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CULTURA ANDINA

Es la que se formó en el espacio andino, con habilidad e inteligencia y


perseverancia desde los primeros pobladores, hasta conformar pueblos
primitivos, altas culturas y el imperio incaico; la misma que después de ser
marginada, actualmente, está en proceso de identificación y revaloración, de la
que somos parte y es orgullo del Perú frente al mundo.
A.-PUEBLOS ORIGINARIOS: es muy seguro que llegaron a América y ai Perú
grupos humanos primitivos afroasiáticos y oceánicos en condición de cazadores,
pescadores y recolectores, errantes porque seguían a los animales que cazaban,
con los que se disputaban las cuevas o abrigos naturales de acuerdo a las
condiciones ambientales; desde los 25 a los 10 mil años de antigüedad.
Estos grupos primitivos vivían en constante migración entre las diferentes
regiones geográficas (costa, sierra y selva) condicionados por la satisfacción de
sus necesidades básicas (alimentación), seguridad, etc., según las estaciones
climáticas (invierno, verano, etc.); formando con el tiempo clanes, hordas, tribus,
hasta las altas culturas.
Entre los pueblos originarios ya asentados en el espacio andino destacan los
Uros y Pukinas en el sur, los muchic en la costa norte, los jíbaros en la Amazonía
y muchos otros.
B.- LAS ALTAS CULTURAS: se inicia más o menos desde los 4 a los 3 mil años
de antigüedad, hasta los 1 000 a 1 100 d.C.; cuando los pueblos primitivos se
imponen a la naturaleza y la dominan de acuerdo a sus necesidades y
aspiraciones; se inicia con Caral (Lima), Chavín (Ancash), Paracas y Nazca (lca),
Mochica y Chimú (La Libertad), Tiwanako y Wari en el altiplano y la sierra.
Estos pueblos destacan por su economía organizada o planificada basada en la
agricultura, ganadería, intercambio, arquitectura, escultura, cerámica, textilería,
conocimientos naturales y espirituales, costumbres,
etc. Pero cada uno con características particulares o específicas.
C.-EL IMPERIO INCA: más o menos desde el año 1 '1 00 d.C. hasta la llegada
de los conquistadores españoles en 1532, el imperio inca fue el que asimiló y
consolidó los elementos culturales de todas las altas culturas que les
antecedieron y lo difundieron, con características propias, a nivel de gran parte
del continente sudamericano; siendo hasta nuestros días la máxima expresión
de la cultura andina y que muchas de sus características están presentes en la
vida cotidiana de los peruanos.
D.- PUEBLOS NATIVOS: son los grupos humanos que casi hasta nuestros
tiempos, han vivido aislados en la Amazonía como: los jíbaros y aguarunas
(Amazonas), machiguengas (Urubamba - Cusco), Ashánincas (Ucayali),
shipibos, cocamas y muchos otros; que no se sometieron a la conquista inca y
menos a la española
Durante la época colonial. Su cultura es original porque tiene características
propias, basada en la relación tierra, agua y seres vivos (cosmovisión); que el
resto de peruanos tampoco comprendemos a cabalidad, calificándolos sólo
como salvajes o incultos.
A partir del siglo XX y en forma progresiva, se van integrando a la cultura
peruana, pero haciendo prevalecer sus costumbres y creencias; que autoridades
y gobernantes deben comprender y respetar tal como legalmente lo sustenta la
Constitución Política del Perú, las naciones Unidas (ONU) y acuerdos o tratados
internacionales.
EL PROCESO DE DESARROLLO DE LA CULTURA ANDINA:
La cultura andina se ha desarrollado dentro del territorio de los Andes Centrales,
principalmente.
Los Andes Centrales ocupan la parte occidental y central de Sudamérica,
incluyendo los territorios del Perú, Bolivia, norte de Chile, noroeste de Argentina
y sur del Ecuador. Esta región se caracteriza por la diversidad de su topografía,
su relieve y climas, en distancias cortas, motivando una suma de ambientes con
nichos y micronichos ecológicos. Esta diversidad externa, por paradoja,
constituye una de las bases fundamentales de la unidad del territorio andino,
donde la altura y la llanura, los valles y las punas, las costas y la sierra,
constituyen segmentos complementarios y de mutuo contraste.
Al igual que en el aspecto geográfico, el desarrollo de la cultura andina ofrece
una gama de matices y de contrastes en su proceso, un espectro de culturas y
subculturas diferenciables, pero que, en sus caracteres generales, todas forman
parte de la gran unidad tradicional de la cultura andina, una cultura propia,
originaria y peculiar, cuyos eventos históricos más importantes son comparables
con sus similares del mundo.
El hombre llega a los Andes hacia los años 12.000 a.C. en condición de cazador
y recolector. Descubre las bondades de la naturaleza andina, los recursos
básicos de subsistencia y se asienta en lugares especiales, como los valles de
la costa y los interandinos. Desde esta etapa se inicia una serie de hechos que
convergen en la gestación de una cultura propia, originaria e indígena de los
Andes.
Alrededor de los 4.000 a.C., con la experiencia ganada sobre el territorio
cordillerano y los valles de la costa, se realiza uno de los eventos más
importantes de nuestra historia: la domesticación de plantas y animales, proceso
que continúa hasta los albores de la era cristiana. Se logró domesticar cerca de
100 especies de plantas y cuatro de animales, originando una verdadera
revolución en el manejo económico. Uno de los logros conseguidos en esta
época constituye hoy el alimento básico de muchos pueblos del mundo: la papa.
No menos importante es la quinua.
Inmediatamente después, 3.000 años a.C., el hombre sale de las cuevas y
abrigos rocosos, fundando los primeros núcleos aldeanos, con casas pequeñas,
semisubterráneas y similares a las chozas modernas. En los 2.500 a.C., ya
aparecen templos, obviamente originando la formación de una clase social, los
servidores del culto, que posiblemente fueron los primeros en asumir el control y
la administración política.
La cerámica no se inventó en los Andes. No hay evidencia de tal hecho. Se
introduce de alguna parte, posiblemente del área septentrional aunque hacia los
1.800 a.C. alcanza un alto desarrollo, precisamente en asociación con los
templos como Kotosh, Chavín, Garagay, Caballo Muerto, Sechín, etc. Esta
cerámica se caracteriza por su decoración barroca, incisa o estampada con
diseños en relieve. Generalmente es de color negro, marrón o rojo. Este período
se conoce como Horizonte Temprano o Formativo, por cuanto constituye el
momento en que se origina la llamada «sociedad compleja andina», con
organización social estratificada, economía agrícola, crecimiento de pueblos, etc.

Posteriormente, durante el primer milenio de nuestra era, los pueblos sometidos


por la expansión del culto Chavín buscan su independencia. Se rebelan ante los
templos y sus servidores, destruyéndolos en muchos casos, como Chavín,
Kotosh y convirtiéndolos en viviendas comunes o cementerios. Estos grupos de
emergentes se organizan en culturas regionales, diferenciables unas de las
otras, tales como Mochica, Vicus, Salinar en la costa norte, Maranga en la costa
central, Nazca en la costa sur, Recuay y Cajamarca II en la sierra norte, Huarpa
(Warpa) en la sierra central, Pukara en el sur, etc., sólo para citar algunos
ejemplos.
Los mochicas se distinguieron por su cerámica escultural, con gran derroche en
el modelado y moldeado. Lograron representar expresiones psicológicas,
escenas de la vida social, etc. Dentro de su bicromía, combinaron las
expresiones escultóricas.

Los nazca, en cambio, se caracterizaron por la policromía de su vajilla.


Consiguieron producir hermosos vasos con diseños pintados. Las fases
tempranas presentan motivos reales, naturales, como animales, plantas, al
hombre mismo en su actividad, mientras que las fases tardías son más bien
abstractas, simples y cargadas de líneas geométricas.
El segundo Horizonte, llamado Medio, está ocupado por la expansión de la
cultura huari, cuyo centro más importante está ubicado en Ayacucho, con una
extensión sorprendente de cerca de las cien hectáreas cuadradas. Es la ciudad
más grande y compleja de su época, posiblemente una de las más grandes del
mundo por aquellos años. La parte central tiene edificios construidos con piedras
labradas y de hasta tres pisos. Se cono e como Chejo-wasi. La cerámica y los
tejidos son polícromos. Los tapices de esta cultura son verdaderas joyas en
textilería. Los personajes comunes en los diseños son el felino, el sol radiante,
el halcón y motivos geométricos alternando colores.
Huari se expande por todo el territorio pan-andino, dominando a los pueblos y
culturas de la zona. El carácter de la expansión y la dominación fue más de
carácter militar y económico, a diferencia de las de Chavín que fueron cultistas.

Durante el siglo XI de nuestra era, nuevamente los pueblos se movilizan y logran


independizarse del poder huari, reorganizando sus antiguas posiciones,
formándose nuevos señoríos y hasta confederaciones. Es así como surge Chimú
en el norte, Chancay en la costa central, Chincha en el sur, los chankas, wankas,
collas, etc., en la sierra.
Cada uno de estos señoríos empezó a asumir el control sobre sus territorios,
buscando en muchos casos expandirlos. Surgen grandes centros poblados
como Chachan con los chimú, Tambo de Mora con los chincha, etc., que
constituyen verdaderos complejos urbanos.
La eclosión social hacia el siglo XIV fue tan grande que, por una suma de
contradicciones, se origina la formación del imperio Inca, precisamente como
respuesta al avance político de los chankas hacia el Cusco.
Los quechuas asentados en Cusco, aliados con los collas del altiplano y los antis
de la región oriental, logran vencer a los chankas y organizar políticamente una
nueva administración, conocida en nuestra historia como el Imperio Incaico, que
ocupa en la cronología de desarrollo de las culturas prehispánicas el Horizonte
Tardío.
Los incas tuvieron algo más de un siglo de dominio. En este corto tiempo
alcanzaron una extraordinaria organización socio-política y construyeron
grandes obras de infraestructura como templos, fortalezas, caminos, andenes
agrícolas, etc., que hoy admiramos. Sin haber conocido la escritura ni la rueda,
alcanzaron a manejar y controlar una gran población dispersa sobre un territorio
muy extenso. El imperio del Tahuantinsuyo llegó a dominar desde Pasto en
Colombia hasta Mauli en Chile, casi todo el occidente de Sudamérica.
Hubo 14 incas que políticamente tuvieron el gobierno. Los últimos fueron
Huáscar y Atahualpa, quienes precisamente intentaron dividirse el Imperio
disputando el poder.
En estas circunstancias llegaron los españoles, invadiendo el Imperio en 1532,
fecha en que la cultura y sociedad andinas sufren el más duro golpe en su
proceso de desarrollo y realización.
La conquista española duró casi 40 años, hasta el afianzamiento de la nueva
administración colonial que duró 400 años. A pesar de la persecución sufrida por
los indígenas en su ideología, sus costumbres y patrones culturales en todo este
tiempo, ellos perviven conservando lo suyo. Todavía existen más de cuatro
millones de andinos que siguen hablando el quechua y añorando el pasado
incaico, que para ellos fue siempre mejor que cualquier otra época.

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