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CARACTERISTICAS PRINCIPALES DE LOS

DIEZ TIPOS DE NUBES


Nelson Contreras
Universidad Nacional de Colombia
Bogotá D.C., Colombia

I. INTRODUCCIÓN

Una nube es un conjunto o asociación, grande o pequeña, de gotitas de agua, aunque muchas
veces también lo es de gotas de agua y de cristales de hielo. La masa que forman se distingue a
simple vista, suspendida en el aire, y es producto de un gran proceso de condensación. Estas
masas se presentan con los más variados colores, aspectos y dimensiones, según las altitudes
en que aparecen y las características particulares de la condensación (Inzunza, 2001).

Para que haya nubes en el cielo tiene que existir un enfriamiento del aire. El “circuito”
comienza por el Sol. Cuando los rayos de sol calientan la superficie terrestre, calientan también
el aire de alrededor. Un aire con elevada temperatura se vuelve menos denso, por lo que tiende
a ascender y ser reemplazado por el aire más frío y denso. Conforme se asciende en altitud, el
gradiente térmico ambiental hace que las temperaturas sean más bajas. Por ello, el aire se va
enfriando (Inzunza, 2001).

Los cambios de fase del agua juegan un papel primordial en la microfísica de la nube. Los
posibles cambios son los siguientes:

Vapor «---» Líquido (condensación, evaporación)


Líquido «---» Sólido (congelamiento, fusión)
Vapor «---» Sólido (condensación, sublimación)

Los cambios de izquierda a derecha son de importancia meteorológica: son los cambios que
tienen lugar en orden molecular creciente y que conducen a la formación de la nube. Uno de
los problemas de la física de las nubes es que estos cambios tienen lugar en equilibrio
termodinámico. Estas transiciones han de superar una "barrera de energía libre" que las
dificulta, las gotitas de agua poseen unas intensas fuerzas de tensión superficial que, para
aumentar de tamaño por condensación, tienen que ser contrarrestadas por un fuerte gradiente
de presión de vapor (Inzunza, 2001).

Otro factor que afecta a la formación de la nube es el movimiento de aire. Las nubes que se
crean cuando el aire está en reposo tienden a aparecer en capas o estratos. Por otro lado, las que
se forman entre vientos o aire con fuertes corrientes verticales presentan un gran desarrollo
vertical. Normalmente son estas últimas las causantes de las lluvias y las tormentas
(meteorología en red, 2019).
La precipitación se origina cuando el conglomerado se hace inestable y unas gotas crecen a
expensas de las otras. Dos son los mecanismos que producen este efecto; la colisión o choque
directo de las gotas y la interacción entre gotitas de agua y cristales de hielo (en nubes que
superan el nivel de los 0ºC). Cuando mediante estos procesos las gotas o los cristales de hielo
alcanzan el tamaño adecuado pueden empezar a caer, si la velocidad de caída puede compensar
las corrientes de aire ascendentes en el interior de la nube, y producirse la precipitación
(Inzunza, 2001).

II. TIPOS DE NUBES

La Organización Meteorológica Mundial (OMM), realizo el documento “Atlas Internacional


de Nubes”, publicado en 1956, las nubes se clasifican en 10 formas características, o géneros,
que se excluyen mutuamente. Combinando los cuatro nombres fundamentales (cirros, cúmulos,
estratos y nimbos), se obtienen los diez tipos o géneros de nubes de la clasificación moderna,
que también tiene en cuenta la altitud en que se forman. Esta designación está basada en la
apariencia que presentan las nubes vistas desde el suelo (Inzunza, 2001).

En el cuadro que se muestra a continuación, se presenta un resumen de los diez géneros de


nubes, con su símbolo, y algunas de sus características básicas.

Cuadro 1. Características básicas de los géneros de nubes. Fuente: Inzunza, 2001.

Otra clasificación que se puede realizar de las nubes es debido a la altura a la que se pueden
encontrar respecto al suelo, para ello se presenta el cuadro 2 en el que las nubes están
divididas en 4 grandes grupos. Cada grupo depende de la altura a la que se encuentre la base
de las nubes:
Cuadro 2. Clasificación de las nubes por su altura. Fuente: Inzunza, 2001.

Características generales

Cirros: Son nubes blancas, transparentes y sin sombras internas que por lo general se
encuentran entre 6.000 y 10.000 metros de altura que es limite aproximado de la troposfera.
Aparecen como las conocidas “colas de caballo”. No son más que nubes formadas por cristales
de hielo debido a la altitud a la que se encuentran. Son como filamentos largos y delgados que
presentan una distribución más o menos regular en forma de líneas paralelas (Inzunza, 2001).

Se puede ver a simple vista mirando al cielo y viendo como parece que hubieran pintado el
cielo a brochazos. Si el cielo entero se cubre de cirros, es muy probable que en las próximas
24 horas se experimente un cambio brusco en el tiempo. Por lo general, suelen ser cambios de
descensos en las temperaturas (meteorología en red, 2019).

Figura 1. Nubes de tipo Cirros.

Cirrocúmulos: Estas nubes forman una capa casi continua que presentan un aspecto de
superficie arrugada y con formas redondeadas como si fueran pequeños copos de algodón. Las
nubes son totalmente de color blancas sin presentar sombra alguna. Cuando el cielo aparece
cubierto de este tipo de nubes se dice que está aborregado. Es similar al tejido de las ovejas.
Frecuentemente suelen aparecer junto a los cirros e indican que cambia el tiempo en unas doce
horas. Cuando aparecen suele preceder alguna tormenta. Evidentemente no siempre indican lo
mismo. De ser así, la meteorología y la predicción del tiempo serían mucho más sencillas
(meteorología en red, 2019).
Figura 2. Nubes de tipo Cirrocúmulos.

Cirrostratos: Estas nubes aparecen a unos 8.000 metros de altitud y parecen a simple vista
como un velo del que cuesta distinguir los detalles. Algunas veces se pueden notar los bordes
ya que son estriados largos y anchos. Se identifican fácilmente porque forman un halo en el
cielo alrededor tanto del sol como de la luna. Suelen suceder a los cirros e indican que llega el
mal tiempo o algún frente cálido (meteorología en red, 2019).

Figura 3. Nubes de tipo Cirroestratos.

Altocúmulos: Este tipo de nube perteneciente a la clase de nubes intermedias, siendo su altura
de base unos 3.000 metros, tienen forma de copos de tamaño mediano y estructura irregular.
Estas nubes sí presentan copos y ondulaciones en su parte más inferior. Los altocúmulos
indican que comienza el mal tiempo ya sea por lluvias o tormentas (meteorología en red, 2019).

Generalmente este tipo de nubes aparecen en bancos o mantos de forma globular, como si se
tratasen de balas de algodón o grandes pastillas, distribuidas en una o dos direcciones bien
marcadas, cual enlosado celeste. Algunas veces toman otras formas. Casi siempre tienen
vigorosas partes sombreadas, aunque su color más corriente es una mezcla de blanco y gris
(Inzunza, 2001)
Figura 4. Nubes de tipo Altocúmulos.

Altoestratos: estas nubes intermedias pueden alcanzar una altura de 3.000 a 4.000 mestros de
altitud y se trata de nubes con capas delgadas y algunas zonas más densas. En la mayoría de
los casos se puede ver el sol a través de la capa de nubes. El aspecto es parecido a unos
manchones irregulares. Presagian lluvia fina a causa de un descenso de la temperatura
(meteorología en red, 2019).

Generalmente este tipo de nubes están constituidas por gotitas de agua y cristalitos de hielo,
conteniendo la mayoría de veces gotas de lluvia y copos de nieve, por lo que producen
precipitaciones de ese tipo. Llegan a alcanzar grandes extensiones (varios centenares de
kilómetros) y un espesor apreciable, a veces, de varios kilómetros (Inzunza, 2001).

Figura 5. Nubes de tipo Altoestratos.

Nimbostratos: Pertenecen a la serie de nubes bajas y su base se puede encontrar a 1.200 metros.
Tienen aspecto de una capa regular de color gris oscuro y con diversos grados de opacidad. Se
debe a que varía la densidad a lo largo de la nube. Son típicas de las lluvias de primavera y
verano. También se pueden encontrar en las precipitaciones en forma de nieve (meteorología
en red, 2019).
Figura 6. Nubes de tipo Nimbostratos.

Estratocúmulos: La altura de base de estas nubes bajas es de unos 1.500 metros. Son las que
tienen ondulaciones parecidas a cilindros alargados. También presentan algunas ondulaciones
en distintos tonos de gris. Es raro que aporten lluvias (meteorología en red, 2019).

Figura 7. Nubes de tipo Estratocúmulos.

Estratos: Este tipo de nubes bajas pueden originarse desde alturas cercanas al suelo hasta unos
800 metros y se les conoce como nieblas altas, debido a su parecido con la niebla. La apariencia
es la de una neblina grisácea sin que se pueda ver las estructuras tan definidas. Tiene algunos
machones de diferente grado de opacidad. Durante los meses más fríos son capaces de aguantar
durante todo el día, dándole un aspecto más lúgubre al paisaje. Cuando llega la primavera
aparecen durante la madrugada y se dispersan durante el día. Indica buen tiempo (meteorología
en red, 2019)
Figura 8. Nubes de tipo Estratos.

Cúmulos: Estas nubes tienen generalmente una base llana y horizontal que se halla a una altitud
de 800 a 1.000 metros. Tienen un aspecto más denso y sombras muy marcadas, a tal punto de
tapar el sol. Son nubes de color gris. Su base es horizontal, pero su parte superior presenta
protuberancias de gran tamaño. Los cúmulos corresponden al buen tiempo cuando hay poca
humedad ambiental y poco movimiento vertical del aire. Son capaces de originar aguaceros y
tormentas (Rubine, 2019).

Se desarrollan verticalmente en forma de cúpulas, prominencias o torres, siendo la parte


superior muy semejante a una coliflor. Están compuestos por gotitas de agua, aunque se pueden
formar cristalitos de hielo a partir de temperaturas inferiores a 0° C (Inzunza, 2001).

Figura 9. Nubes de tipo Cúmulos.

Cumulonimbos: Son nubes bajas de gran desarrollo vertical, con una base a poca altitud (unos
800 metros del suelo), y cuya altura llega algunas veces hasta los 9.000 y 10.000 metros, es
decir, toda la altura de la troposfera. Estas nubes de apariencia masiva con un gran desarrollo
vertical. Son de color gris y tapan totalmente el sol. Se trata de las típicas que tienen lugar en
las tormentas e incluso producen granizo (meteorología en red, 2019).
Figura 10. Nubes de tipo Cumulonimbos.

Los cumulonimbos están constituidos por gotitas de agua, cristales de hielo, gotas de lluvia y, la mayor
parte de las veces, copos de nieve, granizo y pedrisco. Suelen presentarse aisladamente o en filas en forma
de muralla (Inzunza, 2001).

De todos estos géneros de nubes que hemos descrito puede caer alguna forma de precipitación, pero sólo
suelen llegar al suelo las de los altoestratos y de los cumulonimbus, productores de las grandes lluvias y
nevadas, así como las de los nimboestratos (Inzunza, 2001).

III. BIBLIOGRAFÍA

Meteorología en red. (15 de 06 de 2019). Tipos de Nubes. Obtenido de meteorologiaenred:


https://www.meteorologiaenred.com/tipos-de-nubes.html

Rubine., D. p. (15 de 06 de 2019). blog.meteoclim. Obtenido de blog.meteoclim:


http://blog.meteoclim.com/tipos-de-nubes

Inzunza, J. 2001 Meteorología descriptiva. Capitulo 6 - Nubes y Precipitación. p.p. 149 – 189.

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