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La felicidad es un concepto que tiene innumerables definiciones.

De hecho, me atrevería a
decir que hay una por cada habitante del planeta. No es mi objetivo describiros hoy, una
increíble definición de felicidad, pero sí me gustaría daros algunos ejemplos que utilizo en el
día a día con mis pacientes.

La lista de la felicidad.
Imaginaros que os pregunto, describe en un papel tres momentos felices en tu vida, y os doy,
para ello un par de minutos para que penséis.

Cuando finalice el tiempo, si no me equivoco mucho, habréis puesto cosas como, el día de mi
boda, el día que nació mi hija y el día que mi hija hizo la comunión. Las variaciones de esto
sería, el día que me saqué el carnet de conducir, el día que conocí a mi pareja, ….bueno, y así
una lista casi infinita.

Vale, ya tenemos el listado y ¿ahora que?

El registro de estado de ánimo


En muchas ocasiones, a las personas que vienen a la consulta, les doy el siguiente registro. Es
un documento que utilizo para evaluar el estado de ánimo. Esto permite ver, día a día, cómo
va cambiando el estado anímico de las personas.

Volvemos al listado de antes, imaginaros que estáis cumplimentando ese registro del estado
de ánimo, y ahora, tenéis que hacer una marca en el día de hoy, ¡qué casualidad, hoy es el día
de vuestra boda, o cualquiera de esos días que habéis anotado en la lista superior!, ¿qué nota
le pondríais al día?, pues seguramente un 10.

Siguiente reflexión, ¿cuántos 10 escribirás en un mes? Pues seguramente pocos. Si los 10


deben ser experiencias como tu boda, pues no creo que lleves a cabo una ceremonia cada
semana.

Supongamos que otro elemento de tu lista de la felicidad es cuando nació tu hija, pues ese día,
también tendrás un 10, pero ¿cuántos más en ese mes?

La pregunta trampa
Bueno, volvemos al tema de la lista, si recordáis, lo que yo os he preguntado han sido tres
momentos felices de tu vida, no los más felices. Pero seguramente eso es lo que habéis puesto
la mayoría.

Lo que realmente habéis puesto han sido tres momentos extraordinarios, y la felicidad no
tiene por qué ser extraordinaria. Es extraordinario casarte (no ocurrirá muchas veces en tu
vida), es extraordinario tener a tu primer/a hijo/a, no ocurrirá muy a menudo. Y ahí está el
problema, en convertir la felicidad en algo extraordinario. ¿Cuántas cosas extraordinarias te
pueden pasar en un mes?

Mi lista de la felicidad está encabezada por el desayuno, mis tostadas, mi leche y mi yogurt,
viendo un documental. Así es como empiezo el día. Otro momento feliz es por la noche,
cuando termino de trabajar y ayudo en la cocina a preparar la cena, es uno de los mejores
momentos y el tercero, el momento de la ducha. Cuando me cae el agua por el cuello,
mientras escucho música y me relajo. Eso me da mucha energía.
Anda, mis tres momentos felices se pueden repetir todos los días y dependen exclusivamente
de mí. No son momentos extraordinarios, son momentos de felicidad.

No conviertas la felicidad en algo extraordinario

La felicidad depende, en gran medida, de tu propia voluntad. La felicidad no tiene que ser algo
extraordinario, todos buscamos erróneamente esa faceta, pero es un error, porque lo
extraordinario, como su propio concepto indica, ocurre pocas veces. No dejes que la felicidad
ocurra poco, fomentala encontrando tú mismo, pequeños momentos que te hagan felices.

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