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conducir corriente eléctrica sin resistencia ni pérdida de energía en determinadas condiciones. Fue
descubierto por
defectos producen un valor límite. Incluso cerca de cero absoluto una muestra de cobre muestra
una resistencia no nula. La resistencia de un superconductor, en cambio, desciende bruscamente a
cero cuando el
material se enfría por debajo de su temperatura crítica. Una corriente eléctrica que fluye en una
espiral de cable superconductor puede persistir indefinidamente sin fuente de alimentación. Al
igual que el
Comportamiento magnético
efecto Meissner.
El campo magnético distingue dos tipos de superconductores: los de tipo I, que no permiten en
absoluto que penetre un campo magnético externo (lo cual conlleva un esfuerzo energético alto, e
implica la
ruptura brusca del estado superconductor si se supera la temperatura crítica), y los de tipo II, que
son superconductores imperfectos, en el sentido en que el campo realmente penetra a través de
pequeñas
Abrikósov.
energía. Estos van aumentando en número colocándose en redes de vórtices que pueden ser
observados mediante técnicas adecuadas. Cuando el campo es suficientemente alto, el número de
defectos es tan alto que
el material deja de ser superconductor. Éste es el campo crítico que hace que un material deje de
ser superconductor y que depende de la temperatura.
Comportamiento eléctrico
obedecer el Efecto Joule de pérdida de energía por generación de calor. Las corrientes crean el
intenso campo magnético necesario para sustentar el efecto Meissner. Estas mismas corrientes
permiten
transmitir energía sin gasto energético, lo que representa el efecto más espectacular de este tipo
de materiales. Debido a que la cantidad de electrones superconductores es finita, la cantidad de
corriente
que puede soportar el material es limitada. Por tanto, existe una corriente crítica a partir de la cual
el material deja de ser superconductor y comienza a disipar energía.
En los superconductores de tipo II, la aparición de fluxones provoca que, incluso para corrientes
inferiores a la crítica, se detecte una cierta disipación de energía debida al choque de los vórtices
con los
átomos de la red.
Historia de la superconductividad
El descubrimiento
Ya en el siglo XIX se llevaron a cabo diversos experimentos para medir la resistencia eléctrica a
bajas temperaturas, siendo James Dewar el pionero en este campo.
Sin embargo, la superconductividad como tal no se descubriría hasta 1911, año en que el físico
holandés Heike Kamerlingh Onnes observó que la resistencia eléctrica del mercurio desaparecía
bruscamente al
enfriarse a 4 K (-269 °C), cuando lo que se esperaba era que disminuyera gradualmente hasta el
cero absoluto. Gracias a sus descubrimientos, principalmente por su método para lograr la
producción de helio
líquido, recibiría dos años más tarde el premio Nobel de física. Durante los primeros años el
fenómeno fue conocido como supraconductividad.
En 1913 se descubre que un campo magnético suficientemente grande también destruye el estado
superconductor, descubriéndose tres años después la existencia de una corriente eléctrica crítica.
los físicos de la época no fueron suficientes para afrontar el problema hasta los años cincuenta.
Por ello, la investigación fue hasta entonces meramente fenomenológica, como por ejemplo el
descubrimiento
La teoría BCS fue desarrollada por Bardeen, Cooper y Schrieffer (de sus iniciales surge el nombre
BCS), gracias a lo cual los tres recibirían el premio Nobel de física en 1972. Esta teoría se pudo
desarrollar gracias a dos pistas fundamentales ofrecidas por físicos experimentales a principios de
los años cincuenta:
el descubrimiento del efecto isotópico en 1950 (que vinculó la superconductividad con la red
cristalina),
y el descubrimiento de Lars Onsager en 1953 de que los portadores de carga son en realidad
parejas de electrones llamados pares de Cooper (resultado de experimentos sobre la cuantización
flujo magnético que
pasa a través de un anillo superconductor).
Occidental y Estados Unidos le prestaron poca atención por su carácter más fenomenológico que
teórico, unido a la incomunicación de aquellos años entre ambos lados del Telón de Acero. Esta
situación cambió
en 1959, año en que Lev Gor'kov demostró que se podía derivar rigurosamente a partir de la
teoría microscópica2 en un artículo que también publicó en inglés.3
En 1962 Brian David Josephson predijo que podría haber corriente eléctrica entre dos
superconductores incluso si hubiera una pequeña separación entre estos, debido al efecto túnel.
Un año más tarde Anderson
Tras algunos años de relativo estancamiento, en 1987 Bednorz y Müller descubrieron que una
familia de materiales cerámicos, los óxidos de cobre con estructura de perovsquita, eran
superconductores con
superconductor persiste hasta temperaturas más manejables, superiores al punto de ebullición del
nitrógeno líquido, muchas aplicaciones comerciales serían viables, sobre todo si se descubrieran
materiales
Debido a las bajas temperaturas que se necesitan para conseguir la superconductividad, los
materiales más comunes se suelen enfriar con helio líquido (el nitrógeno líquido sólo es útil
cuando se manejan
magnética nuclear.
Sin embargo, en los años 80 se descubrieron los superconductores de alta temperatura, que
muestran la transición de fase a temperaturas superiores a la transición líquido-vapor del
nitrógeno líquido. Esto ha
abaratado mucho los costos en el estudio de estos materiales y abierto la puerta a la existencia de
materiales superconductores a temperatura ambiente, lo que supondría una revolución en la
industria del
siglo XXI. La mayor desventaja de estos materiales es su composición cerámica, lo que lo hace
poco apropiado para fabricar cables mediante deformación plástica, el uso más obvio de este tipo
de materiales.
Sin embargo se han desarrollado técnicas nuevas para la fabricación de cintas como IBAD
(deposición asistida mediante haz de iones). Mediante esta técnica se han logrado cables de
longitudes mayores de 1
kilómetro.