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La oración es el modo
de acceder a ellas. Sin embargo cometemos dos errores en la oración en lo
concerniente a la oración por las promesas divinas. El primero es apropiarnos de
promesas que no son para nosotros. Tomamos al azar frases de la Biblia y nos
apropiamos de ellas sin considerar los condicionantes que hay alrededor o si dicha
promesa ha sido hecha a alguien en particular. En muchos de los textos bíblicos
donde se encuentra una promesa de Dios, esta se halla conectada con algún
condicionante. Por ejemplo: “Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que
vayas” es una promesa que lleva dos condicionante: “No se apartará de tu boca
este libro de la ley”y “Esfuérzate y se valiente”.
Es segundo error que podemos cometer ante las promesas bíblicas es no creerlas
del todo. Por temor a equivocarnos preferimos no tomar aquellas promesas para
nuestra vida. Esto nos hace perder dichas promesas. A continuación compartimos
las Palabras de Charles Finney un gran evangelista del siglo XIX que nos exhorta a
confiar en las promesas de Dios y pedirlas adecuadamente.
Padre, que cada vez que pida espere siempre Tu Voluntad, pero además, que
el esperar Tu Voluntad no sea un escondite para ocultar mi falta de fe. Tus
promesas son veraces y tu palabra se cumple en mi vida. Amén.