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Ensayo sobre:

ESTRATEGIA FISCAL “AUSTERIDAD INTELIGENTE”


Por: Laura Y. Eraso C.

Introducción
La política fiscal de mediano plazo de un estado debe formularse con transparencia y un alto
grado de credibilidad, y para lograr dichos fines, la política debe propender por la consolidación
de los factores principales del balance incorporando todas las realidades económicas, legales y
sociales de los entornos regional e internacional; la formulación parte del análisis del impacto de
todas las variables que influyen sobre los resultados fiscales teniendo en cuenta las restricciones
legales y económicas, con los ajustes necesarios la nueva estructura de la política fiscal hacia
adelante; son fundamentales los factores como, los precios internacionales del petróleo, la
depreciación nominal, el balance de los ingresos y gastos del estado, procurando los mayores
ingresos fiscales hacia el futuro. Es una realidad que Colombia continúa siendo un país con
múltiples necesidades de gasto social e inversión pública; sin embargo, el contexto económico y
el marco legal establecen una senda clara y responsable sobre la cual deberá situarse el balance
total en los próximos años. Por esta razón, el Gobierno debe implementar su política económica
en un contexto de responsabilidad y sostenibilidad fiscal, muy acorde con la senda de déficit
establecida por la Regla Fiscal del año 2011.
Es muy importante saber que la política fiscal, como cualquier otra política económica, es un
proceso continuo de interacción entre las autoridades y el público, además, los mercados tanto
locales como internacionales responden ante las fortalezas o vulnerabilidades de toda economía;
el Gobierno nacional con la asesoría de expertos tributarios y la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económicos (OCDE) dedicó todos sus esfuerzos a diseñar y estructurar las
medidas necesarias para cumplir con la senda de déficit que impone la Regla Fiscal, tratando de
mantener la inversión de mayor impacto económico y social; En este sentido, para que las
obligaciones financieras sean sostenibles, el ritmo de acumulación de deuda deberá ser inferior al
de los flujos esperados para afrontar el servicio de esta; por otra parte el Gobierno Nacional
Central, principalmente por el cumplimiento de la Ley 1473 de 2011, han permitido un ajuste
ordenado contribuyendo así con la estabilidad macroeconómica del país que facilitaría la
consolidación fiscal en el mediano plazo.

Desarrollo.
Para todo gobierno, realizar la formulación de una política fiscal responsable a mediano plazo, es
muy importante tener en cuenta todas las variables macroeconómicas, especialmente los factores
de credibilidad, las realidades socioeconómicas y legales del entorno local y global; se debe
contar con los precios internacionales y actuales del petróleo y la depreciación nominal que
repercuten directamente sobre los ingresos y gastos de la nación; Colombia es un país con muchas
necesidades de gasto especialmente en el ámbito social, sin embargo, las normas vigentes marcan
el rumbo a seguir (ley 819 de 2003) bajo el marco de la Regla Fiscal, además de la senda elegida
por el legislado en 2011 que se considera como una garantía de responsabilidad macroeconomica
y sostenibilidad fiscal aunque requerirá de mayores esfuerzos en la consolidación de las fuentes
de ingresos o en ajustes impopulares del gasto público; es muy importante saber que la política
fiscal, como cualquier otra política económica, es un proceso continuo de interacción entre las
autoridades y el público, además, los mercados tanto locales como internacionales responden ante
las fortalezas o vulnerabilidades de una economía castigando a los gobiernos con poca
credibilidad o altibajos macroeconómicos, y premiando a aquellos que hacen bien su tarea; por
fortuna, Colombia, durante los últimos 10 años ha recibido 3 incrementos en la calificación de
riesgo de la deuda soberana, lo que ha significado volver al grado de inversión tras más de 16
años de ser considerada como deuda especulativa, además, durante estos últimos años, el
Gobierno nacional con la asesoría de expertos tributarios y la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económicos (OCDE) dedicó todos sus esfuerzos a diseñar y estructurar las
medidas necesarias para cumplir con la senda de déficit que impone la Regla Fiscal, tratando de
mantener la inversión de mayor impacto económico y social, efectos que se reflejaron en la
reducción de la evasión (según lo reporta la DIAN), una menor carga tributaria del sector privado
en el 2018, la inclusión productiva, la formalización y la redistribución del ingreso, es decir es el
resultado de aplicar la Austeridad Inteligente incluyendo al sector descentralizado de quienes se
espera un mejoramiento paulatino; se prevé que estas estrategias permitirán una reducción de la
deuda neta de activos financieros del SPNF desde un nivel de 35,1% del PIB en 2017, a 22,4%
del PIB en 2029; De otra parte, el sector de Seguridad social presenta superávits relativamente
estables, gracias al ahorro de fondos de pensiones y cesantías, que a la final genera mayores flujos
de ingresos que de pagos.
Cabe anotar que el gobierno es consistente con la Regla Fiscal, que establece un déficit de 3,1%
en 2018 y obliga a un ajuste de 2,1% del PIB al año 2027, cuando el balance total debe equipararse
al estructural en su nivel mínimo, 1,0% del PIB y en el frente macroeconómico se espera un
crecimiento real de la economía de 2,7% para 2018, con una corrección al alza en los próximos
años hasta alcanzar un máximo de 4,4% en 2022.
En el frente petrolero, la dinámica de los factores de oferta y demanda del año 2017 fueron
determinantes para la recuperación del mercado, y el precio de largo plazo se calculó con la senda
de precios aprobada por el CCRF para la referencia Brent, que implicaba un precio de USD 65
hasta el 2020; USD 70 para los años 2021 a 2025; y que converge en USD 65/barril a partir de
2026 y en cuanto a la producción de crudo, se toma una senda para el mediano plazo que alcanza
los 844 KBPD en 2018, 872 KBPD en 2019 y 936 KBPD en 2020, año en el que se prevé un
incremento en la productividad de yacimientos no convencionales por encima de los 600 KBPD
en 2029 teniendo en cuenta además, los supuestos de reservas posibles; todo lo anterior prevé
acelerar la reducción de la deuda pública en el mediano plazo. En este sentido, para que las
obligaciones financieras sean sostenibles, el ritmo de acumulación de deuda deberá ser inferior al
de los flujos esperados para afrontar el servicio de esta. es importante recordar que la
sostenibilidad de la deuda de un estado es uno de los pilares fundamentales para mantener el grado
de inversión otorgado por las calificadoras de riesgo y que para Colombia debe cumplirse
mediante un plan de gobierno de mediano plazo definido por la senda fiscal; sin embargo, el
manejo responsable de las finanzas públicas por parte del Gobierno Nacional Central,
principalmente por el cumplimiento de la Ley 1473 de 2011, han permitido un ajuste ordenado
contribuyendo así con la estabilidad macroeconómica del país que facilitaría la consolidación
fiscal en el mediano plazo.

Conclusiones
Desde mi punto de vista y a manera de conclusión se puede afirmar que para el manejo económico
de un país se deben tener en cuenta todos los factores macroeconómicos especialmente los
exógenos como el precio internacional del petróleo, la dinámica de los mercados internacionales
bajo las normas y convenios con otros países; todo lo anterior con el objetivo claro que beneficie
especialmente el componente social del país.

Referencias

Ministerio de hacienda y crédito público. 2018. Marco fiscal de mediano plazo. (Colombia).

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