Una de las discusiones que se ha dado en torno a este libro es si es o no un
libro de jazz. Para los eruditos de este estilo y los melómanos acérrimos, la anterior puede ser una disquisición interesante y acalorada, pero a fin de cuentas, para un lector común y no muy iniciado en este género musical, la etiqueta sin duda que dará lo mismo.
Porque más allá de las definiciones, y a pesar de que el mismo título lo
declare, “Pero hermoso. Un libro de jazz”- (Literatura Random House, 2014), es una fascinante obra narrativa, en la cual el periodista y escritor británico Geoff Dyer nos transporta a los días de la sincopada y caliente época de oro del jazz. Esto, de la mano de siete relatos que ficcionan pasajes biográficos de Charles Mingus, Art Pepper, Lester Young, Bud Powell, Chet Baker, Ben Webster, Thelonious Monk y Duke Ellington, nombres imprescindibles en la historia jazzística.
El título hace alusión a un estándar del jazz (“But beautiful”) y el
contenido del libro puede recibirse como una inspirada improvisación literaria que tiene mucho de carretera, soledad, noche y, por supuesto, drogas. Claro, porque ellas sin duda marcaron el desarrollo de este género y también la decadencia personal de varios de sus mejores exponentes.
El hilo que une estas historias, delicadas, emotivas y también
desgarradoras, es un viaje en automóvil realizado por el gran compositor Duke Ellington y el saxo barítono Harry Carney, durante una gira por Estados Unidos.
En un estilo marcadamente cinematográfico, estos relatos van
desempolvando viejas anécdotas, a la luz de los mismos sonidos creados por sus protagonistas, amarillentas fotografías y otros recuerdos, que Dyer logra hacer encajar a la perfección. Y no solo encajar, sino que también levantar vuelo propio, como si se tratara de un intenso solo de prosa en el autor se atreve a entregar todo su talento.
Según comenta el propio Dyer, "Los músicos de jazz se citan a menudo en
los solos: que lo captes o no depende de tus conocimientos musicales. Lo mismo en este caso. Por regla general cabe asumir que lo que se dice es una invención o modificación en lugar de una cita. En todo momento mi propósito es presentar a los músicos no como eran, sino como a mí me parecía que eran".