Sunteți pe pagina 1din 3

We Tripantu y restauración de bosque nativo: el inicio de

un nuevo ciclo en la Cordillera de Nahuelbuta


Proyecto que busca alianzas en el territorio en torno a la restauración
organizó actividad para relevar la importancia del bosque nativo y la
conservación de la naturaleza y sus servicios ecosistémicos.

“Mi árbol favorito es la araucaria”, dice sin titubear Samuel García, alumno
de 4° básico de la Escuela Huallapén Alto, a 36 kilómetros de Contulmo, en
la Cordillera de Nahuelbuta. “Es un árbol alto y muy hermoso que nos
entrega beneficios para poder alimentarnos”, agrega con tono pedagógico,
mientras planta su tercer pehuén (araucaria) de la mañana en un terreno
previamente preparado, al costado del patio de su colegio.
En pleno We Tripantu, este niño de 9 años, junto a los otros 12 alumnos de
su escuela - unidocente y multigrado-, fueron protagonistas de la primera
jornada de reforestación con árboles nativos impulsada en el contexto del
proyecto "Desarrollo de alianzas para la gestión de la restauración de
bosques a escala de paisaje en Nahuelbuta". Esta iniciativa, financiada por
la Unión Europea (UE), es ejecutada por el Gobierno Regional del Biobío,
junto a la Asociación de Municipalidades de dicha región, Fundación
Nahuelbuta y WWF Chile, como co-solicitantes. Como su nombre lo indica,
su objetivo es generar alianzas entre Gobierno, privados y sociedad civil en
el territorio, con una mirada social, ambiental y cultural. Asimismo, apunta
a convertir a Nahuelbuta en un paisaje prioritario para la restauración en
Chile.
“Me pareció una buena actividad, porque así recuperamos más fauna,
porque nosotros podemos estar plantando flora pero esa es como una
palanca que va a atraer fauna. Yo leo muchos libros con mis compañeros,
leemos textos informativos y descriptivos sobre lo que puede hacer una
planta, por ejemplo ser una madriguera”, comenta Samuel, dándole la
espalda a los eucaliptus que flanquean el terreno de su escuela, la que
hace una década se quedó sin agua.
“Teníamos un pozo y con eso bastaba para abastecernos, en invierno
prácticamente se llenaba hasta arriba, pero luego comenzó a secarse y el
agua se ensuciaba. Tuvimos que salir a buscar agua a los alrededores,
ahora la traemos de un lugar bastante distante con una motobomba”,
relata Erica Venegas, profesora encargada de la Escuela de Huallapén Alto,
en donde enseña desde hace 32 años.
“Los niños están conscientes de la falta de árboles nativos y las
consecuencias que estamos viviendo. He visto cómo se ha ido
deteriorando, cuando llegué había mucho bosque nativo, nuestro entorno
era totalmente distinto”, agrega.
“Esta iniciativa es maravillosa y pienso que no solamente debería ser en
una escuela, sino que en todas. En lo personal yo agradezco y espero que
esto tenga continuidad y se vaya evaluando, aquí hay cariño para que haya
una apropiación, estamos hablando de que los niños están adoptando
estos árboles. En lo que respecta a mí, voy a poner todas mis ganas y mi
empeño para que esto siga, porque tenemos que fortalecer la semilla que
son nuestros niños, ahí es donde tenemos que fortalecer el sentimiento y
el cariño por la naturaleza”, puntualiza la docente.

Un nuevo ciclo
La escuela fue el primer hito de esta restauración de We Tripantu, la que en
sintonía con la celebración del inicio de un nuevo periodo para diversos
pueblos originarios – “una nueva salida del sol”- quiso simbolizar el
comienzo de una nueva relación con el entorno y sus recursos.
“Se inicia un ciclo nuevo de la naturaleza y la tierra empieza entregando
todo su newen o energía. Este es tiempo de plantar, de podar, de
prepararse para este nuevo ciclo con todos los seres que están en el
territorio”, explica Manuel Maribur, reconocido líder de turismo
comunitario del valle de Elicura. “Es importante comenzar este proceso
participando en esta restauración, que pienso que es como restaurar la
vida que tenían los bosques antiguos, la biodiversidad, el itrofill mongen o
la vida de todo, como decimos los mapuche. No se restaura solamente para
que se beneficien los humanos, sino que toda la vida que hay en el bosque,
lo que vemos y lo que no vemos, porque cuando tú rompes un territorio y
pones eucaliptus, llega un momento en que no hay árboles, se pierde el
aukin, que es el eco, y entonces se produce una variación relativa de la
humedad que debe tener el territorio y eso es necesario también para el
equilibro de la vida de todos”, agrega.
Un ejemplo de este cambio de visión para un nuevo ciclo lo entrega Ricardo
(XXXX COMPLETAR APELLIDO), quien decidió reconvertir las cinco hectáreas
que hace más de 20 años había destinado a monocultivo forestal, en el
sector Mahuida, en el valle de Elicura, cerca de Cañete.
“Cuando no estaban los eucaliptus llegaba harta agua en estas vertientes,
después todos empezamos a plantar y no sabíamos que se iban a terminar
las vertientes, tampoco había técnicos que nos dijeran que no plantáramos
cerca de las aguas”, recuerda, mientras da una mirada a las plantas de
mañío, hualle, canelo, notro, arrayán, araucaria, murtilla y maqui, con las
que el proyecto aportó a su proceso de restauración.
Esta actividad en terreno, que contó con la participación de representantes
de Conaf, Municipalidad de Contulmo, WWF Chile, Fundación Nahuelbuta y
diversas agrupaciones locales vinculadas al bosque nativo, culminó con
una presentación de la primera Cooperativa de Restauradoras de
Nahuelbuta, presidida por Ivonne Carrillo, y con la restauración de
nacientes de agua en un predio del sector Elicura Alto.
“Esta es una buena oportunidad para hacer las cosas bien y recuperar
bosques nativos que se han perdido en Chile, a través de estas alianzas,
aplicando conocimientos técnicos en donde nosotros desde Conaf
podemos aportar”, señaló Pablo Sanhueza, analista fiscalizador de Conaf,
oficina Cañete.
En tanto, el alcalde de Contulmo, Mauricio Lebrecht, valoró esta iniciativa y
destacó la necesidad de seguir implementando este tipo de acciones.
“Apoyamos y nos sentimos felices con lo que se está realizando en nuestra
Cordillera de Nahuelbuta, sobre todo por lo que escuchamos y lo que
hablamos de cuidar las nacientes de agua y reforestar con bosque nativo.
Como municipio también hemos tomado medidas y, a través de un
convenio con Conaf, crearemos invernaderos para producir plantas
nativas”, informó la autoridad comunal.

S-ar putea să vă placă și