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1. Introducción
El estudio del efecto de la fuerza cortante en los elementos de concreto armado se remonta
a más de 75 años y ha tomado mayor fuerza desde 1946 hasta la fecha. Este fenómeno es
sumamente complejo y en él entran en juego numerosas variables. Se han desarrollado
modelos matemáticos que buscan explicarlo, sin embargo, no se ha conseguido un
planteamiento teórico que sea totalmente compatible con lo observado experimentalmente.
Por ello, la mayoría de códigos en el mundo basan sus requerimientos para el diseño en
parámetros semi-empíricos. En la mayoría de los casos, los elementos de concreto armado se
dimensionan para resistir las solicitaciones de flexión y posteriormente se verifica su
resistencia al corte. En caso que la sección no resista el corte aplicado, se le refuerza con
acero transversal. Sólo en el caso de vigas cortas, en las que predomina el peralte a la luz
libre, las dimensiones del elemento se definen en función a las solicitaciones de corte. En
ellas, los esfuerzos originados por la flexión no dominan el diseño.
Como ya se mencionó en varias ocasiones en los capítulos anteriores de este libro, el objetivo
del proyectista de estructuras de concreto reforzado hoy en día es producir miembros dúctiles
que den aviso de fallas incipientes. Para lograr esta meta, el código ACI provee valores del
cortante de diseño que tienen factores de seguridad mayores contra fallas por cortante que
los previstos para fallas por flexión.
Las fallas por cortante de las vigas de concreto reforzado son muy diferentes de las fallas por
flexión. Las fallas por cortante ocurren repentinamente, sin previo aviso. Por tanto, las vigas
se diseñan para fallar por flexión bajo cargas que son considerablemente menores a aquellas
que causarían las fallas por cortante.
Por consecuencia, esos miembros fallan dúctilmente. Pueden agrietarse y sufrir grandes
deflexiones si se sobrecargan, pero no se desploman como lo harían si la falla por cortante
fuese posible. (McCormac & Brown, 2011)
Algunas ideas iniciales
La solicitación por fuerza cortante en los elementos de concreto armado, es una solicitación
compleja. El cortante junto con la torsión son, en general, solicitaciones complejas.
La resistencia al corte de una sección o elemento de concreto armado se puede predecir con
mucha menor precisión que la resistencia a flexión. El diseño por cortante que propone la
Norma es semi - empírico, y está basado en el ajuste de los resultados obtenidos en ensayos
de laboratorio de numerosos elementos, con y sin refuerzo en el alma (estribos).
Existe interacción entre el cortante, la flexión y la carga axial. Es decir no son solicitaciones
independientes, la flexión y la carga axial influyen en la resistencia al corte de un elemento
de concreto armado.
La Norma reconoce que la falla por cortante es una falla frágil, esto explica parcialmente el
menor valor del factor de reducción de resistencia ( = 0.85) adoptado por la Norma.
El concreto no falla por corte, falla por los esfuerzos de tracción diagonal originados por las
cargas externas. La resistencia del concreto al corte directo, es mucho mayor que su
resistencia a la tracción. La resistencia al corte (tracción diagonal) depende de la resistencia
en tracción del concreto.
Una excesiva sobreresistencia en flexión puede conducir a una falla prematura por cortante
antes que el elemento alcance la falla por flexión. Esto sucede si la fuerza cortante de diseño
y en consecuencia, el refuerzo por cortante en el elemento, no se ajusta o no refleja la
intensidad real de la carga asociada con la mayor resistencia en flexión, provista por el
diseñador. Este fenómeno también podría suceder, cuando el esfuerzo de fluencia real del
acero por flexión es notablemente mayor que el esfuerzo nominal de fluencia utilizado para
el diseño.
Antes de presentar el comportamiento de los elementos de concreto armado ante las fuerzas
cortantes y la metodología de diseño, es conveniente formarse una idea del tipo de falla que
puede experimentar un elemento solicitado por fuerzas cortantes más allá del régimen
elástico. Para ello al final de este capítulo se presentan algunas fotos de fallas por fuerza
cortante en elementos estructurales reales. (Ottazzi, 2015)
Para visualizar el efecto de la fuerza cortante es útil recordar algunos conceptos elementales
de la mecánica de los materiales, ya que, a niveles de carga bajos y antes de la aparición de
las grietas, el comportamiento del concreto reforzado se asemeja al de un material
homogéneo y elástico. El estudio se limitará al caso de elementos en que el estado de
esfuerzos puede suponerse como un estado de esfuerzos plano. En un punto cualquiera de un
elemento sujeto a este tipo de esfuerzos, los esfuerzos normales y tangenciales
correspondientes a los distintos planos que pueden pasarse por el punto varían en magnitud,
al cambiar la orientación del plano de referencia. El estado de esfuerzos en un punto queda
definido cuando se conocen los esfuerzos normales y tangenciales según dos planos
perpendiculares cualesquiera. Aquellos planos en que sólo existen esfuerzos normales se
llaman planos principales y son perpendiculares entre sí. Los esfuerzos en estos planos
reciben el nombre de esfuerzos principales y tienen la propiedad de ser los esfuerzos máximo
o mínimo que pueden existir en el punto. Considérese una viga elástica sujeta a un sistema
de cargas concentradas, tal como se muestra en la figura 7.1. En las regiones próximas a un
apoyo o a una carga concentrada, la viga se encuentra sometida a esfuerzos tangenciales v y
a esfuerzos normales fx, y fy, definidos en direcciones paralelas y perpendiculares,
respectivamente, al eje del elemento. Los esfuerzos fy se deben a efectos locales de las
reacciones o de las cargas, y se desprecian en regiones alejadas de éstas. Los esfuerzos
normales longitudinales, fx, pueden evaluarse dentro del rango elástico del elemento
mediante la fórmula fx = My/l, donde M es el momento flexionante que actúa en la sección
considerada, y es la distancia desde el eje neutro al nivel considerado, e 1 es el momento de
inercia de la sección transversal del elemento. En la figura se muestra una distribución lineal
típica de esfuerzos normales longitudinales. La distribución elástica de esfuerzos
tangenciales, v, se calcula con la expresión v = VQ/lb, donde Ves la fuerza cortante en la
sección, Q es el momento estático con respecto al eje neutro del área de la sección situada
arriba del nivel considerado, 1 es el momento de inercia, y b es el ancho de la sección al nivel
considerado. Si la sección es rectangular, esta expresión conduce a una distribución
parabólica, con un valor máximo a la altura del eje neutro igual a 3 V/2bh. Esta distribución
se muestra también en la misma figura. Cuando los esfuerzos fy no existen, o se desprecian,
los esfuerzos principales, ft, se pueden calcular a partir de los esfuerzos tangenciales, v, y
normales, fx, mediante la expresión
En esta expresión, los esfuerzos fx y ft son positivos cuando son de tensión. El signo positivo
corresponde al esfuerzo principal máximo, que es el que interesa principalmente en el caso
de elementos de concreto, en tanto que el negativo corresponde al esfuerzo principal mínimo.
En lo sucesivo se trabajará exclusivamente con el esfuerzo principal máximo (o de tensión).
La inclinación del plano correspondiente al esfuerzo principal máximo se obtiene mediante
la expresión (Gonzales & Robles, 2005)
2. Comportamiento y modos de fallas
2.1 Etapas en el Comportamiento a Cortante de una Viga
Las secciones no fisuradas en flexión se pueden tratar con las teorías clásicas de resistencia
de materiales, derivadas para elementos esbeltos de un material homogéneo, isotrópico y
elástico. Antes de la fisuración los esfuerzos ocasionados por las fuerzas cortantes son
tomados íntegramente por el concreto y su distribución se puede aproximar mediante las
teorías clásicas como se indica en la figura (Park – Paulay) en la cual se muestran los
esfuerzos de flexión, el flujo de cortante y los esfuerzos cortantes en una sección de una viga
solicitada por una carga externa.
Los esfuerzos originados por la flexión se combinan con los originados por las fuerzas
cortantes dando origen a los que se denominan esfuerzos principales de tracción y de
compresión. Los esfuerzos principales de tracción se pueden obtener mediante la ecuación
en la cual es el esfuerzo originado por la flexión (t o c en la figura 19-2 a) y es el esfuerzo
cortante. La trayectoria de los esfuerzos principales de tracción y de compresión se muestra
b.
t 0.5 ( 2 4 2 )
a) Esfuerzos en la fibra superior,
El concepto tradicional para el cálculo del esfuerzo cortante mostrado en la figura 19-1, se
extendió al caso de las secciones fisuradas por flexión, como se muestra en la figura 19-3, en
la cual el concreto fisurado por tracción no es capaz de tomar esfuerzos y en consecuencia el
flujo de cortante por debajo del eje neutro es constante. Esto significa que el concreto ubicado
debajo del eje neutro se encuentra en un estado de corte puro. Esta metodología se utilizó
durante muchos años asociada con el diseño por esfuerzos admisibles.
Nótese en la figura 19-3 que las fibras por debajo del eje neutro transfieren un cortante
horizontal el cual debe equilibrarse con un cortante vertical, sin embargo la pregunta que
surge de manera natural es ¿cómo se puede transferir el cortante vertical en la misma grieta
si el concreto está fisurado? La respuesta es que el mecanismo real debe involucrar
transferencia de cortante en la zona comprimida de concreto además de acción de dovela en
el acero y una acción de trabazón entre los agregados a ambos lados de la grieta. Estos
mecanismos se presentarán posteriormente.
De la figura se puede calcular la intensidad promedio de la fuerza cortante por debajo del eje
neutro que viene dada por la ecuación 19-2.
V
bw jd
El ACI simplificó la expresión anterior y utilizó durante muchos años la expresión abajo del
párrafo, como una medida de la intensidad del esfuerzo cortante, de utilidad solamente dentro
de la metodología de diseño propuesta para fuerzas cortantes. Es decir no debe pensarse que
con el uso de la ecuación es posible calcular la intensidad del esfuerzo cortante en una sección
agrietada. Veremos posteriormente que los mecanismos de transferencia de las fuerzas
cortantes en vigas agrietadas cerca de su resistencia máxima, son bastante más complejos.
V
bw d
Es necesario indicar que en ciertas situaciones los esfuerzos cortantes máximos pueden
ocurrir en otras fibras de la sección transversal. Por ejemplo cuando las alas de secciones T
soportan elevadas compresiones provenientes de la flexión, el esfuerzo cortante en la unión
del ala con el alma puede ser crítico y es necesario colocar refuerzo horizontal en el ala. En
las vigas que soportan losas de concreto, el refuerzo por flexión de la propia losa suele ser
suficiente para este propósito.
Si bien existe cierta similitud entre las trayectorias de los esfuerzos principales de tracción y
el agrietamiento en vigas reales, la concordancia está lejos de ser buena. La estimación de
los esfuerzos principales de tracción mediante la ecuación 19-1, es de poca utilidad ya que el
agrietamiento por flexión suele ocurrir antes que los esfuerzos principales de tracción, cerca
del eje neutro, se vuelvan críticos.
Cuando ocurre el agrietamiento por flexión los esfuerzos de tracción a través de las grietas
se vuelven nulos. Para mantener el equilibrio ocurre una redistribución importante de los
esfuerzos internos en todo el elemento. Como consecuencia, el inicio del agrietamiento
diagonal en una viga no puede ser predicho a partir de los esfuerzos principales, salvo que el
agrietamiento por cortante preceda al agrietamiento por flexión, situación poco frecuente en
los elementos de concreto armado, salvo en el alma de algunas vigas preesforzadas antes del
agrietamiento. Como consecuencia, como en el caso de la flexión, es más racional estudiar
el comportamiento de las vigas agrietadas frente a las fuerzas cortantes cuando se alcanza la
resistencia última del elemento para ser consistentes con el diseño por resistencia que se
emplea en el concreto armado.
La figura 19-4 (ACI) resume los diversos tipos de fisuración en los cuales interviene las
fuerzas cortantes y la flexión en vigas de concreto armado.
Carga
Este tipo de agrietamiento se inicia cerca del eje neutro donde los esfuerzos producidos por
la flexión son pequeños.
En general se puede decir que este tipo de agrietamiento está asociado con las zonas donde
la fuerza cortante es grande y el momento flector pequeño. La fuerza cortante que produce
en estos casos la fisuración diagonal, proviene de ensayos y viene dada aproximadamente
por la ecuación.
Vn 0.9 f´c bw d
Los ensayos muestran que en presencia de momentos flectores importantes, para los cuales
se ha provisto el refuerzo por flexión necesario, la fuerza cortante necesaria para la formación
y propagación de las grietas de tracción diagonal viene dada, conservadoramente por la
ecuación.
Vn 0.5 f´c bw d
En algunos casos esta falla puede devenir en una de falla de adherencia en la cual la grieta,
cerca de los apoyos, se hace paralela al refuerzo por flexión perdiéndose así la adherencia
entre el refuerzo y el acero. (Gonzales & Robles, 2005)
2.4 Comportamiento de Vigas Sin Refuerzo en el Alma
La figura (González – Cuevas) muestra los principales tipos o modos de falla de vigas sin
refuerzo en el alma. En la primera la falla es por tracción diagonal, la grieta se produce
súbitamente sin previo aviso y se extiende hasta causar el colapso del elemento.
Vcz = Fuerza cortante que toma el concreto comprimido. Inicialmente, las teorías de diseño
suponían que todo el cortante era soportado por la zona de compresión no agrietada.
Investigaciones posteriores demostraron que esta componente representa únicamente entre
el 20% y el 35% de la resistencia total.
Vd = Fuerza cortante que toma el acero longitudinal por acción de dovela (efecto de dowell).
Esta componente representa entre el 10% y el 20% del cortante total. Tenga en cuenta que
las barras de refuerzo longitudinal se apoyan en el concreto empujándolo verticalmente hacia
abajo y el recubrimiento puede desprenderse, en cuyo caso esta componente se pierde
completamente.
Va = Fuerza cortante que se transfiere por la interacción o trabazón entre los agregados
(interlocking) a lo largo de la grieta inclinada. Se genera por el desplazamiento relativo de
los bloques. Esta componente representa el 45% al 60% de la resistencia total. Sin embargo
a medida que la grieta se hace más ancha esta fuerza decae.
Antes del agrietamiento vertical por flexión, el cortante es tomado íntegramente por el
concreto. Al agrietarse por flexión la sección, aparecen Vcz y Vd, posteriormente al formarse
la grieta inclinada aparece la componente Va. Una vez que se forma la grieta inclinada la
suma de Vd + Vay representa entre el 40% y el 60% del corte total.
Cuando Va decae como producto de que la grieta se ha vuelto más ancha y Vd se pierde
porque el acero se apoya contra el concreto generando una grieta por hendidura, el íntegro
del cortante debe ser tomado por la zona del concreto comprimido (Vcz). El incremento en
Vcz puede conducir a la falla por compresión del concreto comprimido (crushing)
produciendo la falla del elemento
Nótese en la figura 19-6, que si no existiera la grieta diagonal, la tracción en el acero (T2)
dependería de la compresión en el concreto que se presenta en la misma sección vertical. Al
presentarle la grieta diagonal el equilibrio horizontal exige que T2 sea igual a la compresión
C1 la cual es mayor, en consecuencia T2 se incrementa. Es por este motivo que la Norma
exige que el corte de fierro no se haga en el punto teórico de corte sino d ó 12 db más allá del
punto donde ya no se necesita parte del acero por flexión. (Gonzales & Robles, 2005)
Debido al agrietamiento inclinado, la resistencia de una viga cae por debajo de su resistencia
en flexión. Uno de los propósitos del refuerzo por cortante es asegurar que la viga pueda
alcanzar su capacidad íntegra en flexión desarrollando una falla dúctil.
Antes del agrietamiento por flexión, el esfuerzo en los estribos es muy bajo, entre los 200 y
400 kg/cm2 ya que su deformación será igual a la del concreto circundante que no está
fisurado. El refuerzo por corte empieza a trabajar cuando se produce la fisura diagonal. Los
estribos no impiden el agrietamiento diagonal, ellos empiezan a tener un papel importante
una vez que aparecen las fisuras inclinadas.
A partir de la observación del diagrama de cuerpo libre en la falla mostrado en la figura 19-
7, es posible concluir que los estribos restringen el agrandamiento de las grietas inclinadas y
por lo tanto mantienen la componente Va (trabazón entre los agregados) y también
proporciona soporte vertical al acero longitudinal y por lo tanto aumenta considerablemente
la componente Vd (acción de dovela). (Gonzales & Robles, 2005)
El refuerzo en el alma no es efectivo en vigas no fisuradas, es por eso que se supone que la
magnitud de la fuerza cortante que causa el agrietamiento diagonal es la misma que en una
viga sin refuerzo en el alma, lo que significa:
Vexterno = Vn = Vconcreto + Vs
Nótese que la componente Vd puede ser mayor que en el caso de vigas sin refuerzo en el
alma ya que los estribos le sirven de apoyo vertical al refuerzo de tracción.
Al aumentar la carga externa, el esfuerzo en el refuerzo por cortante empieza a aumentar
hasta llegar a la fluencia. Cuando los estribos alcanzan la fluencia, la grieta diagonal empieza
a crecer notoriamente (volverse mas gruesa). La componente Va se empieza perder lo mismo
que Vd y finalmente el concreto en compresión falla por el efecto combinado del corte y la
compresión por flexión. La falla es inminente cuando el refuerzo por corte llega a la fluencia.
(Gonzales & Robles, 2005)
La Norma permite reducir la fuerza cortante de diseño a una distancia d (peralte efectivo)
medida desde la cara del apoyo del elemento, como se muestra en la figura A. Esto se debe
a que las compresiones verticales que se presentan en las vecindades de los apoyos mejoran
la resistencia al corte de la sección. El agrietamiento inclinado no puede desarrollarse cerca
de las reacciones que producen compresiones verticales en la sección.
En la figura que se muestran situaciones en las cuales es posible reducir la fuerza cortante de
diseño y en la figura situaciones en las cuales no es posible esta reducción.
Fig. A Secciones críticas para el diseño por cortante.
Sección crítica d
La Norma cubre básicamente el caso de agrietamiento por Flexión - Cortante. Para este caso
se puede suponer conservadoramente que el aporte del concreto viene dado por la ecuación
19-6.
Vc 0.53 f´c bw d
Vc representa la suma de Vcz, Vd, y Vay ya que tal como se mencionó, es muy difícil
cuantificar el aporte de cada una de ellas, en consecuencia el código las agrupa en una sola
que la denomina Vc.
Las variables que más afectan a Vc (en elementos sin refuerzo por corte):
a) La resistencia a tracción del concreto. Los esfuerzos principales cerca del eje neutro
producen tracciones que pueden iniciar el agrietamiento inclinado.
Vc = 0.53fç bw d
As / bw d (Cuantía)
d) La presencia de cargas axiales. Las cargas axiales de compresión aumentan Vc, mientras
que las cargas axiales de tracción reducen Vc.
La expresión “a” propuesta por la Norma, toma en cuenta el efecto de la cuantía de refuerzo
longitudinal así como el efecto de la esbeltez del elemento. En esta ecuación la medida de la
esbeltez viene dada por la inversa del cociente Mu /Vu d.
Vu d
Vc (0.5 f´c 176 w ) bw d 0.9 f´c bw d a
Mu
Vu, Mu, w deben medirse, todos en la misma sección. w representa la cuantía del refuerzo
As
por flexión:
w bw d
debe tomarse en cuenta que: Vu d
1
Mu
Nu
Vc 0.53 f´c (1 ) bw d
140 Ag
Donde Nu es la carga axial y debe considerarse positiva por ser compresión y Ag es el área
bruta de la sección transversal del elemento.
La presencia de tracciones reduce la capacidad en corte del concreto, en parte debido al área
más pequeña de concreto disponible para soportar cortante por encima de las grietas de
flexión. Por otro lado los esfuerzos de tracción facilitan el agrietamiento diagonal y producen
grietas más anchas. Para estos casos, el ACI propone la ecuación f para estimar el aporte del
concreto.
Nu
Vc 0.53 f'c (1 ) bw d f
35 Ag
Es necesario tomar en cuenta que, la contracción o retracción de fragua así como los cambios
de temperatura, pueden ocasionar tracciones importantes en los elementos con fuertes
restricciones longitudinales. Esta posibilidad se menciona en el Artículo 13.2.2 de la Norma
Peruana.
Ecuación 19-9
Ecuación 19-8
Para este tipo de secciones el aporte del concreto (Vc) cuando se emplea la expresión
simplificada 19-6, es como se indica en la figura a continuación.
Vc 0.53 f´c bw d
Las ecuaciones del diseño por resistencia, para el caso de las fuerzas cortante son:
Vu Vn
Vn = Vc + Vs
La figura muestra algunas de los tipos más comunes de refuerzo en el alma en vigas. Las
posibilidades para reforzar. Hasta hace algunos años se utilizaban estribos inclinados a 45°
grados o más, barras dobladas (inclinadas) y combinaciones de barras dobladas con estribos
verticales.
El comportamiento real de las vigas con refuerzo del alma no se ha llegado a entender hasta
ahora, aunque se han propuesto diversas teorías a través de los años. Una teoría que se ha
usado ampliamente por casi 100 años es la llamada analogía de la armadura, en donde una
viga de concreto reforzado con refuerzo por esfuerzo cortante se comporta como una
armadura estáticamente determinada de cuerdas paralelas con nudos articulados. El concreto
de la zona de compresión por flexión se identifica con la cuerda superior de la armadura y el
acero de refuerzo por tensión con la cuerda inferior. El alma de la armadura está constituida
por los estribos actuando como miembros verticales a tensión y por las porciones de concreto
entre las grietas de tensión diagonal aproximadamente a 45° actuando como miembros
diagonales a compresión. 3,4 El refuerzo por cortante usado es similar en su acción a la
celosía de una armadura. Por esta razón suele usarse el término refuerzo de alma con
referencia al refuerzo por cortante. Una “armadura” del tipo descrito aquí se muestra en la
figura. Aunque la analogía de la armadura se ha usado por muchos años para describir el
comportamiento de las vigas de concreto reforzado con refuerzo en el alma, no describe
exactamente la manera en que se transmiten las fuerzas cortantes. Por ejemplo, el refuerzo
del alma aumenta la resistencia a cortante de una viga, pero tiene poco que ver con la
transferencia del corte en una viga antes de que se formen las grietas inclinadas. El código
requiere refuerzo del alma en casi todas las vigas importantes. En la sección, se requiere un
área mínima de refuerzo en el alma para todos los miembros de concreto que trabajen a
flexión excepto (a) zapatas y losas sólidas, (b) ciertas unidades de núcleo hueco, (c) viguetas
de piso de concreto, (d) vigas de poco peralte con h no mayor que 10 plg, (e) vigas integradas
a las losas con h menor que 24 plg y h no mayor que el mayor de 212 veces el espesor del
patín o la mitad del ancho del alma, o( f ) vigas construidas con concreto de peso normal
reforzado con fibra de acero con f ‘c no excediendo de 6 000 lb/plg2, h no mayor que 24 plg
Varias pruebas han mostrado que las fallas por esfuerzo cortante no ocurren antes que las
fallas por flexión en miembros poco peraltados. Las fuerzas cortantes se distribuyen a través
de estas secciones anchas. En las viguetas, la redistribución se da a través de las losas hacia
las viguetas adyacentes. Las fibras de acero en forma de gancho o bayoneta en dosis >= 100
lb por yarda cúbica exhiben resistencias al corte mayores en las pruebas de laboratorio. Sin
embargo, no se recomienda el uso de estas fibras cuando el concreto está expuesto a cloruros,
tales como las sales de descongelamiento. Los estribos inclinados o diagonales que están
alineados aproximadamente con las direcciones de los esfuerzos principales, son más
eficientes para resistir el cortante e impedir o atrasar la formación de grietas diagonales. Sin
embargo, tales estribos usualmente no se consideran muy prácticos en Estados Unidos debido
a los altos costos de mano de obra requeridos para colocarlos. Realmente, pueden ser bastante
prácticos en las vigas de concreto precolado donde las varillas y los estribos se preensamblan
formando jaulas antes de ser usados y también donde las mismas vigas se duplican muchas
veces. (McCormac & Brown, 2011)
Las varillas dobladas hacia arriba (usualmente en ángulos de 45°) son otro tipo satisfactorio
de refuerzo de alma. Aunque las varillas dobladas hacia arriba son comúnmente usadas en
los miembros a flexión en Estados Unidos, el proyectista promedio considera rara vez el
hecho que pueden resistir la tensión diagonal. Dos razones para no tomar en cuenta su
contribución a resistir la tensión diagonal, consisten en que generalmente hay sólo unas
pocas, si las hay, en una viga y pueden no estar convenientemente ubicadas para usarse como
refuerzo de alma.
Las grietas diagonales ocurrirán en las vigas con refuerzo de cortante bajo casi las mismas
cargas con que ocurren en las vigas del mismo tamaño sin dicho refuerzo. El refuerzo de
cortante se manifiesta sólo después de que las grietas han empezado a formarse. En ese
momento, las vigas deben tener suficiente refuerzo de cortante para resistir la fuerza cortante
no resistida por el concreto. Después de que una grieta de cortante se ha desarrollado en una
viga, sólo un poco de esfuerzo cortante puede ser transferido a través de la grieta, a menos
que se use refuerzo en el alma para salvar la abertura. Cuando existe tal refuerzo, mantiene
juntas las piezas de concreto en ambos lados de la grieta impidiendo que se separen. Se
obtienen así varios beneficios. Entre éstos se incluyen:
1. El refuerzo de acero que pasa a través de las grietas toma el cortante directamente.
2. El refuerzo impide que las grietas se amplíen y permite así al concreto transferir el esfuerzo
cortante a través de las grietas por trabazón del agregado.
3. Los estribos enrollados alrededor del núcleo de concreto actúan como aros y así aumentan
la resistencia y la ductilidad de la viga. En forma parecida, los estribos atan a las varillas
longitudinales al núcleo de concreto de la viga e impiden el desprendimiento del
recubrimiento de concreto.
4. El mantener unido el concreto en ambos lados de las grietas ayuda a impedir que las grietas
se muevan hacia la zona de compresión de la viga. Recuérdese que, además de la malla de
alambre corrugado, el esfuerzo de fluencia del refuerzo del alma está limitado a 60 klb/plg2
con la idea de limitar el ancho de las grietas.
La resistencia nominal por cortante Vs de los estribos que cruzan la grieta puede calcularse
con la siguiente expresión, donde n es el número de estribos que cruzan la grieta y Av es el
área de la sección transversal de cada estribo al cruzar la grieta. (Si se usa un estribo _, Av =
2 veces el área de la sección transversal de la varilla del estribo. Si se usa un estribo, Av = 4
veces el área de la sección transversal de la varilla del estribo.)
Vs = Av fyn
Si se supone conservadoramente que la proyección horizontal de la grieta es igual al peralte
efectivo d de la sección (grieta a 45°), el número de estribos que cruzan la grieta pueden
determinarse con la siguiente expresión, en la que s es la separación de centro a centro de los
estribos: n =d/s
Después Vs = Av fyd/s
De esta expresión, la separación requerida entre estribos verticales es
s =Av fyd/Vs
y el valor de Vs puede determinarse como sigue:
Vu = ØVc +ØVs
Vs =(Vu -ØVc)/Ø
Por medio de una deducción similar, la siguiente expresión se puede obtener para el área
requerida de estribos inclinados, en donde a es el ángulo entre los estribos y el eje longitudinal
del miembro. Los estribos inclinados deben colocarse de manera que formen un ángulo de al
menos 45° con respecto a las varillas longitudinales y deben fijarse muy bien en su lugar.
Vs =
Av fy(sen a+cos a)d/s
Y para una varilla doblada hacia arriba o un grupo de varillas dobladas hacia arriba a una
misma
distancia del apoyo, tenemos (McCormac & Brown, 2011)
Vs = Av fy sen a ≤3 √𝑓 ′ 𝑐bwd
4. Tipos de estribos
El acero resistente al corte tiene generalmente la forma de estribos transversales, y
ocasionalmente de varillas longitudinales dobladas a 45º. (Nilson, 2001)
Mientras los estribos cruzan a las fisuras con sus 2 ramales verticales, en el caso de
las barras dobladas el cruce se produce en un solo sitio, por lo que los estribos son
doblemente efectivos.
Figura: Orientación de las fisuras por flexión y por cortante. (Nilson, 2001)
La limitación impuesta por la ecuación 19-12 equivale a aceptar que el cortante máximo,
permitido por la Norma, que puede actuar en una sección es:
Si Vu excede de Vumax, será necesario incrementar la resistencia del concreto fc o cambiar
las dimensiones de la sección. Esta limitación es para evitar la falla del concreto comprimido
(Vcz, figura 19-7) antes de que se inicie la fluencia de los estribos.
Para estribos o barras inclinadas o combinaciones de ambos, tanto la Norma Peruana como
el ACI, presentan expresiones que permiten evaluar la contribución del refuerzo Vs.
Para el diseño, en donde normalmente interesa calcular el espaciamiento entre estribos para
soportar el cortante que excede la capacidad del concreto, la ecuación 19-11 se convierte en
la 19-13.
Av fy d
s (19 13)
Vs
Adicionalmente, en las zonas donde se necesita refuerzo por cortante, el espaciamiento entre
ellos debe ser tal que cada grieta inclinada potencial debe ser cruzada cuando menos por un
estribo, tal como se muestra en la figura. (Ottazzi, 2015)
Fig. Espaciamiento máximo de estribos para interceptar una grieta inclinada.
Av min = 3.5 bw s / fy b
La ecuación a ha sido introducida en el Código ACI del 2002 específicamente para los
concretos de alta resistencia para los cuales b era insuficiente. Controla en concretos de más
de 280 kg/cm2.
d) Cuando Vu 0.5 Vc
Gancho estandar
No menos
de 1.3 ld
Los estribos cerrados son obligatorios para elementos sometidos a torsión o que tengan
responsabilidad sísmica. La figura a muestra algunas configuraciones posibles de estribos
cerrados, en nuestro medio el más empleado es el de la izquierda.
No sirve para
confinamiento. Fig. b Estribos múltiples (cuatro
Se le considera ramas) cerrados. No sirve para confinar
estribo abierto
al concreto por tener ganchos a 90.
Av 4 ramas
Av cuatro ramas
Av cuatro ramas
Referencias
Gonzales, Ó., & Robles, F. (2005). Aspectos fundamentales del concreto reforzado. México:
Limusa.
Harmsen, T. (2002). Diseño de estructuras de concreto armado. Lima: pontificia
Universidad CAtólica del Perú.
McCormac, J., & Brown, R. (2011). Diseño de concreto reforzado. México: Alfaomega.
Nilson, A. (2001). Diseño de estructuras en concreto. Bogotá: Emma Ariza H McGraw.
Ottazzi, G. (2015). Apuntes del curso concreto armado i. Lima: Pontificia Universidad
Catolica del Perú.