La edad del perro

Como debió ocurrirle a muchos nacidos en 1974, la perspectiva de vida del protagonista de “La
edad del perro” (Penguin Random House, 2014), no pasaba más allá de los veintiséis años.

La imagen de que cualquier destino se pulverizaría irremisiblemente en cuanto el calendario se

coronara con los cuatro números del 2000 era algo muy patente, lo que en este caso se ve
reforzado por la acción y presencia de una abuela adventista, atormentada diariamente con la
promesa del Juicio Final.

“Da lo mismo. Ya lo dije, aquí, en cuclillas: nada es tan grave como parece. Dejando a un lado
aquel despropósito geométrico, morir a los veintiséis no me parece del todo mal. A los veintiséis,
pienso, y de nuevo creo que pienso bien, un hombre ha tenido tiempo de sobra para hacer
muchas cosas. A los veintiséis, nadie podría decir que no ha vivido”, reflexiona este protagonista,
un niño de apenas nueve años, encaramado en el techo de su casa junto a su abuelo, quien
martillo en mano arregla las latas para que soporten las inclemencias de una falsa primavera de
agosto.

Esto ocurre en Temuco y se recrea en la mente de un adulto que recuerda, que viaja al pasado
para contar una historia que explica mucho y quizás no explica nada, una historia que es solo suya
y que puede ser también la historia del autor de este libro, un poeta chileno llamado Leonardo
Sanhueza, que decidió escribir su primera novela con toda la poesía que encierra un relato
empapado de infancia y de un sur que es el mismo de Jorge Teillier.

La figura del padre ausente deambula por cada página de esta obra llena de indagación, de
espectros y susurros que se desenvuelven en una atmósfera pesada, todavía opresiva, y en donde
este joven personaje vive una pobreza digna y ensaya los primeros descubrimientos
trascendentales. Uno de ellos, tal vez el principal, está contenido en una maleta blanca llena de
ratones, pero también de libros. Solo dieciséis tomos se salvan del roer insaciable de estos
pequeños infiltrados, ejemplares de la Editorial Quimantú que el protagonista asumirá como un
impensado regalo de su padre.