. No se había resistido cuando le pregunté para salir
conmigo. Se asustó cuando le pedí que fuera mi cita.
¿Le avergonzaba ser vista conmigo?
El hielo en mis venas fue reemplazado de repente por una caliente
furia. Sería una cosa si fuera hace un año atrás y yo todavía fuera un
estúpido niño arrogante dependiendo del nepotismo para hacer mi
camino, pero acababa de verme en el escenario esta noche. Estaba
haciendo algo por mí mismo, separado de toda la mierda de mi madre.
Era un maldito hombre ahora, un músico por mí cuenta y ella era un
testigo de primera mano.
Y por la cosa de los hermanastros, ¿a quién le importa una
mierda? No estábamos emparentados, no consanguíneamente, al
menos, y éramos malditos adultos. Que nuestros padres se casaran no
significaba nada, si piensas en ello. Lo cual yo hacía. Obviamente.
Entonces, ¿cuál era su problema?
109

La besé mientras se vestía, ayudándole a encontrar un zapato


perdido y acomodando su salvaje cabello por ella, pero me sentí como
un robot haciéndolo. Intenté alejar el enojo y traté de saborear cómo se
Página

sentía firmemente acurrucada contra mí en la parte posterior de la


chatarra de coche de Casper mientras conducíamos a través de la
noche. Pero su silencio indeciso flotaba en el aire que nos rodea como
una barrera que pensé que ya había caído.
La casa en el acantilado pertenecía a Kayla, una amiga ricachona
de Banks, aunque los dos no podrían haber sido más diferentes. Ella
debe habernos estado esperando, porque se balanceaba por la puerta
principal cuando llegamos, bailando descalza con música que sólo ella
podía oír.
—Hey, chicos —canturreó—. La fiesta se mudó hacia la playa.
—¿Estás lista? —le pregunté a Lily. Era la primera vez que
hablábamos desde que le pedí que fuera mi cita.
—Seguro —dijo—. Dirige el camino, estrella de rock.

110
Página
23
Traducido por IviAbernathy
Corregido por Lelu

Liliana
Seguí su ancha espalda a medida que nos abrimos paso
cuidadosamente por la escalera de madera atornillada al acantilado. La
luz de la luna reflejada en el agua tranquila, iluminando toda la playa
en un resplandor azul de otro mundo. Todo parecía plano, las luces y
sombras desaparecidas, descentrando mi percepción.
A dos pasos del fondo, el talón de mi pie quedó atrapado la parte
trasera de un escalón y me caí hacia adelante con un grito y me estrellé
contra Jax.
Se dio la vuelta y me atrapó justo antes de que terminara
desparramada por el suelo.
—¿Estás bien? —preguntó, enderezándome suavemente.
Sus manos se detuvieron en mis hombros. Estábamos a la misma
altura parados en los escalones de esa manera, y la luna alumbró la
parte posterior de su cabeza para que sus ojos fueran profundos
charcos de sombra.
—Estoy bien —jadeé. No fue la caída lo que me tenía sin aliento.
Jax no asintió o continuó su camino. Presionando su palma en mi
mejilla, me miró, con los ojos como dardos moviéndose como si
estuviera tratando de leer un libro incomprensible.
—Bueno —dijo. Tomó mi mano y me llevó a través de la suave
arena hacia el grupo de personas sentadas alrededor de una fogata en
la playa. El sonido de una guitarra suave, sólo unos rasgueos de
acordes y arpegios perezosos flotaba en la noche junto con el olor del
111

humo de madera que siempre me puso algo nostálgica por la infancia


que no tuve. Tomé la mano de Jax con más fuerza.
Página

Miró hacia atrás sin hablar, pero parecía saber que necesitaba
tranquilidad, porque él esperó un momento hasta que estuve a su lado,
y luego me tiró fuertemente hacia él.
—A este grupo no le importa una mierda lo que soy o lo que
somos. Todos ellos tienen su propia mierda con la que tratar. No te
asustes de mí, Bit. —Hizo una pausa—. Pero si comienzas a asustarte,
házmelo saber y te sacaré de aquí. Sólo quiero estar contigo un
minuto... donde nadie esté mirando.
Empezó a caminar de nuevo, pero me encontré clavada en el
suelo pos sus suaves palabras. Esto no era lo que estaba esperando.
Ese momento en el pasillo había sido divertido, imprudente, y sin
sentido. El Jax que me presionó contra la pared... él era el idiota
arrogante al que estaba acostumbrada. El que me había enseñado a mí
misma a despreciar. Ese era el Jax quería odiar, follar y olvidar.
¿Este Jax? ¿Ahuecando mi cara y buscando mis ojos? ¿El que me
daba seguridad en lugar de mierda? ¿Quién diablos era?
Me estremecí.
—¿Tienes frío, Bit? —Jax preguntó. Sin esperar mi respuesta, se
sacó su maltratada chaqueta de cuero de sus hombros y la arrojó
alrededor de los míos. Dio un paso atrás, hundiéndose en la arena
suave y me sonrió—. No sé qué esperaba. Parece que llevas puesta una
capa.
La coloqué con fuerza a mí alrededor.
—O un saco de dormir. —Estaba rodeada por su olor—. ¿Pero no
tendrás frío?
—Sí. Razón por la cual es necesario que te quedes cerca de mí.
Para mantenerme caliente. —Se dejó caer en uno de los troncos cerca
del fuego y tiró de mí hacia su regazo—. Así. Eso está mejor.
Me recosté contra su pecho, cada nervio de mi cuerpo en alerta
roja. Pero Jax tenía razón. Unas pocas personas se volvieron en nuestra
dirección, pero sólo nos dieron blancas y amigables sonrisas antes de
volver a sus conversaciones. Me relajé en el pecho de Jax. Él apretó los
labios contra mi cuello y luego apoyó la barbilla en mi hombro.
Una fogata en la playa. Era tan... normal que sentí una punzada
de dolor por la ‘yo’ que nunca fue. Una adolescente normal pasando el
tiempo en la playa con amigos, en los brazos de un novio amoroso y sin
complicaciones.
112

Jax besó una vez más el lugar donde mi cuello se unía con mi
hombro y de repente, enojo brotó de mi pecho.
Página

—Basta —dije, levantándome de su regazo. Me observó


confundido. Yo estaba confundida. Un extraño pánico subió por mi
espina—. ¿Qué estás haciendo? —demandé.
—Por lo que puedo decir, estaba besando tu cuello —dijo.
—Sí, pero ¿por qué?
Pude ver surcos de sombras oscuras en la luz del fuego.
—Bueno, principalmente porque me gusta tu cuello.
Alcé la mano en señal de frustración.
—¿Recuerdas la última vez que estuvimos juntos en la playa?
Jax entrecerró los ojos.
—Claro que me acuerdo —dijo de mal humor—. ¿Qué clase de
pregunta es esa?
No lo sé. Necesitaba sentir el dolor de nuevo. Escarbar la costra
que parecía insistir en curarse.
—Estabas tan borracho. Me dijiste...
—Te dije como me sentía sobre ti. Si —interrumpió.
Me morí el labio, mi ira se descarriló brevemente. Los recuerdos
agitaban cosas dentro de mí, cosas que estaban luchando muy
duramente para mantenerse quietas.
—Lo hiciste —dije cuidadosamente—. Estabas definitivamente
borracho y pensé...
Él se puso de pie.
—Lo dije en serio, Bit. Todo. —Se pasó los dedos por el pelo hasta
que lo levantó en mechones salvajes que dolía por acomodar—. Mierda,
todavía lo siento. Nunca dejé de hacerlo. —Señaló con el dedo a mi
pecho—. Tú huiste de mí, no al revés, te lo recuerdo.
El dolor me inundó de nuevo.
—¿Huir? ¿Es eso lo que crees que hice?
—¿Cómo diablos más se lo puede llamar?
—¡Seguir adelante! —dije. Tiré de su chaqueta por encima de mis
hombros y me hundí dentro de ella, luego me di cuenta de que era un
error. Todo olía a él. Me encogí de hombros, dejándola caer a la arena.
Me congelé al instante, pero no quería darle la satisfacción de
113

necesitarlo como lo hice una vez—. Luego de que claramente tú


siguieras adelante.
Su boca se abrió y luego se cerró y la luz que había estado
Página

ardiendo en sus ojos desde el show de repente desapareció de nuevo. Ni


siquiera me había dado cuenta que estaba allí hasta que había
desaparecido.
—¿Y cómo está funcionando el seguir adelante para ti, eh? —
preguntó—. Todavía estás aquí. Todavía estamos... —Hundió las manos
entre mis piernas y lo empujé, caliente, fresca ira burbujeando en mis
venas.
—¡Estoy aquí porque nuestros padres se van a casar, idiota de
mierda!
Me apretó aún más.
—No. Aquí. —Ondeó la mano para abarcar el fuego, el océano
oscuro, la arena bajo nuestros pies—. Estas aquí. Conmigo. No has
seguido adelante más de lo que lo he hecho yo. No se puede seguir
delante de lo que tenemos, Liliana. Estas jodida por mí.
No me di cuenta de que estaba sacudiendo la cabeza hasta que le
disparé la palabra.
—¡Tonterías! —Comenzaría a llorar en cualquier momento ahora,
y eso me enojó—. ¿Con cuantas mujeres has cogido desde que me fui,
eh? ¿Cuántas luego de eso? ¿Sabes con cuántos hombres he estado?
Uno. —Lo apuñalé en el pecho con mi dedo—. ¿Entones cómo me dirás
que lo soy?
Lo golpeé de nuevo, pero me alejó de un manotazo como a una
mosca.
—Siempre lo has sido —dijo con tristeza. Luego se volvió al fuego.

114
Página
24
Traducido por Florpincha
Corregido por Lelu

Jaxson
Ella se fue pisando fuerte, a juzgar por el sonido. La oí saludar a
Kayla y Harlow y pedir de lo que estaban bebiendo. Estaba posicionado
junto al fuego, con las manos metidas en los bolsillos, para impedirme
perforar algo, fingiendo que no quería correr tras ella y demandarle qué
coño acababa de pasar, estaba volviéndome loco.
—Vi eso, amigo. —Todavía estaba tratando de escuchar lo que
Lily estaba diciendo, así que cuando Casper apareció a mi lado, como el
fantasma de culo pálido que era, casi salté de mi piel.
—Joder. Cabrón, voy a hacer que uses una campana.
Él sonrió.
—Probablemente me habría agarrado a la pila de amplificadores y
hecho todo un solo al estilo de los años 80, y todavía no te habrías dado
puta cuenta. —Su sonrisa se desvaneció—. Nunca he visto que te
pongas tan nervioso por una chica antes.
—No estoy nervioso. —Hice una mueca, tirando de mi brazo antes
de que él intentara acariciarme o algo así—. Ella está loca. Están todos
locos.
Casper, se pasó la gran mano por su cabeza calva.
—Yo solía pensar eso también, antes de conocer a Harlow. —
Lanzó una mirada tierna y seguí su mirada.
Eso fue un error. Lily estaba de pie junto a ella, con la cabeza
echada hacia atrás en una risa salvaje. Harlow le dijo algo al oído que la
115

hizo escupir su bebida, luego levantó su copa, en señal de saludo. Kayla


empezó a menear sus caderas y Lily rebotó sobre los dedos de los pies
cuando un guitarrista al azar recogió su acústica y comenzó a rasguear
Página

una melodía familiar.


—Eso allí, es una cosa bonita —dijo Casper. Levantó la cerveza en
dirección de Harlow y ella le lanzó un beso de vuelta. Lily la miró y
luego a nosotros. Su nariz se arrugó y vertió un trago en su garganta,
antes de volverse de espaldas a mí y empezar un baile en un círculo,
moviendo su pequeño cuerpo en una ondulación maniaca.
—Ya veo porque te gusta —se rio Casper entre dientes.
—Jódete —gruñí. No me gusta verla así. No me gusta que nadie
vea esta versión de Lily, la versión salvaje, desquiciada, que pensé era
solo para mí.
Las tres chicas chillaron, porque el guitarrista se levantó y
comenzó a pasear entre ellas. Pude ver la mirada en sus ojos, y tampoco
me gustó malditamente eso. Lily gritó de nuevo y levantó su vaso en su
dirección, habiendo perdido la cuenta de su número de bajas. Y, de
repente, mis pies se movían.
Caminé a su lado, inserté mi cuerpo casualmente, entre ella y el
guitarrista. Parecía confusa porque estaban sosteniendo su espalda
mientras bailaba, hasta que vio que era mi mano.
—Más despacio, Liliana —silbé—. No se puede beber de esa
manera.
—¿Cómo diablos lo sabes? —arrastraba las palabras,
balanceándose ligeramente—. Oye, ¿quién demonios eres, de todos
modos?
—Lily, detente.
—¡Ya se! ¡Eres ese chico “arrogante”!
—Cierra la puta boca.
—Hijo de Annie Blue, ¿verdad?
Apreté los dientes.
—Joder Lily, eso es bajo.
Ella sonrió y bailó delante de mí.
—Sí, y está escribiendo una canción divertida sobre su ex.
—¿Qué demonios?
—¡Salud! —Ella levantó su vaso y echó otro trago, y luego tropezó
hacia atrás. La atrapé mientras se hundía en el suelo.
116

—Cristo, Lily. No sé qué coño estas tratando de hacer aquí. Pero


termina ahora. Te voy a llevar a casa.
Página

—¿Va a estar bien? —preguntó Harlow—. ¿Sabes cómo llegar a su


casa?
—Sí —murmuré, mientras recogía a Lily en brazos. Ella murmuró
algo en señal de protesta, a continuación su cabeza se apoyó en mi
hombro—. Sé dónde vive. Oye, ¿me haces un favor?
—¿Qué necesitas?
—Tráeme las llaves del coche de Casper. Dile que se las devolveré
en la mañana.
—Por supuesto. —Harlow tropezó ligeramente a través del club y
yo estuve agradecido por un momento de que mi amigo haya
encontrado una buena.
Kayla se puso de pie, sonriendo y balanceándose.
—Ella es bastante pequeña. —Observó, como si fuera una puta
revelación.
—No me digas —me quejé. Demasiada pequeña para estar
bebiendo como un pez. Esta era mi área de especialización, no la de
ella.
—Aquí tienes, Jax. —Harlow corrió sin aliento a nosotros y me
entregó las llaves—. Dijo que te diga que el registro se venció. No corras.
—Oh, mierda. Bueno, eso es increíble. Dile que pagaré para que
este registrado como agradecimiento. —Metí las llaves en el bolsillo y
levante a Lily en mis brazos—. No estaba aquí esta noche, ¿de acuerdo?
—¿Qué? —Kayla parecía confundida.
—Nada. Nos vemos pronto damas.
—¡Adiós, Jax! —Kayla levantó su brazo y lo agitó como loca,
atrayendo la mirada de unas personas sentadas al lado del fuego.
Genial, más público. Este no era el tipo de atención que quería
conseguir.
Harlow me observó con atención mientras me habría camino por
la escalera, Lily era tan ligera como siempre en mis brazos, pero cuando
empecé a subir mis brazos empezaron a arder. Su cabeza cayó sobre mi
hombro…
—Significa…nada… —murmuró, y luego la dejó caer hacia atrás.
—Jesús mierda, Bit. —Alcancé el rellano y la bajé al suelo de
117

madera. Me puse de pie y me estiré—. ¿Qué demonios fue eso?


Para mi sorpresa, ella levantó su pesada cabeza y entrecerró los
Página

ojos hacia mí.


—Yo solo quería tener un poco de diversión —ella arrastró las
palabras antes de apagarse de nuevo.
—Beber tu peso corporal en alcohol no es el camino correcto para
divertirse. —Joder, ¿Cuándo me convertí en una puta monja? La
castigaba como su padre. Bueno, no realmente. Su verdadero padre se
habría, probablemente, unido y habría ido trago por trago con ella.
—No aquí —se quejó, levantando los brazos y luego dejándolos
caer en gran medida a los costados—. Contigo.
Me agaché.
—Me estaba divirtiendo contigo, Lil. Justo hasta el momento en
que te volviste una psicópata conmigo.
No respondió. Me puse en cuclillas, esperando, conteniendo la
respiración.
Ella dejó escapar un suave ronquido.
Me reí. No pude evitarlo.
—Vamos, Bit. Vamos a llevarte a la cama.

118
Página
25
Traducido por IviAbernathy
Corregido por Lelu

Liliana
La habitación estaba demasiado caliente y luminosa. Quité las
sabanas de mi cuerpo sudado y vi que llevaba puesto mi pijama
purpura de franela.
Lo observé, confundida. Definitivamente no había usado esto en
el club la noche pasada. Recordaba especialmente mi vestuario, porque
me había tomado mucho tiempo elegirlo. Pensé que había desgarrado
mi blusa favorita violeta cuando nosotros… cuando Jax...
Me tomo un minuto darme cuenta que el patético gemido que
escuchaba provenía de mí.
Algo me poseyó cuando lo vi en el escenario. Una salvaje,
peligrosa y desesperada necesidad. Quería que me follara, pero cuando
lo hizo se sintió más como… hacer el amor.
Quité rápidamente el pensamiento de mi palpitante cabeza y me
coloqué en posición vertical. Mi boca sabía cómo un viejo calcetín y se
sentía como un desierto. Fue entonces cuando vi el vaso de agua en el
estante junto a mi cama.
Él me había vestido con el pijama, metido en la cama, dejó un
vaso de agua para cuando despertara con el inevitable dolor de cabeza.
Eso fue… muy agradable.
Le saqué el dedo a Jax en frente de un montón de sus amigos. No
porque fuera un idiota. Sino porque había sido demasiado agradable.
De repente me sentí como la peor persona del mundo.
119

Mi resolución de odiarlo — follar con él en una divertida y sencilla


aventura se alejó con el humo de la fogata. Bebí demasiado, y me llevó a
casa a salvo, me desvistió sin despertarme y me introdujo en la cama.
Página

Las aventuras no hacían eso por el otro. Algo había cambiado la noche
pasada. Él cambió.
Me coloqué las manos en la cara, queriendo esconderme de la luz
del sol. Aún me quedaban nueve días aquí. Lo único que podía hacer
era evitarlo hasta el día de la boda, y huir antes de causar más daños. A
él, o a mi frágil fuerza de voluntad.
Luego de terminar mi vaso de agua, me sentí ligeramente mejor.
El agua chapoteó en mi estómago mientras me vestía lenta y
dolorosamente. Saqué la cabeza al pasillo. Su puerta estaba cerrada,
pero eso podía significar cualquier cosa. Esperé que estuviera en
cualquier parte excepto allí. No podría soportar que me viera así. No
cuando aún podría sentir el dolor de la noche pasada entre mis piernas.
Entonces la puerta de su habitación se abrió, y Jax salió llevando
un vaso de agua. Se detuvo.
—Oh, estas despierta.
Estaba vestido, duchado y afeitado y su cabello lucia
recientemente arreglado. El azul era tan intenso que me dio dolor de
cabeza.
—¿Estuviste viéndome dormir de nuevo? Oh dios mío, Edward
Cullen, deja de ser tan extraño.
—¿Quién?
—Me tomas el pelo, ¿verdad? —Moví una mano—. No importa.
—Solo estaba trayéndote más agua, psicópata. —Dejo el vaso en
mi mesita de luz y tomó el vacío, antes de retroceder con las manos en
alto.
Me apresuré pasa azotarle la puerta, entonces instantáneamente
el sonido partió mi cráneo.
—Owwww —gemí, hundiéndome en la cama—. Jamás volveré a
beber.
Jax se carcajeó del otro lado de la puerta.
—¿Te estas riendo de mí? —pregunté.
—Sip.
—¿Por qué?
120

—Porque estas siendo ridícula. Abre la puerta, Lily.


—No.
Página

—Tengo aspirinas…
Me escabullí miserablemente hacia la puerta y la abrí mientras
miraba hacia abajo, a sus pies.
—Dámelas.
—Di ‘por favor’.
—¿En serio? ¡Idiota!
—¿Entonces supongo que no las quieres?
—No, no las quiero. No quiero nada de ti.
Espero durante un latido.
—Eres una mentirosa.
—No lo soy. —Feroz, me recordé—. Solo eres un mal hábito.
Puedo superarte cómo puedo dejar de morder mis uñas.
Levantó mi mano y le dio la vuelta. Fui consciente de cada
centímetro que su piel hizo contacto con la mía mientras inspeccionaba
cada uña desigual, recientemente mordidas.
—Ajá —dijo.
Quité mi mano y mis dedos fueron de inmediato a mis labios,
antes de recordar y bajarlos de nuevo. Alcé la barbilla.
La boca de Jax se curvó en una sonrisa de sabelotodo. Se inclinó
hacia adelante, tan cerca que podía sentir los átomos zumbando entre
nosotros.
—Algo bueno sobre mí, Lil. No soy un cobarde.
Azotar la puerta no se sintió ni de cerca tan bien esta segunda
vez. Se sintió como que admití que él ganó.

***

Abrí mi puerta de nuevo no mucho después, determinada a no


esconderme. Podía manejarlo. Había otras personas en la casa más allá
de Jaxon Blue, y los encontraría.
El sonido de lejanos golpeteos y gritos joviales me llevaron por la
casa hasta la cocina, para encontrarme a mi padre sentado en la isla
con un montón de circuitos desparramados en frente suyo. Anteojos, la
121

primera vez que se los vi puestos, colgados en la punta de su nariz y


miraba por encima de ellos mientras maldecía suavemente a un
alambre.
Página

—Buen día, papá —dije deslizándome en una silla. Miré alrededor


impacientemente. Jax no estaba.
Papa alzó la vista y me dio una sonrisa torcida.
—De hecho “buenas tardes”, pero no importa.
Observé el reloj. Tenía razón. De repente me sentí como una
haragana perezosa.
—¿En qué estás trabajando?
—Cosas para el estudio.
—¿No deberías estar trabajando en cosas para la boda? —le
sonreí—. Te casaras pronto y todo eso.
Ondeó la mano.
—Annie tiene todo cubierto. Honestamente, ¿crees que me dejará
algo acerca del gran día? Solo me presentaré, utilizando un traje de
mono y manteniendo la boca cerrada.
Vi mi oportunidad. Una manera de mantenerme ocupada y fuera
de las proximidades de Jaxson Blue.
—Sabes, me has hecho venir aquí porque dijiste que necesitabas
ayuda con la planificación, y hasta el momento, lo único que he hecho
es dormir y escribir. ¿Hay algo para lo que me necesites hoy?
Volvió a mirar hacia abajo a sus cables.
—No, Bit. Sólo siéntate.
—¿Realmente? ¿Nada?
Hizo una mueca de dolor.
—Bueno, tal vez algo.
Me incline hacia adelante, ansiosa por la distracción.
—¿Qué es?
—Annie quiere que escribamos nuestros votos y esa mierda. —
Hizo una mueca de nuevo cuando maldijo, pero le reste importancia con
un gesto de la mano—. No soy bueno con las palaras. Tú lo eres. Eres
realmente buena escribiendo esas mierdas floreadas. Esperaba que me
ayudaras con los votos.
—¡Oh, papá! —no pude evitarlo, chillé.
122

—Mi dios, ustedes chicas son todas parecidas, ¿no? —pero sonrió
orgulloso y quitó un mechón de cabello de mi rostro.
Página

—Podemos comenzar ahora. ¿Dónde hay un trozo de papel?


—¿En serio? ¿Ahora? —miro sus con cables con nostalgia—.
Tengo tiempo, ¿lo tengo?
—Lyle Charles Nesbit, no escribirás tus votos la noche antes de
caminar por el pasillo. Tú me pediste ayuda, y esa es mi única
condición.
—Realmente suenas como tu madre, ¿lo sabes? —Bajó la mirada,
la tristeza cubrió la brusquedad.
—Lo tomaré como un cumplido.
—Deberías. Fue una grandiosa mujer. Fui un marido de mierda
para ella, pero eso no fue su culpa.
Mi corazón se saltó un latido. Mis ojos se llenaron de lágrimas y
miré hacia el trozo de papel que deslizó frente a mí.
—Siempre hay lugar para las segundas oportunidades, papá —le
dije. Las palabras hicieron eco en mi cabeza incluso luego de que las
dijera, colgando allí como el último acorde de una balada triste y llena
de pena.
—¿En serio lo crees? —papá me preguntó.
Cubrí su mano.
—Sí.
—Yo también —dijo Jax desde la puerta.

123
Página
26
Traducido por Loly
Corregido por Ami Natera

Jax
Bit saltó un metro de alto y las puntas de las orejas se pusieron
rojas. Te atrape, pensé para mí mismo. No te puedes esconder detrás de
la puerta esta vez, Bit.
—¿Cuánto tiempo has estado ahí? —preguntó vacilante.
—Suficiente para escuchar que el anciano necesita un poco de
ayuda. —Saqué una silla de la mesa y pasé la pierna por encima de
ella—. Estoy herido, ya sabes, que no me preguntaras.
—¿Sí? No creí que estuvieras interesado. —Nails me miró por
debajo aquellas cejas tupidas. El estilista que la disquera contrató para
mi banda tendría un ataque al corazón al ver esas orugas.
Me recosté en mi silla. Lily estaba mirándome asesinándome con
la mirada y la verdad sea dicha, yo mismo estaba buscando una pelea.
Vamos a hablar acerca de la playa, ¿qué demonios ha pasado? De
una forma u otra, Lil Bit. De esta manera es sólo va a ser más divertido.
—Esa es mi madre con la que te vas a casar, viejo cabrón. Está
loca, pero todavía quiero que la trates bien.
Nails imitó mi postura.
—¿Acaso ya no lo hago?
Tenía que concederle ese punto.
124

—A tu manera, viejo.
¿Nails Nesbitme acaba de mirar con cariño...? Eche un vistazo a
Lily y pude ver lo vio también. Asentí con la cabeza en su dirección.
Página
—Hey, Bit, despierta, estamos aquí intercambiando ideas. ¿Qué
hay de esto, Nails? ¿Por qué no dices algo acerca de la forma en que
siempre la arropas cuando ha bebido demasiado?
Lily me miró boquiabierta.
—¿Has oído eso, Bit? —la presioné—. “Siempre te arroparé
cuando has tenido demasiado de beber”. Escribe eso.
Algo de fuego retornó a sus ojos. Oh, eso te llegó, ¿eh? Tengo unos
cuantos más. Me incliné hacia adelante, listo.
Se acomodó en su silla con remilgo y garabateó algo en el bloc de
notas.
—Está bien, lo tengo. Ahora, papá, ¿qué tal esto? También debes
decir algo acerca de serle siempre fiel. De hecho, eso es, probablemente,
el voto más importante que puedes hacer cuando amas a alguien.
Debes poner eso en primer lugar. Tiene sentido, ¿cierto?
Interrumpí antes de que Nails pudiera responder.
—Podrías hablar sobre nunca tener miedo a decir que lo sientes.
—Y que siempre recurrirás a ella en primer lugar con tus
problemas y no iras a compartirlas con la prensa. —Lily contraatacó.
—¿Por qué diablos haría eso? —Nails se quejó.
Me quedé mirando a Lily. Su respiración era más entrecortada
ahora y yo sabía que ella apenas se daba cuenta de que su padre estaba
en la habitación. También sabía que no me importaba una mierda que
nos estuviera escuchando.
—Es posible que desees mencionar que tienes su nombre tatuado
sobre tu corazón.
Lily parecía horrorizada, pero Nails sólo se veía confundido.
—¿Lo tengo?
No lo miré. Estaba demasiado ocupado mirando a Lily.
—Es una metáfora. —Lo descarté con la mano.
—Tal vez lo haré de verdad —reflexionó Nails.
—Sí, debes hacerlo totalmente. A las chicas les gusta ese tipo de
125

manifestaciones de tu amor. — Hice una pausa deliberada—. Creo que


depende de la chica, sin embargo.
Página

—Suenas como si estuvieras hablando por experiencia —dijo


Nails arrastrando las palabras.
—¿Quién, yo? —Me eché hacia atrás de nuevo—. Nah. Mis
tatuajes son sólo imágenes. No significan nada para mí. —Flagrante
mentira de mierda, pero supongo que quería lucir como un completo
idiota aquí. Es lo que ella esperaba.
Lily hizo un sonido pequeño como de dolor y al instante quise
rectificar lo que dije.
—Papá, sabes, también tal vez debes hablar acerca de la
humildad.
—¿Qué? —Nails lucía confundido. Yo no.
—¿Acerca de cómo estar enamorado es una calle de dos vías y
algunas veces hay que dejar de lado tu propio ego?
Suspiró y dejó que sus hombros se hundieran
—Está bien, seguro, escríbelo.
Golpe bajo, Lily.
—Escribe esto también, Liliana. “Juro solemnemente que siempre
voy a escuchar las palabras que estás diciendo y no saltar a mis propias
conclusiones”.
—Lo tengo —se burló Lily—. También estoy escribiendo que hagas
el voto de nunca humillarla públicamente.
—Bueno, tal vez no eso —se quejó Nails—. Soy un desastre en
público.
—Vas a hacer lo mejor posible —apretó ella, mirándome
directamente a los ojos.
—Por supuesto. —Nails se inclinó para mirar el trozo de papel con
garabatos de Lily por todas partes—. Tengo que decir, estos son algunos
putos votos extraños, chicos.
Lily cerró su mano sobre la mesa.
—Es un comienzo. Iré a escribir arriba para ti y podemos
corregirlos en los próximos días.
—Yo te ayudaré con eso también —dije, parándome.
—No, gracias. Puedo hacerlo —dijo ella con fuerza, levantando el
126

papel.
Pero mis brazos eran más largos.
Página

—Insisto. —Di un tirón y lo saqué de sus manos.


—Escucharlos a los dos me está dando dolor de cabeza —se quejó
de nuevo Nails—. Ve a hacer esa mierda por escrito y deja a mi tonto
viejo cerebro con estos circuitos.
Lily salió disparada de la habitación como un cohete.
—Hey, Lil, ¿no estás olvidando algo? —Saludé con la mano que
tenía el trozo de papel. Se abalanzó hacia mí y lo agarró de mi mano,
agarrándolo con tanta fuerza que dejó una pequeña pieza pellizcada
entre mis dedos. Me estaba riendo, pero no era una buena risa. Era una
risa tensa y forzada, como la risa de alguien al borde de la histeria. Ella
se alejó de mi otra vez, corriendo por las escaleras hacia su habitación,
pero yo podía dar un paso por cada tres de los de ella y cubrí el espacio
entre nosotros en un momento. La agarré del brazo, girándola en el
lugar preciso en que la había besado tres días antes. Se sentía como
una vida atrás.
—¿Quieres dejar de esconderte de mí y decirme lo que sucedió en
la maldita playa? —gruñí, mi corazón galopando en mi pecho.
Ella me miró, presa del pánico. Por un momento pensé que la
tenía. Su boca se abrió y se cerró mientras todas las emociones en el
mundo se enfrentaron por el control de su cara. Mi agarre se suavizó.
—Lily. —Le rogué.
A continuación, se sacudió y el libro abierto de su cara se cerró de
golpe.
—No —dijo ella. Pasó por debajo de mi brazo y corrió a su
habitación. Y me cerró la puerta en la cara.

127
Página
27
Traducido por Loly
Corregido por AmiNatera

Liliana
Busqué mi ordenador portátil y lo tiré sobre la cama. Mis dedos
ya estaban escribiendo antes de que el documento se hubiera cargado
completamente.

Siempre te seré fiel.


Te amaré por siempre
Este es mi voto.
Honrarte para siempre, tanto en público como privado.
Reconocer mis defectos y tratar de ser un hombre mejor.
Amarte cómo te mereces ser amada.
Ser tu mejor amigo y hacerte reír.
Cuidar tu cuerpo y tu placer.
Ser lento en enojarme y rápido para perdonar.
No aferrarme a los desaires y errores, ya sea intencional o de otro
modo.
Respetar siempre tus deseos y nunca ignorar tu dolor.
Ser tu compañero en las buenas y en las malas y nunca dejar que
los malos momentos quiten lo mejor de nosotros.
128

Una gota de agua golpeó mi teclado y la miré, sorprendida, antes


Página

de darme cuenta que era una lágrima. Me aparté y me quedé mirando


las letras en la pantalla, las palabras que acababan de salir de mí...
No estaba escribiendo los votos de mi padre. Estaba escribiendo
una fantasía. Al igual que mis libros con sus versiones idealizadas de
Jaxson, estaba escribiendo todo lo que quería que me dijera a mí.
Y todo lo que quería decirle como respuesta.
El tiempo se escabulló, como siempre lo hacía cuando estaba
inmersa en palabras. Cuando mi estómago gruñó, miré hacia arriba al
sol poniéndose y me di cuenta que no había comido en todo el día.
Parpadeando a la computadora, me di cuenta de que mi dolor de cabeza
sólo había empeorado y estaba en peligro de provocarme una migraña si
no comía algo, rápido.
La casa estaba extrañamente tranquila cuando salí de mi
habitación. Por debajo de mí, una figura envuelta en chales y brazaletes
salió de la cocina y levantó la vista hacia mí.
—Liliana, ¿cómo te sientes? Jax dijo que tenías una migraña.
Parpadeé, sorprendida de que había mentido por mí.
—La tenía. Siempre me deja fuera de combate durante unos días.
Estoy bien ahora, sólo con hambre — dije, mirando a su alrededor—. El
lugar luce increíble, Annie.
Realmente lo hacía. Los muebles viejos habían sido sustituidos
por numerosas piezas que, si bien no combinan, parecía que se
equilibran entre sí en una armonía discordante, cada pieza formando
una nota, un acorde. Las paredes desnudas habían sido cubiertas con
tapices suaves y arte brillante y todo el lugar brillaba con nuevas capas
de pintura y cera.
Annie miró a su alrededor, una pequeña cantidad de orgullo en
su mirada.
—Los chicos han sido maravillosos —dijo. Se veía realmente feliz
y agradecida.
Agaché la cabeza sintiéndome un poco culpable.
—¿Hay algo que querrías que hiciera para ayudar?
Annie me miró bruscamente, toda la suavidad se fue de sus ojos.
—En realidad quiero hablar contigo acerca de esto. Necesito ver el
129

vestido que llevaras.


La suave madre tierra se había ido y la obsesa por el control de
Página

ojos de acero tomó su lugar. Esta era la Annie aterradora a la que


estaba acostumbrada.
—Um, ¿ahora? ¿Puedo comer algo primero?
—Voy a pedirle a Diggs que te haga un sándwich. Tengo que
encargarme de esto ahora antes de que pase mucho más tiempo.
—Um, ¿encargarte de qué?
—La combinación de colores en el altar. Estarás de pie con tu
padre...
—¿Lo estaré?
Ella me lanzó una mirada mientras rápidamente me pasó en la
enorme escalera.
—Por supuesto que sí. Eres la madrina.
—¿Lo soy? —Pensé que sólo iba a asistir a la boda, no ser una
parte de ella—. ¿Qué significa eso?
—Esto significa que tu vestido no puede entrar en conflicto con
los colores que he elegido. —Ella caminaba rápidamente por el pasillo y
abrió la puerta de mi habitación. Me metí por debajo de su brazo y
apenas logré cerrar mi ordenador antes de que pudiera echar un vistazo
a los "votos" que había escrito.
—Vamos, búscalo y muéstramelo.
Dios, era aterradora.
—Es... está un poco arrugado...
—Tendremos que plancharlo al vapor. —Me interrumpió.
Saqué el montón verde arrugado y oscuro. Era mi vestido
preferido, usado sólo una vez. Siempre me había gustado cómo el brillo
sutil cambió de verde a naranja, pero Annie se veía completamente
horrorizada.
—Absolutamente no.
—¿Por qué no?
—El altar es de color azul y plata. Te vas a ver como un hongo
allá arriba.
—Vaya, gracias, Annie.
Ella agitó las manos.
130

—Es no importa. Vas a ir a buscar otro.


—¿Lo haré? —Annie tenía una manera de hacerme sonar como
un loro especialmente estúpido.
Página
—Tengo cuentas en Bellamy, Justine, y Paloma Veldt. —Ella ya
estaba medio fuera de la puerta, lista para atacar el siguiente problema
en su lista—. Ve a Justine primero.
—¡Espera!
—¿Sí, Liliana?
—¿Confías en mí? ¿Para encontrar mi propio vestido? Uno que no
se parezca a...—Contuve una sonrisa—... ¿un hongo?
Su mirada se suavizó un poco.
—Por supuesto que confío en ti Lily. —Luego siguió—. Voy a
llamar con antelación para que preparen una selección.
—Dios, gracias — repetí, sentándome pesadamente en mi cama.
No voy de compras muy seguido por una razón. La mayoría de la ropa
para mujeres no me entra. Normalmente compro en la sección de niños.
Luego, las blusas, camisetas y pantalones vaqueros los hago adaptar
para encajar en mis curvas. Comprar el vestido era una completa
pesadilla.
—No puedo esperar.
Diggs llamó suavemente a la puerta abierta.
—¿No puedes esperar a que, Lil? —Me tendió un plato—. Escuché
que tenías hambre.
—Oh, Dios mío, me salvaste de una muerte segura. —Anhelaba el
pavo con pan de centeno, feliz de que se acordara del pickle.
—Me alegro de poder ayudar.
—Siempre lo haces —murmuré con la boca llena de sándwich.
Tragué con avidez y mastiqué el pickle—. ¿Me puedes hacer otro
mañana? Necesito toda mi fuerza antes de tener que ir de compras...
por un vestido. —Me estremecí sólo de decir las palabras—. Al parecer,
el que yo elegí va a entrar en conflicto con el esquema de altar.
Pensé que iba a hacerlo reír, pero en lugar Diggs solo lucía
pensativo.
—Bueno, si ella cree que sí, probablemente sea asertiva en eso.
Annie no llegó donde está por dejar las cosas al azar. Está siempre al
131

menos tres pasos delante del resto de nosotros. No hay mucho consiga
pasarle desapercibido.
Página

Mi corazón se agitó cuando casualmente se inclinó y me dio un


beso en la mejilla, y estaba segura de poder escuchar cada latido
culpable.
Página 132
28
Traducido por Loly
Corregido por Ami Natera

Jax
No estaba mirando. Sólo estaba haciendo el seguimiento de las
cosas.
Eso es lo que estaba diciéndome a mí mismo, de todos modos.
Así es como sabía que la puerta de Liliana había estado cerrada
desde la noche anterior. Era jodidamente lamentable, realmente, la
forma en que mantuve mis oídos parados por cualquier sonido
proveniente de su dormitorio. Algunas veces oí el chasquido de las
teclas, y una vez o dos veces, un suspiro explosivo que me hizo ponerme
de pie, listo para llamar a su puerta. Pero me acobardé cada vez, y Lily
permaneció encerrada.
Cuando la mañana llegó conmigo apenas habiendo dormido, me
levanté, asqueado de mí mismo, y me puse ropa de entrenamiento.
Necesitaba irme a la mierda de esta casa.
Annie y Nails habían elegido la casa por la vista, en lugar de la
casa con el acceso, por lo que corrí por el camino sinuoso y bajé más de
una cuadra más adelante por la senda que conducía a la playa. Hacer
carreritas en la arena serviría como distracción. Borraría la imagen de
la puerta de la habitación de Lily cerrada de mi cerebro por la fuerza
bruta. O moriría en el intento.
Corrí hasta el punto de tener arcadas, pero la puerta de Lily
seguía cerrada en mi cara. Derrotado, cojeé de regreso a la acera y
133

hasta la casa, deseando que hubiéramos programado el ensayo para


hoy. Tenía que salir de aquí, alejarme de ella, pero cada vez que se me
ocurría algo, inmediatamente encontraba una razón por la que no
Página

debería ir.
Me iba a quedar aquí hasta que esa chica abriera la puerta, y no
fingiría que esa no era la verdad.
Sintiéndome de lo más patético, gobernado de mierda en el
universo, arrastré mi culo lamentable por el camino y me detuve en
seco cuando vi el camión de reparto junto a la puerta.
—Hola— el conductor me saludó—. Toqué el timbre, pero parece
no haber nadie en casa.
—Siempre hay alguien en casa —me quejé—. Espera. —Abrí la
puerta principal—. ¡Ey!
—¿Porque mierda gritas? —Crusty Pete dejó caer la cabeza. Diggs
me dio una sonrisa débil y acuosa, mientras que Bash gimió.
—Son un montón de borrachos. —Reí—. A levantarse. Hay un
camión enorme en el camino de entrada.
Bash se golpeó la cabeza con la palma de la mano.
—Ah, mierda, ¿ya está aquí? —Él fue a la ventana, mirando
confundido a las cortinas que bloqueaban su visión antes de recordar
para empujarlas a un lado—. Bueno, mierda, mira eso. ¿Por qué no
llamó a la puerta?
—Dice que lo hizo. Todos acá necesitan audífonos, al parecer.
—El rock and roll te hará eso. —Sonrió Greg Fingers—. Tener
tinnitus14 es una mierda.
—Dice que tocó el timbre.
—Bueno, ese es su problema. El maldito timbre es el tono exacto
como el zumbido de mis oídos. No puedo escuchar esa mierda. ¡Hey!. —
Él abrió la puerta—. ¿Qué nos trajiste?
El conductor dijo algo ininteligible para mí, pero de alguna
manera el Greg “tinnitus” lo oyó perfectamente.
—Esa es la madera de la pérgola —dijo, dirigiéndose a mí mirar
hacia abajo—. ¿Te sientes con ganas de golpear unos clavos15 hoy?
—¿Quién va a golpearme? —dijo Nails dando vueltas por la sala
de estar rascándose la barriga.
—Conseguí la madera de la pérgola, Nails. —Bash elevó la voz—.
Tengo que empezar trabajar en la construcción hoy.
134

—¿Qué mierda es una pérgola? No... espera. —Él levantó la mano


e hizo una mueca—. Annie me lo dijo y es algo muy importante sobre el
cual definitivamente sé todo.
Página

14Tinnitus: Los tinnitus o acúfenos son un fenómeno perceptivo que consiste en notar
golpes o sonidos en el oído, que no proceden de ninguna fuente externa, sino de un
desorden del oído.
15 Clavos, en inglés, nails, como el padre de Lily.
—Voy a decirle que no estabas escuchando —bromeé.
—Chico, voy a joder tu vida —gruñó, y me reí aún más fuerte.
Esto era bueno. No me había fijado en la puerta de Lily en los
últimos cinco minutos. Ya estaba todo sudoroso, y al menos esto me
daría algo distinto que hacer con mis manos además de masturbarme.
—Puedo ayudar —le ofrecí.
Los chicos me miraron, sorprendidos. Nails me dio una extra y
cariñosa sonrisa, y yo no podía dejar de molestarlo.
—Quiero decir, me desperté esta mañana sintiéndose como si
quisiera golpear16 algo hoy. No creí, sin embargo que sería Nails.
Los chicos se quejaron.
—Eso está mal. —Diggs negó con la cabeza.
—Estoy mal —les aseguré.
—Está bien, es igual con en las descargas, excepto que estaremos
construyendo un altar en lugar de un escenario. ¡Vamos a hacer esto!
—El entusiasmo de Bash fue recibido con un coro de gemidos y el dedo
medio levantado, pero los chicos arrastraron sus pies igualmente—.
Maldita sea, muchacho, estás compitiendo con Crusty Pete por su
dinero esta mañana —Bash me dijo, moviendo su nariz a medida que
fueron saliendo al porche.
—Se llama ejercitarse, Bash. —Sonreí, siguiéndolo a la
camioneta—. Tú deberías probarlo un poco. —No miré por encima del
hombro a la puerta cerrada de Lily. Bien, apenas una mirada.
Estaba cerrada.
—Cuanto más grande sea el cojín, más dulce es el empuje —
declaró Bash, dándose palmaditas en el estómago con orgullo—. Y
apuesto a que puedo levantar más de lo que tú puedes, de todos modos.
—Vamos a ver, viejo.
Greg dio un salto para subirse al remolque abierto y comenzó a
deslizar las piezas retorcidas de madera hacia el final. Las ramas fueron
pulidas hasta alcanzar un alto brillo, pero aún conservaban su forma
natural. Eran muy, pero muy difícil de llevar esa mierda.
135

—Hey, agarra esa punta, ¿quieres? —Tomé el extremo del tronco,


dejando que Bash lidiara con el otro extremo rama torcida.
Página

16Golpear: en el original, “bang” que puede ser utilizado para referirse tanto a golpear,
como follar.
—Jesús —jadeó o llevándolos sobre sus hombros—. ¿Esto de que
esta hecho, hierro?
—¿Acaso no te ganas la vida levantando pilas de amplificadores?
—dijo Nails—. ¿Cómo diablos crees que esto es pesado?
Me reí mientras que seis de nosotros acarreábamos la primera
carga por el césped en pendientes muy inclinadas hacia el acantilado
con vistas al océano. Podía sentir mis músculos tensos y mis pulmones
se sentían como prendidos fuego. Y no estaba pensando en Lily en
absoluto.
Salvo en ese mismo momento.
Si ella miraba por la ventana en este momento, probablemente se
preguntaría por qué diablos estábamos llevando árboles por el césped.
Y de nuevo allí.

136
Página
29
Traducido por Loly
Corregido por Florpincha

Liliana
Giré hacia los lados, tirando de la blusa caída. El tejido negro
estirado coincidía exactamente con mi estado anímico.
—No, no lo creo.
—Creo que se verá preciosa, una vez que la ajustemos. —La pobre
vendedora sonaba como si estuviera a punto de perder la paciencia y
me sentí culpable perversamente.
—Mira —dije con cansancio, dejando caer el vestido en un
montón alrededor de mis zapatillas de deporte—. Realmente aprecio la
atención personal que me has brindado hoy, pero no quiero perder más
el tiempo.
Ella pareció aliviada.
—Estoy segura de que encontrará un vestido, señorita Nesbit.
Gracias por comprar en Bellamy. Por favor, dele a la señorita Blue
nuestras sinceras felicitaciones.
—Sí —dije, poniéndome mi camisa de nuevo. Dos tiendas
visitadas, una más por ir. Si Paloma Veldt no tenía algo en el estante
que me quedara, Annie tendría que aceptar que su hijastra luciera
como un hongo en el altar con ella.
Le di a mi vendedora una sonrisa triste y me dirigí hacia el sol
implacable, donde fue tragada de inmediato por la multitud de gente
hermosa, saludable, tipo modelo, que iban a sus clases de yoga con
botellas de jugo. Me sentía como un Hobbit entre los elfos. Y entonces
137

me sentí como una nerd total por hacer esa comparación.


Paloma Veldt se encontraba en la misma cuadra de escaparates
Página

que parecían haber sido construidos ayer. Después de estar solo un año
alejada, mis ojos se habían acostumbrado a la arena y a lo histórico de
Nueva York. Todo aquí brillaba y lucía completamente nuevo.
Y eso incluía a las personas. Un tipo de aspecto ágil, con un
rodete de hombre y una estera de yoga bajo el brazo, me sonrió
mientras lo pasaba. Parecía el tipo de persona que leía poesía, que
donaba a organizaciones benéficas, y al que le gustaba abrazar. El tipo
que podía hacerme el amor dulcemente, ser tierno conmigo y,
posiblemente, llorar después. Exactamente el tipo de persona que
siempre dije que necesitaba encontrar. Esperé a sentir algo, cualquier
cosa, como un poco de atracción. Pero todo lo que podía pensar era que
él no era Jax.
Eres un desastre completo hoy, me dije a mí misma cuando abrí la
puerta del local de Paloma. Comprar un vestido sólo se va añadir a tu
miseria. Me sentía oscura, sombría y sólo quería encerrarme en mi
habitación y lamer mis heridas. En lugar de eso mis dedos bailan a lo
largo de los bastidores de magníficos vestidos mientras los recuerdos
aparecieron de golpe.
Apreté el botón de apagado del televisor, mi respiración era
entrecortada, pequeñas aspiraciones. —Nadie especial —él había dicho.
Estaba esperando que dijera mi nombre, en lugar de eso él me descartó,
nos descartó...
La ira me sacó del sofá. Me puse la ropa de ayer que era un lío de
arrugada y me dirigí a la puerta del estudio.
Greg Fingers levantó la vista del papel que estaba leyendo en la
oficina principal.
—Buenos días, Bit —me dio la bienvenida. Gracias a Dios que ya
estaba drogado y parecía no importarle porque estaba dormida en el
estudio.
—¿Has visto a Jax? —exigí.
Sus ojos desenfocados desaparecieron por un momento y me mordí
el labio con impaciencia.
—Greg, ¿dónde está Jaxson? —espeté.
Él levanta la mirada hacia atrás como si estuviera nadando desde
las profundidades.
—Hay fiesta. En la habitación de Annie.
138

El Chateau.
—Gracias, Greg.
Página

—Hey, Bit, ¿Qué le pasa a tu pelo? —Él parecía realmente


confundido. Me toqué la cabeza y gruñí. Los dedos de Jaxson habían
hecho un lío.
—Es la nueva imagen que estoy intentando llevar —dije con rabia
ladrando mis palabras y abriéndome mi camino en el implacable sol de
California.
Las palabras "paseo de la vergüenza" se utilizan con demasiada
facilidad. El montón de vergüenza que pesaba sobre mis hombros casi
me llevó a gatear. Bajé la cabeza hasta el momento en que empujé la
puerta del penthouse de Annie para abrirla un poco más.
Chicas en todos lados. Yo no las conocía. Pero seguro que parecían
conocer a Jax.
Vi rojo.
—¿Puedo conseguirte algo de beber, Jaxy? —Una de ellas
correteaba. Eran las diez de la maldita mañana y él era menor de 21,
pero al parecer ella tenía que emborrachar a Jax como su máxima
prioridad.
Él le sonrió.
—Me encantaría un Jack con Coca-Cola.
—¿Que te gustaría que? —dije desde el vestíbulo. Quise sonar
sarcástica pero me salió más como un chillido trastornado. Todo el
mundo en la sala se volvió a mirarme. Me vi en el reflejo de la entrada
con paredes de cristal. La cara hinchada, con manchas de ira, mi pelo
era un nido de ratas cubriendo mi cabeza. Lucía desquiciada. Una de las
chicas murmuraba con nerviosismo.
—Hey, Bit —Jax me saludó casualmente—. Te ves como que
tuviste una mala noche.
Las chicas se rieron con más fuerza. No les hice caso.
—¿Que te gustaría un Jack con Coca-Cola? ¿Es así la forma en que
me amas?
—¿Qué demonios estás diciendo?
—¿La entrevista? —Mi voz se elevaba a la estratosfera—. ¿Nadie
especial?
Todas las mujeres movieron su cabeza para mirarlo. Sus manos,
que habían estado en sus rodillas mientras se inclinaba hacia adelante
139

escuchando, se fueron detrás de la cabeza. Él entrelazó los dedos


casualmente y me miró con esa sonrisa arrogante que me hizo hervir la
sangre.
Página

—Bit, ¿por qué no vas a darte una ducha, vestirte, y vuelves?


Tómate una taza de café mientras estás en ello. Lo que dices no tiene
sentido.
Negué con la cabeza lentamente. Todavía sentía un dolor entre las
piernas de la noche anterior, cuando había perdido mí... cuando él
tomó....
—No fue verdad ni una palabra de lo que dijiste —susurré.
Su sonrisa arrogante titubeó un poco y echó una mirada
precipitada en torno a nuestra audiencia.
—Estas alucinando.
—Eres un idiota engreído —le contesté.
Se echó hacia atrás y asintió con la cabeza.
—Tienes razón, nena.
La angustia de ver la entrevista, y que me niegue públicamente
era una cosa. Pero estar allí de pie, mientras posaba frente a un público
exclusivamente femenino, viviendo su vil fantasía de estrella de rock la
mañana después de que me dijo que me amaba...
Eso es lo que nunca podría perdonar. No importa cómo mi cuerpo
lo ansiaba, todavía estaba esa verdad innegable: que era un idiota
engreído y sólo rompería mi corazón de nuevo si lo dejaba entrar en mi
vida.
Por supuesto, estaba el pequeño problema de que él estaría en mi
vida para siempre ahora.
Caminé hasta el mostrador.
—Hola, soy... —mi voz se quebró y apreté los dedos en la madera
clara y brillante. La rubia helada detrás del mostrador levantó una
ceja—. Lo siento. Estoy tratando de acostumbrarme a decir las palabras
en voz alta. Esta es la primera vez que se las digo a un extraño.
Permítanme empezar de nuevo, ¿de acuerdo? —Tragué. —Se suponía
que tendrían algunos vestidos reservadas para mí para una boda este
fin de semana. Soy Liliana Nesbit, ¿futura hijastra de Annie Blue?—. Me
aclaré la garganta. —¿Futura hermanastra de Jaxson Blue?
140
Página
30
Traducido por Loly
Corregido por Florpincha

Jax
—Ve más despacio, Jax. —Bash estaba sudando.
—Voy lento. —Hice una pausa y cambié la madera hacia mi otro
hombro. Esta era la última pieza del camión—. Cuidado con ese barro
ahí mismo.
—¿Donde? —Bash pisó justo donde yo estaba señalando—. ¡Oh,
jódeme! —gritó cuando perdió el equilibrio.
Su maldición creativa fue inútil. La pesada pieza de madera cayó
al suelo y comenzó a rodar hacia el borde del acantilado.
—¡Atrapa eso! —grité a Diggs, quien asintió con la cabeza y
comenzó a correr. Bash salió detrás de él y yo estaba a punto de hacer
lo mismo cuando una voz aguda chilló por el césped.
—Jaxson, ¿qué demonios estás haciendo?
Lancé un suspiro y me di la vuelta. Mi madre caminaba por el
césped.
—Estoy acarreando madera, mamá. ¿Qué te parece que hago?
—Parece que estás perdiendo el tiempo —gruñó.
Encantador. Ella estaba medio ebria y aún no era mediodía
todavía.
—Sí, estoy perdiendo el tiempo mamá. Lo que digas.
Ella asintió enérgicamente mientras confirmé sus sospechas.
141

—En vez de estar parado, con el pulgar en el culo, necesito que


hagas algo por mí.
Página

Me limpié la cara con la camiseta. Hoy hacía un calor de la puta


madre y estaba demasiado cansado para su mierda.
—¿Sí, mamá, que necesitas? —Los chicos ya estaban martillando
la pérgola en su lugar, con la eficiencia de los años en el camino juntos.
Los miré con melancolía.
—Necesito que recojas el vestido de tía Fiona de la tienda y lo
lleves a Salvatore.
La miré fijamente. No podía estar teniendo menos sentido que si
de repente hubiera empezado a hablar ruso.
—¿En serio, Annie? Tienes como cuatro asistentes personales.
¿Por qué exactamente es que tengo que recoger el vestido de Fifi?
Entonces me di cuenta. La mirada salvaje en los ojos de mi
madre, la que asustaría a un hombre débil. No es de extrañar que Nails
se hubiera ocupado de lo del altar. Aún grande y corpulento, con barba
bravucona no podía competir con mi madre en el modo de Noviazilla17.
—Porque, yo estoy pidiéndole a mi hijo, que me ama y está
agradecido por todo lo que le he dado, que me ayude —dijo ella
arrastrando las palabras.
Me limpié la cara de nuevo.
—Cristo, mamá, ¿puedes hacerme sentir más culpable? —
suspiré. No había forma de salir de esto—. Voy por el estúpido vestido.
Déjame ducharme primero.
Ella se volvió con una sonrisa satisfecha, con la certeza de que
una vez más se había salido con la suya. Y ahora, parecía que iría a
una tienda de ropa. Perfecto.

***

Si no reconocía el lugar de buenas a primeras, seguro que me


reconocieron ellas.
—¿Puedo ayudarle a encontrar algo, Sr. Blue? —Me preguntó la
alta y esbelta rubia detrás del mostrador batiendo sus pestañas.
—¿Algo para su novia... tal vez?
142

—No tengo novia —espeté con demasiada prisa. Negué con la


cabeza, tratando de desalojar a la imagen de Bit que se había metido en
primer plano en mi mente.
Página

17 Noviazilla: novia + Godzilla.


Los labios de la reina de hielo se cerraron seductoramente, y por
un segundo pude ver el hambre en sus ojos antes de que ella
continuara con el flirteo.
—Eso es una buena cosa —murmuró, lamiéndose los labios de
color rojo cereza.
La corté ahí mismo.
—Estoy aquí para recoger un pedido.
Luego mentalmente golpeé mi cabeza. Una muchacha de la
tienda... obviamente una fan... Esto habría sido la follada más fácil que
hubiera encontrado.
Pero no me importaba una mierda ella o su coqueteo. Yo estaba
irritado por siquiera tratar. Con sus cejas cuidadas y juntas preguntó:
—¿Cuál es el nombre? —Y todo el calor desapareció de su voz.
Me preguntaba si ella era una de esas chismosas que te vendían
ciegamente a la prensa rosa. Entonces me di cuenta de que realmente,
realmente, no me importaba.
—Mi madre —le dije, comprobando mi teléfono.
—Inmediatamente. —La reina de hielo contestó de forma
inteligente y se dirigió a la trastienda. ¿Estaba realmente moviendo el
culo para mí? ¿Por qué me parecía hilarante?
Di media vuelta y pasé la mano a lo largo de los bastidores. La
tienda estaba suavemente iluminada con luz cálida. Los accesorios de
roble claro del conjunto de los muebles estaban dispersos y parecían
que pertenecían a una tienda de segunda mano, pero estaba seguro que
de hecho se vendieron por miles de dólares.
En otras palabras, este lugar era el sueño para las mujeres.
Mi vagar inquieto me llevó hacia la parte trasera de la tienda. Por
primera vez desde la semana pasada, mi mente estaba en blanco y era
agradable. El trabajo extremadamente físico de transportar la madera,
me había dejado sintiéndome liviano y contento. No había confusión
turbia, ni intensa frustración sexual. Sentí una pequeña paz.
Paz que se rompió al segundo en que la puerta de la habitación de
143

un vestidor se abrió y salió Bit.


Se quedó inmóvil, con las manos apretadas alrededor de un
Página

vestido que era demasiado grande para su pequeño cuerpo. Mi boca se


secó. Lucía... comestible, descalza, con el pelo en un desorden
enredado. Yo la absorbí como vaso de la Scotch 18 suave, desde sus
dedos de los pies pintados de rosa todo el camino hasta su cara oscura,
furiosa.
Oh. Mierda.
—¿Me sigues ahora? —espetó, levantando el ridículo vestido más
arriba contra su pecho.
—¿De verdad? —No me quería reír, pero realmente no podía
evitarlo—. Cristo, supéralo.
—Bueno, ¿por qué demonios estarías aquí? —Ella estaba
hablando demasiado alto.
—Estoy aquí por la misma razón que tú lo estás, recogiendo un
vestido. —Y luego, porque, al parecer era adicto a hacerla enojar, agarré
una cosa cualquiera de color rojo de los percheros y se lo mostré sobre
mi pecho.
—¿Qué, no crees que este sea mi color?
¿Eso era una mueca lo que tenía en la boca? Lo era, pero ella
nunca admitiría que la había hecho sonreír.
—Tú no sabes nada acerca de comprar un vestido —protestó.
—Sé lo suficiente para saber que ese vestido te queda horrible.
—¡¿Qué?! —Dios, estaba siendo tan ruidosa. Si la reina de hielo
no había llamado antes a la prensa rosa, seguro estaba llamándolos
ahora. Bit lucía como que iba a matarme o a explotar en el intento.
—Cállate, ¿quieres? —espeté, empujándola de nuevo al vestidor y
cerrando la puerta detrás de nosotros—. Estás haciendo una puta
escena.
Se quedó allí, jadeando, sujetándose de ese vestido como si fuera
un salvavidas. La habitación en sí era más grande de lo que esperaba,
con una silla de estilo victoriano en la esquina que estaba cubierta de
montones de vestidos desechados. El espejo de tres vías reflejaba la
cara de Bit furiosa, ojos bajos, y mi propia expresión desconcertada.
—¿Qué demonios te pasa? —siseé.
Ella espetó hacia mí.
144

—¿Porque eres tan malo?


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18 Scotch Whisky: es un whisky destilado exclusivamente en Escocia. Se puede


clasificar en varios tipos: single malt, vatted malt (o "pure malt") blended y single
grain.
Había lágrimas en sus ojos, y mis puños se apretaron por verla
herida a pesar de que era yo quien le estaba causando daño.
—Maldita sea, Bit —grité—. Tenemos que arreglar esta mierda.
—¿Aquí?
—Sí, aquí. —Me puse de pie contra la puerta para impedirle el
paso. Ella trató de pasar bajo mi brazo, pero la tomé de los brazos y la
sostuve tan ligeramente como pude. Su lucha silenciosa se calmó
después de un momento—. Gracias —dije en voz baja, muy consciente
de la precaria forma en que el vestido estaba formando un charco a su
alrededor. Todo lo que necesitaría hacer sería empujar el hombro un
centímetro más a la izquierda...
—Eres un idiota —se quejó ella.
—¿Por qué tengo la sensación de que estás hablando sobre el año
pasado? —Respiré contra su cuello.
—No importa.
—Sí importa. —Deslicé mis manos a su cintura y me sujeté de la
tela que se amontonaba allí—. Quítate esta cosa ridícula. Se ve como
una sábana sobre ti.
Ella abrió los ojos y algo del fuego que tanto me encantaba
bruscamente volvió de nuevo a la vida.
—Bueno, ¿tienes alguna sugerencia, Jaxson Dior19?
Miré alrededor de la habitación.
—Ese. —Señalé uno azul bebé, de encaje. Era simple, casi
casual, el único adorno además del delicado encaje, era una simple
cinta entrecruzando su camino hasta la parte posterior. Nada llamativo.
No había nada que dominara su increíble belleza natural.
—Cierra tus ojos.
—Diablos, no.
—Entonces, ¿al menos puedes mirar hacia otro lado?
—Oh, ¿quieres que pretenda que no he visto todo esto antes?
—Sí —dijo entre dientes con fuerza.
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Le di la espalda.
—Nunca digas que no soy un caballero.
Página

19Christian Dior, S.A.: es un minorista de ropa francés, bajo control del grupo
LVMH. La compañía fue fundada por el diseñador de moda Christian Dior.
—No eres un caballero —susurró. Podía oír el roce de la tela
contra su piel, y me tomó toda mi fuerza no darme vuelta y verla en el
acto. La imagen de la seda líquida corriendo por su espalda desnuda
hacía difícil concentrarse en nuestro argumento.
—¿Está mejor así?
Me volví hacia ella y me quedé boquiabierto. —¡Diablos! sí, lo
está.

31
Traducido por Loly
Corregido por Florpincha

Liliana
Cualquier promesa que me hice a mí misma salió volando por la
ventana en el momento en que lo vi. Hace quince minutos estaba
lamiendo mis heridas, recordando mi corazón roto por sus manos en
vívidos detalles, toda llorosa. Luego apareció de la nada. Y por más que
trataba de aferrarme a esa tristeza, desapareció al momento en que su
mano rozó mi piel.
—Ahora, eso es un vestido —dijo Jax, con voz tensa y áspera. Sin
romper el contacto visual, deslizó su mano debajo de la falda y la dejó
deliberadamente en mi cadera.
Entonces esperó.
Estaba esperando a que le dijera que se detuviera. Que le dijera
que se fuera. Él estaba esperando que gritara y actuara como la arpía
que parecía me había convertido últimamente. Estaba esperando para
ver si estaba bien.
Lo estaba.
146

Estaba más que bien. La tensión que se reunió en mi interior al


instante en que me ha tocado lo hizo todo mucho, mucho mejor que
simplemente estar bien.
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Sin querer, inhalé bruscamente, absorbiendo su aroma en un


solo aliento. Ese calor inimitable era tan intenso que podía saborearlo
en mi lengua.
Como un reflejo de mi accionar, Jax tomó su propia respiración,
deslizando su mano alrededor de mi cadera hasta mi culo. Cuando no
me aparté, me atrajo hacia él, su muslo contra el mío.
Me encontré cara a cara con su clavícula, viendo su pecho subir y
bajar en respiraciones cortas y controladas. El pulso en su cuello
golpeaba fuertemente, ligeramente elevado, un reflejo del mío. De
repente estaba muy consciente de qué tan fuerte mi corazón latía en
mis oídos.
Él arrastró sus manos arriba de mi culo, deslizándose sobre mi
cintura mientras atravesaba la longitud de mi torso. Cerré los ojos.
—¿En qué estás pensando? —susurró.
—No sé —le dije. Jax rozó el pulgar casualmente sobre mi pezón,
que de inmediato se tensó. Odio y disgusto burbujeaban dentro de mí,
sólo para ser ahogados por un torrente de lujuria—. Estoy tratando de
entenderlo.
Él deslizó sus manos ahuecadas hasta mi cara. Inclinó mi cabeza
hacia él.
—¿Esto ayuda? —murmuró.
Mi cuerpo lo sabía. Maldito cuerpo traidor al estilo Benedict
Arnold20. Sabía exactamente cómo se sentía ser besada por Jaxson, y el
ansia que el encendió nunca se fue. Sólo estuvo inactivo hasta ahora.
En el momento en que sus labios se encontraron con los míos,
arruinó cualquier oportunidad que tenía de hacerlo por el resto de esta
visita indemne.
El último vestigio racional de mi mente trató de hacerse notar.
—Jax, vas a ser mi hermano —salió como mitad quejido, mitad
reprimenda—. No podemos hacer esto.
—¿Qué hay de esto? ¿Puedo hacer esto? —Deslizó su mano hacia
abajo, arrastrando sus dedos hasta mi muslo, empujando mis piernas
para separarlas un poco.
—No deberías —lloriqueé.
—Eso no es un no —gruñó.
147

Jax deslizó un dedo dentro de mí.


—Sí —gemí.
Página

20
Benedict Arnold V. Fue un general estadounidense, que se pasó al bando británico
durante la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos.
—Santo Infierno, Lily, estás mojada ya. —Sacó el dedo y gemí, y
me arqueó contra él en señal de protesta. Se metió el dedo mojado en la
boca, y lo chupó en silencio por un momento.
—Joder, ahora estoy realmente hambriento —dijo, lamiendo su
dedo hasta dejarlo limpio—. Has estado ocultando ese coño dulce de mí
desde hace días, y he acumulado bastante apetito.
Él extendió la mano y tiró de mis bragas hacia abajo con un
movimiento salvaje. Cuando se puso de rodillas y me apretó la espalda
contra la pared, alcancé a verme en el espejo, y apenas reconocí a la
mujer que vi. Lucía salvaje, sin aliento, completamente fuera de control.
Sus bíceps aparecieron mientras agarraba mis nalgas y levantó mis
piernas sobre sus hombros.
Aparté la vista, abrumada por lo que estaba viendo, y luego miré
hacia atrás, codiciosa por más.
—Podría hacer esto para siempre —murmuró, enterrando su
cabeza azul eléctrica entre mis muslos—. Podría vivir de este puto coño
solamente.
Sus palabras estaban haciendo que sea difícil de creer que no
tenía sentido.
—Deja de hablar —le musité, moviéndome contra su cara.
Se congeló.
El capullo apretado que había estado floreciendo en mi pecho se
desvaneció mientras se retiraba y se limpió la boca. Se puso de pie y
cruzó los brazos, moviendo la cabeza.
—Mierda. Acabo de entenderlo. —Él negó con la cabeza y presionó
su dedo ligeramente en mi pecho jadeante—. Lo único que quieres es
que te haga correr. Eso es todo lo que estás buscando. Lo que deseas es
frotarte contra mí como si fuera un vibrador de metro ochenta.
—Es sólo que... —Di un grito ahogado—. No tiene por qué
significar nada.
Era como ver un colapso en cámara lenta. Su rostro se arrugó
como si lo hubiera golpeado y sus anchos hombros se hundieron. Mi
corazón dio un vuelco y de inmediato comencé a balbucear.
148

—Nos estamos divirtiendo, eso es todo. Sexo de desquite, o como


quieras llamarlo. Eso es todo, Jaxson. No es que esto es algo real.
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—De eso se trata, Lil. No estoy jugando. Esto es real para mí.
Me quedé helada.
Él asintió con la cabeza.
—Sí. Dime que esto significa algo para ti. Porque fui mucho más
allá de solo follar la otra noche. Demonios, fui mucho más allá de eso
hace mucho tiempo. Si piensas que esto no quiere decir nada…
Jax se inclinó casi doblándose por un momento, y luego se
enderezó de nuevo.
—Adiós, Lily.

149
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32
Traducido por Loly
Corregido por Florpincha

Jax
Esta era la cosa más dura que he hecho en mi vida.
Con cada paso tardé una eternidad mientras poco a poco arrastré
mi camino hacia la puerta.
—¿Sr. Blue? ¡Su vestido! —la chica en el mostrador me llamó.
Me volví en un estupor y calladamente acepté la bolsa de ropa.
Cuando ya me la había echado al hombro, pude ver a Bit por el rabillo
de mi ojo. Ella estaba de pie en la puerta del vestidor, moviendo los
labios sin emitir sonido alguno. Se balanceaba hacia adelante y hacia
atrás sobre sus pies desnudos, como si estuviera tratando de
alcanzarme, pero estaba clavada en el suelo.
Solo di algo, deseé. Cualquier cosa. Grítame, si así lo deseas. Eso
sí, no me dejes salir por esta puerta.
—Jax...
¿Ha dicho eso, o era un fantasma en mi cabeza? La miré por
última vez y puse la mano en el picaporte. Su propia pequeña mano se
agitaba hacia arriba... y luego hacia abajo de nuevo.
De acuerdo, entonces se acabó.
Volví a casa en silencio, sin atreverme a pensar. Mientras
caminaba por la puerta principal, dejé el vestido a mis pies, y luego me
volví y me dirigí hasta la escalera.
Ahora era mi turno para esconderme detrás de una puerta
cerrada.
150

Mi teléfono sonó, una, dos, tres veces. Pero no lo miré. Tenía


ensayo esta noche, tiempo de estudio reservado para mañana. Pero
Página

ambas cosas significaban salir de la santidad de este espacio.


¿Era yo un completo cobarde por evitarla? De seguro lo era. Pero
al menos era un cobarde consciente de sí mismo. Yo sabía que verla,
aunque sea de paso, era el mayor riesgo para mi frágil cordura. Cerré la
puerta de mi habitación y me quedé mirando las cuatro paredes hasta
que pensé que podría volverme loco.
Entonces empecé a escribir.
El álbum en el que me había estancado, las palabras que
simplemente no se aparecían, de repente salieron de mí. Tres días
después de que Lily admitiera haberme usado, salí de mi habitación con
todo un álbum de catorce canciones en un demo.
Y era de oro. Estaba seguro de esto como nunca había estado
seguro de nada en mi vida. Tomé el teléfono y busqué más allá de la
masa de notificaciones e hice una llamada telefónica en su lugar.
—Bueno, hola, cliente pródigo. —Bev no parecía enfadada, per
se21. O tal vez me lo estaba diciendo a mí mismo para sentirme mejor.
—Hola, preciosa, ¿me has echado de menos?
—No especialmente, pero una vez más el estudio seguro que sí. El
tiempo cuesta mucho dinero, Jax.
Suspiré pesadamente y alcancé a ver mi reflejo en el espejo que
dominaba la pared al otro lado de mi cama. Cuando lo colgué allí, era
con el propósito expreso de verme a mí mismo cuando follaba con...
quien sea a la que estuviera follando. En realidad no importa, siempre y
cuando me viera. Pero ahora lo que estaba viendo me hizo temblar por
dentro.
—Sí, Bev, mira, yo he estado en algo de mierda y sé que debería
haber llamado, pero tengo algunas buenas noticias.
—Dime que es un álbum terminado.
Sonreí.
—Es un álbum terminado.
—Será mejor que no jodas conmigo, Blue.
—No estoy jodiendo. Necesito el estudio y los chicos, mañana,
espera, no. Mierda, ese es el día en que mi madre se casa... ¿Qué tal el
lunes? ¿Me pueden apartar el lunes? ¿Por favor?
Bev se quedó en silencio tanto tiempo que pensé que cayó la
151

llamada. Saqué mi teléfono de mi oído y lo miré y ella ya estaba


hablando cuando lo puse en mi oreja de nuevo.
Página

—...primera vez que te he oído que decir por favor, Jaxson.

21
Per se: Expresión latina que significa ‘por sí mismo’ o ‘en sí mismo’
—Sí, bueno, no te acostumbres a ello.
Ella rió.
—Está bien. Voy a tirar de algunos hilos, tratar de suavizar las
plumas erizadas, y todo eso. Es mejor que hagas que esto valga la pena.
—Yo siempre valgo la pena, querida.
—Cerdo —resopló, pero cuando colgó, pude oír su risa. Me estaba
riendo también. La risa maníaca salió libre como algo suelto en el
pecho. Abrí mi puerta, con la intención de correr escaleras abajo y
servirme una copa de celebración.
Lily bajó la mano y levantó la botella, extendiéndola delante de
ella como una ofrenda de paz.
—Hola —dijo en voz baja—. ¿Tregua?

152
Página
33
Traducido por Loly
Corregido por Florpincha

Liliana
Se acabó.
Él le puso fin.
Debería estar aliviada.

***

¿Por qué siento que mi corazón está haciendo implosión?


Era la forma en que se dobló. Como si mis palabras le hubieran
perforado justo en el intestino. Entonces, y solo entonces, me di cuenta
de algo realmente perturbador.
Yo era la mala aquí. No él. Yo.
Me quedé mirando la puerta cerrada y lo sucedido en las últimas
dos semanas. Habíamos discutido, nos gustaba discutir, pero la que
realmente había sido cruel, era yo. Todo el tiempo me había convencido
de que era la parte perjudicada cuando era la que había estado
haciendo el maltrato.
Era una sensación de mierda.
Pesar era un sentimiento al que me estaba acostumbrado cuando
se trataba de Jaxson Blue. Pero no de esta manera. Me arrepentí de ser
tan insensible, usarlo de la manera en que lo hice. Me arrepentí de mi
firme negativa a reconocer las millones de formas en que me había
153

dicho que lo sentía. Lamenté escucharlo a abrir su corazón mientras


mantenía firmemente cerrado el mío.
Me arrepentí de dejarlo salir por esa puerta, porque ahora lo
Página

echaba de menos. No mi cuerpo. Yo. Extrañaba discutir con él y cómo


él me hacía reír. Echaba de menos sus chistes y sus comentarios
sarcásticos. Echaba de menos la forma en que es la única persona que
entiende mi extraña forma de vida, porque él lo hacía también. Mi
compañero de crimen.
Mi mejor amigo.
Guau. Realmente la jodí.
Se perdió la cena de ensayo, pero todo el mundo estaba
demasiado borracho para que le importara realmente. Tan pronto como
vi mi oportunidad, tomé una botella de Jack22 desde el bar y me colé
arriba. Podía escucharlo en el interior hablando con su teléfono celular.
—Yo siempre valgo la pena, querida —susurró con su voz
arrogante, la que utilizaba con las mujeres, y por un momento, mi
corazón se quebró por los celos.
No. No tienes permitido sentir eso. Se trata de una oferta de paz.
Tienes que verlo por el resto de tu vida, siempre y cuando Annie y papá
estén juntos. Navidades, cumpleaños... él está en tu vida para bien
ahora. Puedes tratar de ver si pueden ser amigos.
Tomé un sorbo de whisky y cuadré mis hombros, lista para
golpear, cuando se abrió la puerta.
Su hermoso rostro, que había estado tan animado hace un
segundo, se quedó en blanco. Sentí mi estómago caer a mis pies y de
repente sabía exactamente cómo se sentía en la tienda de ropa. La
forma en que una palabra: no, o solo una mirada, puede ser un
puñetazo en el estómago.
En lugar de doblarme a la mitad, le tendí la botella.
— ¿Tregua? —pregunté.
La boca de Jax trabajó durante un segundo y estaba segura de
que iba a decirme que no. Se pasó la mano por la cara, tirando hacia
abajo las comisuras de la boca antes de pasarse los dedos por el pelo.
—Sí, Bit. Pasa.
154
Página

22 Jack Daniels: marca de whisky.


34
Traducido por Loly
Corregido Por IviAbernathy

Jax
Ella me miró como si tuviera miedo de que pudiera morderla. Y
tan enojado como estaba, todavía me dolió más de lo que hubiera
querido.
Sus pies descalzos se hundieron en la alfombra junto a la cama
mientras miraba a su alrededor, y luego soltó un resoplido un poco
triste.
—Esta es la primera vez que he estado en tu dormitorio. He
pasado aquí dos semanas, y nunca puse un pie en este lugar.
Metí las manos en los bolsillos para darme algo a lo que
aferrarme.
—¿Sí? ¿Qué opinas?
Miró a su alrededor como si estuviera considerándolo
honestamente, fijándose en la madera oscura de mi juego de cama, las
pesas repartidas, la destartalada colección de guitarras, el espejo
gigante en la pared.
—Tiene sentido—finalmente dijo.
Me tuve que reír.
—¿Tiene sentido?
—Te sienta.
—Tengo miedo de preguntar.
Ella agitó los brazos un poco frenéticos.
155

—Es un poco disperso, un poco desordenado. Pero es acogedor.


Se siente como en casa.
Página

Sus palabras quedaron suspendidas en el aire durante un


momento y lo permití. Dejé que el silencio se estirarse tanto tiempo que
ella se agitó, clavando sus dedos de los pies uno tras otro en la
alfombra. Entonces esperé un poco más.
—Te extrañé— espetó.
Apreté el puño.
—¿Ah, sí? ¿Qué extrañaste?
—No es eso—protestó. Alcé una ceja—. Está bien, sí, eso también.
Pero te he echado de menos. Has estado escondiéndote de mí.
—Aprendí de la mejor.
Bajó la vista.
—Muy bien. Pero como que quiero que dejes de hacerlo ahora.
— ¿Así como así?
—Sólo así. Sí.
Dejé que el silencio colgara un poco más de tiempo, sabiendo que
ella no sería capaz de contenerse. Tenía que llenarlo.
—Es sólo que... me di cuenta de algo. Nunca vamos a ser
realmente capaces de evitarnos el uno al otro, Jax. Nuestros padres se
van a casar. Mañana. —Ella levantó una ceja hacia mí—. Te perdiste el
ensayo, por cierto.
—Acompañar a mamá por el pasillo. ¿Qué hay que ensayar?
—Ella estaba enojada.
— ¿Por cuánto tiempo?
Bit rió.
—Hasta su tercer vaso de bourbon. Cuando me fui de la fiesta
estaba en el regazo de mi papá cantando “Cocaine Kisses”.
—No me gusta esa canción.
—A mí tampoco. — Lily se dejó caer en mi cama sin ser invitada y
yo intenté superar lo bien que se veía allí. —Sólo necesito saber que al
menos podemos ser amigos. Las cosas ya son lo suficientemente
incómodas sin nosotros haciéndola más difícil el uno al otro.— Me miró.
—Espera, detente, no te pongas todo loco y a la defensiva, Jax. Mira, fui
156

una imbécil. Lo admito. Te traté como la mierda, y me siento realmente


mal respecto.
—¿Si?
Página

—Sí. — Su rostro se frunció por un segundo, como si tuviera algo


más que decir, y luego lo dejó pasar. Ella movió la botella en su lugar.
—Así que, sí. Nuestros padres se van a casar y es raro, y todo esto está
jodido, y así que... ¿bebes conmigo?
Me senté en la cama junto a ella. ¿Qué coño podía hacer? No
tenía voluntad cuando se trataba de ella. Incluso si esto realmente era
más de lo que sospechaba que siempre sería.
—Esa es una idea fantástica — le dije. Y lo decía en serio—. ¿Por
qué estamos brindando?
—No lo sé exactamente. Tú primero.
Pensé durante un momento.
—¿Por las segundas oportunidades?
Su voz era pequeña.
—Por las segundas oportunidades.
Vaciamos nuestras copas y Bit arrugó la nariz. Era tan
malditamente linda que mi corazón casi se detuvo. Le quité la botella.
—Y por las terceras y cuartas también— declaré, vertiendo dos
tragos rápidamente.
Ella rió.
—Espera, de acuerdo, tengo una. Un brindis. — Levantó su copa,
con los ojos brillando— ¡Por nuestros padres, por joder cualquier
esperanza que podríamos tener de ser normales!

157
Página
35
Traducido por Loly
Corregido por IviAbernathy

Liliana
Vacié el trago, y luego tosí en mi mano.
Los ojos azules de Jax brillaron.
—Cálmate, Bit. Eres como un tercio de mi tamaño. No trates de
mantener mi ritmo.
—Bobadas— le espeté—. Puedo beber hasta dejarte debajo de la
mesa, idiota.
—Claro que sí, siempre y cuando yo esté ahí debajo contigo.
Tosí nuevo.
—No puedes evitarlo, ¿verdad?
—No, no contigo. Es una maldición.
—Voy a tratar de tomar eso como un cumplido.
—Esa era la intención.
—Meternos debajo de las mesas sería malo para esto... sea lo que
esto sea...
— ¿Distensión?
—Linda palabra, Jax.
—Soy un escritor también, lo sabes.
—Oh, lo sé.
—De repente luces molesta. ¿Qué carajo hice ahora?
158

—Nada. Sólo tienes habilidad con las palabras.


—Sigues diciendo cosas así y tengo que decir que no tengo la más
remota idea de que mierda estás hablando.
Página

Lo miré boquiabierta.
— ¿Está realmente diciéndome la verdad ahora mismo?
—Totalmente honesto. Sigues dejando caer estos pequeños
comentarios críticos y luego te vas en lugar de explicarlo de una puta
vez. Mantienes la puerta cerrada, lo que sea. ¿Quieres que seamos
amigos? Los amigos no actúan con esta mierda agresiva pasiva. Los
amigos dicen lo que demonios está en su mente. Estás enojada
conmigo, has estado enojada durante un año. ¿Por qué?
Mis palabras salieron tan rápido que casi me ahogué en ellas.
— ¿Por qué? ¿Por qué? ¿De verdad no lo sabes? Escribiste una
puta canción sobre la pelea que tuvimos... la mañana después de la
primera... finalmente... Mierda, ¿sabes de lo que estoy hablando?
Tomaste el peor momento de mi vida y escribiste una puta canción
sobre ello. Ahora está en todas partes. Burlándose de mí. Burlándose de
eso. De lo que compartimos. Lo que te di. — Estaba completamente
llorando ahora. Era un milagro que pudiera reconocer las palabras que
estaba tratando de decir.
Él apretó los labios en una fina línea y esperó a que mis llantos se
calmaran antes de hablar lentamente.
—Liliana. ¿Alguna vez has escuchado realmente la canción?
—Por supuesto que lo hice, idiota.
— ¿Toda la canción?
—Escuche lo esencial.
Sus ojos ardían con rabia.
—¿Qué hay del show? Lo has oído todo, ¿verdad?
Me atrapó. Y no tenía la energía para mentir.
—Llegué tarde, Jax. Me lo perdí.
Su boca se torció, dejó caer su cabeza hacia adelante y por un
momento me moría de ganas de mentir.
—No estuviste allí— repitió. Las palabras salieron en una
exhalación tan fuerte que sonó como si se estuviera desinflando.
Se veía tan molesto que instantáneamente me puse a la
defensiva.
159

— ¡Sólo me perdí Cocky23! Estuve allí para todo lo demás. Y no


quiero oírla, la verdad. La he oído un millón de veces. Está en la radio
cada tres minutos más o menos.
Página

23 Cocky: Engreído.
—No. — Se puso de pie y se dirigió hacia su armario, levantando
una de sus viejas y maltratadas guitarras acústicas y se la llevó hasta el
pecho. — Mierda si no vas a escucharla. En este instante.
El rasgueo suave no se parecía en nada como a la introducción
del bajo. Era suave, casi lastimera. Agachó la cabeza sobre la guitarra,
abrazándola a su cuerpo mientras rasgaba las cuerdas, y cada sonido
que producía era dolor. Estaba llorando aún más ahora, la melodía tan
familiar, sin embargo, tan extraña. Y abrió su boca, me miró y cantó.
“You got it right… babe. / Tienes razón … nena
We spent the night… babe/ Hemos pasado la noche…nena.
And I'm just a Lil Bit cocky, yes, it's true. / Y soy un poco engreído,
sí, es verdad.”
Hice una mueca. Y sus labios se curvaron en una sonrisa privada
antes de que se trasladara a la parte que nunca había oído.
"Now we're young and so in love, / Ahora somos jóvenes y estamos
muy enamorados.
Body fits mine like a glove / Tu cuerpo encaja con el mío como un
guante,
And I never should have let you go. / Y nunca debí dejarte ir.
I'm so sorry, I was wrong, / Lo siento, estaba equivocado.
And I've loved you all along. / Y te amé todo este tiempo
Now I'm trying to let you know … /Ahora estoy tratando de hacerte
saber”
Sostuvo la nota, clara y perfecta sobre las cuerdas que sonaban...
"You got it right… babe /Tenias razón, nena,
You're always right, babe / Tú siempre tienes razón.
I'm more than a Lil Bit sorry, yes, it's true. / Estoy más que un poco
arrepentido, sí, es verdad.
I never thought… babe / nunca pensé… nena
We could have fought… babe / que nos pelearíamos… nena
160

I want my Lil Bit back inside my arms. / Quiero a mi Poquito de


nuevo en mis brazos
You should know… babe / deberías saberlo… nena
Página

I'll never go… babe / nunca me iré… nena


You're the only one I want, yes; it's true…/ eres la única que
quiero, sí; es verdad”
Una nota alta se destaca... Su voz peligrosamente ahogada y
desvió la mirada. Las lágrimas fluían rápida y libremente por mis
mejillas...
"Can we go right back in time? / ¿Podemos volver atrás en el
tiempo?
Can we turn right on a dime? / ¿Podemos echarlo a la suerte con
una moneda?
I promise I will always be true. / Prometo siempre ser verdadero.
Can you listen to my song? / ¿Puedes oír mi canción?
Tryin' to tell you I was wrong. / Tratando de decirte que estaba
equivocado
And I'm telling you that I love you / Y estoy diciéndote que te amo.”
Me sentí hueca. El lugar donde mi ira había residido era sólo un
espacio vacío ahora. Un vacío a la espera de ser llenado. Y en ella se
precipitó el amor que había estado esperando todo este tiempo perdido.
—Jaxson.
—Sí, Lily— su voz se quebró un poco y vi su nuez de Adán
moverse de arriba a abajo mientras tragaba.
—no lo sabía.
—Ahora lo sabes.
Miré hacia abajo a mis manos.
—Papá y Annie se casan mañana.
Él asintió.
—Soy muy consciente de ello.
—Pero...— No tenía ni idea de cómo iba a reaccionar si se le
pedía. Yo le había hecho tanto daño, una y otra y otra vez, ¿realmente
merezco otra oportunidad? —. Todavía tenemos esta noche.
Era como ver a un hombre muerto volver a la vida. Poco a poco,
161

su columna se enderezó. El color volvió a sus mejillas y ese brillo


diabólico a sus ojos. Me mordí el labio cuando vi su sonrisa arrogante
dibujarse en su rostro.
Página

—Sí... tenemos esta noche.


—¿Así que?— Extendí mis manos, arqueando la espalda
ligeramente. Sus ojos se posaron en mis pechos y luego de vuelta hasta
mi cara.
—Entonces, ¿qué, Lily?
— ¿No vas a venir aquí?
— ¿Sabes qué? No creo que lo haga.
— ¿Me estás jodiendo?
—No. —Se echó hacia atrás y pasó la mano sobre su entrepierna.
Ya pude ver su longitud luchando contra sus vaqueros—. Tú ven aquí.
— ¿De verdad?
—Sabes que lo quieres, Bit.
Lo hacía.
—Eres un hijo de puta engreído...
—Es por eso que me amas— dijo arrastrando las palabras.
Me reí y me deslicé de la cama. Sus ojos seguían todos mis
movimientos mientras me arrastré por el suelo, poniéndome de rodillas
entre sus piernas. Dije entre dientes mientras presionaba mis manos a
sus muslos:
—No es por eso. — Lamí mis labios, mojándolos.
— ¿Por qué?— Él realmente quería saberlo.
—Bueno... —Deslicé mi mano, ahuecando su entrepierna—. Está
esto...
Sus ojos se oscurecieron.
—Muéstrame lo mucho que lo amas.
Un pequeño gemido se escapó de mis labios mientras bajé la
cremallera de los pantalones vaqueros diente por diente. Se echó hacia
atrás, mirándome, de vez en cuando colocándome el pelo detrás de la
oreja para que pudiera ver con mayor claridad mi cara mientras
liberaba su polla de su bóxer.
A medida que la sedosa cabeza rozó mis labios, los dos gemimos
162

juntos. Siempre pensé que él tenía el poder y que yo no tenía ninguno,


pero en ese momento, supe que tenía tanto poder sobre él como fuera lo
suficientemente valiente para tomar.
Página

Y de repente quería todo lo que tenía. Inhalé bruscamente,


tomando tanto de él como pude. Su sabor... su olor.... No era el whisky
que me estaba emborrachando.
—Lily... mierda...— Me observó, y la forma en que sus labios se
abrieron con asombro me envió en un frenesí. Estaba decidida a
tomarlo todo de él, cada precioso centímetro.
Con un gemido gutural, él agarró mi pelo en un manojo y tiró mi
cabeza hacia atrás.
—Más despacio, chica codiciosa. Tenemos toda la noche.
Me atrajo hacia él y me engulló en sus brazos, acunándome igual
que un niño. Apoyé la cabeza en su hombro, sin aliento.
—Necesito sentir tu piel, nena. Quítate estas ropas.
Di un salto para obedecerle. Jax se apoyó en los codos, su larga
forma estirada a través de la cama y la sonrisa más malvada del mundo
en su rostro.
—Eso es todo. Maldición, mira en el espejo. ¿Puedes verte?
—Me veo.
—Bueno. Quiero que puedas verte mientras te corres. Ahora ven
aquí y siéntate en mi cara.
Tenía que susurrar porque no confiaba en mi voz.
—Está bien.
Debo haber movido mi pierna demasiado despacio para su gusto,
ya que el segundo en que estaba a horcajadas sobre su pecho, hundió
sus dedos en la carne de mi culo y me atrajo hacia él. Di un grito
ahogado cuando su lengua separó mis pliegues y una bomba estalló
dentro de mí. Jax gruñó en aprobación mientras colapsé hacia
adelante, hundiendo mis dedos en su pelo azul, guiándolo a directo
ahí... ahí... ahí...
— ¿Lo ves?— se quejó contra mí, y yo sabía lo que quería. Al
sentir el rubor en mi pecho y deslizarse por mi espina dorsal, volví la
cabeza y miré. Me miré a mí misma reaccionar con él. A medida que el
fuego lento comenzó a incendiarse, luché contra la urgencia de cerrar
los ojos. Esta era la última noche que pasaríamos juntos, y no quería
perderme ni un puto momento.
El calor desesperado arañó mis muslos y de repente estaba
163

gritando su nombre. Jax llevó su mano sobre mi boca mientras él


todavía me estaba lamiendo. Traté de retorcerme, de cerrar mis muslos,
pero él sólo me agarró con más fuerza.
Página

—No— gruñó, tan salvaje como un animal.


Mis gritos agudos se volvieron débiles y lánguidos. Mi mente se
fundió en el delirio hasta que fui nada más que un charco en sus
manos. Jax emergió, con una sonrisa mojada.
—Es el coño más dulce en todo el maldito mundo.
—Asqueroso, Jax.
—No creo. — Se lamió los labios. —Creo que me voy a quedarme
aquí toda la noche.
— ¿Estás intentando matarme?
— ¿Estás diciendo que sería una mala manera de morir?
Deslicé mi mano hacia abajo para cerrarla alrededor de su pene.
—No, estoy diciendo que no he terminado.
Su sonrisa traviesa se escapó y sus ojos se oscurecieron.
— Esa es mi chica.
El deseo en sus ojos me sacó de mi estupor. Al instante quería
más. Se deslizó por debajo de mí y me tomó por detrás. Oí el tintineo de
la hebilla de su cinturón y mi coño se cerró en respuesta.
—Mira —me ordenó moviéndonos de manera que los dos nos
encontramos ante el espejo.
Observé.
Observé mientras abría mis piernas.
Vi cómo pasó su brazo alrededor de mi pecho.
Vi su rostro desencajarse y nos miré jadear mientras se deslizaba
dentro de mí.

164
Página
36
Traducido por ∞Jul∞
Corregido por IviAbernathy

Jax
Quería que tomara todo. Todo lo que tenía era de ella. Siempre lo
había sido. Siempre lo sería.
Me recosté, posicionándola para que me montara mientras yacía
de espaldas.
—Tómalo —le dije—. Todo. Solo tómalo.
Si alguien pasara por delante de la puerta en este momento,
estaríamos atrapados con seguridad. Los gemidos de Lily, la bofetada de
su piel mientras rebotaba en mi miembro, eran un claro indicativo.
Pero no me importa una mierda ser atrapados. Déjalos venir.
Que me vean así, con Lily montándome violentamente, con la cabeza
echada hacia atrás en éxtasis. Esta vez, cuando el escándalo estallara,
cuando diera mi declaración a la prensa, diría que lo que debería haber
dicho desde el principio. Que Liliana Nesbit me pertenecía.
No.
Que se joda eso.
Yo le pertenecía a ella.
Estaba de espaldas a mí, pero podía verlo todo, todo, en el espejo,
y era un milagro que no lo perdí por cuán jodidamente bonita era. Sus
caderas se movían en una ondulación sinuosa mientras me montaba,
su cabello en un sedoso moño que caía sobre su espalda. Tenía los ojos
entrecerrados y un rubor se extendía por sus pechos. Ansiaba
apretarlos, pellízcalos entre el pulgar y el dedo índice para hacerla
165

jadear, marcar su piel sonrojada como mía, pero me quedé congelado en


el placer. Si me movía en absoluto, tenía miedo de romper el momento.
La respiración de Lily se aceleró. Se inclinó hacia delante,
Página

apoyando sus manos sobre mis muslos, y gimió. Vi en el espejo


mientras sus pequeños dedos buscaron entre sus piernas y comenzó a
frotarse al tiempo con mis embestidas.
—Joder, bebé —susurré. Era jodidamente hermosa para
tomarla—. Eso es. Llévate a ti misma allí. Estoy esperando allí por ti,
vamos juntos.
—Tan cerca —jadeó, y luego sus ojos se abrieron de par en par y
la sentí tensarse alrededor de mí, tirando más profundo dentro de ella
de lo que jamás creí posible. Me bombeé a mí mismo cada vez más
rápido y fui recompensado con su bajo grito, todo su cuerpo temblando
por encima de mí. A toda prisa, agarrándola por la cintura y
sujetándola cerca mientras el placer al rojo vivo se abrió de golpe dentro
de mí. Su nombre era la única cosa en mis labios cuando llegué.
A ciegas, agarré de su rostro y me sorprendí cuando mis dedos se
desprendieron húmedos.
Abrí los ojos y vi sus ojos rojos en el espejo.
—Nena, ¿qué? ¿Qué es?
De repente pareció darse cuenta de que estaba llorando, porque
negó con la cabeza y se tapó la cara con las manos. Yo estaba todavía
dentro de ella, pero me eché hacia atrás, decidido a darle todo el tiempo
que necesitara.
Finalmente, se secó los ojos.
—Jaxson... —empezó a decir. Luego se calló—. Maldita sea.
Me hubiera gustado como el demonio saber lo que quería decir
en su lugar. Tenía la sensación de las mismas dos palabras estaban
colgando en la punta de mi lengua también. Me las tragué.
—Oye, ahora —susurré, pasando la mano por su brazo—. Eso fue
bueno. Estamos bien.
—¿Sí? —No sonaba bien. Ella sonaba jodidamente miserable, a
decir verdad.
Besé su hombro, desesperado por saber lo que necesitaba, pero
demasiado miedoso de que no fuera yo.
—Sí —dije. No había mucho más que pude haber dicho, pero eso
fue todo lo que pude.
Ella se deslizó de encima de mí, un poco vacilante noté no con
166

poco orgullo. Pero el flash del ego desapareció casi al instante cuando
miré de lleno su cara. Ella levantó la barbilla y algo de ese fuego volvió a
sus ojos.
Página

—¿Será bueno? —me preguntó.


Sólo vagamente entendí lo que estaba preguntando, por lo que
respondí la pregunta con mi inteligencia. La tiré cerca.
—Va a ser jodidamente perfecto.
Suspiró pesadamente.
—No quiero salir de esta habitación. Sólo acabamos de empezar
de nuevo, y cuando salga por esa puerta, será el fin.
Cepillé su cabello hacia atrás y la besé en la frente, luego tiré de
ella hacia abajo en la cama conmigo.
—Entonces quédate —dije, tirando de las mantas hacia arriba.

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Traducido por ∞Jul∞
Corregido por IviAbernathy

Liliana
Me quedé.
Fue la primera vez que dormimos juntos en una cama. La
intimidad de su cuerpo a lo largo del mío me dejó sin aliento. Me abrazó
con tanta fuerza que me costó encontrar el aliento y no entrar el pánico.
Su piel quemaba a lo largo de la mía, cada lugar donde nos tocábamos,
una llama brillante de deseo. Podía sentir su corazón latiendo contra mi
espalda, lento y constante y tan real que de repente no pude aguantar
más. Era demasiado.
Algo había cambiado dentro de mí. Perdí cualquier esperanza que
tenía de que esto sólo pudiera disolverse en un sinsentido. Pensé que
podía sacarlo de mi sistema, pero no podía tener suficiente de él. Ya
quería acercarme, presionar mi cuerpo al suyo y sentir sus manos
marcar mi piel con su calor.
Finalmente me di cuenta de que dejarlo ir iba a jodidamente
doler.
Así que me quedé despierta todo el tiempo que pude para
prolongar el momento. Y cuando nos despertamos juntos, allí no hubo
palabras para lo que había pasado entre nosotros anoche. Hubo besos
desesperados solamente, una vez más y luego otra vez, hasta que
finalmente sucumbí a lo inevitable y puse un pie fuera de su puerta.
Me incorporé como pude lanzándome un jarro de agua fría en la
cara y la ducha más caliente de lo que podía soportar. Cuando me
enjabonaba mi piel que aún olía a él, vi los pequeños hematomas y
168

marcas en mi piel que él había dejado en mí.


Quería ir inmediatamente a un salón de tatuajes y grabarlos en
mi cuerpo para siempre.
Página

En su lugar, me vestí para la boda de mi padre en el vestido que


Jax había elegido para mí.
Entonces cuadré mis hombros y bajé las escaleras.
Mi padre estaba de pie en la cocina con el resto del equipo,
luciendo tan torpes y nerviosos en sus esmóquines que tuve que reír
cuando los vi.
—Ustedes lucen como un documental sobre la naturaleza acerca
de los pingüinos —Me reí—. Todos amontonados en un grupo así.
—Estamos manteniendo nuestro huevo caliente —Greg Fingers
bromeó, acariciando el vientre prodigioso de mi papá.
—Oye ¿me estas llamando huevo?
—Plagiaste mi línea.
—Vamos a mantenernos en el lado alegre aquí, chicos...
Enterré mi cabeza en mis manos y gemí en voz alta cuando la
avalancha de juegos de palabras se convirtió en una ronda de palmadas
en la espalda.
—Tu último día de libertad, Nails —declaró Bash.
—¿Estas bromeando? Nunca estuve libre. Al momento en que vi a
esa señora, mi corazón no fue mío nunca más.
Tuve que apartar la mirada rápidamente. Jax había dicho algo
tan similar anoche.
Cuando miré de nuevo, mi padre había logrado salirse de ronda
de golpecitos de buen humor y acercado a mí.
—Oye, ahí estás —dijo mi padre con un brillo en sus ojos—. Mi
mejor mujer. —Me besó en la mejilla, y luego me miró fijamente a los
ojos—. Te extrañamos en la fiesta de anoche.
Deseé que el rubor se quedara abajo.
—Estuve allí, papá.
—No por mucho tiempo.
Me devané el cerebro buscando una excusa.
—Pensé que sería más divertido para ti si no tenías que vigilar tu
lenguaje —dije alegremente, palmeando su brazo por si acaso.
169

Él asintió, y por un momento pensé que era libre.


—¿Tú y Jax se divierten juntos, sin embargo?
Página

—¿Jax y yo...? —chillé. Estaba segura de que la culpa estaba


escrita en cada centímetro de mi cara.
—Los vi llevar la botella arriba. Espero que no se la terminaran
toda. Aunque si lo hicieron y todavía estás de pie aquí, entonces creo
que tu padre ha sido una buena influencia para ti, después de todo.
Apreté los labios y di lo que pensé que era una sonrisa alegre.
—Eres una excelente influencia, papá —mentí bellamente,
besando su mejilla con barba. La culpa y la tristeza compitieron por el
control de mis emociones, pero al final me obligué a ser feliz para mi
papá en su gran día—. Ahora, vamos. Vamos a casarte.

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Página
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Traducido por ∞Jul∞
Corregido por IviAbernathy

Jax
Incluso pude ver que el planificador de la boda había hecho un
gran trabajo.
Desde nuestro punto de vista alrededor de la esquina, pudimos
ver que el césped de atrás se había transformado en una florida y
blanca tierra de hadas. El tipo de mierda que las chicas aceptan con
entusiasmo.
Cuando oí su jadeo encantado, se me ocurrió que mi madre era
una chica.
Pero esa línea de pensamiento era simplemente demasiado
inquietante para las palabras. Le ofrecí mi codo.
—¿Estás lista, mamá?
Se giró para mirarme. Sus ojos eran suaves, brillantes de
lágrimas de felicidad. Sin bordes. Sin nada allí, excepto verdadera
emoción de caminar por el pasillo hacia la persona que amaba.
Casi la entendía.
—Felicidades, mamá —dije. Mi corazón se sentía demasiado
apretado en el pecho. Rápidamente me incliné y besé su mejilla.
—Jax —dijo, suspirando felizmente—. Quería decirte lo
orgullosa...
El crujido de los altavoces la interrumpió. Me aparté con una
sonrisa al reconocer los primeros compases.
—“¿Wildheart24?” ¿En serio? ¿Estás caminando por el pasillo con
171

tu propia canción?
—¡Cállate! —dijo entre dientes, toda la ternura desaparecida—.
Página

¡Perderemos nuestra señal! —Ella articuló a lo largo de su propia voz


por un momento, y yo rodé los ojos—. ¡Bien… ahora!

24 Wildheart: corazón salvaje.


—Sólo terminemos con esto —me dije, lo suficientemente alto
para que ella escuchara.
Giramos en de la esquina y comenzamos el lento paseo a la
pérgola al final del césped.
Todo el mundo se volvió y se puso de pie, mirando mientras
caminamos. Lo sabía. Era vagamente consciente de las sonrisas y los
saludos y de los flashes de la cámara del teléfono celular en mi cara.
Pero todo se suavizó en un túnel borroso con lo único que importaba de
pie al final.
Bit de pie junto a su padre, mirándome con esos ojos marrones,
y de repente, no podía llegar a ella lo suficientemente rápido.
—Despacio —mi madre siseo entre dientes, pero sus palabras
salieron de mí. No importaban. Nada importaba, excepto cómo se veía
Bit, de pie allí en ese vestido azul hielo. Joder, ese vestido iba a ser mi
perdición. Ese vestido era mi cielo y mi infierno, todo en un paquete
pequeño y perfecto. Quería arrancárselo por más razones que sólo el
endurecimiento evidente en mis pantalones. Ese vestido era el comienzo
de algo que estaba a punto de terminar.
Ahora mismo.
Cuando Nails tomó la mano de mi madre, casi decidí apartarla.
—No, yo me opongo —quería gritar.
Pero sólo podía mirar a Bit.
Sus ojos estaban tristes y hermosos. Ella lucía muy fuerte y
vulnerable al mismo tiempo, y cada célula de mi cuerpo moría de ganas
de hacer esto bien por ella.
Por nosotros.
Pero no había absolutamente nada que pudiera hacer.
—Oye —susurró, moviendo sus dedos hacia mí.
—Oye —dije de regreso, de pie al lado de mi madre y esperando
como el demonio que sonara normal.
Como si no me estuviera rompiendo por la mitad.
172
Página
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Traducido por ∞Jul∞
Corregido por Lelu

Liliana
Jax no se ve bien.
Eso era lo único que podía pensar durante todo el arduo
intercambio de votos. Cada palabra que mi padre dijo, todas las líneas
que había escrito y luego reescrito hasta que fueron precisamente
perfectas, las había escrito para Jax.
Eso era evidente ahora.
Él alternó entre mirarme con tanta fuerza que podía sentir el
calor de su mirada escaldar mi piel, y mirar a otro lado, negándose a
hacer contacto visual.
Su cabello era de un color marrón normal hoy, por respeto al
deseo de Annie de "gente normal" para las fotos de la boda, pero no era
la única razón por la que él parecía incoloro.
—¿Estás bien? —articulé cuando nuestros padres intercambiaron
anillos.
Negó con la cabeza ligeramente. Después alejó sus ojos de nuevo.
Por último, gracias a Dios, la ceremonia terminó. Aplaudí cuando
papá inclinó a Annie, besándola con mucho más gusto de lo que la
decencia pediría, pero eso era parte del curso.
Jax tomó mi codo mientras caminábamos por el pasillo. Me
abrazó con fuerza contra él, el calor de su cuerpo debajo de su traje de
chaqueta apretaba contra toda mi longitud. Un extraño eco de la noche
anterior.
173

La recepción estaba bajo una hermosa carpa blanca que subía


como alas de gaviota sobre el océano verde de césped. Las luces de
hadas parpadeantes enrolladas alrededor de los postes me hicieron
Página

sentir como si estuviera entrando en un país de sueños. Las caras de


las personas que más quería en el mundo nadaban a mi alrededor:
Diggs, Bash, todos los chicos, la feliz novia y el novio, y allí, en el centro
de todo estaba Jax, luciendo como un príncipe azul tatuado en su
smoking. En su brazo, me sentí como de la realeza, la reina de la fiesta
que nunca tuve la oportunidad de ser. Suspiré y me apoyé en su
hombro.
—Me gustaría poder ser feliz en este momento.
—Puedes —dijo.
—¿Y tú?
—Supongo que estoy feliz por ellos, sí. —Hizo un gesto hacia
nuestros padres que estaban rellenando de pastel la boca del otro. Mi
papá dejó caer cuidadosamente una pieza en la boca abierta de Annie.
Ella le devolvió el favor untando glaseado por todo su barba.
—Yo también —respondí. ¿Era esto lo que significaba ser adulto?
¿Tener que dejar de lado tu propio deseo más ferviente por el bien de los
que amabas?
Annie y mi papá compartieron su primer baile en un popurrí de
grandes éxitos de Annie, lo cual me hizo reír contra el dorso de mi
mano mientras observaba el rostro de Jax torcerse entre la felicidad y
el disgusto por el narcisismo de su madre. Pero cuando la canción
terminó y el resto de las parejas fueron llamadas a la pista de baile, Jax
extendió su mano hacia mí.
—Ven.
Negué con la cabeza.
—No puedo.
—Claro que sí, es una boda. La gente baila en las bodas.
—No podemos bailar juntos, Jax. Es demasiado peligroso.
—Puede que tengas razón, pero realmente me importa un carajo
en este momento. Por favor, Bit.
La suplica tácita flotaba en el aire. Esta sería la última vez que me
podría sostener. Una vez lo entendí, corrí a sus brazos.
La canción comenzó, una vieja balada de rock clásico, todo
guitarras lamentándose y letras sobreexcitadas. Era perfectamente
adecuada para mi estado de ánimo. Enterré mi cara chaqueta de Jax,
174

mi corazón casi demasiado lleno para hablar.


—Así que esto es todo, entonces —me ahogué.
Página

Él sabía lo que quería decir.


—Esto es todo, sí.
—Soy tu hermana ahora.
De alguna manera se las arregló para tirar de mí aún más cerca.
—Tengo la más bella hermana del mundo —dijo con fuerza.
Me reí en su pecho y respiré su olor.
—Esto es tan jodido.
—Realmente lo es.
—¿Está todo el mundo mirándonos ahora mismo?
—Más o menos, sí.
—Joder. Sólo voy a esconderme aquí para siempre.
—Eso está bien para mí —dijo en voz tan baja que lo sentí más
que lo oí. Nos balanceamos con suavidad, poco a poco en la música. Era
como si me estuviera meciendo para dormir, como si todavía me
sostuviera anoche. Me hubiera gustado estar dormida, que todo esto
fuera un mal sueño y poder despertar y estar con él como debía.
Cuando la música terminó, su agarre no se aflojó y tampoco lo
hizo el mío.
—Tengo miedo de dejarte ir.
—Entonces no lo hagas. —Parecía tan jodidamente triste.
—Jax...
—Lo sé. —Se retiró un poco—. Te amo.
—Te amo.
Esa fue la segunda vez Jaxson Blue rompió mi corazón.

175
Página
Tercera parte

176
Página
40
Traducido por ∞Jul∞
Corregido por Lelu

Liliana
Angel nunca había estado en mi habitación antes. Incluso
sentada en el rincón más alejado de mi cama, encrespándose a sí
misma todo lo que podía para permanecer fuera del camino, todavía
había apenas espacio suficiente para maniobrar. Yo tenía que estar
torpemente torcida y doblada sólo para alcanzar los últimos libros
empacados en las cajas.
—... podrías haber conseguido al menos algunos pases al back
stage, o algo así. —Ella estaba molesta, pero pretendía que no.
—Angel, no entiendes. No puedo pedirle eso. —Realmente
lamentaba decirle haberle contado incluso lo poco que ella sabía, pero
cuando aterricé en Nueva York, estaba demasiado herida y con el
corazón roto para mantenerlo dentro. Hasta donde ella sabía, Jax era
un viejo amigo del que una vez había tenido un flechazo, ¿y no era tan
extraño que ahora fuera mi hermanastro?
Ella siguió hablando por encima de mí.
—... completamente, bien, sería el pináculo de mi vida si lo
conozco. En serio, ¿cómo es? —Abrí la boca para contestar y ella
simplemente se abalanzó sobre mí en una avalancha de sentimientos
agraviados—. No puedo creer que lo conozcas. Te estas mudando en el
momento en que se pone interesante, Liliana. Podríamos haber pasado
salido mucho más juntas, ya sabes. Eso siempre fue totalmente una
opción.
Apreté los labios y puse cinta adhesiva a la parte superior de la
177

caja que estaba trabajando.


—Oh, sí, sabía totalmente que lo era —le contesté alegremente—.
Fue sólo nuestros horarios diferentes, y todo eso, que lo hizo difícil,
Página

¿sabes?
—Sí... —Suspiró y sopló una bocanada de aire por la comisura de
los labios en una imitación bastante asesina de una de las princesa de
Disney. Luego volvió al tema más importante—. Así que, ¿en serio no
iras a su show esta noche?
El horrible ruido chirriante de la cinta de embalaje ahogó el mío.
—No —dije con firmeza. No confiaba en mí misma para decir nada
más. Todas las palabras estaban agrupadas en la punta de mi lengua, a
punto de caer en un incontrolable flujo vulnerable.
Me quedé mirando el cartón marrón como si fuera una especie de
antiguo tomo que había que descifrar y conté hacia atrás desde diez.
Pero incluso eso no pudo contener la marea de dolor que me inundó
precipitadamente. Joder, había tenido eso — eso. El tipo de amor que
duraba toda la vida, y lo dejé a un lado por las preocupaciones sobre
cómo se vería todo.
Y él me amaba lo suficiente como para dejarme.
—¿Por qué te ríes? —Angel exigió.
—No me di cuenta que lo hacía —le dije, secándome consciente
las histéricas lágrimas—. Sólo es algo que Jax y yo hicimos en la boda.
Somos idiotas cuando estamos juntos.
—¡Entonces vamos esta noche! —Angel no era nada si no
persistente—. Podemos conseguir un boleto extra. Será como nuestro
último hurra como compañeras de cuarto, me llevas a conocer al dios
del rock con quien creciste. —Se estremeció de emoción—. Esos ojos
suyos, ¿son realmente de ese azul en la vida real?
—Realmente lo son.
—¿Qué hay de su cuerpo, ¿alguna vez lo viste sin camisa de
cerca? Oh Dios, no importa, puedo decir que si por la cara que tienes.
¿Qué hay de su… —su voz se redujo a un susurro cómplice—... polla?
¿La has visto?
—Una vez entré cuando estaba saliendo de la ducha... —Era
cierto, de todos modos.
—¡Oh Dios mío! —Ella sacó su teléfono y comenzó a enviar
mensajes de texto—. En serio Lily, lo haremos esta noche. No me
importa si tengo que arrastrarte por el pelo...
178

—No —dije. Quería sonar firme, pero sonaba más como un grito.
Ella me miró, afligida, mientras intentaba serenarme—. No —repetí,
esta vez más suave—. Tengo muchas ganas de terminar de embalar esta
Página

noche.
—¿Pero por qué te mudas? Realmente nunca me explicaste eso.
Recién vuelves, muy extraña y callada, y me dices que tengo que
encontrar un nuevo compañero de cuarto. ¿Cómo pudiste hacerme eso,
por cierto? ¿Qué si son unos completos bichos raros?
No hice caso de la segunda parte de su pregunta, mientras
buscaba responder a la primera.
—Me estoy mudando porque.... es difícil de poner en palabras.
¿Alguna vez has tenido un cambio en tu vida tan drástico que no
puedes creer que no sea inmediatamente visible para todos los que te
ven?
Angel se quedó en silencio durante varios segundos.
—Cuando mi gato murió en la secundaria fui una ruina durante
meses. Comencé a usar negro y todo.
Asentí alentadoramente.
—Sí, así como comenzaste a usar negro. Me estoy mudando a un
lugar que nunca he visto antes. —O eso es lo que yo creía. Me dirigía al
norte del Estado, a un retiro para escritores en los Catskills.
Eso es lo que le dije a Angel, de cualquier forma.
Pero lo que no le dije era que no estaba realmente segura de
hacerlo. Podría pasar algún tiempo en la carretera. Encontrar un lugar
tranquilo para lamer mis heridas. El camino me estaba llamando. Mi
papá, de todas las personas, lo entendería, pero él todavía estaba en su
extensa luna de miel con Annie. Así que a la única persona que podía
contarle acerca de este extraordinario cambio dentro de mí era mi
próxima ex-compañera de piso. Era más de lo que habíamos hablado en
un año.
Angel estaba intentando duramente entenderme. Tenía que
concederle eso.
—Eso es totalmente loco —finalmente exhaló.
Me reí y puse cinta adhesiva a otra caja.
—Lo es —estuve de acuerdo—. Pero tengo que hacerlo. Me voy a
volver loca si no lo hago.
Se echó hacia atrás y estiró las piernas sobre la cama.
—Bueno, voy a odiarte por siempre por decirme esto hoy, de todos
179

los días. ¿Estás completamente segura de que no vas a venir y llevarme


a mí y mis amigos detrás del escenario?
Página

Hice una pausa y miré mis manos.


—Créeme, soy la última persona que Jaxson Blue quiere ver esta
noche.
***

Cuando Angel finalmente se fue para el espectáculo, el


apartamento quedó finalmente tranquilo. Puse cinta adhesiva a la
última caja en mi habitación cuando mi teléfono sonó tan fuerte que
casi me da un infarto.
Cuando vi el identificador de llamadas, miré la hora. 22:20 No
pude evitar sonreír.
—¡Oye, papá, es mejor que no me llamares desde tu luna de miel!
El familiar retumbo de mi padre más relajado de lo que nunca lo
había oído. Un mes en Bora Bora con su alma gemela haría eso,
supongo.
—Estamos aterrizado en el aeropuerto JFK, en realidad —dijo—.
Pensamos en pasar y ver a mi niña.
Tuve que sacudir la cabeza ante su impecable elección de
momento inoportuno.
—Papá, en realidad ya no tengo un lugar. Me mudo en estos
momentos.
—¿Tú qué?
—Me mudo.
Mi padre se quedó en silencio por un momento. Luego gruñó
afirmando:
—Ah. Está bien. ¿A dónde vas?
Sonreí aún más amplio.
—Te contare una vez que tenga todos los detalles —dije, de
repente deseando información acerca de su vida en la carretera—. Tal
vez podría encontrarte para la cena en Queens, ¿o algo así?
Le oí murmurar algo, y luego el sonido de un leve forcejeo. La voz
de Annie llenó de repente mi oído.
—¡Lily! Vas a ver Jax esta noche, ¿verdad? Podemos salir
180

después.
—No... no iré a este espectáculo. No —vacilé.
Página

Contuvo su silencio un instante más de lo necesario. Sólo el


tiempo suficiente para que mi corazón se hundiera en mi estómago.
—Tenía tres conciertos en Nueva York —ella dijo con frialdad.
—Lo sé.
—¿Qué diablos pasó con ustedes?
Mi corazón saltó a mi garganta.
—¡¿Qué?!
Ella resopló y debió de haberse movido a una parte más
tranquila del aeropuerto porque de repente su voz era tan clara como si
estuviera de pie justo en la habitación conmigo, su voz resonó en mi
oído.
—Está claro que lo amas. ¿Por qué te fuiste?
A medida que mi cerebro tropezó para procesar lo que acababa
de decir Annie, mi padre cogió el teléfono de su esposa.
—Los dos tiene una buena cosa. Tómalo de un tipo que pasó toda
su vida corriendo de lo que es bueno, Liliana.
—No estás huyendo a ningún lugar, anciano —oí el acento de
Annie en el fondo.
—No hasta que me devuelvas mis bolas —mi padre gruñó hacia
ella, ganando una ronda de su rica y humeante risa. Se puso de nuevo
en el teléfono conmigo—. Todo padre desea este tipo de cosas para su
hija.
Mi mente simplemente se negó a procesar lo que estaba
escuchando.
—¿ Este tipo de cosas ...?
—Vi la forma en que te miraba mientras estaba bailando en la
recepción. Y Lily, tal vez no merezco deseos para ti después de estar
ausente de tu vida tanto tiempo. Pero lo mejor que un padre puede
esperar de su hija es que ella termine con un chico que la ve de esa
manera. Como su única cosa en el mundo.
—¿Lo sabías? —me quejé.
Mi papá gruñó.
—Puedo ser un perro viejo del camino. He abusado de mi cerebro
181

con demasiado alcohol, y no escucho demasiado bien por el exceso de


rock and roll. Pero mis ojos todavía trabajan muy bien. Y puedo ver que
lo amas. —Vaciló—. ¿Por qué, no tengo ni idea...? ow. —Pude escuchar
Página

Annie pegarle y reí a través de las lágrimas que fluían libremente—.


Está bien, es un pedazo de mierda presumida, pero a sacas lo mejor de
él. Y él te hace feliz. No estoy interponiéndome en el camino de nuevo.
Los sonidos de la Annie agarrando el teléfono llenaron mi oído.
—Ya he hablado con mi publicista de ello. Podemos hacerlo girar.
Él ya está trabajando en lo oscuro y nervioso. Mi conjetura es que esto
sólo se suma a su carrera. —Ella hizo una pausa—. Si eso es lo que te
preocupaba.
—Eso era... parte de ello.
—Cariño, todos tenemos el rock and roll en nuestra sangre. Es
nuestro trabajo agitar las cosas, ser los malos. Infierno, escándalo es mi
segundo nombre.
Tartamudeé algo que sonaba vagamente como hablar mientras
ella continuaba.
—Voy a estar orgullosa de llamarte mi hija, Lily. Supongo que
esto lo hace por partida doble.
—Mierda —susurré.
—¿Sí? —Annie sonaba francamente ansiosa.
No sabía qué más decir, así que le dije que lo único que surgió en
mi mente.
—Tengo que irme.

182
Página
41
Traducido por ∞Jul∞
Corregido por Lelu

Jax
Hubo un cierto momento de la noche cuando la música parecía
fluir a través de mí. Había ocurrido en cada show que habíamos tocado
en este mes de duración de la mini-gira y pasaba de nuevo esta noche.
Éramos una unidad cohesiva ahora. No había tocado la botella
desde la noche con Lily. Había estado enfocado y determinado, incluso
dignado a tomar una dirección a pesar de que eso arruinara mi
reputación de engreído. Pero estaba ayudando. Even Banks parecía
estar disfrutando en su banco de teclados.
Moví la cabeza y Casper dio un paso adelante, lanzándose a la
perfección en el solo de guitarra mientras las luces iban a la multitud,
iluminando el mar de rostros absortos que nos miraaban. Levanté mis
dedos y el tambor de Talon se hizo presente y luego de repente todos
nos chocaron en el puente
Era eléctrico. Salvaje. Era todo lo que siempre había querido que
fuera.
Dijo que era mi hermana / Said she was my sister
Atrapados en un tornado.../ Caught up in a twister
La última nota de Casper se mezcló a la perfección con la mía. La
sostuve tanto como pude, gritando el anhelo de las letras que había
escrito durante esos febriles tres días. Apenas parecían mis palabras.
Eran una instantánea en el tiempo, un momento con Lily que había
perdido para siempre.
—¡Uno dos, tres, cuatro! —rugí en el micrófono, llevándonos
183

directamente a la última canción antes de los bises.


Hola, chica terca/ Hey there, stubborn little girl
Página

Quiero mostrarte a todo el mundo / Wanna show you all the world
Pero primero, tienes que abrir la puerta.../ But first, you gotta open
up your door…
La canción ni siquiera se había lanzado hacía veinticuatro horas,
pero de alguna manera, estas personas ya sabían todas las palabras de
“Slam” Decían que estaba destinada a ser un éxito aún más grande que
“Cocky”.
Cierra de golpe la puerta / Slam the door
Ven y dame más / Go on and give me more
Cierra de golpe la puerta / Slam the door
En mí./ On me.
—¡Gracias y buenas noches! —Hicimos nuestras reverencias y
salimos del escenario con aplausos. Corrí detrás del escenario y agarré
la toalla que mi asistente tenía en la mano. El rugido de la multitud
sacudió a todo el estadio, llegando hasta las vigas.
—¡Jax, Jax, Jax!
Asentí a los chicos.
—Otra de Cocky, por supuesto. Denle lo que vinieron a buscar.
Pero vamos a hacer la nueva forma que ensayamos. ¿Todo el mundo
bien?
Cuatro cabezas asintieron al unísono.
—Lo siento, Banksy —bromeé—. Sé lo mucho que odias esa
canción.
—He cambiado de opinión —suspiró el tecladista.
Si no estaba ya tan drogado como una cometa con la adrenalina
del espectáculo, habría cantado en voz alta sobre esa admisión. En
lugar de eso me limité a asentir.
—Gracias hombre.
—No hay problema —se quejó.
Bueno, mierda. Se tomó el tiempo suficiente, pero Banks
finalmente había sucumbido a mis encantos.
Todos lo que hacen, con el tiempo.
Excepto una. La que más importaba de todos.
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—Está bien —dije, frotándome las manos—. Vamos a salir allí


antes de que desgarren todo el lugar.
—Yo, ¿Jax? —Diggs llamó desde la entrada detrás del escenario—
Página

. ¿Puedo tomar la palabra?


—Un poco inoportuno, amigo. —Nunca admitiría lo mucho que
me gustaba tener el equipo de carretera de mi madre trabajando para
mí ahora. Eran viejos, pero sabían que mierda se hacia atrás y hacia
delante. El único problema era cuando se ponía un poco demasiado
familiar. Como ahora mismo—. ¿Puede esperar?
Vi una cabeza marrón sedoso moviéndose detrás de él. Mi cuerpo
estaba reaccionando incluso antes de que pudiera procesarlo.
—No, realmente no. —Diggs sonrió con tristeza—. Nunca ha sido
buena en eso.
—¡Jax! —Liliana llamó desde detrás de él—. ¡Jax, por favor!
No dudé. Asentí y Bash levantó su brazo, enviando a Liliana a mis
brazos. Ella ya estaba balbuceando, su aliento enganchándose, apenas
comprensible sobre el rugido de la multitud impaciente.
—Finalmente me di cuenta... A mi padre no le importa, a Annie
no le importa, pero nada de eso importa, porque no me importa
tampoco. —Puso mi cara a su nivel, presionando nuestras frentes
juntas. Cerré los ojos de pura felicidad al tener su piel contra la mía
una vez más—. ¿Me escuchas, Jax? No me importa un carajo la
sociedad o el decoro. Te amo, y eso es lo único que importa.

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Traducido por ∞Jul∞
Corregido por Lelu

Liliana
Vale la pena tener amigos. Las personas adecuadas en los lugares
correctos...
Primero, la seguridad estaba lista para echarme. Una chica más
en una larga línea de chicas gritando y lo entendí por completo. Mis
exigencias de que llamaran a Jax, llamaran a Annie, llamaran a
Casper, algún chico de la banda, todas cayeron en oídos sordos.
Hasta que Greg Finger pasó caminando.
—¿Bit? —sonaba drogado como de costumbre, parpadeando hacia
mí poco a poco, como una tortuga.
—¡Greg! ¡Diles que me deje ir detrás del escenario! Necesito hablar
con Jax!
—¿Qué diablos estás haciendo por allá, de Bit? —Greg aún estaba
parpadeando y me mordí los labios en señal de frustración—. ¿No se
supone que estés aquí con nosotros?
—¡Sí! —exploté—. ¡Diles que me dejen ir detrás del escenario!
Greg asintió en cámara lenta, y luego tocó el hombro del guardia
de seguridad e hizo un gesto hacia mí. El guardia sacudió la cabeza y se
cruzó de brazos con firmeza sobre el pecho y casi exploté en el interior.
Ya estaba dispuesta a llamar a la policía, la guardia nacional. Esto era
claramente una cuestión de vida o muerte.
En realidad estaba alcanzando mi teléfono, listo para llamar a -
no-sé-quién para que me ayude, cuando el guardia finalmente hizo un
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gesto cortante y me sentí levantada encima de la multitud.


—¡Gracias! —grité, besando en la mejilla a Greg, luego girando y
plantando uno impetuoso en la mejilla del guardia, también.
Página

Pero una vez que estuve detrás del escenario, me quedé helada.
Estaba a la deriva en un mar de extraños que me ignoraban por
completo. Jax todavía estaba en el escenario. No tenía manera de llegar
a él sin ayuda.
—¡Diggs! —Grité cuando vi su cara conocida y maravillosa.
—¿Lily? —Se giró y me miró como si hubiera aparecido de la
nada. Lo que supongo que hice.
—Por favor, Diggs. Necesito hablar con Jax.
Su boca se torció.
—Finalmente te diste cuenta, ¿eh?
—Maldita sea, ¿lo sabía todo el mundo?
Diggs se quedó pensativo.
—Bastante seguro de que Greg Fingers sigue conectando las
cosas, pero va a llegar allí.
Me sacudí sobre los dedos de los pies.
—Me mortificaré más tarde. En este momento, necesito hablar
con él. ¿Me puedes ayudar?
Los ojos de Diggs se arrugaron.
—Sí, Lil. Creo que puedo.
Me llevó hasta el final del pasillo.
—No puedo dejarte pasar aquí, todavía no.
Hice una mueca y apreté los puños. En la adrenalina de llegar
aquí, no había considerado nunca llegar tan lejos. Una vez que viera a
Jax, ¿qué iba a decir?
No tuve mucho tiempo para pensar. Llegó caminando fuera del
escenario, una toalla colgada alrededor de su desnudo, torso reluciente.
El maquillaje de sus ojos se había acumulado en sus ojeras, haciendo
un azul sobrenatural.
Él asintió con la cabeza en dirección a su ayudante, se rió de algo
que su guitarrista dijo, a continuación, dio algunas instrucciones para
el bis. Verlo de nuevo aquí era casi tan fascinante como verlo en el
escenario. Estaba completamente en su elemento, completamente
seguro.
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No era engreído, sino confidente.


Mi corazón casi estalló de orgullo.
Página

—¡Jax! —llamé—. ¡Jax, por favor!


Cuando llegó a mí, balbuceé algo, lo primero que me vino a la
mente. Apenas tenía sentido cuando tartamudeé, pero cuando vi la
confusión en sus ojos volverse hacia algo más profundo, sabía que eran
las cosas correctas de decir. Las cosas que deberían haber estado
diciendo todo el tiempo.
—No me importa. Te amo.
Jaxson presionó la palma de la mano a mi mejilla y cerró los ojos.
Él inhaló profundamente, y luego lo dejó escapar en una exhalación
lenta.
—Te amo demasiado. No me importa quién lo sepa. Ven conmigo.
Luego tomó mi mano y me llevó al escenario.
Apreté los ojos frente a las luces cegadoras. El rugido de la
multitud llenó mis oídos. Tenía que poner toda mi confianza en Jax
para que me guie a donde quería que fuera.
Nunca me soltó mi mano.
—Tengo algo especial para ustedes esta noche. —Su voz resonó
en el micrófono. Las ovaciones parecían continuar indefinidamente.
Abrí los ojos y miré a la multitud y me sentí mareada. El mar de gente
parecía ir por millas y millas y...
Jax se inclinó hacia mí y giró suavemente la cabeza. En el
momento en que vi esos ojos azules eléctricos, sentí mi ritmo cardíaco
volver a la normalidad. Él asintió con la cabeza un poco y luego se puso
de pie de nuevo.
—Damas y caballeros, esta noche voy a aclarar un misterio. Aquí
de pie en el escenario conmigo se encuentra la única mujer que he
amado. Vamos a tener un gran aplauso para la mujer que les trajo a
“Cocky”. —Hizo una pausa para dejar que la ola de aplausos nos
inundaran—. Ella está ahora aquí conmigo. Mi Lil Bit.
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Traducido por ∞Jul∞
Corregido por Lelu

Jax
Al día siguiente partimos de Nueva York para comenzar la gira
europea. Por supuesto, traje a mi Bit conmigo. Pero hice una parada
importante antes de que nos fuéramos.

***

Las luces de París parpadearon fuera de la ventana del hotel


mientras Bit se estiraba en la enorme cama tamaño king, navegando a
través de los sitios de chismes con una sonrisa divertida en su rostro.
—Al parecer, eres un chico malo peligrosamente atractivo, pero yo
soy una especie de pervertida buscadora de oro.
—Espera, ¿no lo eres? —Sonreí.
—Imbécil. Oh, espera, éste me llama tu hermanastra indecente
vendedora de droga. Me gusta la aliteración allí. —Sacó la lengua en la
comisura de la boca mientras se desplazaba al siguiente artículo—. Al
parecer toda esta historia se presta a la aliteración. Sórdido.
Escandaloso. Lindo.
Sonreí, tiré de la pequeña caja de terciopelo de su escondrijo y la
dejé caer sobre la cama junto a ella. Estaba tan absorta en la prensa
que le tomó un momento darse cuenta de lo que estaba sosteniendo.
Pero cuando finalmente lo hizo, su reacción hizo que valiera la pena
esperar. Sus ojos se ampliaron, sus labios se separaron, y el más
increíble rubor se extendió en sus mejillas. Había planeado decir algo
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florido, una declaración poética de mi amor eterno y toda esa mierda,


pero cuando vi la forma en que sus pechos comenzaron a subir y bajar
cuando su respiración se hizo más rápido, mi mente quedó
Página

completamente en blanco de lo que había preparado. En su lugar dije


exactamente lo que estaba pensando:
—Bueno, si creen que esto es un escándalo, espera hasta que te
vean llevando esto.
Deslicé la estrecha banda en su delicado dedo. Se ajustaba
perfectamente.
Lily se quedó mirándolo, el brillo del diamante reflejándose en sus
grandes ojos.
Entonces ella me miró.
—Espera... ¿ni siquiera me vas a pedir que me case contigo antes
de colocarlo en mi dedo?
—¿Tengo?
Ella puso los ojos en blanco.
—Oh, Dios mío, eres tan jodidamente engreído...
Agarré su mano, amando la forma del anillo sentía bajo mis
dedos.
—Tú me haces engreído, Bit. Eres tú. La forma en que me miras,
la forma en que me siento. Cuando estoy contigo, me siento como si
tuviera todo. —Alcé su barbilla hasta rozar sus labios con los míos—.
Pensé que lo sabrías a estas alturas.
Ella parpadeó. Exhaló.
—Somos tan jóvenes.
—No necesito seguir buscando lo que ya tengo.
—Tan engreído... —Se interrumpió cuando vio como alzaba mis
cejas—. Ni siquiera lo digas —me advirtió, antes de envolver sus brazos
alrededor de mi cuello y tirarme hacia sus labios.
—Lo has hecho bien, nena —le dije, sonriendo mientras besaba a
mi Lil Bit.

FIN
190
Página
Sobre Vivian Lux
En octavo grado Vivian causó
sensación entre sus compañeras de la
escuela católica por presumir sobre sus
conocimientos de todas las escenas de
sexo picantes contenidas en las novelas en
la biblioteca de la escuela. Se fue solo el
comienzo.
Vivian Lux escribe palabras sucias sobre
temas traviesos. Ama la cerveza belga, el
maquillaje caro y la comida etíope. Se tiñe
su cabello rojo aún más rojo y siempre
mantiene sus uñas de los pies pulidas.
También tiene una boca sucia. Probablemente te caría muy bien si se
encontraran juntas en un bar.

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Página

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