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Luis Eduardo Cortés Riera

La Gallarda
Serpentina
de El Negro Celestino
“Tino” Carrasco Riera

Alcadía Bolivariana G/D Pedro León Torres


Carora- Edo. Lara-Venezuela
A la memoria de mi padre
Expedito Cortés, quien me llevó
a conocer a El Negro Tino Carrasco.

z
©Alcaldía Bolivariana G/D Pedro León Torres
Carora, estado Lara

Fondo Editorial ALÍ LAMEDA

Edgar Manuel Carrasco


Alcalde
Fundación Escuela Juancho Querales
Joan Suárez Cordero
Coordinación de Investigación y Divulgación
Isabel Hernández Lameda

La Gallarda Serpentina de El Negro Celestino


“Tino” Carrasco Riera
Serie Personajes y Autores Caroreños Nº6

Autor
Luis Eduardo Cortés Riera
cronistadecarora@gmail.com

Diseño de Cubierta y Diagramación


Víctor Jesús Carrasco Oropeza
 vjcarrasco@gmail.com

Impresión: Editorial Horizonte, C.A.


Barquisimeto-Estado Lara
Depósito Legal: LF05120158003869
Impreso en la República Bolivariana de Venezuela
Año: 2016

@versión digital pdf 2017


Contenido

Introducción 7

Porque soy morenito 9

Otras formas del Golpe en Venezuela 13

El Golpe tocuyano y el Golpe curarigüeño 13

Una síntesis biográfica de El Negro Celestino Tino Carrasco 15

La bandolina de El Negro Tino Carrasco 20

Intérpretes de las composiciones de El Negro Tino 22

Carrasco. Amalia Rosa por el mundo. 22

Ejes Temáticos de las canciones de El Negro Tino Carrasco 25

Las Canciones de El Negro Tino Carrasco 26

Consideraciones finales 61

Bibliografía consultada 63
El Alcalde del Municipio G.D. Pedro León Torres, Ing.
Edgar Carrasco, ha querido dar realce a la portentosa
figura del folklore larense, nuestro paisano caroreño
El Negro Celestino “Tino” Carrasco, un fundador de la
canción de protesta en Venezuela, lo cual le da un sitial
privilegiado entre los constructores del sentido de lo
nacional en la patria de Bolívar y los libertadores. Para
ello hemos encomendado al Cronista Oficial del Muni-
cipio, Dr. Luis Eduardo Cortés Riera para que cumpla
con tan patriótica empresa. Este libro forma parte de la
Serie Personajes y Autores Caroreños, que es auspiciada
y estimulada por nuestra gestión.

A los cuarenta años del fallecimiento de El Negro Tino,


hemos querido destacar que sus producciones musi-
cales son parte integrante del acervo cultural popular
venezolano y de buena parte de Latinoamérica, lo cual
llena de orgullo y admiración a la patria de Simón Bo-
lívar y del Comandante Eterno Hugo Chávez Frías, dos
admirables hombres que entendieron que sin el aliento
de lo popular las empresas de redención nacional son
poco menos que imposibles.

Queda en manos del pueblo este trabajo de investigación


que seguramente tendrá un empleo valioso y fructífero en
los institutos de enseñanza de nuestra patria venezolana
y Nuestroamericana, recintos en donde como sabemos se
forma la identidad nacional. Recordemos siempre que es
el pueblo quien ha atesorado los valores que constituyen
los fundamentos de nuestras nacionalidades.
Introducción

A cuarenta años del fallecimiento de El Negro Tino Carrasco, ge-


nuino producto del genio de los pueblos del semiárido venezolano,
la Alcaldía del Municipio Torres y el Alcalde Ing. Edgar Manuel
Carrasco, han querido resaltar la legendaria y maravillosa figura de
este cantautor caroreño, quien resalta por ser uno de los iniciadores
de la canción de protesta o trova social en toda Latinoamérica y
Venezuela. Salido de los sectores sociales más humildes, expresó
como ninguno el sentir popular, las angustias y males que sufriera
el pueblo irredento, así como el deseo de construir una patria más
democrática en lo político y lo social.
Sea este un homenaje a la cultura popular, cultura a la que durante
mucho tiempo se le negó existencia y a la que muchos prefirieron
acallar y silenciar. “Todo cuanto el pueblo hace, piensa y dice, escribe
Miguel Acosta Saignes criticando nuestra tozudez semifeudal, nada
vale, pues no se elaboró dentro de aulas, a las cuales naturalmente
no pueden acudir los obreros y campesinos”.
Con El Negro Tino irrumpe con inusitada e increíble fuerza la
voz de la calle, el bramido de una poderosa tradición oral y meló-
dica que es crisol mismo de nuestra constitución como pueblo. Lo
nacional venezolano sería impensable sin el concurso del sentir po-
pular. En el pueblo se han guardado, escribe Miguel Acosta Saignes,
valores que son el fundamento de nuestras nacionalidades. Existe
una cultura específica de la plaza pública y también del humor po-
pular, afirma Mijail Bajtin. El humor, que es sabiduría del pueblo, es
objeto digno de estudio desde el punto de vista cultural, histórico,
folklórico o literario.
El Negro Tino es la resultante de una antigua tradición oral y
musical que fue menospreciada secularmente y que debemos pre-

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 7


servar a como dé lugar. Recordemos con don Mario Briceño Iragorry
que “definir la tradición y velar por su constante progreso es deber
de colectividades que aspiran a robustecer su personalidad en los
cuadros de la historia universal.”
Hemos querido emplear una expresión de don Mariano Picón
Salas “la gallarda serpentina del Negro Tino Carrasco” para darle
título al presente ensayo y para destacar que las mentes más lúcidas
y penetrantes de Venezuela se preocuparon hace ya bastante tiem-
po por “la aparición de lo venezolano”. Es decir, tratar de entender
cómo fue nuestro proceso de constitución como pueblo es lo que
permitirá, eventualmente, nuestro ascenso a la categoría de nación,
como reflexionaba don Mario Briceño Iragorry.
Es nuestra misión darle en el presente continuidad a esta fecunda
y exuberante reflexión de lo nacional venezolano, para enfrentar de
tal manera las fuerzas disociadoras del libre mercado que nos ame-
nazan constantemente, porque al defender nuestra cultura estamos
defendiendo la nación. La esencia de la nación está en su cultura.
Perdemos la cultura, perdemos la nación.
A semejante esfuerzo político y cultural estamos convocados
todos. Adelante.

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Porque soy morenito

El Negro Celestino “Tino” Carrasco nació cuando despuntaba


el siglo XX, en momentos cuando las naves de guerra alemanas e
inglesas se preparaban para bloquear perversa y criminalmente las
costas venezolanas, defendidas en esa ocasión por el bravo pueblo
venezolano bajo la conducción del presidente Cipriano Castro. Allá,
en lo profundo de Venezuela, en una remota ciudad del Occidente
semiárido, viene a la vida el 6 de abril de 1901 uno de los más origi-
nales y reconocidos cantautores de todos los tiempos, un verdadero
iniciador y precursor de lo que más tarde habría de llamarse la “trova
social” o “canción de protesta”. Sus ojos se abrieron en uno de los
sectores más populares de Carora, Estado Lara, en el bullicioso, car-
navalesco y festivo Barrio Nuevo, lugar de más allá del Quebradón,
lugar donde vivían aquellos que no enterraban sus raíces en lo que se
ha dado en llamar la “godarria caroreña” o “mantuanismo de Carora”.
Sector habitado secularmente por el pardaje y la negritud que
vienen directamente de la Venezuela preindependentista, los barriono-
venses se constituían sin embargo en el lado melódico, carnavalesco
y festivo de aquella sociedad firmemente anclada en el pasado colo-
nial. Pulperos y matarifes, albañiles, herreros y fabricantes de chimó,
así como “concertados” en las casas de los “mantuanos caroreños”,
eran los herederos de largos siglos de vasallaje social. Pero una ley
sociológica podrá entreverse allí entre los marginados de la sociedad
de clases, esto es, el ser poseedores de una creatividad sin parangón
en la música, la arquitectura, la gastronomía, el baile y la danza, así
como la tradición oral y un humorismo extremadamente creativo y
original. Una cosmovisión cómica y carnavalesca.
Si en la Nueva Orleans de la Lousiana estadounidense nacería el
mundialmente famoso ritmo del jazz entre los descendientes de los

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negros abrumados por el trabajo en las siembras algodoneras del
“Deep Sur”, en tierras venezolanas dedicadas a la caña de azúcar
nacerán, derivados del concepto musical afroamericano, indígena
y español, nacido en las abyectas esclavitudes negras, el Golpe
Tocuyano, el Golpe Curarigüeño, así como el Tamunangue Laren-
se, la manifestación folklórica “más rica y hermosa de Venezuela,
si ya no lo es de la América toda”, como afirma el sabio larense
Francisco Tamayo.
Tanto el jazz como el Golpe larense tienen un rasgo distintivo: la
enorme capacidad de improvisación de ambos géneros musicales,
los que estando separados por el mar y la historia, conservan ese
hilo ancestral que los entronca con el continente que es cuna de la
humanidad: el África negra. Pero no se podrán entender cabalmente
tales manifestaciones folklóricas sin el agregado cultural hispano: la
lengua castellana y el catolicismo de la Contrarreforma. La presencia
aborigen solo se expresa insinuada en cierta melancolía melódica.
En cuanto al Golpe Tocuyano, es como lo señala Francisco Ta-
mayo, “...la especie musical más usada en los términos de El Tocuyo,
como expresión de regocijo...”. Para este sabio larense, así como el
Tamunangue es expresión fundamentalmente africana, originada en
las plantaciones de los valles tocuyanos y curarigüeños, el Golpe,
por el contrario, es para Tamayo una manifestación del componente
étnico indígena, presente sobre todo en las serranías. Su contenido
está relacionado a los animales, a las actividades cotidianas como la
cacería, a la protesta, a la situación de los campesinos como legítimos
herederos de los aborígenes de la región.
El Golpe larense no es otra cosa que una derivación del joropo
venezolano-colombiano en tierras del semiárido larense. Es un canto
al compás de vals, se toca al ritmo de 6/8. Se acompaña de instru-
mentos venidos de tres continentes: el Cuatro y el Quinto europeos,
los tambores africanos y las maracas aborígenes. Se interpreta a dos
voces y se le conoce como una canta a dúo.
El golpe larense no es exclusivo del estado Lara, como mal podrá
creerse. El folklorista Luis Felipe Ramón y Rivera nos dice que es una
especie musical del género bailable y lo clasifica como “la segunda de
las piezas con las que se baila el joropo.” La diversidad de Golpes en
Venezuela es muy grande. Este investigador tachirense lo explica por

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El rapsoda caroreño, El Negro Tino con su Conjunto Morere, en el programa
televisivo Sábado Espectacular del animador y humorista Amador Bendayán y que
se trasmitía por la emisora Radio Caracas Televisión en la década de 1970. Fue el
escritor Mariano Picón Salas quien le sirvió a Tino Carrasco de enlace con los medios
radioeléctricos e impresos.

la naturaleza bailable, pero también porque “los músicos y cantores


los designan con nombres propios que una veces entresacan del es-
tribillo, otras, de una de las coplas, otras responden simplemente al
capricho popular o a homenaje a mujeres, recordación de hechos y
cosas, etc.” Esto explica, por ejemplo, Golpes como “La Mala Rucia”,
“La Perica”, “El Papelón”, “La Chiricoca”, “Amalia Rosa”, cuyo autor es
El Negro Tino Carrasco, “El Camaleón”, “Los Barbanches”.
Agrega Ramón y Rivera que “existe en el Golpe un conjunto de
piezas que deben ser ejecutadas dentro de una sucesión de armonía
características. Algunas, como La Chipola, son bimodales, y todas
tienen una armonía con modulaciones breves y tonalidades vecinas.
Los cantores conocen patrones melódicos y cadenciales fijos para
cada una de las piezas, y sobre dichos patrones improvisan.”
Los instrumentos cantantes para la ejecución del Golpe, según la
zona de Venezuela, son el arpa andaluza, la bandola llanera, la ban-
dolina (con la que se distinguió de forma excepcional El Negro Tino

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 11


Carrasco), como instrumentos acompañantes el Cuatro, las maracas,
el tiple, la guitarra y la tambora. Como regla general se acepta que
la voz humana es el principal instrumento y que el arpa, la bandola
o la bandolina ayuden “haciendo contracantos.”
Estructuralmente, el Golpe constituye una melodía muy sencilla,
“de ocho a dieciséis compases, la cual se repite con mínimas va-
riante o sin ellas.
En el Golpe Larense o Golpe Tocuyano —forma del joropo arrai-
gado en Lara y en los pueblos vecinos del estado Yaracuy, Trujillo y
Portuguesa—, además del uso del estribillo, es el único en Venezuela
que se canta a dos voces, dúo del que Ramón y Rivera escribe que
además de ser “en su mayor parte en terceras paralelas, es común
sobre todo en los estribillos, pero pueden aparecer también en las
estrofas iniciales correspondientes musicalmente a la primera —o
primera y segunda— parte melódica”, con una armonía que como en
la mayoría de los golpes se reduce a un circulo de Tónica - Subdomi-
nante - Dominante - Tónica, “empleándose un compás de tres tiempos
para cada acorde, menos para el de la dominante que lleva siempre
dos”. Un ejemplo bien conocido del golpe larense es “La chiricoca”.
Los folkloristas larenses José Nemesio Godoy y Martín Díaz Pe-
raza apuntan que el golpe en el estado Lara es un canto al compás
del vals, menos movido que el joropo, pero más ligero que el vals.
Los cantores van entonando los cuartetos a dos voces —primera y
tercera— y al terminar cantan el estribillo, de acuerdo con el nombre
de la pieza, que es coreado por el conjunto.
Los instrumentos usados por el conjunto son: el cuatro, el cinco,
el tambor colgante, y las maracas. El baile del golpe es muy diferente
al del joropo: el hombre siempre hace gracias a la pareja, con las
manos en continuo movimiento. En ocasiones se descubre para po-
nerle el sombrero a la dama y con los pies hace figuras y zapateos.
Para más lucimiento, cuando los cantores entonan algunos versos
a las parejas, ellos se acercan a éstos y dan un saludo de cortesía.

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Otras formas del Golpe
en Venezuela

En Guayana se conoce como Golpe o joropo con estribillo, del que


la pieza “El Papelón” es muy conocido ejemplo. Es prácticamente
característico del oriente venezolano. La melodía es fija y el estribillo
improvisado. Otro Golpe oriental es el Golpe de Arpa, que son los
golpes llaneros interpretados en los estados Anzoátegui y Monagas.
Como todo Golpe también improvisa sobre la base de repercusiones,
las cuales están destinadas específicamente para el baile.
Escenario distinto son los Valles del Tuy en los estados Aragua,
Carabobo y Guárico, donde tenemos el joropo central o Golpe Tu-
yero. En el baile las parejas van muy unidas. Son los descendientes
de los negros quienes aprendieron a tocar el arpa en este valle y no
los indios, como sucedió en el llano. Los instrumentos empleados
son el arpa y las maracas y el “buche” o voz. No emplea el Cuatro.

El Golpe tocuyano y el Golpe curarigüeño


Ambos golpes son derivados del Tamunangue o Sones de Negro que
tuvieron origen en El Tocuyo de los siglos XVII y XVIII. Existen al-
gunas diferencias entre el Golpe de la “Ciudad Madre de Venezuela”,
El Tocuyo, y el Golpe curarigüeño, nos dice Juan José Colmenárez.
El Golpe tocuyano se ajusta un poco más a la métrica musical, es
más lineal. El Golpe curaricüeño es más caprichoso, comienza lento
y va apurando a manera que se va desarrollando el argumento. Y
termina de igual manera, muy a capricho, un instrumento primero
que otro, como queriendo dar la “despedida”. El que se interpreta en
la tierra de don Pío Alvarado es más lento y guarda cierta semejanza

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 13


al Golpe de los caseríos morandinos de Los Boros. Su rasgueo o
golpe de mano es distinto, así como también las voces y las letras.
El Golpe tocuyano es ágil y vivaz, rítmicamente rápido. El Golpe
tocuyano más antiguo lleva por nombre La flor del cacao.
Este ritmo de fuerte carga negroide fue rechazado por las capas
sociales instruidas, pues era interpretado por el pueblo analfabeta, los
descendientes de los negros esclavos que hacían trabajos agotadores
en los cañamelares ubicados entre Curarigua y El Tocuyo.

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Una síntesis biográfica de
El Negro Celestino Tino Carrasco

Antes de referirnos a la durísima y a la vez simpática vida del can-


tautor caroreño, larense y venezolano, veamos algunas expresiones
del historiador de la cultura Mariano Picón Salas sobre nuestro per-
sonaje. El extraordinario historiador y ensayista merideño, quien se
convirtió junto a su esposa, doña Beatriz, en el padre adoptivo de
El Negro Tino escribió que “Tino improvisaba las más intencionadas
coplas. Darle al Negro Tino un pie forzado y ya lo estará desarrollan-
do y devolviéndolo como una gallarda serpentina. Dice Picón salas
que en la árida y recia Carora tiene El Negro Tino el prestigio y la
solidez de una simpática institución. En su cédula electoral se llama
Celestino Carrasco, pero con el cuatro y la bandolina en la mano
y ya en trance de improvisar, nadie lo nombra sino El Negro Tino.
Mariano Picón Salas escribió: “Es Tino parte de una inmensa
tradición rapsódica venezolana que remonta a las viejas canciones
coloniales, a los cantares de gesta de la Independencia y la Fede-
ración y a todas las peripecias contemporáneas que pule y elabora
su inventiva de artista, se pone al hablar con su garganta”. “En su
Corrido de las Cien mujeres, agrega Don Mariano, que por la fluencia
de la versificación y la agilidad de los retruécanos parece la obra de
un Lope de Vega selvático y mestizo que no tuviera otro maestro
que la más alegre y desenfadada Naturaleza… Es en la invención
de nuestra música popular, el curioso e inspirado equivalente de
Feliciano Carvallo en nuestra pintura”.
Obras maestras suyas son: “El Corrido de El Tocuyo”, “Fuego en
la Pelea”, “Historia de Juan Bimba”, y sobre todo, su Corrido de las
Cien Mujeres. En 1985 salió a la calle el disco larga duración o LP

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Quizá el más emblemático acompañante del El Negro Tino fue Ángel “El Chingo”
Álvarez, a la derecha con el Cuatro. El Negro Tino afinaba su bandolina a la zurda,
pero la ejecutaba a la derecha.

de José Luis Rodríguez El Puma, contentivo de la pieza Amalia Rosa.


El popular cantante declaró que las ganancias de esta pieza serían
destinadas a la viuda del compositor, Juana Bastidas de Carrasco y
que él proseguiría con sus grabaciones de versiones folklóricas, con
la intención de rescatarlas.
Al Negro Tino se le conoce también como “El Roble Caroreño”.
Nació como ya dijimos, el 6 de abril de 1901 en la antigua ciudad
de Carora, Estado Lara y falleció en Barquisimeto el 8 de febrero de
1975. En el aniversario de su muerte, las emisoras radiales del estado
Lara emiten sus hermosas y populares canciones, entre las que se
cuentan “Golpe Tocuyano”, “La Guerra de los Vargas”, “Amalia Rosa”,
entre otras 150 piezas compuestas por este genio popular venezolano,
según refiere su sobrina, la investigadora Violeta Castillo.
La profesora en castellano y literatura Violeta Castillo, nos re-
fiere que su tío fue hijo de Quintina Riera y Alejandro Carrasco.
Fue el mayor de ocho hermanos: Esteban Torrealba, Fortunato,
Alejandrito, Ramón, Amelia, Margarita y Carmela. Sus hermanas
Amelia, Margarita y Carmela se destacaron como artistas de teatro

16 Luis Eduardo Cortés Riera


y comedia y como tal se presentaron en muchas ocasiones en cines
de Barquisimeto y Carora.
Comenzó a los ocho años a afinar la bandolina, tratando de im-
provisar de todo y con mucha humildad se inspiró no solamente en
la naturaleza y en el amor, sino también en las injusticias sociales.
En este sentido es el precursor de la llamada trova social o canción
de protesta e Venezuela y Latinoamérica, lo que es justo resaltar,
y que en Latinoamérica tiene como exponentes connotados a Fa-
cundo Cabral, Atahualpa Yupanqui, Alberto Cortez, Mercedes Sosa,
Violeta Parra, Víctor Jara, Daniel Viglietti, Alfredo Zitarrosa, Carlos
Mejías Godoy, Pablo Milanés, Chico Buarque, Carlos Puebla, Silvio
Rodríguez, Piero, Rubén Blades, Soledad Bravo, Gloria Martín, Alí
Primera, el catalán Joan Manuel Serrat, entre otros.
¿De dónde le viene a este inspirado cantor popular ese genui-
no y sin igual sentido de protesta y por la justicia social? En 1921
sufrió un hecho dolorosísimo El Negro Tino siendo muy joven.
Sucedió que su padre, Alejandro Carrasco, era alguacil carcelero
de Carora y se le comisionó trasladar un reo de alta peligrosidad
a la cárcel de Las Tres Torres de Barquisimeto, y se hizo acompa-
ñar de Tino. Durante el trayecto a lomo de bestias, el delincuente
logró darse a la fuga. El brutal y despiadado gobierno gomecista
al enterarse de aquello pidió a Alejandro entregase a su hijo para
que cumpliera la condena que le tocaba al criminal escapado. Tras
las rejas permaneció nueve años el joven caroreño cumpliendo tan
injusta sentencia. En la cárcel retomó sus estudios e incluso aspiró
a graduarse de sargento técnico, sin abandonar la composición de
canciones populares y de protesta ante la retrógrada dictadura del
general Juan Vicente Gómez.
Durante los años de la Gran Depresión que sufre el capitalismo,
en 1929, sale finalmente liberado de prisión gracias a las diligencias
adelantadas por su padre y otros familiares. Regresa a Carora don-
de conoce a Juana Paula Bastidas, con quien contrae matrimonio y
de esta unión nacerán nueve hijos: Ricardo, Pablo, Alejandro, Aura,
Marina, Héctor, Carmen, Gloria, Rosa, y Blanca.
Es de destacar que gran parte de la obra poético musical de Tino
Carrasco se desarrolla durante la cruel y bárbara dictadura del general
Juan Vicente Gómez, el breve periodo democrático de 1936 a 1948,

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 17


Entrado en años y con su hijo Pablo En una característica pose teatral, El
ejecutando un Cuatro, El Negro Tino Negro Tino con su esposa Juana Paula y
muestra el traqueótomo en su gargan- su hija Rosa, cerca de los años 1940. En
ta, aparato que le permitía modular 1929 había salido de prisión tras nueve
palabras muy gruesas. Su voz para el años de injusto encarcelamiento por los
canto era cosa del pasado, por lo que esbirros policiales del general Juan Vicente
se orientó hacia la composición de Gómez, doloroso hecho que sin embargo
instrumentales. lo convirtió en iniciador de la canción de
protesta en Venezuela.

la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez entre 1948 y 1958, y


finalmente el periodo de la llamada cuarta republica, es decir desde
1958 hasta 1975, año del fallecimiento del rapsoda caroreño.
A partir de 1939 el Negro Tino se abre camino en las actividades
culturales de su Barrio Nuevo, en Carora. Recorre sus calles acompa-
ñado de extraordinarios músicos barrionovenses, tales como Ángel
Álvarez, el Chingo Álvarez, Candelario Leal, “Vale Cayayo”, Fernando
Riera, “Nando Riera”, el destacado guitarrista Rodrigo Riera y el no
menos famoso Alirio Díaz. Las serenatas y la bohemia fueron con-
solidando su prestigio como cantor popular.
Poco a poco su imagen se crecía, por lo que se vio impulsado
a viajar por los estados Zulia, Trujillo, Falcón, Portuguesa. En 1952

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En el Cementerio Municipal de Carora, Avenida 14 de Febrero, reposan los restos de
El Negro Tino Carrasco. Sus hijos cumplieron su voluntad de ser inhumado en la tie-
rra que le vio nacer. En donde apenas una cruz rememora su deceso debería existir
una suerte de monumento a su gigantesca figura de la Cultura Popular venezolana.

triunfa en Caracas al hacer presentaciones radiales, la prensa y la


televisión, estimulado, como ya se dijo, por el eminente escritor Ma-
riano Picón Salas y su esposa doña Beatriz, quienes lo conocieron
a través de la amistad de El Negro Tino con el historiador caroreño
Dr. Ambrosio Perera. De tal manera logra contratos para hacer sus
primeras grabaciones en discos de acetato.
Los titulares como “El Negro Tino triunfa en Caracas” no se hi-
cieron esperar en los diarios El Nacional de Miguel Otero Silva, y El
Universal, entre otros. A raíz de esta promoción organizó con sus
hijos, Héctor y Ricardo, un grupo musical llamado “Conjunto Morere”.
Desde este momento su figura cobró dimensión nacional.
En 1953 su hijo “Pablo de Lara” hizo su aparición melódica y
fue bautizado como “Benjamín de los Tenores”. A través de su hijo
incursionó Tino en la televisión en la década de 1960 en el famoso
Show de Reny Ottolina y de igual manera en el programa Sábado
Espectacular de Amador Bendayán.

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 19


Llamado por su tierra, vuelve Tino a Carora en 1962 e inicia giras
acompañado del Conjunto Morere por Cuicas, Chejendé, Motatán,
Jabón, San Pedro, localidades de los Andes trujillanos y larenses.
Desde 1967 comienza a enfermar gravemente afectado por una afec-
ción laríngea. Su familia lo traslada urgentemente al Hospital Antonio
María Pineda de Barquisimeto, donde es atendido por su compadre,
el Dr. Pedro Adrián Santeliz, quien tras delicada operación quirúrgica
le coloca un traqueótomo para que el cantante pueda volver a ha-
blar. Privado de su magnifica voz sin embargo comenzó a componer
música instrumental, tales como “Retorno a Carora”, El Trovador del
Morere, Tristeza en el Alma, Mi Regreso a Lara, A Orillas del Turbio,
Las curvas de San Pablo, El Revoltoso, Yo, El Negro Tino, entre otras.
Sus postreros años trascurren en la ciudad de Barquisimeto. En
1974 se presenta por última vez en Sábado Sensacional, programa
conducido por Amador Bendayán.
Un año después, el ocho de febrero de 1975, fallece El Negro Tino
en el Hospital Antonio María Pineda, rodeado de sus familiares y
amigos, este singular personaje de nuestra cultura popular que contó
entre sus admiradores y amigos a ese gran descubridor de talentos
que fue Cecilio “Chío” Zubillaga Perera, Isaías Ávila, Pedro Franco,
el constitucionalista Ambrosio Oropeza, el compositor y cantante
Antonio Heredia, el compositor Juan Ramón Barrios, el director de
la Orquesta Mavare Juancho Lucena, Gerardo Brito, la cantante lírica
Bertica Medina, Félix Morón, los guitarristas caroreños universales
Alirio Díaz y Rodrigo Riera, Pedro Sánchez Rodríguez, el historiador
Francisco Cañizález Verde, el humorista José Díaz “Joselo”, la cantante
Adilia Castillo, quien hizo nacionalmente conocido el golpe compuesto
por Tino Carrasco y que comienza con : Ah mundo Barquisimeto, los
animadores de la televisión Amador Bendayán y Renny Ottolina, el
“tenor favorito de Venezuela” Alfredo Sadel, el cantante Mario Suárez
y el rescatador de la tonada, el inmortal Simón Díaz, entre otros.

La bandolina de El Negro Tino Carrasco


El instrumento musical con el cual El Negro Tino se acompañó fue
la bandolina napolitana o mandolín. Es un cordófono de cuatro
cuerdas dobles de afinación sol, re, la, mi, que tiene su origen en la

20 Luis Eduardo Cortés Riera


Sus nietos en Carora atesoran esta
legendaria bandolina napolitana de
El Negro Tino, instrumento musical
que aguarda por ser instalado en
un museo dedicado
a su memoria.

guitarra árabe y sus


derivados, el laúd,
el cistro o la cítola.
Este último proliferó
en el siglo XV y dio
origen en múltiples ins-
trumentos en diversas culturas,
tales como el banjo estadounidense, el ukulele, la balalaika rusa, el
bouzouki sueco, el Cuatro nuestro y la bandolina. Es el instrumento
de la música popular en muchos países: Chile, Bolivia, Colombia,
Perú, Brasil, Ecuador y Venezuela.
A principios del siglo XX el bandolín comienza a desplazar a la
bandola, y se instala en el gusto del mundo campesino venezolano.
Con el bandolín se puede tocar todo tipo de música: valses, golpes
y estribillos, merengues, polos, jotas, malagueñas, música más o
menos moderna como la guacharaca, pasodobles y otros. También
música para velorios, como galerón, fulías, punto y sus variantes,
además de acompañar aguinaldos y diversiones.
De modo pues que fue con este versátil instrumento con el cual
Tino desarrolló su enorme inventiva poética y musical. Sombrero
de pajilla, paltó a cuadros y bandolina en mano daban a El Negro
Tino un aire de teatralidad, de comedia callejera y de bohemia he-
teróclito y singular.

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 21


Intérpretes de las composiciones de El Negro Tino
Carrasco. Amalia Rosa por el mundo.
Podemos afirmar rotundamente que la música de este rapsoda y
poeta caroreño le ha dado la vuelta al mundo. Es música global,
diríamos hoy. Sus intérpretes van de uno a otro continente. En
Japón La Estudiantina Komaba Concet, Europa La Tuna Universita-
ria de España, Islas Canarias Los Sabandeños, Chile grupo Illapu
interpreta Amalia Rosa, Quipunto Contrateto, Los Machucambos,
Ay Caramba, Quinteto Contrapunto, Jesús Sevillano, los solistas
David Salaz, José Luis Rodríguez “El Puma”, Grupo Musical ve-
nezolano El Pacto, el carachense Catire Víctor Durán, el cuatrista
caroreño “Chemiguel” Dorantes, la Orquesta de Cuerdas Cuatros
y más Cuatros de Amado López, Adilia Castillo, Lilia Vera, Niños
Cantores de Lara, Serenata Guayanesa, Cecilia Todd, la centenaria
Orquesta Pequeña Mavare, la orquesta del maestro Billo Frómeta,
Orquesta Los Melódicos de Renato Capriles, El Pollo Brito, Lila
Morillo, Simón Díaz, el cantante español Julio Iglesias, el tenor his-
panomexicano Plácido Domingo, Mario Suárez, Magdalena Sánchez,
Pablo Canela, El Dueto Criollísimo de Maracaibo, Golperos de El
Tocuyo, La Negrita Cariñosa Edith Salcedo quien lo interpretó en
japonés, Rosalinda García, Benito Quiroz, Frank Sangronis, Voces
de Lara, Los Guarandinos, Lara en Golpes, el Grupo Unicornio,
quien gana el Primer Festival Internacional de la OTI con La guerra
de los Vargas, y muchos más…
En su ciudad y municipio natal ha sido interpretado por el Gru-
po Brecha, Sinfónica de Venezuela dirigida por el Maestro Felipe
Izcaray, Los Hermanos Gómez, Orfeón Universitario de la Unexpo,
dirigido por José Gregorio Carmona, Antonio Celeste, Alberto Gon-
zález “Beto El Chueco”, Duney Madrid, Banda Municipal Juancho
Querales, grupos Kurura y Diapasón, Orfeón Carora, fundado por
Juan Martínez Herrera, Golperos de la Unexpo de Carora, su hijo
Pablo de Lara, Tico Páez, Alexis Riera “El Cantor de la Esperanza”,
Julio César Carrasco y su Espectáculo Canaima, Ramón Ramos, el
Dúo Amistad de Campanero, Los Trovadores Caroreños, Coro de la
Escuela de Música Juancho Querales, Evaristo González “El Zamurito”,
Los Golperos de Don Pío, entre otros.

22 Luis Eduardo Cortés Riera


El Puma, el popular cantante venezolano José
Luis Rodríguez y quien interpretó con enorme
éxito la composición Amalia Rosa, con Ricardo,
hijo de El Negro Tino, y una dama sin identificar.

Pablo de Lara, con atuendo llanero de


liqui liqui y sombrero, en esta fotografía
de la emisora Radio Caracas Televisión,
continuará la carrera artística de su
padre El Negro Tino Carrasco.

Pablo de Lara heredó de su padre


El Negro Tino su arte así como sus
elegantes e histriónicas poses, las que
exhibe en los estudios de la emisora
Radio Caracas Televisión.

El Maestro Alirio Díaz cuando iniciaba su


carrera de guitarrista universal. Siempre
sintió un admiración por la música popular, y
armonizó y llevó a la guitarra algunas piezas
de Tino Carrasco.
Hermógenes y Rafelito,
un dueto de resonancias continetales: Los
Hermanos Gómez, quienes incluyeron en su
repertorio melodías de El Negro Tino.

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 23


Sirva pues este florilegio, incompleto sin duda, de intérpretes
académicos y populares de las composiciones del rapsoda carore-
ño, para darnos cuenta cabal de sus gigantescas dimensiones como
creativo de lo popular venezolano que es El Negro Tino.

24 Luis Eduardo Cortés Riera


Ejes Temáticos de las canciones
de El Negro Tino Carrasco

Violeta Castillo organiza las distintas canciones de El Negro Tino


en Ejes Temáticos. El primer eje será de orden político-ideológico,
donde ataca y critica las relaciones de poder y la resistencia a tal
poder: las dictaduras, los norteamericanos. Acá se destacan com-
posiciones como Juan Bimba, El Petróleo, El Alto Costo de la Vida,
Los Angelitos de Pedro Estrada, El Fosforo Nacional, Montilla, Los
Cuatro Colores del Continente Suramericano, La Guerra de los Var-
gas, El Samán, Tened Piedad de Mí, El Pollito y El Triunfo de Fidel
Castro en Cuba.
El segundo eje temático es el gentilicio, el orgullo de ser habitante
de un país: Venezuela. Es lo que se llama la comunidad imaginada:
la nación. En este eje destacamos la canción Los Cuatro Colores del
Continente Americano y también Los Gritos de Chapita.
Otro eje temático es el amor, el fuego y la pasión de un sentimiento
que garantiza y le da sentido a la existencia humana. Vinculado a
este eje temático se encuentra la mujer como otro eje temático. En
este eje se destacan Amalia Rosa y Las Cien Mujeres, La Negra, Soñar
Despierto, Regálame un Beso, Despierta y Suspirar.
La autora escoge 27 textos poéticos de El Negro Tino de los 150
que conforman su repertorio y que tuvo el excepcional trabajo de
rescatarlos de los archivos de la Sociedad Venezolana de Autores
y Compositores en la ciudad de Caracas. Veámoslos seguidamente:

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 25


Las Canciones de El Negro Tino Carrasco

Canción Nº 1: Juan Bimba. Corrido.

Juan bimba no pide mucho


porque su alma no es avara
Con un pedazo de tierra
que le regaló la patria
Y a través de su conuco
hará su rancho de paja
Temeroso y convencido
de ver su vida burlada
Muy poco es lo que ambiciona
para aliviar su desgracia
Pero Juan Bimba no quiere
que le den la tierra fiada
Porque con tanta miseria
tal vez no podrá pagarla
Y su experiencia le dice
que cuando el invierno tarda
Muchas veces la semilla
se siembra pero no talla
Y en los años sin cosecha
su existencia es más amarga
Juan Bimba que nunca ha sido dueño
de hacienda y de casa
Porque siempre está dispuesto
a morirse por la patria
Porque solo tiene angustia
quien dignamente trabaja
Defensor de la llanura
lo mismo que la montaña
Si alguna vez en la vida
si es que la justicia ampara
Su palabra nunca oída
debe ser escuchada

26 Luis Eduardo Cortés Riera


Si le niegan sus derechos
no existe la democracia
Y morirán de tristeza
los empeños de su alma
Pero bien sabe Juan Bimba
que no es culpable la patria.

Comentario: Juan Bimba es el nombre que se le da al pueblo


humilde en Venezuela. Se le presenta con pantalón enrollado,
franela, sombrero de cogollo y alpargatas. Es un campesino pobre
y sin tierras para sembrar, que fue popularizado por el gran poeta
cumanés Andrés Eloy Blanco. Su figura apareció en la propaganda
del partido Acción Democrática, quien prontamente lo desechó.
Hoy está casi desaparecido Juan Bimba del imaginario venezolano.

Canción Nº 2: El Petróleo.

Cuando los americanos


empezaron a venir
Sólo se oía decir
qué bien están los zulianos
Pero llegaron corianos,
negros y margariteños
Vinieron los guaireños,
más atrás los emigrados
No vinieron los rayados,
porque no hicieron empeño
Ver aquella inmigración
atravesar noche y día
Buscando las compañías
daba desesperación
Pero tenían razón
pues venían a buscar
A llevarse el capital

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 27


que emplea el americano
De ver que ningún zuliano
lo sabía aprovechar
Pa’ acabarlos de arruinar
nos mandaron las victrolas
El aumento de salarios
y que hagan bajar los precios
Quién se iba a imaginar
que vinieran hidroaviones
Automóviles, camiones
y teléfonos sin hilo
Y cosas por el estilo
que inventan esos ladrones
Las mujeres no querían
sino eran americanos
Diariamente los veían
con el volante en la mano
Mientras el pobre zuliano
por interés de comprar
A sus hijos un hogar
trabajaba, noche y día
Tierra para los campesinos
porque ellos son muy sinceros.

Comentario: esta composición es una de la de más marcado


carácter antiimperialista de El Negro Tino. Relata la llegada de las
compañías petroleras de los Estados Unidos al Lago de Maracaibo,
estado Zulia con el fin de llevarse nuestro petróleo casi regalado.
Con los norteamericanos llegó a Venezuela el “modo de vida ame-
ricano”, los aparatos eléctricos y los automóviles. No vacila nuestro
cantautor de calificarlos de ladrones.

28 Luis Eduardo Cortés Riera


Canción Nº 3: El A lto Costo de la Vida.

Con el permiso señores


oigan esta relación
El alto costo de la vida
existe en nuestra nación
A dos cincuenta caraotas,
dos bolos un papelón
La manteca por las nubes,
el café por el olor
Diez bolos el kilo de marrano,
donde hay tanta producción
Para este año sesenta
debemos estar contentos
De tener un presidente,
cumpla sus ofrecimientos
Que esté llena la barriga
y ese corazón contento
Para que sirva de ejemplo
a muchísimos tiranos
Con la gran reforma agraria
para los venezolanos
Se le pide al presidente
y a la cámara de comercio
El aumento de salarios
y que hagan bajar los precios
No crean que soy tan necio
y yo le pido primero
Trabajo para los obreros
y miles de familias
Con muchísimas viviendas
con agua, luz y bien construidas
Por tanto rinconcito
que existe en mi Venezuela
Disciplina para el pueblo
con muchísimas escuelas
Si se quieren carreteras

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 29


y caminos vecinales
Para que seamos iguales
desde el trece de febrero.
Dándole a las compañías
más alas para volar.

Comentario: a principios de la década de 1960 había una gran


expectativa por el gobierno del presidente Rómulo Betancourt,
quien entonces iba a firmar el Decreto de la muy ansiada Reforma
Agraria, instrumento jurídico con el que se proponía dar la tierra
a los campesinos quitándosela a los latifundistas. A pesar del alto
costo de la vida, El Negro Tino pone sus esperanzas en Betan-
court y su gobierno.

Canción Nº 4: Los A ngelitos de Pedro Estrada.

Este año va a estar bien malo


para los venezolanos
Quieren acabar con nosotros
dejar puros italianos
Miren que par de tiranos
con toda su camarilla
Iban a usar la estampilla
con el retrato del tirano
Y qué será de nosotros
si Dios no mete la mano
El veintidós preparaban la enredada
por agarrar a Pedro Estrada
Una revolución planeada
por la Junta Militar
Para poder derrocar
a este gobierno tirano
Que viva este Bravo Pueblo
y todos los venezolanos

30 Luis Eduardo Cortés Riera


Dios se lo pague a la Junta
y a todos los estudiantes
Que nos quitaron el yugo
de esta pila de adulantes
Y fueron todos cantantes
por derrocar al gobierno
Todos lo hicieron bien bueno
y Venezuela dio un giro
Que vivan los estudiantes
y que mueran los esbirros
En Carora se encontraba
un tal Capitán Chacón
Que tenía una policía
más fuerte que la nación
Era más peor que Perón
y los tenía engañados
Muchos estaban en lista
y muchísimos fichados
Para sacarlos del pueblo
y por mal recomendados
Carora que ha sido muy grande
y muy revolucionaria
Había una pila de esbirros
devengaban un salario
Mire cómo se completa
la pasada tiranía
Una policía secreta
que tenía el capitán
De acuerdo con Pedro Estrada
y Vallenilla Lanz.

Comentario: esta canción fue compuesta por El Negro Tino


recién derrocada la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez en
1958. El título se refiere a los adulantes del director de la temida
policía política del régimen, la Seguridad Nacional, el feroz Pedro
Estrada. Este cruel y sanguinario represor fue el responsable de la

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 31


muerte de Alberto Carnevalli, Luis Hurtado Higuera, Antonio Pinto
Salinas. El 10 de enero de 1958 salió al exilio Estrada cuando los
militares exigieron a Pérez Jiménez destituirlo. El dictador huiría
del país la noche del 23 de enero de 1958. En la ciudad de Carora
era jefe de la temida Seguridad Nacional el capitán Chacón, cono-
cido por su conducta represiva.

Canción Nº 5: El Fósforo Nacional.

Tanto como trabajó


Bolívar por la Libertad
A su patria natural
y de nada le sirvió
Porque después que él murió
sus leyes no se cruzaron
Los verdugos regresaron
existió la tiranía
La injusticia, la anarquía
cuando los Gómez mandaron
Pero al fin murió el tirano
que esclavizó a Venezuela
Ya mandó López Contreras
que prometió ser mejor
Pero veo alrededor
varios viejos magistrados
Deben ser despatriados
de este nuevo presidente
Y si López no es consciente
también será despatriado
Cuando Gómez se sentó
en tan delicada silla
Entre la Casa Amarilla
todo el palacio tembló
El mundo se oscureció
en mirar que un animal
Se sentaba a esclavizar

32 Luis Eduardo Cortés Riera


al pueblo venezolano
Y consecuente tirano
sin lectura y criminal
Todo aquel que haya mandado
con Gómez en Venezuela
Tiene escrita una novela
de crímenes y no ha pagado
Habló con los magistrados
que hoy mandan en la nación
Que cambien de corazón
sobre el cuerpo familiar
Y así podrá progresar
de nuevo la población
Si Bolívar existiera
no venderían su retrato
Tan mísero y tan barato
como si fuera cualquiera
Al verlo en la fosforera
un hombre de tanta fama
Todo el mundo lo proclama
venderlo por un cuartillo
Y si alguien lo reclama
muere preso en un castillo
Hasta yo mismo discierno
que fue un hombre de nobleza
Y ha convenido el gobierno
ponerlo en esa bajeza
Y nos cayó de sorpresa
al verlo en la fosforera
Un hombre como cualquiera
después nos libertó
Como hijo defiendo yo
aunque por la patria muera
Esas son las instrucciones
que el gobierno nos ha dado
Después de haber libertado
Bolívar cinco naciones

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 33


Esas consideraciones
a un padre no se las demos
Porque nosotros podemos
sin la mayor novedad
Hay que dar la libertad
sin gratitud no tenemos
Él fundó la Independencia
y la amaba con fervor
Por la Santa Providencia
llegó a ser Libertador
A la patria dio su amor
y así le van a pagar
Si llega a resucitar
y se encuentra en las cajitas
Ve que es un propagandista
del fosforo nacional.

Comentario: se trata de una canción de las más largas y que


toca los más variados aspectos de las 150 piezas compuestas por
El Negro Tino. Es posible que haya sido compuesta a finales del
gobierno lopecista y comienzos del gobierno del presidente Me-
dina Angarita. Se lamenta que en el gobierno de López Contreras
siguieran mandando elementos que fueron altos funcionarios del
gomecismo, oprobioso régimen dictatorial que lo mantuvo encar-
celado injustamente en la prisión de Las Tras Torres de Barquisi-
meto desde 1920 hasta 1929. Pero lo que le provoca mayor indig-
nación es el hecho de que en las cajitas de fósforos o de cerillas
hayan colocado el rostro de Simón Bolívar. Con este reclamo se
observa el profundo bolivarianismo de El Negro Tino.

34 Luis Eduardo Cortés Riera


Canción Nº 6: Montilla.

Vengo a cantar este golpe


que un amigo me mandó
Pa’ que mañana o pasa’o
hagan lo mismo que yo
Ahí viene Montilla
a dar la pelea
Y viene diciendo
morena la cosa está fea
Él armó su gente
con la artillería
Y prendió los fuegos
morena de la vida mía
Al estado en que llegó Montilla,
al estado en que ha llega`o
Un hombre tan valeroso
y a Montilla lo han mata`o
Dicen que Montilla viene,
dicen que Montilla va
Y yo digo que eso es mentira
porque yo vengo de allá.

Comentario: es una de las breves canciones de El Negro Tino.


Puede que se trate Montilla de un personaje de su invención, una
especie de líder de las montoneras de nuestro turbulento siglo
XIX, o de algún alzado contra el gobierno dictatorial de Juan Vi-
cente Gómez. Su ritmo es demasiado pegajoso, lo que explica su
notorio éxito popular de este Golpe.

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 35


Canción Nº 7: La Guerra de los Vargas.

Que la guerra de los Vargas


en la montaña empezó
Por una vaquita flaca
que Morillo les mató
Eso dijo Robertico
cuando iba pasando el río
Ahora es que van a saber
que los Vargas tienen brío
Tiro, tiro, tiro, tiro, tiro yo
Que la guerra de los Vargas
en la montaña empezó
Eso dijo Robertico
cuando iba cruzando el puente
Ahora es que van a saber
que los Vargas son valientes
Fuego, fuego Robertico
le dice Pedro a la cuadra
Ahora es que van a saber
quienes son los hermanos Vargas
Cuando la vaquita flaca
fue llevada al asador
Todos los hermanos Vargas
se guiaron por el olor
Juan le dijo Robertico
fuego, fuego a la descarga
Para que sepa Morillo
quienes son los hermanos Vargas
Cuando los hermanos Vargas
dispararon el cañón
Usó Morillo sus lanzas
llenas de revolución
Y antes de que a la vaca flaca
le comieran hasta los huesos
De correr tanto proceso
le bajaron el salón.

36 Luis Eduardo Cortés Riera


Comentario: ha sido esta pieza de un enorme éxito. Rememora
una especie de guerra entre familias en la Venezuela campesina
y rural, que tuvo un insólito comienzo con el robo de una vaca
flaca, lo cual revela lo levantisco e indómito que ha sido el pueblo
venezolano, el que puede incluso llegar a derramar sangre por un
asunto baladí y trivial.

Canción Nº 8: Los Cuatro Colores


del Continente Sudamericano.

Cuentan que en Jerusalén


vivió mucha gente fina
Caifás era flor de harina
como Pilatos también
Herodes cien por cien,
albino que el centurión
Longino color marrón
y Magdalena catira
Por eso si bien se mira
negro no hubo en la pasión
Colón con su carabela
se fue y después ató cabos
Plumas y taparrabos
solo encontró en Venezuela
Indios color de canela
que hablaban en lengua limpia
Hasta aquel glorioso día
en que arribó el Almirante
Vino después al instante,
indio no se conocía
El gran Padre de Las Casas
por aliviar a nativos
Compró y trajo como chivos,
negros con pelo de pasa
No eran los grandes escasos
en darle impulso a la cría

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 37


Hasta aquel fecundo día
se hizo cruce extraordinario
Pero en tiempo del calvario
mulatos no los había
Porque entonces los mantuanos
a Dios solo para ellos
Lo agarran por los cabellos
y sin soltarlo sus manos
Déjense de rezar vanos
y de tanta pretensión
Hagan más bien constricción
pues según tenemos visto
Cuando mataron a Cristo
de blancos fue la función.

Comentario: se trata de una de las composiciones de mayor


sentido histórico y de defensa de las etnias subalternas o vasallas.
Negros, indios y mulatos no fueron los responsables de la muerte
de Jesucristo, pues tal crimen lo cometieron los blancos o caucá-
sicos, quienes a pesar de tan horrendo asesinato se apropiaron de
la fe que encarna el hijo de Dios colocándola a favor
de sus mezquinos intereses.

Canción Nº 9: Los Gritos de Chapita.

Pues Chapita está temblando


y Nicaragua al caer
Paraguay se da la mano,
los tres por obtener el poder
Si esto llega a suceder
el pueblo tiene razón
Son tres pueblos oprimidos
bajo el yugo y la opresión
Hay que matar a estos tres pulpos

38 Luis Eduardo Cortés Riera


y nunca tendrán perdón
Costa Rica es el baluarte
de bellísimas mujeres,
allí nació el gran demócrata
el Dr. José Figueres
Él nunca se refiere
a los gritos de Chapita
Un perro que ladra y grita
con sus insultos a Cuba
Hay que borrarlo del mapa
y a su amarga dictadura
Si es Chapita el sanguinario,
sus torturas horrorosas
Hay que llevarlo a la horca
revuelto con los Somoza
Como matar cualquier cosa
que no tiene importancia
Y así cualquiera se lanza
con la hoz y el martillo
Nos trata de comunistas
el perro de Santo Domingo
Venezuela ha sido fiel
y de gente liberal
Que ha habido dictaduras
nadie lo puede negar
Como aquel pueblo de Cuba
que se acaba de liberar
Tendremos que ir a pelear
por ver estos pueblos libres
Se acaba con los Somoza
y el monstruo del Caribe
El pueblo es el responsable
de apoyar estos verdugos
Que se unan a los rebeldes
pa` que se quiten el yugo
Como el general Tarugo
se echaba de gente fina

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 39


Con las juntas clandestinas
lo sacaron del país
Que se avispe el Paraguay
y los negritos de Haití.

Comentario: se trata de una canción en la cual Tino Carrasco


ataca las odiosas dictaduras del continente, en especial a la que
sufría República Dominicana con Rafael Leonidas Trujillo, conoci-
do como Chapita, quizás el mas malvado de todos. Es una pieza
profética, pues hoy en día fueron barridas del escenario históri-
co las dictaduras de Stroener en Paraguay, la de los Somoza en
Nicaragua, y la de Baptista en Cuba con el triunfo de Fidel Castro.
Elogia al Doctor José Figueres, quien al eliminar el ejército pudo
establecer una sólida democracia sin el temor de sufrir golpes de
estado en Costa Rica, y prevé la caída del dictador Duvalier en
Haití. Todo lo cual se ha cumplido.

Canción Nº 10: El Samán. Guasa.

Yo no voy a Motatán
porque allá son muy groseros
Si se me cae el sombrero
ya lo cogen de refrán
Samán era Samán,
Samán era Samán
Escucha como repican
las campanas de San juan
Las chiquitas hacen lín
y las grandes hacen lan
Lan, lan, lan lan
y las grandes hacen lan
Si yo tuviera dinero
como piedras tiene el río
Compraría a Barquisimeto

40 Luis Eduardo Cortés Riera


y El Tocuyo fuera mío
Samán era Samán,
Samán era Samán
Escucha como repican
las campanas de San Juan
Las chiquitas hacen lín
y las grandes hacen lan
Todo el que tiene talento
sabe por donde camina
Ninguno siente la espina
sino el que la lleva dentro
Era Samán, Samán, era Samán
Escucha como repican
las campanas de San Juan
Las chiquitas hacen lín
y las grandes hacen lan
Lan, lan, lan, lan
y las grandes hacen lan.

Comentario: es una composición de mucho ritmo y musicalidad,


por lo que aún se le escucha en emisoras radiales del país. Men-
ciona a pueblos de Trujillo y Lara, estados donde hizo muchas
giras y presentaciones. San juan es el patrono de Carora, lugar de
nacimiento de El Negro Tino.

Canción Nº 11: Tened Piedad de mí. (Golpe)

Coro
La, la, la la, la,
la, la, la, la, la
Tened, tened, tened,
tened piedad de mí
Que de la mano se me fue
la morena que yo vi

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 41


I
Me paro en las cuatro esquinas
diviso los cuatro vientos
No digo que soy doctor
conozco el medicamento
Yo me remonto a las nubes
a coge’ vientos colao’s
Traigo licencia de Dios
pa’ salvar un condenao’
III
Ah malhaya quien pudiera
hacer su casa en el aire
Para no hacer estorbo
ni hacerle perjuicio a nadie

Comentario: semejante a la composición anterior, es pieza de


mucha musicalidad y ritmo contagiosamente bailable.

Canción Nº 12: El Pollito.

Yo soy el moreno aquel


que si me preguntan digo
Yo soy el que hago el muerto
por coger zamuros vivos
Decile al pollito que venga pa’ca’
que suba al convento baje a la caña’
Con una risita con una risa’,
una carcajita cuá, cuá, cuá, cuá
Ah mundo cuando era mundo.
Ah llano cuando era llano
Cómo podrá un reloj,
girar un cuerpo humano
Aquí caigo, aquí no hay

42 Luis Eduardo Cortés Riera


quien la mano me dé
Cuando me ven desvalido
todos me dan con el pié.

Comentario: relata sus vivencias de negro ladino y astuto, pero


que cuando cae en desgracia nadie lo auxilia o ve por su condición.

Canción Nº 13: El Triunfo de Fidel Castro en Cuba.

Ya cayó otro dictador


de los que estaban en lista
Fue huyendo a Santo Domingo
un tal Fulgencio Baptista
El era un imperialista
y un avaro caudillo
Se fue a Ciudad Trujillo
no con buenas intenciones
Fue derrotado por Castro
y sus cuarenta ladrones
Ya cuba es un pueblo libre ahora
sí hay quien los recuerde
Fue liberado por Castro
y sus valientes rebeldes
Murieron muchas mujeres
en esa revolución
Ya está libre de opresión
y es un pueblo liberado
Por el Doctor Fidel Castro
que fue un hombre preparado
El Doctor Manuel Urrutia
se encargó de la presidencia
Por orden del Doctor Castro
dos hombres de inteligencia
Se selló la independencia

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 43


en aquel gran pueblo cubano
Derrotaron a los tiranos
hicieron la gran victoria
Esto pasará a la historia
de este gran líder cubano
Desde la Sierra Maestra
pues Castro salió triunfante
Andando de pueblo en pueblo
con todos sus ayudantes
Empujó y echó adelante
con el Doctor Ché Guevara
Se paró en Santa Clara
como un revolucionario
Ahí derrotó los tiranos
de Baptista el sanguinario
Castro se portó valiente
y se supo defender
Desde la Sierra Maestra
él conquistó el poder
No dio su brazo a torcer
porque amó la libertad
Pues él quiere la igualdad
porque Dios lo quiso así
Y le alumbró el pensamiento
como el gran José Martí.

Comentario: sin duda es uno de los textos más políticos y com-


prometidos de El Negro Tino, pues alaba y enaltece el triunfo de
la revolución en Cuba de la mano de Fidel Castro y sus barbudos
en enero de 1959.

44 Luis Eduardo Cortés Riera


Canción Nº 14: Soy un Negrito.

Soy un negrito
medio carcachero
Si me das un beso
me muero ligero
Pero por supuesto
bien estacionao’
Tras, tres,tres,
tres, tres, tres,
bien estacionao’
Quiéreme morena
sin ningún cuida’o
Que yo soy aquel moreno
que tú has olvida’o
Ah malhaya quien pudiera
hacer su casa en el aire
Para no servir de estorbo
ni hacerle perjuicio a nadie.

Comentario: acá se revela el lado galante y enamoradizo de El


Negro Tino, así como el enorme cuidado y atención que ponía a
las cosas del amor y el desamor.

Canción Nº 15: La Negra.

Si la negra me diera
un besito en el alma
Yo le diera a mi negra,
yo le diera una palma
Y me mira la negra, la negra,
la negra y me mira y se va
Y me pone la mano en el pecho
y me pone, me pone a pensar
Donde va mi negrita,
donde va pa’ los valles

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 45


A robar corazones
que me manda mi padre
Donde va mi negrita,
donde va pa’ la loma
A robar corazones
a la blanca paloma.

Comentario: es otra composición de tono amatorio del cantautor


caroreño y en donde exalta sin rubor el color oscuro
de la piel de su amante.

Canción Nº 16: Ñau Ñau.

En Apure vi a Rosita
y en el pueblo de Barinas bailamos
y en la calle me dijo
negrito mi negrita
Nos vamos, nos vamos,
nos vamos, nos vamos,
nos vamos, nos vamos,
nos vamos y nos fuimos
Sabroso en un vaso de agua
de la quebrá de Aguaviva
pero más sabrosos son
los besos de una catira
Si Margarita se va
y se va pa’ los baños
de Aguanegra
por qué no me convidáis
Ñau, ñau, ñau, ñau
el gato me rasguñó,
me fui por la calle arriba
el gato iba atrás de yo
Me subí en la cama e’ Juana
el gato también subió

46 Luis Eduardo Cortés Riera


eso sí que está bien bueno
porque hace tiempo que no.

Comentario: es la continuación de la poesía amatoria de El


Negro Tino. En esta pieza no distingue el color de la piel de las
amadas, pues le canta a la mujer rubia que entre nosotros se la
llama coloquialmente catira, con el mismo calor
que a las mujeres negras.

Canción Nº 17: Soñar Despierto. (Danza)

Cuando yo tranquilo
estaba sin pensar en tu cariño
Hiciste que te quisiera
y te quise con delirio
Y te seguiré queriendo
hasta después de la muerte
No creas que eso es mentira
que después también se quiere
Yo te quise con el alma
y el alma nunca se muere
Soñé que me había muerto
y vistes pasar mi entierro
Soñé que tú me querías,
que mentiras son los sueños
Soñé también vida mía soñé
que el Sol me alumbraba
Y por soñar imposibles
soñé que tú me querías
Negra es la noche y asusta,
negra es la tumba y espanta
Negros son tus ojos, negra,
que me robaron el alma
Negro es el aborrecer,
negro es no tener fortuna
Pero más negro es querer

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 47


sin esperanza ninguna
No creas que porque canto,
tengo el corazón alegre
Yo soy como el ruiseñor
que si no canta se muere
Unos cantan por cantar
y otros por alegría
Oye tú y comprenderás
cuál será la pena mía
Que canto por no llorar
cuál será la pena mía.

Comentarios: se trata de una de las composiciones más filosó-


ficas de El Negro Tino. La presencia del alma en una historia de
amor es un eco platónico y lo mismo debo decir de la búsqueda
de la inmortalidad, nos dice el mexicano Octavio Paz, Premio
Nobel de Literatura. Veamos cómo se expresa en Tino Carrasco
el dialogo con los muertos en su danza Soñar despierto: Yo te se-
guiré queriendo / hasta después de la muerte, / no creas que eso
es mentira / que después también se quiere…/ yo te quise con el
alma/ y el alma nunca se muere.
La muerte tiene en la tradición occidental, dice el mexicano, una
función capital: despierta al amante extraviado en sus sueños.
En el Negro Tino sueño y vigilia se confunden y le dan sentido
de muerte a la vida y sentido de vida a la muerte: “Soñé que me
había muerto / y viste pasar mi entierro / soñé que tú me querías
/ que mentira son los sueños / soñé también, vida mía / soñé que
el Sol me alumbraba / y por soñar imposible / soñé que tú me
querías… / Y por soñar imposible / soñé que tú me querías.” La
pasión amorosa, como se habrá notado, y su carácter simultánea-
mente real e irreal es penetrante y finísima en el trovador carore-
ño. La historia de la poesía es, pues, inseparable de la del amor.

48 Luis Eduardo Cortés Riera


Canción Nº 18: El Morenito

Vengo a cantar este golpe


que un amigo me mandó
Pa’ que mañana o pasado
hagan lo mismo con yo
Porque soy morenito
yo me voy a los valles
A robar corazones
que me manda mi padre
Que me manda y manda,
que me manda mi padre
Los ojos de mi morena
no son negros son azules
Que se parecen al cielo
cuando se apartan las nubes
Yo no sé si así sería,
yo no sé si así será
Que el tigre marca la huella
antes de dar la pisá
Al gusto le gusta el gusto
y al gusto le gusto yo
Y al que no le gusta el gusto
tampoco le gusto yo.

Comentarios: es una de las más reconocidas piezas de El Negro


Tino. Ello se debe a su musicalidad y ritmo sumamente contagio-
so. Es una melodía que está en los labios
de los larenses como tarareo.

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 49


Canción Nº 19: Regálame un Beso.

De mujeres no me digas,
ay sí,
yo tuve cuatro docenas
Y de las cuarenta y ocho,
ay sí,
ninguna me salió buena
Regálame un beso
morena del alma
Y en la revuelta
me dirás con calma
Si el negro te quiere
él te adorará,
si el negro te cela
por algo será
La mujer que usted le diga,
ay sí,
yo lo quiero mucho a usted
Es porque la he visto medio,
ay sí,
y quiere que se lo dé.

Comentario: amor y celos, dos elementos que no se separan en


una relación entre parejas. El autor deja ver una de sus facetas de
hombre conquistador y mil amores, así como cierto
dejo despreciativo hacia las féminas.

Canción Nº 20: El Chivúo.

Me llaman Julián Pacheco


el barbero e’ La Charneca
Soy el barbero del día
aunque a usted no le parezca
Yo pregunté por un barbero
nadie me dijo cuál era el bueno

50 Luis Eduardo Cortés Riera


Anda ligero zambo barbero
con la navaja y el peluquero
Queréis que te afeite chivúo,
queréis que te afeite barbón
Tengo la navaja lista
pero me falta el jabón
Aquí peinamos a todos
desde el grande hasta el chiquito
Hay pelucas pa’ los calvos
y moños pa’ los pavitos
Y también para las damas
su pintura para el pelo
Maquillaje a las arrugas
que les damos a las viejas.

Comentario: es una deliciosa pieza que explora en la vanidad fe-


menina y masculina en el intento de parecer bien a la vista y ante
el implacable pasar de los años: el ultraje del tiempo.

Canción número 21: Golpe Tocuyano.

Ah mundo Barquisimeto
dijo un barquisimetano
Yo digo ah mundo El Tocuyo,
porque soy tocuyano
Regálame un beso,
morena del alma
Adiós porque ya me voy
quizás no vuelva mañana
Usté está enfermo,
usté también
Usté come chimó,
usté también
Usté come tabaco,
usté también
Era que no me acordaba

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 51


y de golpe me acordé
Se fue la lapa
por la solapa
Pero esta noche
no se me escapa
Se fue el picure
comiendo acure
Con las verduras
y los cambures
Se fue la anguila
por las orillas
Con un trancazo
en las rabadillas
Del cachicamo yo no digo ná
porque la trampa se la tengo armá
Ese palo está muy mal picao,
ese palo quién lo picaría
Yo soy el moreno aquel
que canta la despedida
Se me reventó la prima,
se me reventó el bordón
No se le reviente un ojo
a tanto diablo mirón.

Comentario: se trata de uno de los golpes más conocidos del Ne-


gro Tino. Han pasado largos años y aun se oye con insistencia en
los medios radioeléctricos del país. Pareciera que el alma campe-
sina del larense se expresa con esta composición que no tiene de
modo alguno denuncia de opresión social.

Canción Nº 22. A malia Rosa.

De Maracaibo salieron
dos palomitas volando
A La Guaira volverán
pero a Maracaibo cuándo

52 Luis Eduardo Cortés Riera


Martía me dio una cinta
y Rosa me la quitó
Amalia peleó con ella
porque Juana se enojó
Ya se juntaron las cuatro
que son las que quiero yo
Amalia, Amalia, Amalia,
Amalia, Amalia Rosa
Esa es la que yo más quiero
por ser la más buena moza
Toma niña este puñal
ábreme por un costao
Pa que veas mi corazón
con el tuyo retratao

Comentario: ya era un éxito notable antes de que el cantante


José Luis Rodríguez la interpretara. Dice Francisco Cañizález Verde
que lo que narra la melodía sucedió en la casa del Presidente del
estado Zulia, general Vicencio Pérez Soto, amigo de Tino, quien
llamó la atención de sus dos hijas por su bajo rendimiento escolar
en una institución educativa de La Guaira. El militar dijo enfatica-
mente: “a La Guaira volverán, pero a Maracaibo cuándo.”

Canción número 23: Las Cien Mujeres.

Voy a hablar de las mujeres


porque de ellas he nacido
Porque de ellas he recibido
los gustos y los placeres
Puerto Cabello y La Guaira
fue la que mandó el judío
Una mujer engañó
al hombre más entendido
Las mujeres hoy en día
son como el palo podrido
No saben lavar un plato

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 53


y andan buscando marido
Yo por ninguna mujer
que me desengañe lloro
Y tampoco yo le imploro
que me debe querer
Un corazón de madera
tengo que mandar a hacer
Que ni sienta, ni padezca,
ni sienta lo que es querer
La araña pica la mosca,
la mosca pica la miel
Y en el corazón del hombre
también pica la mujer
Estoy queriendo a Isabel
y al mismo tiempo a Juliana
Y al saberlo Rosalía
quedó mal con Feliciano
Salí de la casa a pasear
llegué a casa de Silverio
Como la encontré tan seria
pasé a casa de Pilar
Rosa me mandó a llamar,
no me quise devolver
Clara me escribió un papel,
lo recibió Concepción
Pero yo con distinción
estoy queriendo a Isabel
Agustina es la que siente,
porque es ardiente y celosa
Y porque visitó a Rosa,
se pone brava María
No sé cómo me veré
al saberlo Rosalía
No quiero más a Tomás,
no sigo más sus amores
Porque a Felipa y Dolores
yo las cargo en mi memoria

54 Luis Eduardo Cortés Riera


Para terminar la historia
toditas son mis contactos
Así que a todas las trato,
pero me agrada Victoria
A mi me gusta María
porque es muy hermosa y bella
Yo doy mi vida por ella,
también la doy por Lucía
No digo nada de Elías
porque se puso a pelear
Con juanita del Pilar,
con Petrica y Rosa Emilia
Sábelo vidita mia
que no he podido encontrar
Blancas, rubias y negritas
a mi siempre me han gustado
Yo siempre estoy preparado
para quererlas a toditas
A la bella Ramoncita
esa es la que yo prefiero
Cargando lujo y dinero,
con toditos mis amores
Porque aquí tengo a Dolores
la muchacha que yo quiero.

Comentario: sin duda es una expresión del machismo latinoame-


ricano, que ve a la mujer como un simple objeto de manipulación.
Es una conducta muy del uso del hombre venezolano
coleccionar amantes.

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 55


Canción Número 24: La Barquilla. Golpe.

Ayayyay,
tengo que hacer un café,
ayayayay,
tengo que hacer un colao
Ayayayay,
en las costillas de un guapo,
ayayayay
en el lomo de un rascao
Anda barquilla
barquilla mía,
después del día
vendrán las penas
Vendrán las penas
y yo me iré llorando
Barco velero
del ancho río,
sobre la espuma
del ancho mar
Quítate niña
de esa ventana
que ya me tienes mortificao
Esa peineta color de rosa,
ese pañuelo color rosao
Tus ojos son dos luceros
me tienen encandilao
Y en tu pecho un guardapelo
que es como la flor del prado
Ayayayay
si la gracia se comprara,
ayayayay
la gracia comprara yo
Ayayayay
pero la gracia la tiene,
ayayayayay
sólo a quien Dios se la dio

56 Luis Eduardo Cortés Riera


Ayayayay
solamente yo y usted,
ayayayay podemos cantar sabroso
Ayayayay
porque somos dos caimanes,
ayayayayay
nacidos del mismo pozo.

Comentario: es un canto a un eterno humano, el amor, senti-


miento responsable de dichas y desdichas.

Canción número 25. Despierta y Suspira.

Me paro y no me conozco,
me miro y no sé onde estoy
Donde quiera que yo llego,
yo varios recuerdos doy
Si estabas dormida despierta y suspira
Cuando la miro me quiero morir
estaba soñando un sueño infantil
Mi mujer es chiquitica
que me la pasmó el verano
Pero tiene un quita sueño
que no le cabe en la mano
Cuando la miro me causa un dolor,
estaba soñando un sueño de amor.

Comentario: es evidente el doble sentido de naturaleza sexual


acá empleado con aquello del quita sueño.

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 57


Canción número 26: Lucerito.

Lucerito de alto cielo


préstame tu claridad
Para alumbrarle los pasos
a mi amante que se va
Dime lucero tú que la vistes
si la encontraste pensando en mí
Si estaba triste o estaba alegra
dime lucero contesta y di
Contesta y di dónde estará
Tus dos ojitos parecen
pedacitos de carbón
Déjame escribir con ellos
la historia de mi pasión
Tus dos ojitos parecen
ojitos de azabache
Contando este golpecito
yo me acuerdo de Carache
Tus dos ojitos parecen
pedacitos de carbón
Cantando este golpecito
yo me acuerdo del Jabón.

Comentario: Retoma de nuevo Tino el tema inagotable y que


abunda en su repertorio: el amor y la belleza femenina.

Canción número 27: Fuego, Fuego.

Por ser la primera vez


que yo en estos lares canto
Me hago la cruz en la frente
pa· líbrame del espanto
Fuego, fuego, fuego a la pelea
Va peleando el barco en el agua
Y no se voltea

58 Luis Eduardo Cortés Riera


Por el mundo andan diciendo
que nos queremos los dos
Más vale que nos casemos
pa· que se riegue la voz
Yo cogí de la retama
Del cogollo la mitad
Ah malhaya quién tuviera
Un amor sin darle na’.

Canción número 28: Mi Biografía en Verso.

I
Si soy un artista olvidado
Como lo dijo Macías
El espíritu me sobra
Para hacer mis biografías
Y así lo pensaría
Y no sólo el cielo es testigo
Pues yo no creo en amigos
pero sí creo en las plantas
Con esta enfermedad tan fuerte
Que me dañó la garganta.
II
Soy Celestino Carrasco
La poesía soberana
Música venezolana
Y la democracia en frasco
Con él no me llevo un chasco
Porque un compañero opina
Que éste es una persona muy fina
Y muy llena de optimismo
Pues abunda el gomecismo
Tan sólo siente la espina.
III
Aquí caigo, aquí alevanto
No hay quien la mano me dé

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 59


Cuando me ven desvalido
Todos me dan con el pie
Y siempre lo contaré
Los recuerdos del pasado
Yo nunca he sido malcriado
Y todo lo que digo es cierto
Quiero mi homenaje en vida
Y no cuando yo esté muerto.

IV
Solo me parió mi madre
Solo con ella nací
Como ya no tengo madre
No hay quien se duela de mí
Yo soy como el pitirrí
Con su canto en el sereno
Y a mi me gusta lo bueno
Y lo digo en buena hora
Yo soy del Estado Lara
Pero nacido en Carora.
V
¡Ah malhaya quien pudiera!
Hacer su casa en el aire
Para no servir de estorbo
Ni hacerle perjuicio a nadie.
VI
Me la paso por la calle
Vendiendo mis ajiceras
Pues no esperen que me muera
Para hacerme este homenaje
Pues nunca he tenido ayuda
Y así termina el detalle.

Comentario: se trata de una auto reafirmación de músico popu-


lar, del artista de la calle que se precia de ser él mismo, en una
suerte de reflexión como la del poeta estadounidense Walt Whit-
man y su poema inmortal Canto a mí mismo.
Consideraciones finales

El Negro Tino es un gigante de la cultura popular venezolana y


continental. Sus enormes éxitos así lo confirman a 40 años de su de-
ceso. Y es que sus melodías, cargadas de un fuerte sentido popular,
están presentes en el imaginario colectivo venezolano palpitantes y
llenas de vida. Es por ello que en estos tiempos de protagonismo de
la gente de la calle hemos querido colocar en las manos de todos una
síntesis biográfica de su extraordinaria y singular vida, una muestra
de 27 composiciones poético musicales suyas que son mucho más
amplias, así como un balance de la significación de su portentosa
obra de reivindicación de lo popular en el concierto de la nación
venezolana y latinoamericana.
La cultura popular estuvo como sepultada durante mucho tiempo
y hasta se le negó su derecho legítimo a existir. La cultura popular
que se expresa en el canto oral, la poesía, el cuento, la artesanía, la
pintura, la gastronomía, la fe popular, ha adquirido carta de ciuda-
danía y es objeto en el presente de serios y sistemáticos estudios en
nuestras casas de estudios universitarios y en reconocidas instituciones
privadas. La cultura popular es un venero infinito de memoria que
se remonta a la noche de los tiempos.
Recordemos que Tino Carrasco es apenas un promontorio en un
océano que constituye la cultura popular venezolana y continental.
En vida logró acceder a los medios de comunicación, la radio y la
televisión, a los estudios de grabación, la prensa escrita, lo que se
constituye en prueba palmaria de un triunfo de lo popular venezo-
lano sobre lo enlatado y extranjero que ha dominado casi siempre
en estos escenarios. Era una suerte de sentimiento colectivo que
pedía su presencia en estos medios, lo que se constituía, sin duda

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 61


alguna, en una forma de llenar un vacío en el sentimiento de los
venezolanos de la plaza pública y de la calle.
A tono con el protagonismo que ha adquirido lo popular vene-
zolano en estos tiempos de dramáticos cambios revolucionarios ini-
ciados por Hugo Chávez Frías, ponemos en manos del colectivo del
orgulloso pueblo de Bolívar y de Sucre, estas reflexiones sobre esta
enorme y singular expresión de lo mestizo cultural que constituye El
Negro Tino Carrasco, orgullo de los caroreños, de los venezolanos
y los latinoamericanos. Si queremos saber lo que somos, reflexio-
naba un admirador de lo caroreño, José Manuel Briceño Guerrero,
debemos emprender un largo viaje hacia nosotros mismos. Y en
nuestra hechura de pueblo mestizo que infatigablemente se busca
a sí mismo, están allí como guía y faro las composiciones poético
musicales de este inmenso venezolano que es y será El Negro Tino
y su inseparable bandolina.

62 Luis Eduardo Cortés Riera


Bibliografía consultada

Aretz Thiele, Isabel. Manual del folklore venezolano. Caracas, 1978.


Bajtin, Mijail. La cultura popular en la Edad Media y en el Renaci-
miento. El contexto de Francois Rabelais. Alianza Editorial. Madrid,
España, 1998. Pp. 431.
Briceño Iragorry, Mario. Mensaje sin destino. Caracas. 1998.
Castillo Carrasco, Violeta J. Análisis semántico pragmático de la
visión del pueblo y de su opresor en los textos poéticos de Pedro
Celestino Carrasco Riera, El Negro Tino Carrasco. 2007. Universidad
Pedagógica Experimental Libertador. Instituto Pedagógico Dr. Luis
Beltrán Prieto Figueroa. Coordinación de Posgrado. Maestría en
Lingüística. Barquisimeto, Pp. 294.
______________ El Negro Tino Carrasco: su voz, su música y su
estilo. A cien años de su nacimiento. Fondo Editorial Cerbero.
Colección Cardosanto. Barquisimeto, Venezuela, 2000. Tipografía
y Litografía Horizonte C.A. Pp. 72.
Colmenárez, Juan José. Golpe tocuyano, Golpe curarigüeño. 2009.
Disponible en internet.
Ramón y Rivera, Luis Felipe. La música folklórica de Venezuela.
Caracas, 1969.
Strauss K., Rafael. Diccionario de cultura popular. Fundación Bigott,
Caracas 1999. Dos tomos.
Vásquez, Justiniano. El Negro Tino. En: El Diario de Carora. Edición
Aniversaria. 1º de septiembre de 1981.

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 63


Entrevistas

Haydée Alvarez de Barrios


José Gregorio Carmona
Oscar Adjunta
César Tovar
Irene Zerpa Guimón
Ángel Montesinos
Andrés Padilla
Bernardo Yépez
Lola Mujica

Sobre el autor del presente ensayo

Luis Eduardo Cortés Riera: Licenciado en Historia, Universidad de


Los Andes, Mérida, Venezuela, 1976. Cronista Oficial del Municipio
G.D. Pedro León Torres. Magister en Historia, Universidad José María
Vargas, Caracas, 1995. Doctor en Historia, Universidad Santa María,
Caracas, 2003. Docente del Doctorado en Cultura Latinoamericana y
Caribeña, Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto
Pedagógico Barquisimeto “Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa. Se ha
especializado en la historia de la educación y de las mentalidades
religiosas en Venezuela. Casado con la médico dermatóloga Raiza
María Mujica, tres hijos: José Manuel, Luis Manuel y María Fernanda.

64 Luis Eduardo Cortés Riera


Anexos
El Negro Tino Carrasco.
Bandolina, paltó y pajilla
Luis Eduardo Cortés Riera
cronistadecarora@gmail.com

Fue durante uno de los Festivales Folklóricos del Estado Lara


donde asistí, de la mano de mi padre, Expedito, allá por los años
1968 o 1969, cuando vi por vez primera al Negro Tino Carrasco.
Vestía su infaltable paltó a cuadros y su emblemático sombrero de
pajilla. Mandolina tocada a la derecha. Una pañoleta cubría su negro
cuello. Por momentos se lo descubría para colocar uno de sus dedos
en un aparato llamado traqueótomo que le permitía modular unas
palabras graves y gruesas.
Había nacido en el Barrio Nuevo del pardaje caroreño, barriada
laboriosa y de sobrada calidad artística, el 6 de abril de 1901, recién
pasado por estas tierras el general Cipriano Castro. Ni su piel cobriza
ni su apellido hundían sus raíces en el “patriciado caroreño”. Lomo de
Perro era la residencia de quien iba a ser llamado El Roble Caroreño.
Barrio Nuevo tiene y tendrá talento musical y poético de sobra:
Juancho Querales, Rodrigo Riera, “Min” Suárez, Plinio Bracho, “Che-
maría” Suárez Lameda, Javier Meléndez, “Vale Cayayo”, El “Chingo”
Ángel, Los Hermanos Gómez, Isabel y “Lolo Carrasco”. Carora sin
Barrio Nuevo es una guitarra sin cuerdas.
El Negro Tino fue un rapsoda, un músico popular, sin academia,
del mismo origen humilde que los grandes guitarristas Alirio Díaz y
Rodrigo Riera. Solo que los dos concertistas pudieron seguir estudios
en conservatorios y academias musicales. Tino, en cambio, se abrió
camino gracias a su inmenso talento innato con sus composiciones
poéticas, su extraordinario humor y su infaltable bandolina.
Don Mariano Picón Salas escribió que “Tino improvisaba las más
intencionadas coplas. Darle al negro tino un pie forzado y ya lo estará
desarrollando y devolviéndolo como una gallarda serpentina. Es Tino,
dice el merideño, parte de una inmensa tradición rapsódica venezo-
lana que remonta a las viejas canciones coloniales, a los cantares de

66 Luis Eduardo Cortés Riera


gesta de la Independencia y la Federación y a todas las peripecias
contemporáneas que pule y elabora su inventiva de artista, se pone
al hablar con su garganta.”
Sigue diciendo el escritor merideño que Tino “En su Corrido de
las Cien mujeres, que por la fluencia de la versificación y la agilidad
de los retruécanos parece la obra de un Lope de Vega selvático y
mestizo que no tuviera otro maestro que la más alegre y desenfadada
Naturaleza… Es en la invención de nuestra música popular, el curioso
e inspirado equivalente de Feliciano Carvallo en nuestra pintura.”
Yo agregaría que El Negro Tino tiene también en sus composicio-
nes algo de tragedia griega, pues explora los abismos y vericuetos
del alma. En su golpe más emblemático, Amalia Rosa, por ejemplo,
escribe: “Toma niña este puñal / ábreme por un costao / pá que
veas mi corazón / con el tuyo retratao.”
“La presencia del alma en una historia de amor es un eco plató-
nico y lo mismo debo decir de la búsqueda de la inmortalidad”, nos
dice el mexicano Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura. Veamos
cómo se expresa en Tino Carrasco el diálogo con los muertos en su
danza Soñar despierto: Yo te seguiré queriendo / hasta después de
la muerte, / no creas que eso es mentira / que después también se
quiere… / yo te quise con el alma/ y el alma nunca se muere.
La muerte tiene en la tradición occidental, dice el mexicano,
una función capital: despierta al amante extraviado en sus sueños.
En El Negro Tino sueño y vigilia se confunden y le dan sentido de
muerte a la vida y sentido de vida a la muerte: “Soñé que me había
muerto / y viste pasar mi entierro / soñé que tú me querías / que
mentira son los sueños / soñé también, vida mía / soñé que el Sol
me alumbraba / y por soñar imposible / soñé que tú me querías… /
Y por soñar imposible / soñé que tú me querías.” La pasión amorosa,
como se habrá notado, y su carácter simultáneamente real e irreal es
penetrante y finísima en el trovador y rapsoda caroreño. La historia
de la poesía es, pues, inseparable de la del amor.
Ese sentido de la protesta tan genuino le vino a Tino Carrasco
por haber sufrido una descomunal injusticia al pagar cárcel durante
nueve años. Un reo de alta peligrosidad se le fugó a su padre, el
alguacil Alejandro, por lo que los esbirros de la dictadura lo obligan
a entregar a su hijo Celestino para que pagara los años de condena

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 67


que le correspondían al delincuente fugado.
En una composición dice de los estadounidenses y su sentido
utilitarista que fustigó duramente el uruguayo José Enrique Rodó:
“Empezaron a venir / cuando los americanos / empezaron a venir /
y sólo se oía decir: / qué bien están los zulianos.” Y más adelante:
“Pa’ acabarnos de arruinar / nos mandaron las victrolas / ortofónicas,
radiolas / y los carritos de a real / quién se iba a imaginar / que
vinieran hidroaviones, / automóviles, camiones / y el teléfono sin
hilo / y cosas por el estilo / que inventan esos ladrones.”
También hubo de componer unas piezas al triunfo de la revolución
cubana en 1959: “Ya cayó otro dictador / de los que estaban en lista
/ fue huyendo a Santo Domingo / un tal Fulgencio Batista / él era
un imperialista / y un avaro caudillo, / se fue a Ciudad Trujillo / no
con buenas intenciones / fue derrotado por Castro / y sus grandes
seguidores.”
Este juglar, músico itinerante de la patria, bohemio impenitente,
falleció el 8 de febrero de 1975. En días pasados fui a visitar la que
fue la peña de los músicos barrionovenses durante muchos años: El
Rinconcito Arrabalero. Allí, a la sombra de silentes y añosos cujíes,
muebles desvencijados, olvido, me pareció oír por un maravilloso
instante el sol re la mi de la bandolina de Tino.

Carora, abril 8 de 2014

68 Luis Eduardo Cortés Riera


Gloria Carrasco de Pernalete,
hija de El Negro Tino Carrasco
Luis Eduardo Cortés Riera
cronistadecarora@gmail.com

Vive Gloria en la calle Mérida de Carora. Allí hace vida marital


con “Antonio Celeste” desde hace mucho tiempo. La vamos a visitar,
Víctor Carrasco y yo, una mañana de noviembre, cuando las lluvias
nos visitan luego de un verano extremadamente largo que castigó de
manera inclemente a esta tierra. Antonio me dice que ese nombre
artístico se lo colocó nada más y nada menos que Simón Díaz en
el Hotel El Conde de Caracas. Fue en un bautizo de un disco larga
duración de su suegro El Negro Tino Carrasco. “Tino era muy educa-
do, culto y respetuoso, asienta Antonio. Jamás decía malas palabras.
Hizo canciones de protesta cuando Juan Vicente Gómez, imagínese
usted. Me considero su discípulo artístico. Parrandero sí era y no le
faltaba una botella de cocuy.”
Alirio Díaz lo invitó varias veces a La Candelaria. El Maestro
de la guitarra sentía una gran admiración por la música popular.
Una vez se le apareció el diablo, nos dice Antonio con voz grave.
Sucedió dando unas serenatas en la Otra Banda. Se aparece de
repente un hombre alto, muy alto, vestido de rígido negro. Le pide
que le cante unas canciones y al terminar le colocó unas monedas
en las faltriqueras. “Eh, mañana comemos caliente”, dijo Tino. Al
otro día por la mañana le pide a su esposa Paula sus pantalones,
y al meter la mano en los bolsillos encontró para su mayúscula
sorpresa puro azufre.
Sus hijas llamaban la atención sobre la bebida. “No le den cocuy
a papá, sírvanle sólo un dedo”. Pero Tino llena un vaso y se lo bebe
de un solo trago diciendo: “no me hizo ni ñes.” Cuando estuvo hos-
pitalizado los médicos no hallaban qué hacer con las muchas visitas
y las fiestas y parrandas que se formaban en las clínicas, nos dice
Gloria con una sonrisa.
Fue el Maestro de Juventudes Don Chío Zubillaga quien lo co-
nectó con Mariano Picón Salas y fue este notable escritor y ensayista

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 69


merideño quien lo llevó a la televisión, allá en Caracas. Lo conectó
con los animadores estrellas de la época, Renny Ottolina y Víctor
Saume. Era algo así como su padrino.
Pregunto por el paradero de la bandolina de Tino y Gloria me
dice que la tiene su hermana Chelina que vive cerca de la Cantv,
en Carora. Evangelina es la mamá de Ricardo junior. Sus discos,
agrega, están en Valencia. La sociedad de autores y compositores de
Venezuela, Sacven, cobra los derechos de autor y los reparte entre
la familia. “Se han portado muy bien con nosotros”, dice su hija.
“Nosotros éramos muy humildes y vivíamos en la calle Democracia,
en Lomo de Perro, allá en Barrio Nuevo, muy cerca del dique. Allá
se acostaba Tino en la hamaca y comenzaba a bajarle la inspiración
al tiempo que su hija Carmen pastora anotaba lo que le dictaba. “Pa-
loteao” componía mejor. Era muy bohemio y se ausentaba de la casa
por largo tiempo. Llegaba cada cuatro años y le ponía una barriga a
mamá. Sin embargo no dejó hijos regaos. Cuando él se iba de gira
por Carache, Cuicas, Chejendé o Motatán, mi mamá se defendía ha-
ciendo empanadas, criaba chivos y gallinas. Así nos manteníamos.”
“En navidad, asienta Gloria, nos traía ropa, chinelas, telas, zapa-
tos, muñecas. Traía plata de la buena.” “Nunca nos puso la mano.
“Sarataco” mostraba mejor carácter. Ah belleza de hombre, era, eso
sí, muy celoso. Nos celaba de todos. Una vez alguien le dijo que
sus hijas eran muy hermosas, a lo que rápidamente contestó “de las
espinas nacen las rosas.” A una pregunta responde que a su hija
Blanca Isabel la incluyó en su famoso “corrío” de las Cien mujeres.
Antonio Celeste, cuyo nombre verdadero es Rogelio Antonio
Pernalete Camacaro, me dice que existe un barrio en Carora que
lleva el nombre de su suegro y queda en Cerro Pelón, en la carretera
Lara Zulia, al lado del elevado. En el barrio El Terminal existe una
calle también con su nombre, adiciona. El alcalde ingeniero Edgar
Carrasco ha ofrecido una estatua de El Negro Tino, me dice. Agrega
que existe un proyecto de la Casa de Música Negro Tino Carrasco, en
Cerro Pelón. “Son 1.400 metros cuadrados que nadie se ha atrevido
a invadir. Es que respetan su memoria”, asienta.
Esta enterrado en el cementerio viejo de Carora. Y le ponen flores,
velas y velones sobre todo el Día del Padre y el 6 de abril, día de su
nacimiento. Hablaba Ricardo junior en nombre de toda la familia.

70 Luis Eduardo Cortés Riera


“Papa era católico y se encomendaba a la virgen del Carmen a cada
momento.”, rememora su hija con la mirada puesta hacia el cielo. Yo
le sacaba las canas a locha cada una, pero lo engañaba enseñándole
las hilachas de dispopo de la hamaca como si fueran canas. No era
pichirre y regalaba mucha plata. Con la comida menos. Le decía a
Paula: póngale comida a esa gente. Comía de todo: chicharrones,
picante, aguacates, toda la comida pesada. Al final eso lo afectó con
la diabetes, dice. Pero tenía buen estomago”, concluye.
“Cuando se enfermó papá, dice Gloria, el presidente, Doctor Raúl
Leoni, le regaló una casa en El Obelisco, Barquisimeto. Perdió la
voz y no podía hablar. Le colocaron un aparato con el que podía
decir palabras. Murió rodeado de mamá Paula, La Chicha, Blanca,
Pablo y muchos nietos. Tenía 74 años. “Fue Pablo quien se encargó
de traer el cadáver de papá a Carora, como fue su deseo. No hace
milagros, me dice rotundamente Gloria. Era, eso sí, adeco romulista
y se levantaba muy de mañana.”
Cuando estamos por despedirnos nos dice Gloria que “quisiera
que estuviera vivo para verlo, bien vestido él, con su sombrero, muy
elegante y oloroso a Jean Marie Farina, una colonia que compraba
en la Casa Barrios. Na’ menos.”

Carora, noviembre 5 de 2015

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 71


El eminente escritor merideño Mariano Picón Salas
apadrinó a El Negro Tino y hasta llegó a decir que era una
especie de Lope de Vega selvático y mestizo, un equivalente
de Feliciano Carvallo en nuestra pintura

72 Luis Eduardo Cortés Riera


Los padres de El Negro Tino, Alejandro y Amalia,
en la Mariana población de Aregue, 11 de octubre de 1936.
Foto cortesía: Fortunato Carrasco Álvarez

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 73


Ramón Carrasco Riera, hermano de El Negro Tino.
Carora, 11 de diciembre de 1930.
Foto cortesía: Fortunato Carrasco Álvarez

74 Luis Eduardo Cortés Riera


Fortunato y Margarita Riera, tíos de El Negro Tino.
Foto cortesía: Fortunato Carrasco Álvarez

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 75


Casa de El Negro Tino que ya no existe. Estaba al final de las calles Torres y Falcón,
sector Lomo e Perro, muy cerca del dique que protege a Carora
de las arremetidas del río Morere.
Fotos cortesía: Fortunato Carrasco Álvarez

En 1986
Tomasa
Riera
centenaria
en oficios
del hogar.
Era tía de El
Negro Tino.

Familia festiva y musical. Margarita y Carmela


Carrasco Riera formaron parte del Grupo
Los Artistas del Morere. Actuaban y cantaban
en las veladas.

76 Luis Eduardo Cortés Riera


Ramón Carrasco Riera y su esposa Chagua Corobo
en Aregue.
Foto cortesía: Fortunato Carrasco Álvarez

La gallarda serpentina de El Negro Celestino “Tino” Carrasco Riera 77


En “La tierra del sol amada”, Maracaibo, donde El Negro Tino
se inspiraría para componer una de sus más emblemáticas y
reconocidas piezas: Amalia Rosa. Foto cortesía de Fortunato
Carrasco Álvarez.
Fotos cortesía: Fortunato Carrasco Álvarez

En la casa materna de El Negro Tino. De sombrero su padre Alejandro,


a la derecha su esposa Amalia con su hijo Freddy.

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